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En el presente artículo se abordará un tema de suma importancia como lo es la corrupción

que vive actualmente nuestro país, pero no los sobornos que muchas veces se da en cuanto
a una multa aplicada por la policía a un conductor, sino la alta corrupción, esa que afecta
mucho más que todos los hurtos y robos que se puedan producir en un año en la capital,
la que se gesta dentro de las entidades estatales de los diferentes niveles de gobierno,
afectando el desarrollo económico y social de nuestra sociedad. pág. 2 Se ha recurrido a
distinto material bibliográfico y electrónico, tanto como algunas encuestas para poder
hacer un profundo análisis de esta problemática. Los resultados obtenidos en esta
investigación son satisfactorios, ya que se pudo ahondar más en este flagelo que viene
azotando a nuestro país y en el cual muchos sectores de la población se ven impactados
negativamente ante esta situación. En conclusión, dado a la relevancia de este tema, se
debe involucrar a todos los sectores de la sociedad y que haya una verdadera voluntad
política para poder luchar contra la corrupción y de esta forma el tan mencionado
desarrollo y crecimiento económico pueda llegar a las poblaciones más vulnerables.

Los sobornos admitidos por Odebrecht han evidenciado que la corrupción con
complicidades políticas es un mecanismo sistémico en la mayoría de países
latinoamericanos más allá de la escandalosa implicación de la constructora brasileña.
El escándalo de Odebrecht tendrá consecuencias en las próximas décadas y va a generar
cambios legislativos y necesariamente en la conducta política porque el mundo de la red
está fuera del control de los actores gubernamentales.
En todos esos países se han abierto investigaciones, se han anunciado medidas sin
concretar contra Odebrecht más allá de anunciar, en algunos casos, como en Perú, que la
empresa ya no podrá participar en más licitaciones, pero la Justicia no ha imputado a
nadie, salvo en el caso de Brasil y Colombia
.
Si podemos rescatar al menos un aspecto positivo dentro del mar de cosas que van mal,
sería que cuando acontecen hechos llamativos como los de Caso Odebrecht, en los cuales
se descubre que la red de Corrupción actúa a gran escala y afecta negativamente a nuestro
país, entonces surge la esperanza de que la gente empiece a tomar mayor interés: respecto
de lo que ocurre con las gestiones realizadas por cada autoridad, de lo que ocurre en
general con el país.
No esperemos que el edificio se desmorone sobre nosotros, cuando las señales de alerta
siempre estuvieron presentes y no quisimos prestar atención. La lucha contra la
Corrupción es de todos nosotros, se trata únicamente de prestar más atención.
El caso Odebrecht es un desafío central para la economía y política del país. Si la sociedad
civil y nuestras autoridades actuamos con firmeza y decisión, tenemos una oportunidad
para detener la corrupción a gran escala y la impunidad que la alimenta.
Otro costo económico de la corrupción es que hace que las empresas que tienen prácticas
honestas no participen en los procesos públicos de licitación pues saben que los resultados
estarán amañados. Así, la corrupción rampante que vivimos en el Perú, priva a nuestro
Estado de muchos empresarios honestos que prefieren ir a países menos corruptos. Es
interesante anotar, por ejemplo, que Odebrecht jamás ganó licitación pública alguna en
Chile.
El gobierno no parece percatarse que la corrupción es la principal barrera al desarrollo
del país. Seguiremos siendo subdesarrollados si no le ponemos coto al robo sistemático
contra el Estado peruano. Pero nunca es tarde para hacer lo correcto. La sociedad civil
debe reaccionar y ejercer constante presión sobre nuestras autoridades hasta que
tengamos resultados concretos y satisfactorios. Si queremos que nuestros hijos alcancen
el desarrollo, entonces pongamos manos a la obra en derrotar el cáncer de la corrupción.
CONCLUSIONES
1. Es necesario fortalecer las instituciones estatales de control, ya sea la Contraloría,
Poder Judicial, Defensoría del pueblo, entre otros, para que haya una fiscalización eficaz.
2. El Congreso debe legislar un marco legal adecuado, ya que las leyes que al día de hoy
sancionan estos actos de corrupción son muy débiles, y de esta forma permite que dichas
conductas no puedan ser perseguidas ni sancionadas.
3. Establecer un diálogo nacional, donde el ciudadano participe activamente en temas
trascendentales para nuestro país y así de esta forma fortalecer a las organizaciones y
hacerle frente a fenómenos como la corrupción, narcotráfico y terrorismo.
4. Implantar una cultura ética, donde los funcionarios públicos para acceder a algún
puesto en alguna institución del Estado, se debe de demostrar y comprobar su probidad
para ejercer dicho cargo en base a la meritocracia.
5. Invertir más en educación, que es el eje central para que una sociedad alcance el
desarrollo, procurar brindar servicios básicos de calidad a las poblaciones más
vulnerables, para de esta forma no estar vulnerando algunos derechos humanos.
6. Que los medios de comunicación cumplan su rol que es el de investigar y fiscalizar,
pero basado en límites a la libertad de expresión.

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