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2.

6 Coeficiente de incrustación
3.1 Intercambiador de doble tubo
3.2 Intercambiador de coraza y tubo

2.6 COEFICIENTE DE INCRUSTACIÓN

Libro Trasferencia de calor y masa, Yunus A Cengel Pag. 615

El rendimiento de los intercambiadores de calor suele deteriorarse con el paso del tiempo como
resultado de la acumulación de depósitos sobre las superficies de transferencia de calor. La capa
de depósitos representa una resistencia adicional para esta transferencia y hace que disminuya la
razón de la misma en un intercambiador. El efecto neto de estas acumulaciones sobre la
transferencia de calor se representa por un factor de incrustación Rf el cual es una medida de la
resistencia térmica introducida por la incrustación.

El tipo más común de incrustación es la precipitación de depósitos sólidos que se encuentran en


un fluido sobre las superficies de transferencia de calor. El lector puede observar este tipo de
incrustación incluso en su casa. Si revisa las superficies interiores de su tetera después de un uso
mprolongado, es probable que advierta una capa de depósitos de calcio sobre las superficies en
las cuales ocurre la ebullición. Esto se presenta en especial en zonas en donde el agua es dura. Al
raspar se desprenden las escamas de ese tipo de depósitos y las superficies se pueden limpiar de
ellos por medio de un tratamiento químico. Imagine ahora el lector esos depósitos minerales
formándose sobre las superficies interiores de los finos tubos de un intercambiador de calor
(figura 11-9) y el efecto perjudicial que pueden tener sobre el área de paso del flujo y sobre la
transferencia de calor. Con el fin de evitar este problema potencial, el agua en las plantas
generadoras y de procesos se trata en forma extensa y se elimina su contenido sólido antes de
permitir que circule por el sistema. Las partículas de ceniza sólida que se encuentran en los gases
de combustión y que se acumulan sobre las superficies de los precalentadores de aire crean
problemas semejantes. Otra forma de incrustación, la cual es común en la industria de procesos
químicos, es la corrosión y otra la incrustación química. En este caso las superficies se incrustan
por la acumulación de los productos de las reacciones químicas sobre ellas. Esta forma de
incrustación se puede evitar recubriendo los tubos metálicos con vidrio o usando tubos de plástico
en lugar de los metálicos. Los intercambiadores también pueden incrustarse por el crecimiento de
algas en los fluidos calientes. Este tipo de incrustación se conoce como incrustación biológica y se
puede impedir mediante el tratamiento químico. En las aplicaciones donde es probable que
ocurra, la incrustación debe considerarse en el diseño y selección de los intercambiadores de
calor. En esas aplicaciones puede ser necesario seleccionar un intercambiador más grande y, por
ende, más caro, para garantizar que satisfaga los requisitos de diseño de transferencia de calor
incluso después de que ocurra la incrustación. La limpieza periódica de los intercambiadores y el
tiempo de suspensión de actividades resultante son inconvenientes adicionales asociados con la
incrustación. Es obvio que el factor de incrustación es cero para un nuevo intercambiador, y
aumenta con el tiempo a medida que se acumulan los depósitos sólidos sobre la superficie del
mismo. El factor de incrustación depende de la temperatura de operación y de la velocidad de los
fluidos, así como de la duración del servicio. La incrustación se incrementa al aumentar la
temperatura y disminuir la velocidad.
UNIDAD 3 DISEÑO DE INTERCAMBIADORES DE CALOR

3.1 INTERCAMBIADOR DE DOBLE TUBO

Transf de calor de Kern pag. 131

Los intercambiadores de calor de tubos concéntricos o doble tubo


son los más sencillos que existen. Están constituidos por dos tubos
concéntricos de diámetros diferentes. Uno de los fluidos fluye por
el interior del tubo de menor diámetro y el otro fluido fluye por el
espacio anular entre los dos tubos.

Hay dos posibles configuraciones en cuanto a la dirección de los


fluidos: a contracorriente y en paralelo. A contracorriente los dos
fluidos entran por los extremos opuestos y fluyen en sentidos
opuestos; en cambio en paralelo entran por el mismo extremo y
fluyen en el mismo sentido. A continuación se pueden ver dos
imágenes con las dos posibles configuraciones de los fluidos dentro
de los tubos.

Configuraciones de los fluidos dentro de los tubos

Los intercambiadores de calor de tubos concéntricos o doble tubo


pueden ser lisos o aleteados. Se utilizan tubos aleteados cuando el
coeficiente de transferencia de calor de uno de los fluidos es
mucho menor que el otro. Como resultado el área exterior se
amplia, siendo ésta más grande que el área interior.

Flujo paralelo
Como se ilustra en la figura (3), existe un flujo paralelo cuando el
flujo del tubo interno y el flujo de sector externo ambos fluyen
en la misma dirección. En este caso, los dos fluidos entran al
intercambiador por el mismo extremo y estos presentan una
diferencia de temperatura significativa. Como el calor se
transfiere del fluido con mayor temperatura hacia el fluido de
menor temperatura, la temperatura de los fluidos se aproximan la
una a la otra, es decir que uno disminuye su temperatura y el otro
la aumenta tratando de alcanzar el equilibrio térmico entre ellos.
Debe quedar claro que el fluido con menor temperatura nunca
alcanza la temperatura del fluido más caliente.

Flujo Paralelo

Contracorriente

Como se ilustra en la figura (4), se presenta un contraflujo cuando


los dos fluidos fluyen en la misma dirección pero en sentido
opuesto. Cada uno de los fluidos entra al intercambiador por los
extremos opuestos. Como el fluido que entra con menor
temperatura sale en contracorriente del intercambiador de calor
en el extremo donde entra el fluido con mayor temperatura, la
temperatura del fluido más frío se aproximará a la temperatura
de entrada del fluido caliente. Este tipo de intercambiador resulta
ser más eficiente que el tipo mencionado anteriormente. En
contraste con el intercambiador de calor de flujo paralelo, el
intercambiador de contracorriente puede presentar la
temperatura más alta en el fluido frío y la más baja temperatura
en el fluido caliente una vez realizada la transferencia de calor en
el intercambiador.

Flujo en Contracorriente o contraflujo

Uno de los equipos más sencillo para realizar el intercambio de calor entre dos
fluidos es el Intercambiador de doble tubo.

Como se ve en la imagen de izquierda un


intercambiador básico está formado por una horquilla; es decir, dos juegos de
tubos concéntricos con las correspondientes piezas de conexión. Este tipo
de intercambiador es de fácil armado y no requiere mano de obra muy
especializada. Debe tenerse en cuenta que es factible las pérdidas de flujo, por
lo que deben colocarse empaquetaduras en los extremos. Y dado que debe
ser desarmado para limpiarse, no pueden utilizarse uniones soldadas.

Uno de los motivos por el cual el intercambiador de doble tubo no es utilizado es la


industria es porque el desarme del equipo para la limpieza es complicado y
laborioso. El otro motivo es que la longitud máxima de tubos que puede utilizar
es de 6 metros; ya que si se emplearan longitudes superiores los tubos se
flexionarían y se distorsionaría el área anular originándose una mala distribución
de flujo.

El área máxima de transferencia que puede tener una horquilla, es


muy reducida con lo que resulta necesario emplear un número grande de
horquillas para la mayor parte de las aplicaciones industriales. Es decir, como se
ve en la imagen, pueden colocarse varias horquillas en serie para conseguir
mayor área de transferencia. De todos modos, esto hace que el equipo resulte
muy poco compacto, ocupe mucho espacio y requiera gran mantenimiento.

En “Intercambiador de doble tubo (II)” se continua caracterizando a los


intercambiadores de doble tubo.

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