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ÁCIDOS GRASOS ESENCIALES, ¿QUÉ SABE USTED AL RESPECTO?

Son muchos los suplementos dietarios que al día de hoy ‘’seducen’’ la atención de los
atletas y gente activa que hace una práctica regular de gimnasio.

El marketing de los laboratorios y la ignorancia de los consumidores acerca de los


hechos verificables sobre nutrición deportiva, o general, son los ingredientes
principales que llevan a ge
nerar una preocupación y necesidad de adquirir productos en tantísimas ocasiones
inútiles, innecesarios o a lo sumo de un valor secundario y jamás prioritario. Ejemplos
de lo que digo sobran, ¡sin dudas!

Es así que en esa búsqueda alocada y sin rumbo fijo ni certezas, se pierden de vista
nutrientes que sí son imprescindibles, ya no sólo para rendir deportivamente, sino a los
fines de conservar nuestro cuerpo funcionando a pleno y sin déficits nutricionales
evidentes.

Tal es el caso de los ácidos grasos esenciales (EFA’s) que a decir verdad, en nutrición
humana sólo son dos:

- Ácido Linoléico
- Ácido Linolénico

Se les llama esenciales, ya que no es posible para nuestro cuerpo poder obtenerlos
(sintetizarlos) a partir de otros sustratos y de no ser ingeridos con la dieta diaria se
presentarían carencias de los mismos.

Las funciones y propiedades de estos EFA’s son amplísimas y van desde ser precursores
de la síntesis de otros ácidos grasos y de sustancias hormonales o lipídicas, hasta ser
parte estructural de tejidos como por ejemplo los complejos armados que componen
las membranas celulares o aquélla que recubren neuronas.

Uno de esos ácidos grasos que menciono, el linoléico, es relativamente abundante en


la naturaleza y en los alimentos (sobretodo en los de origen vegetal) como ser aceites
orgánicos y naturales (maíz, soja, girasol…).

Pero el otro, el linolénico, prácticamente es una rareza dietaria y la mejor manera de


asegurar una ingesta generosa del mismo es recurriendo a fuentes ‘’no habituales’’
(suplementos) que la aporten.

La única asequible para nosotros es el aceite de lino orgánico (o aceite de linaza) (flax
oil o flaxseed oil) que es una sustancia muy delicada que debe respetar ciertos
cuidados para conservarse debidamente, como ser guardarla siempre refrigerada y
alejada del oxígeno y de la luz, razón por la cual se presenta en envases color caramelo
y siguiendo cadena de frío.

Otras fuentes de estos EFAs que menciono, sólo por curiosidad, son el hemp oil y el
black currant oil.

La ingesta recomendable de aceite de lino orgánico es de 1 a 3 cucharadas soperas al


día, que bien pueden agregarse a las comidas sabiendo que debe consumirse en crudo
y no es apto para cocción. Posee en algunos casos una ligera acción laxante que debe
ser tenida en cuenta.

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