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Materia: Teoría Urbana

Tarea: ensayo sobre Gestión Urbana


Guillermo Reynoso López, clave 043M

Retomando a Rene Coulomb1, podríamos partir de que la gestión urbana


“implica un doble ámbito de prácticas”: el institucional, relativo a prácticas
administrativas y técnicas; y el de la población por lo que toca al
“aprovisionamiento y consumo” de servicios urbanos.

La gestión urbana es tanto la acción administrativa y técnica del estado, como


la acción demandante de la población, para la prestación y aprovisionamiento
de servicios. Implica la iniciativa tanto del gobierno como del individuo o
colectividad, en un contexto en el que la relación entre ambos no siempre es de
coordinación sino con frecuencia de enfrentamiento.

Los actores de este “doble ámbito de prácticas”, y el alcance de sus prácticas,


cobran diversidad según los niveles de gobierno, por un lado, y por el otro
según los resortes que disparan la acción de la población y las formas en que
ésta vehicula sus demandas (de manera directa, mediante la representación de
liderazgos sociales o políticos, etc.), o en que satisface autogestivamente sus
necesidades.

De tal suerte, la gestión urbana nos remite a un ámbito de confluencia en el


que el conflicto resulta una constante de la interacción entre actores. Ya sea
porque la iniciativa gubernamental en la provisión de servicios afecta intereses
individuales o colectivos, ya sea porque la iniciativa de la población (por acción
demandante o autogestiva) afecta los alcances de respuesta o las
determinaciones planificadoras institucionales.

Desde esta aproximación, podemos concebir la gestión urbana como una


dimensión sustantiva de la esfera pública, y en ese sentido, como materia
privilegiada del hacer social, entiéndase, de construcción social.

Su importancia cobra relevancia entonces no solamente por la primer materia


de su objeto, a saber: servicios urbanos, sino por la trascendencia de las
formas de interacción entre los actores involucrados y el significado que éstos
le otorgan a su acción con relación al tipo de sociedad que aspiran ser. Me
explico: considero que en este “doble ámbito de prácticas” se reproducen
modelos de interacción social, pero también puede ser campo fértil para la
reinvención social.

En este sentido es que considero que la gestión urbana es o debería ser el


ámbito de la esfera pública por excelencia. Si entendemos que en la gestión
urbana no sólo se concreta la interacción respecto a una serie de servicios sino
también la interacción para definir las formas posibles de su aprovisionamiento,
entonces podemos pensar que en la gestión urbana nos jugamos también
nuestras posibilidades de ser de otra manera.

1
Capítulo I La participación de la población en la gestión de los servicios urbanos.
¿Privatización o Socialización? Fotocopia.
Bajo esa perspectiva, la gestión urbana impone un reto de imaginación no sólo
sobre la ciudad que queremos sino sobre el tipo de sujetos que deseamos ser.
De hecho se juegan estas dimensiones en la gestión urbana, pero por lo
general sin una consciencia plena por parte de sus actores.

Esta idea de reinvención social a partir de la gestión urbana implicaría


entonces imaginar nuevos espacios institucionales de gestión, acompañados
de prácticas diferentes de planeación, de establecimiento de prioridades, de
construcción de consensos, etc. Y ello implicaría comenzar por desespecializar
la política y los asuntos públicos, por hacerlos materia común de los
ciudadanos.

En este plano la gestión urbana cobra una dimensión política, no por los
conflictos de intereses que se despliegan en ese “doble ámbito de prácticas” en
que se concreta, sino por constituir una materia del interés de todos. En el
fondo lo que se gestiona en el ámbito urbano no es otra cosa sino niveles de
calidad de vida, tanto pública como privada, así como formas de convivencia.
En la gestión urbana acabamos legitimando un forma de ser social.

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