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ANÁLISIS LITERARIO DE LA OBRA “LA

TREGUA” DE MARIO BENEDETTI


Escrito por: Christopher Cruzado Ojeda

Ciclo II / B2

Sobre el autor
Mario Benedetti nace en Paso de los Toros el 14 de noviembre de 1920 y muere en Montevideo
el 17 de mayo de 2009. Fue un escritor, poeta, dramaturgo y perteneciente a la Generación del
45 en Uruguay por su influencia como artista en la identidad intelectual. También ha sido
merecedor de múltiples distinciones como la Condecoración Francisco de Miranda en
Venezuela entregado por las manos del mismo Hugo Chávez. En sus primeros años de vida
estuvieron llenos de acontecimientos algo infortunados, comenzando con la mudanza a
Tacuarembó donde su familia sufre una estafa por lo que deciden residir en Montevideo; en la
capital, mantienen problemas económicos y, en consecuencia, Benedetti no culmina la
secundaria, pero sigue sus estudios de manera libre. A sus catorce años trabaja ocho horas
diarias en Will L. Smith S.A.C., repuestos de automóviles. Entre 1938 y 1941 residio casi
continuamente en Buenos Aires, Argentina. En 1945 entra a trabajar en el semanario “La
marcha”, dentro se forma como periodista, llega a convertirse en director en 1954 y trabaja
hasta 1974, año donde la revista deja de publicarse. Exactamente el 23 de marzo de 1946 se
casa con su única esposa Luz López Alegre. Fue un activo militante del movimiento con el
Tratado militar con Estados Unidos por lo que su posición política le traería consigo la
fundación del “Movimiento 26 de marzo”, aunque en consecuencia tendría que exiliarse en
Argentina, Perú, Cuba y España tras el golpe de Estado de 1973; esta época lo marcaria
personalmente y literalmente. Luego de años de publicar su primer libro de poesía “La víspera
indeleble”, es en 1960 cuando escribe “La tregua”, obra que le da fama internacional con un
centenar de ediciones, traducida en 19 idiomas y versionada en cine (no sería su única
intervención en este arte ya que también utilizan sus poemas y hace un cameo en la película
“El lado oscuro del corazón”), televisión, radio y teatro. Éxito debido a su reflejo de la sociedad
uruguaya de los 60s y su profundo pensamiento sobre el sentido de la vida. Entre sus obras
tenemos: Esta mañana (1949), El reportaje (1958, publicado en La marcha), Quién de nosotros
(1953), El cumpleaños de Juan Ángel (1971), Solo mientras tanto (1950), Canciones del más
acá (1988), etc.

Sobre la obra
Género: Narrativo

Especie: Novela

Tipo de narrador: 1ra persona, narrador protagonista

Argumento:

A modo de diario, Martín Santomé escribe sus recuerdos a lo largo de un año. Se trata de un
hombre de 49 años con ansias de jubilarse de su trabajo de jefe del área de contaduría. Tiene
tres hijos: Esteban, Blanca y Jaime; los cuales tuvo que criar solo ya que su fallecida esposa,
Isabel, murió al dar a luz al último de los mencionados. Con ninguno siente mucho apego, a
excepción de Jaime, pero es Esteban quien le ayuda en el tema de su jubilación. Mientras los
días pasan, Martín cuenta sus experiencias repentinas con diversos personajes como un antiguo
conocido llamado Vignale o su fugaz encuentro sexual con una mujer en un bus. En su trabajo
llegan nuevos asistentes, entre ellos una joven de 25 años, a quien sólo nombra por su apellido:
Avellaneda, quien al principio no resulta del interés del protagonista, pero que poco a poco
logra hacer surgir sentimientos hacía ella lo que concluye en una declaración de amor que
implica una relación que no termine en matrimonio. Ambos empiezan a salir sin levantar
sospechas entre sus colegas; sin embargo, para el protagonista resulta muy complicado no tener
problemas internos con respecto a la diferencia de edad. Luego Martín decide comprar un
apartamento para vivir con Avellaneda; ella al principio actúa un poco incomoda, pero se va
adecuando a lo largo de la convivencia. Como pareja las cosas van en buen camino ya que
tienen más confianza uno con el otro, Martín logra reflexionar sobre la anterior relación que
tenía con Isabel y se siente cada vez más enamorado de Avellaneda, aunque sin dejar la
inseguridad de perderla. Por mientras dentro de su familia, Blanca empieza a salir con Diego,
quien resulta del agrado de Martín. En consecuencia, surge el encuentro entre Avellaneda y su
hija (aunque no es la primera en saber de ella ya que Jaime le dice a su padre que ya los ha
visto anteriormente) y tras ello se vuelven muy buenas amigas hasta llegar a reunirse en secreto.
Por otro lado, Esteban enferma y gracias a las visitas y conversaciones más afectuosas con su
padre mejoran su relación. Posteriormente, Jaime deja la casa sin antes revelar que es gay y
dejándole duras palabras a su padre en una carta. Sin embargo, todo parece perfecto para el
protagonista con respecto a Avellaneda y no tiene mejor decisión que proponerle matrimonio,
lo cual es frustrado ya que en varios días deja de asistir al trabajo; finalmente, llaman a la
oficina y dan la noticia de que Laura Avellaneda ha fallecido. Tras ello, Martín entra en una
depresión que vive en silencio tanto con sus hijos como en su trabajo. Decide ir a la casa de su
amada con la excusa de que el padre de ésta le haga un saco; en el lugar habla con la madre y
le cuenta las últimas palabras de su hija. Finalmente, revela que dejara de escribir en el diario
y que tras la jubilación por fin intentara vivir en su ocio.

Personajes:

Martín Santomé, hombre de 49 años, viudo con tres hijos mayores y con un trabajo de
funcionario. Se considera no muy apegado a su hijos y no tan buen padre, muchas veces se
compadece de sí mismo ya que cree no haber logrado nada en su vida y lo único que desea es
poder jubilarse. Todo parece cambiar cuando empieza una relación con una de sus asistentes
llamada Laura Avellaneda. Ésta joven que lleva casi 25 años de diferencia le hace reflexionar
sobre su vida, sus temores, su cariño y el placer que resulta ser feliz. Lamentablemente, la joven
fallece lo que ocasiona una gran pena para el protagonista, quien considera que lo vivido sólo
fue una tregua que tuvo con Dios, pero que ahora su vida vuelve a ser monótona como siempre
ha tenido que serlo.

Laura Avellaneda, joven de 25 años que ingresa a trabajar como asistente en manos de su jefe,
Martín Santomé. Es muy decida y segura, aunque los nervios la superan a veces. Sin embargo,
no le molesta en absoluto la diferencia de edad con Martín por lo que sus sentimientos resultan
muy puros a lo largo de la historia.

Blanca, hija de Martín Santomé, a pesar de no tener afinidad con él, es la persona con la que
más habla en su familia. Si bien al principio se lamenta de tener la posible vida de su padre por
lo monótono y triste, las cosas cambian al tener como novio a Diego ya que empieza a
desprender más felicidad y mejorar las relaciones familiares. Además, se lleva muy bien con
Avellaneda una vez que la conoce.

Jaime, el hijo menor de Martín de Santomé y también con el que más discute. Sin embargo, su
padre cree tener más parecidos con él. Siempre llama la atención que tenga muchos amigos lo
que al final resulta en su homosexualidad. No le agrada la relación de su padre con una joven
de menor edad.
Esteban, es el más reservado de los hijos de Santomé. Casi siempre tiene problemas con su
padre con respecto a ser abierto con sus sentimientos. La relación cambia a mejor cuando se
enferma y es visitado por su padre.

Mario Vignale, antiguo conocido de Santomé, con quien pretende una amistad que éste último
desprecia debido a su actitud molesta y petulante. Cada vez que se encuentran es para contarle
temas del pasado y sobre su la “aventura” que tiene con su nuera.

Isabel, esposa fallecida del protagonista. Muere horas después de dar a luz a Jaime tras sufrir
una eclampsia. En su matrimonio la relación con su esposo se reducía a peleas y noches de
sexo de reconciliación, pero a lo largo de la historia todo ello contrasta con una reveladora carta
que le deja Martín donde le dice cuanto lo ama.

Tiempo: La historia transcurre entre el lunes 11 de febrero de 1958 hasta el viernes 28 de


febrero de 1959. El clima es mencionado un par de veces, aunque en su mayoría siempre hay
lluvia. La mayor parte de la historia va en orden cronológico. Existe una suerte de analepsis,
pero son reflejadas más como anécdotas que son comparadas con el presente.

Espacio: En mayor parte los sucesos surgen en la oficina y en el departamento. En el primero


hay poco en mención ya que sólo se refiere a cubículos y mucho trabajo de balances y cuentas.
En el segundo se menciona lo pequeño que es, sin embargo, resulta acogedor; además de haber
sido amoblado personalmente por Martín. También hace referencia a las calles y cómo éstas
tiene relación con la sociedad uruguaya. Entre otras locaciones tenemos a la casa de Martín
Santomé, el café: mostrador de Sorocabana y el café 25 & misiones.

Acción: En definitiva, la trama empieza cuando el protagonista decide escribir su día a día en
el libro. Hace hincapié en sus relaciones con sus más allegados en el trabajo y en su casa; sin
dejar de lado sus propios sentimientos y reflexiones sobre su vida. Todo cambia al aparecer
Avellaneda; si bien al principio no hay una clara atracción, las contemplaciones del narrador
nos dan a entender lo que va surgiendo en este próximo amorío. Por ello, la relación se
consuma, comenzando con la idea de “conocerse”, pero sin dejar que nadie lo sepa. En la
compra del departamento las intenciones de Martín son obvias y pues quiere llevar las cosas
más serias y formales a pesar de ser él mismo quien no quiso adentrarse al tema del matrimonio.
Resulta factible ya que la pareja tiene los mejores momentos de la historia romántica al empezar
a vivir como si fueran casados. Muy en el fondo los problemas de la edad y “el que dirán” son
la mezcla de inseguridad de Martín; no obstante, la confianza de Avellaneda hace parecer que
la relación es muy estable. Y es en el momento de mayor decisión del personaje sobre la
propuesta de matrimonio cuando todo resulta ser el final de la felicidad al morir su amada.
Concluye en una inmensa depresión y un debate sobre la predestinación que Dios tenía para el
protagonista.

Estilo y técnica: El autor juego mucho con la introspección del personaje principal. Por lo que
hay una focalización interna de parte del narrador junto a varios monólogos internos que lanza
cada cierto tiempo, aunque también tomo en consideración las múltiples pausas digresivas que
se emplean para cada suceso de cierta magnitud en importancia. De este último dato, el recurso
se hace notorio al dejar en suspenso lo que pasa con el desenlace del personaje del deseo (y del
que la historia giraba en torno: Avellaneda). Además de recurrir a la descripción o
contemplación de diversos personajes (más que los espacios muchas veces). El discurso es
directo y hay diversos diálogos que manejan un léxico sencillo. El uso de “cajas de chinas” es
un recurso que sirve para adentrarse al inconsciente del personaje y su forma de pensar con
respecto a su realidad.

Tema: La fracción de felicidad que nos es entregada y arrebatada brutalmente.

Asunto: La relación amorosa entre Martín y Laura es el punto central de la historia ya que
desde éste hay un desarrollo progresivo para alcanzar la felicidad, aunque siendo la inseguridad
un importante factor en contra. No olvidemos la valoración del personaje sobre su pésimo logro
como persona y puesto que el amor repentino resulta ser un cambio radical en él. Pues también
está sometido a evaluar el tema de las relaciones entre personas de edades dispares
(adicionalmente la homosexualidad) y su poca aceptación (una crítica social); siendo reflejado
en el tipo de relación que tienen los personajes principales, pero es bastante claro cómo esto da
un giro cuando se entiende el verdadero sentimiento del amor. Sin embargo, los hechos se
desbaratan ante la pérdida (también repentina) del ser querido volviendo al mismo círculo de
sin sentido de la vida.

Valoración: La obra en sí aborda una multiplicidad de temas que son evaluados a fondo y que
tienen trascendencia en las decisiones del personaje – narrador. Muchos de corte social (por la
Uruguay de los 60s y probablemente por el pensamiento unilateral y machista), existencial (en
sus diversas incógnitas que buscan una respuesta afirmativa y un deseo por tener a un Dios a
quien adorar), burocracia (al mencionar que sus jefes son “cosas” que no tienen nada de
personas), la rutina (y cómo eso nos aleja de nuestra motivación por lo que nos apasiona, pero
lo dejamos para adecuarnos a una situación ordinaria y monótona) y entre otras. Siendo la de
mayor relevancia el amor verdadero que tras su pérdida ya lo que sigue no tiene ningún sentido.
Puesto que el tener el tratamiento del cariño a otra persona es un signo vital para buscar la
solución de una vida desgastada en las malas relaciones con los demás (ya sea de tu familia o
no). Por lo que una vez conseguido la felicidad descrita podemos empezar una revalorización
de nuestro ser hasta alcanzar una mejora en nosotros mismos al igual que nuestra unidad hacía
las personas que constituyen el entorno. Aquello a base de reflexiones que nos someten al
observar ciertos aspectos de nuestra existencia. Pero todo ello tiene el límite que depende de la
presencia de la persona amada ya que una vez arrebatada, la situación penosa resurge en su
máxima expresión.

Apreciación valorativa: Benedetti nos entrega una historia cargada de críticas hacía el hombre
derrotado por la vida y su desesperación por obtener un poco de calma en el atractivo ocio de
la jubilación en muchos sentidos. No obstante, cabe resaltar lo mucho que el amor que puedes
llegar a sentir por alguien te cambia la vida hasta entrar en una etapa de reconocimiento y de
desarrollo “espiritual”. Aunque en líneas generales la visión de una vida triste y vacía plaga
completamente el margen de lo que tenemos del personaje. Pero eso no significa no sentir
empatía a lo que va sucediendo y es en ese ámbito donde nos conmueve la situación. Considero
que la recarga de conceptos es un esquema vital para la obra y sin ello no sería tan disfrutable.
El punto de vista del protagonista te deja mucho en que pensar; tampoco nos olvidemos de que
la mayoría de los personajes tiene ese dialecto casi filosófico por lo que en verdad es difícil no
darse cuenta de que es Benedetti el que nos habla. En el aspecto de la narrativa el manejo es
conforme y atractivo, te da la sensación de cortes rápidos de sucesos con cargas positivas a
muy negativas y sin duda la molesta espera de la incertidumbre por las acciones que seguirán
en la trama. En conclusión, creo tener razón al decir que el final es pesimista y sombrío porque
prevalece la desgracia y la muerte como última parada en la vida de un hombre desmoralizado;
sin embargo, no creo que la obra sea pesimista pues es la motivación del cambio a causa de un
amor correcto y de buenos sentimientos lo que aflora a la sensatez y al mejoramiento de uno
mismo.

Referencias
Benedetti, M. (1960). La tregua. Buenos Aires: Editorial Sudamericana.

Remedios Mataix, J. C. (s.f.). Biblioteca virtual Miguel de Cervantes. Obtenido de


http://www.cervantesvirtual.com/portales/mario_benedetti/autor_apunte/

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