Objetivos Corto plazo Mediano plazo Largo plazo

TU GRAN POR QUÉ

Antes de comenzar vamos a enfocarnos en tu gran por qué, es decir, cuál es la razón
por la que te gustaría lograr el objetivo que te hayas propuesto.

Anthony Robbins, el orador motivacional más grande de los Estados Unidos, dice que
el tener un gran por qué conlleva el 80% de importancia en lo que quieras lograr y
solo el 20% restante está compuesto por el cómo; es decir las técnicas y métodos y/ ó
procedimientos que te van a permitir lograrlo.

Desarrolla tu gran por qué siendo especifico en ello.

Preguntas que te van a ayudar son las siguientes:

 ¿Qué te va a brindar obtener lo que quieres lograr con las técnicas aprendidas
hasta ahora?
 ¿Cómo te vas a sentir luego de tenerlo?

Escribe los resultados esperados y cómo te sentirías.

Ahora imagínate que lograste es que escribiste anteriormente: nota que ves, que
oís, que sientes.

Ese es tu gran por qué. Ese es tu 80%. Ahora vas a aprender el restante 20%.
Objetivos Sé especifico con Escribe los Imagínate lo que
tus metas u resultados describiste en los
objetivos. esperados y como dos pasos
te sentirás cuando anteriores.
lo hayas logrado.
 El Sorprendente Poder del Agua.

“El agua es el elemento y principio de las cosas”. Tales de Mileto.

El agua es uno de los componentes más importantes de nuestro cuerpo. De hecho, el

cuerpo humano está compuesto de 75% por agua.

Ahora vas aprender específicamente qué beneficios te va a traer estar correctamente

hidratado a la hora de estudiar.

El cerebro está compuesto de 90% por agua y la utiliza como principal vehículo de
las transmisiones electro-químicas.

¿En qué te beneficia saber esto?

Para responder a esa pregunta tenemos que aprender rápidamente sobre cómo
aprendemos con nuestro cerebro (usted ya sabe ).

Las neuronas son células que se comunican entre sí mediante mensajes eléctricos y
químicos. Cada vez que nuestro cerebro recibe algún estimulo sensorial, las neuronas
desarrollan la capacidad de interconectarse, aumentando sus extensiones hacia las
demás.

El aprendizaje consiste entonces en crear conexiones y que a su vez estén asociadas y

agrupadas la información que vamos a aprender. Cuantas más conexiones sean
creadas, tanto más efectivo será tu aprendizaje. Lo que, es más, estas conexiones
neuronales representan un factor importante en la determinación de tu inteligencia.

Mediante el proceso de mielinización, cada vez que haces de tus conexiones

neuronales, estas se hacen más fuertes.

¿Qué tiene que ver todo esto con el agua?

Las neuronas necesitan energía, oxígeno y agua para funcionar efectivamente durante
el aprendizaje y otras actividades mentales.

Nuestra sangre es principalmente agua, y es la encargada de transportar oxígeno,

energía y nutrientes a todo el cuerpo.

Asimismo, según la Asociación para la Calidad del Agua (WQA), la Asociación

Americana de Cáncer (ACA), y la Asociación Americana de Dietética (ADA), una
hidratación correcta y adecuada mejora la concentración.

Ahora que entendiste el efecto del agua en tu cuerpo solo queda una pregunta por
hacer: ¿estas correctamente hidratada (sino, ve ahora mismo por agua)?

¿Cuáles son los peligros de la deshidratación?

La deshidratación tiene un impacto negativo sobre tu aprendizaje.

La falta de agua puede conducir a problemas que van desde la irritabilidad y fatiga,
hasta bajo rendimiento físico e intelectual.

Tan solo se necesita un 2% de deshidratación para causar pérdidas de memoria.

¿Entonces cuánta agua es eficiente?

Deja que tu propio cuerpo te indique, aunque si el color de tu orina es amarillo fuerte
es probable que no estés bebiendo suficiente agua.

Lo que no tienes que hacer; es esperar a estar sediento para luego tomar agua.
Tu cuerpo pierde cantidad razonable de agua antes de indicarle a tu cerebro que estas
sediento. Sin embargo, no es aconsejable beber grandes cantidades de agua una sola
vez, ya que se puede producir un efecto llamado potomanía (que no se te ocurra idea
malévola :P ), el que, debido a la ingesta excesiva de agua, produce que los minerales
se diluyan en el plasma sanguíneo, dando lugar al cansancio y la perdida de agilidad
mental.

Científicamente está comprobado que es aconsejable beber 2 litros aproximadamente

durante el día.