La auditoría consiste en el proceso de captación de toda la información
concerniente al proceso productivo y funcional de una empresa. Esta constituye uno de los procesos más importantes dentro de una empresa o entidad ya que a través de esta se mantiene un control efectivo sobre las actividades realizadas por dicha institución, lo que permite llevar un correcto control de los registros contables.
Las auditorias permiten el correcto funcionamiento de una empresa a través de
las evaluaciones y exámenes realizados por el auditor responsable. Estas auditorías permiten la recopilación de información que dan a conocer la situación de la organización verificando así que dichas actividades vayan acorde con los objetivos planteados.
Las auditorías son las encargadas de verificar y certificar la credibilidad de la
información financiera, administrativa y operacional de una empresa y es aquí donde radica su importancia, por lo cual su correcta implementación es un punto esencial para el desarrollo y crecimiento de una organización.
Tipos de auditorías:
Fiscal: Evalúa la situación tributaria de la empresa, es decir, la verificación
del cumplimiento de las obligaciones y leyes tributarias. De Gestión u Operacional: Control de las operaciones internas realizadas por la entidad. Financiera o de Estados Financieros: Se encarga de la recopilación de la Información de las cuentas y Estados Financieros de la empresa. Informática: Control de sistema de información Medio Ambiental: Control de los estándares ambientales, es decir, el estudio del cuidado y preservación de los espacios naturales vinculados con el entorno empresarial. Informacional: Captación y análisis de la información de la empresa para el funcionamiento de las operaciones y actividades. De Sistema de Gestión de Calidad: Evalúa la eficacia de los estándares de calidad requeridos según las actividades realizadas por la empresa.
Cada tipo de auditoria requiere una serie de normas y parámetros ya establecidos,
los cuales otorgan a su proceso de evaluación, credibilidad y efectividad. El auditor como ente responsable de la aplicación de estas normas debe adquirir el concreto compromiso profesional y ético para el efectivo desarrollo de los procesos de auditorías.