Está en la página 1de 1

Buenos Aires 23 de Octubre de 2018

Querido Sobrino:

Cuando tu tío era pequeño se preguntaba: ¿Para qué servía


todo esto de la comunión? ¿Que era lo que estaba pasando? y
¿Porqué me pedían que haga algo tan raro como comer un
trozo de pan? Por más vueltas que le di querido Felipe, no
pude encontrar respuesta alguna... quizás era muy pequeño
para entenderlo... Quizás sólo hacia lo que me pedían mis
padres... Lo cierto sobrino, es que con el pasar de los años me
di cuenta, que con esa pequeña acción que hice en aquel
entonces, todo en mi fe cambió ¡Y no solo eso!, sino que
también cambio mi forma de relacionarme con el resto de las
personas que tenia a mi lado: mis amigos, mi familia ¡ Y hasta
con los extraños!
Un día, ya con unos años más, leí por primera vez el Nuevo
Testamento de mi propia voluntad, y me di cuenta que ese
hombre que hablaba del amor y del entendimiento entre los
hombres nos pedía que lo recordásemos así:
“Tan solo con un pequeño trozo de pan”
Y así, con esa humildad, representarnos un símbolo de todo su
amor, de su vida y de su último deseo, que sencillamente era
perdimos que cada día seamos mejores personas y
aprendamos a ayudar y acompañar a aquel que está a nuestro
lado. A aquel compañerito que nos trata bien y también a aquel
que no lo hace. Porque dentro de todos nosotros está una
pequeña parte de ese hombre: De Jesús, que con sus
palabras nos dejó a todos, su amor plasmado dentro de
nuestros corazones...

Todo esto mi querido sobrino, es ese pequeño trozo de pan...

Te quiere,

Tu tío Charly

También podría gustarte