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Algo Extraño Sucede Con El Campo Magnético de La Tierra, y Los Científicos No Saben Qué Es
Algo Extraño Sucede Con El Campo Magnético de La Tierra, y Los Científicos No Saben Qué Es
Lo cierto es que el Polo Norte magnético se sigue moviendo, impulsado por el hierro
líquido y en rotación del núcleo del planeta, y lo hace cada vez más deprisa. En estos
momentos, según se publica esta misma semana en Nature, el Polo Norte magnético se
está alejando de Canadá, en dirección a Siberia, y lo hace tan rápidamente que los
expertos mundiales en geomagnetismo se han visto obligados a actuar de una forma poco
convencional.
Para este martes 15 de enero, en efecto, dos años antes de lo previsto, estaba convocada una
reunión de expertos para actualizar de urgencia el Modelo Magnético Mundial, que
describe con detalle la situación del campo magnético y resulta imprescindible para que
funcionen los sistemas de navegación, desde los que dirigen a los barcos en alta mar hasta
las rutas de los aviones o los mapas de Google que llevamos en el teléfono móvil. La
reunión, sin embargo, ha tenido que ser pospuesta hasta el próximo 30 de enero debido a la
actual parálisis de la administración Trump.
Esa reunión no estaba prevista, ya que la versión más reciente del Modelo se publicó en
2015, y tenía que haber durado por lo menos hasta 2020. Pero el campo magnético de la
Tierra está cambiando tan rápido que los investigadores se han visto obligados a
corregir el modelo sin esperar más. En palabras de Arnauld Chulliat, geomagnetista de la
Universidad de Colorado en Boulder y los Centros Nacionales de Información Ambiental
de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), "El error está
aumentando todo el tiempo".
«¿Qué está pasando?»
El problema, al parecer, se debe tanto al rápido movimiento del Polo Norte magnético
como a otra serie de cambios en las profundidades del planeta. La agitación del hierro
líquido en el núcleo terrestre genera la mayor parte del campo magnético, que varía con el
tiempo a medida que varían los flujos profundos. Pero en 2016, parte del campo magnético
se aceleró brusca y temporalmente en las profundidades del norte de Sudamérica y el
Pacífico Oriental. El cambio fue rastreado y comprobado por satélites como la misión
Swarm, de la Agencia Espacial Europea (ESA).
"Esa fue la situación con la que nos encontramos -asegura Chulliat a Nature-. ¿Qué está
pasando?" La respuesta, según el mismo científico explicó el mes pasado en el congreso
anual de la American Geophysical Union en Washington, es doble.
Por otro, el rápido movimiento del Norte magnético no hizo más que empeorar el problema.
El movimiento impredecible del Polo Norte magnético es algo que fascina a los científicos
desde que fue medido por primera vez, en 1831, por James Clark Ross en el Artico
canadiense. Pero a mediados de los años 90 el polo aumentó su velocidad, desde 15 hasta
55 km. por año. Para 2001, ya había entrado en el Océano Artico. Allí, en 2007, un equipo
que incluía a Chulliat aterrizó en el hielo para intentar ubicarlo.
En 2018, el Polo cruzó hacia el hemisferio oriental del planeta, y actualmente avanza en
línea recta hacia Siberia. "El hecho de que el Polo avance tan rápido hace que esa región
sea más propensa a grandes errores", explica el investigador a Nature. Para tratar de
"arreglar" el Modelo Magnético Mundial, Chulliat y sus colegas lo alimentaron con tres
años de datos recientes, incluidos los del pulso geomagnético de 2016. Según el
investigador, la nueva versión revisada del Modelo debería poder aguantar hasta la próxima
actualización programada, que se llevará a cabo en 2020.
Mientras, los científicos trabajan duro para comprender por qué el campo magnético está
cambiando de forma tan dramática. Pero sus investigaciones están aún lejos de dar fruto.
Los pulsos geomagnéticos como el de 2016 parecen remontarse a ondas "hidromagnéticas"
que surgen desde lo más profundo del núcleo. Y el rápido movimiento del Polo Norte
magnético podría estar vinculado a un "chorro" de hierro líquido de alta velocidad justo
debajo de Canadá.
Un chorro que parece estar debilitando el campo magnético bajo Canadá, y que, según el
geomagnetista Phil Livermore, de la Universidad de Leeds, en Reino Unido, podría
significar que Canadá "está perdiendo una batalla magnética contra Siberia".