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“SUCRE”
PRIMER HEMISEMESTRE.
SEMESTRE NOVIEMBRE 2018 – ABRIL 2019
ÁREA: PROFESIONAL ASIGNATURA: CENTRALES ELÉCTRICAS
NOMBRE: QUINAUCHO JENNY ESPECIALIDAD: ELECTRICIDAD
PARALELO: 6A FECHA: 13/01 /2019. NOTA / 10
La lubricación es uno de los aspectos más vitales del mantenimiento industrial para
lograr un funcionamiento eficiente de la maquinaria. Se trata de un campo con un
gran potencial para el ahorro de costes, el incremento de la vida útil y una
producción más eficaz. No obstante, diversas razones han relegado el correcto
mantenimiento de la lubricación en la mayor parte de las empresas. Como ejemplo
un par de datos: el 92% de las plantas tienen falta de procedimientos adecuados de
lubricación y el 74% de las plantas no utilizan el análisis de lubricante como
herramienta de monitorización.
La lubricación
Por definición, la lubricación es el proceso o técnica empleada para reducir el rozamiento
entre dos superficies bajo carga que se encuentran muy próximas y en movimiento,
mediante la aplicación de una película denominada lubricante.
Más prioridad
Destinar algo más al presupuesto de lubricación puede producir mejoras considerables y al
mismo tiempo reducir los problemas derivados de lubricación.
El cambio necesario para alcanzar una lubricación adecuada se plasma en un nuevo
concepto, resumido en el programa LPD, denominado así por sus siglas en inglés
Lubrication Program Development. Este sistema apunta hacia la maximización de los
beneficios de las propiedades de los lubricantes mediante la implantación de buenas
prácticas y excelencia en lubricación.
El sistema LPD contempla el proceso de lubricación como una secuencia de etapas en las
que intervienen personas, procedimientos y material auxiliar de lubricación de manera
coordinada, con el foco puesto en alcanzar el objetivo principal: aportar valor agregado al
mantenimiento y maximizar el retorno de la inversión de los activos.
Los objetivos del programa son alcanzados mediante el trabajo y mejoras en las siguientes
áreas:
Los beneficios
Para tener un punto de partida claro, inicialmente se determinan las condiciones de
lubricación y en base a éstas se diseña un programa de ingeniería de lubricación orientado
a maximizar la fiabilidad y disponibilidad de los activos mediante una lubricación adecuada.
A corto plazo, los beneficios del programa se evidencian en los almacenes de lubricantes,
en la sala dedicada a la transferencia de bidones a envase menores, en la integración con
el sistema de gestión de mantenimiento y en la vida de servicio de los lubricantes.
Sin embargo, a medio plazo la evidencia más clara de las mejoras en la gestión de la
lubricación es el retorno de la inversión realizada, ya que en muchos casos ésta se
recupera en el segundo año y a partir de éste se traduce en beneficios generados.
La lubricación es uno de los aspectos más vitales del mantenimiento industrial para
lograr un funcionamiento eficiente de la maquinaria. Se trata de un campo con un
gran potencial para el ahorro de costes, el incremento de la vida útil y una
producción más eficaz. No obstante, diversas razones han relegado el correcto
mantenimiento de la lubricación en la mayor parte de las empresas. Como ejemplo
un par de datos: el 92% de las plantas tienen falta de procedimientos adecuados de
lubricación y el 74% de las plantas no utilizan el análisis de lubricante como
herramienta de monitorización.
La lubricación
Por definición, la lubricación es el proceso o técnica empleada para reducir el rozamiento
entre dos superficies bajo carga que se encuentran muy próximas y en movimiento,
mediante la aplicación de una película denominada lubricante.
Más prioridad
Destinar algo más al presupuesto de lubricación puede producir mejoras considerables y al
mismo tiempo reducir los problemas derivados de lubricación.
El cambio necesario para alcanzar una lubricación adecuada se plasma en un nuevo
concepto, resumido en el programa LPD, denominado así por sus siglas en inglés
Lubrication Program Development. Este sistema apunta hacia la maximización de los
beneficios de las propiedades de los lubricantes mediante la implantación de buenas
prácticas y excelencia en lubricación.
El sistema LPD contempla el proceso de lubricación como una secuencia de etapas en las
que intervienen personas, procedimientos y material auxiliar de lubricación de manera
coordinada, con el foco puesto en alcanzar el objetivo principal: aportar valor agregado al
mantenimiento y maximizar el retorno de la inversión de los activos.
Los objetivos del programa son alcanzados mediante el trabajo y mejoras en las siguientes
áreas:
Los beneficios
Para tener un punto de partida claro, inicialmente se determinan las condiciones de
lubricación y en base a éstas se diseña un programa de ingeniería de lubricación orientado
a maximizar la fiabilidad y disponibilidad de los activos mediante una lubricación adecuada.
A corto plazo, los beneficios del programa se evidencian en los almacenes de lubricantes,
en la sala dedicada a la transferencia de bidones a envase menores, en la integración con
el sistema de gestión de mantenimiento y en la vida de servicio de los lubricantes.
Sin embargo, a medio plazo la evidencia más clara de las mejoras en la gestión de la
lubricación es el retorno de la inversión realizada, ya que en muchos casos ésta se
recupera en el segundo año y a partir de éste se traduce en beneficios generados.
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COMPÁRTELO
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Los distintos tipos de aceites lubricantes que actualmente se usan en la industria para
lubricar maquinaria y herramientas son en su gran mayoría de origen mineral y son extraídos
del petróleo, pero existen otros tipos de aceites lubricantes como animal y vegetal, los cuales
tiene un poder de lubricación mayor, sin embargo éstos últimos tienen muy poca estabilidad,
se oxidan muy rápido y se descomponen fácilmente produciendo sustancias ácidas que
atacan las superficies metálicas de tus herramientas y máquinas. Es por esta razón que en
la lubricación de equipo de trabajo profesional se emplean, preferentemente, aceites
minerales.
¿Para qué sirve la lubricación? La lubricación permite formar una película de separación
entre dos superficies que se encurtan en movimiento en movimiento relativo entre sí.
Los aceites lubricantes están compuestos esencialmente por una base y aditivos.
Las bases determinan la mayor parte de las características del aceite, como la viscosidad,
su resistencia a la oxidación, y el punto de fluidez. Las bases son en sí minerales
derivados del petróleo o bases sintéticas (químicas).
Estas características determinan los tipos de lubricantes en sus distintas formas de
presentación: Líquidos, gases, sólidos y semisólidos. Los tipos de aceites lubricantes más
empleados en la industria para máquinas y herramientas son los líquidos y los gaseosos
con aplicación en spray.
Los aceites RIDGID® para cortar roscas no contienen cloro ni otros halógenos, PCB ni
metales pesados. Hoja de datos de seguridad de materiales completa disponible.
Características:
Enfría roscas y tuberías durante el funcionamiento.
Acelera la eliminación de metal.
Mejora la calidad de las roscas.
Reduce el par de apriete para el roscado.
Los aceites lubricantes en espray son de los más versátiles, pues además de lubricar y
proteger las herramientas, también pueden ser empleados para cientos de funciones más
como:
Proteger la plata de la oxidación.
Dar a los pisos aspecto de recién encerados, sin ser resbaladizos.
Reparar y limpiar pizarrones.
Aflojar cierres de ropa endurecidos.
Desenredar cadenas de joyería.
Quitar manchas de piletas de acero inoxidable.
Limpiar manchas de parrillas para asados.
Mantenr las puertas de las regaderas libres de manchas de agua.
Ayudar a lubricar tijeras.
Lubricar bisagras de puertas (casa, vehículos, etc.).
Quitar manchas de zapatos de los pisos.
Lubricar ejes de cortadoras de césped.
Lubricar hamacas, toboganes y subibajas.
Lubricar marcos de ventanas corredizas.
Lubricar los sistemas de aperturas de paraguas.
Reparar y limpia tableros de cuero de vehículos y paragolpes de vinilo.
Lubricar ejes de ventiladores y extractores eléctricos.
Lubricar ruedas dentadas y cadenas de bicicletas, motos, etc.
Evitar la oxidación de serruchos, hojas de sierra y otras herramientas.
Limpiar la grasa de los hornos de cocina.
Quitar el pegamento de cintas adhesivas.
Aflojar tuercas y tornillos oxidados…
Los lubricantes son una película que se interpone entre dos superficies para reducir la fricción. Esto
provoca que el movimiento entre estas dos superficies suponga menos desgaste, disipe el calor y
disminuya el rozamiento.
Composición
– Lubricantes líquidos. Esto son los conocidos como aceites lubricantes. Son los más comunes en
las industrias, en los motores y para las máquinas de perforación.
– Lubricantes gaseosos. Estos se dividen en dos tipos de lubricantes. En primer lugar, están
aquellos que son gases a presión como los de las fresas de un dentista. Por otra parte, tenemos
aquellos aceites lubricantes que se diluyen con un hidrocarburo para que puedan ser pulverizados.
– Lubricantes sólidos. Se utilizan en caso de que no ser necesario un líquido. Los lubricantes
sólidos son utilizados entre superficies que soportan temperaturas extremas. El talco y el grafito
son los materiales más usados.
– Lubricantes semisólidos. Estos los conocemos como grasas. Se trata de aceite en jabón utilizado
en zonas donde no es posible utilizarlo en forma líquida.
Naturaleza
– Minerales. Derivados de la refinación del petróleo, cuyo uso se aplica más en fines industriales.
– Animales. Se extrae de las partes inservibles en la industria cárnica como huesos y tejido adiposo.
Aditivos
– Antidesgaste. Película de aceite para evitar el desgaste de ambas superficies.
– Espesantes. Aumentan la viscosidad del lubricante por acción de la temperatura otorgando una
presión constante.
https://es.slideshare.net/bosocampos/sistema-de-lubricacion-49987374