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POLVOS DE

PROYECCION

por Jaime Falcon

A Isabella Magdalena y Vendela


Lovisa
LOS ESPEJOS Y LAS ESTATUAS
Virgilio Díaz Siracuza vivía sumergido entre la neblina
inaccesible de los sueños y la fulgurante consistencia de la
voracidad de la vida en su vertiginoso transcurrir. Cuando
él soñaba estaba inmerso en la verdad y sus sólidas
consecuencias, cuando despertaba al estado de vigilia,
entonces los sucesos le parecían experiencias bordadas
con los sutiles encantos de las visiones y los espejismos
sin fin. Virgilio Díaz Siracuza había nacido en el puerto de
Coatzacoalcos un día quince de marzo en la casa número
quince de la calle Dr. Spark. Su familia no estaba,
entonces, en condiciones de solventar los gastos de un
hospital. Su madre, Beatriz Siracuza, había dicho que la
matrona Artemia bastaba.

”Doña Artemia nos ha traído al puerto a la mayoría de los


bebés sin complicaciones. Esta dama nació con la misión
única de recibir a las almas de regreso”, le había dicho
antes del parto a su hija Ifigenia Díaz Siracuza.

Esquivel Díaz Granada, el padre de Virgilio y de Ifigenia,


había nacido en Campeche y había trabajado bajo el
mando del general Plutarco Elías Calles durante los años
veinte. Esquivel había llegado al puerto de Veracruz en los
finales de la década de los treinta y de allí se había
trasladado a Coatzacoalcos donde inició una empresa de
seguros de vida, accidentes y catástrofes de todo tipo.
Esquivel Díaz Granada había vivido y trabajado como un
poseso desde las siete de la mañana hasta las diez en
punto de la noche y en menos de un año había hecho
acrecentar la gran fortuna que yá poseía. Esquivel tenía
una villa cerca del mar y una hacienda ganadera entre la
vieja carretera que comunicaba a Coatzacoalcos con
Minatitlán. Sus amigos más cercanos solían repetir lo que
él, en sus momentos más exaltados, decía:

”Cerca del mar he nacido y cerca del mar he de morir”.

Francisco González, el pescador, solía acompañarle en sus


salidas al mar. Entonces ellos se lanzaban a la aventura de
la pesca que se les había metido en la sangre y de la cual
no podrían jamás prescindir. Francisco González, le
ayudaba a transportar las cajas llenas de pargos, lizas,
bonitos, cazones y camarones. Francisco iba al mercado
donde Pedro Chacón y el caballo Pestaña le ayudaban a
vender la pesca. Esquivel Díaz Granada provenía de un
universo de culturas en búsqueda y en sus rasgos y en su
forma de pensar se destilaban las huellas incontrolables de
un destino que él jamás podría eludir: vestigios de
fantasmas, la fiebre por el mar, la decisión conquistadora
de sus visiones sin fin, el peregrinar ansioso de los
buscadores de un futuro secreto, las ansias de conquista
de aquellos que se echan a andar en búsqueda de sus
apasionadas quimeras, las angustias de los que siempre
encuentran el contenido de sus sueños y el afán inquieto
de los señalados por la fuerza incontenible de la vida y
que sostuvieron la bandera de la aventura en lo alto para
no renunciar a sus convicciones. Pero él estaba en
Coatzacoalcos, la tierra insólita e excitante de los olmecas
que se habían cruzado con otras culturas miles de años
atrás y en esa unión habían llegado a la realización
mesiánica del arte en la piedra. Esquivel descubría en
Coatzacoalcos la sed africana por la tranquilidad, la
religiosidad sublime e inaudita del Japón y la forma de vivir
laboriosa y bastante secreta de los árabes. Además, todo
eso estaba sumergido en la atmósfera fascinante y mágica
de la sabiduría sublime de los indígenas olmecas. Beatriz
Siracuza había estudiado en la universidad en Mexico City
y no había podido terminar sus estudios en la facultad de
filosofía y letras: el cáncer que le agobiada la tráquea y los
pulmones le impedía tenerse en pie y había acabado con
la parte medular de sus sueños. Beatriz, por solidaridad y
por amor, se había visto obligada a abandonar todo esto.
Ella sabía que, al lado de su hombre, la vida se le estaba
escapando y que, a pesar de todo, los dos tenían un
destino poco consistente que cumplir y las batallas,
pequeñas y exíguas, a la que la vida todavía les exponía,
debían sobrellevarse en esa unión que a veces parecía
evaporarse en la neblina de las dudas y los aciertos ya
nada satisfacctorios. Ifigenia Díaz Siracuza, había nacido
antes que su hermano Virgilio. Como hermana mayor, ella
estaba siempre en guardia y le instruía en los secretos que
eran secretos incluso para ella misma antes de
concedérselos a él. Era precísamente en esos momentos
donde ella descubría que había heredado de su madre el
furor de la inclinación por la sabiduría y los vericuetos
difíciles y accesibles para llegar a ella por la voluntad
inflexible del que no teme a las adversidades. Ifigenia Díaz
Siracuza había llegado a la edad de los veintiun años
intacta. Su vida había transcurrido en el mar agitado del
aprendizaje pero ella se sumergía en la literatura clásica
pues ya estaba estudiando el tercer año en la facultad de
filosofía y letras en México City.

”Voy a reivindicar a mi madre y de este sendero no me


apartará nadie”, le dijo a su hermano Virgilio el día que
éste cumplió los diez y ocho años de edad.

Por su parte, Virgilio Díaz Siracuza se había trasladado a


Jalapa donde temporalmente vivía para concentrarse en
los estudios de Antropolgía.

”Mi ambición inmediata es comprobar que la cultura


olmeca es la cultura de la cual la cultura maya proviene.
Los olmecas son atlantes”, expresó alguna vez ante los
atónitos alumnos y la estupefacción del maestro de la
cátedra de Antropología.

Virgilio Díaz Siracuza cursaba su primer año en la


Universidad y pronto se había ganado el respeto y la
admiración de todos pues era justo e irreprochable hasta
en el silencio. Esquivel Díaz Granada, su padre, había
hecho una gran fortuna pues con un golpe de lo que todos
llamamos suerte había invertido su dinero en la compra de
miles de hectáreas de terrenos y estos habían subido
vertiginosamente de valor. Después colocó casi todo su
capital en la bolsa con tan buen azar que las acciones
subieron de precio en un mil por ciento. Esquivel le
prometió entonces a su hijo Virgilio lo que éste más
quisiera. Virgilio le dijo que lo que él deseaba era
solamente hacer un viaje de investigación y de estudio
hacia la zona de Tenochtitlan, pues ese misterioso lugar
siempre le había inconfundiblemente atraído. En San
Lorenzo y en Tenochtitlan se habían encontrado las
gigantescas cabezas olmecas y él estaba convencido que
los cuerpos permanecían enterrados no muy lejos de allí.
Virgilio Díaz Siracuza suponía que, en relación al juego de
la pelota, las estatuas habían sido decapitadas para
simbólicamente decir a la posteridad que la vida
esculpida en el arte era más que un juego y que en su
transcurrir lo que se arriesgaba era la misma existencia :
esto se pagaba con una apariencia artística y ésta era la
decapitación. Ifigenia optó por solidarizarse con su
hermano y acompañarle en la aventura. Ellos partieron
hacia Tenochtitlan a mediados de Junio pues viajarían por
el río Coatzacoalcos tomándolo todo con mucha calma.
Después pasarían dos meses en Tenochtitlan. Ifigenia
quiso primero verse frente a frente con los secretos de los
cuales su madre, Beatriz Siracuza, tanto le había hablado.

”Nunca pierdas en tu vida el corazón, hija mía, pues eso,


cuando te encuentres en peligro, siempre te salvará. En el
corazón vive el alma, solo hay que despertarla”.
Permanecieron preparándolo todo durante dos semanas y
después abandonaron Coatzacoalcos en un barco con
dirección hacia Tenochtitlan. La expedición duraría el
tiempo que ella se llevara:

“Las experiencias, los sucesos y las personas, se


trasladan y están marcadas por la voracidad de un destino
que tiene que llegar a su fin inexorablemente”, le dijo
Virgilio a su hermana Ifigenia.

Sentado en la parte delantera del mediano bote que los


conducía hacia Tenochtitlan, Virgilio Díaz Siracuza pensó
en los tiempos en que los africanos habían esculpido las
primeras estatuas en San Lorenzo y enTenochtitlan. Su
mente voló hacia atrás miles de años y se imaginó a los
primeros negros llenando las selvas veracruzanas para
vivir sus vidas en medio de esa quietud exhuberante.
Pensó, también, en los asiáticos viviendo al lado de los
negros en medio de una atmósfera pacífica. Todo esto
había llegado a la posteridad por medio del arte y a través
de él podía leerse lo que había sido verdad y lo que había
sido, también, mentira. Su cabeza se llenó de
interrogantes acerca del número exacto de razas que
habían llegado a Veracruz para quedarse. Su hermana
Ifigenia le hizo recordar que los árabes y los indígenas,
junto con los negros y los asiáticos habían vivido allí en
paz miles de años antes de nuestra era y con ello habían
fundado el reino de la armonía.

”Le prometí a madre encender siete velas cuando


llegáramos a Tenochtitlan: una para ella, otra para padre, la
tercera para mí y la cuarta para tí. Las otras tres son para
Antonio, Paco y Federico, sus tres hermanos ya muertos”,
dijo ella y le dió unas palmaditas muy cariñosas en la
espalda.

Virgilio le contestó con voz queda:


”Tal vez tú no lo sabes, pero yó también le he prometido a
madre ir a las orillas del río Coatzacoalcos, durante siete
días consecutivos, para decir un mantram cada uno de
esos siete días. Asi que me levantaré muy temprano por
las mañanas para hacer todo esto. Además, lo hago por
madre, pues ella, a pesar de encontrarse tan enferma es
fiel creyente de las cosas mágicas”.

”Las huellas imborrables de tantas razas compartiendo la


vida en paz es algo único. Sería interesante ver a los
sociólogos y a los psicólogos metidos en una discusión
sobre el problema de la paz”, le replicó Ifigenia.

Y agregó:

”La gente en todo el mundo ha peleado casi siempre; no te


parece que ya es hora de que los hombres pongan un
punto final a toda esta locura de la guerra?”.

Virgilio miró a su hermana a los ojos y le contestó


suavemente:

”Tu sabes que el hombre es un animal enajenado por su


propia locura y esta locura le ha llevado siempre al
sacrificio. Por qué tendría que ser diferente ahora? Baste
que aparezca un nuevo loco proclamando mentiras para
que millones de locos se identifiquen con él y le sigan en
pos de los mismos espejismos de todos los tiempos. A
Nerón le siguieron todos, al diabólico Atila le siguieron
todos, a Hitler le siguieron todos, a Mussolini le siguieron
todos, a Stalin y a sus secuaces en línea le siguieron
todos. Hubieron y hay por allí, dictadores menores, como
Franco, Pinochet, Suharto, Pol Pot, pero todos ellos son
de la misma mala clase y sus objetivos son los mismos
que el de todos los locos de todos los tiempos negros: el
poder, el dinero, la oportunidad de vivir todos los vicios
durante un corto tiempo y después desaparecen. Eso si,
ninguno de ellos va a la prisión, ni paga nada por todos
los asesinatos cometidos. El mundo, hermana mía, es de
un orden demoníaco y en él no hay lugar para la gente que
se niegue a cometer crímenes e injusticias”.

Pararon en la cabaña de la anciana Justina. La maga


Justina jamás se había unido a hombre alguno. Virgilio
Díaz Siracuza le había comprado la cabaña y también una
poderosa embarcación a motor para que ella se pudiera
transportar por el río y vender sus verduras y frutas por
toda la ribera. La maga Justina paraba en Minatitlán y
llegaba hasta Coatzacoalcos donde ella siempre buscaba
la compañía de Virgilio para enfrascarse en
conversaciones sobre las eternas cosas de los antiguos
reinos y sus místicos hombres y sus vidas hasta que la
salida del sol les obligaba a parar. La maga Justina tenía
siempre disponible un cuarto en el hotel del padre de
Virgilio en las cercanías de la orilla del río.

”Puede usted quedarse el tiempo que usted desee, madre


Justina”, solía repetirle Virgilio, asegurándole que todo
estaba en orden y, sobre todo, para que ella siempre se
sintiera muy, lo que se dice, a gusto.

”No me olviden. Vengan cuanto antes a Tenochtitlan!”, les


gritó la anciana maga Justina al poner el motor de su
embarcación en marcha.

Virgilio e Ifigenia solían hacer exactamente lo que la maga


Justina les pedía: iban a Tenochtitlan a verle y comer aves
de la selva y mariscos recién sacados del río.
Acompañaban la comida con agua pura de un lugar
secreto y dormían en los catres que la anciana maga
colocaba en los cuartos dispuestos para ellos en su
cabaña. A la mañana siguiente, poco después de
desayunar, muy temprano, tomaban rumbo a la selva
acompañados siempre de la maga Justina. Al llegar al
lugar señalado por la anciana maga Justina, Ifigenía
encendía siete velas y rezaba un buen rato. Por su parte,
Virgilio se sumía en antiguas meditaciones y plegarias que
la maga Justina le había enseñado:

”Aquí, en este mismo lugar, estaba el sagradísimo templo


que unía a los hombres con las Divinidades”, les explicó la
anciana maga.

A pesar de todo, Virgilio se sentía siempre muy a gusto y


en las noches salía a dar un paseo por las cercanías de la
cabaña. Allá afuera esperaba por su hermana Ifigenia. Una
noche, de una de las cabañas cercanas a la congregación,
salió una muchacha de unos diez y siete o diez y ocho
años. Virgilio la observó detenidamente. La joven portaba
shorts blancos y llevaba una T – Shirt azul ténue. Sus
sandalias eran blancas y en la muñeca del brazo derecho
lucía una pulsera hecha de caracolillos de río. Virgilio miró
sus intensos ojos verdes y notó que su rostro era la
conjunción insólita de muchos cruces en el pasado. Su
cuerpo era bien formado y las líneas curvas le hicieron
recordar las partes sensibles y femeninas de la naturaleza.
Virgilio se atrevió acercarse a ella:

”Naciste aquí?”.

Ella le miró a los ojos y pensó un pequeño momento;


después, le respondió con dulzura:

”Nací aquí un quince de marzo a las siete de la mañana”.

Un aire frío corrió por la columna vertebral de Virgilio Díaz


Siracuza. El había nacido también el quince de marzo a las
siete de la mañana.

”Y tú que haces aquí?”, le preguntó ella.

” Vine a pasarme un tiempo por acá. Vivo en la cabaña de


la madre Justina”.
”Yó estoy esperando por mi hermano que llegará de
Minatitlán”

”Qué coincidencia!, le dijo Virgilio. Yo estoy esperando por


mi hermana para dar un paseo por las cercanías Te puedo
hacer compañía?”.

”Y tu hermana dónde está?”, le preguntó ella.

”Está en lo de la madre Justina”.

Los dos guardaron un silencio que parecía alargarse.


Entonces él pensó que el momento de presentarse había
Llegado:

”Mi nombres es Virgilio Díaz Siracuza. Nací en


Coatzacoalcos”.

”Yo me llamo Cibeles Manasés Spinoza. Nací aquí hace


diez y siete años”.

”Qué curioso nombre ”.

”Sí. Mis antepasados están aquí desde el principio de los


tiempos”.

”Tus apellidos son totalmente judios. Manasés está en la


Biblia. Spinoza es el nombre de un filósofo; pero ustedes
usan estos nombres como apellido”.

”Es cierto”, contestó ella.

Cibeles Manasés Spinoza miró hacia la derecha y vió


entonces a su hermano que manejaba su pequeña lancha
por la quieta superficie del río. Virgilio Díaz Siracuza vió
también a su hermana que venía en camino hacía él y que
se inclinaba para recoger unas frutas que se le habían
caído del regazo.

”Este es mi hermano”, dijo Cibeles.


”Y esta es mi hermana”, repuso él.

Horacio Manasés Spinosa observó a Ifigenia Díaz Siracuza.


Vió las finas e impecables líneas de su rostro y descubrió
que ella resplandecía a traves de su maravilloso cuerpo.

”Mi nombre es Horacio Manasés Spinoza”.

”Yo me llamo Ifigenia”, dijo.

Qué opinas de los políticos?, le preguntó Horacio a


rajatabla, tomándola de sorpresa.

”Ellos se encuentran en todos los países; pertenecen a


todos los partidos y están en todas las clases sociales.
Ellos no tienen conciencia mas que de los beneficios que
puedan obtener a través de sus maniobras, subterfugios y
convenios de todo tipo; estan casados con el dinero y con
lo que el poder del dinero representa”, contestó Ifigenia.

”Qué opinas del mal?”, le preguntó él sin más ni más.

”El mal es igual que la boca del demonio. El mal es el


clásico sustentador del poder. Los esclavos del mal
mienten o se sienten fascinados y atraídos para hacerlo.
Los que hacen del mal su profesión son aquellos que
desarrollan sus habilidades personales para reinar en ese
terrible encantamiento que es la vida. El mal es la alianza
secreta de los bastardos. En los antiguos tiempos los
oficiadores del mal cobraban por enseñar sus detestables
secretos. Los servidores del mal de ahora obligan a la
gente a pagarle por sus prácticas. Ellos no manejan ideas
sino embustes, argucias y patrañas”.

”Opino lo mismo que tú”, le contestó Horacio.

Ifigenia recordó también que su padre le había dicho que


él, en un viaje que había hecho a Cuernavaca, cuando era
muy joven, había conocido allá a un indio olmeca. El indio
olmeca tenía un pequeño negocio de venta de plantas y
raíces y era conocedor profundo de la ciencia perdida de
los antiguos sacerdotes de la eras olvidadas. Su padre y el
indio olmeca habían discutido dos semanas sobre los
mitos del diluvio y la aparición del hombre sobre la tierra.
Esa era la gente que a ella le gustaba más. En México, ella
tenía una amiga indígena maya llamada Ruth. En ese
instante pensó en Ruth, llamada la cosechadora en la
tradición alquimista. Regresó en unos segundos al mundo
de la conversación. Ifigenia había perdido un espacio de
tiempo en el cual Horacio no se pudo enganchar. Horacio
se dirigió entonces a los dos para tratar de recolocar un
puente de comunicación entre él y ella:

”Que les parece si vamos a las grutas de las estatuas? Allí


podríamos contemplar los espejos de la verdad?”

A Cibeles la idea expresada por su hermano le pareció


magnífica.

”Claro, dijo, asi podríamos enterarnos lo que hay allá”.

Virgilio no pudo esconder su alegría. Cibeles le había


causado una impresión especial y no estaba dispuesto a
perder una oportunidad como esa para intentar conocerla
mejor:

”Nosotros estamos libres”

Y volteando el rostro hacia su hermana Ifigenia le preguntó


a quemarropa:

”Qué dices tú, hermanita?”.

Ifigenia asintió con un movimiento ligero de cabeza y le


contestó:

”Me parece muy bien. Pero primero podríamos ir consultar


con la anciana Justina”.
Cibeles se colocó al lado de Virgilio y Horacio le ofreció su
compañía a Ifigenia. Ifigenia Díaz Siracuza se sentía
verdaderamente feliz y entonces expresó:

”Esta noche van a pasar cosas memorables”.

Antes de dirigirse hacia la selva Horacio entró a su cabaña


para dejar los comestibles y coger unas lámparas y unos
machetes. Virgilio, Cibeles e Ifigenia se sentaron en las
banquetillas de la parte posterior de la terracilla. Soplaba
un vientecillo agradable. La temperatura se mantenía cerca
de los treinta grados. Los sucesos nocturnos habían
inundado la selva y toda la fauna con sus ruidos había
tomado por asalto el espacio obscuro y los
compartimientos desconocidos del tiempo. Ni a Ifigenia ni
a Virgilio les agradaba la idea de perderse esos instantes
en donde las apariencias ocultaban sus contornos.
Extrañamente, Cibeles y Horacio se sentían unidos a ellos
porque habían descubierto que con ellos, también,
estaban silenciosamente de acuerdo en muchas cosas.

”Los sonidos misteriosos y alucinantes de la selva me


hipnotizan y, al mismo tiempo, me liberan de los temores”,
exclamó Cibeles mirando fijamente a Virgilio.

”A mi también me pasa lo mismo”, le contestó Virgilio


sonriéndole.

Y luego, sin poder contenerse, soltó una pregunta dirigida


a Cibeles:

”Qué son los espejos de la verdad?”

Cibeles y Horacio se miraron entre sí. Cibeles quiso hablar


pero se contuvo. Su hermano Horacio le preguntó,
entonces:

”Qué te parece esto, querida hermana?”.


Cibeles pensó unos segundos antes de responder:

”Los espejos de la verdad fueron encontrados por la madre


maga Justina. En ellos uno puede mirarse como uno
realmente es. Allí puede uno enterarse de todas sus vidas
pasadas, tal como éstas ocurrieron, sin ninguna mentira”.

Ni Virgilio ni Ifigenia dijeron nada. Virgilio se sintió


compelido a soltar otra pregunta:

”Y las cuevas de las estatuas, que son las estatuas?, qué


clase de cuevas son esas?”.

”Las estatuas, si lo mereces realmente, cobran vida


propia. La cueva está compuesta de muchos túneles y
ninguno guarda parecido con los demás. Ni las cuevas ni
las estatuas son de este miserable mundo”.

”Conocen ustedes a la madre Justina hace mucho


tiempo?”, preguntó Horacio.

”Toda mi vida, pero es Virgilio el que es como su hijo”,


contestó Ifigenia.

Virgilio dibujó en el aire, con el dedo índice de la mano


derecha, el símbolo de la estrella de cinco puntas. El
ángulo superior en lo alto de la pentalfa. Cibeles se sintió
inmediatamente unida a él. Virgilio dijo entonces:

”Conocí a la madre Justina un día que mi padre y yó


tomábamos un paseo por la orilla del río Coatzacoalcos.
Ella estaba vendiendo frutas y vegetales y yó quise que mi
padre me comprara algunas anonas para licuarlas con
leche y azúcar y beber el delicioso líquido con mucho
hielo”.

Virgilio siguió relatando muy entusiasmado:


”Enséñame las manos, me dijo la madre Justina, quiero ver
que figuras tienes en las palmas”.

”Yo, entonces, le mostré las dos palmas de las manos y


ella lanzó un grito que me asustó”.

”Tienes la pentalfa sagrada en las dos palmas. Una y otra


son iguales”.

Luego mirando a mi padre a los ojos le ordenó sin titubear:

”A este niño tienes que entregármelo para que yó le


enseñe todo lo que yó se” .

”Mi padre no contestó nada, pero las palabras de la madre


Justina le impresionaron. Sin embargo se sintió, de alguna
extraña manera, obligado a invitar a la madre Justina a
casa. Allá, en el jardín, ella y mi padre conversaron casi
diez horas, yó no sé de qué, pero la noche ya había
prácticamente entrado. Mi padre se sintió obligado a darle,
desde ese día, un cuarto en el hotel cada vez que ella
viniera a Coatzacoalcos”.

A partir de ese encuentro, la madre Justina y Virgilio


empezaron a llevar una relación más estrecha. La madre
Justina hablaba y Virgilio escuchaba. Virgilio preguntaba y
la madre Justina respondía. Los dos permanecían callados
durantes largos lapsos de tiempo. Allí fué cuando Virgilio
empezó a hablar el nahuatl, el maya, el zapoteca y otras
lenguas yá desaparecidas. Yo he oído decir a la madre
maga que Virgilio habla el idioma olmeca, cosa que
ninguno de los hombres de ciencia, que han estudiado
esta cultura, pueden hacer. La maga Justina le enseñó las
partes más substanciales y mágicas de los rituales
perdidos en la profundidad de las eras. La madre maga
suele decir que Virgilio también habla el quechua, el
aymará y la lengua egipcia.
”Las cuevas no permanecen nunca en el mismo lugar. Las
estatuas cobran vida y contienen toda la sabiduría que uno
pueda imaginarse”, respondió con toda calma Cibeles.

Ifigenia se lamió los labios con la lengua y trató de tragar


saliva. Pensó que Cibeles y Horacio les estaban jugando
una broma de mucho peso. Por su parte, Virgilio se sintió
totalmente de acuerdo por las insólitas circunstancias y no
quiso perderse ni un solo momento de todo eso.

”Ustedes conocen a la madre Justina hace mucho


tiempo?”, les preguntó Ifigenia.

Cibeles miró a su hermano Horacio durante unos


segundos y luego se volteó hacia Ifigenia para responder a
la pregunta:

”La madre Justina es nuestra protectora. Ella es maga y no


sé cuantas cosas más. Todo lo que ella hace está
impregnado con la ciencia milenaria perdida. Ella nos ha
enseñado todo eso desde que nosotros somos niños. A la
madre Justina nunca le ha gustado ir a la ciudad pues los
hombres, como ella siempre dice, nunca la han entendido.
Los ignorantes hablan de ella como si ella fuera una bruja
o una hechicera, pero la madre Justina es maga; eso
nosotros lo sabemos muy bien”.

”Nosotros no deberíamos, en verdad, hablar con ustedes


de estas cosas, pero Virgilio ha abierto la puerta y eso el
corazón nos lo dice a nosotros”, dijo Horacio como para
poner las cosas en claro.

Ifigenia recordó entonces las palabras que su madre le


había dicho tantas veces sobre el corazón. Le invadió una
oleada turbulenta de felicidad y certeza. Pensó que la vida
no es una fórmula sin sentido. Supo que todo lo que les
pasaba guardaba relaciones estrechas con el sendero en
que se encontraban y con su destino final y, sobre todo,
con la maga Justina, con Horacio y Cibeles que mas que
personas eran almas familiares, que llegaban a sus vidas
con un sentido mágico bien definido y en un tiempo muy
bien definido también. Entendió, en esos instantes, a su
familia mejor que nunca y un amor desconocido invadió
todos sus pensamientos, reflexiones y actos. Su vida ya
no era tan importante; es decir, ella ya no vió a la vida
como una serie de sucesos que habían transcurrido al
azar, sino como una serie de actos en donde casi todos
tendrían que pagar por las consecuencias de lo que ellos
hubieron hecho bien ó mal. En esos momentos tuvo
ánimos de saberlo todo y se decidió por encaminarse
únicamente por ese sendero que la inmensa mayoría de la
gente consideraba tan falto de razón. Nada de eso le
importaba ahora, pues las circunstancias le estaban
revelando una verdad que ponía en claro que ella nunca
había estado sola marchando por ese sendero y que las
maravillas de lo inusitado serían reconocidas tarde o
temprano como divinales y todas ellas, a pesar de todos
los contratiempos, habían siempre estado a su lado.
Virgilio, por su parte, trajo a su memoria los momentos en
que la madre Justina y él habían hablado sobre los
espejos de la verdad. El había cumplido entonces los siete
años de edad y la madre Justina le había dicho que esa
era la edad de la bendición. En esa edad se pueden abrir
todas las puertas de la imaginación en forma permanente,
le había dicho la madre Justina, y él lo recordaba como si
hubiera sido dicho ayer o hace algunas horas atrás o hace
algunos minutos atrás solamente. Los cuatro habían
iniciado su marcha hacia lo espeso de la selva:

”Vamos hacia el círculo de los robles?”, dijo Virgilio.

”Dónde has escuchado hablar del círculo de los robles?”,


le preguntó directamente Cibeles.

Virgilio se concentró en la frase ”el círculo de los robles” y


meditó algunos segundos sobre la fuerza que esa frase
despertaba en él. El sabía que el círculo de los robles
existía y estaba seguro de no especular sobre ello:

”La madre Justina y yó hemos hablado sobre el círculo de


los robles cuando yó tenía siete años de edad. Ella me
había dicho, entonces, que la herencia que uno recibe de
las estrellas del bien es un tipo de transmisión de poderes
que uno se ha merecido. Todas tus anteriores vidas han
sido solo una peregrinación de limpieza sobre tí mismo y el
sendero que estás recorriendo ahora es un ejercicio de
apropiación de la energía que realmente te corresponde de
acuerdo a lo que te dieron cuando emergiste por primera
vez a la vida. Un hombre ó una mujer vienen a la
existencia, solo la primera vez, sobre la base de una
voluntad bien balanceada y en orden, pero como el
cosmos se transmite como un desorden sobre la vida que
nosotros tenemos que colocar en orden, sucede allí una
transfiguración que nos afecta por la resistencia puesta en
marcha por parte de nosotros y por la enorme potencia del
caos al cual irrumpimos. La vida es caos y caos y solo
caos. Mediten un momento sobre esto y entonces
entenderán que el aparentemente invisible proceso hacia el
orígen tiene que pasar sobre este terreno de devastación”,
dijo finalmente Virgilio.

Habían atravesado la parte más espesa de la selva y a lo


lejos divisaron los robles gigantescos uno al lado del otro
y formando asi un círculo perfecto. Vieron luces que
resplandecían del centro hacia todas parte con fulgores
que escapaban en linea por los vacios entre roble y roble y
todo eso daba la impresión de ser un abanico de
claridades y sombras igualadas por la fuerza de una
voluntad desconocida. Virgilio supo que la madre Justina
estaba en el centro del círculo, pero no se atrevió a decirlo
en voz alta. Su hermana Ifigenia proyectó sus ocultos
pensamientos en una expresión salida de sus labios sin
que ella lo quisiera :
”Esa luz nos está llamando. Las fuerzas misteriosas nos
convocan siempre en los lugares menos pensados; eso lo
sé yó”.

Horacio, por su parte, ya sabía que quien se encontraba en


el centro del ´círculo de los robles´ era la madre Justina. Su
hermana Cibeles también lo sabía, pero no se atrevió a
emitir absolútamente nada. Fué Virgilio el primero en
expresarlo, porque estaba lleno de una energía superior
que le obligaba a lanzar sus pensamientos hacia afuera.
Después expresó:

”Hoy vamos a entrar al orden y vamos a dejar el campo de


batalla del caos”.

Nadie dijo nada, pero todos sabían que eso era verdad.
Habían llegado, por fin, al ´círculo de los robles´. La madre
Justina estaba en el centro de él. A su alrededor, y
formando un círculo interior en el círculo exterior, habían
veinticuatro velas encendidas. La figura de la maga Justina
era una magnífica visión que golpeaba directamente a las
retinas de los ojos con una potencia estremecedora y, al
mismo tiempo, turbadora.

”Esta noche se cumplirán las profesías dejadas como


huellas en mis sueños y en mis hijos preferidos”, gritó la
madre maga Justina.

Todos guardaron, como si se hubieran puesto de acuerdo


antes, un silencio que conmovió solamente a Ifigenia.
Virgilio estaba inmunizado, pues él simplemente aceptaba
sin cuestionar lo que la madre Justina solía decir. Cibeles y
Horacio eran alumnos cercanos a la maga Justina, pero a
ella le interesaba lo que estaba sucediendo en el alma de
Virgilio en eso precisos instantes.

”Colóquense todos en el centro del círculo!”, ordenó la


maga Justina.
Todos le obedecieron y se fueron colocando en el círculo
pequeño que las velas encendidas formaban. Ellos eran
cinco en número.

”Del aspecto inmanifestado del caos emergen los mundos,


las lunas, los sistemas solares, las galaxias, las
metagalaxias, los grandes senderos cósmicos, los
universos de todo tipo. Esta invisible energía es femenina,
es la primera fuerza. Ella está ahora con nosotros. La
segunda fuerza es el fuego misterioso que elimina de
nosotros el estado de ensueño, ella hace pedazos al ego y
este no retorna jamás a nuestros cuerpos cuando nos
liberamos. Este sagrado fuego habita dormido en nosotros,
pero al despertarlo asciende por nuestra columna
vertebral; este es el sendero llamado por los grandes
magos el árbol de la vida. Esta segunda fuerza es,
también, femenina. La tercera fuerza es la soberana de la
muerte y los infiernos. Ella es el fuego destructor del ego
en las dimensiones de más abajo. También esta fuerza es
de tipo femenino. La cuarta fuerza es el fuego germinativo:
es el aspecto femenino de Dios que crea y sostiene a
nuestro cuerpo físico y engendra los milagros de la tierra
fecundando eternamente; de ella provienen las plantas, las
flores, los árboles, toda la vegetación, los animales de
todas clases. Esta fuerza femenina hace que la vida palpite
y continúe hacia adelante y se multiplique. La quinta fuerza
está conectada con los elementales y el soberano de los
elementales. Ella nos concede la fuerza de la naturaleza
instintiva y da vida y sostiene avivados al máximo
nuestros instintos. Algunos magos le llaman la maga
elemental instintiva. Las cinco fuerzas son femeninas,
porque sin lo femenino el universo entero caería en un
vértigo constante que enloquecería y desarreglaría todo”,
finalizó la maga Justina.

Virgilio miró fijamente los ojos de la gran maga Justina y


ella le sostuvo la mirada como indicándole qué hacer. La
maga Justina fué hasta el centro y los cuatro retomaron
sus posiciones. Virgilio, Ifigenia, Cibeles y Horacio cayeron
de rodillas; solo la gran maga Justina quedó de pié. De la
boca de la maga Justina salieron palabras que solamente
Virgilio entendía. Eran las palabras que los antiguos
Dioses habían dejado en posesión de algunos elegidos
para poder entrar en contacto con ellos. La luz empezó a
ampliarse y una fuerza incomprensible empezó a penetrar
en las naturalezas invisibles de todos ellos. Esa fuerza
cayó de las alturas y abrió las puertas hacia los universos
que solo algunos pocos conocen. Los árboles empezaron
a desaparecer y la realidad se disolvió de sus mentes. Solo
el círculo de las luces permanecía inalterado. Todos ellos
vieron que una esfera protectora se había formado
alrededor de ellos. La esfera voló a una velocidad sin
comparación y la tierra entera se fué empequeñeciendo
pues ellos se desplazaban por soles y estrellas que
aparecían y desaparecían. El universo simplementese se
había trasladado y había cambiado de color y de forma. La
maga Justina seguía diciendo las palabras mágicas de
poder real y Virgilio las repetía mentalmente; es decir, no
solo mentalmente, sino que ellas entraban y salían por
todo su cuerpo, su corazón, su cerebro, su espíritu, su
alma. El ya no se sentía atrapado en los reductos comunes
a los cuales los hombres y las mujeres, por todas las
eternidades, han estado siempre adheridos. El vértigo que
los invadía cedió y una paz candorosa, limpia y
soportable entró a todos. De alguna manera todos
supieron que el largo trayecto había tocado a su fin. La
maga Justina bajó los brazos que ella había sostenido en
lo alto durante todo el viaje. Estaban frente a unas puertas
gigantescas hechas de oro innegablemente puro. La maga
Justina abandonó el centro del círculo y todos ellos juntos
formaron un círculo un poco más amplio. Las puertas se
abrieron y ellos pudieron abandonar la esfera. Se
encaminaron hacia el palacio y continuaron por la nave
central. Llegaron al altar que era de oro y piedra. Sobre el
altar había una espada reluciente de oro puro, una copa
también de oro, una cruz ansada, dos vasijas de oro: en
una había sal y en la otra tierra, el símbolo del mercurio; es
decir dos serpientes subiendo por la vara que representa a
la columna vertebral, había también un cuadrado y dentro
de éste un círculo y dentro de éste un triángulo. Una
mariposa, el símbolo de las fuerzas del alma, de oro y alas
de distintos colores yacían al lado de un brasero ardiendo
y quemándo esencias de olores atrayentes e irresistibles.
Había una luna de plata y un sol de oro; en el aire, encima
de la mesa, pendía una balanza en orden: la purificación de
la sangre. Del brasero brotó el ave fenix y de la parte
profunda de una de las naves laterales voló un ibis, la
sabiduría, que se fué a posar sobre el símbolo de la
swastica. Esto fué interpretado y aceptado por Virgilio
como el espíritu puesto en actividad y fusionado con la
materia para crear el fuego solar; es decir, el hijo
inmaculado quien conoce la naturaleza del mundo y la
acepta pues es una escabrosa prueba a pasar: hay que
transmigrar del universo físico al universo etérico y de éste
al universo astral y de éste al universo mental y de éste al
universo causal y de éste al universo búddhico para,
finalmente, arribar al universo átmico. Todos estos
elementos iniciaron un movimiento vertiginoso formando
llamaradas de fuego y fueron ocupando lugares en marcos
que estaban colgados en las paredes del castillo; los
cuadros de la verdad cobraron vida. Sobre el altar apareció
la figura de la madre Tonantzin . Ella les miró a todos con
los ojos de la misericordia y señaló con su dedo índice de
la mano derecha hacia uno de los costados de la otra nave
del templo: todos dirigieron sus rostros hacia donde la
madre Tonantzin señalaba: allí estaban cinco espejos
relucientes que parecían llamarles para que cada uno de
ellos fuera a observar su figura en las brillantes láminas de
sus superficies:

”Estos son los espejos de la verdad. No puedo resistir la


imperiosa orden del espejo que me corresponde para ir a
verme en su superficie”, exclamó Virgilio.
El agua se mostraba en toda su área. Virgilio voló hacia
”su” espejo. Allí vió desfilar figuras que se borraban
instantáneamente yendo hacia atrás hasta exhibir la
primera figura: Virgilio supo que esa figura era la primera
forma que él, en el principio de las cosas, había tenido. El
espejo le estaba mostrando la imagen de un angel
portentoso y este ángel le estaba diciendo sin palabras que
era él mismo, el Virgilio del principio de los tiempos.
Virgilio se sintió invadido por una inmensa felicidad. La
segunda figura había sido envíada a crear otros mundos
para que el reino de la armonía pudiese venir a la vida.
Virgilio se vió asimismo blandiendo una espada y creando
con la voz, como está escrito en los libros sagrados. De
sus dedos y de su espada emergían rayos y donde estos
caían aparecían cosas como árboles, plantas con flores,
animales que ya están definitívamente perdidos en la
memoria de las eras antidiluvianas. El ángel se convirtió en
un soberano con vestiduras blancas de lino y después en
un magistrado importante; luego fué declinando poco a
poco hasta - después de miles y miles de formas- llegar a
la figura de una vaca, un lobo, un cocodrilo, una víbora y
retomar un cambio que le llevó a parecerse a un pájaro,
una mariposa, un niño, un adolescente, un campesino, un
soldado, un hombre trabajador, una mujer prostituta, una
dama de linaje, una obrera, una costurera, un pequeño
vendedor callejero, un limpiabotas, un vendedor de
seguros, un ministro de gobierno y, finalmente, en la figura
de Virgilio. Durante toda la sucesión de figuras Virgilio
sintió que el dolor le entraba y salía del corazón y le
entraba y salía del cuerpo; las lágrimas caían
copiosamente por sus mejillas y se sintió morir miles de
veces y pidió perdón y clemencia por todos sus actos de
maldad y se alegró, también, por todas sus acciones
buenas y se sintió malvado y triste y feliz y afligido y
fúnebre y deplorable y siniestro y obscuro y quiso
entonces morir definitívamente y nunca jamás tomar
ninguna clase de forma para ser olvidado por la fuerza que
lo había creado y lo había traído a la vida pero supo que
todo eso no se le podía conceder.

Todos los demás pasaron por la misma prueba y todos


sintieron deseos de no vivir más y se supieron seres
minúsculos sin derecho a nada y sin derecho siquiera a
pensar tener razón. La madre Tonantzin señaló con el
mismo dedo índice hacia la parte trasera del altar y
apareció un puerta que se abrió por sí sola. Todos
siguieron detrás de la maga madre Justina y pasaron a
través de la puerta. Había todo un laberinto de túneles y
grutas y cada uno de ellos siguió su camino pues no había
lugar para las opciones de ningún tipo. La luz de las grutas
provenía de la materia con que éstas habían sido creadas.
Cibeles había sido empujada a continuar por un túnel
relampagueante. En las paredes habían símbolos
geométricos que cambiaban de forma constantemente.
Cibeles fué a parar a una sala donde había un trono vacío.
Ella pensó sentarse en la enorme silla pero se contuvo. De
la nada surgió una lucecilla que se agrandó y de pronto, en
el trono, apareció una estatua de enormes proporciones.

”Que es lo que quisieras saber, hija mía?”, preguntó la


estatua, y añadió:

”Sabes que te mereces mis respuestas. Tienes derecho a


plantear solo tres preguntas, solo tres; después de eso
retornarás al silencio” .

Cibeles permaneció callada durante exactamente cuatro


minutos, pues ella sabía que debía moverse bajo los
buenos augurios de ciertos números que siempre le habían
favorecido:

”Quién es el hombre que me depara la edad de la


inocencia?”, fué su primera pregunta.

La estatua se irguió y levantó su brazo derecho hacia la


cabeza de Cibeles:
”El mismo con quien has emigrado desde el principio de
las eras. Es el hijo que la Iniciadora ha encontrado, es el
hijo de la maga. Busca en tu corazón y encontrarás la
respuesta precisa”.

Después hubo silencio. Cibeles no quiso perder el tiempo


en reflexionar sobre la primera respuesta; prefirió, por eso,
esperar.

”Encontraré alguna vez al perfecto mago arquitecto que lo


hizo todo?”

”Sí, estás en camino hacia él, pero te faltan los trechos


más peligrosos por caminar. El sendero es solamente tuyo,
no lo confundas. El sendero tuyo y el sendero del hijo de
la maga se han cruzado en muchas ocasiones. Tu sendero
y el sendero de él se cruzarán otras veces también; de tí
depende decir cuántas exáctamente”.

Cibeles notó que la estatua se desplazaba con


sincronizados movimientos. Sus ojos resplandecian y
despedían fulgores imposibles de olvidar. La estatua no se
parecía, en absoluto, a los seres humanos pues su piel era
de otra naturaleza. Lo que más le había sobrecogido era la
sabiduría que la estatua contenía en sí. Cibeles pensaba en
la tercera pregunta y se decidió por plantearla pues ella
estaba satisfecha con las dos primeras preguntas y con las
dos primeras respuestas.

”Haga favor de iluminarme, vuestra excelsitud, de dónde


viene usted y quien fué su creador?”, le inquirió Cibeles.

La estatua sonrió dulcemente y le respondio:

”Bella Cibeles, yó fuí uno de los primeros seres que la


inteligencia omnisciente ha creado. En el principio, el que
lo sabe todo nos creó perfectos y asi hemos permanecido
a través de todas las edades. El universo entero se
desplaza por todo el espacio infinito y los mundos
aparecen y desaparecen, pero nosotros permanecemos
por siempre los mismos sin jamás perecer. Al contrario de
todo, nuestro saber está siempre en ascenso pues el
omnisapiente asi lo ha predestinado. Nosotros le
ayudamos en su inmensa tarea, aunque él posee todos los
conocimientos y toda la sabiduría para hacer el trabajo sin
ayuda de nadie; el puede, si lo quiere y desea, prescindir
de todo y de todos, pero su labor le complace. Las
estatuas somos sus auxiliares inmediatos y sus
colaboradores más cercanos. Nosotros no somos seres
que podamos tropezar con lo imprevisto ni con el azar. Lo
que nos mueve es una corriente secreta entre el
omnisciente y nosotros y nadie puede interrumpir esa
sabia corriente pues el omnisapiente asi lo ha determinado
y lo ha decidido. Hablar de decisión y de determinación es
errado, ya que no son términos precisos que esclarezcan
esta situación. Si toda la entera creación dejara de ser
nosotros sobreviviríamos todo eso. Lo puedo decir asi:
antes de las tinieblas nosotros yá éramos y cuando la luz
sale de las tinieblas la creación devino esa sabia y
complicada invención arquitectónica que nadie jamás
puede igualar. El que lo sabe todo nos creó antes que a
cualquier otra cosa. Imagínate eso nada más, después
puedes empezar a pensar en todo lo que se te ocurra y eso
será demasiado pequeño de todas formas. Pero tú has
llegado a este lugar y las estatuas estamos para ayudarte
con todas las maravillas y con toda la consistente luz de
nuestra inmensa sabiduría”.

La estatua guardó silencio y Cibeles se sintió aliviada. La


vida le estaba obsequiando con un tesoro que ella jamás
pudiera antes haber imaginado. La estatua se inclinó
hacia ella y expresó lo siguiente:

”Manténte y continúa en el sendero en que te encuentras.


Tu presente es luminoso y eso es lo único que cuenta”.
Cibeles se sintió protegida y amada. Su alma cantaba una
canción de paz y esperanza. Ella sabía que los dias
luminosos formaban parte de su larga jornada. Miró sus
manos y las sintió enaltecidas por la virtud de aquel que ha
sabido esperar a pesar de todas las desgracias y
adversidades. Los tiempos eran otros y su corazón se lo
estaba confirmando. Sin embargo Cibeles quería saber
algo más y se atrevió abrir los labios para decirlo:

”Y si …”. No pudo terminar la frase, pues la estatua la paró


con suave dulzura.

Levantando su mano derecha hacia lo alto le dijo:

”Ya has hecho tus tres preguntas. No tienes derecho a


preguntar nada más.

Ifigenia Diaz Siracuza había tomado por un túnel hecho de


diamantes; las paredes eran también diamantinas y el
suelo estaba lleno de diamantes lo mismo que todo el alto
techo. Había una claridad ligada a lo extemporáneo.
Ifigenia llegó a una sala circular con luces incrustadas en
unas hendeduras verticales en torno a toda la magnífica
sala. De la bóveda celestial, pues el techo semejaba esto,
bajó una hermosísima figura semejante a una estatua de
un color bastante indefinido, entre amarillo y rojo. La
estatua descendió finalmente hasta caer en el piso. Un
tunel de luz señalaba su camino hacia abajo. Ifigenia no se
atrevía a expresar sonido. La estatua, pese a la impresión
causada en ella, unió sus dos manos hacia la mitad de su
torso y le saludó con una humildad que a ella le pareció
inhabitual. Ifigenia contestó el saludo repitiendo los
mismos gestos, incluso hasta tratando de imitar la misma
sonrisa y los mismos movimientos de ella.

”Tienes oportunidad de hacer tres preguntas solamente”,


le dijo la estatua.
Ifigenia estaba paralizada. Las circunstancias en que se
encontraba no eran exactamente las indicadas para
reaccionar normalmente; no obstante su alma unida a su
corazón estaban en un estado similar a un sueño del que
uno no hubiera querido jamás despertar. Sobreponiéndose
a todo, Ifigenia pensó un par de minutos que allí parecían
haber sido siglos:

”Por qué fueron creados los hombres y por qué las


mujeres?”.

La estatua le miró atentamente:

”Son dos preguntas realmente, pero las voy a admitir como


una sola pregunta. Los hombres fueron creados por que
El que lo sabe y lo conoce todo pensó hacer una copia de
sí dividida. La parte masculina y la parte femenina de Dios
están unidas, pero separadas: existe el Dios masculino y
existe la figura femenina representada en la Virgen
imperecedera. Estos son los dos perfectos aspectos de
Dios. Dios es El y Dios es, al mismo tiempo, Ella. En
algunos animales lo que prevalece en orden es un solo
sexo que les basta para reproducirse a sí mismos sin
concurso ni de lo masculino ni de lo femenino. Dios ha
dejado huellas de todo en la naturaleza. Quien observa la
naturaleza encuentra siempre misterios inigualables, como
su obra. En algunos otros animales lo que prevalece es ó
solamente lo masculino ó exclusívamente lo femenino.
Esto tú lo sabes. En los seres humanos, y de allí la
delación de su imperfección, existe lo masculino, lo
femenino y, como un tercer signo, lo neutro. Lo neutro es
una condición de imperfección que se encuentra entre los
dos polos de la vida. Lo neutro lleva en su seno los dos
aspectos pero no es ni lo uno ni lo otro, sino otra cosa. A
esa otra cosa se llega porque en el movimiento que nos
traslada de un punto hacia otro uno debe de conservar el
principio de elección: o éres mujer ó eres hombre; si tú no
quieres elegir ninguno de estos senderos estás entonces
obligándote a una nueva elección que te llevará
segúramente a lo que tú deseas, pero esta es una elección
hecha por la fuerza impugnatoria y no hecha por uno de
los anteriores principios. Lo masculino y lo femenino, en el
universo, son reunidos por el principio del amor que no es
neutro, sino una fuerza unificadora. El odio tampoco es
neutro, sino una fuerza disociatoria, es lo contrario del
amor. En realidad, el amor y el odio son lo mismo; en
términos de energía están cada uno en los lados opuestos
solamente. Lo neutro no es ni amor ni odio, lo neutro es el
abandono de los dos; puede encontrarse
momentáneamente en alguno de los dos lados, pero no es
ni lo uno ni lo otro. El deseo no pertenece a los dominios
de Dios ya que El omnipresente ha concedido el reino
negro a su fuerza inequívoca que es lo que todos
conocemos como el monarca del mal, el diablo, el
demonio. El monarca de las desgracias, tiene dominio
sobre la fuerza neutra ya que él la ha traído al mundo. El
mundo es un sitio donde el hombre y la mujer son
arrojados por haber abandonado el sendero del bien. En el
mundo está uno sujeto a la fuerza del mal. No se puede
culpar a Dios de haber creado al mundo imperfecto. El
mundo no es imperfecto, aunque nos dé a veces esa
impresión, lo que sucede es que la terrible fuerza del mal
se expande y cambia todo el tiempo; pero esta fuerza no
cambia para el bien sino para el mal. La perfección existe
en el reino de Dios y no en el reino del mal. La
imperfección, por el contrario, existe en el reino del mal y
nunca en el reino de Dios. La mujer no existe en el reino
del bien; sí existe, pero puede transformarse en hombre y
disfrutar de uno ó de los dos principios a la vez: pone a
flote, cuando lo necesita, o uno de los polos ó los dos
polos juntos. Lo mismo pasa con el hombre. Los ángeles
no tienen sexo. En el mundo, que es un reino donde lo
imperfecto se mueve, la mujer es mujer y el hombre es
hombre. Ninguno de los dos puede tener la posibilidad de
colocar los dos principios juntos o la combinación de los
dos; el principio neutro no es ni masculino ni femenino,
sino un principio que pertenece al orden dubitativo de la
imperfección. El monarca negro del mal dá potestad a la
mujer y dá potestad al hombre para cuestionar y asi crear
más confusión. El caos singulariza al mundo y en el caos
no hay perfección pues cada cosa y cada ser marcha por
una vía a momentos, ó por dos o más vías. Si tu te apartas
del sendero ; es decir de una de las vías, pierdes entonces
el objetivo, porque el objetivo puede estar en cualquier
parte entonces. En el reino del bien nunca sucede nada de
eso porque cuando tu caminas sabes hacia dónde te
diriges y sabes por qué lo haces. Todos tus pasos allí son
sostenidos por la Ley que establece que cuando tú sabes
y, sobre todo, cuando tú yá eres, las cosas y tú pertenecen
a la Ley que es inviolable. Una ley que puede ser violada es
una ley imperfecta. Una ley que tú violas en el mundo de la
imperfección, que es de orden maligno, no se paga o el
precio que se paga es mínimo si tú tienes poder, pero en el
reino del bien, que es el reino de la perfección, la violación
de la Ley tiene como consecuencia que tú debes pagar un
precio muy alto. En los universos donde la imperfección
se agita y se moviliza, como es el mundo, hay muchas
leyes, pero en el mundo de la perfección hay una sola Ley;
allí existe lo que se llama la Ley. También hay otra cosa: en
el mundo, la mujer y el hombre deben marchar juntos para
alcanzar su cometido; para llegar al objetivo deben ir
perfeccionándose; es decir, deben eliminar con muchos
sacrificios y esfuerzos la mayor cantidad de leyes
(negativas) que puedan. Pero las leyes del mundo son
leyes negativas difíciles y no se les elimina asi como asi,
esto cuesta trabajos voluntarios y esfuerzos inauditos. El
sacrificio es un arma extraordinaria: quien más se
sacrificia más obstáculos elimina. La riqueza material, en el
mundo, te ata a él, te supedita a él, te encadena a él, te
convierte en su esclavo. Los hombres de poder, que en
realidad no lo tienen, pasan y se van y nadie los recuerda
como grandes. Algunas veces hombres y mujeres, seres
del reino de la perfección, bajan al mundo para ayudar a
los seres sufrientes para que éstos aprendan a ver la cara
verdadera de las cosas. Pocos son, sin embargo, los que
se dan cuenta de esto. También hay muchos hombres y
mujeres en el mundo que han despertado y que ven con
bastante claridad la verdad de lo que está sucediendo con
sus vidas. A estos hombres y mujeres se les ayuda y se les
protege contra todos los males y todos los peligros. En el
mundo, las fronteras entre los males son casi
imperceptibles, por eso son tan difíciles de percibir o de
evitar. El deseo es el soberano del mundo porque no está
sujeto a específicas zonas de actividad. Hay leyes, dicen
los poderosos de este mundo, pero esas leyes sirven solo
para protegerlos a ellos nada más. Los hombres de estado
controlan la conducta de los seres humanos, pero los
mandan a la guerra, o cometen fraudes y crimenes y los
culpables nunca van a parar a la sala de los tribunales
donde puedan ser juzgados, o si son juzgados no son
nunca encontrados culpables. Todo esto es del reino de la
imperfección. El que comete crímenes aquí puede sentirse
que ha evadido los castigos pero no es asi. Tu lugar en
cualquiera de los reinos está en relación con tu maldad o
con tu bondad. En el mundo, aunque tú no pagues por tus
injusticias y tus crímenes cometidos no quiere decir que
estés libre, el tiempo de pagar te va a esperar siempre, hoy
o mañana, o en la otra vida. La misma ley opera para poder
tener acceso al reino del bien: hoy o mañana ó en la otra
vida la recompensa te espera, una mejor responsabilidad
te espera, el verdadero poder también te espera. No hay
que olvidar que tambien te pueden esperar desgracias y
mas caídas hacia abajo que te dificulten encontrar el
sentido de la vida otra vez; esas son caídas muy difíciles
de enmendar, tendrías una vida, entonces, en la que no se
posee el acceso al saber y a la conciencia: sin
posibilidades de encontrar el camino o sin oportunidad de
poder percibir el mal y su devastadora energía cuyo
objetivo es lograr destruirte. Oponerte a esto es querer
resarcir tus errores y esto es siempre significativo pues
esclarece que quien tiene encendido dentro de sí el fuego
eterno de la lucha puede llegar a un pequeño objetivo,
primero, después los pasos serán mas firmes y, poco a
poco, esta lucha te irá llevando a sentirte mejor contigo
mismo y ser mejor contigo mismo, primero, después
empezarás a sentirte bien con los demás y con el mundo y
con aquello que haya creado y dado sus leyes eternas al
mundo y asi siempre ir hacia adelante, pues en la actividad
te encuentras dentro del llamado que la eternidad siempre
te está haciendo”.

Ifigenia pensó en la segunda pregunta; sentía una bola de


temores revolviéndose en su plexus solar y en su
estómago, pero, al fin, pudo sobreponerse a sus
inquietudes y a sus agitaciones:

”Por qué fueron creados los animales?”.

La estatua dió un salto hacia arriba y luego, lentamente,


voló hacia abajo, en dirección hacia Ifigenia, hasta quedar
rostro a rostro con ella:

”Te voy a hablar de los tiempos recientes, poco antes de


los acontecimientos del Cristo. Buddha inicia en el mundo
una expedición contra el trato dado a los animales.
Muchos milenios antes, Lord Krishna le había concedido
al mundo las columnas resistentes de las vacas sagradas.
Krishna sostuvo que la humanidad entera podría
mantenerse con la presencia de las vacas sagradas para
sostener y alimentar a toda la humanidad. Esta es una
situación limpia. Nadie puede hacer daño a las vacas.
Buddha, siguiendo la tradicíón de Lord Krishna, detiene la
matanza insensata de los animales. Pero en el mundo de
hoy día, nosotros podemos ver que las cosas nunca
permanecen las mismas. Hemos dado un gran salto hacia
atrás. Aquel que se aleja de la verdadera religión, cae en
las trampas de los universos del mal y de allí es muy difícil
salir con el pellejo limpio. Lo que menos te puede pasar es
que tus sentidos sean sellados definitívamente. El llamado
a que Buddha convocó ha sido olvidado y a dos mil
seiscientos años de distancia solamente, la situación es
diametralmente opuesta. En los universos del mal la línea
de trayecctoria es hacia abajo y hacia atrás, nunca hacia
adelante. Casi muy pocos saben que los animales son el
vínculo de unión entre la tierra, como organismo unitotal,
las estrellas celestiales y los seres humanos. Los
poderosos rayos de la bondad, de la justicia, de las artes,
de la alegría, de la magia verdadera, de los
encantamientos, de la verdadera acción de la armonía, de
la unión amorosa entre los seres, de los puentes que
establecen y afianzan la unidad, en fin, de todo lo que
tienda a hacer acrecentar la paz entre los seres de toda
especie ha sido bastante dañado. No hay que perder de
vista que el mundo ha sido creado por Dios para que las
especies menores vivan con posibilidades de bienestar
para después poder acrecentarlas. Después, el señor del
mal y las injusticias, hereda al mundo para que este sea su
reinado. Los males, los errores, las injusticias, los
crímenes, la falta de bondad, las enfermedades, la cortedad
de la vida, la falsedad, los engaños, los holocaustos, las
estafas, los grandes robos, las falacias, et. , etc. los
establece el señor del mal en el mundo. El mundo ha sido
creado por Dios, pero pertenece al soberano obscuro del
mal. Nadie puede quejarse de las injusticias que ocurren
en el mundo; el mundo no es un lugar en donde el bien
prevalezca. Esto no quiere decir que el bien no exista en el
mundo; el bien existe, pero en un nivel muy restringido ya
que el señor del mal está siempre en caza para hacer caer
en sus trampas a todos, a malos y a menos malos e
incluso a los pocos buenos que, aunque ya haya
detectado, se resisten a sus acechanzas y a sus malignos
encantamientos con la ayuda y la asistencia de todo lo
inimaginable: aquí entran en juego los animales. La
función de los animales es proteger a los habitantes del
mundo, pero como los animales han recibido, durante
milenios, solo castigo tras castigo, males, muerte,
sacrificios, en fin, es arduo contar todas las desgracias,
ellos no son ya los aliados preferidos del hombre. Alguna
solución está buscando su lugar, nó te parece? Pero las
soluciones llegan cuando las cosas han alcanzado su más
bajo nivel, pues no hay sentido de inversión extrema solo
asi porque asi; si Dios creó al mundo, la existencia del
mundo está en su Ley, en su última palabra y no ya en lo
que el señor del mal quiera aunque el señor del mal sea el
regente y el amo absoluto de las imperfecciones. Al final
de todo, el señor del mal ha sido creado por Dios para
constituirse en los problemas extremos a evitar por parte
de los hombres. Oponerse al sacrificio constante en contra
de los animales es situarse al lado de las llamas del bien
que están iniciando ya un cambio en este aspecto. El
momento del cambio ha llegado; si este no viene, algo
tiene que ocupar ese lugar que la ausencia de acción
provoca, y ese algo es de calidad negativa, y allí nos
encontramos en peligro. Los animales son también los
conductos que el hombre tiene para entrar a las zonas
donde la verdadera investigación tiene lugar. Uno puede
llegar a investigar todo lo que uno quiera con la ayuda y la
asistencia de los animales. Pero estos conductos están
bastante agotados, la matanza de animales ha hecho que
estos hilos de contacto directo se hayan debilitado. La
ignorancia en que el hombre ha caído ha endurecido esta
situación que no estaba escrita en los libros de la
naturaleza con la claridad que uno cualquiera anhelara,
pues esta nueva situación no es normal, sino un
rompimiento en el acontecer natural de las leyes de la
misma naturaleza. El hombre tiene que reconciliarse en su
convivio con los animales, debe darles el lugar que los
animales deben tener y no desalojarlos de sus zonas
mágicas. Decir animal es convocar acontecimientos de
orden muy especial; los animales nos protegerían de todo
si nosotros nos hubiéramos acercado a ellos con la
curiosidad del que quiere aprender y no con la voracidad
del conquistador enceguecido que solo tiene ojos para sí
mismo y no se ocupa, en su transcurrir, de respetar las
otras formas de vida que la naturaleza le ofrece todo el
tiempo para que su existencia sea un disfrute en armonía
con todas las formas vivas de la creación”.

Ifigenia había quedado tranquila y satisfecha con la


respuesta. Le quedaba la última pregunta. Sin mucho que
pensar la soltó:

”Qué es la sangre?”.

”La sangre une a todos los hombres. Es el líquido con que


los seres se mantienen vivos y con el cual se comunican a
través del tiempo y través de todas las demás
dimensiones. Si tu te atrevieras a mezclar la sangre de los
animales con la sangre de los hombres entrarías en
contacto con las dimensiones bajas de la naturaleza. Los
Shamanes usaban de este recurso para conducirse hacia
los mundo internos bajos de la creación; ha habido
Shamanes que han podido entrar a las dimensiones
superiores, pero no ha sido por la sangre, sino por la
música, el canto repetitivo (los mantrams) y la danza. Los
shamanes respondían a las preguntas que los solicitantes
les hacían y estas siempre terminaban en tragedias pues
en las actividades donde la sangre está mezclada ocurren
cosas fuera de lo común: allí la alegría está ausente. Todo
aquel que quería entrar en contacto con los mundos
infernales usaba la sangre y obtenía su deseo sin muchas
dificultades. Sucede casi lo mismo en la cuestión de los
espiritistas. Los espiritistas son víctimas de espíritus que
todavía andan merodeando por una dimensión sin poder
abandonarla. Con el paso del tiempo ese deseo va
creciendo y los atrapados en la redes de dos dimensiones
creen que ellos están vivos. Esas larvas-bacterias se
alimentan con el aspecto negativo de los rayos de la luz
astral y terminan por devorar a sus canales invocadores
convirtiéndolos en sus víctimas. En la sangre habitan toda
clase de viajeros, pero la sangre está defendida . No
cualquiera puede viajar a través de la sangre sin pagar un
precio. Este precio varía en relación a los objetivos.
Quieres hacer el mal usando la sangre? : allí vas para atrás
y lo mas cercano que pueda decirse acerca de la verdad
es que caerás en una forma menor a la que ahora tienes.
La sangre no debe usarse jamás en ningún tipo de práctica
mágica pues esa práctica pertenece al soberano del mal y
no tiene nada que ver con el bien. Vamos, si tiene que ver
con el bien pero para eso hay que respetar la Ley. Cuando
la sangre se corrompe en el cuerpo, este fenece. Cuando
la sangre es desalojada en un cuerpo en cantidades
aceptables puede entonces usarse como medio de
salvación para ser traspasada a aquel cuerpo que haya
perdido un gran volúmen del líquido. La unión del mismo
tipo de sangre en dos cuerpos diferentes provoca también
cambios: aquel que ha recibido la sangre empieza a
adquirir ciertos tipos de comportamiento que habían
pertenecido al donador. De manera que siempre hay
nuevas metamorfosis. Este cambio es de naturaleza de
comportamiento. Pero imagínate que el donador ha sido un
ser maligno, entonces los cambios son malignos o un
poco menos que lo maligno pero malignos al fin en cierta
proporción. Lo que los seres humanos llaman ciencia
termina muchas veces en una nueva situación
problemática. La ciencia de los hombres está siempre
aconteciendo entre límites, por eso avanza lentamente, de
lo contrario estaríamos viviendo en un mundo donde las
éxitos positivos y los avances positivos habrían
transformado al mundo. La ciencia está todo el tiempo
siendo nucleada por los ataques del mal y por eso toma
caminos equivocados. Algunos científicos sostienen una
cosa, otros sostienen otra cosa totalmente contraria. Unos
van contra los otros y estos contra los primeros. El mal
está todo el tiempo metiendo la cola en todo. Nadie está
exento de sus ataques y entonces es lógico que las cosas
y sus resultados en sus simpatías o adversiones se
compliquen y compliquen la vida de aquel que quiera ver al
mundo con ojos diferentes. Aquí hay que andarse siempre
con mucho cuidado. La sabiduría dejada en las clases
pobres tiene luz.. De un tipo malo se dice que es un mala
sangre. Lavar la sangre implica que una afrenta tiene que
ser resarcida y las cosas, para que dejen satisfechos a
todos, tienen que ser lavadas con sangre nueva para pagar
la afrenta. La sangre es envíada del corazón a los
pulmones para ser oxigenada. La sangre traslada los
principios nutritivos de un lugar hacia otro del cuerpo,
recoge las substancias de desperdicios y estas son
arrojadas, apartadas y suprimidas por los riñones y todos
los órganos que eliminan los excrementos, como son el
ano, los conductos de orina, la piel y la boca, aunque esto
último, a veces, sirva para completar las funciones cuando
las otras posibilidades no aparecen. La sangre encuentra
siempre una nueva solución obligando a los demás
órganos a comportarse de acuerdo a las exigencias que las
nuevas situaciones requieran. A través de la sangre
puedes recorrer las grandes distancias que te unieron a un
grupo familiar hace miles de años. Un verdadero mago o
una verdadera maga saben como hacer esto sin tener que
mezclar la sangre. Un grupo familiar que mezcle la sangre
entre sí se corrompe: primero aparece el elemento genial,
después se presenta con todo su poder el elemento de
corrupción. La sangre tiene la última palabra. Aléjate de
toda práctica donde esté involucrada la sangre. La sangre
es el elemento divinal de comunicación que une a los seres
humanos mejor que ninguno otro. Los animales se unen
por la sangre, pero como el hombre, también por los ruidos
emitidos en sus cantos, silbos, mugidos, gritos, todos
ellos sagrados, igualmente, pues pertenecen a los
espacios de los que nadie, que no haya avanzado, puede
jamás entender. El canto de un pájaro podría provocar
catástrofes enormes o milagros sorprendentes. El ladrido
de un perro te podría poner en contacto con fenómenos
inexplicables y esclarecer cosas jamás resueltas por la
ciencia oficial o los organismos oficiales de seguridad.
Todas estas maravillas se encuentran depositadas en la
sangre, tenlo presente siempre”.
La respuesta había concluído. Ifigenia vió la figura de la
estatua caer como una lluvia menudita que se fué
disolviendo en el aire. De la estatua no quedó ningún
rastro.

Virgilio Diaz Siracuza estaba esperando por su turno. La


maga Justina se había quedado con él aguardando que él
se decidiera tomar por algunos de los incontables túneles.
El sabía que eligiría el túnel negro pues tenía el
presentimiento que algo bueno saldría de todo eso. Virgilio
sabía que en la batalla contra el mal había que estar
dispuesto a perderlo todo para aprender más que nadie y
también más rápidamente. El mal es el mejor maestro,
repitió para asi, pues en el peligro uno adquiere las
fuerzas del héroe. Aquel que vence en el peligro está en
capacidad de vencer en todo. La maga Justina le dijo que
los fenómenos que nosotros vemos de cierta forma son, en
realidad, otra cosa. Ella le quiso decir que tuviera cuidado
y que nunca bajara la guardia, y él lo entendió
precísamente asi. De manera que se decidió por ir en
busca de su destino y encontrar, al fin, la respuesta que
siempre le habia inquietado. Empezó su caminata hacia la
entrada y escogió el tunel negro. Estaba en una sala y no
podía ver casi nada. Una pequeña luz brotó de lo alto y
descendió hasta el piso; Una estatua gigantesca de color
más allá del rojo, pero manteniendo la esencia del color,
fué descendiendo lentamente. De sus ojos salía fuego
purificador.

”Cuál es la pregunta, Virgilio?”.

Virgilio contestó rápido y seguro:

”Quién es Dios?”.

” Dios nace de la muerte. La historia de la creación incluye


a la historia de la eternidad y a la historia del tiempo. Dios
está mucho más allá de toda comprensión porque se
encuentra dentro de tí mismo y dentro de toda criatura
viviente. Las preguntas que tu hagas son contestadas por
El. Por qué digo que Dios nace de la muerte?. Antes de
que todo existiera, cuando solo la obscuridad tenía nombre
no se conocía todavía la luz. Yo digo que todo estaba
muerto. Las obscuridades, las tinieblas, estaban muertas.
Al salir Dios de ellas, entonces uno piensa lógicamente
que Dios venga de la muerte. Aquí se ve uno compelido a
responder a la otra pregunta: qué es la muerte?. La muerte
es aquello a quien se le da la misión de esconder a Dios
de los ojos de todos. Pero quién le da la misión a la muerte
para esconder a Dios de los ojos de todos? Dios mismo se
la dá, ya que Dios, antes de cualquier otra cosa,
permanecía callado y desconocido en el vientre
desconocido de la muerte. Imagínate a un ser que antes de
vivir ha estado eternamente vivo. Para El, el descanso no
existe. Esto es lo que caracteriza a Dios de cualquier otro
ser: Dios no conoce el descanso. Dios tiene que estar
ocupado en su tarea toda la eternidad, pero con fuerzas
superiores , incluso, a todo lo que se encuentra más
adelante de la eternidad y el día que esas distancias
inimaginables pudieran medirse, contestaré que Dios está,
todavía, más allá de toda nueva fuerza o grupos de fuerzas
que aparezcan por donde quieran aparecer y cuando
quieran aparecer. De Dios, el hombre no sabe nada y lo
que repite son siempre viejas y falsas letanías que se
pierden por los huecos errados de la tradición donde las
semi-verdades y errores se almacenan antes de volver a
salir a la luz . Dios es amor eterno. Dios no sabe lo que es
la condena. Dios está donde están el perdón, la poesía, el
reconfortamiento, la sabiduría, la ayuda, la piedad, el
juego, el arte, las ciencias, la magia verdadera, la fé y la
creencia. Dios existe en el cerebro, en el corazón, en la
sangre, en el aire, en el agua, en el fuego, en la tierra, en
los tattwas, en las pungtas, en las combinaciones que
siempre van a ser nuevas porque antes no se conocían;
siempre habrá cosas nuevas y la belleza permanecerá y
crecerá y con ellas los hombres tendrán que verse
obligados a cambiar para iniciar, como en un torneo de
Dioses, los juegos y las hazañas inmemoriales que se
recordarán por todas las generaciones venideras. Dios es
lo que cualquier ser desee que El sea. Su magicidad es
asombrosa y no hay nada que pueda comparársele o
igualársele. El lo ha creado todo pero continúa, no
obstante, trabajando y creando y usa de la parte
inextinguible del arte, la poesía, lo imposible de la
sabiduría, todas las ciencias, todos los asombros y todas
las maravillas pues sus creaciones son eternas y nacen y
mueren y vuelven a la vida con mas experiencia y más
vigor y más fuerza y siempre mejor pues los tiempos son
otros, ya que ellos están metidos en el carril del cambio.
No existe nadie que pueda informarnos sobre el momento
exacto de la aparición de Dios y el lugar. Si nosotros
entendemos que toda la creación es suya, suya es en
verdad en toda su magnitud y tiempo de vida e incluso de
muerte y El está, todo el tiempo, en cada una de las
partículas mas pequeñsas de toda la creación y lo antes
de la creación y lo después de la creación. Dios lo entiende
todo al mismo instante; quiero decir todo: lo físico, lo
metafísico, lo psicológico y los encuentros de nuevas
expresiones que se den en cualquier plano de la creación
en todos sus aspectos. Los seres humanos lo saben
porque alguna vez ellos han vivido experiencias de otro
tipo que no se pueden situar en los términos en que la
mente los concibe y acepta. Estas experiencias han
rebasado todo lo otro: el amor, los instantes felices e
inolvidables, los secretos que les donan a las almas bienes
divinales, la herencia de la naturaleza en forma de virtudes
reales hacia todo aquel que la respete y la venere. Siendo
Dios no es y, no siendo, El es. Escucha que aquí hay
sabiduría: el que tenga oídos para oir que abra su alma y
abra su corazón y pregunte a su alma y que las partes
buenas que le son caras bajen entonces a este mundo de
llanto, de lamentaciones, de trampas y de ruindades.
Estamos en el mundo para templar las almas; para que las
almas se viertan hacia el crisol del eterno cambio, que es la
cara más conocida de los encantamientos del mal para
distraer a los seres de los buenos objetivos. El sendero de
Dios está hecho con tragedias y con girones de tragedias
que marcan a los hombres para todas las eternidades. Aún
quien peca y cae al fondo del pozo inconmensurable está
en la retina de sus cálculos. No hay nada que El no sepa,
no ha ocurrido algo, todavía, que le pase desapercibido
pues El lo sabe todo en todo momento, aquí y allá, adentro
y afuera, en lo bajo y en lo alto, en la soledad, más allá de
todas las perfecciones sensoriales, de los movimientos, de
las quietudes y los despertares, más allá de todas las
obscuridades y los campos lúcidos y alegres de la verdad
y lo que ésta posea ahora. Dios es un hambre inaudita de
la cual nunca podremos ser saciados. Claro que hay
algunos ensoberbecidos que se atreven a negar a Dios. En
el fin de sus días y al término de sus angustiosas noches
voltearán todos ellos sus gritos pidiendo clemencia al
perfecto innombrable. Pero el invisible estará más presente
que nunca pues El sabe que el olvido de los hombres no
les hace ser más poderosos, ni más sabios, ni siquiera
más clementes. Cuando Dios está ante su obra, al mirarla,
solo al mirarla, la perfecciona. Los actos de los hombres
son olvidados; la obra del que lo sabe todo habla por sí
misma. Quien ose negarlo lo encontrará, quien lo busque,
después de todas sus pérdidas y todos sus sufrimientos,
verá alumbrada su alma con los fuegos imperecederos de
la vida en todo su esplendor. Estas no son promesas en el
vacío donde las cosas que han llegado a su fin caen y no
son vistas jamás. El ojo del omnipotente está en todas
partes y ve hasta en la más abandonada obscuridad. : el
cazador ha salido a cazar y no regresará a su casa sin sus
victorias y triunfos. Hay que volver los rostros sin
máscaras hacia la tierra de los cantos eternos. Hay que
alzar la mirada y hacerla caer en los silenciosos sonidos
de las estrellas. Cada día hay algo nuevo en la creación.
Este es el canto del amor. La creación es la obra inacabada
a la que el hacedor de todo aplica todos sus sueños y su
trabajo. El canto escondido que las aves han soltado, en el
viento, es la historia de toda su obra interminable. Por los
días y las noches, su presencia llega a nosotros con la
fuerza secreta de sus delicias y la virtuosidad del gran
mago hace aparecer, entonces, todos los milagros sobre
todas cosas y los seres de las tierras de la nada”.

La estatua había hablado y Virgilio había guardado en su


corazón y en su alma de blancura todo lo dicho. Virgilio
tenía todavía dos preguntas por hacer.

”Hay algo que desearía preguntar”, dijo Virgilio.

La estatua alzó la palma de la mano derecha hacia el rostro


de Virgilio y le contestó:

”Tú no tienes derecho a preguntar nada más. Los otros


tuvieron tres preguntas cada uno; tú tienes derecho a una
sola pues tus inquietudes han tocado el tema más alto.
Ahora debo ser yó el que haga las preguntas y tu deber es
contestar con la lengua del que es valiente y temerario: usa
la sabiduría, pues en ello te va la vida”, sentenció la
estatua y el cuerpo de Virgilio se llenó de una carga
misteriosa que le preparaba para acometer con mas fuerza
el crucial y limpio instante.

”Háblame de tí Virgilio Díaz Siracuza. Limpia las cavidades


de tu corazón y arroja de ellas todas las sombras
escondidas. Quien eres?”.

El corazón de Virgilio se alegró y en la pregunta de la


estatua, que no era tan difícil; vió entonces un abanico de
posibilidades que le invitaban a participar de esa historia,
su historia, con las ganas saludables de decir la verdad:

”Yó vengo de las estirpes de los comienzos. Mi vida


siempre se ha reducido a una cosa: vivir para aprender,
aprender para ayudar, ayudar para proseguir con la obra
eterna del que, dándolo todo, nada pide a cambio. En esta
vida, por la madre Justina y por ”Los Espejos de la
verdad”, he conocido las historias de mis
transmigraciones innumerables veces. He escuchado
todos los cantos y todos los sedosos llamados del mal. He
descendido a las cavernas del olvido. He retornado del
lugar donde nadie se atreve a hablar por el terrible temor
que te invade y te inmoviliza. He atravesado los tenebrosos
bosques de las interminables penas. He estado en las
solitarias madrigueras de los que lo perdieron todo. Mi
nombre no es uno solo ni mi historia es única. He viajado
por los mares de las soledades y el viento ha golpeado mi
cuerpo con las brisas hambrientas de sus inacabables
impulsos. Del fuego he salido y sé que volveré a él pues
mi destino está marcado en mis manos con las líneas de lo
que no puede ser negado. Estoy marcado con los signos
del que tiene que cumplir la llamada del ser y mi marcha
debe continuar por el camino escogido al que jamás
puedo abandonar. Vengo convocado por los Dioses,
porque lo que nosotros llamamos Dioses no es sino un
solitario Dios engendrador. Las cosas que yo sé me las ha
dicho el corazón y muchas veces las respuestas a lo
desconocido me las traen el viento y los animales, ó me
son susurradas por encuentros imprevistos ó cualquier
persona, a veces, me transmite siempre la verdad aunque
yó no la esté buscando. Sé también que en mi palabra se
anida el fuego al cual nadie puede detener y algunas veces
mi corazón ha guardado por algunos instantes inquietudes
que causan temor pues las fuerzas que ellas traen en su
interior ya no pertenecen al hombre sino al conjuro
viviente del fuego de la Ley. El peso que yo cargo es
enorme y mis responsabilidades son igualmente
gigantescas. Cuáles serán los rostros de los nuevos retos?
Quisiera que la fuerza femenina, que ha creado todo, me
asista y me proteja bajo todos los milenios que están por
suceder. Estoy obligado a doblar la caminata obediente del
tiempo para llegar a lo que me convoca. Estoy obligado a
convocar lo imposible en mí para adquirir más poderes.
Los poderes en sí no me interesan pero, al poseerlos, me
sirven para defenderme de los ataques de los injustos y de
los que me buscan para hacerme caer en desgracias a mí y
a los demás. Si estoy en el mundo es porque algo bueno
se quiere de mí. Como el Buddha, yó he llegado para
detener las matanzas de los animales y detener sus
sufrimientos, como el Cristo yo he sido envíado para
detener las guerras y las injusticias que caen sobre los
más débiles. Las convenciones del mal tocan a fin. Los
pactos del mal deben ser disueltos. Tienen que abrirse ya
las grandes avenidas de las esperanzas. Es el tiempo en
que los hombres caminen erguidos y conquisten los
sueños ancestrales largamente esperados”.

Virgilio había fundado los pactos del bien con su corazón


y estaba firmemente decidido, como los héroes de antes,
llevar a cabo todos los latidos alegres de su exaltado
espíritu y su alma para cumplir asi con la palabra
prometida. La estatua sonrió y sus grandes brazos se
extendieron a lo ancho como para abrirse a él. Virgilio
estaba viendo, en la gran pantalla de su clarividencia, toda
su vida. Los instantes más felices y los más tristes
pasaban en serie. Detuvo, debido a un pequeño impulso, la
marcha de los acontecimientos. Se dió cuenta que él podía
reconstruir los instantes precisos del pasado y del futuro
cuando lo quisiera. También podía retrotraer hacia su
mente las vidas de los demás. Estaba marchando con el
paso de sus observaciones y la vida le supo a algo
fantástico. Entonces entendió lo que la frase ”vivir el
presente” significaba.

La estatua le preguntó si había visto sus vidas anteriores


en los espejos de la verdad. Cada una de esas vidas
contiene una cantidad inconmensurable de yóes. La
estatua colocó suavemente sus manos sobre Virgilio: una
sobre su cabeza y la otra, la derecha, sobre su corazón.
Virgilio sintió que toda la sabiduría de todas las
eternidades le estaba siendo transmitida en esos instantes;
sintió, entonces, que la buena voluntad de la estatua le
estaba concediendo algo que era tan grande que ni él
mismo se hubiera atrevido a mencionarlo siquiera. La luz le
inundó y él se dejó llevar por esas corrientes que eran
indudablemente de Dios.

Qué son los yóes, Virgilio?:

”La madre Justina me ha venido repitiendo lo mismo desde


hace muchos años. Morir es vivir de otra forma. Todas las
vidas que uno ha vivido antes dejan sus huellas en
nosotros. Por eso hay personas que pueden hacer muchas
cosas muy bien. Cuando la vida de uno toca a su fin, en
nuestra nueva venida, se reenganchan algunos de los yóes
que más nos gustan y otros yóes diabólicos que están
ansiosos por reingresar a la vida también se vienen con
nosotros. Al reingresar a la vida uno es, el de siempre,
pero no exactamente, también uno es ”otros”. Los otros
yóes se encargan de dificultarnos la vida, de hacérnosla
más difícil y menos entendible, de meternos siempre en
problemas de todo tipo. El resultado de todo esto es que
algunas personas, las más fuertes y las que recuerdan con
claridad sus pasadas vidas, se desarrollan y otras, las que
regresan con cargas mas pesadas, no se adentran en los
terrenos de lo nuevo. Esas personas poseen un lastre que
les incapacita para inmiscuirse en la nueva aventura. Las
cargas negativas de estas personas son muy fuertes, son
difíciles de llevar; van pesando más con el paso de los
años. George Ivanovich Gurdjieff había tomado muchos de
los temas que el obtuvo de las fuentes sufíes y del
Buddhismo tibetano, el ”Vajrayana”, del lamaísmo y de los
derviches. Además sus raíces habían sido armenias y
griegas. Pues bien, Gurdjieff sostiene que una sola
persona puede tener millares de yóes que incluso ignoran
la presencia de ciertos yóes más sutilizados. Todos los
yóes son maestros especializados en cumplir funciones de
tipo muy profesional. Mientras algunos de esos yóes
luchan a muerte por triunfar, otros luchan de la misma
manera por y para fracasar. Gurdjieff dice que ”El hombre
es una máquina. Todos sus actos, acciones, palabras,
pensamientos, sentimientos, convicciones, opiniones y
hábitos son el resultado de influencias externas. Por sí
mismo, el hombre no puede producir un solo pensamiento,
una sola acción. Todo lo que dice, hace, piensa y siente, es
algo que sucede. El hombre nace, vive, muere, levanta
edificios, escribe libros, no como quiere, sino como
sucede. Todo sucede, repite incansablemente Gurdjieff. El
hombre no ama, odia, desea; todo esto sucede”. La
memoria, según Gurdjieff, ”En el niño recién nacido,
funciona de la siguiente forma: las tres partes de la psique
humana pueden compararse con un sistema de rodillos de
gramófono en blanco en los que se comienza a grabar,
desde el día de su aparición en el mundo, la significación
externa de los objetos y la comprensión subjetiva de su
significación interna o el sentido de los resultados de
todas las acciones que tienen lugar en el mundo exterior,
como también en el mundo interior que ya se está
formando en él; todo esto se registra de acuerdo con la
correspondencia entre la naturaleza de estas acciones y la
naturaleza de los distintos sistemas que se forman en el
hombre. Todos estos resultados registrados de las
acciones del medio, permanecen inalterados en cada uno
de estos rodillos depositarios de por vida, en la misma
secuencia y con la misma correlación respecto de las
impresiones previamente registradas en que se perciben”.
Cuando yó me observé en los espejos de la verdad, pude
comprobar que , en especial, uno de esos yóes que
aparecieron ante mí, ha significado mucho en mi
desarrollo. Me refiero al retrato de Ftah, el primer rey de
Menfis. Algunos me llegaron a considerar un Dios, pero,
mejor que nadie, la verdad la sé yó. Ftah conocía la
historia de la humanidad y también conocía los rituales
antiquísimos que enlazaban al hombre con las Divinidades.
Para Ftah no era difícil realizar viajes a través de las
dimensiones superiores y trasladarse a los mundos de las
tres leyes donde las correspondencias entre lo positivo, lo
negativo y lo neutro están en perfecto balance. Todo ese
conocimiento lo he heredado yó. También existe un yó que
me ha perseguido muy largamente : Tomás de
Torquemada, el inquisidor español. Este fanático dominico
no me perdona el haber escapado de su feroz y
amenazante tenaza persecutoria que jamás pudo
atraparme. El quería convertirme en un discípulo de satán,
pues él era uno de sus adictos más obedientes, pero nunca
lo logró y menos ahora en que soy un hombre más
consciente. De manera que yó tengo dos marcos de
referencia muy extremos : por una parte Ftah y por la otra
Torquemada: Las dos caras de la misma moneda. Ftah me
otorgaba y Torquemada me quería despojar. Ftah se
esmeraba en obsequiarme las ciencias del bien,
Torquemada se emperraba en despojarme de las delicias
del bien. Torquemada estába totalmente convencido de
que satán era lo único. Ftah sabía que el bien no pasaba
jamás por los senderos tenebrosos de Torquemada. Cuál
camino elegir, entonces?. No es muy difícil responder a
esta pregunta. Yo escojo el sendero de Ftah, pues es el
sendero que embellece mi alma y la libera. Repudio el
camino de Torquemada, por ser el sendero del mal que
quisiera lanzarme a los fuegos eternos del mal”.

La estatua calló. Sus bellos ojos se encendieron y


arrojaron el beneplácito de su complacencia en luces
maravillosas que revelaban que la estatua estaba feliz de
haber encontrado un alma que mantenía en primer plano la
lucha por liberarse de las garras tenaces del mal. Virgilio
era el joven preferido y elegido a quien las estatuas
protegerían por todas las eternidades. Las armas para su
defensa le serían dadas esa noche. La estatua notó que
toda la figura de Virgilio arrojaba una luz incendiaria en
todos sus siete cuerpos. Virgilio había sido obsequiado
con la luz del bien definitívamente.

Dime, Virgilio, por qué has escogido el bien?:

”He escogido el bien porque no me ha quedado otro


camino. Los que quieren mi desgracia deben ser seres que
se complacen en el mal. Los que quieren lo contrario
tienen que ser seres a quienes el bien les complace”.

Virgilio permaneció en silencio y se limitó a aceptar su


destino fuera cual este fuera. La estatua le acarició la
cabeza con mucho cuidado. Virgilio sintió las enormes
manos sobre sí pero no se inmutó sino, por el contrario, se
alegró de saber que él recibía las bendiciones de las
estatuas del bien y que éstas siempre velarían por él y por
aquellos por los que su corazón latiera deseándoles el
bienestar y la felicidad.

Horacio Manases Spinoza había ya entrado a un túnel que


le había conducido a un aposento enorme. La estatua que
le esperaba lo miró escudriñándole con gran curiosidad.
Sin más ni más le obligó casi a preguntar:

”Cuál es tu pregunta, hijo mío?”.

Horacio Manasés Spinoza había preparado su primera


pregunta desde antes de entrar al círculo de los robles, de
manera que no le fué muy difícil recordar las palabras que
la contenían:

”Quiero conocer el futuro de Ifigenia Díaz Siracuza”, dijo, y


en su voz había una determinación muy firme y muy clara.

”Muy bien”, respondió la estatua y en el acto hizo un


movimiento con la mano derecha que abarcó toda la
bóveda del aposento. Se empezó a formar un remolino
desde el piso y el remolino se convirtió después en una
neblina de la que fueron saliendo imágenes. Apareció una
anciana acostada en una cama muy bien arreglada. Al lado
de la cama, en una silla, estaba sentado un hombre tan
viejo como ella.

”Hicimos todo lo que pudimos”, dijo la anciana.

”No pudimos hacer nada más”, le contestó el anciano.


”La vida ha sido dura. El mundo ha sufrido un golpe
devastador. Todo el tiempo las cosas suceden y cambian y
uno sufre y espera. Por qué?”, se quejó la anciana y las
lágrimas asomaron por las líneas de abajo de sus ojos.

”Yo no sé si toda esa impresión no es más que un engaño.


No estoy muy seguro, pero imagínate que uno pudiera ver
el futuro, serían, entonces, las cosas tal cual se nos
mostrasen? Crees tú eso?. No será que el futuro es el
presente en su misma marcha imperturbable de siempre?”,
preguntó el anciano poniendo énfasis en su expresión. ”No
lo sé, pero lo cierto es que mi presente no pudo evitarse.
Dentro de muy poco llegará el final y de eso no me salvará
nadie”.

”Del final no nos salva jamás nadie. Pero es el final un final


y no solo un pequeño cambio del tiempo?. El que el ahora
se convierta en final no quiere decir que las cosas cambien
radicalmente. No será que el futuro es nuestra imagen de
un tiempo ido, un tiempo que ya hemos vivido pero que lo
imaginamos en lo que vendrá?”.

”Horacio, dijo la anciana, me duele tener que dejarte.


Nuestras vidas han sido lo que han sido y eso baste. Te
amé como uno debe amar una sola vez; espero
encontrarte pronto”.

”Amada Ifigenia, Nosotros hemos cerrado muchos círculos


juntos y siempre vamos a encontrarnos. El tiempo en que
rompamos el círculo de las maldiciones llegará, te lo
aseguro, y con el llegarán nuevas tareas para nosotros.
Bendigo el momento en que nos encontramos por primera
vez, lo bendigo y lo bendigo y pido al cielo que nos ponga
otra vez en el mismo sendero y que nosotros estemos
siempre juntos hasta los tiempos de los amaneceres
absolutos en donde todas las manchas sean borradas”.
Minutos después, la anciana Ifigenia moría. Horacio estaba
a su lado y él sabía que los tiempos de las incertidumbres
habían llegado a su final. Horacio estaba frente a la
estatua. La visión se había esfumado. Su alma había
recibido un golpe totalmente inesperado. Horacio se llevó
las manos lentamente a la cara y sollozó como un niño
desprotegido. El había visto la muerte de la amada que
todavía no amaba. Pensó entonces en Ifigenia y sintió una
calma inusitada en el corazón. Descubrió que él amaba
verdaderamente a Ifigenia, y la amaba ahora. Esto le alegró
hasta lo inimaginable y quiso salir corriendo de allí para
salir a buscar a Ifigenia y abrazarla y decirle la reciente
verdad de su descubrimiento.

”Ha llegado el tiempo de la segunda pregunta”, le dijo la


estatua.

”Existe el fin?”.

”El fin no existe. La puesta en marcha de todo lo creado


nunca va a parar. Las cosas continúan por las eternidades
de las eternidades. Los hombres y las mujeres nacen, se
desarrollan y cambian. Los mismo sucede con las piedras,
las plantas, los animales, los elementos, los planetas, los
universos y toda la cadena de la creación. No hay nadie ni
nada que pueda llegar a morir. La creación es eterna.
Muchos han caído de las estrellas y no lo saben. Muchos
van hacia las estrellas y tampoco lo saben. Todos van y
vienen, suben y bajan, pero lo ignoran. Para que nadie
pudiera volverse loco Dios ha creado el olvido. Por el
olvido los seres pueden volver a enamorarse, empezar otra
vez a vivir si han perdido a sus seres más amados. El
olvido nos salva del castigo de tener que recordar nuestros
actos más deleznables . El olvido hace que nos
perdonemos. En realidad no somos nosotros los que nos
perdonamos, sino Dios en nuestro corazón y en nuestra
alma el que nos concede el perdón”.
A Horacio le quedaba la última pregunta.

”Por qué cantamos?”.

La estatua contestó:

”Cantamos para alejar las desgracias de nuestros días. Las


aves cantan. La canción es un rayo de luz que se nos dona
para resistir la vida. La creación es muy hermosa porque
cuando uno la acepta y la contempla uno descubre todas
las sutilezas de sus partes. Cuando las aves cantan erigen
un homenaje a la aparición del día y de la luz. La canción
pertenece a la luz y nó a la obscuridad. Hay canciones
tristes y canciones alegres. Las canciones tristes
provienen del llanto que el alma provoca en nosotros para
que nos arrepintamos siempre de nuestros actos malignos.
Las canciones alegres son para que amemos la vida y
amemos la luz y amemos la perfección en ello. Cuando ,
por ejemplo, va a suceder una catástrofe natural, los
primeros en saberlo son los animales ; ellos,entonces, no
cantan, sino gritan y sollozan. El canto proviene del alma.
En los atardeceres las aves cantan, pero lo hacen de forma
distinta; ellas cantan entonces para agradecer el día que
está por irse y para darle la bienvenida a la noche aunque
esta esté marcada por circunstancias funestas. Entre el
canto y el grito hay diferencias. El grito lo emprende el
conjunto de yóes a quienes no gusta la alternativa de tener
que morir, porque ellos tienen problemas para sobrevivir,
para tomar los vehículos de reenganche que los
conduzcan nuevamente a otra víctima. Los yóes andan a la
caza de víctimas; el alma busca su otra alma y esta
búsqueda es una lucha eterna en donde las dos almas
son arrojadas para lograr que una a otra se encuentren. El
alma divina y el alma humana se buscan eternamente. Esta
es la más grande historia de amor”.

Todos se encontraban, de pronto, en una de las extrañas


salas. De las estatuas no se veía ni rastros. La maga
Justina estaba sentada en la posición del asana que
describe los siete sellos que representan las siete víboras.
El Cordero es el único quien puede abrir estos sagrados
sellos. La maga Justina había cruzado las dos piernas, la
izquierda se apoyaba sobre la derecha. Ella había colocado
sus dos manos sobre sus dos rodillas. Por su parte frontal
se podían vislumbrar lucecillas que señalaban los siete
sagrados chakras. Por el lado derecho de su cabeza
asomaban tres serpientes blancas; lo mismo sucedía por el
lado izquierdo de su cabeza. Por encima de su cabeza, allí
donde se asienta el divino chakra Shahasrara, se erguía
una majestuosa serpiente blanca. Por toda la parte
superior de ella las llamas se levantaban. La maga Justina
estaba con los ojos cerrados. Cualquiera de ellos podría
estar seguro que ella se encontraba en estado de éxtasis,
que es lo mismo que el estado de Samadhi. Virgilio Díaz
Siracuza adoptó inmediatamente la posición del loto. En
sus dos manos, levantadas a lo alto, surgieron dos lotos
blancos. Virgilio estaba sentado en un enorme loto blanco.
En lo alto de su cabeza apareció una corona y todo él fué
envuelto por las llamas. Los dos lotos, que tenía en sus
manos, quedaron suspendidos en el aire y él colocó su
mano derecha con la palma hacia adelante y con los dedos
hacia arriba; los dedos de la palma de la mano izquierda
señalaban hacia la tierra. Ifigenia Díaz Siracuza, Cibeles
Manases Spinoza y su hermano Horacio adoptaron,
también, la posición del loto, pero nada extraordinario
sucedió. Sobre sus cabezas había un resplandor muy
fuerte pero que, no obstante, no llegaba a las llamas.
Permanecieron asi muchas horas y ellos sintieron que
habían sido eternidades. Cuando la maga Justina se
levantó dijo que era hora de regresar a Tenochtitlan. Al
pronunciar estas últimas palabras se vieron
inmediatamente dentro de la esfera e iniciaron el viaje de
regreso hacia la tierra de sus antepasados olmecas.
Llegaron, por fin, al círculo de los robles. La maga Justina
les dijo que ellos tenían que recordar hasta los detalles
minúsculos pues todo tenía una importancia capital. Nadie
se atrevió a proferir palabra alguna y mientras que Cibeles
y Horacio se dirigían hacia su cabaña, la maga Justina
guiaba a Ifigenia y a Horacio hacia su cabañita, como ella
le llamaba.

Al día siguiente, la maga Justina había preparado pozole


de maíz caliente para tomar y unas tortillas de maíz con
frijoles negros.

”Quién quiere plátanos fritos?”, preguntó la maga Justina.

Ifigenia y Virgilio dijeron que sí. Nadie gustaba tanto de los


desayunos de la maga Justina como Ifigenia y Virgilio.
Cibeles y Horacio habían llegado a hacerles compañía. Los
dos tomaron asiento y la maga Justina colocó cinco
platos, cinco vasos, cuchilllos y tenedores. Una vez que el
desayuno tocó a fin, se sentaron en las banquetillas que
había cerca del río. La maga Justina le preguntó entonces
a Virgilio – porque ella siempre se dirigía primero a Virgilio
antes que a nadie – su opinión sobre las estatuas. Virgilio
juntó las dos palmas de sus manos delante de su pecho.
Las meció un momento y respondió preguntando:

”Son las estatuas el ensayo del primer hombre?”

La maga Justina contestó:

”Sí y nó. Si digo que sí es por que un ensayo de esta


naturaleza es un prodigio incalculable. Dios tuvo que haber
actuado pensando que las estatuas podrían poblar todos
los planetas del universo entero. Recuerda que las
estatuas no pueden morir jamás. Por qué esto? Existe la
posibilidad de que Dios se ausentara por un tiempo
indefinido e indeterminado alguna vez?. Podrían las
estatuas reemplazarle? Son muchas preguntas y todas
requieren respuestas muy sabias. Son los Prajapatis de la
India una reminiscencia de las estatuas?. Ten en cuenta
que los Prajapatis son los padres santísimos que guían a
toda la humanidad. No te parece que las estatuas son lo
mismo?, aunque muy bien podríamos suprimir la palabra
humanidad; ó tal vez nombrarte a ti, Virgilio, como el
depositario de esta nueva forma de ver la realidad. Qué es
la realidad, al fin y al cabo? Si respondo que nó, es porque
supongo que el primer hombre es realmente Dios; pero por
qué toma él la precaución de formar a las estatuas?, y,
sobre todo, porque concede Dios tanto poder a las
estatuas? No es esto una reflexión que Dios hace?, por
qué la hace?. Qué me dices tú?”.

Virgilio pensó, antes que nada, en el día cósmico. Pensó


también en la naturaleza primordial de donde todo ha sido
creado. Pensó también en el estado anterior a la creación
cósmica.

”Las estatuas son pre–cósmicas, de eso no hay duda. La


naturaleza de las estatuas es diferente de las otras
naturalezas posteriores a ellas. La pregunta que se me
ocurre hacer es si la naturaleza de Dios es igual a la
naturaleza de las estatuas? Si es asi, entonces las estatuas
son Dios mismo. Una prevención de este tipo supone
sostener o pensar que Dios no duda sino que se prepara
para evitar los peligros o las emergencias que pudieran
surgir después. Las combinaciones producen siempre
sorpresas”.

Cibeles pide entonces la palabra:

”Yó estoy vislumbrada por la perfecta sabiduría de las


estatuas. Era como estar enfrente de Dios mismo y
escuchar esas palabras que tanto nos conmueven .”en el
principio era el verbo…” . Pienso en el Pleroma, ese estado
anterior a la creación en donde lo único que se puede
entender es lo Divinal en su absoluta perfección”.

Ifigenia, por su parte, pensaba en el Caos.

”Era, en los tiempos del Caos, todo incoherente? No había


nada formado. Solo el espíritu, en el cuerpo que éste haya
tenido, era lo único existente en todo ese desordenado
orden”.

Horacio Manases Spinoza dijo que todo eso era muy difícil
y optó simplemente por callar.

La maga Justina había entendido que en el alma y en el


corazón de Horacio se desarrollaba una batalla de
impredecibles resultados. Le dejó ser, pues intuyó que un
alma delicada como la de Horacio necesitaba tiempo para
deglutir verdades para las cuales él no estaba en posición,
en estos momentos, ni de aceptar ni de rechazar. La maga
Justina examinó el cielo y dijo que deberían de ser las diez
de la mañana. Ifigenia miró su reloj pulsera y constató que
eran exactamente las diez de la mañana.
EL ORIGEN DE LOS
SIGNOS

Beatriz Siracuza y su hombre, Esquivel Díaz Granada,


habían tomado el bote velero y después de haber
navegado algunas horas habían llegado hasta mar
adentro, en las quietas aguas del Golfo de México. Durante
casi doce años Esquivel había querido hablar con Beatriz
sobre aquella vez en que la madre Justina y él habían
conversado diez horas sobre su hijo Virgilio. Beatriz
siempre había querido saber todo lo referente a eso.
Esquivel se había sentido algo culpable por el silencio que
él se vió obligado a guardar después de todo ese tiempo.
Ùltimamente, Beatriz no se había sentido bien y Esquivel
quiso entonces despojar a su corazón de tanto peso.

”Recuerdas, Beatriz, le dijo Esquivel, aquella vez en que la


maga Justina y yó hablamos en el jardín de la villa?”.

”Sí, claro que lo recuerdo”, le respondió quedamente


Beatriz.

”La maga Justina y yó hablamos desde la mañana hasta


casi entrada la noche. Aquel día Virgilio me había
arrastrado hacia el río para que yó le comprara frutas. Tú
sabes lo mucho que a Virgilio le gustan las frutas,
especialmente la anona, la cual nosotros siempre
bebemos licuada con leche y azúcar. Ese día la maga
Justina estaba arribando con su viejo bote – antes que
Virgilio le comprara la nueva embarcación - cargado de
frutas a los muelles del río cuando Virgilio me llevó hacia
ella. La maga Justina, entonces, le pidió a Virgilio que le
enseñara las palmas de las manos. Yo recuerdo ese
instante, como si hubiera sido ayer, porque la reacción de
la maga Justina, a la cual yó no conocía, fué de mucha
sorpresa. La maga Justina me exigió que yó tenía que darle
a Virgilio para que ella le enseñara todo lo que ella sabía.
Ella me explicó que Virgilio era un niño descendido
directamente del cielo. Este niño, me dijo, ha llegado para
cumplir un trabajo muy importante. Me aseguró que Virgilio
tenía grabada la pentalfa sagrada en cada una de las
palmas de sus manos. Cuando ella lo expresó, yó no
entendía entonces mucho sobre estas cosas; con el paso
del tiempo empecé a interpretar la naturaleza contenida, nó
en los signos especialmente, pues mi entendimiento es
bastante obtuso, sino en la fuerza de Virgilio. Lo que
definitívamente vino a convencerme fué escuchar a Virgilio
decir cosas que, después de algunos días o algunas horas,
transcurrían precísamente como él las había dicho. Las
exactas predicciones de la maga Justina iban, poco a
poco, ganando terreno en mi cerebro. Cuando alguno de
esos días esos límpidos presagios entraron a mi corazón,
quedé lo que se dice petrificado. Resulta que yó había
perdido un seguro colectivo; se trataba de lograr un
contrato para cincuenta mil obreros que trabajaban en la
Petroquímica. Virgilio me había dicho que yó debía de
esperar por la venida de la luna llena y después ir a la
iglesia de San Pedro. Allí debería yó de encender siete
velas y pedirle a la madre Tonatzin que me ayudara con el
seguro. Yó no le dí, entonces, mucha importancia a lo que
nuestro hijo Virgilio me había dicho. Pocos días después
de eso, Virgilio me aseguró que todavía no era demasiado
tarde para conseguir la firma del contrato. Te lo aseguro,
padre, la madre Justina y yó estamos de acuerdo. Me dijo
que invitara a la Directiva corrupta del sindicato y que no le
ofreciera dinero, como todos suelen hacer, sino que
invitara al presidente de la Directiva a casa para que el se
encontrara con la maga Justina. Ella hará el resto, padre,
me había asegurado Virgilio. Como yó yá había perdido
totalmente las esperanzas de obtener el contrato le hice,
pese a todo, caso a nuestro hijo. La maga Justina estaba
esperando en el jardin de nuestra villa el día que yó llegué
con el presidente de la Directiva del sindicato. Llevé al tipo
al jardín y él, al ver a la maga Justina debajo de los
árboles de naranjo, perdió el habla. Noté que estaba
totalmente fuera de control. Inclinándose hacia mi oído
derecho me preguntó que si yó era amigo de la maga
Justina. Yo le contesté que ella y nuestro hijo Virgilio
solían conversar cada semana y que ella venía desde
Tenochtitlan hasta Coatzacoalcos solo por ese motivo: ella
y mi hijo son verdaderos amigos, le dije. El presidente de la
Directiva del sindicato se arrodilló ante la maga Justina y
habló largamente con ella. Yó me mantuve a distancia y no
me enteré sobre lo que ellos hablaron. Esa misma noche,
Virgilio me relató que la maga Justina le había salvado la
vida a la madre del presidente cuando todos los médicos
del puerto habían estado de acuerdo que nada podría
hacerse; es decir, la habían prácticamente condenado a
muerte. Pues, bien, el presidente del sindicato y yó
dejamos a la maga Justina y a Virgilio en el lugar donde
estaban sentados. Recuerdo exáctamente las palabras del
presidente de la Directiva del sindicato: la maga Justina me
ha pedido que yó le conceda a usted el contrato del seguro
colectivo de la Petroquímica. Allí, ese mismo día, entendí
que nuestro hijo Virgilio estaba cargado de cualidades
especiales y que, pese a que yó luchara por comprender,
me costaría asimilar eso en mi corazón y en mi alma. Pero
yó había recibido una pequeña prueba que me había
sacudido hasta en los escondrijos mas secretos de todo mi
ser. Haber obtenido ese contrato de por vida para
cincuenta mil asegurados nos proporcionó una situación
privilegiada. A mi, en verdad, no me importaba mucho la
cuestión económica, sino, antes que todo, saber que la
seguridad de nuestro hijo descansaba en las manos y en
la sabiduría de la maga Justina. A partir de ese día miré
de distinta manera a la anciana maga. Cada vez que la
madre Justina abandonaba Coatzacoalcos junto con
Virgilio para irse a pasar una semana en Tenochtitlan, el
corazón se me sublevaba de incertidumbre. No es que yó
estuviera inseguro o que me sintiera en desacuerdo con
los propósitos de ella, sino que cada vez veía yó que me
hijo Virgilio se iba pareciendo más a la gran anciana y esto
me movía el terreno que yó pisaba. Al final, terminé por
aceptar todo eso. Nuestro hijo Virgilio era feliz y eso era lo
más importante de todo. Después, Virgilio había empezado
a tener una gran influencia sobre Ifigenia; allí, creo yó,
supe que la verdad tiene muchos colores y muchos
sabores, también, pero Ifigenia había hecho su entrada al
universo de la maga Justina y de Virgilio y eso me
tranquilizó. Virgilio nunca va a abandonar a su hermana
Ifigenia, pensé, pues ya mi razón había viajado a los
terrenos increíbles de lo imposible”.

Beatriz Siracuza puso algunos acentos sobre las íes


olvidadas de las cosas:

”Yo siempre estuve segura de la anciana maga Justina,


dijo Beatriz Siracuza, pues cuando yó estaba a solas con
Virgilio él me relataba cosas tan extraordinarias que ellas
no tenían cabida en lo que nosotros llamamos
entendimiento. Pero yó comprendía a Virgilio y sabía que él
nunca hubiera tenido la desfachatez de mentirme pues los
lazos que nos unían eran muy fuertes y, además, la sangre
que corría en nuestras venas nos obligaba a decirnos la
verdad pese a la nefasta marca de las circunstancias. Me
entiendes? Lo principal de todo eso era que la madre maga
Justina estaba llenando de artes seductivas a nuestro hijo.
Hasta lo que Virgilio hablaba tenía que ver con las cosas
que nadie jamás ha entendido. Yó estoy segura, sin
embargo, que asi como nuestro Virgilio, hay gente muy
especial que está llena de las cosas extraordinarias que
solo el cielo y nada más que el cielo puede tan claramente
conceder. Pero los dones del cielo hay que merecerlos. No
cualquiera puede recibirlos. Por qué nuestro hijo Virgilio?
Esta pregunta me la hago cada día y la repito una y otra
vez sin jamás cansarme. Las veces que yó hablaba con la
madre Justina, como nuestro hijo siempre le ha llamado,
llegaba yó a conclusiones que nada tenían que ver con lo
que uno conoce como el sentido común. Todas las
fronteras volaban entonces en miles de pedacitos, y yó
tenía que quedarme muy callada, pues las reglas de la
razón no hubieran podido servir para nada. Cuando Virgilio
me informaba sobre los viajes que él y la maga Justina
hacían hacia los universos lejanos, toda mi piel se me
erizaba. Virgilio no notaba nada de eso pues él estaba tan
concentrado en sus relatos que nadie hubiera podido
distraerlo. Su mundo no era de este mundo, como él decía,
sino del mundo de las perfecciones. Después venía la parte
en que uno debería de mostrarse como un caballo de
hierro para poder resistir la consistencia extraordinaria de
sus narraciones. Algunas veces pensé que nuestro Virgilio
había perdido todo contacto con la realidad y entonces me
entraban ganas de llorar, pero pronto llegaba yó a la
conclusión que ni eso me ayudaría a entender cabalmente
a nuestro Virgilio. Cuando tú estabas de viaje y
permanecías fuera de la ciudad por algunos días, yó
obervaba que la madre Justina y nuestro Virgilio entraban
a la capillita que tenemos en el jardín a ”conversar” con la
madre Tonatzin, cuya imagen la madre Justina había traído
desde la selva. Los dos pasaban horas encerrados en la
capillita y cuando salían reían como dos niños
inseparables. Virgilio decía que la madre Tonatzin era la
parte femenina de Dios y que eso era muy sencillo de
entender. Solo un loco podía dejar pasar esto
desapercibido, repetía, y después me explicaba los
secretos de las plantas y los secretos de los animales y las
piedras y los elementos y la razón de ser del sol y de las
lunas de los planetas y los sistemas planetarios y las
galaxias y las nebulosas y todo lo que estaba más allá de
todo eso. Mira madre, me decía, aquí hay secretos que
están a la vista de todo mundo, por eso nadie los puede
descubrir. Virgilio decía cosas que sucedían precísamente
como él me las había explicado. Cuando Virgilio hablaba
con Ifigenia, ella quedaba sin habla y contestaba con las
herramientas de su saber solamente. Al final de todo
Virgilio la convencía con argumentos tan claros que ella
tenía que verse persuadida a aceptarlos. Hay gentes, me
explicaba Virgilio, que nacen con todas las facultades
abiertas; lo único que necesitan es un guía que les
proporcione los medios mínimos para ejercitarlas. Si yó
encontré a la madre Justina fué porque ya eso estaba
grabado como un encuentro ardiente en mi vida; eso no
hubiera podido evitarlo. La madre maga Justina y yó
hemos marchado juntos muchas veces en vidas pasadas.
Hemos sido miembros del mismo clan y de las mismas
cofradías mágicas desde los tiempos inmemoriales. Ella ha
sido mi madre, mi abuela, mi hermana y muchas figuras
muy importantes en mis antiguas existencias. Esta vez
estoy por dar un gran salto hacia adelante y la maga madre
Justina me está ayudando con todos los conocimientos
que ella posee. Tengo que instruirte sobre todo lo que sé
antes de partir hacia mi destino, me ha dicho ella y yó sé
que todo lo que ella dice es absolútamente verdad.
Escucha Esquivel, esto me lo decía Virgilio cuando él solo
tenía diez años de edad, te das cuenta de la grandeza de
todo?. Te voy a confesar algo que me sucedió con la
madre Justina un día en que tú y Virgilio se habían ido de
pesca. Yo me había atrevido a preguntarle que era lo que le
había atraído de Virgilio y por qué ella había escogido a
nuestro hijo entre todos los niños del mundo. Hija mía, me
reveló, este niño no es de este mundo. Las cosas que él
trae en su alma y en su corazón no pertenecen al dominio
de lo normal. En primer lugar, Virgilio vino al mundo con
los signos inescrutables de la gran magia en sus manos.
Esto quiere decir que él, aunque no lo hubiera querido
llegar a saber, es dueño de una forma de ver y entender
las cosas que sobrepasa a todos los demás, incluso a mí.
Por el momento estoy jugando el papel de su maestra, pero
él pronto me dejará atrás. Lo que el sabe va a salir a flote y
entonces pasarán acontecimientos que nada tienen que
ver con la forma lógica de pensar. Virgilio, mujer mía, sabe
las respuestas de las preguntas mas difíciles, además las
cosas que el predice siempre están en correspondencia
con la claridad de los grandes magos cuando ellos
responden para hacer llegar la palabra de los Dioses a los
hombres. A tí qué es lo que realmente te preocupa? Virgilio
continúa estudiando y por ese camino va a
proporcionarnos sublimes enseñanzas. Como él no es un
tipo común, tiene una tarea gigantesca que cumplir y yó te
voy a decir cuál es esa tarea. El ha llegado al mundo para
instruirnos a nosotros los humanos sobre las cosas que
debamos hacer para evitar los grandes peligros que nos
amenazan. Los políticos de las grandes potencias no
escuchan la voz de la concordia ni la voz de las sanas
advertencias. Ellos están tan metidos en su desenfrenada,
enferma y loca carrera que solo hacen caso a sus socios
de partido y a sus compinches de sus esferas económicas
de saqueo. Todas las perspectivas inteligentes se han
perdido y ellos, mas que nadie, se niegan a soltar las
máscaras usadas para seguir rapiñando en sus contiendas
miserables de todos los días. El medio ambiente está
amenazado en verdad. La naturaleza, para defenderse, ha
empezado a resistir y contratacar y de sitiada se está
convirtiendo en sitiadora; además está transformando
todos los venenos que los hombres han continuamente
lanzado contra ella. Todas las substancias tóxicas, las
armas venenosas, los peligros químicos, etc. , etc. , están
siendo revertidas por las fuerzas naturales en contra del
hombre y sus propósitos de querer siempre engañar a los
demás. Hay desperdicios atómicos que han sido lanzados
por todas partes, en el mar especialmente, y esto es muy
grave. Los animales están ya en camino de trastornar los
propósitos iniciales de la locura de los líderes. El mundo
ha caído en manos de gente sin escrúpulos. No hay
verdaderos líderes, sino jefes de grupúsculos sin moral.
Lo único que a ellos les interesa es el dinero y el prestigio;
ellos quisieran permanecer siempre en el poder. Todas
estas locuras son imposibles de realizarse. Nada ni nadie
tiene poder para imponer una mala voluntad sobre los
demás. Los jefes de estado, para poder seguir continuando
en el ejercicio del poder, erigen proyectos que ni van a
salvar al mundo y ni van a salvar a la gente. Todos esos
nuevos proyectos empiezan, como lo que uno entiende,
con buena voluntad, pero terminan siempre en la
formación de grupos selectos que dentro del proyecto
inicial quieren apoderarse de la oportunidad de ejercer el
poder para continuar imponiendo sus deseos ególatras.
Hablemos de los polos de poder: la derecha
ultrarreaccionaria quiere posesionarse del control de todo
el planeta. Las cosas estám tan desarregladas que nadie
entiende nada. La gente vota y después cae en cuenta que
una vez más ha sido engañada. Ni derecha ni izquierda van
a salvar al mundo. Lo único que brilla en toda esa negra
obscuridad es la lucecilla de la sabiduría, pero nadie la
percibe. Sin embargo, hay signos saludables. Está
naciendo la vanguardia de la humanidad del mañana y ésta
gente ve todos los actuales embrollos con nítida claridad.
Nó a la matanza indiscriminada de los animales. Nó a la
fabricación de armas. Nó a la venta y proliferación de
armas. Nó a las substancias, que dañan la salud, usadas
en los alimentos y las medicinas. Nó al alza de los precios
de los medicamentos. Nó a los deseos de mantener a los
pobres sin seguros que los obligue a ser lanzados en las
llamas agotadoras de la ignominia y les prohiban el
acceso a los hospitales para ser atendidos y curados. Nó a
las bárbaras matanzas de la gente refugiada que ya no
tiene lugar donde resguardarse de todos los peligros que
amenazan sus vidas y las vidas de sus hijos. Nó a los
robos de los recursos de los países más pobres. Nó a de
los líderes que han falseado el ejercicio democrático para
robar, saquear, estafar, hurtar y despojar a las naciones de
sus riquezas naturales que no les pertenecen ni nunca les
han pertenecido. Nó a la formación de nuevos grupos o
uniones internacionales de dominio cuya única meta es la
de prolongarse en la cima del poder absoluto. La riqueza
insultante de los países poderosos tiene que ser repartida
entre la gente de los países miserables. El nivel de vida de
la gente tiene que ser subido. Nó al alza de precios de los
alimentos. Los países ricos tienen la obligación de
escuchar la conciencia del mundo y parar la ceguera
egoísta e despiadada de sus líderes. Poner la ciencia al
servicio de la humanidad. No habrá manera de resolver los
problemas climatológicos si no escuchamos las últimas
advertencias que la naturaleza nos está mandando.
Respeto a la mujer y respeto a sus derechos. Respeto a
los niños : nó a la explotación infantil. Los hombres tienen
que entender que no habrá paz en la tierra si no pensamos
como seres humanos. La agricultura tiene que volver a sus
orígenes. Agricultura sin venenos da productos sin
venenos. Nó a los efectos devastadores de la polución
sobre el medio ambiente. Nó a las máquinas y al
despliegue de sus desperdicios tóxicos que contaminan y
ponen en peligro al mundo. Nó a las fábricas de productos
peligrosos que dañan la salud. Nó a la fabricación de
cigarrillos. Nó al consumo de productos que nunca han
estado bajo el control de las autoridades de la salud. Nó a
la venta indiscriminada de medicinas ni a sus altísimos
precios. Sí a la fabricación de vehículos de transporte
basados en la energía favorable a la vida. Sí a la pesca con
control y nó a la pesca furiosa e incontrolable que amenaza
romper el balance en la reproducción de las especies
marinas. Nó a la prostitución. Nó a cualquier tipo de
guerra que los poderosos quieran organizar para llenarse
los bolsillos de dinero en cualquier parte de la tierra. Nó a
la prostitución infantil. Nó a la creación de los carteles de
control de las fuentes energéticas. Concesión de los
derechos a las minorías lingüísticas. Libertad a las
minorías que quieran independizarse. Libertad a las
minorías sexuales. Nó a la explotación laboral infantil. Los
niños tienen que jugar y no pasarse el período de la niñez
trabajando como esclavos. Disolución de todas las
fronteras que solo sirven para que los países más ricos
exijan para sí privilegios que a otros le son negados. Sí al
trabajo para todos como un derecho inalienable. Sí al
salario decente para todos aquellos que quieran estudiar.
Nó a todo tipo de cuota de pago para los que ingresen a
las universidades. La educación tiene que ser para todos y
no puede estar bajo ninguna imposición económica. Nó a
los impuestos que sobrepasen el diez por ciento del
salario. Nó a los proyectos en donde unos cuantos decidan
lo que va a realizarse. Nó a los ataques mutilatorios en
contra de los órganos sexuales de las mujeres. Nó a los
bancos cuya misión es hacer enriquecer a unos cuantos.
Ha llegado el momento en que todos tienen que trabajar.
Nó a la jornada diaria de ocho horas de trabajo. Sí al
mantenimiento de las actividades estéticas de aquellos que
quieran desarrollarlas. Sí a la jornada diaria de trabajo de
cuatro horas al día. Sí al tiempo libre para que cada uno se
dedique a las actividades artísticas o literarias. Nó a la
creación de equipos de investigación científica que solo se
la pasan disponiendo y derrochando sumas enormes de
dinero sin llegar a conocer las causas de las
enfermedades. Sí al apoyo a todos los magos curanderos
que conocen los secretos de las plantas para sanar las
enfermedades. Sí a la verdadera religión y nó a las
religiones que solo han servido para que unos controlen y
decidan sobre las grandes mayorías. Hay que acabar con
el show de los poderosos. Sí al derecho que todos deben
de tener sobre la alimentación. Sí a la alimentación basada
en los productos agrícolas y cada día menos sobre la
alimentación establecida en la muerte y el consumo de los
animales. Sí a todo el apoyo para los minusválidos. Qué te
parece todo esto Beatriz?, crees tú que todo esto es
demasiado exigir? Ten en cuenta que el hombre ha vivido y
ha matado al hombre desde hace miles de años atrás.
Crees tú que soy yó la que exijo estas demandas. Te voy a
decir una cosa, Beatriz, no he sido yó sino tu hijo Virgilio el
que ha pensado en todos estos problemas. Es él quien me
ha estado enseñando. Yó solo le he escuchado y todo lo
expuesto por él me parece justo porque simplemente no
es egoísta. Si el mundo va a cambiar tendrá que ser
porque las nuevas generaciones van a tomar las cosas
más importantes, para nosotros y para el planeta entero,
en sus manos. Como nunca ha bastado salir a la calle para
exigir nuestros derechos hace falta hoy día de algo más
consistente y persuasivo. Pues bien, Virgilio está
dispuesto a recurrir a las armas de la magia para llegar a
algo bien concreto en esto. Primero voy a pedir, me ha
dicho, después voy a exigir; si nadie me hace caso,
entonces voy a obligar a los poderosos a abrir los ojos y
darse cuenta que el tiempo de las injusticias y de los
abusos ha llegado a su fin. Los señores de la luz me
asistirán en esta gran tarea. Yó soy el primero y después
de mí vendrán multitudes reclamando por todo esto. Los
tiempos de la paciencia no existen más: estamos ante los
tiempos de la verdad. Cuando el Cristo llegó todos se
burlaron de él y nadie le creyó. El proyecto de la creación
se ha decidido por tomar otros senderos. Dios quiere el
bien y lo quiere ahora. Los demonios tendrán que salir de
escape. Ya no hay tiempo que perder. Todos tienen que
salir a las plazas y a las calles para exigir lo que es bueno,
ya no lo que es justo. Lo que es justo eso todos lo saben;
hasta los malvados saben lo que es justo y si ellos hacen
la justicia a un lado es porque creen que su reino de
soberbia y de maldad será inextinguible. Todo esto se
acabó. Nosotros no vamos a iniciar ninguna revuelta
donde la sangre esté mezclada, lo que nosotros vamos a
hacer es simplemente persuadirlos, convencerlos,
demostrarles que lo único que es eterno es solo el reino de
la bondad. Y si ellos llegaran a negarse, entonces recurriré
a la medida extrema de tener que cambiarles de parecer y
si ellos se resisten entonces los obligaré a cambiar de
forma de pensar. Lo que ellos no saben es que ellos con
sus actos están invocando la llegada del mal para disolver
la acción benefactora de la vida. Esto es inaceptable y hay
que poner remedio a ello. Ellos no se han dado cuenta que
el bien puede ser maltratado, acorralado, perseguido,
encarcelado, vilipendiado, mentido, insultado, pero nunca
puede ser aniquilado pues la creación entera es del orden
del bien y esto siempre prevalecerá de esta manera. Esto
me dicho tu hijo Virgilio, Beatriz, y es bastante fuerte, estás
de acuerdo conmigo? Un hombre de esta naturaleza ya no
es un hombre en el sentido estricto de la palabra.
Coatzacoalcos lo ha visto nacer y Tenochtitlan le ha dado
las primeras iniciaciones. Lo demás está en manos de la
bondad celeste y todas sus fuerzas indomables. A Virgilio
le han sido concedidas todas estas fuerzas formidables. Lo
que nos queda es esperar el momento oportuno: Virgilio ha
dicho que los tiempos están maduros para iniciar la gran
tarea. Los Dioses están con nosotros. Quien se atreva a
desafiarnos caerá bajo las ruedas del carro de la victoria
final, me ha dicho tu hijo Virgilio, Beatriz, yó solo quiero
que tu lo recuerdes porque su esencia proviene de los
instantes mismos de la creación y su fuerza es más
poderosa que todas las fuerzas de los malvados juntas.
Antes de que los extremos se toquen la obra del que lo
sabe todo se concentrará en el ahora, porque el ahora está
demandando la entrada al mundo y a los corazones de los
hombres la verdad de los principios. Estamos en los
tiempos justos, Beatriz., sobre esto no podemos dudar ni
un solo segundo. Las cartas, como se dice vulgarmente,
han sido echadas, nos resta solo esperar para ver si el
mundo se salva o es precipitado al holocausto de las
sombras”.
LOS OLMECAS EN LOS
PRINCIPIOS
Cibeles Manases Spinoza nació, como Virgilio Díaz
Siracuza, un quince de marzo. Cibeles vió la luz primera en
Tenochtitlan, Virgilio nació en Coatzacoalcos. Esa era la
diferencia única. Los dos eran guerreros del mismo signo
zodiacal y tenían como misión en la vida dedicarse a
levantar una conciencia cósmica, primero, después
seguirían los mandatos de sus corazones y los mandatos
de sus almas. Más adelante ellos lo arriesgarían todo para
lograr la unión entre sus almas humanas y sus almas
divinas. Esto era lo que los maestros que los guiaban
habían entendido como el momento de la cita en donde
Virgilio y ella se verían obligados a continuar en lo que ya
estaba escrito mucho antes que ellos vinieran al mundo.
El día que Cibeles encontró a Virgilio por primera vez las
cosas cambiaron radicalmente para ella. Ella se sintió,
entonces, transportada a sitios jamás imaginados, a
lugares nunca visitados y a momentos en ninguna
ocasión experimentados o vividos. Su corazón le habló de
instantes que ella no había sentido y ella se dejó llevar por
toda esa delicada y poderosa corriente, que no la
esclavizaba sino, que la liberaba definitívamente de todos
sus temores. Con Virgilio a su lado ella se atrevía ir hacia
cualquier peligro y, aún con todo lo que eso significaba,
estaba segura que ningún mal le acaecería. Los días en
que ella no se encontraba con Virgilio le llegaban a
inquietar a tal grado que ella hubiera podido perder
fácilmente la noción de los acontecimientos sino fuera
porque su alma estaba adherida a las fuerzas que la
consolidaban en esta vida a la tierra del amor y de la
bondad. Cibeles estaba con los pies bien puestos sobre
su misión en esta vida. Ella sabía que ella podía perderse
y conocía todos los riesgos a los que estaba expuesta. Lo
que nunca aceptaría sería ir en contra de sus convicciones
interiores pues éstas se habían ido formando en los
perfiles de otras duras experiencias sucedidas muchas
vidas atrás. Virgilio y ella habían tomado esa mañana un
paseo por la selva. Primero habían encontrado una víbora
que al detectarlos se enroscó suavemente y permaneció
quieta en su lugar escogido. Virgilio la había levantado y la
víbora se había enroscado en su brazo derecho. Después
la soltó y la víbora continuó lentamente su camino.
Cibeles sabía que la víbora de coralillo era venenosa y no
recordaba que nadie jamás antes la hubiera tomado
suavemente en sus manos sin que algo inesperado
sucediera. Pero no pasó nada de eso. Ella notó que los
animales, aún los considerados peligrosos, le obedecían y
se sentían muy seguros y tranquilos en sus cercanías.

”La madre maga Justina, desde que yó era niño, siempre


me ha dicho que el temor da nacimiento al temor. Cuando
tú te acercas a alguien con temor, es por dos razones : en
primer lugar tú estás trasmitiéndolo y , en segundo, el
temor te está siendo transmitido. Allí sucede un acto de
comunicación basado en el miedo y las dos corrientes que
lo transportan están sintiéndose atraídas por él. Si tú
erradicas el temor de tu corazón, lo erradicas de tus actos
y la persona que se encuentra enfrente de tí, ó en este caso
el animal, lo sabe. Como los animales tienen una
percepción más poderosa y más potente que la nuestra,
captan inmediatamente el peligro transmitido; si ellos
reciben temor , ellos saben que en una casi totalidad están
en peligro, por eso atacan. Cuando los animales no
detectan nada de eso entonces ellos confían en tí. El amor
lo vence todo, pero lo tienes que percibir y sentir en tu
corazón y en todo tu cuerpo y en toda tu alma; allí ,
entonces, los animales son tus aliados y no tus enemigos,
te ayudan y no se apartan de tu lado”, le explicó Virgilio.

”Todo esto parece muy sencillo”, le contestó


inmeditamente Cibeles.

”No es tan sencillo como se puede observar a primera


vista. Desde hace miles de años el hombre ha venido
combatiendo a los animales y en la mayor parte de los
casos los ha aniquilado sin ninguna misericordia. Los
animales ya saben que el hombre es el enemigo más
despiadado. Yó puedo hacer esto con una víbora, porque
la víbora es un animal noble, pero yó tendría mucho
cuidado de hacerlo con un tigre o un león. Los felinos son
activos y su naturaleza ahora les obliga, si son agredidos,
al contra-ataque inmediato antes que permanecer
tranquilos. La razón de esto reside en su fuerza física que
los preserva de los ataques porque ellos saben ya que
ellos también pueden aniquilar a sus atacantes o a
cualquiera que se les acerque con malas intenciones.
Antes, los felinos vivían pacíficamente al lado de los
hombres, pero esos tiempos ya acabaron. Para dominar a
un león hay que repetir ciertos mantrams milenarios que
hacen que los animales vuelvan al estado de inocencia.
Solo asi se les puede inmovilizar. Un mago maestro podría
mandar sobre los animales y usarlos como instrumentos
de defensa, pero nunca lo haría, ya que el mago maestro
sabe respetar el espacio de libertad en el cual cada ser
debe moverse”, finalizó Virgilio.

”Por qué los animales se exterminan entre sí, Virgilio?”, le


inquirió Cibeles.
”Eso los animales lo han aprendido del hombre. La primera
vez que un hombre mata a un animal sucede algo tan
fuerte que la naturaleza registra ese acto en toda su
naturaleza. La naturaleza registra y guarda todo. Esa
preservación tiene que ver con las leyes de la justicia.
Nadie que sea juzgado puede lamentarse de ser acusado
en falso. No me refiero a los juicios entre los hombres,
pues estos están siempre construídos en la falsedad o en
las convicciones demoníacas que quieren destruir y
vencer a una de las dos partes: o bien al acusado ó bien al
acusador. La naturaleza está siempre en posibilidades de
mostrar, no de demostrar, lo que ha sucedido, lo que
sucede y lo que va a suceder. La naturaleza posee la
increíble facultad de poder decir las cosas en imágenes sin
mentir. La naturaleza nunca miente. La escritura tiene su
orígen en esta gran facultad creativa de la naturaleza.
Baste que alguien repita algo dos o más veces para que
eso se convierta en una actividad en la que el hombre
dependa de ella o la haga depender de sí. La palabra viene
de Dios, la escritura de los semi-Dioses. Un acto tan
sagrado y tan inexplicable como la palabra es imposible de
reconstruir, para decirlo de alguna forma; la palabra es un
acto y nó un instrumento. Los actos suceden y no hay
nadie que tenga control sobre su nacimiento y sobre su
muerte. Los hombres pueden manipular la palabra, pero no
la pueden ”hacer” ni la pueden ”matar”. La obra de Dios
es. Si habláramos de una civilización divinal,
descubriríamos que la palabra de los inicios ha sido, allí,
restablecida o preservada. La escritura marcha a ritmo con
la palabra. Esas razas divinales ejercen la función de la
palabra de acuerdo a las imágenes que les son otorgadas
por el ejercicio inmaculado de la palabra. Quien repite la
palabra de los inicios (observemos el poder omnímodo de
los mantrams) repite actos que crean o que destruyen. Un
creador no piensa, un creador otorga a sus actos lo que
sus actos le piden y merecen, nada más. Ahora hablamos
sobre esta raza cuya civilización se arrastra por el polvo
de las desgracias. Esta es una raza mezquina que ha
perdido las partes secretas que la vida le otorgó en el
principio. En la Tenochtitlan – de los olmecas - de los
inicios los hombres vivían de acuerdo al principio de la
creación y no de acuerdo a los lúgubres principios de la
explotación despiadada de hoy en día. Ha transcurrido un
espacio descomunal entre Tenochtitlan y el siglo XXI. Una
raza en la cual sus actividades descansan en la palabra es
una raza que no necesita de automóviles, trenes, barcos,
aviones, aire acondicionado, música sin sentido, ausencia
de poesía, electricidad, cine, televisión, radio, drogas,
trabajo exhaustivo, charla vacía, etc., para vivir en el
balance perfecto que dá la bondad y el disfrute de la
palabra. Recordemos otra vez que la palabra es sagrada.
Cuando nosotros usamos ”la palabra” nosotros sabemos
que esto significa lo sagrado. Detrás de nuestros actos hay
seres que nos gobiernan, pero esto lo ignoramos, o por lo
menos las grandes mayorías no lo han hecho consciente.
Estos rectores de nuestros actos no dependen de nosotros
ni de nuestra voluntad. Los yóes nos organizan la vida y
nos la roban, por eso nadie puede ser feliz. No hay nadie
que guarde en su interior la calma perfecta de las
deidades. Hay miles de yóes viviendo desordenadamente
dentro de nosotros; el resultado es que nuestras vidas
sean esa imagen caótica. Para poder poner orden en ese
universo de disolución hay que aniquilar a esos yóes. Bien,
a los yóes no se les aniquila con nuestros deseos, a ellos
se les aniquila con la palabra de las Deidades, pero
nosotros no poseemos esa facultad, esa facultad hay que
crearla y eso cuesta esfuerzos tremendos, eso cuesta
muchísimo trabajo, muchísimos sacrificios, muchísimos
desvelos, me entiendes?. Lo que nos lleva al final es la
acumulación de actos deleznables en nuestras vidas, cada
vez que nosotros cometemos un acto de naturaleza
maligna nos acercamos a la muerte; me refiero simple y
concrétamente a la muerte física. Al morir abandonamos la
tercera dimensión. Muerto, no se puede vivir en esta
dimensión. Claro que hay muertos que no viven ni aquí ni
allá, ellos han sido saltados por la Ley o han violado la
Ley, pero permanecen prisioneros en el espacio de nadie;
también eso es posible. Hay cosas difíciles de entender y
esta es una de ellas. Los fantasmas pertenecen a este tipo
de seres. Los fantasmas son neutros, pero algunos pueden
hacer daño. Los fantasmas que no hacen daño son
fantasmas que se adhieren a la vida con tantas fuerzas que
no quieren abandonarla ni quieren entrar a la dimensión en
donde hay que lavarse de las culpas. Los fantasmas que
hacen daño son fantasmas que han abandonado la
dimensión donde están y por propios impulsos han
penetrado en la zona neutra. Aquí existe un acto de
repulsión y de atracción al mismo tiempo; ni la repulsión ni
la atracción están perfectamente definidas aquí, sino son
una situación nueva e indefinible. Los fantasmas que
hacen daño y que se encuentran en la zona neutra han sido
penetrados por yóes que queriendo sobrevivir se adhieren
a lo primero que encuentran. Digamos que esos fantasmas
son desgraciados, pues no solo están muertos sino que
son esclavos de la adversidad demoníaca llevada a sus
máximas consecuencias de tribulación y maldad. La zona
neutra es similar a las personas neutras que nunca se
comprometen. Para ellos la idea de la vida tendrá que ser
siempre neutra y gris ayer , ahora y en el futuro. No es tan
fácil comprender la vida, pero hay que hacerlo a pesar de
todos los signos de las circunstancias en las cuales la vida
nos coloque. En realidad la vida no nos coloca en ninguna
parte, somos nosotros los que merecemos esas partes,
somos nosotros los que hemos ido ”construyendo” poco
a poco esa ”estructura” y las consecuencias de esas
construcciones determinan el precio que tengamos que
pagar”. Cibeles había caído en la rigidez del silencio; sin
embargo se atrevió a preguntar :

”Pero, de dónde vienen los Olmecas?”.

”Cuando decimos Coatzacoalcos queremos decir


”Santuario de la Serpiente”. Partamos de aquí. La raza
Olmeca pertenece a una cultura serpentina. Los Olmecas
son conocidos como el pueblo de ”hule”. La verdad es que
los Olmecas provienen de ”Thule”, la isla del misterio. Esta
isla misteriosa no es más que la Atlántida, el continente
hundido. La Atlántida estaba situada en lo que hoy
conocemos como océano Atlántico. Es lógico que
nosotros pensemos que los grupos humanos que vivían en
la Atlántida, particularmente los que se encontraban entre
las fronteras de la parte oeste de la Atlántida en su huída
hacia el continente Americano, cuando la gran catástrofe,
hayan tomado el camino más corto para tratar de salvarse.
Todos estos grupos sobrevivientes han dejado sus huellas
a lo largo del continente americano. El grupo que llega a la
zona conocida hoy día como Olmeca, presenta en su
tipología racial, caracteres comunes con las razas
asiáticas, africanas e indígenas. La raza Atlante había
llegado a la unión de múltiples razas. Pensemos en el Paris
de hoy en día, por ejemplo, y encontramos que allí viven
diferentes tipos raciales. Las catástrofes mayores
producen desplazamientos de grupos raciales que buscan
reacomodarse en las nuevas tierras a las cuales llegan. Si
nosotros regresamos al ”Santuario de la Serpiente”,
encontramos que Quetzalcoatl, la serpiente emplumada,
promete regresar para arrojar el culto de Tezcatlipoca, el
espejo ahumado, y reiniciar una era donde las Divinidades
vuelvan aceptar los sacrificios de las flores y acabar con la
insaciable sed por la sangre humana. Esta es la filosofía
de la raza Olmeca. El territorio Olmeca se asienta en la
costa del Golfo de México; es decir, la zona más cercana a
lo que antigüamente conocíamos como la Atlántida. Los
Olmecas se asientan entre el río Papaloapan y el río
(Blasillo)-Tonalá , la costa y la sierra: Tres Zapotes, la
Venta, San Lorenzo, Tenochtitlan. Tenemos muchas cosas
más que decir. Las colosales cabezas de basalto
encontradas en la zonas de La Venta y San Lorenzo
presentan rasgos plenamente negroides. Aquellos que
sostienen que estas cabezas muestran el tipo físico real
del pueblo Olmeca están perdidos en sus investigaciones.
En todo el territorio Olmeca existen hoy día una gran
cantidad de sitios arquelógicos que no han sido
debídamente investigados. Las figurillas Olmecas hechas
en arcilla que han sido denominadas ”baby face”, ”rostro
de niño”, presentan rasgos muy difíciles de negar: ojos
similares a la raza oriental, japonesa, china, coreana, los
Kmer, Filipinas, Thailandia, Tibet, etc., nariz puntiaguda y
fina, la comisura del labio superior levantada y la carencia
de sexo. Todo el arte Olmeca pertenece a un período ya
formado. Los Olmecas que se asientan en esta zona están
plenamente formados y poseen un arte formado. Qué son
las cabezas Olmecas? Estas moles gigantes no son
imágenes de guerreros o caudillos especiales dentro de la
comunidad; estas cabezas pertenecen a los sacerdotes
que establecían vínculos directamente con las divinidades.
Los rostros infantiles, emparentados al jaguar nos relatan
la descendencia de la raza Olmeca. El jaguar no era
solament el ”totem” de los Olmecas; este animal es la
fuente de orígen del pueblo Olmeca. El hacha llamada Kunz
es la representación de esto: facciones zoomorfas: boca
de felino, ojos almendrados, oblícuos, nariz pequeña y
chata, hocico, rasgos todos pertenecientes al jaguar en lo
que los Olmecas se convertían cuando salían a investigar
la selva y a cazar e investigar las otras dimensiones: actuar
como animales les daban la ventaja de enterarse de los
secretos que la creación ha depositado en todas partes.
Las figuritas femeninas desnudas, las llamadas ”mujeres
bellas”, dan una idea del lugar importantísimo que la mujer
ocupaba entre ellos. . Un rasgo de fuerza es que todas las
culturas que han alcanzado un gran desarrollo espiritual
están asentadas en la agricultura. Entre más rica ésta,
mayor el grado de espiritualidad. La cultura Olmeca se
estableció sobre la agricultura del maíz (Quetzalcoatl,
según los aztecas ,- que recogen los logros de los
Olmecas - se había convertido en hormiga para apropiarse
de un solo grano de maíz, que las hormigas habían
escondido en el interior de una montaña). Quetzalcoatl hizo
la donación del maíz a los hombres para que estos
pudieran alimentarse), frijoles, calabazas, camotes, miel,
frutos, productos silvestres; todo esto más la caza: aves,
patos silvestres, viudas, jabalí, armadillo, venado,
tortugas, camarones, ostiones, pescados, conejos, liebres,
etc. Y no olvidemos la miel y la leche, las raíces.
Igualmente, los Olmecas ofrecen el descubrimiento del
calendario y la invención de la escritura. Sus signos
jeroglíficos son anteriores a la escritura maya. Los
Olmecas habían llegado a descubrir la duración del año y
el mes lunar, importantísimo todo esto para la cosecha de
los productos agrícolas como el maíz, el frijol y las
distintas variedades de calabazas, sandías, raíces y
melones. La estatua Olmeca conocida bajo el nombre de
”El Luchador”es un portento de perfección en el arte de la
estatuaria: posición del loto, brazos a lo alto que ponen en
relieve toda la acción sensible de la figura, barba, bigotes y
ojos rasgados. Toda esta escultura es japonesa. Podemos,
te pregunto yó, aceptar que la edad de la cultura Olmeca
pueda encerrarse en la cifra 1500 años antes de Cristo?.
Esto es muy conservador. Aquí deberíamos pensar en, por
lo menos, quince , veinte mil años antes de nuestra era. En
los tiempos más remotos, Quetzalcoatl llega junto con su
grupo de acompañantes a Coatzacoalcos, el ”Santuario de
la Serpiente”en botes a velas. Desde aquí, también,
Quetzacoatl parte en su bote velero hecho de serpientes
para dirigirse a los cielos. El ”Santuario de la Serpiente” es
el lugar del nombre de la nueva tierra de la cultura Olmeca.
Los Olmecas llegan con los conocimientos Atlantes, son
una cultura ya desarrollada y no una cultura en
formación. Toda la cultura Olmeca era una cultura mixta
compuesta por negros, asiáticos, árabes- africanos e
indígenas. La antropolgía oficial niega la existencia de los
negros en América. La cultura Olmeca lo afirma. La
palanteología antropológica afirma que el tipo negroide
llega a las costas de América hace por lo menos quince mil
años. La llamada civilización maya no es la más antigua en
Centro América, la más vieja es la cultura Olmeca. De la
cultura Olmeca proviene la maya. Los Olmecas han
vaticinado el fin del mundo para el año 2012. Esto está
escrito en el calendario de notación con la fecha extraña
del 13 de agosto del año 3114 antes de nuestra era. Esto
quiere decir que los Olmecas son muy anteriores en miles
de años a esta fecha. No se puede llegar a una conclusión
tan avanzada si anteriormente no se han levantado los
conocimientos necesarios a una sofisticación cultural. Los
Olmecas son, también, los ”descubridores” de la rueda.
Dejaron huellas muy claras de esto en los juguetes
infantiles llamados ”perros-móviles”. Algunas
civilizaciones, la de Tiahuanaco, la Egipcia, la Olmeca,
entre ellas, y esto para reforzar el punto de vista que
difiere tanto del punto de vista de la antropología oficial,
aparecen de pronto totalmente formadas. Las herramientas
con las cuales estas tres culturas trabajan la piedra toman
miles de años para llegar a su punto de perfección. Este
tipo de herramientas no pueden aparecer como si cayeran
del aire, alguien tuvo que pensar en su inicio, su
elaboración y su momento de perfeccionamiento. Lo que
muchísimos igonoran es que las herramientas más
notables de los Olmecas estaban en el espacio de su
”psique”; las herramientas psíquicas producían cambios y
resultados notables en lo concerniente al trabajo común;
es decir, los trabajos en la piedra, la construcción de sus
viviendas y centros ceremoniales, el transporte de las
grandes masas de peso exhorbitante, etc., etc. Las
edades de los restos arqueológicos no pueden
determinarse bajo el método del carbono-14. Este método
nos da solo la edad del carbono en el fragmento
arqueológico, pero no nos puede proporcionar la edad de
la pieza examinada”.

Hubo silencio. Virgilio y Cibeles se fueron encaminando


rumbo al río donde , miles de años atrás, los Olmecas se
bañaban y jugueteaban en las pacíficas aguas del río
Coatzacoalcos sin olvidar su pasado esplendoroso. Los
dos se despojaron de sus ropas y se hundieron en el río
para disfrutar de sus frescas aguas. La tarde estaba
cayendo y la luna llena se mostraba en lo alto del cielo en
toda su fuerza y esplendor.
TIAHUANACO Y MACHU
PICCHU
Alfredo Huancayo vió la luz primera en Laha , muy cerca
de Tiahuanaco. En las líneas marcadas de su rostro curtido
por los vientos helados, se podía leer toda una vida
entregada a la meditación y al trabajo consciente de todos
los días sobre sí mismo para continuar por el difícil
sendero de los iniciados que han abandonado todo para
proseguir en la larga marcha que pareciera no tener jamás
fin. Alfredo Huancayo trabajaba para todos y nunca
pensaba en él pues esto le estaba vedado. Alfredo
Huancayo tomó la palabra:

”En Tiahuanaco y en Machu Picchu vivieron los Viracocha.


Ellos fueron los primeros hombres de piel distinta a la de
los indígenas llegados del mar en casas navegantes sin
remos. Los Viracocha construyeron Tiahuanaco y
construyeron Machu Picchu con la inmensa sabiduría de
su poder que los hombres de ahora jamás podrían
entender. Cuando los Viracocha abandonaron estas
sabias construcciones, dejaron en manos de los indigenas
las ciudades y lo que hoy prevalece como viejas ruinas.
Los indigenas heredaron las construcciones y parte
también del conocimiento de los Viracocha. Si alguien me
preguntara de donde sé yó todas estas cosas yó
contestaría que lo he aprendido de las ciencias perdidas de
los Viracocha. La psique guarda y resguarda todos los
acontecimientos, digo yó y esto es verdad. Cuando el
tiempo de decir las verdades sobre la verdad llegue,
entonces yó abandonaré mis escondrijos en Laha y, como
los Viracocha, caminaré por el mundo para enseñar a los
hombres lo que yó sé. La leyenda sostiene y repite que
Machu Picchu y Tiahuanaco están unidos por un túnel que
corre como una serpiente escondida debajo de la tierra. En
los tiempos de su aparición, Viracocha fué llamado
”Huamica”, que se puede entender como guerrero de la
verdad y la fé, ”Hayhuaypanti”, porque brillaba en la
obscuridad y la luz no le abandonaba jamás. Viracocha,
igual que la Divinidad Afrodita, era llamado ”espuma del
mar”, también se le conocía como ”Tupaca”,
”Huaracocha”,” Kon Tiki” ”Taapac”, ”Thunupa –
Viracocha” , ”Pachac – Kan”. En las bibliotecas eternas de
la naturaleza he leído que Viracocha destruyó a la raza de
los gigantes malvados que se negaron sistemáticamente a
trabajar y andaban en guerras constantes entre ellos.
Como Joshua Ben Pandira, el Cristo, Viracocha caminaba
volando sobre la superficie de las aguas. Cuando lo
precisaba clamaba a los cielos y el fuego bajaba a
descansar en sus manos. El usaba entonces el fuego de
los cielos para partir y pulir grandes bloques de rocas
gigantescas y debido a sus conocimientos y a su sabiduría
conocía todas las ciencias y todas las bellas artes.
Viracocha decía que vivir en las casas de piedras
reconciliaba al hombre con los cielos y con la luz
inextinguible de la creación. Los hombres de esos lejanos
tiempos decían que sus ojos azules ,su larga barba, su piel
rojiza y su altura le daban el título de rey de las
eternidades. Viracocha construyó canales de irrigación y
fundó la agricultura; también era médico curandero.
Devolvía la vista a los ciegos y hacia andar de nuevo a los
paralíticos y a los tullidos posando sus manos sobre ellos.
El señor de las eternidades hablaba todas las lenguas y
remodeló la estructura del aymará y el quechua. Nosotros
decimos que el aymará es la lengua lógica que los Dioses
dieron a los indígenas del altiplano Andino. También he
leído, en las bibliotecas eternas de la naturaleza, que
después de que los polos se hubieran derretido y el cielo
llorara tanto, la tierra se había cubierto toda ella de agua.
Solo las altas montañas y las altas cumbres se veían.
Viracocha, el de piel roja, apareció de pronto por el lago
Titicaca y ayudó a los pocos sobrevivientes en desgracia.
Viracocha construyó Tiahuanaco y en Tiahuanaco dejó
marcada su sabiduría en El Portal del Sol, en El Portal del
Puma, en la Pirámide de Akapana y en Kalasasaya. El
Templo Subterráneo que está cerca de Kalasasaya guarda
todavía los secretos que yó entregaré a los hombres de
corazón limpio cuando el tiempo llegue. Todos los
hombres sabios de piel roja venidos del mar que
acompañaban a Viracocha fueron desplegándose por todo
el continente indígena y dejaron huellas de su presencia,
principalmente, en lo que hoy conocemos como México.
Allá, Viracocha era conocido bajo los nombres de
Quetzalcoatl, los Mayas le llamaban Kukulkan y la raza
Quiche-Maya le nombraba Gucumatz.. Itzamana, era la
Sabia Serpiente del Este con la cual su nombre era
honrado. Quetzalcoatl y Viracocha son la misma
designación de estos hombres sabios que dejaron la
sabiduría y la bondad por todos los senderos donde sus
plantas se posaron. Los Olmecas y los Incas recibieron la
herencia de su sabiduría, pero más los Olmecas, pues ellos
aprendieron las cosas con el corazón. Los hombres de hoy
día tienen el corazón roto. Los tiempos de iniciar la marcha
hacia los herederos de la sabiduría de Viracocha y de
Quetzalcoatl han llegado. Pronto dejaré Laha para reunirme
con aquellos que han heredado y conservado la sabiduría
de La Serpiente del Este. Primero tengo que encontrar a
los herederos rojos Olmecas y la ciencia de Quetzalcoatl.
Después marcharé hacia Egipto, pues en esas lejanas
tierras está enterrada, también, una parte de la herencia
que habrá de salvar al mundo de la maldad de los hombres
que tienen el corazón roto”, dijo Alfredo Huancayo y
abandonó la Puerta del Sol en donde estaba parado
observado los cielos y repitiendo un antiguo mantram
aprendido de la ciencia que los Viracocha habían dejado
escondida en Tiahuanaco.

En Achacachi, Deucalión Punacaba había estado


esperando por Alfredo Huancayo. Los dos se reunirían
esta vez con el brujo Guillermo Cotapeti quien les había
iniciado en las enseñanzas que él llamaba escondidas
cuando eran niños y jugaban cantando en aymará las
viejas canciones perdidas en las memorias del olvido
frustrado en las calles desiertas de Laha. Cuando Alfredo
Huancayo llegó, Deucalión Punacaba le dijo que era hora
de ir a lo del brujo Guillermo Cotapeti. De Guillermo
Cotapeti nadie sabía casi nada, excepto que él era el
curandero más conocido de Achacachi y los
departamentos de La Paz, Oruro, Cochabamba, Beni y
Pando. De todas partes la gente clamaba por su presencia
cuando se trataba de casos que los médicos habían dado
por perdidos:

”Vaya usted a lo del curandero Guillermo Cotapeti que ese


señor si le curará. El ha heredado las enseñanzas de los de
piel roja. Yó ya he hecho todo lo que se debía hacer”,
decían los médicos con voz irritada y arrepentida y
dejaban a los enfermos en manos de Guillermo Cotapeti.

Solo Deucalión Punacaba y Alfredo Huancayo sabían que


Guillermo Cotapeti era no solamente curandero sino
también brujo. Las artes del brujo Cotapeti rebasaban los
conocimientos que los profesionales habían aprendido en
las universidades. Cotapeti sabía todo lo que se
relacionaba con las propiedades curativas de las plantas,
los árboles y los órganos internos de los animales.
Conocía la ciencia perdida de las otras dimensiones y
entraba y salía de ellas sin ninguna dificultad, en busca
siempre de más conocimientos cuando los precisaba.
Alfredo Huancayo y Deucalión Punacaba le acompañaban
siempre en esos viajes misteriosos.

”Con el corazón de este animal podemos hacer hablar a los


dormidos para que respondan a todas nuestras preguntas
sin despertar y con los riñones de éste animal podemos
alejar la mala suerte de las casas que han sido condenadas
por un hechizo ó un maleficio. Con las pieles de estos
animales se alejan todos los vientos de mala voluntad y
con los ojos de estas bestias cambiamos las actitudes
perversas de las personas. Con esta planta pequeñita
hacemos que las mujeres dejen de dar guerra y con esta
otra sembramos la cordura en sus corazones. Recuerden
que la luna tiene que mostrarnos su cara llena y si quieren
que la operación resulte totalmente exitosa entonces
escogen el día y la hora en que nacieron y la empatan con
el día y la hora en que la persona afectada nació. Basta que
ustedes empaten las cosas con el signo zodiacal bajo las
cuales las personas vinieron a la vida. Ustedes saben que
yó siempre hablo en incógnitas para que nadie pueda
enterarse de estas cosas pues en manos de los perversos
estas cosas pueden convertirse en armas peligrosas y
dañinas. En el mundo existen enfermedades casi
incurables. Hay que pedir permiso a los señores
Emperadores del Karma si ustedes quieren curar a alguien.
Con esto, ustedes están respetando La Ley y esto le
agrada mucho a los señores Emperadores del Karma.
Ustedes saben que antes de tomar las plantas ustedes
deben hacer las ceremonias mágicas que resguardan los
secretos de estos rituales. Sin las ceremonias las plantas
no curan. Los cuchillos o las tijeras que usen deben ser,
como ustedes saben, completamente vírgenes. El primer
paso del círculo que se trace alrededor de la planta debe
hacerse con el pie derecho. Si ustedes no hacen esto van a
obtener resultados funestos y contrarios aunque hayan
pedido permiso a los señores Emperadores del Karma. No
usen nunca la sangre pues esto inmiscuye a las entidades
y a las larvas diabólicas y allí estarían más que perdidos.
Eviten esto. Tampoco cobren una sola monedita pues se
irían llenando de mal Karma. Las ceremonias resultan bien
si ustedes no pierden el agua filosófica. En el mercurio
filosofal está la fuerza de todos los grandes cambios.
Ustedes saben por qué les hablo en el lenguaje que solo
nosotros entendemos. Esto nos preserva de que las cosas
sagradas de los señores de la sabiduría caiga en manos
mal adiestradas. No hay enfermedad llamada incurable que
pueda oponerse a la fuerza misteriosa del agua mercurial
si ustedes defienden el agua de los filósofos con toda la
maestría moral de los grandes sabios. Si la luna está en
caída no realicen ningún tipo de operación mágica pues
todo se va entonces al desastre. Esto lo hacen los
perversos magos negros que siempre andan en busca de
víctimas. El sol en Leo sirve para extirpar todos los
venenos de las plantas. La luna llena en Cáncer les ayuda a
conseguir el corazón de la mujer que ustedes amen.
Tienen que amarla, eso si, pues La Ley debe siempre
observarse y respetarse sagradamente”, les explicaba
Guillermo Cotapeti y su mirada penetraba en ellos como
rayos interrogatorios a los cuales no había manera de
rechazarlos.

Alfredo Huancayo y Deucalión Punacaba habían sido


adoptados por el brujo Guillermo Cotapeti cuando él los
descubrió pescando en el lago Titicaca un día viernes del
mes de marzo : el veintiuno, para ser mas precisos, cuando
la primavera empieza. El brujo Cotapeti se enteró que ellos
no tenían padres y vivían de la pesca y de la recolección de
frutos silvestres, de hongos y la caza de aves. Ellos no
mataban a los pájaros, sino los atrapaban para después
venderlos a quien quisiera comprárselos. Arrojaban
pepitas de calabaza que ellos habían previamente
sumergido en vino durante varios días. Las aves caían
abatidas después de haber devorado las pepitas. El brujo
Cotapeti habló entonces con el alcalde del pueblo quien le
preparó los papeles que lo acreditaron legalmente como el
padre adoptivo de los niños. Alfredo Huancayo y Deucalión
Punacaba nunca asistieron a la escuela pues ellos tenían
como tarea principal ayudar al brujo Cotapeti en todos sus
trabajos. En las noches, el brujo Cotapeti y ellos se
sentaban alrededor de la mesilla de la cocina y entonces el
brujo Cotapeti les enseñaba todo lo que un hombre, según
él, debía de saber: suma, resta, multiplicación, división,
geometría, y la lectura de textos muy misteriosos, nada
más. La avidez de Huancayo y Punacaba era sorprendente
y el brujo Cotapeti se dió cuenta desde el primer momento
que ellos estaban señalados por los cielos para hacer
grandes cosas.

”Un hombre llega al mundo para transformarlo usando el


bien y para cambiar asi la mala forma de pensar de la
gente. Cuando los rayos del sol tocan a las plantas estas
crecen y dan frutos. Cuando ustedes hablen con las
personas de nuestras cosas el deber de ustedes es, a
como dé lugar, cambiarlas. El calor del sol bien temperado
logra un efecto que es igual al efecto que ustedes logran
cuando ustedes usan la palabra. La palabra es un acto muy
maravilloso. Una frase bien pensada y bien medida puede
causar estragos o puede salvar también la vida de alguien.
Nunca usen la palabra para hablar mal de la gente ni
arrojar mentiras sobre nadie. La palabra se usa para
confortar, dar bríos, valor, animar, consolar, amar. No usen
nunca la palabra para maldecir pues esta maldición se
llega a cumplir tarde o temprano. Cuando ustedes hablen
con las plantas y les pidan curar a alguien antes de
cortarlas díganles que cuando la muerte toque a sus
puertas entonces ustedes les servirán de alimento a ellas.
Háganle siempre esta promesa a las plantas antes de las
ceremonias mágicas. Recuerden ustedes que erradicando
las acciones pecaminosas de esta vida y de las vidas
pasadas se van librando de la dualidad del deseo y del
odio. Aquello que no daña no puede contener el mal. Sean
ustedes guerreros iniciados aniquiladores del mal en sí.
Háganle saber, a los que encuentren en el camino, que el
círculo exotérico es un laberinto donde nadie,
absolútamente nadie, encuentra el sendero; todos andan a
la deriva tratando de no perderse y sucede que, al final,
caen en los pozos de los engaños y las desesperanzas;
estos pozos son negros y no tienen fin; caer en ellos
significa caer presos en las cárceles del miedo, el
desequilibrio y todos sus derivados. Los grandes
maestros ya lo han dicho muchas veces: las leyes de la
evolución y de la involución son el eje mecánico de toda la
naturaleza y nada tienen que ver con la auto-realización
íntima del ser. Nadie puede amar más la sabiduría que el
filósofo porque el filósofo es el gran conocedor de las
operaciones secretas de la naturaleza. Ustedes tienen que
trabajar todo el tiempo con la vista fija y concentrados en
imitar los procesos de la naturaleza para poder producir
cosas aún más perfectas que la misma naturaleza. Pero las
fuerzas naturales solo pueden ser controladas en forma
total por aquellos que poseen la quinta iniciación; es decir,
la iniciación que se logra en el mundo causal. Los señores
del fuego, del aire, del agua y de la tierra tienen que darnos
la bienvenida, de otra manera los elementos naturales no
pueden llegar a dominarse”, resumió el brujo Guillermo
Cotapeti y se encaminó rumbo al jeep que estaba aparcado
detrás de la casa.

”Esta noche iremos a Tiahuanaco. Este centro ceremonial


fué construído por lo menos hace quince mil años antes de
Cristo. Yo he viajado a las eras en que Tihuanaco brillaba
en todo su esplendor. Esto mismo lo he visto yó
recurriendo al recurso de transportarme en cuerpo astral a
las bibliotecas milenarias de la naturaleza. Lo he sentido,
palpado y tocado; Tiahuanaco es una herencia dejada por
los sobrevivientes de la catástrofe atlante”.

El brujo Guillermo Cotapeti manejaba el jeep con toda


calma mientras Alfredo Huancayo y Deucalión Punacaba le
escuchaban con los ojos abiertos y con las almas ávidas
de devorar el alimento insaciable que sirve para aplacar el
hambre de aquellos que aspiran a conquistarlo todo.

”Después de pasar una noche entera en Tihuanaco iremos


a Machu Picchu y al desierto de Nazca ”, dijo secamente el
brujo Guillermo Cotapeti.

”Quién hizo las figuras extrañas en el desierto de Nazca?”,


le preguntó Alfredo Huancayo.

”Las figuras del desierto de Nazca están afirmadas por una


figura muy rara que se encuentra entre una especie de
tridente y dos columnas cercanas a la ballena. Esta figura
es semejante a los habitantes de otros mundos. Al otro
lado están las otras figuras. Allí hay una especie de nave
espacial. A un lado de ella está la araña (a la que algunos
observadores científicos relacionan con la constelación de
Orión) y al otro lado un pájaro. Por la extremidad de la
nave aparece una espiral. La figura del mono, en lugar de
cola, tiene una espiral. Hay otro animalillo que se
encuentra en una especie de haz de luz, en cuyo interior
aparece también otra espiral. En total son tres espirales.
Esto quiere decir que los que hicieron las figuras de Nazca
son habitantes extraterrestres. Las figuras guardan una
relación artística de balance entre sí y solo pudieron haber
sido hechas desde las alturas. La otra posibilidad es que
tomemos en cuenta a los gigantes. Ya hemos visto que los
gigantes no estuvieron jamás dispuestos a trabajar y
siempre anduvieron en querellas internas. Nos quedan
solo los denominados extraterrestres, los Viracocha, pues.
Los padres rectores de la Atlántida tuvieron que haber
venido de las estrellas. Durante un largo período de tiempo
ellos estuvieron tratando de hacer comprender a la
población atlante de que ellos iban por mal camino, pero
nadie les escuchó. El resultado es que la gran catástrofe
liquidó a millonadas de seres. Los que se salvaron
terminaron en México, Egipto y la región de los Andes en
América del sur. Estas son las tres culturas que a nosotros
deben de preocuparnos pues ellas tienen un denominador
común. Estamos hablando de las culturas sobrevivientes
cercanas al océano Atlántico. Las culturas del Pacífico son
otra cosa”, contestó el brujo Guillermo Cotapeti.

”Algunas de las figuras están realizadas con líneas muy


determinadas, muy verticales; esto me induce a pensar en
una civilización con grados técnicos y finos de
adiestramiento. Las culturas de México, de los Andes y de
Egipto poseían conocimientos que sobrepasan a todas las
demás culturas en torno al mar Atlántico, eso es verdad.
Maestro Cotapeti, es todo Nazca una obra de arte de seres
venidos de las estrellas o es todo este grupo una herencia
que nos trata de advertir sobre otras cosas?”, preguntó
Deucalión Punacaba.

Las figuras de Nazca, Tiahuanaco y Machu Picchu fueron


construcciones simples y perfectas que los Viracocha
dejaron a los que luego tomaron las riendas en sus manos.
Machu Picchu no fué construída por los Incas, Machu
Picchu fué construída por los Viracocha. Ahora bien,
retornemos a las figuras de Nazca y examinemos más de
cerca lo que algunos científicos han llamado la
constelación de Orión, allí donde la araña se oculta. Todo
esto pareciera más bien parecerse a una nave espacial. El
gran ave nos da una clara idea del vuelo. Las líneas dobles
paralelas alargadas que terminan en una especie de
ruecas, grupo de estrellas o huellas del fuego, nos hacen
pensar en una nave dirigida por la araña e impulsada por la
espiral de fuego silencioso de la otra parte. Todo esto es
muy significativo. Otras figuras de Nazca, por ejemplo, la
ballena, el tiburón, el mono, los pájaros, la espada que en
las guardas forma un tridente, las construcciones técnicas
geométricas, los animales verdaderamente raros que no
podríamos identificar como terrestres y los triángulos y los
rectángulos dispares están avaladas por el ser que , en
vez de cabeza, nos enseña una máscara con dos orificios y
un traje completo ( cuerpo único) que no es de este
mundo.

Nosotros vamos siempre a reexaminar las ruinas de Machu


Picchu. Este misterioso lugar fué erigido por mentes
brillantes conocedoras de leyes que rebasan muchos de
los conocimientos que la civilización moderna posee. Esto
todavía no se ha descubierto, pero esos tiempos también
llegarán. Muchos científicos sostienen la idea que las
construcciones de Machu Picchu son parte de un plano
astronómico. Yó digo que Machu Picchu es tan vieja como
las pirámides de Egipto. Las enormes piedras, moles
verdaderamente inmensas y pesadísimas fueron
levantadas por los Viracocha debido a la ciencia que ellos
tenían sobre las leyes de la gravitación. Es muy simple
aceptar esto, no hay que darle muchas vueltas al asunto.
Donde los Viracocha posaban su presencia ocurrían
siempre milagros. Pero estos milagros no son milagros si
nosotros aceptamos la idea lógica de que estos hombres
eran sabios en el sentido estricto de la palabra. El centro
de todo este comglomerado de monumentos estaba, no
obstante, en Tiahuanaco”.

El brujo Guillermo Cotapeti seguía manejando y Huancayo


y Punacaba estaban decididos a impulsarlo todavía un
poco más. Ellos querían saber todo lo que se pudiera saber
sobre las antiguas ruinas que los hombres asignaban a la
cultura indígena y no a la cultura avanzadísima de los
Viracocha.

”Cuál va ser el resultado de todos estos esfuerzos?”,


inquirió Deucalión Punacaba.

”Qué es lo que tratas de decir, Deucalión?”, le preguntó


Alfredo Huancayo.

”Lo que simplemente quiero decir es si llegar a saber cuál


es el orígen de estas ruinas nos va a ayudar a resolver el
qué hacer del futuro. Vamos entonces a abrir los
corazones de los hombres para que ellos venzan al fin los
obstáculos que los han mantenido en la ceguera de la
ignoracia durante miles de años?”, gritó Punacaba.

”Allí está exactamente el punto ardiente de todo el


complicadísimo problema. Hay que tener bien claro el
pasado para llegar al futuro. Si ustedes conocen su
pasado, y digo conocen verdaderamente, entonces
ustedes van a enfrentar el futuro con mejores armas y no
van a tener tantos problemas para saber adónde quieren
llegar. Si yó acepto que las antiguas ruinas fueron el
resultado del trabajo de hombres sabios que no eran
originarios de ésta parte, y aquí estoy hablando solamente
de las ruinas de la región andina y de México, yo aceptaré
que esos hombres venían de una cultura anterior a todas
las culturas que nosotros solo explicamos con las
herramientas de las supeditaciones históricas. Esto no lo
podemos explicar con la disciplina de la historia porque
simplemente la historia es lineal y estas culturas son
culturas no lineales, son culturas sabias. Aquí tenemos
que tomar posiciones audaces, pensar con el corazón y
con el alma, con esos fuegos liberadores que dan las alas
de la osadía que es la que nos facilita la realidad de los
grandes descubrimientos”, les explicó con palabras bien
pesadas el brujo Guillermo Cotapeti.

Cuando los tres llegaron a Tiahuanaco estaban, en verdad,


cansadísimos. Lo primero que hicieron fué escoger un
lugar en las cercanías donde levantar las tiendas de
dormir.

”Nos tenemos que levantar antes de que salga el sol pues


en el Portal del Sol ocurren cosas muy misteriosas”, les
indicó el brujo Guillermo Cotapeti.

Los tres levantaron las tiendas de dormir y se entregaron a


la meditación; después se quedaron dormidos y entraron a
la cuarta dimensión pues su meditación la hicieron
repitiendo los mantrams milenarios que el brujo Cotapeti
les había enseñado. Habían llegado al Tiahuanaco de los
primeros tiempos. Ellos estaban observando todo desde
un montículo y los acontecimientos y la vida entre los
primeros habitantes y constructores de Tiahuanaco
transcurría con toda normalidad. Observaron que todos
portaban túnicas blancas largas, de mangas que les
llegaban hasta los codos. Todos ellos eran hombres de piel
intensa, blancos-rojizos barbados y sus ojos eran azules.
Hablaban una lengua que les llegaba a sus corazones y
que ellos entendían sin tener que esforzarse; pero ellos
sabían que esa lengua no guardaba correspondencias con
ninguna otra lengua. Algunos estaban trabajando en los
campos, otros fabricaban objetos útiles a todos los
miembros del grupo. Habían unos erigiendo un centro
religioso y las piedras enormes volaban por los aires al
canto mántrico de todos ellos unidos por esa fuerza
misteriosa. Escucharon que algunos de ellos hablaban
sobre Ver – Phi - Koatl de una forma respetuosa y
sagrada. Todos ellos sintieron con mucha fuerza que Ver –
Phi – Koatl se había acercado al grupo que estaba
trabajando con las piedras. Con toda nitidez vieron que en
sus manos tenían una especie de anillo de unos veinte
centímetro de diámetro con el cual hacía hendiduras,
cortaba, formaba, en forma muy rápida, la piedra. Por
primera vez entendieron que los hombres que ellos
observaban eran los llamados Viracocha. Ver – Phi – Koatl
les dijo que la hora de partir hacia los grupos de indígenas
sobrevivientes había llegado.

”Nuestro deber es instruirlos a todos ellos para que


puedan librarse asi de muchos sacrificios innecesarios”,
dijo Ver – Phi – Koatl.

Un grupo de siete hombres tomaron una plataforma con


tres especies de palancas y se elevaron por los aires
perdiéndose entre el conjunto montañoso. Las mujeres
jugaban con los niños y algunas de ellas cuidaban de los
animales de los cuales obtenían la leche, el queso y todo
un sinnúmero de subproductos necesarios para su
alimentación. Al brujo Guillermo Cotapeti se le ocurrió
denominar al jefe de ellos como ”La serpiente de la verdad
y el conocimiento”. Alfredo Huancayo estaba inmóvil y sus
ojos se mantenían abiertos. Por su parte, Deucalión
Punacaba abría y cerraba los labios como tratando de
repetir y retener así el lenguaje que estaba escuchando. Al
mismo tiempo imprimieron las palabras del brujo Cotapeti
y dijeron que ellos obedecerían en todo las enseñanzas de
”La serpiente de la verdad y el conocimiento”. En el cañon
montañoso de la lejanía vieron perderse a los siete
embajadores del rayo. En toda la atmósfera, se formó
repentínamente, una luz intensa y toda la visión
desapareció. Escucharon que una voz lejana les llamaba:
”Son las cinco de la mañana. Es hora de levantarse.
Tenemos que pararnos bajo ”El portal del sol”.

Era el brujo Guillermo Cotapeti que les estaba llamando a


despertar. Alfredo Huancayo y Deucalión Punacaba se
pusieron rápidamente sus ropas. Tomaron sus
cantimploras y echaron los ponchos sobre sus hombros.
Estaban listos para ir hacia ”El portal del sol”. El brujo
Guillermo Cotapeti ya les estaba esperando sentado en el
asiento del jeep.

”Ustedes sí que duermen”, les dijo y puso en marcha el


motor.

Hacia ”El portal del sol” les separaban ocho ó siete


minutos. Transcurrido ese tiempo llegaron al sitio indicado
y el primero en dejar el jeep fué el brujo Guillerno Cotapeti.

”Hoy están ustedes mus lentos”, le dijo.

Alfredo Huancayo y Deucalión Punacaba abandonaron el


vehículo y corrieron detrás del brujo Cotapeti que parecía
volar sobre la superficie del terreno. Cuando llegaron al
”Portal del Sol” se ordenaron cada uno al lado del brujo.

”Tenemos que esperar por los primeros rayos de sol. No


despeguen la vista del horizonte”.

Los tres estaban con los ojos fijos en el horizonte. A los


primeros rayos vieron a ”Los siete embajadores del rayo”
dirigirse hacia ellos. Entonces el brujo Cotapeti les ordenó:

”Nadie se mueva de sus sitios. El que se mueva queda


loco!”

Alfredo Huancayo y Deucalión Punacaba permanecieron


temblando en sus sitios y se agarraron a los brazos del
brujo Cotapeti con toda firmeza. ”Los siete embajadores
del rayo” descendieron como a diez metros delante de
ellos. Ver – Phi – Koatl les dijo:

”El tiempo y el espacio no son nada comparados con la


sabiduría de ”La serpiente de la verdad y el conocimiento”.
No soy yó solamente quien la tiene encarnada, ustedes
también pueden encarnarla. El sendero de ustedes va
directamente hacia ella. Meditar en ”La serpiente de la
verdad y el conocimiento” es meditar en lo más antiguo de
todo y de todos, es meditar para acercarse al sabedor de
todo, aquel que es el supremo controlador, el más
minúculo, el que lo sustenta todo, aquel que se encuentra
más allá de toda concepción material, aquel quien es
imposible de concebir; es decir, aquel a quien pudiéramos
denominar la persona suprema, aquel que es como el
resplandor de todos los soles y que es por eso mismo
trascendental. La serpiente de la verdad y el conocimiento
está más allá de toda la naturaleza material. Asi como
existen reyes de justicia que ”aparecen sin padre ni madre
y que no tienen ni empiezo ni final en sus vidas”, asi
ustedes prevalecerán, porque hacen la voluntad de aquel
que está más allá de todas las imaginaciones”.

Los Viracocha se elevaron por los aires y desaparecieron


de la vista de ellos. Esto había durado solo un momento,
pero bastó para dejarlos estremecidos hasta la médula.
Todos permanecían totalmente quietos y lo único que ellos
percibián, después de algunos segundos, era su propia
respiración bastante irregular.

”Qué les dije! No puede negarse que esto sea verdad, nó


es cierto muchachos? Allá, en el tiempo donde estuvimos
hace algunos momentos, los Viracocha nos percibieron y
notaron nuestra presencia, pero no quisieron hablar con
nosotros. Lo que los Viracocha sí entendieron
perfectamente fué que nosotros necesitábamos oir de ellos
lo que ellos deberían de decirnos. Primero que todo,
nosotros nos vimos obligados a retornar y recorrer esa
distancia tan grande en cuestión de momentos; esto lo
podemos hacer gracias a la meditación. Los Viracocha
tomaron otro lejano camino hacia nosotros, estando tan
cerca de nosotros, para demostrarnos que las distancias,
cuando se rompen las barreras del tiempo, son todavía
más pequeñas. Ellos llegaron y nos dijeron lo que
teníamos que oir. Cuál ha sido lo más importante de todo
esto: hacer la voluntad de aquel que está más allá de todas
la imaginaciones. Esto es hablar de la importancia de la fé.
Hay que tener fé y creer a pesar de que tengamos todo en
contra. Nosotros los indígenas somos brujos cuando
podemos poner nuestra voluntad mágica a flote. Mediten
sobre esto y todo lo demás. Ha llegado la hora de tomar el
camino hacia casa. Piensen ustedes sobre todas las
últimas experiencias. Pronto viajaremos a México, al
santuario de la Serpiente, allá nos encontraremos con
gente que sabe tanto como nosotros sobre su propio
Viracocha. No se asusten nunca. La verdad podrá
estremecerte pero nunca te hará daño. Recuerden que lo
que es de los hombres está condenado a desparecer, pero
lo que es de ”La serpiente de la verdad y el conocimiento”
es eterno y nadie puede mancillarlo ni destruirlo”, dijo
finalmente el brujo Guillermo Cotapeti.

Los tres se dirigieron hacia donde estaban las tiendas de


dormir. En cuestión de veinte minutos las habían levantado
y entonces decidieron partir hacia Cuzco donde
descansarían una noche y al dia siguiente tomarían rumbo
hacia Machu Picchu. En Machu Picchu permanecerían un
día y después les quedaría solamente Nazca, cerca de la
costa del Pacífico. Llegarían a Machu Picchu casi en la
entrada de la noche. Alfredo Huancayo iba pensando en
los terribles poderes de Ver – Phi – Koatl . Deucalión
Punacaba trataba de hacerse una idea de la sabiduría de
”La serpiente de la verdad y el conocimiento”. El brujo
Guillermo Cotapeti tenía la mente concentrada en ”Los
siete embajadores del rayo”. Los tres estaban
verdaderamente felices, pues las cosas se deslizaban con
la velocidad segura de la vida cuando el hombre
simplemente las acepta sin cuestionarlas y sin rechazar
nada de lo que esa suprema sabiduría le proponga y le
ofrezca.

”Cuáles han sido las primeras civilizaciones en el mundo”,


preguntó Deucalión Punacaba.

”Esa es una pregunta fácil, Huancayo la podría contestar”,


respondió el brujo Cotapeti.

”Las primeras civilizaciones se encuentran en México,


Perú y el altiplano Boliviano, el valle del Nilo, la baja
Mesopotamia, la India (en el valle del Indus) y la zona de
Shang en China. Yó solamwente repito lo que los grandes
maestros me han dicho cuando yó se los he preguntado, y
no tengo porque dudarlo”, le aseguró Huancayo.

Deucalión Punacaba miró de reojo al brujo Cotapeti y este


se hizo el desentendido. Alfredo Huancayo continuó:

”No hay duda alguna que todas las demás culturas, la


maya, la tolteca, la azteca, la mixteco- zapoteca residen en
una base Olmeca. Fueron los Olmecas los primeros
habitantes de México. La cultura Olmeca era ya una cultura
formada cuando apareció en el escenario. Todas las
culturas que aparecen aparentemente de la nada lo hacen
para situarse en terrenos que les favorezcan. La zona
Olmeca era en esos tiempos muy hostil y lluviosa,
diferente en sumo grado de las zonas de las culturas del
altiplano Andino, la Egipcia, la Mesopotámica, la India y
China. Aunque el terreno Olmeca y el terreno de la India
son similares. Todas estas culturas tienen un antecedente
milenario y todavía desconocido para la inmensa mayoría
del planeta. Yó, aunque indígena aymará, me siento
totalmente emparentado y unido a las culturas que he
mencionado; nosotros tenemos un denominador común.
Muchos de los hieroglíficos Olmecas, por ejemplo,
permanecen todavía indescifrados y no hay manera de
meterles el diente, pues. Algunos antropólogos jóvenes
dicen que la raza Olmeca era una raza no pacífica. Esto es
una tontería. Se han preguntado alguna vez estos señores
si un raza que poseyó tal refinamiento en el arte de la
escultura pudo haber sido una raza violenta? Es como
afirmar que Leonardo Da Vinci era violento y que Miguel
Angel Buonarroti un loco muy peligroso. Además, todas
las culturas en declive pierden las bases de su sabiduría,
primero, y después, caen sin misericordia hacia el fondo
del pozo. Pero no hay lógica en afirmar esto de la violencia
de la raza olmeca, no es verdad? Toda la parte importante
de la herencia cultural que el mundo ha recibido proviene
de las selva y el río Coatzacoalcos de los Olmecas , del
valle del Tigris y del Eufrates, del valle del Nilo, del valle
del Indus y del valle de río Amarillo. En todas estas
culturas se nota la habilidad artística, el conocimiento del
arte de la agricultura, el conocimiento de la ciencia
matemática y la navegación. Además las culturas que no
se mueven; es decir, las culturas que no emigran son
siempre culturas pacíficas. Por el contrario, las culturas
que se desplazan (lo hacen siempre por conducto del arte
que es el supremo embajador de todas ellas) hacia otros
lugares, si no es por causas guerreras y conquistadoras o
causas que tienen que ver con el cambio brusco y violento
del clima, son culturas que se trasladan porque tienen que
sobrevivir o porque observan y sienten la necesidad de
ayudar a las culturas vecinas o lejanas. Este no es el caso
de los aztecas, que es una cultura posterior ya en
decandencia y no una cultura pacífica. Todas estas
culturas son unidas por un denominador común: la
irrigación. Esto quiere decir construcción de canales de
alimentación acuática, la existencia de un río poderoso y
de afluentes poderosos, la pesca, desagües,
embarcaciones, sistemas de distribución del agua, control
de las tareas concernientes al trabajo de la agricultura, en
síntesis. Para esto tuvieron que pasar miles de años, pero
esto no es totalmente cierto, pues estas culturas aparecen
del vacío y su presentación en el proscenio histórico es un
suceso que nos muestra una cultura formada y yá
adiestrada en el ejercicio bastante difícil del arte. Quiénes
fueron, entonces, los gestores culturales?; quienes han
sido los que han dirigido ese gran avance cultural? Es
cierto que un pueblo con la cultura a su lado avanza
rápido. Los Egipcios aparecen de pronto. Nadie puede,
todavía, explicar su procedencia. Nosotros los brujos y los
magos de todas estas culturas sostenemos que ellos
provienen del continente hundido, llámesele Atlántida o
como se quiera. Aquellos que enseñaron a los Olmecas
aparecen de pronto. Aquellos que enseñaron a los
habitantes Andinos aparecen de la nada. Como en el
principio, de la nada aparece todo. Los primeros hombres
del planeta vienen con el conocimiento y la sabiduría que
las Divinidades les han otorgado, porque sin una
inteligencia omnipresente que se encuentre detrás de todo
esto no hay manera de entender las cosas cabalmente. De
la nada proviene todo, pero a su lado debe existir alguien
que maneje los instrumentos de la creación, alguien que
sepa manejarlos, alguien que conozca y domine las leyes
de esos instrumentos, alguien, en fin, que sepa crear esos
instrumentos y, lo más importante de todo, alguien que
también sepa lo que la nada haya sido, sea y vaya a ser.
Estoy hablando de la magia sagrada, de la magia en su
más alta concepción. Pero todo esto pareciera ser muy
complicado, sin embargo no lo es, la magia es sencilla, no
ha sido creada para gente de mente confusa y compleja, la
magia es y que esto baste. A la magia hay que aceptarla asi
como un niño acepta que el sol sale, que la vida palpita en
uno, que el aire, que ni siquiera notamos nos es
imprescindible, que vemos, olemos, percibimos todo a
través de nuestros poco o muy desarrollados sentidos.
Más adelante iremos entendiendo que la creación debe
marchar a la par que uno: uno es un brujo ó un mago
entonces. La muerte y la vida son extremos que se unen,
hay que aceptarlo asi. Estando en la región de la muerte no
puedo entender lo que es la vida; estando en la región de
la vida no puedo entender lo que es la muerte. Las
dimensiones tienen paredes que las dividen pero estos
muros son invisibles. La verdad es que todas las
dimensiones están en el mismo lugar y se tejen y
entretejen sin jamás tocarse. Un brujo ó un mago
entienden esto a la perfección, pero a la gente les falta el
adiestramiento y la fé. Un mundo sin Dioses es un mundo
en agonía. Esto es lo que tiene enfermo al mundo. Las
religiones, si uno las entiende racionalmente, te llevan al
terreno de las adversidades. Dios no es racional, el
universo no es racional, la vida no es racional, todo la
creación es, simplemente, mágica. Pero para entender esto
hay que unir las dos almas, la humana y la divina. Tu alma
humana está toda golpeada y agotada, está muy cansada,
son muchos los problemas que ella tiene que enfrentar en
su paso por este mundo, eso es una gran confrontación y
una gran prueba; tu alma divina está enterrada en tí,
apabullada, tú no la conoces, no sabes de su existencia;
algunas veces te hace llamadas a través de tu corazón,
pero esos instantes son fugaces y muy contados. Tu pasas
por el mundo y no lo notas, nadie lo nota; te vas,
igualmente, del mundo, lo abandonas o te ves obligado a
abandonarlo y los que vienen después de tí ni siquiera se
enteran de quién tú has sido. Un brujo , un mago, un
guerrero de la vida tiene como tarea despertar, primero, y,
después, combatir contra sí mismo y combatir contra
todos; el combate más importante es contra tí mismo,
dentro de tí están los enemigos más peligrosos, pero esto
tú no lo sabes. El guerrero de la vida combate contra sí
mismo antes que nada. Este es el combate supremo y en
ello te va la vida y te va la muerte. Hay que perderlo todo
para ganarlo todo , dicen los grandes maestros y esto es
verdad. Esto cuesta muchísimo, hay que pasar por un gran
dolor que no puede ser comparado a ninguna otra clase
de dolor: es el dolor supremo. Para llegar a ser brujo, mago
o guerrero de la vida se necesita un valor superior a todos
los valores juntos, los de los hombres y los de los
animales. A todo esto hay que añadir que también es
necesario tener la sabiduría de las plantas , la sabiduría de
los animales, la sabiduría de las estrellas, la sabiduría de
los grandes cielos; es decir, la sabiduría de toda la
naturaleza”, concluyó Alfredo Huancayo y los demás
guardaron silencio.

Después de algunas horas llegaron a Cuzco. Fueron a un


hotel de mediana categoría. Ellos tendrían que levantarse
muy temprano al día siguiente. Dejaron su cosas de la
toilette en sus cuartos y salieron en busca de un
restaurancillo donde poder comer algo. Estuvieron en el
mercado y comieron un plato de verduras con un poco de
carne y pan. El brujo Cotapeti sacó una botella de Pisco y
en un dos por tres la vaciaron completamente. Retornaron
al hotel para echarse a dormir pues estaban extenuados.

”Los hoteles son solamente para dormir. Mañana los


quiero despiertos allá abajo a las cinco en punto, O.K.!”,
les dijo antes de irse a la cama el brujo Cotapeti.

A las cinco en punto de la mañana, Alfredo Huancayo y


Deucalión Punacaba estaban esperando por el brujo
Cotapeti en el vestíbulo. La puerta de entrada se abrió y
por ella, de la calle, apareció el brujo Cotapeti:

”Le fuí a poner un poco de energía al jeep”, exclamó,


tratando de decir que había checado el tanque de gasolina,
el aceite, las llantas y el agua del jeep.

”También compré un poco de pan y un poco de comida.


Conseguí agua para tomar y nos llevamos más energía
para soportar el día”, les dijo levantando dos botellas de
Pisco a lo alto.

Los tres abordaron el jeep. Adelante iban el brujo Cotapeti


y Deucalión Punacaba. Alfredo Huancayo había escogido
uno de los asientos traseros e iba concentrado en un
mantram milenario que él repetía todos los días, todo el
día, las veinticuatro horas del día. Este es mi alimento
diario, pensó, pues sabía que los mantram le ayudaban a
cambiar el curso de los acontecimientos para que todos
los peligros fueran apartados de sus senderos y las
ocupaciones que él tuviera transcurrieran sin peligros y les
fueran siempre favorables. Cuando llegaron a Machu
Picchu subieron por la fatigosa cuesta y se sentaron a
disfrutar del esplendoroso paisaje. Las grande rocas
montañosas se levantaban enfrente de ellos. Todos los
picos montañosos les circundaban. Estar en Machu Picchu
era como estar en un lugar donde el sueño y lo que
llamamos realidad estaban mezclados a un sentimiento de
pureza y bienestar.

”Somos como hormigas”, gritó Deucalión Punacaba.

”Yo me siento restituído a los momentos de los orígenes”,


exclamó Alfredo Huancayo.

”Dejense de pendejadas! Esta ciudad fué levantada por los


Viracocha. Es una ciudad de paz y de meditación. Aquí
mismo, los Viracocha hablaban con las Divinidades y
vivían como todos nosotros deberíamos de vivir hoy en
día. El hombre ha entrado en el vértigo de la caída. La
espiral no solamente te lleva hacía arriba; también te arroja
hacia las profundidades del abismo y de allí cuesta mucho
trabajo salir. Los falsos señores que hoy tienen el poder de
las naciones ciegas y poderosas no saben ni donde se han
metido, pero una cosa es cierta, estos ignorantes
civilizados quieren llevar al mundo hacia el holocausto,
una especie de suicidio colectivo dictado desde arriba,
pero todos estos demonios de la falsedad van a fracasar;
esto lo digo yó, Guillermo Cotapeti, brujo poseedor de la
sabiduría de los Viracocha. Desde estas limpias cumbres
proclamo el inicio de la cruzada de la gran liberación.
Muchas son las cosas que unen a los pobres y a los
desamparados, a todos los que han venido luchando por
objetivos que , al final de todo, los habrán de llevar hasta
donde nos encontramos ahora. Estamos amparados por el
”Jaguar” y por ”La serpiente de la verdad y el
conocimiento”. La sabiduría de los ”Jaguares” y de ”Las
Serpientes” van a neutralizar el efecto demoníaco de las
armas, los cañones demoledores y los rayos de la muerte
de estos señores de la alcurnia satánica. Paz verdadera
sobre toda la Tierra. Abandono de todas las guerras y de
todos los territorios conquistados. Demolición de todas las
armas. Destrucción de todos los barcos, submarinos y
aviones de la muerte. Democracia verdadera y fin a todas
las maniobras nefastas que sostengan a los engañadores
de la verdad en las cimas de la mentira. Se inicia la era
donde los recursos incalculables de las naciones se
deberán de poner al servicio de los necesitados. La batalla
es muy clara : ó los demonios o la paz del cielo. No es que
yó quiera arrojar a los malos hacia un lado y colocar a los
buenos en el otro espacio. Yo digo: despierta conciencia y
únete a la verdad. La verdad está dentro de cada uno de
los hombres y todos los hombres lo saben. La mentira
tiene que morir, su tiempo ha dado la última vuelta en la
rueda de las maldiciones. La sabiduría de los Viracocha
nos necesita. Los Viracocha fueron, en sus inicios, como
nosotros somos hoy. Los Dioses, antes de llegar a serlo,
fueron también mounstruos del pantano. Todos los que
hemos siempre fracasado nos hemos ido llenando con esa
eterna sabiduría de los Viracocha. Los tiempos han, al fin,
llegado. No necesitamos andar vestidos de finas telas para
tener acceso a la verdad. Es esos salones del desencanto
nosotros no nos movemos. La palabra es nuestra mejor
aliada: esta es la palabra de los comienzos, la antigua
palabra que hacía levantar a los muertos y sanar a todos
aquellos que habían caído bajo las acechanzas del mal y
de sus eternas mentiras. Ha llegado el tiempo de ver que
esas mentiras no eran eternas, sino malditas. Os invoco
mundo entero, desde aquí, desde las limpias cimas de
Machu Picchu, para iniciar la larga y fatigosa marcha de la
liberación final. Nuestras metas son los cielos y sus
doradas promesas. El tiempo de la cosecha abundante ha
llegado. No nos queda otra cosa más que ganar. Los
indígenas contamos con la asistencia formidable de las
fuerzas mágicas de la naturaleza pero, nosotros, a
diferencia de los nefastos, no necesitamos derramar la
sangre de nuestros hermanos, pues no somos
sacrificadores ni queremos tampoco enviar a la muerte a
nuestros hijos e hijas. La palabra fuerte de los brujos y los
cultivadores del bien ha llegado y esta vez ha venido para
quedarse: nó a los malvados y nó a sus planes de guerra.
Decimos nó a los proyectos de la falacia y a las promesas
falsas del engaño. Decimos nó a las mentiras encubiertas
de halagos de los violadores de la verdad y a los
fabricantes de los errores sin fin. Decimos nó a los
defraudadores, a los embaucadores, a los engatusadores,
a los traicioneros, a los tramposos, a los timadores, a los
de lengua múltiple, a los productores de ilusiones
siniestras y a los cultivadores de las enfermedades y el
hambre. Decimos un nó rotundo y final a todos los señores
de horca y cuchillo que son los verdaderos culpables del
llanto de tantos padres y de tantas madres abandonados
por los abusos traicioneros de estos señores del mal.
Gritamos nó a los taladores de bosques. Decimos nó al
demonio y a todo su séquito de pedigüeños infinitos.
Decimos nó a las estructuras siniestras en las cuales sus
sistemas estan edificados. Nó a su democracia engañosa.
Nó a su forma de vivir que va contra la naturaleza. Nó a
sus riquezas insultantes. Esta vez hay que alimentar a
todos los desposeídos, vestirlos, darles lo que nunca han
recibido. Exigimos el respeto a la mujer y nos oponemos a
su explotación sexual y a su explotación laboral. Más allá
de las murallas de los fundadores del elogio hueco y la
riqueza nefasta que a nadie sirve y los más abandonados
del planeta, está la palabra de los inicios, aquella que
llamaba a las cosas por lo que las cosas eran y no por lo
que las cosas no eran. Esta palabra es sagrada y está
recobrando, por fin, la mayor parte de sus fuerzas”, gritó el
brujo Guillermo Cotapeti y las almas de Huancayo y de
Punacaba se llenaron entonces con una alegría
avasalladora que iba creciendo cada segundo
transcurrido y que nadie estaría en posibilidades de parar
cuando la cuenta final empezara a sonar.

Los indígenas que habían sobrevivido el gran diluvio y que


habían contado con la ayuda de los Viracocha para
reiniciar el camino de retorno, recordaban débilmente los
secretos perdidos por haber cometido el error de
separarse de las fuerzas de la naturaleza. Los brujos de
este tiempo estaban despertando y estaban recobrando la
memoria en algún momento perdida. Ahora ellos estaban
en el sendero del fuego que otorga a quien lucha la
recompensa suprema por sus esfuerzos invertidos. Los
viejos ”jaguares” y ”las sabias serpientes” estaban de
retorno.

Permanecieron en Machu Picchu nó un día, sino tres.


Meditaron los tres días y guardaron ayuno todo el tiempo.
Después del tercer día, a la puesta del sol, abandonaron
Machu Picchu pero ya no eran los mismos. A sus
corazones habían entrado fuerzas imposibles de combatir.
Ellos se habían sostenido en esa lucha durante todas sus
vidas y ahora bajaban de esas cumbres cercanas a los
cielos con el fuego en sus corazones y se dirigían hacia
las tierras de las desesperanzas y las penas para lanzarse
al combate y, esta vez, sus almas se estaban templando
en los fuegos perfectos de la verdad y la sabiduría eterna.
Cada uno de ellos había invertido su vida en esta tarea de
liberación. Ellos no querían liberar solamente a los que
habían estado bajo el castigo del sufrimiento, ellos también
querían liberar a los que habían causado tanto mal; más
que nada, ellos se adolecían por los hombres que tenían
el corazón roto.

”Esta es la enfermedad más grave de todas las


enfermedades!”, gritó el brujo Guillermo Cotapeti.
Alfredo Huancayo pensó entonces en su niñez y en la
pobreza pasada y nada de eso le amedrentó. Su corazón
latía fuertemente por lo que habría de venir, pues todo eso
era muy incierto. Recordó las palabras selladas en su
corazón cada vez que regresaba de los viajes hacia las
diferentes dimensiones de la inexplicable vida: nunca
tengas miedo, ni dejes que este tenebroso sentimiento
tenga jamás cabida en tu corazón.

Deucalión Punacaba estaba concentrado en las fuerzas


tremendas de la ”sabia serpiente” y su mente se negaba
abandonar esos tranquilos momentos. Con la sabiduría de
la sabia serpiente a mi lado seré siempre invencible, se
decía, y era verdad, pues entonces sentía que él podía
transformarse en todo lo que quisiera cuando él lo
quisiera.

El brujo Guillermo Cotapeti sonreía y el tiempo pareciera


haberse detenido y entrado a su cuerpo. Cotapeti podía
deslizarse entonces a la par de ese viento que cuando
llega lo arrasa todo y los destruye todo y convierte a las
cosas y a los hombres en lejanos recuerdos en unos
cuantos segundos.

Los tres entraron al jeep y el brujo Cotapeti abrió una


botella de pisco antes de partir hacia Nazca. La botella dió
vuelta dos veces y el líquido se agotó y les dejó un ligero
calorcillo en el estómago que no tenía nada que ver ni con
la emoción ni con la alegría.

”De aquí hasta el final, si es que lo hay”, dijo Cotapeti.

”El final está aquí”, le contradijo Alfredo Huancayo.

”El final ya pasó hace tiempo!, exclamó Deucalión


Punacaba.

”Pero va a regresar, el final siempre regresa”, aseguró el


brujo Guillermo Cotapeti.
La carretera hacia Nazca estaba ante ellos y ese camino les
conducía hacia un destino misterioso y voraz que podría
hacerlos desaparecer de la vida en cualquier momento.

EGIPTO
La familia de Umm Sadaqa había aparecido en el fuerte
romano de Babilonia, en lo que ahora es el Cairo Copto.
Habían pasado muchísimas generaciones. Toda la familia
se había trasladado después hacia Bulaq, Al – Daher y
Shubra, situadas no muy lejos del Nilo. La religión que
predominaba en todo el Egipto, antes del arribo del Islam,
era la cristiana. Umm Sadaqa tenía veintiun años de edad
y seguía siendo copta, pero estaba inmersa en estudios
profundos sobre la filosofía, la religión y los misterios
antiquísimos que se perdían en los tiempos anteriores en
miles de años a la fundación de todas las dinastías. Los
coptos siempre han sostenido que la palabra copto se
había derivado del término griego ”Aegyptios” y que este
significaba ”egipcio”, que la lengua árabe, para sintetizar,
acuñó con el sustantivo copto. Umm Sadaqa hablaba
perfectamente el copto, el inglés, el francés, el árabe, el
español y el griego con el cual, al unirse la lengua egipcia,
dió origen a la lengua copta. Umm Sadaqa solía tomar su
vieja máquina Volvo hacia el Plateau de Giza donde
pasaba noches intensivas de estudios en las pirámides de
Khufu ( Cheops ), Khafra (Khephren ) y Menkaura (
Myscerinus ). A Umm le acompañaba siempre su
inseparable amiga Salwa al – Gazzar. Ellas habían nacido
en el Cairo Copto, de manera que las cosas que las unían
tenían su orígen en misterios desconocidos , incluso, para
ellas mismas. Durante la persecución en contra de los
coptos, sus familias se vieron obligadas a cambiar de
apellidos para poder sobrevivir. Sadaqa y al - Gazzar eran
nombres establecidos pero ficticios; más bien eran
nombres que la vida les había impuesto para que sus
familias y ellas mismas pudieran continuar existiendo. Era
un día del mes de marzo, el veinte, y Umm y Salwa estaban
en la cámara de la Vieja Tumba, exactamente debajo de la
gran pirámide de Cheops. Umm y Salwa se habían ido
acercando a algunas ideas que les perseguían desde sus
primeros años de vida, cuando ellas apenas habían
cumplido los siete años. La cámara de la Vieja Tumba, la
cámara de la Reina y la cámara del Rey poseían una
relación misteriosa todavía desconocida y ellas estaban
dispuestas a descubrir todos los secretos que allí se
guardaban.

”Nosotros no nacimos en el Cairo Copto por un mero


accidente. Vivimos no para escuchar las dudas milenarias.
El miedo y la educación de los de ”corazón aterrado” han
servido, más que nada, para guardar a los irresolutos de
alma en el lugar de las sombras. Nosotros hemos venido al
mundo para descubrir los misterios de estos insólitos
secretos y entregarlos a todos los que hayan liberado sus
corazones de dudas y de sombras. Estamos pasando por
la vida para llegar a la Luz.. Quien no pierde no sabrá
nunca como ganar las recompensas de las milenarias y
resplandecientes eras idas”, le dijo Umm a Salwa.

Salwa le miró a los ojos y no quiso contestarle.


Escucharon pasos que provenían de la entrada original.
Apareció un egipcio inmenso que trabajaba como guardia
en las pirámides para impedir la entrada subrepticia a los
extraños.

Salwa le dijo entonces:

”Esta todo bien, Mohammed?”

”Claro, hermana mía, todo está muy bien”, contestó


Mohammed.

Mohammed al – Gazzar era el único hermano de Salwa y


trabajaba como jefe de guardias en el Plateau de Giza
todas las noches. A Umm y a Salwa les venía como anillo
al dedo tenerlo allí, pues eso les ahorraba un montón de
complicaciones. Mohammed era experto en toda la
simbología de la lenguas egipcia, árabe, persa y la
simbología resguardada en los textos hebreos e indúes.
Ellas acudían a menudo a él para llegar a conclusiones
finales, cuando ellas estaban asediadas por las dudas ó
querían certificar simplemente sus estimaciones con la
verdad. Mohammed era, también, experto en artes
marciales, pues había pertenecido no hacía mucho a las
tropas de asalto del ejército regular. Medía casi 1.90 metros
de altura y tenía unas manos que no dejaban lugar a dudas
en caso que algún osado quisiera medirse en un combate
con él. Mohammed era un intelectual preocupado por sus
estudios en el campo de la magia y de las actividades que
la vida colocaba en su camino.

”Son las seis de la mañana. La hora de marchar a casa ha


llegado pues ya se acerca el cambio de guardia. Tienen
que partir ahora. Nos vemos en las galerías de
Tutankhamun del museo egipcio a las cuatro en punto de
la tarde”, recalcó Muhammed.

Después de haber dormido algunas horas, de siete de la


mañana a dos de la tarde, Umm y Salwa se habían
levantado bastante descansadas. A las tres y media de la
tarde tomaron la máquina Volvo para dirigirse al Museo
Egipcio. Llegaron a las tres y cincuenta, y a las cuatro en
punto de la tarde las dos estaban entrando a las galerías
de Tutankhamun. Muhammed ya les estaba esperando.

”Cuándo duermes tú hermano?”, le preguntó Salwa.

”Estoy acostumbrado a dormir poco. Por lo normal medito


todo el tiempo en que estoy durmiendo. Ahora mismo
estoy, también meditando”, le contestó Muhammed, y
luego agregó con dulzura:

”Hola Umm, ”Izzayyik”( How are you?); pudieron ustedes


dormir un poco?”.

Umm sonrió dibujando una pequeñísima flexión con su


finos labios:

”Los que trabajamos no necesitamos dormir tanto.


Nosotros estamos tan contentas con nuestro trabajo que
en verdad nunca reparamos en los problemas que nos
atacan por los lados”.

”Aquí es siempre el lugar donde nosotros nos solemos


encontrar. Hablaremos en francés para tener un poco de
más libertad”, dijo Salwa.

”Me parece muy bien”, contestó Muhammed.

”Para mí es lo mejor”, dijo Umm y se sintió muy bien.

”Adónde iremos hoy, entonces?”, inquirió Muhammed


volteando el rostro hacia Umm.
”Si caminamos un poco llegaremos pronto al café Riché”,
contestó Salwa.

”Mejor tomamos el auto, asi tendremos tiempo para dormir


un poco más ante de irnos hacia la pirámide de Kheops”,
le respondió con voz grave Umm.

”En marcha, pues. Sâ ` ah Kam (What time is it?)”, dijo


Muhammed.

”La hora no importa. Hoy tenemos que hablar sobre


muchas cosas y tú nos eres indispensable Muhammed”,
contestó sécamente Salwa.

Una vez dentro del coche Umm tomó por Mahmoud


Bassiouni y llegó a la glorieta Midan Talaat Harb, manejó
alrededor del círculo y entró por la calle Tallaat Harb para
arribar, finalmente, al café Riché que se encontraba en la
misma avenida. Dejaron el coche aparcado y fueron a
tomarse un buen café. Tomaron una mesa cerca de las
ventanas.

”Ustedes se encuentran en la Cámara de la Vieja Tumba.


Debo confesar que estoy un poco perdido. Por qué han
empezado ustedes por allí y nó por la Cámara del Rey?”,
preguntó Muhammed.

La Cámara de la Vieja Tumba forma parte de un plan


maestro concebido por los constructores de la Gran
Pirámide. Muchos estudiosos de la pirámide de Kheops
sostienen que allí están inscritas una gran cantidad de
profesías bíblicas. Todo esto es bastante vago. Lo que
nosotros tenemos que hacer es retornar a las fuentes
gnósticas y allí es donde entras tú con todos tus
conocimientos. En esta Cámara está inscrito todo lo que
sucede después de la muerte; es decir antes, durante y
después. Cuando el ser humano ha vivido una vida recta y
justa, el cadáver astral asciende a las zonas superiores;
pero si, por el contrario, uno no ha vivido la vida de
acuerdo a la Ley, el cadaver astral que lo mantiene a uno
todavía prisionero, se lanza a la exploración de su prisión e
intenta reanudar su vida. Si el ser humano ha vivido en el
crimen, dispersa y ataca a los jóvenes en sus sueños o se
sumerge en las lagunas de sangre derramada y se arrastra
por los lugares donde él, en vida, disfrutó de sus placeres.
Al final de todo, el cadáver se extingue en sus dolores
porque aspira a reconstruir sus órganos materiales que lo
hagan vivir otra vez. Su destino es disolverse. Como dice
Levi, ”el desgraciado ve perder todos los miembros que
han sido armas macabras de sus crímenes. Luego muere
por segunda vez y para siempre, porque pierde entonces
su personalidad y su memoria. Las almas que deben vivir,
pero que no están completamente purificadas, permanecen
un tiempo más o menos largo, cautivas en el cadáver
astral, en donde son quemados por la luz ódica que trata
de asimilárselas y disolverlas. Es para desprenderse de
ese cadáver , como las almas que sufren, entran algunas
veces en un estado que los Kabalistas llaman
embrionante”. Lo que proviene del cielo, al cielo retorna.
De otra forma se paga un precio y este precio está basado
en el dolor. Si tú causas dolor, pagas con dolor. Este es el
sentido de la Cámara de la Vieja Tumba. Los que
construyeron la pirámide Kheops lo sabían muy bien”, dijo
Umm finalmente.

”Claro que lo sabían!”, gritó casi Muhammed, y continuó:

”Los constructores de la pirámide de Kheops son muy


anteriores al período arcaico y a la Dinastía uno; esto es la
dinastía que, según la antropología oficial, sucede entre
los años tres mil y dos mil ochocientos cuarenta antes de
nuestra era. La pirámide de Kheops no fué construída por
los egipcios, sino por aquellos que sobrevivieron al gran
Diluvio. Son ellos los que arriban al Africa con esos
conocimientos. Ninguna de las pirámides construídas
después es similar a la misteriosa pirámide de Kheops.
Desde el período arcaico hasta el último período, y aquí
estamos hablando sobre treinta y un dinastías, no hay
nada que se asemeje a ella. Hay que estudiar esta pirámide
hasta donde ya no se pueda más. Hay que darle este
conocimiento a nuestra generación y las generaciones
venideras. Recordemos que en el Bhagavad-Gitâ se
considera que ”el campo de las actividades y sus
interacciones” son la aflicción, las convicciones, los cinco
grandes elementos, el deseo, los diez sentidos, la
inteligencia, lo no manifestado, la mente, los cinco objetos
de los sentidos, el odio, La felicidad, las señales de vida, a
todo este conjunto se le nombra como ”el campo de las
actividades y sus interacciones”; es decir, el cuerpo y sus
interacciones. El cuerpo es pasajero, es un objeto material
y temporal. Pues bien, con todo este conjunto de cosas
hay que lidiar cuando el momento de la muerte llega a
nosotros; y hay que lidiar con ellos también después del
momento de la muerte pues allí todo lo que no hicimos
bien se revierte contra nosotros para colocar todas las
cosas en claro y en su sitio, me entienden?”, preguntó
para finalizar Muhammed.

Umm Sadaqa y Salwa al-Gazzar pensaron un instante.


Salwa tuvo entonces una duda y quiso plantearla:

”La luna llamada Lilith por los astrónomos es, de acuerdo


a la ciencia gnóstica, la luna negra. Allí llegan las almas
que ya se han separado de su ser superior formado por
Atman-Buddhi-Manás. Se dice que esas almas son de una
perversidad indescriptible y allí tienen que pasar por la
muerte segunda. Nó es esto, acaso, lo mismo que la
Cámara de la Vieja Tumba nos dice?. El Atman es el
Intimo, el inefable. En el árbol de la vida es el sephirote
Chesed. El cuerpo Buddhico es el alma divina. Manás es la
Voluntad, el alma humana”.
”El inframundo; ó mejor dicho, los inframundos, están
simbolizados en la Cámara de la Vieja Tumba. Se le llama
justamente la Vieja Tumba porque allá van a parar todos
los que no pueden cambiar a pesar de todos los esfuerzos
humanos dilapidados en esa lucha tan injusta y desigual
que es la vida; es la tumba que espera a todas la almas
humanas cuando éstas han cumplido con el tiempo que
cada ciclo de vida le concede. Todo ciclo de vida está en
relación con la ley de Karma. Cuánto bien has
hecho?,cuánto mal?, la diferencia es lo que te mereces y lo
que te corresponde. Esa es la cara de la justicia cuando al
dar su veredicto está vendada de los ojos. Aquel que
muere en la luz, aunque baje a los inframundos regresa a la
luz por el sendero físico de la muerte espiritual. Allí donde
la Cámara de la Vieja Tumba termina, se inicia el sendero
de donde tú no puedes escapar de la no iluminación. Allí te
encuentras en la casa de la no iluminación. Si tu lograras
llegar a la Cámara de la Reina, y esto es simbólico
solamente, entrarías al sendero físico que te conduce a
tomar cuerpo otra vez; digamos que esto sería como
encontrarse en un estado de semi-iluminación. Aquí se
podría iniciar un período que te podría conducir hacia un
tipo de iniciación considerada evolutívamente espiritual.
Esto cuesta muchos esfuerzos”, concluyó Umm.

”Estos señores constructores de la pirámide de Kheops


estaban llenos de luz.. Ellos conocían los misterios de la
vida, pero conocían también los misterios de la muerte.
Esto quiere decir que ellos eran absolútamente
conscientes. Esto nos llevaría, lógicamente, a pensar que
las dinastías son realmente muy nuevas. La sabiduría es
siempre muy vieja. Para obtener los pequeños instantes de
sabiduría la humanidad ha sudado sangre. Hoy nadie
entiende nada sobre esto. En el presente, la gran mayoría
de la humanidad está preparándose para entrar a la
Cámara de la Vieja Tumba. Imagínense lo que pasará,
entonces?”, dijo Mohammed.
”Estás hablando de la muerte colectiva, acaso?”, le
preguntó con temor Umm.

Muhammed levantó el dedo índice de la mano derecha para


hablar antes que Salwa:

”Exactamente. No ha habido, pues, un diluvio antes?. No


se han escrito tomos y tomos sobre el hundimiento de la
Atlántida? No se ha escrito sobre el hundimiento del
continente de la Lemuria en el océano Pacífico? Cuántos
relatos conocen ustedes sobre estas grandes catástrofes?.
Estos relatos existen en todas las culturas. Es que
tenemos derecho a negarlos cuando las pruebas
aceptadas por el buen sentido nos dicen lo contrario? Me
parece que no. Nosotros no tenemos ningún derecho de
escamotearle la verdad a la gente. El momento de decir las
cosas tal como estas son ha llegado para quedarse
definitívamente. La humanidad tiene que empezar a pensar
en otros términos. La claridad tiene que llegar a las
cabecitas de todos si es que deba de haber una
oportunidad para salvarse”.

Hubo un silencio que puso en tensión al momento. Umm


Sadaqa y Salwa al-Gazzar sabían que las pesadas palabras
de Mohammed estaban emparentadas con la verdad.
Salwa, tuvo entonces un momento de claridad y se atrevió
a plantearle a Muhammed una pregunta que ella hubiera
querido hacerle desde el principio de la conversación:

”Y la Cámara de la Reina? Qué significado tiene la Cámara


de la Reina?”

”La Cámara de la Reina tiene que ver con el derecho


ganado por aquel que ha luchado para entrar en contacto
con la Madre de todo para poder recibir su asistencia. La
Madre de todo es Isis, la soberana, aquella que dice que
ningún mortal ha levantado su velo. En términos simples
esto quiere significar que hay que haber matado en sí
mismo todas las ilusiones que te atan al mundo. También
hay que haber matado a todas las entidades negras que
viven en tí y que te atacan y que te asedian eternamente
para robarte la vida. Estas ilusiones son tan fuertes que la
gente cree que está viviendo y haciendo las cosas que el
sentido común dicta. La Madre suprema , en la simbología
egipcia, es la que se nos aparece ”con los cuernos de la
Vaca”. Ella es grande y única en las artes mágicas. Ella, la
madre de todos nosotros, es la madre de Horus, soberana
de la medicina, del matrimonio y de la agricultura. La
madre esconde en sus siglas un mantram de insólitos
poderes. La madre Isis deposita toda clase de secretos en
los corazones de los seres para conmoverlos y hacerlos
emigrar a otras zonas de mayor claridad. En un
monumento egipcio se encontró una inscripción que nos
transmite lo siguiente: ”Yó soy Isis, la Reina de Egipto, y
tengo a Mercurio por mi primer ministro. Nadie puede
revocar mis leyes ni impedir mis cumplimientos. Soy la hija
mayor de Saturno, el más joven de los Dioses. Soy
hermana y esposa de Osisris y madre del rey Horus. Se me
conoce por ser la creadora e inventora de la agricultura.
Soy el perro (can) celeste, luminoso entre las estrellas. La
ciudad de Bubastis (Bubastus) se erigió en mi honor:
alégrate, oh, Egipto, que has tenido el privilegio de verme
nacer!”. La Cámara de la Reina es la salvación para
aquellos que vienen de un mundo en destrucción. Solo
aquellos que han escuchado las palabras sabias de la
Madre han sido preparados para entender el sentido de la
vida. Saturno, el más joven de los Dioses, es la muerte; de
manera que hay que pensar que la muerte llega a la
creación en el último lugar.

”Cayce ha dicho que la construcción de la pirámide de


Keops sucedió en el año 10 490 - 10 000 antes de nuestra
era, hace más de doce mil años. Qué dices tú,
Mohammed?.
”Lo que que está encerrado en la gran pirámide tiene que
ver con los primeros días de la fundación del universo en
el Génesis; por lo consiguiente está también relacionado
con el Apocalipsis de San Juan. Los dos textos son
similares y misteriosos. La verdad es que estos dos libros
son textos alquímicos que la raza anterior a cualquier otra
raza dejó como herencia a la humanidad para señalarle el
sendero hacia la vida eterna. Muchos escritores que van
contra la línea de la antropología oficial cometen todo un
sinnúmero de errores y atribuyen a los dos textos
propiedades que están muy alejadas de la verdad; y si
ellos encuentran algún punto de intersección y contacto
equivocan la interpretación y suponen resultados adversos
a la idea original. Las cosas no tienen que ser tan
complicadas. Lo que sucede es que la verdad que hemos
heredado ha sido dejada siempre en clave y esta clave no
es tan difícil; allí reside el equívoco de todo. Lo sencillo,
precísamente por su sencillez, es muy difícil. No quiero
entrar en detalles acerca de la clave, esto lo haremos otro
día. En el relato sobre Noé y su Arca se ha cometido el
mismo error. Todos estos señores se han perdido en el
laberinto de las ideas descabelladas y de las suposiciones
sin fin. Sobre esto hablaremos también después. Toda la
ciencia atlante llega al plateau de Giza, al altiplano Andino
y a México a través de sus embajadores de la verdad,
llámense estos Kheops, Viracocha , Quetzalcoatl,
Kukulkan, Gucumatz o lo que ustedes quieran. Estos
embajadores son las serpientes de la sabiduría encargadas
de transportar todo el inmenso conocimiento almacenado
por las humanidades que han existido en nuestro pasado.
Aquí estamos entrando en terrenos bastante escabrosos
pues no hay quien quiera aceptar nada sobre todo esto. En
la Cámara del Rey existe un cofre al que se le compara con
el Arca de la iluminación de los israelitas. Lo que yó les
puedo decir es que el cofre encontrado en la Cámara del
Rey guarda relación con el acceso a los mundos divinales.
Las pequeñas cámaras que se encuentran encima, en el
techo, de la Cámara del Rey, hacen alusión a los cinco
universos: físico, mental, causal, buddhico y átmico. El ser
humano tienen que crear esos cuerpos para tener cabida
en esos universos, de otra forma no se puede tener acceso
a esos mundos de perfección. El cofre encerrado en la
Cámara del Rey es el símbolo del secreto que, en la
antigüedad, se transmitía solo oralmente. Hoy en día las
cosas han cambiado tanto que el momento de decir las
cosas llanamente ha llegado, no podemos seguir hablando
en símbolos, no podemos seguir hablando en parábolas,
pues el mundo se ha complicado de tal manera que su
evidencia más clara la encontramos en el lenguaje que
usamos para degradarlo aún más. Antíguamente, el
lenguaje tenía un campo de actividad muy poético y muy
verdadero; hoy, el lenguaje está corrompido. Los políticos,
más que nadie, mienten, los representantes de las
llamadas religiones mienten, la enseñanza, por haber
perdido el contacto con las fuentes de la sabiduría, miente
también, los filósofos, por querer subir al trono de los
admirados, mienten; en suma, todos mienten y nadie sabe
yá donde se encuentra la verdad. Los militares aprovechan
todo esto para esconder, aún más, la verdad y para poder
enriquecerse con las guerras y el fantasma real y siniestro
de la muerte. Qué nos espera? Yo propongo algo que sea
igual a los tiempos en donde la verdad prevalecía.
Tenemos que viajar miles de años hacia atrás para llegar a
ello. Los que pensamos igual tenemos que encontrarnos
para iniciar el camino de regreso hacia los eternos
manantiales de la verdad. Quiénes somos y dónde nos
encontramos. Lo lógico es suponer que las culturas que
reciben la sabiduría, después de la catástrofe diluviana, se
encuentren todavía en posesión de esa sabiduría. Quiénes
somos?: los egipcios; más bien diría los coptos, por ser
nosotros los que hemos preservado el conocimiento, los
magos y brujos del altiplano andino y los brujos y magos
de México. Yo estoy convencido que nuestros puntos de
contacto son similares y no se disasocian. Ya no hay que
seguir pensando en términos políticos, pues toda esa
insana actividad es passé, ya no llena ninguna función. El
tiempo de la magia ha llegado y nosotros tenemos que
pensar en términos mágicos y en términos divinales sin
entrar en guerras donde la sangre se derrame y ni en
discuciones políticas inútiles con nadie. Yó digo que nó a
la clonización de animales, plantas y hombres. Digo que
hay que ponerle un remedio a la pobreza en todo el
planeta….”

Umm se sentía reconfortada y un sano calorcillo empezó a


invadirle todo el cuerpo:

”Yó también digo nó a la venta de medicinas. Nó a esos


altísimos precios que enriquecen solo a algunos y que
impide a los pobres poder adquirirlas”.

”Nó a todo tipo de alza. Viviendas gratis para todos. El


orden del mundo actual tiene que ser reemplazado por un
orden justo”, dijo Salwa al-Gazzar.

”Que el encuentro sea en Coatzacoalcos, en Cuzco o en el


Cairo. Las tres ”C” maravillosas. Y después Muhammed
prosiguió:

” Cairo es igual a cábala, a cabeza, a caduceo, a


comienzo, a canción, a candelabro, a caos, a caravana, a
cariátide, a caridad, a catarsis, a catalepsia, a cavilar, a
cayado. Yó digo no definitívamente a las guerras rasistas;
nó al rasismo. Estamos en el siglo veintiuno y todavía el
blanco no ha querido comprender este problema que no es
un problema sino una ficción creada por la raza blanca
para controlar, explotar y dominar”.

”Coatzacoalcos se parece a coalición, a coexistencia, a


cofradía, a cohesión, a coherencia, a coincidir, a colibrí, ”la
alhaja voladora”, a colmena, a coloso, a columna, a
comando, a cometa, a composición, a comprender, a
compuerta, a comunicar, a concentrar, a conciencia, a
concilio, a concordia, a conexión, a conferencia, a
confianza, a confluencia, a confraternizar, a conmoción, a
consagración, a constante, a constelación, a construcción,
a contacto, a contemplar, a contraveneno, a convencido, a
conversación, a convicción, a corazón, a cordero, a
correcto, a cortesía, a cosmogonía”, gritó Umm.

Salwa siguió solamente el ritmo del discurso:

”Cuzco nos recuerda a cualidad, a cuidado, a culminación,


a cumplir, a cundir, a curar, a cúspide, a custodia”.

Muhammed había tomado un descanso de solo unos


cuantos segundos. Umm estaba pensando en los reyes
magos y entonces preguntó:

”Qué significan los tres reyes magos”:

”Los tres reyes magos son los colores extraordinarios de


la ciencia alquimista. Por un lado vemos que el Mecurio
presenta los colores negro, blanco, amarillo y rojo, cuando
el trabajador de la piedra está inmerso en la tarea de
purificar los cuerpos de pecado en el crisol, vamos a
decirlo ahora, sexual. Uno de los reyes magos es negro, el
otro es blanco y el tercero es amarillo. El único color que
nos falta es el rojo. El color rojo hace que los reyes puedan
levantarse. La estrella que dirige a los tres reyes magos es
Stella Maris, la virgen del mar. Recordemos que el
alquimista trabaja en el mar de las aguas caóticas. Es la
virgen Stella Maris quien guía al adepto en la gran obra; es
ella quien hace todo el trabajo, y el trabajador de la piedra,
si quiere triunfar, no le queda mas que mantenerse dentro
del cumplimiento de la Ley. Los tres reyes magos son
también el Intimo, el alma divina y el alma humana; es
decir, Atman, Buddhi y Manás. El rey mago negro es el
primer testimonio de la alquimia: las aguas – el mercurio –
son todavía negras. El ser humano guarda todavía la
mayoría de las características de los demonios. El rey
mago blanco simboliza el proceso de las aguas entrando a
la blancura. El ser humano deja o va dejando atrás las
características de los demonios y está cambiando. El rey
mago amarillo hace mención a las aguas del mercurio que
se están volviendo amarillas. El ser humano se está
acercando a la forma de ser de las divinidades. Nos falta el
color rojo que es el color púrpura de los reyes, que de lo
más bajo de la creación han llegado a la culminación de
todo el proceso alquímico: de gusano a águila. El ser
humano ha llegado al Cristo – de Joshua Ben Pandira,
para hablar del ejemplo más sorprendente, a Cristo – y
esto lo libera definitívamente de las cadenas del mundo
demoníaco. En la Cámara del Rey está todo esto. Los
sobrevivientes de la gran catástrofe sabían esto y
quisieron dejarlo a la humanidad posterior para evitar que
ella cayera otra vez en el mismo error y pudiera
definitívamente salvarse. En la Cámara del Rey ha
quedado encerrado todo esto muy claro pero la gente no lo
ha entendido. Nosotros los que hemos podido llegar a este
luminoso conocimiento lo sabemos. Todavía tenemos una
oportunidad de salvarnos y salvar a muchos otros. Los
tiempos han llegado y nosotros somos los depositarios de
este gran conocimiento y de esta inmortal sabiduría. Los
que interpretan la Cámara del Rey de alguna otra manera
están totalmente errados. Nosotros sabemos que la verdad
no cae nunca en aquellos que están llenos de soberbia ni
en los depositarios de la riqueza material. La sabiduría
llega a los que han pasado por todas las pruebas y se
mantienen en la línea de la verdad. La verda es muy difícil
de mantener, porque cuando tú la buscas y , sobre todo,
cuando tú la encuentras, los demonios te atacan para que
dejes de pensar en la posibilidad de alcanzarla. La verdad
está en los que tienen el alma acerada por la persistencia
del trabajo divinal y nada más”, expresó Muhammed y
dejó las almas de Umm Sadaqqa y de Salwa al-Gazzar en
suspenso.
Umm y Salwa, de alguna forma y durante mucho tiemo, lo
habían antes intuído. Ahora era una realidad y ellas no
estaban dispuestas a persisitir en el mismo error que las
había mantenido en las dudas prolongadas durante gran
parte de sus vidas. Ellas estaban abiertas a las
posibilidades infinitas de la verdad y se abrían a estas
compuertas de luz que las llevarían seguramente a otras
posiciones más felices y claras y menos absurdas y duras.
El tiempo se había desvanecido en la conversación y todos
habían notado que la noche empezaba asomarse por el
horizonte. El sol estaba ocultándose y sus rayos estaban
feneciendo por el horizonte. El tiempo de abandonar la
conversación había llegado y ellos sabían que había que
retornar al trabajo de todos los días, aquel que nos ofrece
la oportunidad de avanzar un poco cada vez para que
nunca olvidemos que la verdad y la paz son ingredientes
muy importantes en nuestras vidas cada vez que las
necesidades imprescindibles traten de ocultárnoslas. Umm
le dijo a Salwa y a Mohammed que la hora de partir hacia la
pirámide de Kheops estaba acercándose y que había que
prepararse para tomar la máquina y alcanzar nuevamente
el plateau de Giza. Mohammed salió en busca de su
máquina y enfiló rumbo hacia el Cairo Copto pues tenía
que pasar a recoger a dos compañeros más. Salwa y Umm
irían también al Cairo Copto a recoger en casa algunas
lámparas, compases, libros, cuadernos, apuntes y lápices.
A las siete de la noche Salwa y Umm se encontraban en la
pirámide de Kheops. Antes de entrar a la Cámara de la
Reina se encontrarían con Mohammed pues éste les había
dicho que las vería allá. A última hora Salwa y Umm
decidieron que ese día lo dedicarían a las dos Cámaras, la
del Rey y la de la Reina. Subieron hasta la entrada original
y después de pasar por la Gran Galería llegaron hasta la
Cámara del Rey. Ese día llegaron a nuevas conclusiones y
a nuevos descubrimientos: que todas las islas del
Mediterráneo y Egipto, principalmente, de acuerdo a
Platón, habían sido invadidas ó colonizadas por los
sobrevivientes de la Atlántida. Que, tal vez, las cuevas de
Altamira y Lascaux habían sido habitadas por
sobrevivientes de la Atlántida. Que los antiguos faraones
fueron considerados de piel roja. Aquí, Mohammed,
argumentó que el color rojo tenía que ver con la realización
del super-hombre en sí; es decir, no se puede despertar al
Cristo dormido dentro de nosotros si no alcanzamos el
color rojo, que es el color de la liberación, el color final,
con el cual se pone punto final a toda la titánica tarea. Que
los egipcios han sostenido siempre que sus antepasados
divinales aparecieron por el oeste. Que la pirámide de
Kheops había sido construída 25, 826.40 años antes de
Cristo. Que todas las más antiguas y elevadas
civilizaciones en el mundo se habían sentado entre la
latitud de los 20 y los cuarenta grados al norte del círculo
del Ecuador. Que la civilización Lemúrica quedaba
descartada del altiplano Andino, pues las similitudes entre
esta cultura y la cultura de México eran muy cercanas. Que
la longitud de la base de los lados cóncavos de la pirámide
medía 365.256 y la línea AbB medía 365.259 que era lo
mismo que el número de los días del año solar y el año
tropical y el año anómalo. Que las dos cámaras, la del Rey
y la de la Reina contenían una multitud de datos
matemáticos que las habían dejado asombradas por su
exactitud, pues en ellas aparecían el factor Pi y el factor
Phi. Que toda la ciencia Pitagórica estaba basada en la
ciencia matemática y geométrica que ellos habían
encontrado en la gran Pirámide de Kheops. Que la Cámara
de la Vieja Tumba, junto con la Cámara de la Reina y la
Cámara del Rey significaban la potencia unida de las tres
fuerzas de la naturaleza: la positiva, la negativa y la fuerza
neutra que armonizaba a las partes en pugna encontrando
siempre el balance entre ellas. Que toda la pirámide de
Kheops era un monumento de sabiduría dejada por sus
constructores a las generaciones terrícolas venideras para
instruirlas, por un lado, y, por otro una advertencia de lo
que la estupidez humana puede ocasionar si no se vive en
armonía con la naturaleza y sus leyes soberanas. Ese
mismo día, Umm Sadaqa, Salwa al-Gazzar y Mohammed al-
Gazzar acordaron que la hora de partir para Coatzacoalcos
y para el Cuzco había llegado y que no se podía seguir
perdiendo más el tiempo.

A las mismas conclusiones habían llegado el brujo


Guillermo Cotapeti, Alfredo Huancayo y Deucalión
Punacaba. Ellos estaban dispuestos a partir para
Coatzacoalcos y para el Cairo.

Por otra parte,Virgilio Díaz Siracuza y su hermana Beatriz


concluyeron en lo mismo. Cibeles Manasés Spinoza y su
hermano Horacio estaban absolútamente de acuerdo con
Virgilio y con Beatriz.. El sitio para encontrarse con lo que
ellos buscaban podía solo estar ó en el Cairo ó en Cuzco.

THE GATHERING

En tres partes distintas de la Tierra, once personas, que


no se conocían entre sí, sabían que existían otras
personas que eran como ellas y que querían exactamente
lo que ellas ansiaban. Cada grupo, por su lado, decidió
buscar a los otros a través de la meditación y el uso de los
mantrams milenarios que habrían de ponerlos en contacto.
Una noche maravillosa, todos ellos, cada quien por su
lado, buscaron un lugar silencioso donde ellos pudieron
sentarse en toda calma a meditar. Cada uno de ellos
meditó en el mismo mantram y todos entraron a un
maravilloso pasaje de luz que los llevó hacia la zona clara y
deslumbrante de la brillantez inmaculada. De pronto,
todos habían llegado a un pequeño valle donde cada uno
estaba sentado al lado del otro formando un círculo. Nadie
dijo su nombre pero todos se reconocieron uno en el otro y
todos supieron, al mismo tiempo, que la aventura por vivir
estaba a las puertas de sus esperanzas y la realidad tan
largamente soñada. Virgilio Díaz Siracuza supo quien era
Umm Sadaqa. Cibeles Manasés Spinoza se enteró de las
afinidades que ella tenía con Salwa al-Gazzar. Horacio
Manases Spinoza se unió mentalmente al indígena Alfredo
Huancayo. Ifigenia Díaz Siracuza y Deucalión Punacaba
habían entrado al tunel eterno del contacto en los otros
mundos , mientras que el brujo Guillermo Cotapeti se
sintió muy cerca de la maga madre Justina. Muhammed al
– Gazzar formó una triada con Virgilio y con Umm. Los
once estaban en el valle de las eternidades y conversaban
de todas sus inquietudes y su sed de conocer y entender
era tan fuerte que ellos sintieron que el hilo que los unía
fuertemente a todas las eras y a lo que, desde el principio
hasta lo que pudiera llamarse el fin, los había mantenido
en la red de las verdades eternas y sus plenos poderes.
Cada uno tomó la palabra y habló de sí a los demás. Cada
uno descubrió su corazón y dijo cuáles eran sus temores.
Cada uno de ellos habló de la solución a los problemas
llamados irresolubles. Pero quien tomó la palabra, antes
que nadie, fué la maga madre Justina:

”Magos, brujos, maestros, iniciados, purificadores del


pecado, señores amos del rayo, jaguares de la inteligencia,
sabias serpientes del conocimiento, buscadores de la
verdad, dragones del bien, hombres prodigiosos,
hermanas, hermanos, nos encontramos en muy grave
peligro. Los de corazón roto, los de corazón aterrado
buscan el suicidio colectivo; ellos están, por su ignorancia,
en camino de desatar fuerzas incontrolables y nuestra
obligación es poner alto a toda esta imperdonable locura.
Nosotros todos, sabiéndolo allá, en el mundo de los locos,
buscábamos afanosamente esta reunión. Hoy, por fin, nos
hemos encontrado y nuestro primer paso al retornar a la
tercera dimensión, es iniciar la puesta en marcha de este
proyecto de salvación que no puede esperar ni un solo día
más. Se que Mohammed al – Gazzar y el brujo Guillermo
Cotapeti me conocen como yó los conozco a ellos. Sé,
también, que Virgilio Díaz Siracuza, Umm Sadaqa, Cibeles
Manasés Spinoza, Salwa al- Gazzar, Horacio Manasés
Spinoza, Alfredo Huancayo, Deucalión Punacaba, Ifigenia
Díaz Siracuza y Yó, conocida bajo el nombre de la maga
Justina, poseemos todos los conocimientos y reunímos
entre nosotros toda la sabiduría para acometer esta
empresa. El mundo requiere de nosotros y nosotros
requerimos de los Dioses, asi como también de nuestra
energía, unidos, vertebrados en un propósito firme, en una
idea insobornable, con la mira puesta en un solo objetivo:
salvar a la civilización de este gran peligro que la acecha,
impedir que los de corazón aterrado suelten las fuerzas
que ni ellos mismos pueden ya dominar, poner en
funcionamiento el poder de la magia blanca al servicio de
quien ha hecho al mundo y ha creado todo el universo.
Nosotros somos el brazo derecho que impedirá la marcha
de la ciega locura. Nosotros somos aquellos de mirada
firme y corazón limpio, los héroes audaces de los misterios
del bien. Doy la palabra a quien la quiera tomar”, concluyó
la maga madre Justina y todos sintieron las llamas de la
verdad arder en sus corazones.

El brujo Guillermo Cotapeti se sintió tocado en sus más


inaccesibles profundidades. Poniéndose en pie miró a
todos y dijo:

”La maga Justina habla con los fuegos de la verdad. Voy a


repetir una viejísima traducción del Dhammaphada ” y
agregó:
”Hay que acudir en pos del bien y alejar los pensamientos
del mal. Aquel que es reacio a hacer el bien, se alegra en
contacto con el mal. Si un hombre hace el mal, que los
Dioses lo libren de hacerlo vez tras vez y le libren de que
sienta alegría al hacerlo, ya que el acumulamiento de las
malas acciones crea el sufrimiento. Si un hombre hace el
bien, que lo haga vez tras vez, que asi sentirá alegría; la
acumulación de las buenas acciones crea la felicidad. El
malvado vive, también, días buenos, en tanto sus malas
acciones no den frutos. Cuando las malas acciones dan
frutos, los días malos y nefastos llegan a su vida. El
hombre bueno experimenta malos días también, en tanto
sus buenas acciones no den frutos. Cuando sus buenas
acciones dan frutos, entonces los días buenos llegan a su
vida. Uno no debe subestimar el bien y pensar que el bien
no va a llegar nunca a la vida de uno. El cántaro se llena
poco a poco con gotas de agua. Del mismo modo sucede
con el bien; también el bien llena al hombre.

Al igual del que con ansias de vivir se mantiene alejado de


la fuente del veneno, de la misma forma tiene uno que
mantenerse apartado de las malas acciones. Solo aquel
que carece de heridas en las manos puede asir el veneno
sin perecer. Aquello que no daña no puede contener el mal.
Ni en el cielo, ni en el desconocido fondo del mar, ni aún
escondiéndose en las cuevas más profundas de las
montañas, en ninguna parte del mundo, puede uno
liberarse de sus malas acciones. Ni en el cielo, ni en el
desconocido fondo del mar, ni aún escondiéndose en las
cuevas más profundas de las montañas, en ninguna parte
del mundo, puede uno evadir la muerte”.

Todos le miraban con inquietudes infinitas. El brujo


Cotapeti continuó:

”Por qué hablo de esta manera? Todos ustedes deben de


saberlo. El poder ha corrompido las cabezas inquietas de
los de corazón aterrado. Ahora nos queda un problema
terrible en las manos. Cómo solucionar las cosas?
Nosotros estamos concientes de lo que el bien es y,
también, estamos concientes de lo que el mal es. Nada se
nos escapa referente a la muerte. Nosotros no tememos ni
a la muerte ni al veneno de las malas acciones pues estas
no tienen cabida en nuestras vidas. Nosotros somos los de
corazón limpio y sabemos lo que las buenas acciones son.
Bien sabemos que las naciones fuertes y dominantes y sus
líderes perdidos en el asunto de gobernar no han
encontrado todavía las agujas de la brújula. No voy a
exasperarlos con demandas inútiles que solamente
abrumen vuestros corazones. Yó quiero, como ustedes, la
liberación que ponga un punto final a tantos sufrimientos,
a tantas congojas, a tantas tribulaciones, a tantas energías
perdidas en el mar de las aflicciones interminables. Los
días en que nuestros esfuerzos desaparecían en la nada no
tienen ya regreso. Nosotros sabemos que los líderes de
muchos de los países fuertes y muchos líderes malvados
de los países pobres que han puesto mordaza a sus
pueblos no deben estar en la agenda de nuestras
inquietudes. El tiempo de la magia y su llegada real a la
vida para alterar todas las situaciones nefastas está aquí.
Somos nosotros los que estamos en un lado de la balanza
y nuestro deber es impedir que esta se incline hacia el lado
del mal. Cómo hacerlo?. Piensen ustedes en la solución o
las soluciones más adecuadas para lograr limpiar la
atmósfera. Para lavar las mentes y los corazones de los
actores del mal y liberar sus almas tenemos que
transformar directamente a los responsables y cambiar el
rumbo de sus deseos y sus vicios. No hay otra salida”.

El brujo Guillermo Cotapeti había lanzado una demanada


que nadie de ellos podría rehuir. Virgilio Díaz Siracuza se
sintió tocado y se decidió responder al desafió:

”Hermanas, hermanos, madre mía Justina. Lo que voy a


proponer tal vez haga temblar vuestros limpios corazones.
Tomo como mío el desafío del hermano maestro Guillermo
Cotapeti. Nuestra obligación es transformar las cabezas y
los corazones de los directamente responsables. Primero
preguntémonos quienes son los causantes del mal en el
mundo y, después, actuemos. Yo propongo que nos
posesionemos de los cuerpos, de los corazones y las
cabezas de estos líderes; en fin, que nos posesionemos de
sus vidas completamente. Lo que es mas perturbador en
todo esto es que en el mundo existen líderes
irresponsables y egocentristas que siempre han manejado
la política interior y exterior de sus países a través de las
guerras para cambiar el curso de los acontecimientos. Asi,
ellos se han apoderado de los mercados internacionales y
dirigido a su favor la política interior de sus países y la
política exterior de los países que han caído en las esferas
de su dominios y acción. Por el otro lado, existen líderes
que apoyan esta clase de política dirigida a dominar y
controlar. Ellos que son aparentemente fuertes apoyan a
los fuertes; ellos son simplemente corruptos; están
totalmente corrompidos. El lenguaje que nosotros usemos
debe estar libre de esta corrupción. Nosotros tenemos que
llamar a las cosas por lo que ellas son, no por lo que ellas
representen. Los líderes de los países fuertes son, Estados
Unidos, Inglaterra, Rusia, China y Francia. Aquí existe un
demoníaco arsenal militar que puede destruir a toda la
humanidad en un par de semanas. Tal vez podamos incluir
a otros países aquí, pero creo que con estos basta. En la
otra parte existen los países árabes y todos sus líderes
corruptos, Israel, la India, Pakistan, Alemania, Italia,
Australia, Canada, Japón, Australia y algunos otros
países periféricos más. Los países que ven dominadas y
controladas su política y su economía son casi todo el
resto del mundo. De manera que todavía no hay lo que se
podría llamar libertad o democracia en el estricto sentido
de estos dos términos en el mundo. Una vez que nosotros
tengamos las cosas claras podremos iniciar entonces la
cruzada de nuestra acción. Primero que nada, nosotros
renunciamos al uso de la violencia y rechazamos que la
sangre, una vez más, vuelva a ser derramada. Nosotros no
tenemos nada que ver con las armas, las mentiras, las
diatribas, los choques, los insultos, las manifestaciones.
Nuestra única obligación es con la humanidad y el medio
que vamos a usar para liberarla será a través de la magia
verdadera”.

Todos habían escuchado a la madre maga Justina, al brujo


Guillermo Cotapeti y al joven Virgilio Díaz Siracuza. Umm
Sadaqa, la egipcia, se atrevió a plantear sus dudas:

”Pero cómo vamos a apoderarnos de los cuerpos, los


corazones y las almas de estos líderes? Es que acaso
poseemos yá esta ciencia divinal?”.

Esta vez fué el turno de Mohammed al-Gazzar:

”Por lo que yó puedo inferir estoy convencido de que por


lo menos tres o cuatro de nosotros poseemos la ciencia de
los Dioses. Quisiera preguntar directamente ahora si
alguien puede convencer a los demás de esta certeza mía.
Si el maestro brujo Guillermo Cotapeti ha dicho que hay
que lavar las mentes y los corazones de los actores del
mal para poder liberar sus almas, él, estoy totalmente
convencido, puede realizar esto que Umm Sadaqa
pregunta; es o nó es asi maestro Cotapeti?”.

El brujo Cotapeti respondió directamente:

”Claro que es asi! La madre maga Justina también puede


realizar este gran portento! Me atrevo a sostener que aquí
hay alguien que está desarrollando estos poderes y nos va
a dejar atrás tanto a la madre maga Justina como a mí. No
es esto cierto, madre maga Justina?”

La madre maga Justina hizo una ligera inclinación con la


cabeza y propuso que el próximo encuentro sería en
Coatzacoalcos. De allí todos partirían hacia Tenochtitlan
para iniciar los preparativos de la gran ceremonia mágica.
Las figuras de todos ellos se fueron disolviendo hasta
desaparecer del todo. Atrás quedó solo el valle
esplendoroso; adelante, la realidad de todos ellos volvió a
funcionar con toda la normalidad de la vida.

COATZACOALCOS

En Coatzacoalcos, cerca del mar, en el fin de la calle 16 de


septiembre, Virgilio había mandado a erigir una gran
mansión con espléndidos jardines y separada del resto de
las demás casas por una altas bardas. La mansión de tres
pisos tenía 24 cuartos y un inmenso sótano con una sala
central. En una de las paredes de la sala estaba pintada la
imagen de la victoria de la piedra: un hombre abandonando
la tumba. Con la mano derecha hacía la señal del niño
Cristo al nacer y en la mano izquierda portaba un
estandarte formando en su parte final la cruz. En el
estandarte estaba bordada en letras de oro la cruz de todas
las grandes civilizaciones divinales. El pelo del hombre era
largo y su cabeza resplandecía con la luz de la liberación.
El hombre portaba una larga capa y su rostro era sereno.
Sus ojos brillaban y penetraban el corazón y el alma de
todos los que se atrevieran a colocar sus miradas en él.

En la pared de al lado, la segunda pared, había la figura de


un andrógino con dos rostros y una corona en cada uno de
ellos. Una cara era masculina y la otra era femenina. El
andrógino estaba parado sobre una inmensa piedra y en la
parte baja de la piedra aparecía una víbora con tres
cabezas. El andrógino portaba una larga capa y por sus
hombros sobresalían dos alas. En su mano derecha
sostenía una copa de donde emergían tres serpientes. En
su mano izquierda sostenía con firmeza a una serpiente.
Las cuatro serpientes estaban coronadas. Al lado derecho
del andrógino había un árbol que en lugar de flores tenía
trece soles relucientes. A su lado izquierdo, en un nido,
había un pelícano alimentando a sus dos críos. Por la
parte trasera aparecía un poderoso león. Este es el
símbolo de la piedra solar, el enigma del rey, la perfección.

La tercera pared mostraba un cuadro en donde se veían


dos columnas de vapor levantándose hacia las alturas. En
las bases de las dos columnas aparecían dos estrellas de
seis puntas que remataban por lo alto con dos estrellas de
seis puntas también. Por lo alto, uniendo a las dos
columnas de vapor, aparecía una serpiente de dos
cabezas. Debajo de la primera serpiente aparecía el sol y
debajo de la segunda serpiente aparecía la luna. Entre el
sol y la luna había una quinta estrella de seis puntas. En la
parte de abajo, entre las dos columnas de vapor había una
fuente sostenida por tres patas ; la parte del frente de la
fuente mostraba seis diamantes, por lo que se podía inferir
que en su parte trasera había seis diamantes más. En la
parte central de la fuente emergía un caño que remataba
por lo alto en tres llaves manando agua; la fuente estaba
llena de agua. Encima de las llaves había una bola desde la
que emergía una flor de tres pétalos y tres botones. Esta es
la imagen de la fuente del mercurio.

En la cuarta pared de la gran sala había un cuadro enorme


mostrando a un andrógino de un solo cuerpo y dos
cabezas, El andrógino tenía sus dos brazos cruzados, el
izquierdo debajo del derecho. Portaba una sola corona y
estaba tendido en el lecho nupcial. En la parte superior,
desde las nubes, una belleza femenina se lanzaba hacia el
andrógino: este era el retorno del alma.

La línea del final de la pared, hacia lo alto, que hace


frontera con el principio del techo estaba llena de infinidad
de estrellas en oro: era la estrella de cinco puntas. En lo
alto de las puertas y en cada ventana de la mansión había
una estrella de cinco puntas de oro con una de las puntas
hacia arriba. La estrella de los grandes magos sostenía y
guardaba a todo aquel que entrara a la mansión de la
ciencia milenaria de los trabajadores de la gran piedra.
Virgilio Díaz Siracuza había ido levantando la gran mansión
durante un período de cuatro años y su padre le había
dado todos los medios y le había concedido todo el dinero
necesario para ello:

”Cueste lo que cueste”, le había dicho su ahora


transformado padre, Esquivel Díaz Granada.

Virgilio había llegado a la edad en que el capullo se


transforma en flor, el día en que el cachorro joven da el
salto definitivo para transformarse en el león controlador
del saber, la fecha en que el iniciado abandona los últimos
momentos de las dudas y entra al universo del maestro
revivido; en fin, la erección del santuario sagradísimo de la
serpiente de todas las sabidurías reunidas en un solo
hombre. Le acompañaban diez dragones de lealtad sabia
que él debería ahora dirigir para que los días luminosos
llegaran al mundo y alegraran a todos. Su meta inmediata
era encontrar a la Madre del Todo, al Padre de la ciencias
eternas y sapientísimas y reunir en él mismo las dos
virtudes altísimas que lo transformaran en el hombre que
las circunstancias actuales requerían:

”Hay que convertirse en las dos columnas que sostienen el


templo de la verdad. Tú tienes que ser la fuerza en que
ellas se sostengan”, le había dicho alguna vez la maga
madre Justina y él recordaba esas palabras que le
incendiaban el alma y el corazón y todos sus cuerpos de
pecado que él ya había diluído en vidas anteriores y que
estaban ardiendo en el crisol purificador de la alta magia
liberadora en su presente vida.

Virgilio viajaba a la velocidad insólita de la luz que nunca


ha sido creada. Todo lo que Virgilio tocaba quedaba
automáticamente transformado. Nadie quedaba libre de la
influencia sorprendente de su palabra. El era yá el verbo de
los principios, pero todavía faltaba un poquito más de
tiempo. En Coatzacoalcos, Virgilio, la maga Justina,
Ifigenia Díaz Siracuza, Cibeles Manasés Spinoza y Horacio
Manasés Spinoza estaban esperando por la llegada de
Alfredo Huancayo, Deucalión Punacaba y el brujo
Guillermo Cotapeti.

”Ellos llegan hoy Jueves, había dicho la maga Justina;


mañana llegarán Umm Sadaqa, Salwa al-Gazzar y su
hermano Mohammed al-Gazzar”.

Tres días después, todos estaban reunidos en la gran sala


del sótano.

”Somos seis hombres y cinco mujeres, sentenció la maga


Justina, la cifra forma el número once, La Persuasión. En el
Tarot, la mujer dama cierra delicadamente con sus manos
las feroces fauces del león. El león es el fuego;
recordemos que el león era consagrado a la Divinidad
Vulcano. El carro de guerra de los leones, en la simbología
clásica, representa los cuerpos solares. El Iniciado tiene
necesidad de crear sus cuerpos solares para poder dejar
este mundo demoníaco y tener acceso a los mundos
divinales. El oro, que es lo mismo que el fuego y que el
león, simboliza el fuego sagrado de la Virgen Madre:
Horus, en la simbología egipcia. Ustedes los coptos
conocen todo esto muy bien. El once encierra el secreto
más codiciado: Trabajando el uno- hombre con el uno-
mujer obtenemos el dos Andrógino”.

Por la puerta de entrada a la sala apareció un perro.


Lentamente el perro, a quien llamaban ´Azufre´, se fué a
sentar al lado de Virgilio Díaz Siracuza. Virgilio recordó a
Goethe y al doctor Fausto y su perro ´Prestigiar´. Cuando
el doctor Fausto acariciaba cariñosamente al animal, el
pelo negro se transformaba en blanco y de blanco en
amarillo y al final tomaba el color rojo. El jeroglífico del
perro, que estaba dedicado a Mercurius, significaba la
vigilancia severa que el artista trabajador de la piedra debe
observar y poseer en todo su trabajo sin jamás olvidar que
no puede descansar un solo instante. En el reino de los
locos el artista trabajador de la piedra tiene que
permanecer oculto y escondido para pasar totalmente
desapercibido. La madre Isis, en un grabado antiquísimo,
decía que ella ”era el perro celeste y luminoso entre las
estrellas”.

” A propósito de lo que la madre maga Justina habla sobre


los colores del perro ´Prestigiar´, no hay que olvidar que
Prometheus es la significación y la caracterización del
constante cambio de los colores de la ”materia” cuando
ésta ha devenido color perla cristalino y que se simboliza
en el desbordamiento de las aguas cristalinas del
maravilloso río Nilo; esto sucede cuando Osiris atraviesa
Etiopía; es decir, cuando el color negro ha sido dejado
atrás. Prometheus, en griego, significa ”el prevedor”, el
que sabe y conoce con anticipación todo lo que va a pasar;
también significa ´el que se anticipa´. Aquí estamos
hablando del triunfo del artista trabajador de la piedra
sobre la primera fase de la naturaleza demoníaca. Este es
un viaje que nunca acaba”, expresó Virgilio con toda
calma.

Todos asintieron y se miraron entre sí para corroborar que


estaban absolútamente de acuerdo sin dudar un solo
instante.

”En Fokis, dijo Mohammed al-Gazzar, existen piedras en


forma de grandes bloques, que la tradición popular
asegura ´oler igual que los hombres´ . La leyenda sostiene
todavía que éstos son los restos del barro con el cual
Prometheus trabajó y usó para modelar y para crear y dar
vida a los hombres. ´Los hombres resucitaron y
provinieron de las piedras´ . Se imaginan ustedes el
tamaño de Prometheus. Aquí estamos hablando de
proporciones gigantescas. Imagínense ustedes a los
constructores de la gran Pirámide, entonces”.

”Hermanas y hermanos, - casi gritó Virgilio- ha llegado el


momento de la gran iniciación. Estamos reunidos aquí para
informarles que mañana partiremos hacia Tenochtitlan
para entrar al ´círculo de los robles´. Esta gran ceremonia
será realizada por la madre maga Justina ya que nuestro
destino final será alcanzar el sagrado lugar que la maga
madre Justina ha llamado siempre ´las cuevas de las
estatuas´. Allá nos esperan las respuestas que no dejan
lugar a dudas posteriores, nos espera la claridad, la
sabiduría infinita y suprema, nos espera el verbo divinal
que se anticipa siempre a toda clase de solución. El mundo
está esperando por una respuesta de esta naturaleza. El fin
de las soluciones nefastas que los hombres-demonios han
usado siempre para esclavizar al mundo a sus deseos
tiranos y a sus caprichos negros está muy cerca.
Debemos, por lo tanto, apurarnos y proseguir con lo que
no debe ya retardarse”.

Todos ellos fueron conducidos a sus recámaras, pues al


siguiente día tendrían que levantarse muy temprano para
tomar rumbo hacia Tenochtitlan. La mañana llegó y cuando
los primeros rayos solares asomaron por el horizonte de la
montaña, más allá del mar, todos estaban reunidos
alrededor de la mesa tomando un deslumbrante desayuno
que Ifigenia Díaz Siracuza, la hermana de Virgilio, y la
madre maga Justina habían preparado. Virgilio sabía de la
magia que la maga Justina poseía en las manos cuando
ella se decidía por preparar cualquier cosa. ´Esta mujer
tiene a Dios mismo en las manos´, había dicho Virgilio
muchas veces al sentarse a comer las cosas simples, pero
deliciosas, que la madre maga Justina preparaba. Sobre la
superficie de la mesa se podían ver platos rebosantes de
frijoles negros refritos, carne de Chinameca, plátanos
machos refritos con nata encima, chocolate, atole, tortillas
de maíz nuevo, empanadas de pescado, pan francés, café,
leche, huevos rancheros muy picantes y cantimploras para
que cada uno de ellos las llenara con agua, leche, refresco
o algo más fuerte. La maga madre Justina había preparado,
también, comida para el viaje colocada cuidadosamente en
cajitas de madera. A las seis de la mañana estaban ya
calentando los motores del barco que los conduciría a esta
cita de la cual todos ellos esperaban tanto. Los corazones
de los magos y de las brujas latían al ritmo similar de la
vida. Las esperanzas corrían por sus venas. Todos ellos
se sentían llenos de valor y todos ellos se sentían fuertes
y capaces de acometer una tarea tan grande como ésta. La
hora suprema se estaba, por fin, acercando. Al llegar a
Tenochtitlan todos se dirigieron a la choza de la maga
Justina y a la choza de Cibeles y Horacio. La maga Justina
tenía otra choza que quedaba muy cerca de la choza
donde ella vivía. Todos fueron hospedados en catres y en
hamacas pues la verdad es que no había mucho sitio para
todos ellos. Todos ellos, no obstante, se sintieron mus
satisfechos. Alrededor de las seis de la tarde se sentaron
alrededor de la gran mesa y disfrutaron de una cena frugal.
Al siguiente día, al acercarse el anochecer caminarían
hacia ´el círculo de los robles´ para emprender el viaje
hacia ´las cuevas de las estatuas´. Alfredo Huancayo y
Deucalión Punacaba estaban electrizados; lo mismo
sucedía con Umm Sadaqa y Salwa al-Gazzar. Los que se
mostraban firmes eran Virgilio, Ifigenia, Cibeles, Horacio, la
madre maga Justina, Mohammed al-Gazzar y el brujo
Guillermo Cotapeti. La hora del momento tan largamente
esperado había sonado. A las siete de la noche,
exactamente a las siete, la maga Justina iniciaba la
caminata guiándolos a través de la selva. Detrás de ella
iban Virgilio y el brujo Guillermo Cotapeti. Al final de la
línea de magos y brujos iba Horacio. Muhammed al-Gazzar
iba pensando en el Dios Rê. Para sus adentros, se dijo que
el nombre secreto de Rê no debía pronunciarse jamás, ya
que era totalmente ajeno a toda realidad que cualquiera
pudiera jamás imaginar. ”Este nombre secreto posee
fuerzas desconocidas e inimaginables”. Mohammed sabía
que los magos egipcios, en la primera antigüedad, solían
usar el nombre de Dios repitiendo palabras formadas y
construídas a través de ceremonias mágicas con
extrañísimos sonidos consonantes: ”Isteresek , Istersek,
Hergen”. Con estas desconocidas palabras obtenían
resultados sorprendentes para curar todas las
enfermedades desconocidas y para apresar la mente y el
corazón de los hombres; ellos liberaban de esta manera las
almas atrapadas en la locura. Umm Sadaqa, por su parte,
tenía sus pensamientos fijos en los once Rudras. ´De todos
los Rudras, yó soy el señor Shiva´. Shiva tiene a su cargo
la tarea de la destrucción del universo material y es el que
ciega a los hombres con la cualidad de la ignorancia. Nos
encontramos a punto de cruzar ese gran peligro, se dijo, y
pensó en las palabras del brujo Guillermo Cotapeti: ”Para
lavar las mentes y los corazones de los actores del mal y
liberar sus almas, tenemos que transformar directamente a
los responsables y cambiar el rumbo de sus deseos y sus
vicios. No hay otra salida”. Umm Sadaqa se dió cuenta que
no había otra manera de salvar al mundo.

”No nos quedan alternativas, casi todas las puertas han


sido cerradas”, gritó para sus adentros.

A unos cien metros todos divisaron ´el círculo de los


robles´ que pudieron ver gracias a que los gigantescos
robles se elevaban hacia las alturas formando un perfecto
círculo. Cuando llegaron al centro del círculo la maga
Justina dijo que esta vez no necesitaba a nadie a su lado.
Los demás tomaron sus posiciones indicadas en torno a la
madre maga Justina. Alrededor de la madre maga Justina,
Virgilio encendió doce velas. Cibeles Manasés Spinoza
encendió veinticuatro velas en torno al círculo de los diez
restantes que, con el perro ”Azufre” y la madre maga
Justina, formaban el número doce. La madre maga Justina
empezó a hablar en un lenguaje que a Mohammed le
pareció similar al lenguaje de los magos egipcios de la
primera antigüedad cuando estos realizaban sus grandes
ceremonias antidiluvianas. Una brisa suave empezó a
cruzar la atmósfera y en cuestión de algunos segundos se
convirtió en un huracán de proporciones insospechadas.
Las velas, no obstante, permanecían encendidas. Todos
sintieron que una cápsula los había cubierto. Los robles se
doblaban por la fuerza del viento y llamas azul- verdosas
que fueron poco a poco cambiando de color y se
transformaron, al final, en amarillas- rojizas, cubrieron
toda la atmósfera. La cápsula perfecta se transformó en
una esfera transparente que emprendió el viaje hacia las
alturas. Toda clase de planetas pasaba ante la vista de
ellos. Ellos vieron formas increíbles suplirse en un instante
en otras formas todavía más sorprendentes: soles
gigantescos, estrellas, nebulosas, meta-nebulosas,
galaxias, colores jamás vistos, movimientos
trascendentales, hoyos negros, quásares, estrellas dobles,
galaxias en nacimiento. Esto era el sueño del caos visto
por ojos que ya no eran humanos. La esfera giraba y todos
cayeron en un sueño del que jamás hubieran querido
despertar. Al fin, la esfera se posó suavemente en un
planeta de subyugantes colores. Estaban en un valle
hermosísimo y todos pudieron ver que ”Azufre” saltaba y
ladraba de alegría. La cubierta de la esfera desapareció y
todos siguieron a la madre maga Justina que ya había
iniciado la marcha hacia ´las cuevas de las estatuas´. Los
magos y los brujos iban al encuentro de un destino único
ya predestinado desde que las Divinidades lo habían
creado todo. La enorme entrada estaba vigilada por dos
bellísimos dragones de luz. Al dar la señal secreta que le
daba acceso a `las cuevas de las estatuas´, la madre maga
Justina volteó el rostro hacia atrás y por la luminosidad
que se desprendía de sus ojos solamente, todos
entendieron que la entrada al sagrado lugar les había sido
permitida. La maga madre Justina, sin pensarlo dos veces,
tomó el camino del oro y los demás le siguieron.
Caminaban por un túnel hecho de oro puro. Al final del
trayecto llegaron a una sala gigantesca hecha de oro. En el
trono estaba sentada una enorme estatua y sus ojos le
daban la bienvenida a todos. La estatua era ténue,
transparente, reluciente al mismo tiempo, y sus rasgos
desaparecían a veces dando la impresión que estaba allí
pero que podría diluirse en cualquier momento. La estatua
desapareció y, en su lugar, emergió una luminosa esfera
que giraba a una velocidad fantástica. La esfera detuvo
sus movimientos y mostró unos símbolos que ya
probablemente todos antes habían visto, pero su
composición llamaba poderosamente la atención: dentro
del círculo había un triángulo con la punta hacia arriba:
ignis, el fuego. Dentro del triángulo apareció el símbolo del
mercurio filosofal: una cruz; encima de la cruz un círculo;
enmedio del pequeño círculo dentro del triángulo un punto.
Sobre este pequeño circulo se elevaba una media luna en
posición horizontal. Al lado derecho del triángulo había un
triángulo pequeño con la punta hacia abajo: aqua, el agua.
A la derecha del triángulo, apareció un pequeño triángulo
con la punta hacia arriba: ignis, el fuego. Debajo de la base
de la pirámide relucían dos triángulos que se entrelazaban
uno con el otro formando el sello del gran mago Salomón.
La figura desapareció y en su lugar brotó otro círculo. Se
podían leer unas palabras en latín: Chaos confusum.
Dentro del círculo había un cuadrado y, en cada uno de sus
ángulos, triángulos pequeños: hacia arriba el triángulo
señalaba la punta hacia abajo: aqua, agua. Hacia su
derecha el triángulo tenía la punta hacia arriba pero una
línea lo partía por lo alto en dos: el aire. En la parte de
abajo el triángulo aparecía con la punta hacia abajo con
una línea partiéndo la punta: terra, la tierra. Por el lado
izquierdo del ángulo del cuadrado se vislumbraba un
triángulo con la punta hacia arriba: ignis, el fuego. Estos
cuatro símbolos forman el sello de Salomón. Dentro del
cuadrado todos vieron un círculo en el que se podía leer:
en el principio era Dios. Dentro del círculo apareció un
triángulo con la punta hacia arriba. En cada ángulo del
triángulo se veía un símbolo, tres símbolos en total: por
arriba el símbolo del mercurio, por la derecha un triángulo
con una cruz debajo de su base: el símbolo sagradísimo
del azufre y, por la izquierda, un círculo partido
perfectamente por la mitad. Dentro del triángulo apareció
un círculo y dentro del círculo el sello del gran mago
Salomón y dentro de este sello una circunferencia girando
eternamente. La circunferencia tenía una línea equatorial
divisoria: por arriba el símbolo del sol: el oro, el hombre, la
fuerza masculina. Por abajo el símbolo de la luna: la plata,
la mujer, la fuerza femenina. Todo desapareció y hubo una
obscuridad total. Una música similar a la ´La flauta
encantada´ de Mozart llenó todos sus cuerpos y en el aire,
fulgurando intensamente, se vieron figuras sorprendentes:
un andrógino danzando, una paloma blanca y reluciente,
dos dragones que encantaban a todos por sus sabios ojos,
el ave fénix que desaparecía entre el fuego para volver a
reaparecer, el símbolo de Salomón, un caduceo, un león, la
luna, un sol pequeño pero prodigioso, el símbolo del
pentagrama, un pavo real de brillantísimos colores, un
águila majestuosa, el Ouroboros; es decir, la víbora
sagrada de los egipcios mordiéndose la cola, el alfa, el
omega, el rey David templando su arpa milagrosa, cinco
delfines, un unicornio, un grupo de mariposas, peces, un
ave Ibis de Thot, la vaca sagrada Hathor, la Divinidad
celestial, una bandada luminosa de cuervos, una gran
Cruz, un laberinto girando, un cordero con la cruz entre
sus patas, flores de lotus, mandalas, la Divinidad
Mercurius, una bandada de ruiseñores, una mujer con
forma de serpiente, un pelícano alimentando a dos críos,
rosas, salamandras, la Esfinge, tortugas, tres espirales,
estrellas jamás contempladas, un tridente, triángulos,
gallos, lechuzas, yantras, el yin y el yang, ángeles, el ojo
eterno egipcio y al final de toda esa gran visión, un arco
iris resplandeciendo y encegueciendo a todos por la fuerza
de su brillantez . Todo eso se diluyó en la nda. La gran
estatua apareció nuevamente. Sonreía y todos sentían la
fuerza del amor entrando e sus corazones. Esta vez la
estatua se dirigió específicamente hacia Virgilio:

”Hijo Virgilio. Vosotros sabéis el sendero. Debéis contar


con muchas bajas, pues la batalla será justa e injusta.
Tened presente al yin y el yang, no lo olvidéis. A causa de
los corazones aterrados y perversos todo vuestro planeta
se encuentra en peligro. Debéis evitar que los que han
perdido el corazón se salgan con la suya. Estos momentos
son de meditación y de sabiduría. Medid vuestras acciones
antes de entrar en combate. Cuando el miedo penetra en
todos los cuerpos, en los universos materiales y en los
universos psíquicos, estáis en grave peligro de perder. No
tengáis miedo, el miedo es una categoría demoníaca; no
temáis jamás”.

Virgilio supo, en ese preciso momento, que los días de las


dudas no tenían ya más cabida en su accionar. De lo que
ahora se trataba era de poner en movimiento las cosas sin
pensarlas. Cuando las cosas se ponen en movimiento de
esta manera actúa uno no solo como un guerrero sino
como un Dios. El brujo Cotapeti leyó los pensamientos de
Virgilio y, no obstante, se contuvo de expresar su opinión
al respecto.

”Maestro de las eternidades – le dijo Virgilio a la estatua -


el miedo ha sido erradicado de nuestros corazones”.

”Pero yo todavía observo alguna inquietud en algunos de


vosotros. No es asi, Umm Sadaqa?”, preguntó la Divinidad.

Umm Sadaqa se sintió tocada en su punto más débil. De


todas maneras reunió valor y se atrevió a tomar la palabra:

”Las fuerzas contra las cuales luchamos son muy


poderosas”.

”Ciertamente que sí, pero poderosas son también las


fuerzas de Virgilio, de la maga madre Justina, de Guillerno
Cotapeti y de Mohammed al-Gazzar. Vosotros debéis
pensar en la fuerza de ustedes. Hoy mismo, cuando
vosotros partáis de regreso a la Tierra, iréis investidos con
la fuerza de Dios. Vosotros sabéis y tú en particular, amada
niña Umm, que no hay ni existe otra alternativa. Vosotros
solo cambiaréis las circunstancias, vosotros solo
transformaréis la realidad”.

La estatua divinal juntó todas las lenguas del mundo y


formó una lengua que era igual a la lengua del principio.
Luego dijo:

”Os hago entrega de esta lengua con la cual podreís


transformarlo todo y volver a crear una y otra vez sin que
nadie, absolútamente nadie, pueda evitarlo. Todos los
elementos os obedecerán, pues todo el orden de las cosas
se encuentra bajo vuestros dictados. Iréis al mundo
resguardados con las fuerzas del que lo sabe todo. Seréis
casi como El, sin llegar a serlo del todo. Es más, seréis tan
poderosos como yo lo soy. Arrodilláos!!”.
Todos pusieron las dos rodillas en el piso de oro e
inclinaron sus cabezas cerrando los ojos. Escucharon
entonces la lengua del principio entrando en ellos y se
sintieron que ya no eran de ningún mundo en particular,
sino que ellos eran parte del universo entero que crecía y
crecía sin jamás llegar a detenerse. Ellos tambien sintieron
que estaban creciendo. La palabra del principio les había
sido dada y todos vieron las cosas, desde entonces, de
otra manera. Ellos ya no se llamaban más ni Virgilio,
Ifigenia, Cibeles, Horacio, Justina, Alfredo, Deucalión,
Guillermo, Umm, Salwa, Mohammed o Azufre. Ellos eran
simplemente otros, se habían convertido en el ejército
divinal de la voz: sea hecha la luz, sea abolido el mal, sean
encerrados sus gestores en las mazmorras del silencio
eterno. Al levantarse sus ojos brillaban con la luz de la
inextinguible sabiduría. Ellos crecieron , de pronto, al
mismo tamaño de la estatua y la abrazaron como
hermanos e hijas que no deseaban separarse. Sin
embargo, el deber los estaba llamando y ellos sabían que
ya no se podía dar marcha atrás. La tierra los estaba
esperando y ellos ardían en ánimos de estar allá sin mas
esperas. Se reunieron otra vez en el valle y la estatua salió
a darles la despedida. El viento empezó a soplar
suavemente creciendo de instante en instante en fuerzas.
Encerrados en la esfera vieron llamas arder alrededor de
ella. El agua se mezclaba con el fuego y la tierra se había
unido suavemente en esa danza. La esfera salió disparada
como un rayo y la majestad de los milagros de la creación
volvió a penetrar por sus ojos como una suave melodía de
amor. Estaban en el ´circulo de los robles´. Salwa al-Gazzar
se preguntaba si todo eso no había sido más que un
instante, pero no era asi, la Tierra había cambiado y la
atmósfera indicaba que la vida, en el planeta amado, había
sido alterada en todos sus cimientos. Virgilio lo supo todo
y gritó antes que nadie:
”La guerra ha estallado. Los locos lo han hecho !”.

Al llegar a Tenochtitlan pusieron la TV pero no había


imágenes en ninguno de los canales. Sintonizaron la radio
y nada sucedió. La anciana Rosa, que solía ayudar a la
maga Justina en los quehaceres de la casa, llegó a las
puertas de la cabaña y le dijo a la madre maga Justina que
Estados Unidos había bombardeado a China y que China
había respondido dejando caer sobre todo Texas y sobre
todo el pais una lluvia de cohetes teledirigidos. Toda la
costa oeste de Estados Unidos había sido borrada del
mapa. New York no existía más y la península de Florida
ardía en llamas. Se calculaba que un noventa por ciento de
China había sido bombardeada. Rusia se encontraba
destruída, pero antes de eso había dirigido todo su arsenal
atómico hacia los Estados Unidos, Francia , Inglaterra y
Australia. Inglaterra había atacado a Rusia y Rusia había
contestado hundiendo la isla en una lluvia de fuego
apocalíptico. Pakistan y la India se habían destruído
mutuamente. Iran no pudo mantenerse neutral y sufrió las
consecuencias de su osadía. Los submarino atómicos
estadounidenses habían mandado unas cien bombas
atómicas haciendo arder al país. Israel no existía más.
Rusia y China habían firmado un acuerdo secreto en donde
las dos naciones se comprometían a defenderse tan pronto
como uno de las dos fuera objetivo de ataque por parte de
Estados Unidos, Iglaterra, Francia e Israel. La estrategia de
las dos naciones estaba bien definida y sus cohetes habían
apuntado directamente hacia las cuatro naciones las
veinticuatro horas del día desde hacía muchos años atrás.
En China habían muerto novecientos millones de
personas. Toda la población rusa había sido eliminada. En
Estados Unidos se habían salvado solo los militares que
andaban en vuelo y en los submarinos. De Francia
quedaban solamente las ruinas y una parte de la Torre
Eiffel se distinguía claramente sobre los restos de lo que
fuera la antigua ciudad de la madre Isis. La gente moría
por todas partes y el mar había sido invadido por millones
de botes con gentes que huían de las zonas mas
radioactivas. No había lugar donde la radioactividad no
hubiera llegado. Los países pobres se habían salvado de la
catástrofe inmediata pero estaban esperando la llegada de
los momentos más terribles: el frío, el hambre, la muerte
lenta, los sufrimientos psíquicos, la mortalidad creciente
sobre todo en los niños. La atmósfera estaba cargada de
electricidad y el cielo había sido invadido por una
obscuridad tenebrosa. Toda la Tierra había sido envíada a
la edad de las tinieblas. Por todas partes la gente caía
desfallecida y comía todo lo que encontraba a mano. Toda
la gente andaba en grupos armados defendiéndose unos
de los otros. El hombre había sido convertido en una
bestia en cuestión de días solamente. Los polos
empezaban a derretirse y las aguas iniciaban un ascenso
de nivel rapidísimo , obligando a los sobrevivientes a
escalar las montañas. El brujo Cotapeti calculó que, por lo
menos, cinco billones de personas habían sido tragadas
por el holocausto. El resto de los sobrevivientes tenía una
vida llena de peligros inmediatos por delante. Los niños
morían por cientos de miles cada hora. Los animales
corrían por todas partes y las aves volaban sin encontrar
un punto de contacto con la Tierra. No había un marco
referencial psíquico que se pudiera determinar como
seguro. Virgilio dijo que no había nada que hacer y que lo
único que les restaba era volver hacia la dimensión donde
las ´ cuevas de las estatuas´ se encontraban. Todos
asintieron. Todas las ciudades estaban vacías y la gente
buscaban la seguridad de las selvas y las aguas, pero
todo estaba totalmernte contaminado. Se acordó que ellos
enviarían a alguien cada veinte años para controlar los
cambios climatológicos en la naturaleza del planeta. Los
once, entonces, más el perro ”Azufre”retornaron hacia el
´círculo de los robles´ para emprender el viaje de regreso.
Abandonaron el planeta un domingo de agosto. La esfera
se elevó por los cielos y se perdió en la inmensidad de los
cielos. La historia que ellos habían pensado escribir no
pudo realizarse de acuerdo a como ellos lo habían
planeado. Virgilio iba pensando en que la vida tiene que
suceder de acuerdo a sus propios dictados. La vida no la
escriben los hombres con sus actos buenos y malos,
existen, también, los designios misteriososo que
permanecen ocultos pero, cuando despiertan, lo aniquilan
todo. El planeta entero estaba cargado del karma más
negativo. A ellos no les correspondía ninguna tarea; es
decir, dentro de algunos años tendrían que regresar para
tratar de restituirlo todo, pero regresarían como Dioses,
pues el verbo les había sido entregado y ellos podían
crear, como en el principio. Cibeles pensaba en que ellos
serían los primeros habitantes de un planeta que había
sido víctima de la ignorancia, el odio y la voracidad
ilimitada de sus propios habitantes. La madre maga
Justina se sentía sin fuerzas y el brujo Cotapeti iba
llorando de rabia. Ifigenia y Horacio se habían abrazado y,
sin expresar palabras, allí se prometieron amarse hasta
que el tiempo de otras realidades retornara al planeta.
Umm y Mohammed se miraban confesándose todo el amor
que nunca antes habían expresado de una forma tan
intensa. Salwa y Alfredo habían descubierto que ellos eran
el uno para el otro. Deucalión Punacaba pensó que él, con
el poder incomparable del verbo, crearía a la mujer
perfecta para vivir con ella por todas las eternidades. Para
bromear, la madre maga Justina hizo hablar con un gesto
al perro ”Azufre” y éste dijo que a él le hubiera gustado
más tomar la figura humana. El brujo Cotapeti dijo que
sería como él lo quisiera y ”Azufre” fué convertido en una
bella dama que haría las delicias en la vida del bondadoso
brujo. Al llegar al planeta de ´la cueva de las estatuas´,
éstas les estaban ya esperando. Todas lloraban y se
lamentaban de la estupidez humana y del odio que durante
tantas generaciones fueron juntando en sus corazones
hasta quedar convertidos en piedras negras. Virgilio Díaz
Siracuza pensó en el Arca de la Alianza, que es el símbolo
donde se ha ocultado la significación del gran arcano. Los
dos ángels, tocándose la punta de las dos alas, nos
transmiten la idea de la actitud sexual de la pareja original,
el hombre y la mujer, durante la cópula divinal. Virgilio se
vió a sí mismo en una de las figuras angélicas y, en la otra,
vió a Cibeles Manasés Spinoza. Sus miradas amorosas se
encontraron en sus almas y pese a saber que la Tierra
había sido envíada a las obscuridades impenetrables, los
dos sonrieron para decirse que había que tener valor y
esperanzas y fé, y que eso, en esos precisos instantes, era
muchísimo. Los dos ángeles del arca de la alianza
representan el principio del universo, de la creación de los
dioses y de la creación del hombre inmaculado y
deslumbrante de los inicios. El primer día empezaba en
esos dolorosos instantes. De una de las puertas que daban
a la sala mayor, salió una dama de presencia imponente, a
su lado caminaba un hombre de fulgurancia suprema.
Todos supieron, en esos instantes, que la pareja era el
símbolo preciso de las dos verdades que, unidas, liberan
fuerzas impenetrables y poderosísimas que siempre
controlan las fuerzas de la justica y de la injusticia. La
pareja estaba sonriendo y les daba la bienvenida que todos
ellos sintieron en lo más profundo de sus corazones.
”Azufre”, la nueva mujer, estaba arrodillada delante del
brujo Guillermo Cotapeti, y éste estaba petrificado mirando
a la pareja formada por la dama y el hombre fulgurante.
Virgilio Díaz Siracuza tomó por los hombros a su amada
Cibeles y le dijo que el primer día estaba empezando y que
eso era la verdad en que pensar antes que nada.

FIN
JAIME FALCON Y EL OFICIO DE ESCRIBIR

Jaime Falcon nació en el Santuario de la Serpiente el día 15 de marzo. Era el año 1939, la
segunda guerra mundial empezaba. A los siete años de edad, un libro maravilloso cayó en
sus manos: La doctrina secreta, de Helena Petrovna Blavatsky. Durante veinticinco años
permaneció atrapado en el lugar donde sus padres enterraron la piel que colgaba de su
ombligo. Se vió inmiscuido en esporádicas incursiones por todo el país; puede decirse que
le conoció casi en su totalidad: Monterrey, SanLuis Potosí, Ciudad Juárez, Acapulco,
Morelia, Tlaxcala, Veracruz, Tabasco, Campeche, Alvarado, Villahermosa y las selvas de
Chiapas, que las caminó de noche; dormía durante el transcurso del día. Estuvo en
Campeche, Mérida, Chichen Itzá, Quintana Roo, Puerto Angel, Puerto Escondido, la ciudad
de Oaxaca, Guerrero, el estado de México, Guanajuato, Jalisco, Nayarit, Tamaulipas. Ha
estado en casi todas las ruinas arqueológicas del país. Inició sus estudios en la escuela
secundaria en Coatzacoalcos y la terminó en la ciudad de México. Retornó a Coatzacoalcos
para recorrer otra vez los senderos del abandono. Estudió en Moscú en los años 1965, 1966
y 1967. De vuelta a Mexico City trabajó allí casi tres años. Emigró entonces a Paris y vivió
día y noche metido en la Cinemateque du Cinema. Su obra poética se ha perdido siempre
en las brumas de lo inexplicable: él escribe y otros publican con sus propios nombres su
trabajo. Después estuvo un par de años en Veracruz, Tabasco y Chiapas. Era el tiempo de
los constantes retornos. En los años 70 se vió forzado abandonar México otra vez. Las
circunstancias le eran adversas. Recorrió Ecuador, Perú y Chile y conoció las costas y el
interior de los tres países. Residió casi tres años en Chile, entre Santiago, Valparaíso,
Valdivia y Quintero. Después del golpe militar en Chile llegó a Suecia como refugiado
politico. En Suecia estudió primero Pedagogía Infantil en la Escuela Superior de Profesores
en Växjö y después continuó profundizando sus estudios de Pedagogía para Adultos en la
Universidad del puerto de Göteborg. Allí se esfumaron seis años de su vida. Hizo un film
documental crítico en México, como visitante, sobre la situación escolar. Hizo estudios
sobre literatura inglesa en la Universidad de Susex en Britania. Ha asistido a diversos cursos
en Londres, Copenhague, Estocolmo, Mexico City, Varsovia, Kalmar, Malmö y otras
pequeñas ciudades en Europa.

Jaime Falcon formó parte de la izquierda internacional; él nunca ha necesitado de papeles


que lo acrediten ser miembro o pertenecer a una específica organización. El objetivo
principal, para él, es y será siempre el hombre: en el hombre están todos los males y todas
las esperanzas; en el seno hombre nacen todas las aterradoras pesadillas y todos los cantos
de amor. Jaime Falcon es parte de la conciencia mas avanzada de la humanidad cuyos
objetivos inmediatos son los de salvar al planeta de los peligros, que muchos no ven, y que
nos amenazan a todos hoy en día.
Sus escritos:

Eternidad en Movimiento es un largo poema filosofico.

En los Círculos de la Euphoria aborda un conjunto de reflexiones en torno a temas


alucinantes.

En las Esferas de los Senderos sus introspecciones transcurren por los rastros de lo nunca
pensado.

Los Senderos Vagabundos es un texto filosófico. Este texto le ha sido plagiado por un
familiar que ha tenido la osadía de publicarlo como suyo en Internet. Es conveniente aclarar
este penoso incidente: J. Falcon envió el texto filosófico a su familiar para que este lo
publicara y le diera difusion. De ninguna manera la frase te lo regalo podia haberse
entendido como una cesion del texto Los Senderos Vagabundos por parte de J. Falcon; ni
mucho menos que el familiar borrara el nombre de Jaime Falcon y escribiera en su lugar su
nombre propio. Esto es un delito intelectual, una suplantación de autoría. Incontables
obras le han sido antes plagiadas.

Jaime Falcon ha conducido al éxito a varios escritores hoy reconocidos; a su lado, algunos
artistas han crecido escuchándole hablar sobre los vedados misterios que él, con la
instrumentación de la dialéctica, maneja y emprende con una perfecta y vigorosa facilidad.

El Canto del Ruiseñor es un relato corto sobre algunos aspectos fundamentales de la magia
y la eterna batalla entre el bien y el mal. En esta red intrincada, Jaime Falcon introduce al
lector en los universos inextinguibles de la piedad y la bondad.

La Salamandra del Fuego sucede en el tiempo eterno de unos cuantos segundos. Los
sucesos están tejidos en Notre Dame. Notre Dame es la Catedral y es la Dama poseedora de
todos los grandes misterios.

Las Mariposas Dementes es una especie de relato policial. Todo transcurre en Florencia y
en Venezia. La verdadera magia y mucho de su simbología están muy presentes.

Las Doncellas de Coatlicue toma forma en la ciencia de los Elementales del gran maestro
Paracelso.

Panta Rhei (Todo Fluye) es la continuación de Las Doncellas de Coatlicue. La historia surge
en Coatzacoalcos y se extiende por todo el mundo. Las Doncellas de Coatlicue y Panta Rhei,
los dos tomos, son en realidad, un solo libro.

El Animal Echado en mi corazón Es un pequeño libro que contiene una serie de poemas
cortos escritos en las años 1965 y 1966.
Polvos de Proyección es un relato mágico sobre tres de las mas fuertes culturas de la
historia de nuestra civilización: la cultura Olmeca, la cultura Sudamericana del Altiplano y la
cultura Egipcia.

En los Círculos de la Euphoria nos atrapa en una aterradora intrusión a una realidad
estremecedora y, tal vez, todavía no pensada.

El Arca del acróbata es un texto autobiográfico

ÅKE DROTT

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