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Partidos Políticos

Maximiliano Molina
“Los partidos políticos y sus dirigentes no brotan por generación espontanea, sino que
surgen del propio pueblo, con todas sus virtudes y con todos sus defectos. Un pueblo
cívicamente poco evolucionado no puede pretender gobernantes y dirigentes superiores
a su propio nivel.” Gregorio Badeni

En el presente trabajo pretendo realizar un breve recorrido por cuestiones que considero
esenciales a la hora de hablar de partidos políticos. Este recorrido apunta a una clarificación
conceptual de lo que entendemos y significamos por ellos, como así también intento mostrar
cómo es que son sustentados y regulados por la Constitución Nacional
Partidos Políticos

Partidos Políticos. Concepto


Si queremos partir de una definición completa que abarque a todos los grupos que
entrarían dentro del concepto de “partido político”, estaríamos ante una tarea dificultosa
y casi imposible. Existen varios grupos democráticos y no democráticos que asumen
este rol pero que son diferentes e incluso incompatibles entre sí. A modo de
clarificación y teniendo en cuenta lo anterior, utilizaremos una definición que clarifique
el terreno que abordaremos en este trabajo; nuevamente recordamos que no es la única
posible:
Los partidos políticos son asociaciones de individuos, de carácter permanente, que
agrupan a una parte de la ciudadanía unida por un conjunto de ideas políticas
comunes, con la finalidad de conquistar el poder para aplicar esas ideas, o de
controlar el ejercicio del poder para que la acción de los gobernantes y de las fuerzas
políticas no se aparte de ellas1.
En nuestras actuales sociedades son de gran importancia, y lo podemos ver en el
reconocimiento que la Corte Suprema de Justicia hace de ellos, aludiendo que su
misión es la de ser “mediadores entre el estado y la sociedad”2. Este reconocimiento se
debe en parte a su incorporación en la Constitución Nacional mediante la reforma del
año 1994, en la cual se establecieron garantías para su creación, funcionamiento y
libertad, con el único límite de respetar a la constitución. (En tanto instituciones ya
estaban reconocidas por el artículo 14 y 33 de la Constitución)
¿Por qué hablamos en términos de “reconocimiento” de los partidos políticos? Esto es
así porque esencialmente los partidos políticos, estrictamente hablando, no son
creaciones legales (aunque estén sujetos a regulaciones legislativas). Los partidos
políticos son manifestaciones de la conducta social que canalizan las aspiraciones e
inquietudes políticas de los individuos y los grupos sociales. Su existencia responde a
un fin natural del hombre de agruparse para perseguir ciertos fines y tratar de
conseguirlos dentro de su ámbito social (podemos rastrear numerosos partidos políticos
desde los inicios de nuestra vida independiente hasta nuestros días). Los partidos
políticos fueron el enlace natural entre la sociedad civil y el poder. El reconocimiento
legal del que antes hablábamos no hizo más que institucionalizar dicha realidad.
Al habla de partidos políticos debemos aclarar las diferencias de éstos con las facciones
y grupos de presión. A diferencia de los partidos las facciones carecen de organización
y programa estable, responden a intereses particulares limitados en el tiempo. Los
grupos de presión no aspiran a gobernar asumiendo responsabilidad correspondiente,
sino que buscan la obtención de decisiones gubernamentales específicas y favorables a
ciertos sectores que representan.
El campo más propicio para el desarrollo de los partidos políticos es la sociedad
pluralista, donde se da una lucha concreta y pública por el poder, que concluye con el
triunfo de los más capaces en la actividad política. La lucha en este tipo de sociedades
se da entre partidos, la valoración se extiende al electorado y a los ciudadanos no

1
Gregorio Badeni. “Tratado De Derecho Constitucional. TOMO I. 2da Edición, Actualizada y
Ampliada”, Editorial La Ley, Buenos Aires, 2006. Pág. 1026
2
Gelli, María Angélica "Constitución de la Nación Argentina. Comentada y concordada". Ed. La Ley,
Buenos Aires, 2003. Pág. 332

2
afiliados al partido que definen con su voto el resultado de la elección. Aquí los partidos
se identifican con partes de la sociedad, lo que asegura la pluralidad.
El campo menos propicio para el desarrollo de los partidos políticos es el de una
sociedad unipartidista. La lucha aquí se mantiene de forma cerrada y oculta, restringida
a un grupo de ciudadanos. Estos ciudadanos cumplen el rol de dirigentes de dicho
partido único. La lucha por el poder de la que hablamos se concentra dentro del partido,
y quien conquista el partido conquista el poder del estado (Aquí un solo partido se
identifica con el Estado). En los sistemas de partido único sólo se valora la decisión de
los afiliados.
La lucha por el poder que genera el pluripartidismo no debe ser entendida como una
crítica a los partidos políticos en sí, sino que debe apuntar a una reflexión sobre la
propia naturaleza humana (ambición y sed de dominación) que si bien es la base de los
partidos, termina superándolos. En resumen desconocer la fuente de naturaleza humana
de los partidos políticos es desconocer la propia esencia humana.

Características y Funciones.
Si bien existe una tendencia de los individuos para asociarse y tratar de conseguir
ciertos fines, ésta asociación necesita de algo más para convertirse en un partido
político: necesita una organización sólida que le brinde estabilidad. Esta organización
sólida comprende una permanencia en el tiempo más allá de una particular elección; el
partido político pretende perdurar eternamente como custodio de una idea común. La
estabilidad y organización sólida se da por la persecución de una idea base que aglutina
a los miembros, este objetivo es una idea política, doctrina o ideología que no se deja de
lado al alcanzar (o no) el poder. (Dichas características son las que diferencian a un
partido político de una asociación y de una facción).
“La finalidad primaria del partido político, en función de la cual se organiza su
actuación, es la conquista del poder; el acceso al gobierno para aplicar el programa
forjado sobre la base de la idea política que determinó la agrupación de un conjunto de
individuos”3.
Los partidos políticos buscan el gobierno y asumen públicamente la responsabilidad de
los actos gubernamentales; en el caso de no llegar al gobierno el partido político
desarrolla una actividad de control y fiscalización del gobierno (Oposición).
Los elementos constitutivos de un partido político son dos: organización o estructura
para el desenvolvimiento orgánico y, por otro lado, un programa que explique cómo se
darán las aplicaciones prácticas de su idea motriz y la forma de llevarlas a cabo.
Entre las diversas funciones que un partido debe ejercer encontramos:
1 – Encausar la voluntad política inorgánica del pueblo. El partido político debe
proponer una oferta de políticas que recepte las intenciones, ideas e inquietudes de los
ciudadanos. Los partidos políticos encuadran al ciudadano en la opción más próxima a
sus convicciones e ideas; para lograr esto no deben recurrir a forzamientos que
violenten la voluntad de los ciudadanos. Las intenciones inorgánicas (ciudadanos) se
encausan en una propuesta orgánica (partido político).
2 – Los partidos políticos deben realizar la intermediación entre las demandas de la
sociedad (ciudadanos) y quienes ejercen el poder (estado); deben proponer las
soluciones que deben ser aplicadas para remediarlas.
3 – Deben educar a los ciudadanos para el ejercicio de la responsabilidad política.
Deben generar el interés de los ciudadanos para que asuman el rol de protagonistas y no
de simples espectadores del proceso político.
3
Gregorio Badeni. “Tratado De Derecho Constitucional. TOMO I. 2da Edición, Actualizada y
Ampliada”, Editorial La Ley, Buenos Aires, 2006. Pág. 1030

3
4 – Los partidos políticos tienen que seleccionar a los dirigentes que deben gobernar o
ejercer el rol de oposición. Los partidos políticos forman y proponen a los candidatos
que ocuparán los diversos cargos electorales, haciéndolos conocer a la ciudadanía
mediante su proyección en la vía pública.
5 – Los partidos políticos deben proyectar la política del gobierno (o de la oposición, en
su caso) y controlar su ejecución. Se debe controlar que no se aparte o lesione la idea
motriz del partido, este rol compete tanto al partido oficial como al opositor.

Clasificación de los Partidos Políticos.


Vimos que la definición de un partido político es dificultosa, de la misma manera, a la
hora de hablar de una clasificación de los mismos estamos ante una tarea dificultosa. Se
han ensayado muchas clasificaciones e incluso algunas de ellas perdieron su vitalidad
con el paso del tiempo debido a la evolución de las estructuras sociales. Brevemente
comentaremos algunas de las posibles divisiones que podemos encontrar:
- Según su Génesis: se pueden clasificar según su modo de creación en partidos de
origen parlamentario o electoral (interno); y partidos de origen exterior. Los
primeros tienen su origen en el respectivo país y guardan compromisos con la
democracia representativa; los segundos tienen carácter internacional con sedes en
cada país.
- Según su relación con el sistema democrático: los partidos de origen parlamentario
o electoral han sido creados como instrumento esencial del sistema democrático
(pluripartidismo); en tanto que los creados basándose en partidos exteriores tienen
como objetivo destruir el sistema democrático o al menos reducirlo al mínimo
(unipartidismo). Según su relación con el sistema democrático son o bien
democráticos o bien “partidos antisistemas” (en contra del sistema de partidos, en
contra de libertades y condiciones propias del der humano que si son contempladas
en los partidos democráticos). (Coincidiría con la división entre Partidos
Constitucionalistas y Partidos Autocráticos)
- Según el modo de reclutar adherentes: se clasifican en partidos de opinión y
partidos de masas. Los primeros son partidos pequeños de gran cohesión en torno a
una idea que los aglutina y los miembros se adhieren al partido por su apego a ella.
Los Segundos carecen de una idea aglutinante y los miembros adhieren a estos
partidos por simpatía con un líder o caudillo carismático.
- Según sus Objetivos: se pueden clasificar en partidos con objetivos materiales y
partidos con objetivos ideales. (clasificación poco práctica)
- Partidos de derecha, Centro e Izquierda: Esta clasificación surge de una
clasificación elaborada por el parlamentarismo francés en base a la ubicación de los
legisladores en el recinto de sesión. En los sistemas democráticos se tipifica a los
partidos de izquierda y derecha como posiciones extremistas, que propician a
implantar ideologías fascistas nacionalistas antidemocráticas (derecha) o que
propician a implantar una ideología de tipo comunista o socialista antidemocrática
(izquierda). Los partidos centro procuran un equilibrio entre las tensiones sociales y
las políticas dominantes de la sociedad.

Sistema de partidos políticos.


Los sistemas de partidos se distinguen entre sistemas partidistas y apartidistas, según se
advierta o no el funcionamiento de los partidos políticos.
El apartidismo es aquel sistema donde no existen partidos políticos, podemos llegar a
esta conclusión mediante en enfoque jurídico o de un enfoque sociológico. Si bien
formalmente se puede dar la no existencia de los partidos, sociológicamente es

4
imposible que se dé, ya que éstos forman parte de la naturaleza del hombre el cual
genera diversas agrupaciones en defensa de ciertos intereses. (Si bien no son
reconocidos formalmente, éstos se desarrollan al margen de la ley)
Los sistemas partidistas se clasifican en unipartidistas y pluripartidistas.
En los primeros funciona solamente un único partido político, y esto solo se da por vía
legal negando la existencia jurídica de otros partidos. (Se inhabilita la manifestación de
otros partidos, relegándolos a la clandestinidad). Aquí se da un monopolio legal,
impuesto coactivamente. (No debemos confundirlo con un partido dominante, que es
aquel que entre otros tantos está a cargo del poder por una decisión libre de los
ciudadanos [voto]).
Los sistemas pluripartidistas son aquellos en los que se ofrecen condiciones de hecho y
derecho para la existencia y convivencia de dos o más partidos políticos (Bipartidismo
y Multipartidismo).

Regulación Constitucional de los partidos políticos.


Hasta antes de la reforma de 1994, en la cual se introdujo el artículo 38, la Constitución
no preveía expresamente el funcionamiento de los partidos políticos. Pero en cambio a
través del tiempo fueron sancionadas diversas leyes que regulaban la actividad de los
partidos políticos. La omisión de la Ley Fundamental no fue interpretada en el sentido
de que ella prohibía o negaba la jerarquía constitucional de los mismos. El estatuto de
los partidos actualmente vigente es la ley 23.298, sancionada por el congreso nacional
en 1985.
Si bien no expresaba explícitamente la Ley Fundamental la existencia de los partidos
políticos, éstos estaban contemplados por ella en:
- Art. 14. Al ser el partido político esencialmente una asociación, que deriva del
ejercicio de derechos subjetivos, es receptado por este artículo el cual reconoce a
todos los habitantes del país el derecho de asociarse con fines útiles.
- Art. 33. Ateniéndonos al rol de los partidos políticos en los sistemas democráticos,
son contemplados por este artículo, el cual trata de derechos que nacen del principio
de soberanía del pueblo y de la forma republicana de gobierno.
- Art. 1 y 22. En base al rol de los partidos políticos en un sistema político
representativo, los partidos se adecúan a la modalidad respecto al gobierno por
medio de representantes y autoridades creadas por la Ley Fundamental y sus
normas reglamentarias.

Teniendo en cuenta estas contemplaciones de la Ley fundamental sobre los partidos en


tanto asociaciones y al rol que desempeñan; y también teniendo en cuenta las
regulaciones de la ley orgánica de los partidos políticos (Ley 23.298); en la reforma de
1994 se incorpora a la Ley Fundamental el Artículo 38 reconociendo explícitamente el
funcionamiento de los mismos; impidiendo, en lo sucesivo, su desconocimiento o
desnaturalización. (Art. 28).

5
Art. 38 - Los partidos políticos son instituciones fundamentales del sistema
democrático.
Su creación y el ejercicio de sus actividades son libres dentro del respeto a esta
Constitución, la que garantiza su organización y funcionamiento democráticos, la
representación de las minorías, la competencia para la postulación de candidatos a
cargos públicos electivos, el acceso a la información pública y la difusión de sus
ideas.
El Estado contribuye al sostenimiento económico de sus actividades y de la
capacitación de sus dirigentes.
Los partidos políticos deberán dar publicidad del origen y destino de sus fondos y
patrimonio.

1- Los partidos como instituciones fundamentales del sistema democrático.


“Los partidos políticos son identificados con la democracia misma. De ahí que los
sistemas pluralistas se preocupen por la naturaleza e identidad de los partidos
políticos y los consecuentes problemas del control estatal, anterior y posterior al
nacimiento de los mismos y el reconocimiento u otorgamiento de la personalidad
jurídica.4”
2- Respeto a los principios constitucionales.
El segundo párrafo del artículo establece las bases fundamentales que deben
contener las respectivas cartas orgánicas. Éstas deben respetar los principios
constitucionales. De esta manera vemos que se dejan fuera de consideración y aval
aquí a los partidos antisistema (cosa que la ley 23.298 no aclaraba explícitamente).
3- Organización y financiamiento democráticos.
Aquí se pretende que los dirigentes representen a la voluntad de la mayoría de los
afiliados evitando oligarquías partidarias. Es consecuencia de la organización
democrática la representación obligatoria de las minorías en los cuerpos colegiados
de la dirección partidaria (comités, congresos, etc.). Los cargos electivos deben
surgir de elecciones internas amplias (limitadas a afiliados o abiertas).
a- Competencia para la postulación de candidatos: la nominación de candidatos a
cargos electivos debe surgir de elecciones internas amplias y libres, en las cuales
compitan las diversas líneas internas (si las hubiese), cada cual presentando a sus
propios precandidatos a los afiliados. (no hay elecciones a dedo).
b- Elecciones internas: tanto para elegir candidatos como para cubrir cargos
partidarios, como para cubrir cargos electivos en los órganos del estado. Las
cartas orgánicas deben prever que los cargos se renuevan por períodos fijos y
que dicha renovación se efectuará mediante elecciones internas. Debe preverse
el mismo método para la elección a cargos electivos estatales. Las elecciones
privadas pueden ser cerradas o abiertas (art 29 de la ley 23.298)
Cerradas: las elecciones partidarias internas son cerradas cuando los únicos
habilitados para votar son los afiliados al respectivo partido.
Abiertas: las elecciones partidarias internas son abiertas cuando los habilitados
para votar son no solo los afiliados sino también los ciudadanos que figuren en
el padrón del distrito, sea o no afiliado a cualquier partido político (no está
instaurado en argentina todavía). Aquí votan los ciudadanos sean o no afiliados
al partido para elegir candidatos que disputen cargos electivos. No exige
4
Gelli, María Angélica "Constitución de la Nación Argentina. Comentada y concordada". Ed. La Ley,
Buenos Aires, 2003. Pág. 331/332

6
registro de pertenecía o simpatía con el partido en cuestión, e incluso los
ciudadanos pueden votar en “primarias abiertas” de distintos partidos. (Positivo:
dificulta el manejo de la elección interna; negativo: se puede votar en un partido
contrario para que gane un candidato débil y que gane el de otro partido).
Elecciones internas obligatorias o voluntarias: la ley 23.298 no dice nada al
respecto, pero con la tendencia que se está dando de la ausencia de votantes en
las elecciones generales y las particulares sería bueno instaurar en las elecciones
internas el voto obligatorio para acentuar el ejercicio del voto y la participación
política. En el caso de no querer hacerlo una persona sólo tendría que
desafiliarse del partido y no sería obligado a votar allí.
c- Representación de las minorías: según afirma Sartori en el ámbito constitucional
lo que preocupa son las minorías. “el problema que surge es el del derecho que
deben tener las minorías para oponerse. […] La expresión del gobierno de
mayoría y derechos de la minoría adquieren aquí su significado más preciso y
una singular importancia. Si se acosa, se impide o se aplasta a la oposición,
podemos hablar de tiranía de la mayoría […].5” También Lord Acton afirma en
este mismo sentido “la demostración más segura de si un país es realmente
libre es la dosis de seguridad de que gozan las minorías”6. En este sentido
hablamos de una democracia de una mayoría, de una mayoría limitada. De aquí
que se asegure en el artículo 38 el lugar a las minorías.
4- El acceso a la información pública y la difusión de sus ideas.
El acceso a la información pública consiste en la facultad de requerir informes a los
tres poderes del estado (y a las empresas de servicios públicos, públicas o privadas)
sobre sus actividades. Se pueden pedir informes tanto de partidos que estén
representados en las cámaras del Congreso nacional como así también a aquellos
que no posean representación en dichas cámaras.
El derecho de difundir sus ideas se traduce en el otorgamiento de espacios en los
medios de comunicación social, para la divulgación de sus propuestas a la
ciudadanía. En épocas de elecciones diversas normas legales y reglamentarias
aseguran espacios gratuitos para exponer sus ideas como así también sientan límites
días antes de la elección para garantizar igualdad de condiciones entre los partidos y
candidatos.
5- El financiamiento de los partidos políticos
Los partidos deben contar con recursos económicos suficientes para concretar sus
objetivos (campaña, funcionamiento normal y capacitación de sus dirigentes). Aquí
entra en juego la claridad en el manejo y destino de los fondos que reciben los
partidos políticos.
Aportes estatales: las contribuciones estatales a los partidos pueden ser directas o
indirectas. Las directas consisten en aportes efectivos que los partidos reciben por
medio del Fondo Partidario Permanente (art. 46 ley 23.298). El FPP es una cuenta a
la orden del Ministerio del Interior, en la que se acreditan los fondos previstos en la
ley de presupuesto, las mutuales, legados, reintegros, etc., de ellos egresan los
aportes a los partidos políticos. Los aportes del estado consisten en una suma fija

5
Ekmekdjian, Miguel Angel. "Tratado de Derecho Constitucional. Constitución de la Nación Argentina,
comentada, y anotada con legislación, jurisprudencia y doctrina. Tomo III". Ed. Depalma, Buenos Aires,
1995. Pág. 591
6
Ekmekdjian, Miguel Angel. "Tratado de Derecho Constitucional. Constitución de la Nación Argentina,
comentada, y anotada con legislación, jurisprudencia y doctrina. Tomo III". Ed. Depalma, Buenos Aires,
1995. Pág. 591

7
por cada voto obtenido en la última elección-, también hay aportes para la
realización de convenciones y congresos, para la confección de boletas electorales.
Las indirectas consisten en extensiones impositivas (art 45 ley 23.298), franquicias
en los servicios públicos, espacios gratuitos en medio de comunicación, etc.
Aportes privados: aquí se da el meollo de los problemas de financiamiento a los
partidos privados. Los partidos políticos reciben aportes de entidades privadas como
empresas, sindicatos, grupos de interés, etc. El artículo 41 de la ley 23.298 prohíbe
recibir contribuciones o donaciones anónimas de entidades nacionales, provinciales,
o de empresas de servicios públicos, de asociaciones sindicales, patronales o
profesionales, o de personas que se encontraran en situación de dependencia
impuestas obligatoriamente.
Los artículos 47 y 48 de la ley 23.298 establecen varias pautas para los partidos
políticos como las de llevar una contabilidad detallada de todos los gastos y
contribuciones recibidas, las cuales pueden luego ser pedidas, en cualquier
momento, por el juzgado electoral competente. Los estados contables anuales deben
publicarse en el boletín oficial.
Aporte mixto: “El sistema mixto, al margen de imponer contribuciones estatales,
permite a los partidos políticos la percepción de aportes privados. Es,
probablemente, el sistema más efectivo empíricamente. Pero, esa efectividad, está
supeditada a una eficiente y realista regulación jurídica.7”
6- Capacitación de los dirigentes partidarios
El estado contribuye mediante la creación de cursos de dirigencia política, como así
también contribuye con dinero (aunque esta última contribución no asegura que
luego se destine a la formación política).
7- El control estatal sobre los partidos políticos
La carta orgánica de los partidos políticos no establece un control pragmático sobre
los mismos. No exige la declaración de ningún principio o base que asegure un
determinado régimen. La carta orgánica no plantea cómo controlar a los partidos
para que no atenten contra el sistema democrático, representativo y federal, y
tampoco para que no atenten contra la Constitución nacional. El control es
dificultoso ya que en la carta formal puede estar acorde a la constitución y en la
práctica ir contra ella.
Al sistema democrático le conviene más absorber que repeler a los partidos que
pretenden destruirlos. Al reconocer la personería jurídica de éstos, se los inserta
dentro del sistema dejando sin sustentación los mecanismos alejados de la legalidad
para ejercer sus funciones.
Actualmente se realizan controles no programáticos, es decir que no se fijan en el
programa que los partidos presentan, sino que ponen acento en el control de su
cantidad de afiliados, patrimonio, economía, cumplimiento de obligaciones legales,
causales de extinción o cancelación. Este control esta en mano de juzgados federales
en cada jurisdicción que dependen de una secretaría electoral (Cámara Nacional
Electoral).

7
Gregorio Badeni. “Tratado De Derecho Constitucional. TOMO I. 2da Edición, Actualizada y
Ampliada”, Editorial La Ley, Buenos Aires, 2006. Pág. 1046

8
Caducidad y Extinción de los partidos políticos.
La caducidad de los partidos políticos, es decir el cese de actividades y la pérdida de la
personalidad política, se opera conforme a la ley 23.298. Para exponer de manera
sintética las causas seguimos a Badeni8:

Caducidad:
1 - Haber prescindido de realizar elecciones partidarias internas durante el término de
cuatro años;
2 - No presentarse a tres elecciones consecutivas en distrito alguno;
3 - Previa intimación judicial, no presentar el acta de designación de las autoridades
partidarias, o no llevar en debida forma los libros de inventario, caja y de actas

En cuanto a la extinción de los partidos políticos, ella se produce por:

1 - Las causas previstas en la carta orgánica;


2 - Por decisión de los afiliados expresada conforme a los requisitos impuestos por la
carta orgánica;
3 - La comisión de delitos de acción pública por, las autoridades o candidatos del
partido salvo que, en el caso de estos últimos, fueran desautorizados por aquellas;
4 - Por impartir instrucción militar a los afiliados u organizarlos militarmente.

Declarada la caducidad de la personería política de un partido, ésta puede ser


nuevamente solicitada después de celebrada la primera elección y de haber cumplido los
requisitos legales impuestos para la constitución de un partido político.
En el caso de declararse firmemente que un partido político se ha extinguido, no puede
ser reconocido nuevamente con el mismo nombre, carta orgánica, declaración de
principios, programa, bases, por el término de seis años.

Conclusión: Luego de este humilde recorrido por las nociones presentadas por autores
como Gregorio Badeni, Miguel Ángel Ekmekdjian, y María Angélica Gelli, pude
realizar una clarificación conceptual breve que me permitió ver en qué consisten y de
dónde surgen los Partidos Políticos. También sobre el final del trabajo pude ver cómo es
que son sustentados y regulados por la Constitución Nacional a partir del artículo 38
incorporado en la reforma de 1994.
8
Gregorio Badeni. “Tratado De Derecho Constitucional. TOMO I. 2da Edición, Actualizada y
Ampliada”, Editorial La Ley, Buenos Aires, 2006. Pág. 1049

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