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Seminario Teológico Bautista Mexicano

Método Sintáctico Teológico de Exégesis


Luis Manuel Sánchez González
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Seminario Teológico Bautista Mexicano

Método Sintáctico Teológico de Exégesis


La Necesidad de una Hermenéutica y
el Análisis Histórico Cultural y Contextual

Luis Manuel Sánchez G.


Introducción
Nuestro entendimiento de lo que oímos o leemos es usualmente espontáneo. Las reglas por las
cuales interpretamos un significado ocurren automática e inconscientemente. Cuando algo bloquea este
entendimiento espontáneo del significado, nos volvemos más conscientes del proceso que usamos para
comprender (por ejemplo, cuando traducimos de un idioma a otro). La Hermenéutica es esencialmente una
codificación del proceso que normalmente usamos a un nivel inconsciente para entender el significado de la
comunicación. Mientras es más grande el bloqueo de este entendimiento espontáneo, mayor es la necesidad
de la Hermenéutica.

I. Los "vacíos" para la Interpretación Bíblica


Cuando queremos interpretar las Escrituras, encontramos varios "vacíos" que bloquean el
entendimiento espontáneo del significado original del mensaje. Gente de la misma cultura, de la misma edad
y de la misma localización geográfica se entienden el uno al otro con facilidad. Patrones de entendimiento e
interpretación empiezan desde la niñez y con el temprano ambiente del lenguaje, y con el tiempo, al llegar a
ser adultos los principios de interpretación son tan evidentes que no nos damos cuenta de que los poseemos.
Pero cuando el intérprete está separado cultural, histórica y geográficamente del escritor que él
busca interpretar, el propósito de la interpretación no es de ninguna manera fácil. Las grandes divergencias
culturales, históricas y geográficas son, la mayor dificultad y por lo tanto el objetivo de la interpretación. Al leer
la Biblia podemos darnos cuenta sin dificultad que existen grandes divergencias entre los escritores bíblicos y
nosotros.1

II. El Vacío Histórico


Existe un vacío histórico causado por el hecho que nosotros estamos radicalmente separados en
tiempo de aquel en que los escritores y lectores bíblicos vivieron. Por ejemplo, la antipatía de Jonás hacia los
ninivitas, realmente toma su debida proporción cuando entendemos la crueldad extrema y la pecaminosidad
de la gente de Nínive. También, podemos tener el ejemplo de la enemistad entre judíos y samaritanos de la
se hace mención en Juan 4:1-26. Para llegar a una correcta interpretación de estos asuntos, tenemos la
necesidad de sobreponer este vacío; de no hacerlo nuestra interpretación será equivocada y nuestra exégesis
falseada. Existen gran número de libros y enciclopedias que nos ayudan a entender mucho de la situación
histórica en los tiempos bíblicos.

III. El Vacío Cultural


Este vacío es tan obvio como el anterior. La cultura, en el sentido antropológico es, todas las formas
y medios, materiales y sociales, a través de los cuales una determinada persona conducen su existencia.1 Sin
que logremos recrear y comprender los patrones culturales de los varios períodos bíblicos estaremos
imposibilitados en nuestro entendimiento del completo significado de la Escritura. Por ejemplo, la muy
particular relación que existía entre esposo y esposa, concubinas e hijos en los tiempos de Abraham ha sido
registrada en tablillas de barro de aquel tiempo. El trato de Abraham a Agar es ahora entendido como un
protocolo de estas relaciones. El hecho de que José se rasurara antes de ver a Faraón, el recibimiento del
anillo del Faraón y su uso de una cadena de oro alrededor de su cuello son entendidas como prácticas
egipcias. Así, un conocimiento adecuado de costumbres matrimoniales, costumbres generales, prácticas
económicas, sistemas militares, sistemas legales, métodos agrícolas, etc., son sumamente necesarios para
tener una correcta interpretación bíblica.2

1
Bernard Ramm. Protestant Biblical Interpretation, 4.
1
Ibid., 5.
2
Harold Garfinkel, sociólogo controversial de la Universidad de California en los Ángeles y fundador de la etno-
metodología, sugiere que es imposible para un observador ser objetivo y desapasionado cuando estudia un fenómeno (en
nuestro caso serían las propias Escrituras). Cada uno de nosotros vemos la realidad a través de nuestros ojos
condicionados por nuestra propia cultura y la variedad de otras experiencias. Para usar la analogía favorita de Garfinkel, es
imposible estudiar un pueblo o fenómeno como si estuviéramos viendo un pez en una pecera ubicados fuera de la pecera;
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IV. El Vacío Lingüístico


La Biblia fue escrita en Hebreo, Arameo y Griego, tres idiomas que tienen una gran diferencia de
estructura, modismos y figuras con nuestro idioma español.
El hebreo, por ejemplo, en su pensamiento no era abstracto, como el de los griegos, sino concreto.
Lo inmaterial a menudo se expresa por medio de lo material; el sentimiento, mediante la acción, y la acción,
mediante el instrumento. De ahí, el uso frecuente de antropomorfismos. Estas expresiones y muchas otras
análogas no son meras metáforas, propias del lenguaje poético en cualquier literatura. Para los israelitas
tenían un significado más literal que para nosotros, ya que ellos no hacían una distinción absoluta entre la
naturaleza animada e inanimada. Por otro lado, la diferencia entre poesía y prosa no es tan marcada como
en otros idiomas, pero la prosa contiene muchas de las cualidades poéticas. Esto debe ser tomado en
consideración al interpretar textos del Antiguo Testamento; sobre todo en el momento de decidir sobre la
literalidad de un pasaje.
En cuanto al griego, como es sabido, el griego del Nuevo Testamento no es el de la literatura clásica,
sino el koiné o dialecto común, hablado desde los tiempos de Alejandro Magno (siglo IV a.C.) hasta los de
Justiniano (siglo VI d.C.) aproximadamente. Era la lengua del pueblo y se usaba en todo el mundo
mediterráneo. Desprovisto de las sutilezas y convencionalismos literarios del griego clásico, el koiné era una
lengua viva, vigorosa, con el sabor de la vida cotidiana. Se distingue por un estilo claro, natural, realista, a
menudo vehemente, que facilita la identificación del oyente o lector con lo que se dice.1
Evidentemente son muchos los estudiantes, pastores y predicadores ocupados en la exposición de la
Escritura que nunca llegan a alcanzar un conocimiento adecuado de los idiomas bíblicos. Pero no por eso
deben renunciar al trabajo necesario para aproximarse tanto como les sea posible al texto original y a las
peculiaridades lingüísticas que inciden en la determinación de su significado.

V. El Vacío Filosófico
También hemos de notar que entre diferentes culturas existen diferentes puntos de vista, de
circunstancias, de la naturaleza del universo, etc. Para transmitir un mensaje válido de una cultura a otra, el
traductor o lector debe estar consciente tanto de las semejanzas como de los contrastes en las cosmovisiones
culturales.
Una cultura es "un sistema integrado de patrones de conducta, ideas y productos característicos
aprendidos en una determinada sociedad."1 La primera parte de esta definición dice "patrones de conducta."
Se empieza conociendo algo del escritor o de los lectores conociendo sus propios patrones de conducta. La
cultura también son "ideas" que la gente tiene acerca de su mundo. A través de sus experiencias en su propio
mundo, la gente se estructura mapas mentales de su mundo. La tercera parte de esta definición es
"productos." El pensamiento y la actividad del hombre regularmente le conduce a la producción de artículos
materiales y herramientas. Nuestra cultura material tiene gran efecto en la manera en la que vivimos.2

Viendo estas consideraciones, podemos concluir esta sección diciendo que para una correcta
exégesis una sana y cuidadosa hermenéutica es necesaria. Esto surge de la necesidad de salvar estos
cuatro enormes vacíos entre el escritor bíblico y sus lectores a finales del siglo XX.

VI. El Análisis del Contexto Bíblico


El buen proceder exegético exige que se vean los detalles a la luz del contexto total. A menos que el
exegeta sepa dónde principia el pensamiento del texto y cómo se desarrolla, todos los detalles pueden valer
muy poco. Uno de los pasos más cruciales es el expresar lo que cada sección de un libro carta de la Biblia
está diciendo y cómo los párrafos de cada sección contribuyen a ese argumento. Así que, para un buen
proceder exegético hemos de iniciar en el contexto del pasaje. No debemos hacer de la exégesis de un
pasaje un pretexto, tan solo porque nos gusta como suena. Esto sería engañar a la congregación pues
creerían que estamos señalando como autoritativo ese texto respecto del asunto en consideración.

pues cada uno de nosotros estamos ubicados en una diferente pecera.


Aplicado a la Hermenéutica, la analogía sugiere que nosotros estamos en una pecera (nuestro propio tiempo y
cultura) viendo a otro pez en otra pecera (los tiempos y la cultura de la Biblia). El fracaso es reconocer que tanto en el
ambiente cultural de aquella época como en el nuestro o la diferencia entre ambos, puede resultar en serios malos
entendidos de significado de los términos y acciones bíblicas (Henry A. Virkler. Hermeneutics: Principles and Processes
of Biblical Interpretation, 19-20).
1
José M. Martínez. Hermenéutica Bíblica, 123-128.
1
Paul G. Hiebert. "Culture and Cross-Cultural Differences," Perspectives on the World Christian Movement,
367.
2
Ibid., 367-369.
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¿Qué es el contexto? La palabra contexto se compone de dos elementos latinos "con" (junto) y
"textus" (tejido). Así que, cuando hablamos del contexto, estamos refiriéndonos a la conexión de pensamiento
que corre por el pasaje, aquellos enlaces que lo tejen en una sola pieza. El exegeta debe sentir que su
obligación primaria es hallar este hilo de pensamiento que corre entrelazando las partes menores y mayores
de cada pasaje. Si uno falla en encontrar, o simplemente no busca esta conexión, es muy probable no ver el
fin, el propósito y el plan total del autor.
¿Cómo realizamos un correcto estudio del contexto? Lo primero que tenemos que hacer es tratar de
salvar en la medida de lo posible los cuatro "vacíos" mencionados arriba.

VI. Estudiando los contextos


También es necesario conocer el Contexto del Libro, esto significa conocer el propósito con el cual el
autor bíblico escribió su libro. Esto lo podemos averiguar por medio de una declaración explícita del autor (por
ejemplo, Luc. 1:1-4; Jn. 20:30-31); por medio de alguna declaración exhortatoria del autor (Heb. 4:1, 11; 6:1),
o; ver algunas de las historias o narraciones propias del autor, cuáles escogió y cómo las arregló.
Por último, tenemos que llegar a la consideración del Contexto Inmediato del pasaje. Este significa,
el intento por conocer cómo se conecta el pasaje en consideración con el resto del libro o carta. Sólo el
conocimiento del Contexto Inmediato evitará que el intérprete se hunda con pasajes difíciles. El autor tiene el
derecho de definir sus palabras como él desea y el contexto es clave para entenderlo.

El Contexto Inmediato se divide en:

A. Conexión Histórica - Una serie de datos o eventos


B. Conexión Teológica - Una doctrina dependiendo de otra
C. Conexión Lógica - Una continuación de un argumento
D. Conexión Psicológia - Un paréntesis en la argumentación

Salvando los "vacíos" en la Carta a los Efesios


Procurando salvar el vacío histórico, debemos comprender que la ciudad de Efeso era la ciudad más
importante de la provincia romana de Asia, en la costa occidental de lo que es ahora la Turquía asiática.
Estaba situada en la desembocadura del río Caistro, entre la cadena montañosa de Coreso y el mar. A 2
kilómetros al noreste de la ciudad se encontraba el templo que le dio gran fama a la ciudad (Hech. 19:24, 27),
el templo a la diosa anatolia de la fertilidad posteriormente identificada como la Artemisa de Grecia y la Diana
latina. El templo tenía una imagen de la diosa que según se afirmaba, había caído del cielo (Hech. 19:35).
En realidad es posible que originalmente haya sido un meteorito. La primera referencia a la llegada del
cristianismo es de ca. del 52 d.C. cuando Pablo hizo una breve visita y dejó a Aquila y a Priscila allí (Hech.
18:18-21). El tercer viaje misionero de Pablo tuvo Efeso como su meta, y se quedó allí más de dos años
(Hech. 19:8,10). Evidentemente el cristianismo se extendió a Colosas y las otras ciudades del valle del Lico
en la época de la permanencia de Pablo en Efeso (cp. Col. 1:6-7; 2:1).1
Salvando el vacío lingüístico y viendo algo de la estructura de la carta a los Efesios, notaremos que
el término "andar" (gr. peripateô) aparece 8 veces en esta Carta (2:2,10; 4:1,17,17; 5:2,8,15), y está
describiendo cuál es la conducta del cristiano en el mundo. En este sentido el término "andar" tiene gran
importancia, pues la mitad de sus usos en el NT se utiliza en sentido figurado describiendo el comportamiento
que, según su dirección, revela cómo está orientado el ser y el obrar de cada uno. En el NT este es un uso
exclusivo de Pablo (pero no en las pastorales ni en Filemón) y de Juan.2
Comprendiendo algo de la situación del autor de la carta al escribirla y así llenar el vacío filosófico,
sabemos que Pablo estaba preso (Ef. 3:1; 4:1; 6:20), probablemente en Roma (61-62 d.C.), aunque algunos
apoyan a Cesarea como lugar de redacción. Es verdad que estando en prisión Pablo gozaba de ciertos
privilegios: podía habitar en la casa que alquilaba y recibía la visita de sus amigos. A pesar de todo era día y
noche prisionero; estaba encadenado día y noche a un soldado romano que lo custodiaba y cuyo deber era el
de no permitir que Pablo escapara. Cualquiera que hubiera contemplado a Pablo en la prisión lo hubiera
declarado prisionero del gobierno romano; y esto en cierto sentido era verdad. Pero Pablo jamás se
consideró prisionero de Roma sino de Cristo. Nunca se consideró arrestado por las autoridades romanas,
sino padeciendo por la causa de Cristo.3

1
E.M.B. Green. "Efeso," Nuevo Diccionario Bíblico, 394.
2
G. Ebel. "peripatéô," DTNT, 216.
3
William Barclay. Gálatas y Efesios. Comentario en el Nuevo Testamento, 127.
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Cuando como exegetas podemos tener presente la sima que hay entre los escritores bíblicos, sus
lectores y nosotros como estudiantes del texto, y hacemos todo lo necesario por salvar este abismo con
estudio e investigación, podremos tener una mejor comprensión e interpretación del texto.

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