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EL SIGLO DE ORO EN ESPAÑA

Durante el siglo XVI España se halla en una etapa de plenitud política y social que, bajo el
influjo de Italia, impulsa las manifestaciones literarias, artísticas y de pensamiento. Llega
así una época de esplendor de nuestras letras que recibe el nombre de Renacimiento,
constituyendo el llamado “Primer Siglo de Oro”.

Aunque lo hemos señalado ya en nuestra introducción, conviene destacar que el cambio de


la mentalidad medieval a la renacentista no se produce de una forma brusca. Durante casi
dos siglos Europa pasa de una sociedad feudal y agraria a otra nacional y mercantil,
abandona la idea de la vida eterna, y descubre el goce de vivir, la naturaleza y el arte.

El siglo XV constituye una época de transición entre la Edad Media y el Renacimiento. En


el caso de España el reinado de los Reyes Católicos, que cuando comience el siglo XVI
estará llegando a su fin, marca el cambio de una España medieval a la moderna.
Acontecimientos de esta época que tendrán repercusión en el siglo siguiente son: la
creación de la inquisición, la expulsión de los judíos, la conquista de Granada, el
descubrimiento de América y la creación de España.

La vida cultural estaba dominada por la renovación, el dinamismo y el contacto con otros
países europeos. España era un país abierto y receptivo a las ideas extranjeras. La reina
Isabel tenía fama como protectora de letras, lo cual atrajo a España a importantes
humanistas italianos. Hubo también españoles que fueron a estudiar a Italia, como Elio
Antonio de Nebrija. Este humanista publicó en 1942 la primera Gramática de la Lengua
Castellana.

Escribir en el Renacimiento: en 1526 el poeta Juan Boscan, conversa en Granada con el


embajador italiano Andrea Navagiero. Este le aconseja que intente acomodar al castellano
las formas poéticas italianas. Boscan no solo acepto, sino que animo a Garcilaso a hacer lo
mismo. Sin embargo, la renovación italianista no se redujo a sus aspectos formales.
Además de los nuevos metros llegaron también innovaciones temáticas y estilísticas.

EL SIGLO DE ORO

SIGLO XVI – XVII

El llamado Siglo de Oro de la civilización española abarca en realidad casi doscientos años,
desde el comienzo del siglo XVI hasta fines del siglo XVII.

LA POESÍA BARROCA EN SU TIEMPO

Por lo general, llamamos barrocos Barroco al período histórico y estético europeo que va
desde el final del Renacimiento hasta el principio del Neoclasicismo, es decir, una época
que más o menos coincide con el siglo XVII, sacudida por la clase social y económica, el
derrumbamiento de los valores y del idealismo renacentistas y el descenso paulatino pero
imparable del poder español y de la influencia de nuestra cultura en Europa. Es también, y
ellos resultan menos paradójico de lo que podría imaginarse, un tiempo de esplendor
artístico y literario para España.

En un sentido más general, se ha utilizado el término Barroco para nombrar todas las
épocas que han sucedido a los periodos estéticos e ideológicos considerados como clásicos,
es decir, no sólo a este siglo XVII, precedido por la divulgación del ideario humanista, sino
también, por ejemplo, al período alajandrino, que sucedió a la época clásica griega; o al
comienzo de nuestra era en la Roma imperial, una vez concluida la floreciente época del
emperador Augusto; o al desbordante romanticismo, que siguió al neoclasicismo, etc.
Desde este punto de vista, toda la época barroca señala el final de otra en la que el hombre,
inmerso en una sociedad que podríamos llamar estable y floreciente, ha creído encontrar
cierta forma de equilibrio artístico, político y económico que se refleja en su pensamiento y
en sus obras armoniosas, concebida bajo la inspiración de la gran obra de la naturaleza. Así
pues, lo barroco sería el agotamiento de esta concepción del mundo y el paso a una
vivencia social agotada; el tiempo del hombre en desacuerdo con su posición, en conflicto
consigo mismo, con su obra, con su modo de vivir, con el poder bajo el que se organiza su
sociedad.

Claro está que ésa es una visión demasiado general de la historia del hombre para no
resultar idealizada; pero como veremos al estudiar la obra de estos tres poetas: Góngora,
Lope y Quevedo, algo de todo ello hay, al menos en la época que ellos vivieron.

La tensión social

Tal vez la más significativa del siglo XVII es llamada tensión social, y no solo en España.
Algunos estudios han querido comparara la organización social de la época con la feudal.

Innovación y conservadurismo

Se trata de una época en la que conviven dos tendencias sociales: un impulso de


innovación, de cambio casi prerrevolucionario, y otro contradictorio, que busca la
conservación de los valores, la permanencia del orden el mantenimiento de la precaria
estabilidad.

La corte

“Sólo Madrid es la corte” la frase, convertida en dicho popular, sirve para imaginarse la
altanería con que en la época veían a su villa los madrileños, comparándolas con las otras
cortes europeas.
Aspecto de la villa

Varias particularidades daban a la ciudad un aspecto sorprendente para el visitante. La casa


por ejemplo, no alcanzaban por lo general más de un piso: casas “a la malicia” se llamaban
y Góngora deja constancia de ello en un poema sobre la corte.

La curiosa fauna de Madrid

Pero lo más sorprendente para el visitante llegado de la aldea debía de ser la curiosa fauna
que poblaba las calles de Madrid.

Los mentideros

Los puntos de reunión más concurridos eran los mentideros, atractivos centros de
chismorreo y discusión en los que se formaban diariamente corrillos espontáneos de
avisados hablando y curiosos.

Vivir en Madrid

Quienes carecían de capilla y sacerdote particular tenían que conformarse con escuchar la
misa diaria en cualquiera de las muchísimas iglesias del lugar.

Día de fiesta

En los días feriados por decreto, a causa de la visita de un extranjero, la boda de algún
miembro del rey o político o noble, se podría celebrar esas excelentes fiestas.

GÓNGORA, LOPE Y QUEVEDO: POETAS POSTULANTES

El primero en nacer fue Luis de Góngora y Argote, en Córdoba (1561), un año antes de
nacimiento de Félix Lope de Vega Carpio (1562) y casi veinte por delante del de Francisco
de Quevedo y Villegas (1580) estos dos últimos en Madrid.

Góngora era hijo de jurista noble y erudito que poseía una biblioteca de renombre y estaba
casado con una mujer cuya familia era sospechosa de judaizante. Su posición estaba
asegurada por las rentas agrícolas que producían los cortijos, molino, huertas etc. La cuna
de Lope era mucho más humilde, su padre se ganaba la vida como bordador. Por su parte la
familia de Quevedo, que provenía de la montaña de santanderina, sus padres fallecieron
cuando él era un niño.

Los comienzos literarios de Góngora y Lope

Gongora llego a estudiar a Salamanca a los catorce años, como caballero: casa instalada y
sirvientes. Dejó sin acabar sus estudios de leyes, pero logró crearse pronto un sólido
renombre por su soltura en los vicios de componer coplas y barajar los naipes, allí
permaneció cinco años.
Entre tanto Lope llegó a estudiar en la universidad de Alcalá de Henares con quince años.

Ambos lograron pronto fama de poetas hábiles, cada uno en su ciudad. Se dedicaba a
componer romances de aire popular muy a la moda del momento.

Como ya sabemos Quevedo es menor casi veinte años que los poetas antes mencionados,
éste empezó cursando estudios en Alcalá, estaba por terminar los de Teología en
Valladolid. Ya se había conseguido hacerse notar con su prosa.

OBRAS MÁS REPRESENTANTE DE LOS AUTORES: LUIS DE GÓNGORA,


FRANCISCO DE QUEVEDO Y LOPE DE VEGA.

Luis de Góngora (1561-1627): fue un gran poeta y dramaturgo, al que ya en su época se le


reconocía como tal. Fue el máximo exponente de la corriente literaria conocida como
culteranismo o gongorismo. En sus obras poéticas podemos distinguir Angélica y Medoro,
Fábula de Píramo y Tisbe, y las más conocidas son Fábula de Polifemo y Galatea y la otra
Soledades. En teatro: Las Firmezas de Isabela, La Comedia Venatoria y El doctor Carlino.

Francisco de Quevedo (1580-1645) : noble, político y uno de los escritores más


importantes de la literatura española. Era un grandioso prosista que trabajo muchas obras de
diferentes tipos como: políticas (Política de Dios, gobierno de Cristo), ascéticas
(Providencia de Dios), filosóficas (La cuna y la sepultura para el conocimiento propio y
desengaño de las cosas ajenas), críticas literarias (La aguja de navegar cultos con la receta
para hacer Soledades en un día), obras festivas (Cartas del Caballero de la Tenaza) y obras
satíricas-morales (Los Sueños).

Lope de Vega (1562-1635) es otro de los poetas y dramaturgos mejor valorados de la


época. Es uno de los máximos exponentes del teatro barroco. Escribió obras de todo tipo,
narrativas: La Arcadia, El peregrino en su Patria, Pastores de Belén y La Dorotea. Líricas
escribió varias, por ejemplo: Los Romances, La vega del Parnaso, Rimas, Rimas Sacras y
La Filomena.

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