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Beatriz Ruiz la reproducción también es economía

Instituto de Sociología de
Nuevas Tecnologías (UAM)
UNED - A Coruña

REPRODUCTION IS ALSO ECONOMY

Resumen Abstract

El ser humano y su reproducción es una de las Human being and his reproduction is one of
zonas más invisibles de la economía. Pero para- the most invisible areas of economy. But under
lelamente o por debajo de los paradigmas clási- the classical paradigms where social scientists
cos en los que nos movemos los científicos usually move, lie another ones that set up hou-
sociales habitualmente, hay otros que oponen, sehold economy in opposition to the "science
la economía doméstica a la "ciencia de adqui- of purchasing" in the market; an ethic for "the
rir" en el mercado; una ética para las "gentes del peoples of the planet" in opposition to a
planeta", frente a una depravada teoría de las corrupt theory of populations; justice for the
poblaciones; una justicia para los pueblos fren- people in opposition to irrational but legal state
te a una irracional, pero legitimada violencia del rule by force; and self-respect for everybody in
, Estado; y una dignidad para todas las personas, opposition to the usurpation that's developed
frente a la usurpación de esos pocos individuos by a few individuals who are very rational,
sumamente racionales, correctamente políticos, politically correct, extremely egoistic and per-
extremadamente egoístas y perfectamente fectly virile.
viriles.

Palabras clave Key words

Economía doméstica, economía moral, ciencia Household economy, moral economy, purcha-
del adquirir, reproducción, poblaciones. sing science, reproduction, population

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Beatriz Ruiz La reproducción también es economía
Instituto de Sociología de
Nuevas Tecnologías (UAM)
UNED - A Coruña

Dinero virtual, ese parece ser el referente al que parte, es lo que la economía clásica y marxista
ha quedado reducida la economía. En un ha denominado "el problema de la comida" y
momento en que los economistas están hablan- "el problema de la vivienda" (Ruiz, 1999b ).
do de la desaparición de la llamada economía Dinero virtual o población, ¿qué es lo econó-
real-economía productiva-, parece que ya sólo mico? Planteo como hipótesis la necesidad de
nos queda hablar de capitales financieros. La reconceptualizar lo económico partiendo de un
economía financiera, aquella en la que hasta el paradigma que aglutine tres conjuntos de ideas
( 1) Aunque hablemos del euro, quizás dinero ha perdido su soporte físico,' parece ser básicas: una economía moral (Thompson, 1984;
lo que será significativo en el futuro
hoy la única que merece llamarse economía. 1989; 1995.), una justicia ecológica (Castells,
será la moneda electrónica.
Las teorías que sustentan a esta economía 1998: 135-157), y una ética de las poblaciones
financiera, se localizaron en lo que llamaré diversas. En un artículo anterior, "No me eches
"pseudo escuela de Chicago", ya que curiosa- una mano, quítamela de encima. Sobre la eco-
mente su denominación ha hecho olvidar que nomía política de las poblaciones" (Ruiz,
este nombre de "escuela de Chicago" estaba 1999a), planteaba cómo históricamente se ha
antes atribuida a una escuela de sociología cua- producido una desintegración del término eco-
litativa, preocupada no por los capitales finan- nómico. Durante los tres últimos siglos, el
cieros, sino por la población, o "las gentes del debate se centró en la discusión planteada entre
planeta", como lo nombra Sebastiao Salgado. la economía clásica y la economía marxista,
Así, un tema prioritario de la primera "escuela ¿era política o era economía lo que estaba en la
de Chicago" fue estudiar los amplios movi- base de la acción social?: economía política o
mientos de población que llevaron a grandes política económica, el huevo y la gallina. Pero
cantidades de europeos a EEUU, allá por los durante muchos más siglos, el debate central de
años 20 de este siglo que finaliza. la economía no estuvo centrado en la política,
La escuela de economía de Chicago puede defi- sino en la moral: economía moral y moral eco-
(2) Hoy quizás es E.P. Thompson el nirse como una "pseudo escuela" porque ha nómica.'
que ha explicitado más claramente Sea para postular su articulación, sea para
escamoteado la memoria, pero es más, también
cuáles son las articulaciones que tran-
sitan por estos dos términos tan apa- podemos decir que esta economía financiera era negarla, estos dos términos han ido unidos
rentemente distintos. Ver Thompson una "pseudo economía". Esto comienza a desde Aristóteles a E.P. Thompson, pasando
(1984; 1989; 1995).
entreverse hoy, cuando no sólo han perdido el por Keynes. Este último se expresa perfecta-
poder político -era Thatcher, Reagan-, sino mente en las palabras que pronuncia, cuando se
que parece ser que sus representantes máximos ve impulsado a teorizar sobre las "posibilidades
-Milton Friedman y compañía-, también han económicas de nuestros nietos", tras concluir
perdido el favor de la comunidad científica. que no estaría muy lejos el día en que todo el
Así, debemos congratularnos de que el premio mundo sería "rico", añadió Keynes: "Nosotros
Nobel de economía se haya otorgado en su edi- valoramos otra vez los fines más que los medios
ción de 1998 al economista indio Amartya Sen, y preferimos lo bueno a lo útil[. ..] 'Pero, ¡cui-
y a sus estudios sobre un tema de tan crucial dado!', continuó diciendo, 'la hora para todo
importancia como es la relación entre hambru- esto no ha llegado todavía. Por lo menos duran-
nas y regímenes totalitarios e inmorales. Como te otros cien años debemos simular ante nosotros
ya proponían los representantes de "la escuela mismos y ante cada uno que lo bello es sucio y lo
de Chicago" (Auténtica), el tema es otra vez las sucio es bello, porque lo sucio es útil y lo bello no
poblaciones, "las gentes del planeta" parecen lo es. La avaricia, la usura y la precaución deben
ser dignas de ser contempladas como objeto de ser nuestros dioses por un poco más de tiempo
lo económico. Parece que por una vez se des- todavía. Porque sólo ellos pueden guiarnos,
tierra lo urgente, para darle crédito a lo impor- fuera del túnel de la necesidad económica a la
tante: las necesidades básicas. Que, por otra claridad del día"' (Schumacher, 1988: 24 ).

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Estas palabras de Keynes, recogidas por Schu- cuasidistribución estatal de esa riqueza genera-
macher en su famoso libro titulado Lo peque- da, han tenido a generaciones de seres humanos
ño es hermoso, hacen concluir al propio Schu- esperando a comer cuando tenían hambre y
macher que las consideraciones éticas no son esperando a tener una vivienda cuando tenían
meramente irrelevantes, son, en realidad, un frío. Hoy en día, el debate sobre lo que hereda-
impedimento. La idea de que el conocimiento rán nuestros nietos se hace en términos ecoló-
científico supliría las cuestiones éticas era, y es, gicos, ya no es riqueza lo que les legaremos,
un principio difícil de mantener. Schumacher podrán estar contentos, si pueden nacer. Véase
comenta en el contexto de la cita anterior cómo la importancia creciente de las asociaciones
Gandhi acostumbraba a hablar con desprecio para los derechos reproductivos, grupos vincu-
de "soñar con sistemas tan perfectos, que nadie lados al feminismo, pero que actúan desde una
necesita ser bueno". ¡Un mundo para nuestros perspectiva planetaria. Teniendo en cuenta los
nietos! Según la propuesta de Keynes, un eco- derechos no sólo de las mujeres blancas occi-
nomista no extremadamente liberal, parece que dentales, sino también de las mujeres de otras
al menos debemos esperar hasta el 2030, o más, razas, que ven a veces cómo se les niegan todos
para poder decir que lo bello es bello y que lo sus derechos, incluido el de la reproducción '
sucio es sucio, y que lo útil, no es necesaria- (Strobl, 1994). Nuestros nietos bastante ten-
mente la piedra central de lo ético ni de lo esté- drán si, una vez sobre el planeta, éste y ellos
tico. Así como la avaricia, la usura y la precau- pueden sobrevivir. Quizás la satisfacción de las
ción, no representan la única economía. Lo necesidades sociales básicas, asuntos como el
bello, lo bueno y lo justo, siempre han sido agua, la comida o la vivienda, deban comenzar
condición necesaria para la consecución de la a ser prioritarios universalmente y quizás para
felicidad o del bien común. esto sea preciso hacer una revisión de lo que
¿Cómo debemos entender la felicidad? Esta ha consideramos como una economía orientada al
sido la preocupación central de la corriente lucro y al beneficio, generadora de riqueza, en
utópica, aunque quizás debemos precisar que favor de lo que puede ser denominado como
utópico no es sinónimo de irrealizable: su eti- economía de la satisfacción de las necesidades,
mología es "mundo que está más allá del nues- que descansaría en los tres conjuntos de ideas
tro" .3 Vamos pues a situarnos en los inicios del que esbozábamos al principio: una economía (3) lmaz cita al investigador mexicano
Julio Zavala, que estudió la influencia
utopismo, en la Grecia Clásica, en Epicuro, moral, una justicia ecológica y una ética de las
de la Utopía de Moro en los "hospita-
filósofo griego que definía así la felicidad, en el poblaciones diversas. les" fundados por Vasco de Quiroga.
siglo IV a.C.: "La voz de la carne pide no tener La economía "virtual", la industrial primero y Pero dice más: "Este estudio de Zava-
la aporta un dato significativo: que la
hambre, no tener sed, no tener frío, porque la financiera después, han hecho olvidar lo que
Utopía de Tomás Mom ha sido, ade-
quien tiene estas cosas y espera tenerlas, podría realmente era economía. El extrañamiento de la más de la primera, la primera también
competir con Zeus en Felicidad" (Epicuro, población ante esta economía virtual -financie- que, con anticipación de siglos, es ensa-
yada en la práctica y en suelo de Amé-
1994: 32). Por lo tanto, añadía: "Es necesario ra y productiva- se produce de forma mucho rica. Y quien la ensaya, gran amigo del
entonces cuidar de las cosas que nos causan la más clara en la población que en la academia. erasmista franciscano padre Zumárra-
Felicidad, porque si está presente lo poseemos Basten dos pequeñas muestras condensadas en ga, primer obispo de la Nueva España,
lo hace con plena conciencia de la
todo y en su ausencia todo lo hacemos por obte- dos pintadas callejeras. Una pude leerla en sep- intención 'práctica' de At/oro )' con
nerla" (Epicuro, 1994: 8). tiembre del 1998 en Madrid y hace referencia a intuición fresca de que éste escribió la
Parece que tanto la comida como la vivienda la "economía virtual": "]ódete, yo no he perdi- Utopía por haber conocido las condi-
ciones de América" (lmaz, 1975: 15).
son aspectos fundamentales de la felicidad, y de do en la bolsa", firmado por una hoz y un mar-
la reproducción de la vida misma, y que por ser tillo y el contexto era una de esas caídas de la
conceptualizados como de "poca importancia", bolsa. Otra data de los años posteriores a la
y subsumirlos en el desarrollo de las fuerzas Guerra Civil española: "Si el trabajo es salud,
productivas, y en el caso de los marxistas en la viva la tuberculosis". Es decir, ni la economía

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financiera, ni la productiva definían un amplio Mientras no se da una división del trabajo muy
grupo de actividades que siendo económicas no especializada y no se requiere un alto grado de
estaban contempladas bajo ese punto de vista. sincronización, prevalece una orientación al
Surgía todo un mundo inexplorado e invisible quehacer. Así: "La norma de trabajo era una en
: al que se le denominó "economía informal", que se alternaban los golpes de trabajo intenso
1

que abarcaba desde la economía sumergida, con la ociosidad, donde quiera que los hombres
delictiva o no, a la economía doméstica. controlan sus propias vidas con respecto a su tra-
"Economía moral", este concepto ha sido muy bajo" (Thompson, 1984: 261 ).
desarrollado por el historiador E.P. Thomson y La introducción del reloj, la medición del tiem-
ha sido también el que de forma más precisa ha po y el control del quehacer trajeron consigo
utilizado este término; otros como Rule (1990) normas muy distintas de trabajo. Thompson
han trabajado también desde esta perspectiva. explica cómo en la Inglaterra de la Revolución
Thompson (1984: 239-293), en su espléndido Industrial, casi cada obrero disponía ya de un
artículo "Tiempo, disciplina de trabajo y capita- reloj que controlaba su tiempo. Y nos propor-
lismo industrial", hace un lúcido análisis de lo ciona un interesante dato ya más cercano a
' que supuso la medición del tiempo en la con- nuestros días: Henry Ford comenzó su carrera
cepción del trabajo. Partiendo de estudios antro- arreglando relojes (sic).
pológicos -de Evans-Pritchard, Bourdieu ... - La guerra declarada por el capitalismo indus-
elabora una distinción entre trabajo orientado al trial a los antiguos hábitos de trabajo, trajo
quehacer y trabajo orientado al dinero, que consigo en un primer momento fenómenos de
implica un cambio en la percepción del tiempo. resistencia simple, y más adelante esto continuó
En el primero, "el tiempo pasa"; en el segundo, con una de las reivindicaciones obreras más
"el tiempo es oro" y se gasta. Pero Thompson va importantes, la reducción de la jornada laboral:
más allá: este tipo de trabajo orientado al queha- "Si conservamos una valoración puritana del
cer, propio de la sociedad preindustrial, llega tiempo, una valoración de mercancía, entonces
hasta nuestros días en algunas formas de vida, en se convierte en cuestión de cómo hacer ese tiem-
general las de quienes trabajan de forma inde- po útil, o cómo explotarlo para las industrias de
pendiente, como campesinos, el trabajo en las ocio. Pero si la idea de finalidad en el uso del
industrias familiares y, por supuesto, el trabajo y tiempo se hace menos compulsiva, los hombres
la economía doméstica. Es decir, todo tipo de tendrán que reaprender algunas de las artes de
trabajo que se desarrolla con vistas a satisfacer vivir perdidas con la revolución industrial: [.. .]
necesidades, donde no se da una objetivación de cómo romper otra vez las barreras entre traba-
las tareas, al convertirlas en dinero y por tanto jo y vida" (Thompson, 1984: 291 ).
en mercancías. Dice Thompson: "Se pueden pro- El concepto del tiempo cíclico es el significati-
poner tres puntos sobre la orientación al queha- vo en la economía moral, es un tiempo sujeto a
cer. El primero es que, en cierto sentido, es más la vida. Hace referencia a una economía de la
! comprensible humanamente que el trabajo regu- reproducción, más que a una economía pro-
lado por horas. El campesino o trabajador parece ductiva. Una economía reproductiva o una
, ocuparse de lo que es una necesidad constatada. "economía doméstica", oikonomia, como la
1

En segundo lugar, una comunidad donde es nor- define Aristóteles (1942), quien no sólo descri-
mal la orientación al quehacer parece mostrar be este tipo de economía reproductiva, moral,
' una demarcación menor entre 'trabajo' y 'vida'. doméstica, o como queramos llamarla, sino
Las relaciones sociales y el trabajo están entre- que descubre la otra economía (Polanyi, 1973 ),
, mezclados{ .. ] y no existe mayor sentido de con- la que generó la economía productiva compul-
(4) Este tema lo he tratado en extenso flicto entre el trabajo y el 'pasar el tiempo"' siva y la economía financiera. Pero oigamos a
en Ruiz ( 1992). (Thompson, 1984: 245). Aristóteles:' "La primera cuestión que debe-

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mas resolver es si la ciencia de adquirir es la grupo humano estructurado de manera más o
misma que la ciencia doméstica o si es una rama menos compleja, de extensión más o menos
de ella, o sólo una ciencia auxiliar" (Aristóte- grande según las épocas. [... ] La oikonomía, es
les, 1942: 30). el arte de administrar bien el oikos" (Mossé,
Para Aristóteles, las diferentes sociedades 1990: 15).
humanas, entre las que se pueden distinguir Mientras que la economía, "la ciencia del
una serie de "modos de existencia" -nómada, adquirir", como dice Aristóteles, tiene por
agricultor, bandolero, pescador o cazador-, objeto el dinero mismo: "Y sin embargo, [dice
según las formas de búsqueda y adquisición de Aristóteles], este dinero no es en sí mismo más
alimentos, se caracterizan porque en ellas el que una cosa absolutamente vana, no teniendo
hombre sólo tiene necesidad de prestar su tra- otro valor que el que le da la ley, no la natura-
bajo personal, sin acudir, para atender a su sub- leza, puesto que una modificación en las con-
sistencia, ni al cambio ni al comercio. Aristóte- venciones que tiene lugar entre los que se sirven 1

les habla de la adquisición de alimentos como de él, puede disminuir completamente su esti- 1

un rasgo cultural primordial: "Los modos de mación y hacerle del todo incapaz para satisfa- ·
alimentación son extremadamente variados, y cer ninguna de nuestras necesidades[ .. ] y ¿no es
de aquí esta multiplicidad de géneros de vida en una riqueza ridícula aquella cuya abundancia
el hombre y en los animales, ninguno de los no impide que el que la posee se muera de ham-
cuales puede subsistir sin alimentos" (Aristóte- bre?" (Aristóteles, 1942: 34).
les, 1942:31). Parece que Aristóteles habla de inflación; sin
Así, el objeto de la oikonomía o ciencia domés- embargo, la primacía que Aristóteles concede
tica sería la subsistencia, tanto física -adquisi- a la satisfacción de las necesidades básicas
ción de alimentos- como social-la educación y fuera del mercado es patente cuando compara
la adquisición de un papel social-, en un con- las dos "artes" -tipos de economía-: "ciencia
texto ecológico determinado. Fijémonos en doméstica" y "ciencia de adquirir". Y si bien
que Aristóteles habla de la satisfacción de la muestra que tienen cosas en común, son bien
necesidad de alimentos tanto de hombres como distintas, puesto que en la oikonomía la adqui-
de animales; no debemos olvidar que esa lectu- sición de riquezas tiene límites, más que eco-
ra ecológica de Aristóteles no es tan extraña, ya nómicos, morales, ya que: "[Los que] están fir-
que era tan buen biólogo que alguna de sus memente persuadidos de que es preciso a todo
descripciones zoológicas han durado hasta trance conservar o aumentar hasta el infinito la
nuestro siglo, es decir, tenía una visión biológi- suma de dinero que se posee[.. .] es preciso que
ca mucho mayor que muchos científicos socia- se preocupen únicamente del cuidado del vivir, (5) Según el diccionario de María
Moliner, a partir del siglo XIX se esta-
les antifilósofos. sin cuidarse de vivir como se debe" (Aristóte- blece una confusión entre "autarcía" y
La oikonomía sería el arte de la satisfacción de les, 1942: 35). "autarquía": la primera se refiere a "la
capacidad de bastarse a sí mismo", en
las necesidades básicas de una forma un tanto También para Polanyi, debemos recordar, el
el sentido económico del término y
autárcica.' "El término oikos tiene un significa- concepto de economía tiene dos significados: viene de la raíz "arkeo". La segunda
do muy rico y complejo. Esta complejidad no "El primer significado, el formal, surge del hace referencia a la raíz griega
"arkho", que significa mandar,
queda suficientemente plasmada si lo traduci- carácter lógico de la relación medios-fines, como "gobernarse a sí mismo": "Esto trajo
mos como dominio o propiedad. Porque si bien cuando usamos 'economizar' (en su acepción de como consecuencia [dice María Moli-
es cierto que con oikos se hace referencia en pri- ahorrar) o económico (barato). [.. .]El segundo ner] que a 'autarquía', [que significaba
valerse por sí mismo] se le acumulase
mer lugar a la hacienda, unidad de producción significado, el sustantivo, señala el hecho ele- un segundo sigmficado, el de 'gobierno
fundamentalmente agrícola y ganadera, donde mental de que los seres humanos como cual- por sí mismo'; con lo cual resultan
sin embargo ocupa también un lugar importan- quier otro ser viviente, no pueden subsistir sin como acepciones de una misma pala-
bra dos que son completamente distin-
te la artesanía doméstica, se utiliza además y tal un entorno físico que les sustente; éste es el ori- tas por su etimología" (María lv!oliner,
vez con más frecuencia, para referirse a un gen de la definición sustantiva de lo económico. 1989: vol. !, 306)

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Ambos significados, el formal y el sustantivo, no teoría, Malthus (que ocupa la primera cátedra
tienen nada en común" (Polanyi, 1989: 91). En de Economía Política que se establecía en
definitiva, Polanyi está planteando dos cuestio- Inglaterra) lo que tenía era una aversión a la
nes que son fundamentales hoy en día: la pri- especie humana y en concreto a la parte huma-
mera, que la economía, la realidad de la econo- na encargada prioritariamente de la reproduc-
mía, si es algo, no es una economía relacionada ción. Keynes transcribe una carta de un amigo
con el incremento del PIB o de los ingresos de de Malthus que en 1821 escribía: "El filósofo
las grandes corporaciones transnacionales, sino Malthus vino la semana pasada. Organicé para
que tiene que ver con cómo "sustentar" a las él una agradable reunión de gente soltera; sólo
poblaciones. Es decir, pivota en torno al cómo estuvo presente una señora que había tenido un
i hacer para que la humanidad no pase hambre, y hijo. Pero es un hombre de buen carácter, y si no
tenga satisfechas sus necesidades reproductivas hay señales de próxima fecundidad, es cortés
básicas. La segunda gran cuestión tiene que ver con todas las señoras ... " (Keynes, en Malthus,
con cómo "sustantivar", dar contenido al pro- 1995: 28). Lo curioso es que Keynes toma este
pio concepto de economía, a lo que Polanyi fragmento para demostrar que Malthus no era
respondía que en términos de las economías tan malo; no era, en palabras de Keynes, "ese
locales. A diferencia de lo que se entiende en la monstruo depravado y cruel" que aparecía en
definición formal, la economía parece consistir los panfletos que escribía.
en las estrategias que se orientan a satisfacer las Lo económico para el paradigma del Estado-
necesidades básicas de la población y de su eco- nación-liberal trae consigo, pues, una interpre-
sistema, en un contexto doméstico y local, lo tación del individuo como un agente social,
cual no tiene porqué significar "gobernarse a sí sumamente racional, correctamente político,
mismo", en el sentid¿ nefasto que adquiere en extremadamente egoísta, y perfectamente viril,
el siglo XIX, de "nacionalismos miistas". añadiríamos. Pero ese perfil no parece coincidir
Población, moral y ecología: ¡ética de las pobla- con los sujetos que describen entre otros Marx
' ciones!, esto es lo que podemos llamar "la rea- (1977) y Engels (1979) en el comienzo de la lla-
lidad de la economía". mada Revolución Industrial. Me detendré en el
1 Sin embargo, "el paradigma de la realidad", que primer Marx, el de los Manuscritos de Econo-
nos ha mostrado la economía oficial, se consti- mía y Filosofía de 1844, porque es ahí donde se
tuye con Adam Smith, que se apoya, primero, da una importancia central al tema del "traba-
en la corriente histórico-religiosa luterana, que jo" como concepto elemental, desde el que
rompe con la deificación de la sociedad, consa- Marx parte para hacer una crítica de la Econo-
grando el dicho de "a Dios lo que es de Dios y mía Política. Para pasar más tarde a discutir
al César lo que es del César". Segundo, en una cómo a pesar de que la Economía Política parte
concepción del Estado maquiavélica y hobbe- del trabajo como alma de la producción, sin
1 siana, fundamentada en la maldad intrínseca del embargo "no le da nada al trabajo y todo a la
ser humano, por eso el Estado tiene la legitima- propiedad privada".
' ción de la violencia, el Estado así acaba por Marx se pregunta: "¿Cómo se fundamenta este
ocupar el lugar de Dios en la historia, un pues- extrañamiento [el del trabajo] en la esencia de
to que a su vez pronto le será arrebatado por el la evolución humana?". Y continúa: "Tenemos
mercado (George y Sabelli, 1994 ). Tercero, en ya mucho ganado para la solución de este pro-
una ética utilitarista, Adam Smith era muy blema al haber transformado la cuestión del
amigo de David Hume (1977). Cuarto, en una origen de la propiedad privada en la cuestión de
teoría de la población malthusiana, que como la relación del trabajo enajenado con el proceso
muestra Keynes en el prólogo que·hace al Pri- evolutivo de la humanidad[.. .] cuando se habla
mer ensayo sobre la población, más allá de una del trabajo nos las tenemos que haber inmedia-

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tamente con el hombre mismo. Esta nueva for- renuncia a la vida y a toda humana necesidad
mulación de la pregunta es ya incluso su solu- es un dogma fundamental. Cuanto menos
ción 11 (Marx, 1977: 118). comas y bebas, cuantos menos licores compres,
Sin embargo, de hecho Marx parece dar ya una cuanto menos vayas al teatro, al baile, a la
contestación previa al plantear que la libertad taberna, cuanto menos pienses, ames, teorices,
se opone al trabajo en los siguientes términos: cantes, pintes, esgrimas, etc., tanto más ahorras,
"Su trabajo no es así voluntario sino forzado. tanto mayor se hace tu tesoro al que ni polillas
Pero eso no es la satisfacción de una necesidad, ni herrumbre devoran, tu capital"! (6) Marx (1977: 159). Ver también
sino solamente un medio para satisfacer las Marx, en las conferencias impartidas en Bruse- -infra- sus opiniones en Trabajo asa-
lariado y capital. Para Marx, el carác-
necesidades fuera del trabajo. [.. .] De esto las en 1849, y editadas bajo el título de Trabajo ter de ciencia moral de la economía es
resulta que el hombre solamente se siente libre Asalariado y Capital, define el salario como: evidentemente muy distinto de la
en funciones animales, en el comer, beber, "La cantidad de dinero que el capitalista paga moral de que habla Aristóteles y que
liga a la oikonomía.
engendrar, y todo lo más en aquello que toca a por un determinado tiempo de trabajo, o por la
la habitación y al atavío, y en cambio en sus ejecución de una tarea determinada. [.. .]Pero lo
funciones humanas se siente como animal. Lo que en realidad venden los obreros al capital
animal se convierte en humano y lo humano en por dinero es su fuerza de trabajo" (Marx, 1985:
animal" (Marx, 1977: 109). De manera que el 9). Vemos, sin embargo, que en general el sala-
trabajo "libre" se convierte en forzado. Así, la rio no satisface las necesidades de reproducción
condición humana -no biológica- la da la del trabajador, y mucho menos las necesidades
libertad. sociales. Pero lo que parece aún más importan-
Se ha planteado muchas veces que el tema de la te es lo siguiente: 11 El obrero recibe del capita-
reproducción no apareció con frecuencia en lista una parte de los medios de vida existentes.
Marx, que éste no le prestó mucha atención. ¿Para qué le sirven estos medios de vida? Para
¿Acaso se refiere con esta metáfora del mundo su consumo inmediato. Pero al consumir los
animal, otras veces caracterizado de naturaleza, medios de vida de que dispongo, los pierdo irre-
frente a cultura, al "sector doméstico" de la parablemente, a no ser que emplee el tiempo
economía? Es decir, aquel que atañe al comer, durante el cual me mantienen estos medios de
beber, engendrar y todo lo que toca a la habita- vida en producir otros, en crear con mi trabajo,
ción y al atavío. Parafraseando a Polanyi mientras los consumo, en vez de los valores des-
(1973), podríamos decir que dos mil años más truidos al consumirlos, otros nuevos. Pero esta
tarde, el joven Marx redescubre la oikonomía, noble fuerza reproductiva del trabajo es lo que
como algo distinto a la economía política. el obrero cede al capital, a cambio de los medios
Desde mi punto de vista Marx, cuando discute de vida que éste le entrega" (Marx, 1985: 19).
sobre las necesidades, se inscribe en la corrien- Así vemos que lo que extrae el capital del obre-
te instaurada por Aristóteles, y lo hace partien- ro no es plusvalía, sino "quehacer", es decir,
do de los problemas de la reproducción -aun- extrae el tiempo y las tareas que de otro modo
que luego lo abandone-. La satisfacción de las el obrero dedicaría a su propia reproducción.
necesidades básicas se inscribe en el contexto de Por lo tanto el salario, fuese cual fuese, nunca
la organización de la supervivencia física, social sería justo.
y cultural, cuestiones como la alimentación, la Siguiendo el hilo del discurso elaborado por ¡
vivienda o el atavío no por ser básicas dejan de Marx en los Manuscritos, vemos que no estaba
ser fundamentales y vitales en cualquier coali- tan alejado de los discursos elaborados por
ción de seres humanos en sociedad. Dice Marx: Lafargue o Weber, aunque continuamente se
"La economía, pese a su mundana y placentera haya intentado oponerlos. El libro de Paul
apariencia es una verdadera ciencia moral, la Lafargue El derecho a la pereza replantea el '
más moral de las ciencias. La autorrenuncia, la tema del "trabajo alienado", vinculándolo a

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otra serie de conceptos interesantes como "pro- sión ", legitimada por instancias religiosas, y por
ducción", "progreso", "hogar doméstico" ... otro conductas "inmorales", entre las que
(Lafargue, 1988: 36 ). En primer lugar, la repre- encontramos la vida social y el "cotilleo", al
sión de las necesidades del trabajador aparece margen del ocio y del goce, ...
para Lafargue como el ideal de la moral capita- La importancia del concepto de "profesión"
lista, y entre esas necesidades una resalta de por la cual se puede llegar a Dios, traslada la
forma fundamental, el derecho al descanso: anterior ética artesana de la "tarea bien hecha",
"Bajo el Antiguo Régimen, las leyes de la Igle- del orgullo del producto acabado, a la ética del
sia garantizaban al trabajador 90 días de des- trabajo en sí mismo. Ya, encontramos una dis-
canso (52 domingos y 38 festivos) durante los tinción clara entre el producto del trabajo y el
que estaba estrictamente prohibido trabajar. proceso de trabajo, como dos cosas bien dife-
[. ..] El protestantismo, que era la religión cris- rentes. Lo que adquiere importancia en la
tiana adaptada a las nuevas necesidades indus- nueva ética protestante, no es el fruto de la
triales y comerciales de la burguesía, estaba tarea, sino la propia tarea convertida en "traba-
menos preocupado por el descanso del pueblo; jo", distanciada de su propio objeto. Esto ten-
destronó a los santos en el cielo para abolir sus drá mucho que ver, más tarde, con dos fenóme-
(7) Ver, por ejemplo, la importancia fiestas en la tierra".' Con lo cual se anticipaba nos interrelacionados de la máxima importan-
del "San Lunes" entre el artesanado
en dieciocho años a la tesis de Weber. Derecho cia. Por un lado, la pérdida del control sobre el
inglés de principios de la Revolución
Industrial (Thompson, 1984: 261 y ss). al descanso que se supone que en el Antiguo aprendizaje por parte de los gremios de artesa-
La traducción es de la autora. Régimen estaba vinculado al trabajo dentro del nos, y la posterior pérdida de importancia de
hogar doméstico, y así Lafargue saca a colación los contenidos del proceso de trabajo, para aca-
la declaración de un manufacturero alsaciano: bar dando prioridad exclusivamente al "tiempo
"El taller capitalista [. ..] había arrancado a los record" en que una tarea puede realizarse, en
obreros de sus hogares para así poder mejor detrimento del producto final y de la cualifica-
retorcerlos y exprimir el trabajo que contenían" ción en el proceso de trabajo. Por otro lado, el
1 (Lafargue, 1988: 29). cambio de concepción que supuso derogar las
Por su parte Max Weber (1977) plantea el pro- Leyes de Pobres inglesas, y la legislación similar
blema del trabajo, y lo sitúa en el plano de la en los países del continente europeo, implicó
ética y de la religión. Con la ética protestante, un cambio ético de la máxima importancia.
que vincula Weber con el auge del capitalismo: Previamente, por el mismo hecho de nacer se
"se inculcó la necesidad de recurrir al trabajo tenía derecho a subsistir (se cumpliera o no);
1
profesional incesante, único modo de ahuyentar después, con la implantación de la ética protes-
la duda religiosa y de obtener seguridad del tante -"espíritu del capitalismo"-, la propia
propio estado de gracia" (Weber, 1977: 138). Y vida se convertía en algo que había que ganarse
continúa citando a Baxter, en su Directorio día a día. Así Polanyi (1989) nos dice que una
Cristiano: "Según la voluntad inequívocamen- condición previa a la formación de un mercado
te revelada de Dios, lo que sirve para aumentar libre de trabajo fueron las hambrunas agudiza-
su gloria no es el ocio, ni el goce, sino el obrar. das por la derogación de esas leyes, junto con la
[. ..]Perder el tiempo, en la vida social, en 'coti- expulsión de los campesinos de sus "hogares
lleo', en lujo, incluso en dedicar al sueño más domésticos". Con lo que se hizo libre el Mer-
tiempo del indispensable para la salud [. ..] es cado, no el trabajo. Meillassoux habla en el
absolutamente condenable desde el punto de mismo sentido sobre la pauperización, en el
vista moral" (Weber, 1977: 213-214). De nuevo contexto del colonialismo (Meillassoux, 1973:
el tema económico central, "el trabajo", se ret- 182 y ss). Por su parte, C. Coquery-Vidrovitch
rotrae a cuestiones morales normativas. Con (1977) analiza el comportamiento del campesi-
una oposición clara entre por un lado la "profe- nado africano, orientado a la autosubsistencia,

108
y su resistencia a introducirse en una economía na disminuye la producción. Otro puede ser el
de mercado. de Michael Seidman (1989) sobre la resistencia
La producción, al ser traspasada por el tiempo, proletaria al trabajo, o el de Wilis (1988).
se convierte ya en productividad. La importan- ¿Pero a qué dedican su tiempo libre los trabaja-
cia de este fenómeno hizo que no sólo se desa- dores cuando no trabajan, o los parados, más
rrollaran estudios especializados, también la allá de buscar insistentemente trabajo como
literatura nos ofrece múltiples ejemplos de la recomienda la ley? Claude Meillassoux, en su
degradación que supuso para el ser humano libro Mujeres, graneros y capitales -que es un
este proceso. Como ejemplo puede servir la estudio de la Economía Doméstica a lo largo de
narración "El Apóstata" de Jack London: la Historia-, parte del siguiente presupuesto:
"Había alcanzado la perfección de una máqui- "Las relaciones domésticas constituyen la base
na. Eliminó todo movimiento superfluo. Todos del feudalismo, del capitalismo y del socialismo
y cada uno de ellos, tanto de sus flacos brazos burocrático" (Meillassoux, 1973: 9). Y defiende
como de los músculos de sus dedos, eran rápidos el concepto de "plustrabajo", que define como:
y precisos. Trabajaba en tensión y, como resulta- "La cantidad de energía disponible más allá de
do, se sentía muy nervioso. De noche, el cuerpo las cantidades aplicadas a la producción de las
le brincaba, incluso dormido, no lograba rela- subsistencias necesarias para la reproducción
jarse y descansar" (London, 1977: 154). simple de la comunidad. [.. .]Este plustrabajo es,
La dicotomía entre, por un lado, el trabajo por esencia, la renta en trabajo en una economía
entendido como "alienación" o "mandato divi- feudal y la plusvalía en la economía capitalista.
no" y por otro el ocio y el goce de la vida, es En ambos casos es mediante la desposesión de
recogida también en la polémica que sobre el este tiempo libre que el hombre está alienado"." (8) Meillassoux (1973: 86). Esta renta
mismo tema desarrolla Marcuse frente a las La diferencia de productividad del trabajo en el en trabajo permanece en una econo-
mía capitalista, aliado de la plusvalía.
posiciones de Freud, insertándose aquél en el contexto doméstico y en el Mercado ha produ-
contexto más general de las críticas de la Escue- cido la ilusión del beneficio del trabajo libre.
la de Frankfurt a las posiciones del marxismo Pero como bien dice Meillassoux, lo importan-
ortodoxo. Según nos dice Freud en El Malestar te es que este "trabajo libre" es siempre preca-
en la Cultura, la civilización empieza con la rio -sujeto a crisis continuas- y requiere mucho
represión de la satisfacción integral de las nece- más esfuerzo y tiempo de las personas. Por
sidades. Siendo el trabajo y su necesidad el cau- otro lado, la entrada en el mercado libre de tra-
sante fundamental de la represión, como dice bajo trae consigo una creciente monetarización
Marcuse, para Freud: "La felicidad debe ser de la economía y una degradación de la econo-
subordinada a la disciplina del trabajo, como mía doméstica, a la que ya no es posible recu-
una ocupación a tiempo completo, a la discipli- rrir en tiempos de crisis. He discutido en otros
na de la reproducción monogámica, al sistema textos (Ruiz, 1993; 1995) cómo se dio una arti-
establecido de la ley y del orden" (Marcuse, culación, entre la reconversión económica a la
1968: 17). que se ha visto sometida Galicia desde la déca-
La "obsesión" que se manifiesta a menudo por da de los 70 y la reconversión del hogar que
la producción y la productividad frente al "fac- incluyó desde ejecuciones de hipotecas a for-
tor trabajo", favoreció como estrategia por mas diversas de especulación urbana, pasando
parte de los obreros la resistencia al trabajo por lo que llamaría parafraseando los términos
industrial. Sobre este tema hay diversos estu- de Manuel Castells, injusticias ecológicas
dios, uno de cuyos representantes bien podría (Ruiz, 1996b ).
ser Chayanov (1985), cuando dice que en el He argumentado hasta aquí cómo la economía
momento en que hay un nivel básico de necesi- también es reproducción a una escala domésti-
dades cubiertas, la unidad económica campesi- ca y local. Veamos ahora brevemente cómo la

109
AREAS 19

economía también es reproducción en una Mundo, la invasión emigratoria desde el Sur, y


escala macro; pasamos, pues, de lo doméstico a la implosión demográfica y el consecuente enve-
lo terráqueo. Hemos hablado en extenso de la jecimiento de este nuestro Viejo M un do, debido
economía moral, planteemos ahora el tema de a las muy bajas tasas de fecundidad" (Strobl,
la justicia ecológica y la ética de las poblaciones 1984: 12). Esto se manifiesta ya en la forma
diversas. ¿Cómo sobreviven y se reproducen diferente de denominar las políticas demográfi-
las "gentes que habitan en el planeta"? Parece cas, "de población", si hablamos del Tercer
que habría dos niveles: uno micro, que explici- Mundo, y "familiar", si nos referimos a Occi-
taría el modo en que esas gentes pueden gestio- dente. Política de población y economía políti-
' nar los recursos y las personas con las que pue- ca tienen un origen común. Robert Malthus y
den contar para satisfacer sus necesidades bási- David Ricardo contribuyeron a diseñar una
cas, como son de forma predominante la nece- misma teoría, que "presupone que sólo se puede
sidad de alimento y vivienda, es decir, haría producir y sólo se dispone de una cantidad
referencia a lo que he llamado economía determinada de alimentos y que el número de
doméstica, que en este momento se podría lla- los que necesitan alimento supera continuamen-
mar, de manera más adecuada, domesticación te esta cantidad" (Strobl, 1984: 30). Es decir, se
(9) Algunos textos donde he tratado de la economía. 9 Otro, macro, que haría establece una relación entre recursos escasos y
este tema son Ruiz ( 1992; 1993; 1995;
referencia a las teorías de la población o la ética aumento de la población. Pero la tensión entre
1999a; 1999b).
de las poblaciones, como me ha parecido mejor economía y población no debe de plantearse en
llamarlo. Sin embargo, el hecho es que hoy, con la esfera de la producción, sino en la capacidad
el auge de la economía financiera, la teoría de satisfacer las necesidades básicas de la pobla-
malthusiana de la población no ha generado ción, de toda la población. Así: "La población
control, sino aniquilamiento de la población. de los países industrializados representa escasa-
La llamada revolución verde, la agricultura de mente una cuarta parte de la población mun-
mejora genética, aparte de haber producido dial: no obstante consume más de tres cuartas
plagas muy graves, ha precisado de un aumen- partes de la producción mundial de materias
to constante de la cantidad de energía combus- primas, energía y alimentos" (Strobl, 1984: 35).
tible invertida por cada caloría de energía ali- ¿Y de dónde se extrae esa superabundancia en
mentaria producida, como ha argumentado M. el consumo? De los países del Tercer Mundo,
Harris. Antes de 191 O se obtenían de la agricul- llamados eufemísticamente "pobres". Gracias a
tura más calorías de las que se invertían en ella. este orden económico: "800 millones de perso-
En 1970 se necesitaban 8 calorías en forma de nas viven en la más absoluta pobreza; 450
combustible fósil para producir una caloría de millones de personas pasan hambre; 2.800
alimentos. Hoy en día se usan gran cantidad de millones de personas no tienen acceso a agua
energía sólo en el procesado y envasado de los potable y 2.400 millones de personas carecen de
alimentos. A la vez que un número creciente de atención médica" (Strobl, 1984: 37).
personas pasan hambre e hinchan los números Ahora bien, ¿qué medidas se toman contra la
de las estadísticas de pobreza. Entre tanto, pobreza que Occidente ha generado?: "exter-
como subproductos de este proceso, el efecto minio de la gente pobre en vez de eliminación
invernadero o la destrucción de la capa de de la pobreza". Exterminio que se especifica en
ozono ponen en cuestión la misma superviven- control de los alimentos y el agua, mediante la
cia de la vida humana en el planeta Tierra. mercantilización de la subsistencia, lo que es
Verena Stolken dice en el prólogo que escribe al causa de daños ecológicos irreversibles. Y una
libro de Ingrid Strobl Fruto extraño: "Tres mayor dependencia de Estados Unidos, de los
fantasmas obsesionan el imaginario europeo bancos europeos y, sobre todo, del Banco
actual: la explosión demográfica del Tercer Mundial y del FMI, produciendo lo que se

110
conoce como "deuda externa". Pero lo que no bilidad genética o de la heterogeneidad social, ,
es tan conocido son las "condiciones" que estas diríamos desde la antropología. La diversidad 1

instituciones imponen para otorgar los crédi- es fundamental para lo que en biología se llama
tos: los "planes de ajuste estructural", que entre eficacia biológica: la capacidad de sobrevivir y
otras cosas implican reducciones presupuesta- dejar descendencia, y lo que desde la antropo- '
rias en los gastos sociales y sanitarios; y en par- logía llamamos desde Malinowski, «satisfac-
ticular la adopción de programas de esteriliza- ción de las necesidades básicas». Desde deter-
ción masiva de las mujeres de los tres continen- minadas posiciones de ambas disciplinas, se
tes. Esto ha provocado como reacción campa- está planteando el problema que supone para la
ñas masivas a favor de los derechos reproducti- necesaria diversidad, el hecho de que se esté
vos y en contra de las políticas de población, produciendo una creciente mercantilización de
por parte de grupos feministas de todo el lla- la vida, llegando a sus extremos en la pretensión ,
mado Tercer Mundo. Así, dicen: "Las mismas de mercantilizar y privatizar el propio genoma
fuerzas sociales que a cada oportunidad instan a humano (VV AA, 1995; Mander, 1996). El '
las mujeres de color a renunciar a la larga a su valor se trastoca en precio. De la moral funda-
fecundidad, son las que animan a reproducirse a mentada en la religión pasamos a la economía
las mujeres blancas de situación económica aco- inmoral. Por esto proponemos una ética de las
modada asegurada. Sin despreciar las dificulta- poblaciones, como una reacción económica
des que esto pueda entrañar para las mujeres (reproductiva), a la virtualización de la vida ¡

blancas de clase media, para las mujeres pobres misma, a la pérdida de valor de ésta, por su tra-
y oprimidas racialmente lo que está en juego es ducción-traición a precios elaborados en el
el derecho básico a la descendencia". 10 mercado. (10) Davis (1982). Citado en Sn-obl
Economía moral, justicia ecológica y ética de La concepción económica, política y social, y (1984: 79).

las poblaciones diversas. La economía moral también la religiosa y moral, que arranca con
dio paso a la economía política y ésta ha dege- Adam Smith, Hobbes y Maquiavelo, y también
nerado en una economía de desarrollo inmoral con Lutero y Hume, aquella que predica el ego-
(Ruiz, 1999a). Sin embargo, parece urgente ísmo y la usura, es criticada desde la teoría de la
replantear sus fundamentos; quizás una posibi- reproducción por la corriente marxista, como
lidad sea profundizar en una ética de las pobla- hemos visto en los jóvenes Marx y Engels (no
ciones, de los pueblos y de las personas. La en los viejos). Sin embargo, antes de que Marx y
ética, a diferencia de la moral, no tiene porqué Engels propusieran su análisis, las consecuen-
tener una fundamentación religiosa; puede cias, en último término, de la Revolución Fran-
basarse en ideas como bien común o justicia. cesa, ya habían sido analizadas por Proudhon.
Esta ética debe atender a la diversidad de las Los tres autores comienzan a discutir la rele-
poblaciones, a la justicia para los pueblos y a la vancia del concepto de propiedad y niegan la
dignidad para las personas. necesidad de la propiedad privada, sin embargo,
Diversidad de las poblaciones, ésta no es sólo Proudhon lo que hace es devaluar la importan-
una propuesta ético-política. La necesidad de la cia de la propiedad y derivarla hacia la justicia.
diversidad para la vida es una afirmación, una Lo mismo que vimos hacía el Marx de los
constatación, que expresa la ciencia biológica y Manuscritos, que devalúa la importancia de la
la teoría antropológica; de una u otra manera propiedad y la deriva al trabajo, y en concreto a
ambas estudian el proceso de reproducción de una cierta resistencia a éste; aunque pronto esto
la vida, y ambas cuentan con el paradigma teó- cambiaría en Marx y sería seguido por autores
rico de la diversidad, como fundamento de sus como Paul Lafargue, y más cerca de nuestros
respectivas disciplinas. En una y otra ciencia se días por los estudios sobre resistencia al trabajo,
potencia el análisis de la diversidad: de la varia- abordados por Seidman (1989), por ejemplo.

111
AREAS 19

Pero lo que quiero plantear ahora es en qué Estas teorías jurídico-económico-sociales no


medida, las propuestas de Proudhon, son perti- son tan utópicas, y se localizan en los funda-
nentes para un conjunto de nuevas reivindica- mentos de la economía social; por ejemplo, en
ciones y emergencias, que se están planteando el movimiento cooperativo, sea de producción,
hoy en día. Me refiero a lo que antes llamaba de distribución (banco de Proudhon), de con-
"justicia para los pueblos" y "dignidad para las sumo, o de trueque; y en los planteamientos
(11) Este conjunto de cuestiones ya lo personas"." Baste ahora decir que para Proud- internacionalistas de la justicia, lo que tiene que
he abordado en otro artículo titulado
hon la cuestión de la justicia es prioritaria; la ver con situaciones candentes hoy en día, como
"Lo homogéneo y lo diverso en "Pen-
sativo". Una reflexión utópica acerca igualdad económica no es nada si no se plantea son los derechos humanos, la justicia ecológica
de la justicia" (Ruiz, 1999c). en relación con la justicia social. Estamos ante o la puesta en cuestión de la legitimidad de la
una propuesta de convertir la economía moral violencia de Estado. Pero no debemos olvidar
en justicia social. Esto para Proudhon es lo que también tienen una ubicación en los
determinante para la consecución de la revolu- muchos estudios empíricos de antropología
ción, del cambio social. Dice Proudhon: "La económica, que analizan y describen procesos
justicia no es obra de la ley; por el contrario, la de reciprocidad y de redistribución, aparte del
ley no es más que una declaración y una aplica- más corriente estudio del intercambio. Un
ción de lo justo en todas las circunstancias ... Por ejemplo ampliamente citado, incluso por histo-
tanto, si la idea que concebimos de lo justo y del riadores, el mismo E.P. Thompson o L.K. Lit-
derecho está mal determinada, es evidente, que de (1980), en su libro sobre Pobreza volunta-
todas nuestras aplicaciones legislativas serán ria y Economía del beneficio en la Europa
desastrosas, nuestras instituciones viciosas, nues- Medieval, ha sido el análisis clásico de Mali-
tra política equivocada, y, por tanto, que habrá nowski sobre el Kula (Malinowski, 1986).
por esa causa desorden y malestar social" Etica de las poblaciones, justicia para los pue-
(Proudhon, 1982: 19) blos y dignidad para las personas. Para acabar
La justicia social y no la igualdad en el terreno pensemos en esto último, en la magnífica pelí-
de la infraestructura material, como contraar- cula La estrategia del caracol, de Sergio Cabre-
gumentaba Marx, era lo vital. La posición dis- ra, de la que ya he hablado en otro artículo al
tinta en este punto enfrentó de forma virulenta tratar el problema de la vivienda (Ruiz, 1999b ).
a Marx con Proudhon. Se describe aquí de forma coral una "epopeya
"justicia definida como un derecho puramente popular", dicen. Pero, por otra parte, es lo que
humano, como una reciprocidad de servicios podríamos llamar: la articulación social que
que aseguran el respeto de la persona humana" implica la justicia proudhoniana, que no es otra
(Proudhon, en Cuvillier, 1986: 47). En la expli- cosa que reciprocidad. Pues bien, al final de la
cación proudhoniana, el concepto de justicia es historia, que es relatada por uno de los partici-
el fundamental y subsume al de economía. Así pantes a un periodista de televisión, -historia
lo muestra en el título de su primera y más que, siendo de estamentos pobres de la sociedad
conocida obra escrita en 1840, ¿Qué es la pro- (los suburbios de cualquier ciudad latinoameri-
piedad? o investigaciones acerca de su princi- cana), no puede ser entendida en términos de
pio, de su derecho y de su autoridad, donde éxito o fracaso-, el periodista televisivo pregun-
postula su famosa frase: «la propiedad es el ta al relator: "Y todo esto, ¿para qué?" "¿Cómo
robo» (Proudhon, 1982: 10); y en la obra menos para qué? [responde el cuentista], ¿para qué le
conocida aunque más importante del aüo 1851, sirve a usted la dignidad? ¿Es que esa palabra
La idea general de la revolución en el siglo no la usan ya en televisión? ... ¿Para qué?, pre-
XIX. En ella se mantiene la importancia del gunta ... Pues para la dignidad".
concepto de revolución y su idea matriz: la He pretendido mostrar en este artículo cómo
reciprocidad. paralelamente o por debajo de los paradigmas

112
clásicos en los que nos movemos los científicos
sociales habitualmente, hay otros que oponen, la
economía doméstica a la "ciencia de adquirir" en
el mercado; una ética para las "gentes del plane-
ta", frente a una depravada teoría de las pobla-
ciones; una justicia para los pueblos frente a una
irracional, pero legitimada violencia del Estado;
y una dignidad para todas las personas, frente a
la usurpación de esos pocos individuos suma-
mente racionales, correctamente políticos, extre-
madamente egoístas y petfectamente viriles.

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