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Los líderes y su significado

Abordar el tema del liderazgo es tratar directamente con la historia


universal. Quienes marcan el destino de los pueblos son sus líderes; sus
aciertos o equivocaciones conducen a la comunidad hacia el progreso o al
desastre. Observando la naturaleza es fácil percatarse de que la velocidad
de la manada es algo que marca su líder, ya sea de alces, lobos o
caballos; en forma similar sucede en la comunidad humana: el líder
marca el paso.

Para que un líder pueda surgir se requieren tres elementos básicos:

Primero, que el destino circunstancial lo favorezca; que nazca en el


lugar y en el tiempo preciso. ¿Qué hubiera sido de Gandhi si hubiera
nacido en Suecia? La India era el lugar y el tiempo que lo necesitaba.
Ningún ser humano puede decidir la circunstancia en la que va a nacer,
nadie elige el país, el tiempo, los padres, el medio socioeconómico y
cultural. Estas circunstancias sencillamente se dan y se les llama destino.

Segundo, que el líder tenga una sólida escala de valores; ideales


superiores a lograr. Ser líder no significa necesariamente ser bueno y
noble; recordemos que un líder puede utilizar todas sus cualidades y
talentos tanto para construir como para destruir. Liderazgo es influencia;
es movimiento hacia el bien o hacia el mal. Un líder de Excelencia es
aquel a quien sus valores lo conducen a la construcción de un mundo
mejor.

Tercero, que el líder viva comprometido con un buen sueño; lograr que
un imposible se vuelva posible; que su vida esté en función de un ideal a
realizar y que comprometa todo su ser para lograrlo.
México es hoy lugar propicio para que surjan auténticos líderes que nos
conduzcan al progreso. Tenemos un compromiso histórico que reclama
líderes que rescaten a las clases marginadas de la miseria y el abandono.
La juventud en transición reclama orientación y valores éticos que los
guíen a una sociedad superior.

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