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El territorio de la actual Alemania estuvo habitado desde tiempos remotos, pero debió
pasar mucho tiempo, con numerosas inmigraciones, invasiones y conquistas hasta que
se configuraron las particularidades nacionales de los alemanes.
El Origen de Alemania
Edad de Piedra ]
Durante la Edad de Piedra, los bosques alemanes estaban poblados por grupos nómadas
de cazadores y recolectores. Constituían las formas primitivas de Homo sapiens, como
el Hombre de Heidelberg, que vivió hace 400.000 años. Poco después, aparecieron
formas más avanzadas de Homo sapiens, como demuestran los restos encontrados cerca
de Steinheim (de unos 300.000 años de antigüedad) y el más cercano de Ehringsdorf, de
hace 100.000 años. Otro tipo humano fue el Neanderthal, descubierto cerca
de Düsseldorf, que vivió hace 100.000 años. El tipo más reciente, que apareció hacia el
40.000 a. C., fue el de Cro-magnon, un miembro del Homo sapiens sapiens, especie del
ser humano actual.
Desde el 1.800 hasta el 400 a. C., los pueblos celtas del sur de Alemania y Austria
desarrollaron una serie de progresos en el trabajo del metal, configurando varias
culturas (campos de urnas, Hallstatt y La Tène), cada una de las cuales se difundió por
toda Europa; introdujeron el uso del hierro para fabricar herramientas de trabajo y
armas. La cultura céltica de La Tène realizó excelentes trabajos de metal y utilizó arados
tirados por bueyes y carros con ruedas. Las tribus germánicas absorbieron gran parte de
la cultura celta y al final ésta se extinguió.
Época romana
El término deutsch (alemán) data del siglo VIII y originalmente hacía referencia en la
parte oriental del reino de los francos que en ese momento abarcaba lo que es ahora
Francia y Alemania. Este término derivaría del germánico *thouthaz 'pueblo' (cognado
del latín tōtus 'todo [el pueblo]').
Durante el reino de César Augusto, los germanos se familiarizaron con las tácticas de
guerra romanas, manteniendo al mismo tiempo su identidad tribal. En 9 d. C.,
tres legiones romanas dirigidas por Varo fueron derrotadas por los queruscos y su
caudillo Arminio en la Batalla del bosque de Teutoburgo. Por lo tanto, la Alemania
moderna, por lo que respecta al Rin y el Danubio, se mantuvo fuera del Imperio
romano, lo que dio un cambio brusco a la historia de ampliación del imperio romano,
porque los romanos no volvieron a intentar invadir más allá del Rin.
Este proceso de alianzas temporales con antiguos enemigos dio origen al feudalismo de
la edad media. Como la idea de esclavitud de los germánicos consistía en cobrar
impuestos y dejar que los contribuyentes (los esclavos) sigan haciendo lo que saben
hacer, ese fue el sistema de gobierno impuesto en el imperio romano desintegrado.
Época medieval[editar]
Desde que sucedió a su padre Pipino el Breve en 768, el nuevo rey de los
francos, Carlomagno, consolidó la monarquía en este pueblo e inició un rápido avance
hacia buena parte de los territorios de la Europa Occidental. Sajonia y Baviera, los dos
Estados más organizados de Germania cayeron bajo su yugo. Su autoridad fue
confirmada al ser coronado Emperador en el año 800 en Roma, y en consecuencia ser
nombrado como máximo poder político del mundo cristiano. La ciudad alemana
de Aquisgrán se convirtió en la capital imperial. Su hijo Ludovico Pío heredó su
imperio, pero su débil figura provocó el inicio del declive, culminado con la partición
imperial en los sucesivos Tratado de Verdún (843), Tratado de Meersen (870) y Tratado
de Ribemont (880). Francia Oriental, surgida en Verdún con Luis el Germánico, nieto de
Carlomagno, como rey, sería el germen de lo que hoy es Alemania. Las regiones al oeste
del río Rin quedaron englobadas en la llamada Lotaringia, tierras de Lotario I, hermano
y rival de Luis, junto con las zonas más orientales de Francia y el Reino de Italia, con
Roma como su capital.
Al morir Luis en 875, la Francia Oriental quedó dividida entre sus tres hijos, en tres
porciones: Sajonia (norte), Baviera (sudeste) y Suabia (sudoeste). A diferencia de lo
vivido hasta entonces, los tres Estados colaboraron estrechamente. Avatares de las
historia llevaron a Carlos III el Gordo, rey de Suabia, a gobernar sobre todo el viejo
imperio carolingio entre 881 y 887. Sin embargo, la lengua común y la también común
legislación provocaron en ese momento un sentimiento alemán que perduraría hasta
nuestros días. La época medieval termina en España con el descubrimiento de América,
pero probablemente en Alemania con Martin Lutero.
Sacro Imperio Romano Germánico hacia 1630. Sobre las fronteras de los Estados
actuales.
El imperio medieval se derivaba de una división del Imperio carolingio en 843, que fue
fundado por Carlomagno en 800 y existió en diferentes formas hasta 1806. Su territorio
se extendía desde el río Eder en el norte hasta la costa mediterránea en el sur.
El edicto de la Bula de Oro de 1356 fue la constitución básica del Imperio que duró
hasta su disolución. Se codificó la elección del emperador por siete príncipes electores.
A partir del siglo XV, los emperadores fueron elegidos casi exclusivamente entre los
provenientes de la Casa de Habsburgo.
Martín Lutero escribió las noventa y cinco tesis, donde cuestionaba la Iglesia
católica en 1517, provocando con ello la Reforma Protestante. La Iglesia Luterana fue
reconocida como la nueva confesión sancionada en muchos Estados alemanes después
de 1530. El conflicto religioso resultante condujo a la Guerra de los Treinta Años (1618-
1648), que devastó el territorio alemán.2 La población de los Estados alemanes se redujo
en un 30%.3 La Paz de Westfalia (1648) terminó la guerra religiosa entre los Estados
alemanes, pero el Imperio de facto fue dividido en numerosos principados
independientes. Desde 1740 en adelante, el dualismo entre la monarquía Habsburgo de
Austria y el Reino de Prusia dominó la historia alemana. En 1806, el Imperio fue
invadido y disuelto como consecuencia de las Guerras napoleónicas.4
Tras abdicar el último monarca del Sacro Imperio Romano Germánico, se inició, en los
antiguos Estados que lo componían, una dispar búsqueda por crear un Estado nacional
alemán unificado. La cuestión territorial se debatía entre la creación de una «gran
Alemania», que incluyese los territorios germanófonos austriacos o una «pequeña
Alemania», formada exclusivamente por otros Estados. A esta disyuntiva se sumaba la
cuestión institucional sobre el reparto de poder entre el pueblo y la corona.
El parlamento exigió que, como emperador alemán, el rey de Prusia tendría que
renunciar a su carácter divino y concebirse a sí mismo como ejecutor de la voluntad del
pueblo, exigencia que el monarca rechazó en 1849, impidiendo de esta forma que se
realizara la unificación alemana.
Unificación alemana
Federico II el Grande
Tras la Revolución francesa, los diferentes Estados monárquicos de Europa crean
alianzas para enfrentar la amenaza que Franciarepresenta para la estabilidad de sus
propios regímenes.
Los Estados alemanes participan activamente contra los ejércitos de Napoleón I, quien
tras acumular importantes victorias instaura la Confederación del Rin en 1806. Poco
después el emperador del Sacro Imperio abdica y disuelve así efectivamente el imperio.
Desde entonces Alemania se transforma junto al Reino Unido en una de las dos grandes
potencias mundiales, sin ambiciones coloniales durante el gobierno de Bismarck.
A partir de este punto y durante las siguientes dos décadas se establecen los llamados
"sistemas bismarckianos", que dominan la política europea. En el Congreso de Berlín de
1878 se reúnen los representantes de varios Estados europeos bajo la presidencia de
Bismarck con el propósito de reorganizar los Balcanes tras la Guerra Ruso-Turca de
1877–1878, así como para equilibrar los intereses de Inglaterra, Rusia y Austria-
Hungría en la zona. Después, Bismarck convoca entre 1884 y 1885 la conferencia de
Berlín en la que las potencias fijan las pautas para el reparto colonial de África.
La crisis económica como consecuencia del Tratado de Versalles que hacía que
Alemania pagara grandes tributos como trofeo de guerra y la hiperinflación conlleva la
ruina para una gran parte de la clase media, y esta situación se agrava tras la Gran
Depresiónde 1929. La impresión irracional de dinero durante la república de Weimar
produjo una hiperinflación que hace que hasta el día de hoy los alemanes teman a la
inflación, al revés de lo que ocurre en Estados Unidos, donde se teme a la deflación.
El Tercer Reich fue el de la Alemania nazi. Duró doce años, desde 1933 hasta 1945.
Mapa de Alemania el 31 de agosto de 1939
Durante el año siguiente, Hitler obtuvo el control total. Sucedió también al jefe de
Estado.
Hitler había intentado un golpe de Estado y había fracasado en el intento, por lo que fue
a la cárcel y escribió Mi Lucha, libro en el que considera que la guerra y la pobreza
alemanas se debían a los judíos que explotaban a las personas, dominaban los
periódicos, las noticias, los bancos y se dedicaban al comercio sexual (trata de blancas).
Una vez que salió de la cárcel fue ovacionado como héroe.
Esta guerra no solo fue carácter económico-político, sino que sirvió para aplicar severas
leyes racistas. No solo se asesinaron seis millones de judíos, gitanos, rusos, serbios,
polacos y otras etnias, sino que en los campos de concentración creados en todos los
territorios conquistados se encerró a gitanos, deficientes mentales, homosexuales y
disidentes ideológicos. Estas personas eran privadas de su libertad y sus bienes y, tras
ser aisladas en guetos, fueron esclavizadas para el trabajo gratuito (esclavitud), hasta
resultar inservibles por debilidad, enfermedad o desnutrición, entonces se las ejecutaba
o se realizaba experimentos científicos con ellos. Los nazis perfeccionaron los
asesinatos masivos, creando las cámaras de gas. El mejor ejemplo de ello se puede ver
aún en el campo de concentración de Auschwitz (Polonia). Esta masacre duró años con
el silencio, la supuesta ignorancia o el consentimiento del resto de los países del planeta
que participaban en la guerra.
Pérdidas territoriales alemanas a lo largo del siglo xx, consecuencia de la derrota en las
dos guerras mundiales.
El ataque a la URSS en 1941 fue decisivo para demostrar que el ejército era insuficiente
para abarcar tanta extensión de terreno y que las guerras por el petróleo no debían
llevarse a cabo sobre objetivos que no tuvieran petróleo. Las fracasadas campañas rusas
de 1941 y 1942 pretendían, la primera, alcanzar Moscú para cortar los
suministros siberianos y, la segunda, llegar al mar Caspio para controlar el petróleo. A
esto se suma que los rusos tenían doscientos millones de habitantes y desarrollaron los
misiles Katiusha que hicieron retroceder a Hitler. También hubo luchas internas en
Alemania por detener a Hitler, ya que sus generales se daban cuenta que pretendía algo
imposible. Además, el ingreso de los EE. UU. en la guerra, acaba por dar un giro que
lleva a la derrota de Alemania, que firma su rendición el 8 de mayo de 1945.
Alemania, como país dividido, encarnó la guerra fría como ningún otro país. La
ocupación del territorio por parte de los aliados tuvo como icono al muro de Berlín y
perduró más de cuatro décadas. A pesar de ser uno de los países derrotados en la guerra,
Alemania (la RFA) inició una fulgurante recuperación institucional a partir de los años
1950 y se transformó en la tercera potencia económica a nivel mundial, superando a
la URSS, Reino Unido y Francia, que habían resultado vencedores en el conflicto.
Durante cinco décadas diferentes, mandatarios desde Konrad Adenauer hasta Gerhard
Schröder han participado de manera decidida respaldando a la UE y convirtiendo a
Alemania en el principal promotor de la Ampliación de la Unión.
Se estableció que, durante la presidencia del CUE en el primer semestre de 2007 a cargo
de Alemania, se elaboraría una propuesta sobre la que no se fijaron detalles.