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Marruecos

Es un país soberano situado en el Magreb, al norte de África, con costas en el océano


Atlántico y el mar Mediterráneo.

De acuerdo con la Constitución de Marruecos, el país es una monarquía constitucional,


con un Parlamento electo. El rey de Marruecos tiene amplios poderes ejecutivos, con
la posibilidad de disolver el gobierno y el Parlamento y dirigir las fuerzas militares,
además de otros poderes. Los partidos políticos de oposición están permitidos y varios
se han presentado a las elecciones en los últimos años.

Marruecos es un país con una diversidad étnica y una rica herencia histórica y cultural.
A través de los años, ha sido el hogar de varios grupos humanos provenientes del
oriente (fenicios, cartagineses, judíos y árabes), del sur (subsaharianos) y del norte
(romanos, bárbaros, andalusíes, moros y judíos). Todas estas civilizaciones han tenido
un impacto en la estructura social de Marruecos, donde conviven diversas formas de
creencias, desde paganismo, judaísmo hasta los cristianos y el islam.

Desde la independencia ha existido un florecimiento en las artes marroquíes,


especialmente en la pintura, la escultura, la música popular, el teatro y la
cinematografía. Además, por todo el país se celebran distintos festivales de arte y
música, sobre todo durante el verano. Cada región posee características culturales
propias que le brindan su identidad, y que al mismo tiempo contribuyen al legado
histórico-cultural de la nación. Por esta razón, el gobierno marroquí ha puesto entre
sus prioridades la protección, conservación y promoción del patrimonio cultural de
Marruecos.

Costumbres
Marruecos es un país lleno de tradiciones y costumbres debido a la influencia cultural
que tiene, africana, árabe y mediterránea.

Consumo del té: Se toma esa infusión a toda hora y es común compartir la bebida
con invitados, huéspedes e incluso con los visitantes de tiendas. Es una señal de
hospitalidad aunque, por las altas temperaturas que hay en algunas zonas del país,
también se hace para evitar la deshidratación. Con respecto a esa hospitalidad
demostrada al compartir el té incluso con extraños, cabe destacar que tanto en
Marruecos como en el mundo árabe un huésped será siempre bien recibido, incluso
aunque se trate de una persona que apenas se conoce, en ocasiones también se le
invita a comer.

Regatear en Marruecos: Otra de las costumbres de Marruecos que es habitual en


el país, tendrás que negociar sí o sí. Desde unas especias que compres al peso pasando
por una alfombra o cualquier otra cosa que se te ocurra que no sea una comida. Si
rechazas negociar o regatear, lo verán como un acto de desprecio.

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