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La Competencia por la Materia en materia Procesal Penal

En materia procesal penal, la competencia por la materia es atribuible a los


tribunales penales ordinarios en principio, sin embargo, por mandato de leyes
especiales se encuentran consagrados otros tribunales que pudieran conocer
de delitos y faltas bajo determinados supuestos. En esta materia, la norma es
que los Tribunales penales ordinarios sean quienes conozcan, y los tribunales
competentes por materias especiales, sean la excepción. Estas excepciones
vienen dadas por la naturaleza del delito, o por la naturaleza del imputado que
presuntamente fue autor o participe de un delito determinado.

Estos tribunales especiales en materia penal son los siguientes:

 Los Tribunales de violencia contra la mujer: estos órganos


jurisdiccionales conocerán de todos los delitos previstos en la Ley
Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia,
así como también de delitos previstos por la Ley Orgánica para la
Protección del Niño, Niña y Adolescente cuya víctima sea una niña o
adolescente.
 El sistema de responsabilidad penal del adolescente: estos tribunales
conocerán de los delitos cuyos autores o partícipes sean adolescentes
entre 14 y 17 años, de acuerdo con lo previsto en la Ley Orgánica para
la Protección del Niño, Niña y Adolescente para el tratamiento penal del
adolescente.
 Los Tribunales Militares: estos tribunales previstos en el artículo 261 de
la Constitución de la República, buscan conocer de los delitos
establecidos en el Código Orgánico de Justicia Militar, sin embargo aquí
debe hacerse la precisión de que estos órganos de administración de
justicia, que no pueden ser llamados “jurisdiccionales” en virtud de la
enorme injerencia que ejerce sobre estos el Poder Ejecutivo y más
concretamente el Presidente de la República en su rol de Comandante
en Jefe de la Fuerza Armada Nacional; solo deben conocer de delitos
que solo puedan cometer personas en su condición de funcionarios
militares (es decir, los llamados delitos especiales propios, que requieren
que el autor o partícipe sea intraneus para la verificación del hecho
punible y su resultado) tal como ha establecido la Sala Constitucional en
decisión 1256 de fecha 11 de junio de 2002. Siendo que delitos como el
abandono del servicio, la deserción o el motín, los delitos que
propiamente podrían ser enjuiciables ante los Tribunales Militares y no
los delitos especiales impropios como por ejemplo, el ataque al
centinela).

En lo que no concierne a estas competencias, los tribunales penales ordinarios


conocerán del resto de delitos previstos en el ordenamiento jurídico
venezolano; lo cual de acuerdo con el principio de la doble instancia previsto en
el artículo 26 de la Constitución de la República, harán en primera y segunda
instancia decisora. La primera instancia del proceso penal, a fin de garantizar la
independencia y su competencia subjetiva del juez que decidirá definitivamente
la causa, se divide en 3 jueces: un juez de control, un juez de juicio y un juez
de ejecución.

El artículo 65 del Código Orgánico Procesal Penal establece que para delitos
de acción pública cuya pena no exceda los 8 años, existirán Tribunales de
Control Municipales con la finalidad de descongestionar los Tribunales de
Control Estadales, que conocerán de los delitos de acción pública cuya pena
exceda de 8 años, así como de los delitos que el propio código define como
“más graves”, a saber: homicidio intencional, violación; delitos que atenten
contra la libertad, integridad e indemnidad sexual de niños, niñas y
adolescentes; secuestro, corrupción, delitos contra el patrimonio público y la
administración pública; tráfico de drogas de mayor cuantía, legitimación de
capitales, contra el sistema financiero y delitos conexos, delitos con
multiplicidad de víctimas, delincuencia organizada, violaciones a los derechos
humanos, lesa humanidad, delitos contra la independencia y seguridad de la
nación y crímenes de guerra.

Ambos Tribunales de Control serán competentes para:

 velar por el cumplimiento de las garantías procesales


 decretar las medidas de coerción que fueren pertinentes
 Llevar a cabo la respectiva fase intermedia del proceso penal
 Llevar a cabo el procedimiento para la admisión de los hechos
 Llevar a cabo la suspensión condicional del proceso
 Conocer de acciones de amparo por razones de libertad y seguridad
personal, salvo que se trate de acciones contra Tribunales de
Primera Instancia (En funciones de Control, Juicio o Ejecución), caso
este en el que conocería la Corte de Apelaciones de esta acción.

Los tribunales de juicio serán competentes por su parte de:

 La fase de juicio de los procesos provenientes de los diferentes


Tribunales en funciones de Control.
 Las causas de los delitos a los que se pueda aplicar el procedimiento
abreviado o el procedimiento correspondiente a delitos de acción
privada.
 Conocer de la acción de amparo cuando la naturaleza del derecho o de
la garantía constitucional violado o amenazado de violación sea afín con
su competencia natural, salvo que el derecho o la garantía se refiera a la
libertad y seguridad personal, caso en el cual conocerían los Tribunales
de Control o la Corte de Apelaciones, según sea el caso.

El Tribunal de Ejecución tendrá como función el hacer ejecutar las penas y


llevar todo lo concerniente a las mismas según lo establecido en el Código
Orgánico Penitenciario.

La incompetencia por la materia debe ser denunciada por el Ministerio Público


o por el imputado hasta antes del inicio del debate, también pudiera el Tribunal
declararla de oficio y remitir la causa al Tribunal que considere competente, en
todo caso, la incompetencia hará nulo todo acto procesal realizado
exceptuando los que sean irrepetibles, de acuerdo con el artículo 72 del COPP.

Competencia por Conexión

Existirá "competencia por conexión" cuando a un determinado tribunal le


corresponda conocer de una causa, no por el lugar en que se hubiera cometido
el delito ni por la materia de que se trate, sino por la vinculación de dicho hecho
punible con otro u otros delitos, ya sea por razón del autor o los partícipes en el
hecho, ya sea por la víctima (si se tratare de la misma), o en razón de otras
circunstancias expresamente contempladas en la ley. Dicho de otra manera,
cuando un tribunal es "competente por conexión”, puede ser que el objeto del
proceso, esto es, el hecho delictivo objeto de la imputación, no se hubiere
materializado enteramente en el lugar donde ejerce su competencia, o que no
sea uno de las figuras delictiva sobre las que legalmente podría decidir, pero
que en virtud de su relación con otro u otros delitos, pueda de todos modos
pronunciarse sobre su existencia o la responsabilidad del imputado.

En las hipótesis de competencia por conexión, esto es, cuando se trata de


delitos conexos, se producirá entonces una derogatoria de la competencia por
la materia o por el territorio, en virtud del entrelazamiento entre tales hechos
punibles, en las formas que lo establece la ley. La ley dispone que se lleve a
cabo un solo procedimiento a pesar de que técnicamente podrían realizarse
varios procedimientos, esto al ser competentes varios tribunales para conocer
de las distintas causas, ya sea por el territorio o por la materia.

La cuestión es que la distribución ordinaria de la competencia termina


modificándose por razones de economía procesal, considerándose además
perjudicial que se llevaren a cabo varios procedimientos, tanto por dificultarse
la actuación de las partes (el ejercicio de la defensa y de la acusación), como
también dificultarse la función judicial de decidir, esto en virtud de la estrecha
relación entre los diferentes objetos procesales.

Los supuestos en donde aplica la conexión como determinante de la


competencia son los siguientes, de acuerdo con el artículo 73 del COPP:

 Aquellos en cuya comisión han participado dos o más personas cuando


el conocimiento de las respectivas causas corresponda a diversos
tribunales; los cometidos por varias personas, en tiempos o lugares
diversos, si han procedido de concierto para ello, o cuando se hayan
cometido con daño recíproco de varias personas.
 Los cometidos como medio para perpetrar otro; para facilitar su
ejecución, para asegurar al autor o autora, o a un tercero el pago,
beneficio, producto, precio ofrecido o cualquiera otra utilidad.
 Los perpetrados para procurar la impunidad de otro delito.
 Los diversos delitos imputados a una misma persona.
 Aquellos en que la prueba de un delito, o de alguna circunstancia
relevante para su calificación, influya sobre la prueba de otro delito o de
alguna de sus circunstancias.

De acuerdo con la teoría del Derecho Procesal Penal del autor Claus Roxin,
pudiéramos ver que en los supuestos 1, 2 y 4 existe una razón objetiva para
determinar la conexión entre hechos, y el supuesto 3 es una razón subjetiva en
función del autor del hecho punible para determinar la conexión.

Cuando se trata de delitos conexos, el principio aplicable será el de la unidad


del proceso, de manera que se llevará a cabo un solo procedimiento para
conocerlos (artículo 74 COPP). No se seguirán entonces distintos
procedimientos cuando los delitos estén conectados en los términos del artículo
73 del COPP, como dije, ya sea objetiva o subjetivamente.

La principal regla para distribuir la competencia en hipótesis de conexión, es la


de que conocerá el tribunal del territorio en que se hubiera cometido el delito de
mayor gravedad (numeral 1º del artículo 74 COPP). Sin embargo, cuando los
delitos tuvieren la misma pena, será competente el tribunal que debía intervenir
para juzgar al cometido en primer lugar (numeral 2º artículo 74 COPP). En
estas supuestos, será competente entonces el tribunal que hubiere “prevenido”
primero, es decir, el que hubiere realizado el primer acto de procedimiento
respecto de los hechos punibles investigados, independientemente de cuál
fuera su naturaleza (artículo 75 COPP).

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