Yo, ANAHIL YOCELIN CHÁVEZ VILLEGAS, Venezolana, mayor de edad, de este
domicilio, de estado civil Soltera, titular de la Cédula de Identidad número V-
15.189.448, por medio del presente documento declaro: doy en venta Pura y Simple, Perfecta e Irrevocable a los ciudadanos DALVIS CAROLINA YARAURE RUIZ, venezolana, mayor de edad, de este domicilio, soltera, titular de la Cédula de Identidad número V-21.206.694, y ANTHONY MISAEL SEGOVIA BLANCO, venezolano, mayor de edad, de este domicilio, soltero, titular de la Cédula de Identidad número V-21.585.766, una vivienda de mi propiedad ubicada en la Urbanización DOÑA ALICIA PIETRI de CALDERA, Manzana E-06, Casa Nro.10, Municipio LOS GUAYOS, Estado CARABOBO. El precio de esta venta se ha convenido en la cantidad de SETECIENTOS MILLONES DE BOLÍVARES, MONEDA DE CURSO LEGAL EN VENEZUELA (Bs. 700,000,000.00) discriminados así: El día TREINTA Y UNO (31) DE JULIO DEL 2018, la cantidad de TRESCIENTOS CINCUENTA MILLONES DE BOLÍVARES (Bs. 350,000,000.00) y el remanente el día QUINCE (15) de AGOSTO del 2018 la cantidad de TRESCIENTOS CINCUENTA MILLONES DE BOLÍVARES (Bs. 350,000,000.00), el inmueble está libre de todo gravamen, nada adeuda por concepto de impuestos, tasas o contribuciones, ni por ningún otro concepto. Hacemos la tradición legal y nos obligamos al saneamiento de ley. Y nosotros, DALVIS CAROLINA YARAURE RUIZ y ANTHONY MISAEL SEGOVIA BLANCO anteriormente identificados aceptamos la venta que aquí se nos hacen en los términos antes expuestos. También, de consuno, se deja expresa constancia que el contenido de este escrito de carácter privado tiene validez y eficacia, y surtirá los efectos legales suficientes sin necesidad de requerimiento civil, judicial y/o administrativo; sólo será necesaria la presentación de este documento ante las autoridades competentes, para su debido reconocimiento, y/o inscripción, y/o autenticación y/o registro; igualmente se establece como domicilio especial a la ciudad de Valencia, a la jurisdicción de cuyos Tribunales se someten las partes. Una vez leído, aprobado y aceptado este instrumento que se extiende en dos hojas simples, lo firmamos de nuestro puño y letra y estampamos las respectivas huellas dactilares en señal de su autenticidad.