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Capítulo 1

Este relato comienza, en una pequeña embarcación donde aparece el personaje


principal, llamado Marlow, junto a otros marines en una embarcación llamada
Nellie. El protagonista comienza a contar una historia de cuando el era marinero
de agua dulce, ésta comienza en la infancia de Marlow, de pequeño le gustaba jugar
con los mapas y siempre quiso ir a determinados sitios, uno de ellos era una
pequeña isla desde siempre había querido conocer. Para cumplir su objetivo pide
ayuda a su tía, y ésta le recomienda que vaya a la Compañía, donde necesitan un
capitán para ir hasta allí, porque el anterior había muerto peleándose con unos
nativos por unas gallinas.
Cuando fue a los locales de la Compañía le hicieron un reconocimiento médico,
después de éste se despidió de su tía y se embarcó hacía el río que iba a navegar,
después de 30 días llegó al caudal y allí se encontró con la Compañía.
Aquí Marlow ve a una serie de personas de color que son tratados como a esclavos
y a un hombre que les apuntaba con un rifle mientras que “los salvajes” (como se
les llama en la obra), hacían duros trabajos. Marlow continuó con su viaje, después
se encontró con el contable, un hombre que llamó la atención del protagonista por
su buena vestimenta), con este hombre tiene una conversación sobre un tipo
llamado Kurtz, el cual le llama la atención al protagonista por lo elogiado que es.
Más tarde abandonó la Compañía para dirigirse hacia donde se encontraba la
embarcación, cuando llegaron Marlow se enteró de que ésta estaba hundida y se
tendrían que quedar allí unos tres meses para reparar la avería. Antes de arreglarla
nuestro protagonista conoce al director y a un joven interesado de cómo consiguió
el trabajo e interesado también en que le hablará a Kurtz bien de él.
Marlow se entera de unos rumores de la enfermedad de kurtz. Consigue algunos
instrumentos para arreglar la embarcación.
En esta última parte del 1º capítulo finaliza cuando Marlow, conoce al sobrino del
director.
Capítulo 2
Esta segunda parte de la obra comienza cuando Marlow está a punto de dormirse
cuando escucha hablar al director y a su sobrino sobre Kurtz, pero éste no puede
entender nada de lo que hablan, cuando el protagonista se levanta el director y su
sobrino se asustan y se marchan. A los pocos días cuando partió rumbo a el lugar
donde se encontraba Kurtz con un gran número de caníbales, unos peregrinos y al
director. Se tuvieron que detener varias veces para reparar la embarcación, en una
de estas paradas, Marlow encuentra una caseta abandonada en la que había una
advertencia de socorro, leña, una gran mesa y sobre ésta un libro viejo casi sin
tapas y con las paginas sucias y blandas, éste libro no despierta gran admiración en
Marlow ya que le parece aburrido aunque muy trabajado. Era tarde y tuvieron que
quedarse a dormir en aquel sitio.
Un gran estruendo les despertó en plena noche, les estaban atacando los nativos,
hacía una gran niebla y no se veía nada. Los caníbales querían comérselos pero
Marlow no les dejo aun sabiendo que llevaban una gran temporada sin comer, solo
les daban un trozo de alambre y otros utensilios para que ellos mismos cambiaran
por comida o por lo que necesitaran (el autor explica que no lo entiende porque les
daban eso en vez de algo que llevarse a la boca pero también reconocía que eran
muy formales en el pago, y que siempre lo realizaban a su debido tiempo).
A la mañana siguiente los nativos les atacaron nuevamente a lo que la tripulación
les respondieron con rifles aunque no sirvieron de nada. El jefe de los caníbales
estaba manejando el timón, por dejar de hacer su labor fue alcanzado por una
flecha lo cual entristeció a Marlow ya que era un buen tipo. Cuando esto terminó
Marlow arrojó su cuerpo al río para que los caníbales no se lo comieras.
Después de esto a Marlow le llegó el rumor de que Marlow había muerto, en éste
momento el protagonista se da cuenta de que la finalidad de su viaje en ese
momento no era el de conocer aquel sitio que siempre había querido ir, su
intención había cambiado, ahora su objetivo era el de conocer a kurtz, Marlow se
queda pausado al pensar que nunca lo podrá conocer, y no tanto como eso, nunca
podrá escuchar su voz.
Cuando llegan al a su destino un hombre parecido a un arlequín les recibió, éste
hombre les desmintió aquel rumor que decía que kurtz había muerto y les comentó
que estaban al tanto de el ataque de los nativos, también les dijo que la caseta
donde habían encontrado la leña era el suyo, por lo que Marlow le entregó el libro
que había encontrado.
Capítulo 3
En éste último capítulo, el hombre que parecía un arlequín mantuvo una
conversación con el protagonista, le cuenta como llegó a conocer a Kurtz y la
relación que tenía con él, a Marlow le pareció que Kurtz estaba un poco loco y
ambicioso ya que parecía que lo único que le importaba era el marfil ya que en una
ocasión este hombre tenía en su poder un poco de marfil y kurtz se lo quiso quitar,
también le comentó que su relación iba y venía, es decir, tenían pequeños “roces”
por parte del señor kurtz pero el “arlequín” hablaba con gran admiración del él.
El director habló con Kurtz y le dijo a Marlow que sus métodos eran incorrectos a
lo que éste no estaba de acuerdo y lo metieron en el barco, Marlow hablo con el y
no le decepcionó su voz, por la noche un grito despertó a nuestro protagonista y
descubrió al señor Kurtz caminando por un sendero y Marlow hizo que volviera al
barco. Por la mañana cuando iban a partir se oyeron gritos y los marineros querían
atacarles pero Marlow tocó la sirena y éstos salieron corriendo.
Marlow hablaba mucho con el señor Kurtz y éste le entregó unos papeles atados
con un trozo de cordón y le dijo que no le lo enseñará al director. Otro día kurtz se
despertó diciendo… ¡horror! ¡Horror! esas fueron sus últimas palabras, hicieron un
pequeño entierro y volvieron a la ciudad.
En su regreso un empleado de la compañía le obligo a entregarle los papeles que
Kurtz le había dado alegando que había firmado un contrato, pero Marlow no se
los dio aunque le entregó un informe, un tiempo después apareció un hombre que
decía ser su primo pero Marlow tampoco le dio nada. A marlow solo le quedaban
unas cuantas cartas y fue a llevárselas a su pareja y, aunque había pasado más de
un año desde su muerte, ella seguía triste pos su muerto ya que vestía de luto, le
entregó los documentos y hablaron del difunto. Cuando ella le preguntó cuales
fueron sus últimas palabras, Marlow le dijo que había sido su nombre aunque fuera
mentira, después de esto se describen las vistas que tienes en ese momento desde
la Nellie.
VALORACIÓN PERSONAL
En mi opinión la obra está bastante bien, me enganchó desde el principio.
Yo creo que lo peor de todo el libro (aunque me gustara) es el primer capítulo ya
que en comparación con el segundo y el
tercero es menos emocionante y te llama menos la atención ya
que te presenta la obra. En el segundo y tercer capítulo la historia comienza a tener
color debido a que
Marlow comienza a tener menos desprecio hacia la gente de
color.
En el primer capítulo no me gusto más que nada por lo
Que he dicho y por la sensación de angustia que me percibía, estaba incómoda
leyéndolo aunque no podía dejarlo. A partir de que termina el primero la historia
cambia (por lo menos para mí) ya que Marlow empieza a ser un poco más sensible
y el lector descubre una nueva faceta del protagonista. Esta obra es fácil de leer y
rápida, ya que no hace falta parar mucho en cada frase para entenderla como
ocurre con algunas lecturas. Además en mi opinión al hablar en tiempo pasado te
dan ganas de leer cada
vez más para averiguar el final, esa es una de las razones que hacen que me haya
gustado leer la obra, al ser tan rápida me dio la impresión de que era fácil, (aparte
del argumento, calo está).
A veces es un poco lioso, ya que la obra cuenta con dos narradores, uno que habla
en tiempo presente, que es el que se encuentra en la Nellie, y describe las
sensaciones que de una manera transmite Marlow, y otro que es el propio
protagonista
de la obra contando su experiencia siendo marinero de agua dulce, porque a
medida de que transcurre la trama, en ocasiones,
cambia el narrador y te desconcierta un poco, eso hace que la lectura sea mas lenta.
En conclusión: la obra es entretenida, rápida y fácil de leer, puede haber palabras
que no puedas entender pero están anotadas en la parte de debajo de la hoja, por
lo que hace que la lectura sea asequible, yo recomiendo este libro no solo por estas
razones sino también por que el argumento es interesante, en una calificación del
1 al 10, le pondría un 7, debido a que lo leí un poco deprisa y no pude pararme en
todos los detalles.
CAPÍTULO PRIMERO
El capítulo empieza en una embarcación, la Nellie, en la que había un grupo de
marineros. Era de noche. Uno de ellos llamado Marlow, empieza a contar una
historia de cuando era marinero de agua dulce.
Empezaba desde su infancia cuando de niño le gustaban los mapas y siempre
quiso ir a determinados sitios. Para cumplir su objetivo pide ayuda a su tía y ésta
le dice que vaya a la Compañía porque necesitaban a un capitán.
Cuando fue a los locales de la Compañía le hicieron un reconocimiento médico y
después se despidió de su tía.
Se embarcó hacía el río que iba a navegar y al cabo de treinta días llegó al caudal
donde se encontró con la Compañía. Aquí, Marlow se encuentra con un contable
con el que tiene una conversación sobre un tipo llamado Kurtz. Más tarde,
Marlow abandona la Compañía y conoce al director y a un joven interesado en
cómo consiguió Marlow el trabajo.
CAPÍTULO SEGUNDO
Marlow está tumbado en la cubierta de su barco cuando oye al director y a su
sobrino hablando de Kurtz. Él no entendía muy bien lo que decían y se levantó
para enterarse mejor. Cuando el sobrino y el director vieron a Marlow ,se
asustaron y se fueron. Unos días después, partió rumbo al lugar donde se
encontraba Kurtz acompañado de un grupo de caníbales, peregrinos y el director.
Tuvieron que parar varias veces para reparar la embarcación y en una de esas
paradas, Marlow encuentra una caseta abandonada en la que había una
advertencia de socorro, leña, una mesa y un libro. Tuvieron que dormir allí
porque era tarde. En plena noche, Marlow y el resto de hombres, fueron atacados
por los nativos del lugar.
A la mañana siguiente, los nativos volvieron a atacarles. En la huída, el jefe de los
caníbales fue alcanzado por una flecha mientras manejaba el timón de la
embarcación. Marlow, entristecido por la muerte del jefe, tiró su cuerpo al río
para que los nativos se lo comieran y dejaran de perseguidles. Después de esto,
Marlow prosiguió su viaje durante el cuál, le llega un rumor de que Kurtz había
muerto.
Cuando llegan a su destino, les recibió un hombre que les desmintió aquel rumor.
Este hombre les dijo que la caseta donde habían estado era de Kurtz y el libro
también por lo que Marlow se lo entregó a este hombre.
CAPÍTULO TERCERO
Marlow se encuentra con un hombre que parecía un arlequín. Mantuvo una
conversación con el protagonista. Éste le hace preguntas sobre Kurtz. El hombre
le cuenta cómo llegó a conocer a Kurtz y la relación que tenía con él.
El director de la Compañía encerró a Marlow en el barco ya que éste opinaba lo
contrario del director sobre sus métodos. Aquí, Marlow conoce a Kurtz con el que
tiene una larga conversación. Kurtz le entrega a Marlow unos papeles atados con
un trozo de cordón y le dijo que no se los enseñara al director.
Un día Kurtz, al despertarse, dice sus últimas palabras y muere. Le hicieron un
pequeño entierro y después, Marlow y el resto de hombres, regresan a la ciudad.
Cuando llegan, un empleado de la Compañía obliga a Marlow a entregarle los
papeles que Kurtz le había dado pero sólo le entrega un informe. Un tiempo
después, aparece otro hombre que dice ser primo de Kurtz al que tampoco le dio
nada.Marlow fue a ver a su pareja a quien le entregó los documentos.Tuvieron
una conversación sobre el difunto. Ella le preguntó cuáles habían sido sus últimas
palabras y Marlow le dijo que su nombre aunque fuera mentira.

· Charles Marlow: A menudo se ha relacionado al narrador de la historia como


el alter ego de Joseph Conrad. Aunque esta no era la intención del autor, los
paralelismos son evidentes en el relato. Su máxima aspiración es llegar a conocerse
a sí mismo y detesta la mentira por encima de todo. Es un personaje ciertamente
ambiguo, puesto que nunca tiene una posición clara respecto a temas como la
colonización, simplemente pone el foco en lo que ve pero evita juzgarlo. El autor le
compara con la estampa de un Buda, poseedor de un conocimiento superior.
. El Director: Representa el vacío del alma. No tiene ninguna cualidad destacada, es
un tipo mediocre con ojos vacíos y sonrisa mezquina. Su único mérito es que jamás
se pone enfermo (porque carece de entrañas) y parece conspirar contra Kurtz.
· La jungla: La selva y el río se convierten en un personaje subyugante e
imprescindible en el relato. Representa las misteriosas e invasoras fuerzas de la
naturaleza a las que se ven arrastrados los personajes a medida que se adentran río
arriba. Cuanto más se adentra el protagonista en la selva, alejándose de la
civilización, empieza también a alejarse de la forma de pensar y percibir racional,
regresando a una etapa más instintiva del comportamiento humano.
· El arlequín: Representa a la comunidad internacional que se admira por los logros
de la colonización y permanece pasiva ante la barbarie en África. Esta alegoría se
establece a partir de la vestimenta del individuo, compuesta por varios colores que
representan las banderas de los países europeos, así como por la
nacionalidad rusa del arlequín, nación que no tenía posesiones en África.
· Señor Kurtz: Representa la ambición de la empresa colonizadora disfrazada bajo
la aureola de la civilización. Es admirado por todos por su enorme capacidad y
elocuencia. Sin embargo, en el corazón de la jungla se ha dejado llevar por el
salvajismo. El ansia de marfil y el contacto con un mundo desconocido le transforma
en un ser brutal. Parece haber enloquecido por el horror y se deja idolatrar por los
nativos como si fuera una divinidad. Varias personas inspiraron a Conrad para
elaborar el personaje de Kurtz. Son abundantes las referencias al explorador
británico Morton Stanley. La escena de las cabezas empaladas recuerda tal como
Conrad pudo verlas en la empalizada de la casa del capitán belga León Rom. 4 La
muerte de Kurtz es una clara referencia a la que padeció George Antoine Klein,
agente de marfil francés que murió en el vapor que capitaneó Conrad (de
hecho Klein en alemán significa pequeño, mientras que Kurtz significa corto).
· La prometida de Kurtz: Representa la inocencia de la sociedad victoriana, que
ignora las atrocidades cometidas en el continente africano, creyendo en la bondad
de la misión civilizadora. Tiene una imagen idealizada de Kurtz y desconoce el horror
ante el cual ha sucumbido su prometido.
El corazón de las tinieblas nos presenta a dos narradores: un narrador anónimo que
nos acerca al grupo de marineros que escuchar a Marlow y el propio Charlie Marlow
que narra el viaje. La mayor parte de la obra está narrada en primera persona por el
protagonista de la misma, que de manera implícita se encarga de contar lo que
sucedió en aplicador antes el viaje. Está acompañado de un narrador omnisciente,
que se encarga de introducir al propio Marlow y que, curiosamente, no sabe toda la
historia.
Son tres personajes principales que aparecen en la obra.
Marlow, marinero británico obsesionado con África que se convierte en narrador
implícito de la novela tras unas pocas páginas.
Sr. Kurtz, agente de la compañía de Marfil que trabaja en el corazón de África.
El río, que es parte inherente del libro.
El autor nos dibuja dos personajes casi simbióticos: Marlow, aventurero y trabajador
pero algo temeroso que empieza sentir admiración, nunca reconocida, conforme
avanza el viaje frente a un Kurt que aporta el valor a la aventura mucho antes de
aparecer. Un tipo ambicioso y egoísta que ha perdido la cordura, y que representa lo
que el capitán ingles deseo siempre ser. Entre ellos, actuando como vía de unión, el
río; agobiante, duro la mayor parte de las veces, salvaje, sí, pero también en calma a
ratos, que conforma junto a los dos hombres el trío protagonista.
Los personajes secundarios son pocos pero ineludibles, ya que son los que crean
el deseo de Marlow de encontrar a Kurtz a lo largo del camino: el director de la
estación central de la compañía y su sobrino, el fabricante de ladrillos, ese discípulo
que ve en Kurtz casi un dios, el arlequín, y por último, en una breve pero
imprescindible aparición, la prometida de Kurtz.
Nos presenta esta obra un discurso directo dentro de otro indirecto. Un narrador
ajeno introduce a Marlow presentándolo a otros marineros que escuchan lo que
pasó en Africá. Esta parte narrada de manera directa, la más importante de la
crónica, presenta un estilo objetivo cargador de simbolismos. El autor aprovecha
muy bien su dominio del lenguaje y su conocimiento de la selva para poner en boca
de Marlow expresiones y descripciones de la naturaleza, que van más allá de lo
descrito y dotan al río, a la selva, y al propio entorno de vida propia.
De esta forma el espacio narrativo acaba siendo un protagonista más en esta
novela. Conrad, con un gran acierto, separa en dos la escena. Una: en la cubierta
del barco donde un grupo de marineros atienden al capitán, rescatando el autor un
estilo de tradición oral, que refiere un relato de aventuras que bien pudo ser real,
pero que nadie de los presentes vivió, a excepción del narrador.
Dos, a bordo del barco, Nelly, en el que el cronista vivió la experiencia. Inteligente el
prosista creando el ambiente de ambos escenarios, que resulta clave para entender
el transcurso de los acontecimientos y de los cambios generados en los propios
personajes. De esta forma, la niebla, el río o el frío facilitan la creación de un
ambiente de tensión que solamente un gran escritor puede conseguir: el lector
siente, escucha y teme, y ese es el poder narrativo que tiene Conrad.
La acción transcurre en la última parte del siglo XIX, en la época del colonialismo en
África. La estructura temporal dentro de la narración es lineal, con algún salto al
presente.
Como ya he referido anteriormente, esta obra es casi un monólogo de Marlow, que
nos detalla su desafortunada aventura. Aparecen en el relato algunos diálogos,
siempre en boca del narrador, que aportan algo vital a la historia: gracias a estos
diálogos Charlie Marlow se obsesiona con un Kurtz que tarda en aparecer en
escena. No podemos olvidar que parte de la esencia de esta obra se esconde tras
dos diálogos: las últimas palabras de Kurtz - ¡El horror! ¡El horror! y el diálogo final
de Marlow con la prometida de este, que nos muestra una parte hasta ahora oculta
de su carácter, la compasión.
Pese a que su lengua materna no era el inglés, idioma que elige para escribir su
obra, el lenguaje de Conrad es formal y demuestra un claro dominio de la palabra, ay
que consigue crear una intranquilidad y temor continuos en el lector conforme el
protagonista se adentra en la selva.
Las descripciones son minuciosas, tanto en lo material como los sonidos, y presenta
un testimonio lleno de recursos que acaban creando una metáfora constante. Acierta
el autor “abusando” de recursos a la hora de describir escenarios y las escenas pues
crea una atmósfera de contrastes que desconcierta aún más al lector.

Trama[editar]
La novela se centra en un marinero llamado Charlie Marlow, el cual narra una travesía que
realizó años atrás por un río tropical, en busca de un tal Kurtz, el jefe de una explotación
de marfil, y que a lo largo de la novela adquiere un carácter simbólico y ambiguo.
Los dos primeros tercios de la novela narran el viaje de Marlow de Londres a África, y
remontando el río, hasta alcanzar la base de recolección de marfil en la que se encuentra un
empleado de la compañía belga que le ha contratado. Ese empleado, llamado Kurtz, ha tenido
un enorme éxito en el tráfico de marfil, pero eso le ha granjeado la envidia de otros colegas.
Marlow intuye que Kurtz ha roto con todos los límites de la vida social tal y como se conoce
en Europa, lo que le repele y atrae al mismo tiempo.
En el camino, Marlow será testigo de la situación extrema en que viven los colonos europeos, su
brutalidad hacia los nativos africanos, y deberá superar todo tipo de obstáculos —retrasos,
enfermedades o ataques de indígenas— hasta alcanzar su destino. Cuando finalmente se
encuentra con Kurtz, cuya imagen ha ido agrandándose y mitificándose durante el proceso,
descubre que se trata de un personaje misterioso, al que los nativos idolatran como si fuera un
dios, pero que parece haber caído en una locura bestial. Como legado deja un panfleto en el que
detalla cómo civilizar a los nativos y que incluye una anotación brutal: «¡Exterminad a todas esas
bestias!». Marlow y sus compañeros de viaje logran llevar a Kurtz, ya gravemente enfermo, al
pequeño barco de vapor que debe sacarlo de la selva, pero éste muere en el trayecto,
pronunciando ante Marlow sus últimas y enigmáticas palabras: «¡El horror! ¡El horror!». El viaje
de Marlow al corazón del continente africano se transforma así en un descenso a los infiernos,
pero también en una crítica al imperialismo occidental y una investigación acerca de la locura.

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