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Jurisprudencia Nacional, Nuevos Tribunales Ambientales y Derecho Internacional Del Medio Ambiente PDF
Jurisprudencia Nacional, Nuevos Tribunales Ambientales y Derecho Internacional Del Medio Ambiente PDF
Resumen Abstract
El artículo se refiere a la jurispruden- This article refers to jurisprudence
cia de los tribunales superiores de justicia of the Supreme Court on environmental
en materias ambiental y al rol que pueden matters and to the role the Environmental
desempeñar los Tribunales Ambientales Courts created by Act No. 20,600 may
creados por la Ley N° 20.600 en materia perform regarding the implementation,
de implementación, interpretación y interpretation and enforcement of the
cumplimiento del Derecho internacional International environmental law.
del medio ambiente.
Keywords
Palabras clave International environmental law
Derecho internacional del medio – Environmental jurisprudence – Envi-
ambiente – Jurisprudencia ambiental – ronmental courts.
Tribunales ambientales.
I. Introducción
1
Sloss, David, The Role of Domestic Courts in Treaty Enforcement (New York,
Cambridge University Press, 2009), p. 1. La importancia de esta clasificación es que
tratándose de obligaciones de carácter horizontal, características de tratados ambien-
tales multilaterales, el rol de la implementación judicial, si bien no está y no debería
estar excluido, es bastante menor. A diferencia de obligaciones típicamente de carácter
vertical –por ejemplo, tratados de derechos humanos en los cuales los Estados parte
se obligan a reconocer, respetar y dar protección a ciertos derechos reconocidos a los
ciudadanos o personas que se encuentran en el territorio de un Estado que es parte de
dicho acuerdo, o tratados de inversiones en que se permite a una persona jurídica recu-
rrir directamente contra el Estado–, en la implementación de las obligaciones que ema-
nan de los tratados ambientales –en los cuales comúnmente no se otorgan derechos de
aplicación directa a favor de personas naturales o jurídicas– es cierto que por lo general
el rol preponderante corresponderá al poder legislativo y a la administración.
Jurisprudencia nacional, nuevos Tribunales Ambientales 479
2
En especial, gracias al trabajo recopilatorio del profesor Cordero Vega, Luis,
Jurisprudencia ambiental. Casos Destacados, (Santiago, LegalPublishing Chile, 2012).
480 Revista de Derecho, XL (1er Semestre de 2013) Osvaldo Urrutia Silva
3
Artículo 14, numeral 1, letra a): cada Parte Contratante “Establecerá procedimien-
tos apropiados por los que se exija la evaluación del impacto ambiental de sus proyectos
propuestos que puedan tener efectos adversos importantes para la diversidad biológica con
miras a evitar o reducir al mínimo esos efectos y, cuando proceda, permitirá la participa-
ción del público en esos procedimientos”.
4
Recurso de protección “Comunidad Indígena Antu Lafquén de Huentetique con
COREMA de la Región de Los Lagos”, Corte Suprema, rol N° 10090-2011.
Jurisprudencia nacional, nuevos Tribunales Ambientales 481
5
Por ejemplo, el fallo de la Corte Suprema en recurso de protección “Marcelo Con-
dore Vilca con Comisión de Evaluación de la I Región de Tarapacá, ‘Sondajes de Pa-
guanta’”, de fecha de 30 de marzo de 2012, rol N° 11040-2011.
6
Sentencia del Tribunal Constitucional de Chile, rol N° 309, del 4 de agosto de
2000, que rechazó recurso de inconstitucionalidad en requerimiento formulado por
diversos diputados de la República para que el tribunal resuelva sobre la constituciona-
lidad del Convenio Nº 169, sobre Pueblos indígenas y tribales en países independientes,
adoptado por la Organización Internacional del Trabajo el 27 de junio de 1989.
482 Revista de Derecho, XL (1er Semestre de 2013) Osvaldo Urrutia Silva
“Homero Callejas Molina y otros con Compañía Minera del Pacífico S.A.”, rol N°
7
8
Bodansky, Daniel, The Art and Craft of International Environmental Law
(Cambridge, Mass., Harvard University Press,, 2010), pp. 217-218.
9
El artículo III de la “Convención de Washington” señala: “Los Gobiernos Con-
tratantes convienen en que los límites de los parques nacionales no serán alterados ni ena-
jenada parte alguna de ellos sino por acción de la autoridad legislativa competente. Las
riquezas existentes en ellos no se explotarán con fines comerciales”.
10
Fallo de la Corte Suprema de fecha 19 de diciembre de 1985 en recurso de pro-
tección caratulado “Palza Corvacho, Humberto con Director de Riego de la Primera
Región y otros”.
484 Revista de Derecho, XL (1er Semestre de 2013) Osvaldo Urrutia Silva
11
Continúa el mismo considerando: “Esta Convención y por tanto la ley chilena
hacen diversos distingos o clasificaciones de lugares protegidos entre los que se encuentran
los Parques Nacionales, que son regiones establecidas para la protección y conservación de
las bellezas escénicas naturales y la flora y fauna de importancia nacional puestas bajo
vigilancia oficial para que el pueblo pueda disfrutar mejor de ellas”. La sentencia no solo
se refirió a las categorías protegidas por la “Convención de Washington” de 1940, sino
que también lo hizo respecto de la Convención UNESCO sobre la Protección del pa-
trimonio mundial cultural y natural, de 1972, en su considerando 14º.
12
Fallo de la Corte Suprema de fecha 8 de enero de 2009, rol N° 6397-2008, recur-
so de protección “contra la COREMA de la Región de Los Lagos”.
Jurisprudencia nacional, nuevos Tribunales Ambientales 485
13
Dice el considerando 7° del fallo citado: “En otras palabras, por lo que se debe velar
es que las actividades que se realicen dentro de los parques nacionales sean compatibles con
los objetivos de dichos espacios de preservación de las bellezas naturales y de la flora y fauna
asociadas. En este caso, el proceso de evaluación de impacto ambiental a que fue sometido
el proyecto en cuestión y que concluyó en las Resoluciones N° 380 y 390, implicaron la
imposición a su titular de una serie de condiciones y exigencias que, conforme a lo resuelto
por la Corema X Región, apuntan a eliminar los efectos adversos de las obras que se pre-
tenden construir”. Para la Corte, en este caso, limitarse a constatar que la resolución de
calificación ambiental imponía la ejecución de medidas de mitigación para el titular del
proyecto constituyó un elemento suficiente de protección ambiental.
14
Recurso de protección “Municipalidad de Putre con COREMA de Arica y Pari-
nacota”, rol N° 2262-2011, Corte Suprema.
486 Revista de Derecho, XL (1er Semestre de 2013) Osvaldo Urrutia Silva
16
Creado por Decreto Supremo N° 475 de 1989, del Ministerio de Agricultura
como “Parque Nacional de Turismo”; luego el Decreto Supremo N° 737 de 1983, del
Ministerio de Bienes Nacionales lo reemplaza por “Parque Nacional”. El artículo 11 de
la Ley de Bosques señala que “Las reservas de bosques y los parques nacionales de turismo
(...) no podrán ser destinados a otro objeto sino en virtud de una ley”.
17
El mismo considerando señaló: “[...] del examen de la Convención de Washington,
aplicable en nuestro país por disposición del artículo 5 de la Constitución Política de la
República y vigente desde el 12 de octubre de 1967 en virtud del Decreto Supremo N° 531,
de 1967, del Ministerio de Relaciones Exteriores, como de la revisión de la Ley de Bosques,
no se advierte la presencia de impedimentos para ejecutar obras o actividades en un parque
nacional”.
18
Para la Corte Suprema: “lo que busca la norma es que la actividad que se va a
desarrollar sea lícita y no contravenga el ordenamiento jurídico, pero en atención a que
se desarrollará en un parque nacional u otra área colocada bajo protección oficial debe
someterse a un estudio de impacto ambiental, tal como ha ocurrido en autos [...]” (consi-
derando 11°).
488 Revista de Derecho, XL (1er Semestre de 2013) Osvaldo Urrutia Silva
concluir que no puede aseverarse la utilización de recursos del parque con fines
comerciales, pues éstos no se encuentran presentes en el área. Dicho organismo
(la CONAF) sostuvo también que la inundación no atenta contra el espíritu
de la Convención de Washington, ya que no afecta paisajes de incomparable
belleza, formaciones geológicas extraordinarias u objetos naturales de interés
científico o histórico, ni causaría la extinción de las especies que ocupan la super-
ficie a inundar” (considerando 13°). El argumento de la Corte en este punto
parece débil: resulta difícil sostener que por no explotarse especies arbóreas
en la parte del Parque Nacional que se utilizaría para ejecutar el proyecto
aprobado no se está frente a una actividad evidentemente comercial, en tanto
el objeto del proyecto es la generación de electricidad.
Dicho esto, es cierto que la realización de actividades de explotación de
recursos naturales en parques nacionales y otras categorías de protección
reconocidas en la “Convención de Washington” requiere también el análisis
de otras normas, entre ellas el artículo 17 CM. y el 10 de la Ley de bosques
de 1931 (Decreto Supremo N° 4363 de 1931, del entonces Ministerio de
Tierras y Colonización). Lo mismo puede decirse de los artículos 11 de
la Ley N° 19.300, letra d), y del Reglamento del SEIA, artículo 2 letra a).
Interpretar armoniosamente todas estas normas resulta una tarea difícil, lo
cual conlleva problemas jurídicos de importantes consecuencias prácticas19.
Sin embargo, los criterios presentados por la Corte Suprema en los últimos
casos citados no analizan realmente la situación del tratado: se descarta la
aplicación del instrumento internacional por aplicación de otros textos le-
gales y –en el caso “Hidroaysén”– atendido que no se cumpliría uno de los
requisitos del artículo III de la Convención de Washington para prohibir
dichas actividades (que señala que las riquezas de los parques nacionales “no
se explotarán con fines comerciales”) 20.
19
Una interpretación armónica debería considerar que, desde una perspectiva es-
trictamente ambiental, la elaboración de un estudio de impacto ambiental no basta
para evitar impactos negativos considerables o alteraciones significativas del entorno,
ni menos de aquellos sensibles. Considerando la redacción de las normas de la “Con-
vención de Washington” y las características conceptuales de algunas áreas protegidas,
el órgano jurisdiccional debería al menos controlar atentamente si las medidas de miti-
gación son adecuadas, atendida la naturaleza del lugar donde se pretende realizar tales
actividades.
20
Otro caso que resulta interesante destacar en relación con la aplicación directa
de la “Convención de Washington”, pero en una categoría distinta, tiene que ver con
los monumentos naturales. En el caso por daño ambiental “Fisco con Bosques Arauco
S.A.”, rol N° 135-2010, la Corte de Apelaciones de Concepción, conociendo de los re-
cursos de apelación y de casación en la forma interpuestos por el demandado, confirmó
que Chile suscribió la “Convención de Washington”, la cual se encuentra vigente en
Chile y que define los monumentos naturales, y en ese contexto, el Decreto Supremo
Jurisprudencia nacional, nuevos Tribunales Ambientales 489
24
Bell, Stuart - Mc Gillivray, Donald, Environmental Law (7ª edición, Oxford,
Oxford University Press, 2008), p. 54.
25
Bell, S. - Mc Gillivray, D., cit. (n. 25), p. 54.
26
Algunos obedecen al desarrollo internacional de este derecho, como ocurre con
el concepto de desarrollo sustentable reconocido en el artículo 2° letra g) de la Ley
N° 19.300: esta definición incorpora casi textualmente las versiones provenientes del
derecho internacional.
Jurisprudencia nacional, nuevos Tribunales Ambientales 491
‘common sense´. This has occurred notably with respect to the precaution-
ary principle”27. Ello no es del todo criticable. Aun cuando muchas veces los
principios del derecho internacional ambiental no tengan aplicación directa
en un caso concreto, los mismos autores señalan que en derecho comparado
se les ha usado al momento de la interpretación de normas nacionales, como
argumentos de persuasión y no necesariamente desde su peso legal28.
En este sentido, es interesante constatar que algunos fallos recientes
de nuestros tribunales han considerado la aplicación de ciertos principios
cuando lo han estimado necesario y existen ciertos vacíos normativos. Esta
es una materia en la cual los Tribunales Ambientales pueden jugar un rol
muy importante en depurar estos argumentos, dotarlos de contenido más
específico y certeza, indicando su alcance como herramientas de interpreta-
ción. Una rápida mirada a algunos de los siguientes casos, presentados con
ocasión de los principios relevantes del derecho internacional ambiental,
permitirá corroborar lo anterior:
a) Responsabilidad inter-generacional. La Corte Suprema, en
fallo de fecha 19 de marzo de 1997, resolvió la aprobación del “Proyecto Río
Cóndor”, en el cual se acogió un recurso de protección interpuesto por el
Movimiento Pro-Defensa del Medio Ambiente, en contra de la resolución
de la entonces COREMA de la Región de Magallanes y Antártica Chilena
que calificó favorablemente el proyecto de explotación forestal de bosque
nativo presentado por la empresa Forestal Trillium. La Corte esgrimió
como argumento uno de los principios propios del derecho internacional: la
responsabilidad inter-generacional. Al razonar sobre el carácter de derecho
colectivo público que involucra el derecho a vivir en un medio ambiente
libre de contaminación, la Corte señala que “al dañarse o limitarse el medio
ambiente y los recursos naturales, se limitan las posibilidades de vida y desarrollo
no solo de las actuales generaciones sino también de las futuras” (considerando
13). Este es un reconocimiento a uno de los elementos que componen el
concepto de desarrollo sostenible, de acuerdo con buena parte de la doctrina
internacional29.
ii) Principio contaminador-pagador. En sentencia de la Corte de
Apelaciones de Concepción de fecha 27 de agosto de 2012, en el caso “Central
Termoeléctrica Pirquenes”, la Corte acogió el recurso de protección contra
27
Bodansky, Daniel - Brunnée, Jutta, Introduction: The Role of National Courts
in the Field of International Environmental Law, en Anderson, Michael - Galizzi,
Paolo (editores), International Environmental Law in National Courts, British Institu-
te of International and Comparative Law, Londres, 2002), p. 15.
28
Bodanksy, D. - Brunnée, J., cit. (n. 28), p. 20.
29
Para un análisis del concepto de desarrollo sustentable, véase: Sands, Ph., cit.
(n. 24).
492 Revista de Derecho, XL (1er Semestre de 2013) Osvaldo Urrutia Silva
30
Véase, por ejemplo, caso “Plantas de Celulosa, Argentina v. Uruguay”, Corte In-
ternacional de Justicia, sentencia de fecha 20 de abril de 2010.
31
Acerca del contenido y estatus internacional del principio precautorio, véase, por
ejemplo: Sands, Ph., cit. (n. 24); y Bodansky, D., Art and Craft, cit. (n. 9).
32
En la misma línea de lo anterior, el caso “Dunas de Concón”, en que la Corte Su-
prema revocó fallo de la Corte de Apelaciones de Valparaíso (27 de julio de 2012, causa
rol N° 2138-2012): “No debe olvidarse que la Ley N° 19.300 constituyó una ley marco
en materia ambiental que se hizo aplicable a todas las actividades o recursos respecto de los
cuales posteriormente se crearon leyes especiales y que se sustenta en principios que permiten
494 Revista de Derecho, XL (1er Semestre de 2013) Osvaldo Urrutia Silva
dar coherencia a la ley y sin los cuales se consideró que no se podía entender plenamente su
real alcance y pretensiones ellos son: el principio preventivo; el principio que quien conta-
mina paga; el gradualismo; el principio de la responsabilidad; el principio participativo; y
el principio de la eficiencia”.
33
Véase, por ejemplo: Wolfrum, Rudiger, International Environmental Law:
Purposes, Principles and Means of Ensuring Compliance, en Morrison, Fred L. -
Wolfrum, Rudiger (editores), International, Regional and National Environmental
Law (s.l., Kluwer Law International, 2000). Por ejemplo, en el principio de prevención
se asume que el riesgo es conocido; en el enfoque de precaución no necesariamente lo
es. De ello derivan una serie de consecuencias, desde el nivel de riesgo aceptable hasta
la carga de la prueba.
34
No es objeto de este artículo detenerse en un análisis acabado de las diferencias
entre los principios de prevención y precaución, los orígenes y actual Estado en la evo-
lución del derecho internacional y comparado. Para algunas legislaciones comparadas
es claramente un principio, muchas veces en grado de norma. Su rango normativo en el
derecho internacional y en especial desde el punto de vista de su inclusión como norma
consuetudinaria, en cambio, es complejo de dilucidar.
35
El proyecto fue aprobado por resolución (RCA) N° 279 de 1998 de la entonces
COREMA de Los Lagos, e implicaba que los residuos industriales líquidos de dicha
actividad (de alta temperatura, tóxicos) se verterían al río Cruces y Choromayo en un
área declarada Santuario de la Naturaleza, protegida de conformidad con la Ley N°
17.288.
Jurisprudencia nacional, nuevos Tribunales Ambientales 495
36
En este caso, la administración alegó que el hecho de incluir un humedal en la
lista de la Convención Ramsar no perjudica los derechos soberanos de la parte contra-
tante. Increíblemente, la COREMA también alegó que “los hechos planteados por la
contraria constituyen una hipótesis no demostrada”. La Corte no se pronunció respec-
to de estos argumentos de fondo.
37
No solo en el caso “Río Cisnes-Celco” la Corte desechó examinar el fondo de lo
autorizado. En el fallo de fecha 19 de junio de 2002, de la Corte Suprema en recurso
interpuesto por el alcalde de la Municipalidad de Portezuelo en contra de la resolución
del Consejo Directivo de la CONAMA que calificó favorablemente el proyecto Com-
plejo Forestal Itata, también de Celco (Caso “Celulosa Itata”), la Corte argumentó
que una resolución adoptada por un ente colectivo no puede ser arbitraria “pues dicha
decisión es el resultado del actuar de un ente colectivo, que ha contado con números antece-
dentes a la vista”. Agrega que “Podrá estimarse equivocada, pero ello es de suyo discutible
y no es posible de constatación empírica, pues en cuanto se pronuncia sobre situaciones de
futuro, será entonces el tiempo el que diga si hubo un error o no. Y si, contrariamente a lo
que se ha estimado por la Resolución recurrida, se produce más adelante actos ilegales o
arbitrarios y vulneratorios de las garantías constitucionales protegidas, será entonces, la
ocasión precisa para acudir de protección o por otra vía que se estime adecuada” (conside-
rando 7°). El voto de disidencia de la ministra Morales, que estuvo por acoger el recurso
puesto que la resolución de calificación ambiental era arbitraria debido a su “falta de
razonabilidad”, recoge este punto al señalar que el estudio de impacto ambiental de la
empresa no se hace cargo de ciertas sustancias y concentraciones en el cauce receptor
final en donde “subyace la posibilidad de que se produzca un riesgo o un mal futuro, lo
que sería irreparable tanto porque podría afectar aguas subterráneas, como por su efecto
bioacumulativo en los animales y seres humanos”. El fallo “Caso Celulosa Itata” no fue
aislado. La Corte de Apelaciones de Valparaíso lo invocó al rechazar en fallo de 23 de
noviembre de 2006, el recurso de protección interpuesto contra la resolución de la CO-
REMA de Valparaíso que calificó favorablemente el proyecto Central Nueva Ventana,
por el Consejo Ecológico de las Comunas de Puchuncaví y Quintero. La Corte señaló
496 Revista de Derecho, XL (1er Semestre de 2013) Osvaldo Urrutia Silva
en el considerando 13° que: “el acto impugnado es incapaz por sí de producir los efectos
nocivos que los principios constitucionales intentan precaver [...], no es un acto de resultado
material que ‘acaso’ produzca un menoscabo en el derecho a la vida y la integridad física y
síquica de las personas”.
38
Recurso de protección rol N° 1853-2005, “Vladimir Riesco Bahamondes y otros
con Celulosa Arauco S.A.”, fallo de la Corte Suprema de fecha 30 de mayo de 2005;
y recurso de protección rol N° 5928-2006, “Wladimir León Falfán con COREMA de
la Décima Región de Los Lagos”, fallo de la Corte Suprema de fecha 11 de diciembre
de 2006.
39
Corte Suprema en dicho fallo, considerando 7°: “Que, desde luego, no hay prueba
alguna que el Río Cruces y, en lo que interesa, en Santuario de la Naturaleza Carlos And-
wandter, haya sido contaminado por Celulosa Arauco S.A. al operar su planta de San José
de la Mariquina o que exista una amenaza de contaminación, término este último al que
hay que darle su significado legal de acuerdo con la letra c) del artículo 2° de la ley 19.300”.
El considerando 8° señala: “[...] las aguas del Cruces presentan una alta concentración
de hierro, que afecta una planta llamada ‘luchecillo’ (Egeria Densa), que constituye la
principal fuente de alimento de los cisnes de cuello negro [...]. Al disminuir la cantidad de
luchecillo, los cisnes mueren por desnutrición o emigran, encontrándose en los hígados de
dichos animales altas concentraciones de hierro”.
Jurisprudencia nacional, nuevos Tribunales Ambientales 497
1. Generalidades.
La Ley N° 20.600, publicada en el Diario Oficial 28 de junio de 2013,
completa la ambiciosa reforma iniciada formalmente en 2008. Aunque las
críticas a la institucionalidad ambiental que existía hasta la publicación de
la Ley N° 20.417 son antiguas, el proceso de acceso de Chile a la OCDE
aceleró los cambios en esta materia. El informe sobre Evaluación de Desem-
peño Ambiental de Chile expuso a la evaluación y cumplimiento ambiental
como una de las debilidades de nuestra organización institucional, señalando
que era necesario fortalecer y ampliar considerablemente las instituciones
ambientales, en especial la fiscalización: “una política de fiscalización de la
normativa ambiental sobre la base de la coordinación de los órganos sectoriales
de supervisión y control no es la solución institucional más eficaz para asegurar
su cumplimiento”41.
Es cierto que la idea de crear uno o más Tribunales Ambientales especia-
lizados no estuvo en el diseño original que proponía los cambios sustantivos
hoy conocidos. Solo cuando aparece claro que se crearía un poderoso y
autónomo órgano de fiscalización con potestades sancionatorias, comienza
a surgir la idea de un control jurisdiccional especializado respecto de los
actos administrativos sancionatorios de la que sería la Superintendencia del
Medio Ambiente42.
40
Sabido es que la Ley N° 18.362 no está vigente. La futura creación del Servicio de
Biodiversidad y Áreas Silvestres Protegidas puede convertirse en una oportunidad para
aportar mayor coherencia a nuestra regulación de áreas protegidas en general.
41
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, Evaluación del
Desempeño Ambiental: Chile (Environmental Performance Reviews, CEPAL, Chile,
2005), p. 18.
42
Ver el “Mensaje” (28 de octubre de 2009) y la historia de Ley N° 20.600. Fue en el
Senado donde se acuerda la creación de un órgano jurisdiccional cuyas labores serían: i)
498 Revista de Derecho, XL (1er Semestre de 2013) Osvaldo Urrutia Silva
44
La sanción se origina en la ley; aun cuando en Chile los tratados tengan al menos
rango legal, la práctica indica que ningún juez aplicará una sanción directamente desde
el texto de un tratado sin que exista al menos alguna norma nacional que de alguna
forma la integre. Por lo demás, los tratados ambientales tampoco pretenden crear san-
ciones aplicables directamente.
500 Revista de Derecho, XL (1er Semestre de 2013) Osvaldo Urrutia Silva
45
Artículo 17 número 8) de la Ley N° 20.600 dice: “Conocer de las reclamaciones en
contra de la resolución que resuelva un procedimiento administrativo de invalidación de
un acto administrativo de carácter ambiental. El plazo para la interposición de la acción
será de treinta días contado desde la notificación de la respectiva resolución”.
46
Bermúdez Soto, Jorge, Derecho administrativo general (Santiago, LegalPublis-
hing, 2010), p. 136.
Jurisprudencia nacional, nuevos Tribunales Ambientales 501
47
Por ejemplo, artículos 68, 69, 70 del Reglamento del SEIA, Decreto Supremo N°
95 de 2001, Ministerio Secretaría General de la Presidencia de la República.
48
Bermúdez Soto, Jorge, Fundamentos del Derecho ambiental (Valparaíso, Edi-
ciones Universitarias de Valparaíso, 2008), p. 216.
502 Revista de Derecho, XL (1er Semestre de 2013) Osvaldo Urrutia Silva
49
Cordero Vega, Luis, “Estudio preliminar”. Corte Suprema y Medio Ambiente.
¿Por qué la Corte está revolucionando la regulación ambiental? en Jurisprudencia am-
biental. Casos destacados, cit. (n. 3), p. 23.
50
Ibíd., p. 23. Ejemplos de este último criterio serían los casos “Bocamina” (fallo de
fecha 15 de junio de 2012, rol N° 3141-2012) y “Central Castilla” (fallo de fecha 28 de
agosto de 2012, causa rol N° 1960-2012).
51
Cordero Vega, L., cit. (n. 3), p. 22.
504 Revista de Derecho, XL (1er Semestre de 2013) Osvaldo Urrutia Silva
V. Conclusiones
52
Palmer, Alice - Robb, Cairo, International Environmental Law in National
Courts (Cambridge, Cambridge University Press, 2004), p. xiv.
506 Revista de Derecho, XL (1er Semestre de 2013) Osvaldo Urrutia Silva
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