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A.

 Consumo reciente de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos.

B. Cambios psicológicos o comportamentales desadaptativos clínicamente significativos (p. ej., comportamiento sexual inapropiado o
comportamiento agresivo, labilidad del estado de ánimo, deterioro de la capacidad de juicio, deterioro de la actividad laboral o social) que aparecen
durante o poco tiempo después del consumo de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos.

C. Uno (o más) de los siguientes signos, que aparecen durante o poco tiempo después del consumo de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos:

1. lenguaje farfullante
2. incoordinación
3. marcha inestable
4. nistagmo
5. deterioro de la atención o de la memoria
6. estupor o coma

D. Los síntomas no se deben a enfermedad médica ni se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental.

A. Consumo reciente de un opiáceo.

B. Cambios psicológicos o comportamentales desadaptativos clínicamente significativos (p. ej., euforia inicial seguida de apatía, disforia, agitación
o inhibición psicomotoras, alteración de la capacidad de juicio, o deterioro social o laboral) que aparecen durante o poco tiempo después del
consumo de opiáceos.

C. Miosis (o midriasis por anoxia en la intoxicación grave) y uno (o más) de los siguientes signos, que aparecen durante o poco tiempo después del
consumo de opiáceos:

1. somnolencia o coma
2. lenguaje farfullante
3. deterioro de la atención o de la memoria

D. Los síntomas no son debidos a una enfermedad médica ni se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental.

A. Alguna de las siguientes posibilidades:

1. interrupción (o disminución) de un consumo abundante y prolongado (varias semanas o más) de opiáceos


2. administración de un antagonista opiáceo después de un período de consumo de opiáceos

B. Tres (o más) de los siguientes signos y síntomas, que aparecen de pocos minutos a varios días después del Criterio A:

1. humor disfórico
2. náuseas o vómitos
3. dolores musculares
4. lagrimeo o rinorrea
5. dilatación pupilar, piloerección o sudoración
6. diarrea
7. bostezos
8. fiebre
9. insomnio

C. Los síntomas del Criterio B provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad
del individuo.

D. Los síntomas no son debidos a enfermedad médica ni se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental.

Investigaciones no experimentales
Las investigaciones no experimentales son aquellas en las cuales el investigador no
tiene el control sobre la variable independiente, que es una de las características de las
investigaciones experimentales y cuasiexperimentales, como tampoco conforma a los
grupos del estudio. En estas investigaciones, la variable independiente ya ha ocurrido
cuando el investigador hace el estudio. O sea, ha ocurrido un cierto fenómeno, que es
tomado como variable independiente (por ejemplo, la exposición a la televisión) para un
estudio en el cual el investigador desea describir esa variable como también los efectos
que provoca sobre otro fenómeno, que es la variable dependiente (por ejemplo, conductas
delictivas). Por esta característica distintiva en lo que se refiere a la ocurrencia de la
variable independiente, las investigaciones en las que se da esta circunstancia reciben
el nombre de investigaciones ex post facto (después del hecho).
A este tipo de investigaciones pertenecen, entre las principales, la encuesta social, el
estudio de casos, el estudio de cohortes, la observación estructurada, la investigaciónacci
ón participativa y la investigación evaluativa. A la primera de ellas nos referiremos
en el próximo capítulo.

Estudio Investigación de Campo: Constituye un proceso sistemático, riguroso y racional de recolección, tratamiento, análisis y presentación de
datos, basado en una estrategia de recolección directa de la realidad de las informaciones necesarias para la investigación. De
acuerdo con el propósito, la investigación de campo puede ser de dos tipos:
• Investigación exploratoria, constituida        por aquellos estudios que tratan de        describir la situación sin intentar        explicar o predecir las
relaciones que se        encontraran en ella.

    • Verificación de Hipótesis, trata de        establecer relaciones entre variables,        con la finalidad de explicar el
comportamiento del fenómeno o hecho        en estudio.

Ventajas

     • Abrió nuevas posibilidades para el        desarrollo de la ciencia, especialmente        para las disciplinas sociales.

     • Permitió superar las disciplinas que        imponía el tradicional laboratorio        experimental, al poder estudiar los        hechos o fenómenos en
el propio lugar        de los acontecimientos.

     • El desarrollo progresivo de sus técnicas        ha permitido el avance del conocimiento        en complejos problemas de relaciones        humanas.

     • El avance en el conocimiento teórico de        los métodos y técnicas probados en la        investigación de campo, ha conducido,        en ciencias
sociales, al desarrollo de la        experimentación.

DESVENTAJAS

• El nivel de conocimiento aportado por        este tipo de investigación, presenta un        mayor índice probabilística de error que        el aportado
por la investigación        experimental.

     • La exactitud en sus resultados también        es mayor que la obtenida mediante la        investigación experimental.

Estudios realizados en Laboratorios son aquellos que involucran un ambiente controlado, pueden empelarse instrumentos como pipetas,
microscopios, muestras vivas, entre otros. En estos estudios los ambientes donde se coloca el objeto de estudio (reacción
química, velocidad de un objeto en movimiento, planta en crecimiento, entre otros) son controlados. En el caso de sujetos,
estos ambientes controlan ciertas variables y hacen que el ambiente sea el ideal, en otros casos un ambiente totalmente
opuesto (no ideal).

En contraste con esta metodología, los experimentos de campo [Field


experiments], en sus diferentes modalidades, tratan de medir directamente la
discriminación que llevan a cabo las empresas en contra del grupo
desfavorecido. Consiste en el uso de pares de candidatos ficticios, que son
básicamente iguales en todas sus características salvo en una (sexo, grupo
étnico, edad, etc.), que optan a las ofertas de empleo que van realizando las
empresas en el mercado laboral. En la medida en que el experimento haya sido
diseñado cuidadosa y correctamente, si se detecta que los candidatos del
grupo desfavorecido son menos reclamados por las empresas que los
pertenecientes al otro grupo.

La teoría psicoanalítica sostiene que laadolescencia es un fenómeno genético y universal.

Durante la pubescencia se producen los cambios corporales asociados con las funciones propias de la reproducción y al mismo tiempo se activa el
instinto sexual, elemento psicológico correspondiente a las energías libidinales que necesitan ladescarga de la tensión, junto con otros fenómenos
típicos de esta etapa.
Los cambios fisiológicos que se producen en esta etapa se relacionan con los procesos corporales por un lado y con cambios psicológicos y de la
autoimagen por otro.

Durante la adolescencia la agresividad y la torpeza se relacionan con los cambios fisiológicos y por otra parte, la nueva imagen corporal exige un
cambio de relaciones sociales.

Por lo tanto, el adolescente debe enfrentar en esta etapa: un nuevo grupo social debido a su nueva estructura corporal, la resolución del complejo
de Edipo; posiblemente un breve período homosexual; y finalmente el acceso a una relación heterosexual normal.
Estos cambios fisiológicos traen aparejadas perturbaciones emocionales, en particular aumentando las emociones negativas como la depresión, la
ansiedad, la pereza, el estrés y la agresividad.

Según esta teoría, los primeros cinco años de individuo son cruciales para la formación de la personalidad que se concreta durante la crisis de la
pubescencia y que depende de su resultado.

Freud no manifestó marcado interés en esta etapa de la vida debido a su idea revolucionaria de que la sexualidad comienza en la primera infancia
y no en la pubertad; y que la capacidad de amar y la normalidad o anormalidad están determinadas por las experiencias de las etapas
pregenitales.
En la pubertad se instaura la supremacía de la zona genital y el objetivo de la reproducción y se manifiesta por la excitación de la zona erógena,
por la intensa tensión interior y la urgente necesidad de descarga y por la gran excitación sexual psicológica que lleva a la masturbación debido al
gran poder del impulso y la obvia imposibilidad de solucionarlo adecuadamente.

Los problemas de adaptación de un adolescente son comunes ya que la sexualidad se opone a su seguridad, por lo tanto en esta etapa pueden
surgir síntomas histéricos y neuróticos y hasta enfermedades mentales graves.
El impulso sexual aumentado durante este período revive la tendencia hacia los objetos incestuosos provocando una segunda situación edípica,
aunque mitigadas por el desarrollo del Superyo que reprimirá esas tendencias.
Freud señala que pueden darse algunas situaciones peligrosas para el desarrollo psicosexual. En primer lugar los lazos muy estrechos con
personas del mismo sexo que puede fomentar la inversión del objeto sexual y luego, la dependencia que lo vinculan a sus padres.

Este desprendimiento emocional es necesario y se manifiesta con rechazo, resentimiento y hostilidad, no sólo frente a los padres sino también
contra toda forma de autoridad.

Resumiendo, para el Psicoanálisis, el objetivo fundamental del adolescente es lograr la primacía genital y el logro de un vínculo con un objeto no
incestuoso. (Objeto para el Psicoanálisis quiere decir persona significativa)

La teoría Psicoanalítica se destaca por el énfasis que atribuye a los factores biológicos, principalmente por la utilización del concepto de instinto.
Sin embargo la influencia de factores sociales nunca ha sido desestimada por Freud ni negada su importancia.
El instinto de reproducción se relaciona con la energía que denomina libido, que consiste en un impulso hacia el placer o instinto de vida.

El desarrollo del Superyo, o conciencia moral, permite el desarrollo de los conceptos morales y las aspiraciones personales según la cultura.

Para Freud, este proceso evolutivo, principalmente en la etapa de latencia y de pubescencia representa una lucha energética entre las fuerzas
instintivas que denomina Ello, y las fuerzas socialmente adoptadas o conciencia moral del Superyo.

Desde este encuadre, cada etapa psicosexual, desde la infancia, persiste y se agrega a las posteriores integrándose, de modo que el
autoerotismo, el narcisismo y el amor objetal pueden coexistir en un individuo.
. La elección de objeto adolescente
El estado mental y físico que generalmente se asocia con la adolescencia (tanto con la adolescencia temprana como con la adolescencia
propiamente dicha) tiene cualidades muy diferentes a la fase preadolescente. La diferencia se muestra en una vida emocional mucho más rica, en
una orientación dirigida a crecer, en un intento invencible para autodefinirse en respuesta a la pregunta: "¿Quién soy yo?" El problema de
relaciones de objeto pasa a primer plano, como tema central, y sus variaciones tiñen la totalidad del desarrollo psicológico en las dos fases
subsiguientes. Lo que diferencia este periodo de la preadolescencia es, por lo tanto, el cambio meramente cuantitativo de los impulsos. Es muy
notorio el abandono de la posición regresiva preadolescente. La pregenitalidad pierde cada vez más el papel de una función satisfactoria siendo
relegada a una actividad de iniciación -mental y física-. y da lugar al surgimiento de un nuevo componente instintivo, precisamente la anticipación
del placer. Este cambio en la organización jerárquica de los impulsos y de su carácter definitivo e irreversible representa una innovación que
influye en forma decisiva al desarrollo del yo. El yo, por así decirlo, toma sus señales de estos cambios en organización instintiva y elabora en su
estructura una organización jerárquica en sus funciones y en sus pautas defensivas. Ambos adquieren al final de la adolescencia una fijación
irreversible llamada carácter; esta estructura firme, -que emerge de estas fases -que en verdad está construida sobre los logros del periodo de
latencia- no se completará sino hasta la fase de postadolescencia.

Mientras que la diferenciación entre preadolescencia y las dos fases que le siguen es bastante clara, es necesaria cierta justificación para
presentar a "la adolescencia temprana" y la "adolescencia propiamente tal" como dos entidades separadas. En bases estrictamente
observacionales esta definición está justificada, porque después de la preadolescencia se hace muy aparente un periodo de intentos repetidos de
separación de los objetos primarios de amor. En la adolescencia temprana hay un resurgimientode amistades idealizadas con miembros del mismo
sexo; los intereses sostenidos y la creatividad se mantienen en un nivel bajo y emerge la búsqueda un tanto torpe de valores nuevos -no
simplemente de oposición-; en pocas palabras existe una fase de transición, que posee características propias antes de que se afirme la
adolescencia. 

Durante la adolescencia propiamente dicha, ocurre un cambio decisivo hacia la heterosexualidad y una renunciación final e irreversible del objeto
incestuoso; Anny Katan (1937) ha sugerido llamar a este proceso "remover el objeto". Ciertos tipos de defensas, tales como la intelectualización y
el ascetismo pertenecen a la fase de la adolescencia propiamente dicha. En general se hace muy notable una tendencia hacia la experiencia
interna y al autodescubrimiento; de ahí la experiencia religiosa y el descubrimiento de la belleza en todas sus manifestaciones. Reconocemos que
este desarrollo es una forma de sublimación del amor del niño por el padre idealizado y una consecuencia de la renuncia final a los objetos de
amor tempranos. El sentimiento de "estar enamorado", y la preocupación por los problemas políticos, filosóficos y sociales es típico de la
adolescencia. La ruptura franca con la forma de vida de la niñez ocurre en esta fase; a los años de la adolescencia tardía les corresponde la tarea
de probar estos logros nuevos y de gran trascendencia al integrarlos en la experiencia total de la vida.

Al establecer las dos fases de adolescencia temprana y adolescencia propiamente dicha, estoy de acuerdo en la forma en que Helene Deutsch
(1994) divide la adolescencia de la mujer, en "pubertad temprana" y "pubertad y adolescencia". En esta última fase, a la cual también llama
"pubertad avanzada", son características las tendencias heterosexuales. Hago énfasis en lo característico que las unifica, principalmente al
separarse del objeto y la busca de otro, por ejemplo el cambio definitivo hacia una separación de la familia y la organización jerárquica de los
impulsos y de las funciones del yo. El ingrediente esencial de ambas fases es el darse cuenta de la situación social con angustia y culpa.

Desde luego que cualquier división en fases continúa siendo una abstracción, ya que en el desarrollo no hay una separación tan nítida. El valor de
este tipo de formulación sobre las fases radica en que enfoca nuestra atención en una secuencia ordenada del desarrollo; las modificaciones
psicológicas esenciales y las metas que caracterizan a cada fase, a mediada que siguen el principio epinegético del desarrollo. las transiciones son
vagas y lentas y están matizadas con movimientos oscilantes. Durante las subsecuentes fases del desarrollo encontramos rastros grandes o
pequeños del desarrollo adolescente que al parecer habían sido completadas, y que sin embargo persisten por periodo largos o cortos. Estas
irregularidades son capaces de empañar el itinerario del desarrollo si lo aplicásemos un tanto rígida y literalmente.

Durante la adolescencia temprana y la adolescencia propiamente dicha ocurre una profunda reorganización de la vida emocional con un estado de
caos bien reconocido. la elaboración de defensas características con frecuencia extremas y también transitorias, mantiene la integridad del yo
algunas maniobras defensivas de la adolescencia prueban tener un valor adaptativo y por consecuencia facilitan la integración de inclinaciones
realistas, talentos, capacidades y ambiciones; no hay ninguna duda de que el ensamble estable en todas estas tendencias constituye un
prerrequisito para la vía adulta en la sociedad.

El problema central de la adolescencia temprana y de la adolescencia propiamente dicha recae en una serie de predicamentos sobre las
relaciones de objeto. La solución de este problema depende de las muchas variaciones por las que este tema atraviesa durante los años; estas
variaciones determinan finalmente en forma genuina o espuria la adultez. estas variaciones recuerdan un poco la niñez, sólo tenemos que recordar
que la necesidad del niño de ser amado se fusiona solamente en forma gradual con la necesidad de dar; la necesidad de que me hagan las cosas,
se transforma en "hacer las cosas para otro". El papel pasivo de ser controlado es reemplazado en forma gradual y parcial por la necesidad del
niño de control activo del mundo externo esta polaridad de actividad y pasividad reaparece durante la adolescencia como un problema crucial la
ambivalencia tan característica de la adolescencia comprende no solamente las metas instintivas , activas y pasivas esto es igualmente cierto para
el hombre y para la mujer. La rebelión en contra del superyo en el hombre adolescente representa con frecuencia la oposición en contra de
tendencias pasivas femeninas que fueron parte esencial de la relación edípica del muchacho hacia su padre. Freud (1915) formula este problema
en relación a la adolescencia de la manera siguiente: "no es sino hasta la terminación del desarrollo durante la época de la pubertad que la
polaridad del sexo coincide con lo masculino y femenino. En lo masculino se concentra la actividad y la posesión del pene; lo femenino lleva como
objeto la pasividad. la vagina se valora como un asilo para el pene, es una herencia de la matriz materna".

Antes de que haya una reconciliación y se alcance un equilibrio maduro entre las posesiones de actividad y pasividad, o con frecuencia una
oscilación entre ambas, éstas caracterizan la conducta adolescente por algún tiempo. La temprana dependencia en la madre posee una atracción
innegable para el adolescente de ambos sexos. Debemos advertir que los muchachos con frecuencia transfieren esta necesidad de dependencia
pasiva al padre; en este caso, el muchacho entra en una constelación de impulsos homosexuales, los cuales pueden ser transitorios o duraderos.
Cuando esta necesidad pasiva es sentida muy intensamente, por ejemplo ya sea por un muchacho sobreprotegido o severamente privado, más
fuerte será la defensa en contra, por medio de fantasías y actos rebeldes y hostiles; las ideas paranoides son frecuentes este conflicto puede
conducir a una rendición a los deseos pasivos, a una actitud demandante, dependiente, o la renunciación de los impulsos instintivos. esta última
condición semeja muy cercanamente la posición del periodo de latencia. Con frecuencia la regla es una mezcla de todos estos intentos para
estabilizar la polaridad activa-pasiva.

El tema de este conflicto refleja la modificación de los impulsos y los intentos de ponerlos en armonía con el yo, el yo ideal, el superyo y la
condición somática de la pubertad. la polaridad de los impulsos de actividad y pasividad se ejercita en relación con el yo, con el objeto y con el
mundo externo. Esta situación determina en gran mediada la elección de objeto adolescente, así como las pautas fluctuantes en el estado de
ánimo de los adolescentes, los cambios en la conducta y los cambios en la capacidad de ver la realidad. Esta inestabilidad e incongruencia ha sido
descrita con frecuencia como la característica general más significativa de la adolescencia, y esto en verdad es correcto para las fases de la
adolescencia temprana y la adolescencia propiamente dicha. Polaridades como las siguientes, es bien sabido, aparecen en un mismo individuo:
sumisión y rebelión, sensibilidad delicada y torpeza emocional, profundo pesimismo, intensa fidelidad y cambios repentinos de infidelidad, ideas
cambiantes y argumentos absurdos, idealismo y materialismo, dedicación e indiferencia, aceptación y rechazo impulsivo, apetito voraz, indulgencia
excesiva y gran ascetismo exuberancia física o gran abandono estas pautas de conducta oscilantes reflejan cambios psicológicos los cuales no
progresan en línea recta ni tampoco con un ritmo preciso. Los problemas de ambivalencia, narcisismo y fijación juegan un papel muy significativo;
sus implicaciones serán discutidos en seguida.

Durante la adolescencia temprana y la adolescencia propiamente dicha debe lograrse la renunciación de los objetos primarios de amor, los padres
como objetos sexuales; los hermanos y substitutos paternos deben ser incluidos en este proceso de renunciación estas fases están relacionadas
esencialmente con la renuncia a objetos y a la búsqueda de otros. Estos procesos reverberan en el yo produciendo cambios catécticos que
influyen tanto las representaciones de objeto existentes como las autorrepresentaciones. debido a esto el sentido de identidad adquiere de aquí en
adelante una desconocida labilidad.

Durante la adolescencia temprana y la adolescencia propiamente, los impulsos cambian hacia la genitalidad, los objetos libidinales cambian de
preedípicos y edípicos a objetos heterosexuales no incestuosos. El yo salvaguarda su integridad por medio de operaciones defensivas; algunas de
éstas son de carácter restrictivo para el yo y requieren de una energía catéctica para su mantenimiento mientras que otras muestran ser de
carácter adaptativo para permitir la descarga de impulsos inhibidos (sublimación); éstas llegan a ser los reguladorespermanentes de la
autoestimación.
Mitos…

En mi juventud fui tan joven, que ahora sigo siendo joven.En este espacio Web hemos visto cómo los adolescentes con frecuencia son
encajonados en categorías negativas. Hemos visto también cómo se ha descrito tradicionalmente a la adolescencia como si
fuese una enfermedad o un problema. Consideramos que estos fenómenos de estereotipación condescendiente van más allá
de ser un simple error o una "mentira" y preferimos definirlos como mitos acerca de la adolescencia.

Los mitos pueden tener o no una base real; pero, básicamente, son construcciones colectivas que no se refieren a hechos
reales, sino que responden a nuestros deseos y temores. Los críticos sociales señalan que los sistemas de creencias tienden a
apoyar el statu quo. De modo que se atribuyen las expectativas del grupo a la ley natural, a la sabiduría antigua y a las
diversas doctrinas. La resultante es que, una vez elaborado el mito, las personas (incluidos los profesionales) vacilan en
cuestionarlo. La realidad es que los mitos nos dan una estructura, simplifican realidades complejas (a veces sobrecogedoras) y
nos proveen con explicaciones causa-efecto que nos hacen sentir mejor.

Sin embargo, cuando los consideramos una verdad incontrovertible, inhibimos nuestra capacidad de entender y adaptarse a
situaciones nuevas. El propósito, pues, de este espacio es el de alertar sobre la presencia de mitos anticuados, destructivos y
persistentes acerca de los adolescentes; mitos que contribuyen a crear obstáculos a una relación de guía cordial y honesta.
Escogemos para nuestro análisis los cinco mitos que se encuentran de manera omnipresente en la literatura no especializada
y en la profesional que asumen temas acerca de la adolescencia. Se trata de los siguientes:

- "El desarrollo del adolescente normal es turbulento."

- "La adolescencia es un período de gran emotividad."

- "La pubertad es un suceso negativo para los adolescentes."


- "La adolescencia es un período con alto riesgo de suicidio."

- "El pensamiento de los adolescentes es irracional e infantil."

Primer mito: "El desarrollo del adolescente normal es turbulento".

Históricamente esto ha sido descrito con mucha frecuencia, tanto en la literatura mundial propiamente dicha (como es el caso
del Werther de Goethe) como en la profesional. El origen de esta aseveración, razonable en apariencia, es sin duda el hecho
de la aparición clara y evidente de conductas delictivas y enfermedades mentales durante la adolescencia (si bien una
observación más profunda tanto de los adolescentes enfermos como de los delincuentes podría haber detectado dificultades
tempranas durante la infancia). Desafortunadamente, muchos especialistas que sólo trabajan con poblaciones de adolescentes
con trastornos psiquiátricos llegaron sin fundamento a la conclusión de que si un adolescente no pasa por un período
turbulento, por una crisis de identidad, estará destinado a ser un adulto perturbado. No hay, por supuesto, ningún estudio que
confirme dicha creencia. Está claramente demostrado que el 80 % de los adolescentes no pasan por un período tumultuoso, se
llevan bien con sus padres y sus familiares, les gusta estudiar y trabajar, y se interesan por los valores sociales y culturales
circundantes. La mayoría de los jóvenes, pues, pasan por la adolescencia con desequilibrio escaso o ausente.
Indudablemente, un número grande de adolescentes pasan por momentos de gran sufrimiento, pero se trata de sentimientos
internos, subjetivos. La adquisición de la madurez del adulto es un proceso gradual y sin grandes sacudidas.

Segundo mito: "La adolescencia es un periodo de gran emotividad".

Esto es un corolario del primer mito, que insiste en caracterizar la vida emocional del adolescente como un vendaval de
cambios del estado de ánimo, llegando con frecuencia a límites extremos. La hipótesis que intenta explicar esta supuesta
emotividad descontrolada es que surge debido a los profundos cambios biológicos y sociales que acompañan a la pubertad.

Los estudios que se han realizado no han mostrado diferencia alguna entre la emotividad de los niños y la de los adolescentes.
Estos hallazgos sugieren que el comienzo de la adolescencia no se asocia con diferencias apreciables en la variedad de los
estados emocionales experimentados en la vida cotidiana. Lo que sí hay es una relación lineal entre la edad y los estados
emocionales: cuanto mayor es el adolescente, más negativo es el estado de ánimo. Y es probable que esto se deba a que las
crecientes obligaciones y responsabilidades escolares y/o laborales contemporáneas han creado más estrés e infelicidad.

Tercer mito: "La pubertad es un suceso negativo para los adolescentes".

Es tradicional considerar que los cambios hormonales son supuestamente responsables y causantes del desequilibrio
emocional en la etapa puberal. Y durante muchos años se ha creído, por tanto, que los cambios puberales resultan penosos y
amenazantes para los adolescentes.

La realidad es que la influencia hormonal sobre la emotividad ni es particularmente potente ni es persistente. En cambio, lo que
se entiende por culturalmente deseable sí que tiene un gran impacto sobre el desarrollo adolescente. Como es, por ejemplo, el
aumento de peso, normal para la chica púber, y que es un factor importante en la disconformidad femenina con el propio
cuerpo. Otra consideración a tener en cuenta es si el proceso puberal lo encuentra el chico en coincidencia o desfasado con
respecto a sus compañeros.

Cuarto mito: "La adolescencia es un período con alto riesgo de suicidio".

La creencia general y la de muchos profesionales siempre ha sido que durante este período de la vida se da el mayor número
de suicidios. Sin embargo, la recopilación de datos demográficos ha demostrado que, excluyendo la infancia, la adolescencia
es el período de la vida en el que se da la menor proporción de gente que se suicida. Lo que sí han descubierto los autores
estudiosos del tema es que parece haber una relación directa entre el aumento en la proporción de la población adolescente y
el incremento en el número de suicidios (a lo que denominan, estadísticamente, el fenómeno de cohorte). Otro hallazgo es que
hay una clara relación entre la insatisfacción por la autoimagen de los adolescentes y la conducta suicida.

Quinto mito: "El pensamiento de los adolescentes es irracional e infantil".

Los juristas y los profesionales de la sanidad debaten actualmente cuándo se puede aceptar que un adolescente es
responsable de sus acciones, cuándo puede dar consentimiento a un tratamiento médico y psiquiátrico; en otras palabras:
cuándo puede considerarse que piensa como un adulto.

La adolescencia es el período de la vida en que surgen las operaciones mentales formales, comienzan a formularse hipótesis y
pueden establecerse conclusiones. También, los adolescentes adquieren la capacidad de "ponerse en los zapatos de otro" y,
especialmente en el sexo femenino, desarrollan la capacidad de sentir empatía y practicar el altruismo. Las nuevas habilidades
del pensamiento permiten al joven reconstruir su niñez y verla bajo una luz muy diferente de como la percibía cuando era
niño... Y así podríamos seguir señalando características diferenciales y de madurez del pensamiento adolescente.

Conclusiones prácticas.

¿Por qué es importante denunciar estos mitos acerca del desarrollo adolescente? En primer lugar para alertar a padres,
maestros y pediatras de que, aún hoy en día, grandes sectores profesionales mantienen un punto de vista inapropiado acerca
de la adolescencia, considerándola una fase en la que se espera la conducta anormal. De no reconocer este mito de "la
anormalidad adolescente" se corre el alto riesgo de no identificar a tiempo lo que es patológico y realmente peligroso. Es decir:
si se pierde la oportunidad del diagnóstico precoz y la intervención temprana, el curso, por ejemplo, de un trastorno mental
podrá hacerse más severo y crónico.

No hay que olvidar que muchas de las descripciones tradicionales de los adolescentes están meramente basadas en creencias
y convicciones, a menudo originadas en conceptos psicoanalíticos, y no en investigaciones contrastadas. Así, del análisis de
los estudios modernos de prevalencia de perturbaciones psicoemocionales en la población adolescente puede concluirse que:

- La inmensa mayoría de los jóvenes no tienen una adolescencia turbulenta.

- No pasan por un período de gran emotividad (en comparación con su niñez).

- La adolescencia no es un período de alto riesgo de suicidio.

- El pensamiento adolescente es distinto del infantil, pudiendo destacarse por su nivel de racionalidad y capacidad de
elaboración.

Casi todo lo que es grande ha sido obra de la juventud. Es el inmenso potencial de energía juvenil lo que ha hecho posible
avanzar a la humanidad. La juventud, cuando no se “agilipolla”, arrasa, porque es una fuerza de la Naturaleza. Cuando uno es
joven, tiene mañanas triunfales, y la adolescencia no es sino una sucesión de mañanas. Siempre es por la mañana.

Nadie pone en duda que la juventud es la fuerza creadora por excelencia. Basta recordar algunas de las personas que durante
su etapa juvenil consolidaron su nombre en la historia: Alejandro Magno, a los 20 años, ya era rey de Macedonia, y a los 27
había conquistado todo el mundo civilizado; Miguel Ángel, a los 17 años, había esculpido La Batalla de Centauros y La Piedad;
Blaise Pascal, a los 16 años, ya había escrito un libro sobre geometría e inventó la máquina de sumar a los 19; James Watt
tuvo la idea de su máquina de vapor a los 25 años; Ludwig van Beethoven, a los 13 años, escribió sus primeras composiciones
y sus famosos cuartetos a los 15 años; Michael Faraday inventó el motor eléctrico a los 21 años; Samuel Colt, a los 17, realizó
su primer modelo de revólver en metal; Alexandre Graham Bell concibió a los 22 años la idea de un teléfono sin hilos; Thomas
Alva Edison inventó a los 17 años el telégrafo; Charles Martin Hall fue el primer hombre que, a sus 23 años, obtuvo aluminio
por electrólisis; los hermanos Wright, Wilbur y Orville iniciaron a los 20 años sus estudios sobre el avión a motor; Albert
Einstein desarrolló a los 26 años su teoría de la relatividad... Y a esta lista pueden añadirse cantidad de nombres de jóvenes
actuales, que ya en su más temprana adolescencia eran destacados físicos, pintores, cantantes, diseñadores, inventores, etc.

El sentirse acompañado toda la vida de las características de la juventud, con sus rasgos típicos de inmadurez e ingenuidad,
es algo que se identifica siempre en las personas creativas. A la juventud se le ha llamado "talento perecedero" pero, quizá,
talento y originalidad son aspectos siempre propios de la juventud, y el ser humano creativo es irremediablemente juvenil.

¡Juventud, divino tesoro!

Adicciones en adolescentes constituye un problema de salud publica muy importante. Los riesgos y danos asociados a adicciones en adolescentes
varian para cada sustancia y son sumamente peligrosos; por esto, es necesario tener en cuenta las variables personales como
el grado de su motivacion, conocimiento o experiencia del uso de adicciones en adolescentes, y las propiedades especificas de
adicciones en adolescentes asi como la influencia de los elementos adulterantes.

Lo que hace que adicciones en adolescentes sea una adiccion nociva es que se vuelve en contra de uno mismo y de los
demas. Al principio de adicciones en adolescentes se obtiene cierta gratificacion aparente, igual que con un habito. Pero pronto
su conducta empieza a tener consecuencias negativas en su vida. Las conductas adictivas por adicciones en adolescentes
producen placer, alivio y otras compensaciones a corto plazo, pero provocan dolor, desastre, desolacion y multitud de
problemas a medio plazo.

Tipos de adicciones en adolescentes

Adicciones en adolescentes
Se utiliza para describir un patron de uso de adicciones en adolescentes que conduce a problemas o preocupaciones graves como faltar a la
trabajo, usar drogas en situaciones peligrosas (manejar un carro), o el uso continuo de adicciones en adolescentes que interfiere con las relaciones
familiares o con los amigos. adicciones en adolescentes, como trastorno, se refiere al abuso de sustancias ilegales o al uso excesivo de sustancias
legales (como el alcohol). 

La dependencia de sustancias quimicas


Es el uso continuo de adicciones en adolescentes, aun cuando se hayan desarrollado problemas importantes. Estos incluyen un aumento en la
tolerancia o la necesidad de aumentar las cantidades de adicciones en adolescentes para obtener el efecto deseado, fracaso en el intento de dejar
adicciones en adolescentes, y un debilitamiento de sus actividades sociales.

Dependencia quimica
Se utiliza para describir el uso compulsivo de sustancias quimicas (o adicciones en adolescentes) y la incapacidad de dejar de utilizarlas a pesar
de todos los problemas causados por su uso.

adicciones en adolescentes es una enfermedad con efectos muy peligrosos si no se le trata adecuadamente. Lo peor es que las personas con
adicciones en adolescentes generalmente llegan a la dependencia quimica. Siga leyendo para concer cuáles son las causas de adicciones en
adolescentes.
Consecuencias de adicciones en adolescentes

Las consecuencias negativas asociadas a adicciones en adolescentes afectan a muchos aspectos diferentes de la vida de una persona. Estas
consecuencias son muy diversas, pero podemos dividirlas en dos grupos.

Salud
adicciones en adolescentes origina o interviene en la aparicion de diversas enfermedades, danos, perjuicios y problemas organicos y psicologicos.
Hepatitis, cirrosis, depresion, psicosis, paranoia son algunos de los trastornos que adicciones en adolescentes produce y pueden llegar a ser
fatales.

Social
Cuando se comienza adicciones en adolescentes , la persona ya no es capaz de mantener relaciones estables y puede destruir las relaciones
familiares y las amicales. adicciones en adolescentes puede provocar que la persona deje de participar en el mundo, abandonando metas y su
vida gira en torno a adicciones en adolescentes destruyendo lo que lo rodea. Tambien se ven afectadas las personas que rodean al
adictoadicciones en adolescentes, especialmente las de su entorno mas cercano, como familiares y amigos. 

Bajo rendimiento en el trabajo o en el estudio


Se llega al grado de abandonar metas y planes, recurriendo a adicciones en adolescentes como unica "solucion".

Consecuencias economicas
El uso de adicciones en adolescentes puede llegar a ser muy caro, llevando al adicto a destinar todos sus recursos para mantener el consumo,
incluso a sustraer los bienes de su familia y amigos.

En la actualidad existen tratamientos capaces de superar el problema de adicciones en adolescentes. Continue leyendo la siguiente sección para
aprender como superar adicciones en adolescentes.

Como superar las adicciones en adolescentes

Existen diversos centros de rehabilitación y muchos tipos de tratamientos para adicciones en adolescentes. Elegir los adecuados, siendo este para
uno mismo o para un ser querido, es sumamente importante ya que va a determinar la recuperacion de una vida normal y saludable para la
persona que sufre de adiccion.

RELACION: Adolescencia-Droga

Muchos son los factores que influyen en cuanto a la decisión de un adolescente sobre el ingerir o no una droga, Existe una gama tan
impresionante de motivos o excusas que usan los adolescentes en edad escolar de nivel medio superior que seria imposible determinar un solo
tratamiento para evitar que este mal siga creciendo.

Tal vez la mejor manera de prevenir la drogadicción en los adolescentes debido a esta gama de factores que influyen en su decisión seria el de
representar escenas comunes a las que se enfrentan los adolescentes donde se les es ofrecido el consumir drogas o donde han sentido la
curiosidad por probarlas.

Hoy en día la droga ronda por todas las ciudades del mundo haciendo un efecto de incorporación cada vez mayor a los jóvenes del mundo.

Actualmente las campañas que se emprenden en la televisión pretenden evitar la drogadicción en adolescentes.

Esta impresión cruda pero al fin verdadera de las situaciones por las que pasa un adolescente representadas en televisión favorece la
identificación del publico joven con situaciones que le pueden ayudar a no aceptar o simplemente evitar el consumo de drogas.

Básica Adolescente

DESARROLLO INTELECTUAL EN LA ADOLESCENCIA

Durante la adolescencia no se producen cambios radicales en las funciones intelectuales, sino que la capacidad para entender problemas
complejos se desarrolla gradualmente. El psicólogo francés Jean Piaget determinó que la adolescencia es el inicio de la etapa del pensamiento de
las operaciones formales, que puede definirse como el pensamiento que implica una lógica deductiva. Piaget asumió que esta etapa ocurría en
todos los individuos sin tener en cuenta las experiencias educacionales o ambientales de cada uno. Sin embargo, los datos de las investigaciones
posteriores no apoyan esta hipótesis y muestran que la capacidad de los adolescentes para resolver problemas complejos está en función del
aprendizaje acumulado y de la educación recibida.

El aumento en el índice de consumo de drogas entre adolescentes es cada vez mayor y el problema parece cada día más difícil de resolverse, la
población que se estudiara en este trabajo será la de adolescentes estudiantes de 15 a 19 años. La muestra que se tomara de esta población,
para lograr que sea representativa del total será de 50% hombres y 50% mujeres consumidores y no consumidores de drogas.

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