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ORIGINAL

Comportamiento del barorreflejo en pacientes con síncope


vasovagal durante el ortostatismo activo
Caroline Malamud-Kessler, Bruno Estañol-Vidal, Óscar Infante-Vázquez, Miguel Campos-Sánchez,
Erwin Chiquete

Introducción. El síncope mediado neuralmente, también conocido como síncope vasovagal, se define como la pérdida Departamento de Ciencias Exactas;
Universidad Peruana Cayetano
súbita y transitoria del estado de alerta como consecuencia de un descenso brusco y profundo de la presión arterial. Heredia; Lima, Perú (M. Campos-
Objetivo. Conocer las diferencias de los parámetros hemodinámicos que median el barorreflejo durante el ortostatismo Sánchez). Departamento de
Instrumentación Electromecánica;
activo en pacientes con diagnóstico clínico de síncope vasovagal y sujetos sanos. Instituto Nacional de Cardiología
Ignacio Chávez; México D.F.
Sujetos y métodos. Estudio transversal, observacional y comparativo. Se incluyeron 20 pacientes con diagnóstico de sín- (O. Infante-Vázquez). Departamento
cope neuralmente mediado y 30 controles, a los que se les practicó la prueba de ortostatismo activo y se les registró por de Neurología y Psiquiatría
finometría la presión arterial sistólica (PAS) y la frecuencia cardíaca (intervalo entre latidos) de manera continua (latido a (E. Chiquete); Laboratorio de
Neurofisiología Clínica (C. Malamud-
latido) y no invasiva. Kessler, B. Estañol-Vidal); Instituto
Nacional de Ciencias Médicas
Resultados. Los pacientes con síncope presentaron una PAS basal con una media significativamente mayor que la de los y Nutrición Salvador Zubirán;
sanos. Las magnitudes medidas desde la PAS basal demostraron una diferencia significativa, que era de menor valor en el México DF, México.
grupo de los controles. No se demostraron diferencias entre grupos en la caída de la PAS desde el primer pico, recupera- Correspondencia:
ción de la PAS desde la sima o en las latencias medidas en la frecuencia cardíaca. Dra. Caroline Malamud Kessler.
Laboratorio de Neurofisiología
Conclusiones. La PAS basal y la caída de la PAS medida desde la basal en posición supina fue mayor en los pacientes con Clínica. Instituto Nacional de
síncope mediado neuralmente que en los sujetos sanos. La magnitud de la elevación de la frecuencia cardíaca tuvo una Ciencias Médicas y Nutrición Salvador
Zubirán. Vasco de Quiroga, 15.
tendencia a ser mayor en el grupo de pacientes en comparación con el grupo control. Esto sugiere una hiperactividad Colonia Sección XVI. Tlalpan
simpática en los pacientes con síncope. CP 14000. México DF, México.

Palabras clave. Barorreflejo. Frecuencia cardíaca. Presión arterial. Síncope neuralmente mediado. E-mail:
caroline.malamud@gmail.com

Aceptado tras revisión externa:


22.05.13.

Introducción El carácter intermitente del síncope mediado


Cómo citar este artículo:
neuralmente ha sido difícil de dilucidar. Su diag­ Malamud-Kessler C, Estañol-Vidal B,
El síncope mediado neuralmente, también conoci­ nóstico se basa, en un principio, en la historia clíni­ Infante-Sánchez O, Campos-Sánchez
M, Chiquete E. Comportamiento
do históricamente como síncope vasovagal, se defi­ ca y el examen físico, incluyendo la medida de la del barorreflejo en pacientes
ne como la pérdida súbita y transitoria del estado presión arterial durante el ortostatismo [1]. En la con síncope vasovagal durante el
ortostatismo activo. Rev Neurol
de alerta como consecuencia de un descenso brus­ actualidad, existen dos métodos para evaluar la res­ 2013; 57: 199-206.
co y profundo de la presión arterial [1,2]. Conside­ puesta al cambio postural: la bipedestación activa y
© 2013 Revista de Neurología
rado como un trastorno con alta prevalencia en la prueba de inclinación (ortostatismo pasivo). Hay
todo el mundo, es causa común de atención en los pocos estudios en la bibliografía que comparen am­
servicios de urgencias, genera un alto coste de aten­ bas pruebas como herramientas diagnósticas del
ción médica y es fuente de discapacidad. Su fisiopa­ síncope vasovagal. La prueba de inclinación ha
tología ha sido muy discutida a lo largo de los años emergido en la práctica clínica, dada su alta tasa de
y se han postulado varios mecanismos que incluyen inducción del síncope [1]. El mecanismo responsa­
la existencia de disfunción central o periférica de ble de la inducción del síncope durante la prueba de
los barorreceptores vasosimpáticos y cardiovagales inclinación se asocia al retorno venoso insuficiente
[2]. Se ha postulado un incremento en la latencia hacia el corazón y a una contracción ventricular
cardiovagal y también un aumento en el reflejo va­ exagerada asociada a taquicardia. Sin embargo, no
sodilatador. El resultado es una desregulación in­ se informan diferencias significativas entre las tasas
termitente de la presión arterial y de la frecuencia de diagnóstico de ambos estudios y el porcentaje de
cardíaca que produce una retirada brusca de la acti­ inducción del síncope es comparable entre ambos
vidad simpática a los vasos sanguíneos resistentes y métodos. Debe considerarse además que, durante
al nodo sinusal. la prueba de inclinación, el paciente está restringi­

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C. Malamud-Kessler, et al

do y debe ser capaz de compensar la hipovolemia finometría de la presión arterial y la frecuencia car­
con mecanismos únicamente dependientes del sis­ díaca (IBI). Con posterioridad, se extrajeron los da­
tema nervioso central. Al contrario, la bipedesta­ tos de dichos registros mediante el software Beat­
ción activa no requiere de la mesa basculante y se scope ® (Finapres Medical Systems, Ámsterdam). Una
ajusta mejor a los cambios posturales habituales. vez hecho esto, se generó una base de datos en la
El objetivo del presente estudio se basa en cono­ hoja de cálculo Microsoft Excel. Se importaron los
cer y describir las diferencias existentes en los pará­ datos al programa estadístico SPSS v. 20.0, que se
metros hemodinámicos que median el barorreflejo utilizó para establecer el análisis, que se detalla en
durante el ortostatismo activo en pacientes con la sección correspondiente.
diagnóstico clínico de síncope vasovagal y se com­
para con sujetos normales. Por otro lado, se inten­ Análisis estadístico
tará demostrar diferencias fisiopatológicas sustan­
ciales en el comportamiento de las variables hemo­ Se eligieron sujetos sanos que integraran un grupo
dinámicas controladas tanto por mecanismos loca­ control con una diferencia no mayor a dos años y no
les como por mecanismos inherentes al sistema mayor al 5% en la proporción del sexo femenino (re­
nervioso central. De este modo, se intentará propo­ ferencia por ser el grupo de sexo más grande). Con
ner al ortostatismo activo como una prueba diag­ ello se intentó homogeneizar estas dos característi­
nóstica del síncope vasovagal fácil, rápida y poten­ cas demográficas básicas para disminuir los sesgos
cialmente económica que se puede realizar al pie derivados de estas variables. Las variables cuantita­
del paciente y cuyas modificaciones en las variables tivas continuas se expresan como media ± desvia­
hemodinámicas nos permitan obtener el diagnósti­ ción estándar, si éstas tuvieron una distribución pa­
co certero de esta afección clínica. ramétrica, o mediana con mínimo y máximo si no
presentaron una distribución normal. Se empleó la
prueba χ2 de Pearson para comparar las frecuencias
Sujetos y métodos de variables nominales cualitativas o para evaluar la
homogeneidad en la distribución de dichas variables
El presente estudio es de tipo transversal, observa­ entre tres o más subgrupos (como subgrupos de
cional y comparativo. Se estudiaron 20 pacientes grupos etarios, por ejemplo). En la prueba χ2 se em­
con diagnóstico clínico de síncope vasovagal con la pleó la corrección de Yates cuando la frecuencia de
ayuda de un médico neurólogo del Instituto Nacio­ una calificación de alguna variable nominal en un
nal de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubi­ grupo determinado (casillero de la tabla de 2 × 2)
rán. Se excluyeron del estudio los pacientes mayo­ fuera inferior a 5, y la prueba exacta de Fisher cuan­
res de 50 años, con patología cardiovascular cono­ do dicha frecuencia fuera igual a 0. La prueba t de
cida, que estuvieran recibiendo medicación por al­ Student para muestras independientes se usó en la
guna otra patología subyacente o que tuvieran diag­ comparación de variables cuantitativas continuas de
nóstico de síncope por alguna causa distinta. distribución normal, entre dos grupos. La prueba U
de Mann-Whitney se empleó en la comparación de
Procedimiento medianas para variables continuas no paramétricas,
entre dos grupos. Se usó la prueba de correlación de
Se llevó a cabo la prueba de ortostatismo activo y se Pearson para evaluar la asociación lineal entre dos
registró y se documentó por finometría (Finometer ® variables cuantitativas continuas y el valor de la co­
PRO, Finapres Medical Systems, Ámsterdam) la rrelación resultante (rho de Pearson) se elevó al cua­
presión arterial sistólica y la frecuencia cardíaca drado para obtener el coeficiente de determinación,
–intervalo entre latidos (interbeat interval, IBI)– de en las mediciones relevantes. Todos los valores de
manera continua y no invasiva. Las evaluaciones p para comparaciones y correlaciones se calcularon
tuvieron lugar por la mañana, y se instruyó a los a dos colas y se consideraron significativos cuando
participantes para que no consumieran alcohol, be­ p < 0,05. El programa estadístico SPSS v. 20.0 se usó
bidas con contenido cafeínico ni medicación desde en todos los cálculos.
las 22:00 horas del día anterior. El protocolo de es­
tudio se inició con los pacientes en decúbito duran­
te seis minutos; luego se les pidió que se pusieran Resultados
de pie, de manera inmediata. Los sujetos se mantu­
vieron en bipedestación durante cinco minutos. Du­ Para el grupo de los casos se demuestra una media
rante ese tiempo, se obtuvo el registro continuo por de edad de 26,5 ± 10,595, pero es ligeramente ma­

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Comportamiento del barorreflejo en pacientes con síncope vasovagal

yor para los controles (32,33 ± 12,07; p = 0,088). Con


respecto al sexo, el grupo de los casos cuenta con Figura 1. Comportamiento normal de las magnitudes de la presión arterial sistólica (curva discontinua) y
la frecuencia cardíaca (curva continua) durante la bipedestación activa.
seis hombres, que representa el 30%, y 14 mujeres
(70%). Los controles quedaron conformados por 16
hombres (56,3%) y 14 mujeres (46,7%).
Las figuras 1 y 2 esquematizan el comportamien­
to de las dos variables analizadas durante la bipe­
destación activa y señalan los valores, las magnitu­
des y latencias que se van a analizar a lo largo del
trabajo. En la tabla, se exponen las variables hemo­
dinámicas analizadas en valores absolutos, magni­
tudes y latencias.

Análisis de la presión arterial sistólica

El análisis de la presión arterial sistólica (PAS) basal


demuestra que el grupo de los casos tiene una PAS
basal significativamente mayor que los controles y
esta diferencia es de 10,98 (IC 95% = 3,65-18,31; p =
0,005). Sin embargo, y a pesar de esta diferencia, el
comportamiento de la curva de la PAS es similar en
ambos grupos de estudio, esto se demuestra en la
figura 3.
Respecto a las magnitudes estudiadas se eviden­
cia que la elevación inicial de la PAS es menor en los
pacientes con diagnóstico de síncope neuralmente
mediado, diferencia de medias de –10,80 (IC 95% = Figura 2. Comportamiento normal de las latencias de la presión arterial sistólica (curva discontinua) y la
frecuencia cardíaca (curva continua) durante la bipedestación activa.
–17,73 a –3,87). Esta disparidad podría deberse a la
diferencia en la PAS inicial existente entre ambos
grupos de estudio. La magnitud de la caída desde la
PAS basal alcanza diferencias significativas, con una
media de 12,36 (IC 95% = 2,54-22,18; p = 0,017). La
magnitud de recuperación (overshoot) representa la
compensación de la PAS posterior a la máxima caí­
da, y su magnitud se estimó desde dos puntos:
– La magnitud de la recuperación medida desde el
punto más bajo de la PAS no demostró diferen­
cia entre los grupos: en el grupo de los casos es
de 44,10 ± 17,22 mmHg, y en el grupo control, de
45,63 ± 13,03 mmHg.
– La recuperación medida desde la línea de base
demostró ser significativamente mayor en el
grupo control (comparación de medias: –13,90;
IC 95% = –23,75 a –4,05).

Con relación a las latencias de caída y de recupera­


ción de la PAS durante el ortostatismo activo, no
demostraron diferencia estadística entre ambos gru­
pos, como se observa en la tabla.

Análisis de la frecuencia cardíaca


vas entre grupos de estudio. Aunque no se alcanza
Los puntos fiduciales de la curva de la FC no de­ significación estadística, se observa que el punto má­
mostraron diferencias estadísticamente significati­ ­ximo de la frecuencia cardíaca es ligeramente ma­

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C. Malamud-Kessler, et al

Tabla. Cuadro comparativo de los parámetros hemodinámicos estudiados en pacientes con síncope neuralmente mediado y sujetos controles.

Pacientes Controles Comparación

Media DE n LI LS Media DE n LI LS DM EE LI LS p

PAS basal 118,62 13,46 20 112,72 124,52 107,64 12,62 30 103,12 112,15 10,98 3,74 3,65 18,31 0,005

Primer pico de la PAS 129,95 18,69 20 121,76 138,14 129,77 19,27 30 122,87 136,66 0,18 5,50 –10,59 10,96 0,974

Sima de PAS 77,45 24,28 20 66,81 88,09 78,83 16,82 30 72,82 84,85 –1,38 5,80 –12,76 9,99 0,813

Recuperación (overshoot) 121,55 22,54 20 111,67 131,43 124,47 18.74 30 117,76 131,17 –2,92 5.87 –14,42 8,59 0,621

FC basal 67,75 11,39 20 62,76 72,74 67,18 9,35 30 63,84 70,53 0,57 2,95 –5,21 6,34 0,848

FC pico 107,86 11,93 20 102,63 113,09 102,35 11,06 30 98,39 106,31 5,51 3,29 –0,95 11,96 0,101

Latencias                              
Tiempo de caída de la PAS 9,73 5,60 20 7,27 12,18 8,36 2,91 30 7,32 9,40 1,37 1,21 –1,00 3,74 0,263

Tiempo de recuperación de la PAS 9,62 5,02 20 7,42 11,82 10,11 3,31 30 8,93 11,30 –0,49 1,18 –2,80 1,81 0,676

Tiempo de elevación de la FC 15,15 4,09 20 13,36 16,94 16,17 5,88 30 14,06 18,27 –1,02 1,51 –3,99 1,95 0,504

Tiempo de caída de la FC 12,47 12,30 20 7,08 17,86 10,41 6,10 30 8,23 12,59 2,06 2,62 –3,07 7,19 0,435
Latencia del reflejo cardiovagal 2,22 2,22 20 1,24 3,19 4,20 5,08 30 2,38 6,02 –1,99 1,21 –4,36 0,38 0,107

Magnitudes                              
Elevación de la PAS basal, primer pico 11,33 10,53 20 6,72 15,95 22,13 13,25 30 17,39 26,87 –10,80 3,54 –17,73 –3,87 0,004

Caída de la PAS desde la basal 41,17 21,81 20 31,61 50,73 28,80 13,67 30 23,91 33,70 12,36 5,01 2,54 22,18 0,017

Caída de la PAS desde el primer pico 52,50 20,16 20 43,66 61,34 50,93 13,57 30 46,08 55,79 1,57 4,76 –7,77 10,90 0,744

Recuperación de la PAS (overshoot) 44,10 17,22 20 36,55 51,65 45,63 13,03 30 40,97 50,30 –1,53 4,28 –9,93 6,86 0,722

Recuperación (overshoot) basal de la PAS 2,93 19,57 20 -5,64 11,51 16,83 15,84 30 11,16 22,50 –13,90 5,03 –23,75 –4,05 0,008
Elevación de la FC 40,11 10,97 20 35,30 44,92 35,17 9,43 30 31,80 38,54 4,94 2,91 –0,76 10,64 0,096

DE: desviación estándar; DM: diferencia de medias; EE: error estándar; FC: frecuencia cardíaca; LI: límite inferior; LS: límite superior; PAS: presión arterial sistólica.

yor en el grupo de pacientes en comparación con Discusión


los controles, motivo por el que la magnitud de la
elevación de la FC resultó mayor en el grupo de pa­ Para este análisis se dividirá la respuesta hemodiná­
cientes: 40,11 latidos/minuto (IC 95% = 35,30-44,92) mica al ortostatismo activo en cuatro fases, según
frente a 35,17 latidos/minuto (IC 95% = 31,80-38,54; el esquema que se muestra en la figura 4.
p = 0,096). El análisis de las latencias de elevación y
recuperación de la FC no demostró diferencias en­ Primera fase
tre los grupos de estudio (Tabla).
Finalmente, la latencia cardiovagal fue menor en El incremento inicial de la PAS durante el ortosta­
el grupo de los casos en comparación con los con­ tismo activo resulta de un mecanismo de compen­
troles, aunque esta diferencia no reveló significa­ sación secundario a la redistribución del volumen
ción estadística. La diferencia de medias demuestra sanguíneo inducido por la contracción de los múscu­
un valor de –1,99 (IC 95% = –4,36 a 0,38). los abdominales y de las piernas durante el acto de

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Comportamiento del barorreflejo en pacientes con síncope vasovagal

sentarse. Este incremento alcanza su máxima mag­


nitud en 1-5 segundos [3]. En esta primera fase, se Figura 3. Análisis de la presión arterial sistólica basal y durante la prue-
ba de bipedestación activa.
evidencia el inicio de la taquicardia. La taquicardia
y el primer pico de la presión arterial ocurren cuan­
do los pacientes y controles pasan de la posición
supina a la posición sedente (sentados), ya que la
contracción de los músculos abdominales y de las
piernas induce un incremento del retorno venoso,
primero a las cavidades derechas y circulación pul­
monar y luego a las cavidades izquierdas y la circu­
lación general. Así, el primer pico está precedido y
acompañado de taquicardia. Esta elevación de la
PAS debe estar acompañada de una bradicardia re­
fleja. Esto no se ve reflejado en nuestro grupo de
estudio. Este hecho puede explicarse a través de dos
mecanismos fisiopatológicos: la desconexión del
reflejo vasovagal o bien la activación del reflejo car­
diopulmonar.

Segunda fase

Después de la fase de compensación inicial, se re­


Figura 4. Cuatro fases de la respuesta hemodinámica al ortostatismo
gistra una caída profunda y transitoria de la PAS
activo (presión arterial sistólica, curva discontinua; frecuencia cardíaca,
que evidencia ser mayor durante la bipedestación curva continua).
activa en comparación con la inclinación pasiva [4].
Se describe una caída de 39 ± 10 mmHg tanto en
sujetos sanos como en pacientes con síncope vaso­
vagal. Esta hipotensión inicial refleja un desequili­
brio entre la tasa de entrada y salida de volumen
sanguíneo a la vasculatura arterial (gasto cardíaco y
resistencia periférica). Se asocia a una activación
del reflejo cardiopulmonar causado por un incre­
mento del retorno venoso al inicio de la bipedesta­
ción, activación de los aferentes musculares o co­
mando cortical central. Wieling et al postulan que
esta caída de la presión arterial sistólica se explica
de modo parcial por un decremento reflejo de la re­
sistencia vascular periférica que reporta ser aproxi­
madamente del 40% [5], además del efecto sobre la
columna arterial y venosa de la gravedad.
En nuestro grupo de estudio, se evidencia una
caída promedio de 50 mmHg, medida desde la ele­
vación inicial de la PAS, sin diferencias entre los
grupos; asimismo, la magnitud de la caída de la PAS
medida desde la PAS basal demostró un promedio bos grupos de estudio, con una tendencia a ser lige­
de 28,80 mmHg en sujetos sanos y es mayor en el ramente menor en el grupo de los controles. Este
grupo de pacientes (41,17 mmHg). Esta caída resul­ tiempo de caída corresponde a la duración de acti­
ta ser más pronunciada que la encontrada por Wie­ vación del reflejo cardiopulmonar o a la inhibición
ling et al [5]. Nuestros datos se corresponden con lo vasosimpática.
encontrado por Gulli et al, quienes no comunicaron La latencia de la activación vasosimpática con el
diferencias en la magnitud de la caída entre grupos inicio del aumento de la PAS parece tener un pro­
de estudio [6]. cesamiento central prolongado en varios relevos su­
La latencia de caída de la PAS (latencia vasosim­ cesivos incluyendo el núcleo solitario, la región ven­
pática) demostró una media de 9 segundos en am­ trolateral del bulbo y las columnas ventromediales

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C. Malamud-Kessler, et al

de la médula espinal. Además, debe valorarse la ve­ variación significativamente mayor de la FC en com­
locidad de conducción de las fibras C (amielínicas) paración con aquellos que permanecieron asinto­
que inervan la vasculatura arterial, la liberación máticos [11].
lenta de noradrenalina en la unión neuroefectora y
el tiempo de constricción arteriolar [7] como facto­ Tercera y cuarta fases
res que explican el retraso en la respuesta vasosim­
pática constrictora. La recuperación de la PAS inicia momentos antes
Es posible que en pacientes con síncope vasova­ de la recuperación de la FC. Esto muestra que la re­
gal esta respuesta se encuentre más retardada, lo cuperación de la FC es barorrefleja. La magnitud de
que explicaría una hipotensión relativa en esta fase, su recuperación, medida desde la sima de la PAS,
que predispondría a la ocurrencia del síncope. Se­ resulta ser en promedio de 45 mmHg tanto para los
cundariamente a una reducción de la presión arte­ casos como para los controles. Esta recuperación se
rial, la disminución de la actividad del barorrecep­ correlaciona fisiológicamente con una sobrecom­
tor resulta en una excitación simpática refleja e in­ pensación simpática similar a la que ocurre en la
hibición de la eferencia cardiovagal, que conlleva a última fase de la maniobra de Valsalva, que corres­
un incremento de la resistencia periférica total y ta­ ponde a la vasoconstricción sistémica, bradicardia
quicardia. relativa refleja e incremento secundario del gasto
El presente estudio demuestra una elevación cardíaco. Esta sobrecompensación genera una rápi­
media de 35 latidos para el grupo control y 40 lati­ da inhibición por el vago del nodo sinusal y la con­
dos en el grupo de casos. Estos valores son simila­ secuente normalización de la FC [12]. La fase de
res a los encontrados por el grupo de Tanaka [3] y sobrecompensación es análoga a lo que ocurre en
Borst [8] en sus respectivos estudios en sujetos sa­ los momentos iniciales del ortostatismo. La redis­
nos. Julu et al informaron de una FC pico de 104,2 tribución sanguínea, con el consiguiente incremen­
latidos/minuto, lo que representó un incremento to de la resistencia vascular, la activación de los ba­
del 34% con respecto a la FC basal [9]. Este incre­ rorreceptores de baja presión en la circulación pul­
mento demuestra una correlación con la magnitud monar y los receptores de alta presión en la circula­
inicial de la caída de la PAS [9]. Aunque no se en­ ción sistémica generan el incremento reflejo (vaso­
contró una diferencia estadísticamente significativa simpático) de la PAS y la activación refleja vagal con
en la magnitud de la elevación de la FC entre am­ la normalización de la FC debido a la entrada de la
bos grupos de estudio, ésta demostró una tendencia bradicardia. La recuperación de la FC tiene una
mayor para el grupo de los casos. Estos hallazgos se pendiente más pronunciada con un tiempo de caí­
correlacionan con lo informado por Téllez et al, da de 12-20 segundos [13], tiempo que se corres­
quienes demostraron, en pacientes que desarrolla­ ponde con los resultados obtenidos en ambos gru­
ron síncope vasovagal durante la prueba de inclina­ pos de estudio, sin diferencia significativa entre ellos.
ción, que la frecuencia cardíaca permanece aún ele­ Este tiempo corresponde fisiológicamente a la re­
vada (86 ± 3 latidos/minuto), 200 latidos cardíacos carga (loading) de los barorreceptores arteriales, pos­
antes del fin de la misma. La bradicardia se inicia terior a la descarga (unloading) de éstos.
únicamente 25 latidos antes del fin de la prueba de El barorreflejo tiene por lo menos dos aferencias
inclinación [10]. Matsushima et al no encontraron (los receptores de alta presión, localizados en las
diferencia en la magnitud de elevación de la fre­ arterias carótidas y la aorta, y los receptores de baja
cuencia cardíaca entre pacientes que desarrollaron presión, localizados en las cavidades derechas y la
síncope y el grupo de adolescentes asintomáticos circulación pulmonar) y tres eferencias (el reflejo
[11]. Se demuestra entonces, tanto en pacientes con cardiovagal, el reflejo cardiosimpático y el reflejo va­
síncope vasovagal como en sujetos sanos, el retiro sosimpático) [7,14-18]. Además, tiene una red de
brusco de la actividad cardiovagal secundario a la integración central localizada en el núcleo del trac­
disminución de la presión arterial de manera casi to solitario, el núcleo ambiguo, la región ventrolate­
inmediata. Se debe considerar que, en pacientes que ral del bulbo y la columna intermediolateral de la
desarrollan síncope, la bradicardia se instala sola­ médula espinal [16,19]. Es un reflejo polisináptico,
mente 25 latidos antes del evento clínico y se man­ con influencia de estructuras supranucleares como
tiene una FC relativamente constante, pero nuestro el hipotálamo, el sistema límbico y la corteza insu­
grupo de pacientes no desarrolló síncope durante el lar [14,18,20]. Esta influencia supranuclear no es
estrés ortostático. En contrapartida a lo que ocurre aún bien entendida pero se relaciona con alteracio­
en los pacientes que desarrollaron síncope durante nes de la presión arterial atribuidas a mecanismos o
el ortostatismo activo, en quienes se demuestra una comandos centrales, y se asocia a emociones, acti­

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Comportamiento del barorreflejo en pacientes con síncope vasovagal

vidades cognitivas y contracción muscular volunta­ 2. Ferrer-Gila T, Rízea C. Hipotensión ortostática en ancianos.
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dos modificaciones externas principales que indu­ pressure during active and passive standing. Clin Physiol 1996;
cen cambios hemodinámicos conocidos son el es­ 16: 157-70.
trés gravitacional y los movimientos respiratorios 5. Wieling W. Heart rate variability in healthy subjects: effect
of age and derivation of normal ranges for tests of autonomic
[12,19,21]. function. Br Heart J 1987; 57: 109-10.
La latencia del reflejo cardiovagal se midió desde 6. Gulli G, Claydon VE, Cooper VL, Hainsworth R. R-R interval-
blood pressure interaction in subjects with different tolerances
la sima de la PAS hasta el incremento inicial del IBI, to orthostatic stress. Exp Physiol 2005; 90: 367-75.
que corresponde al inicio de la recuperación de la 7. Karemaker JM, Wesseling KH. Variability in cardiovascular
FC. En el grupo de pacientes, se demostró una me­ control: the baroreflex reconsidered. Cardiovasc Eng 2008;
8: 23-9.
dia de 2,22 ± 2,22 segundos, y en el grupo control, 8. Borst C, Van Brederode JF, Wieling W, Van Montfrans GA,
de 4,20 ± 5,08 segundos. Estos valores son mayores Dunning AJ. Mechanisms of initial blood pressure response
a los comunicados en la bibliografía [19]. Más aún, to postural change. Clin Sci (Lond) 1984; 67: 321-7.
9. Julu PO, Cooper VL, Hansen S, Hainsworth R. Cardiovascular
la latencia cardiovagal demostró una tendencia a regulation in the period preceding vasovagal syncope in
ser más prolongada en el grupo de los controles, en conscious humans. J Physiol 2003; 549: 299-311.
comparación con los casos. Este hallazgo difiere un 10. Téllez MJ, Norcliffe-Kaufmann LJ, Lenina S, Voustianiouk A,
Kaufmann H. Usefulness of tilt-induced heart rate changes
tanto de lo informado en la bibliografía. En el tra­ in the differential diagnosis of vasovagal syncope and chronic
bajo de Samniah et al [22], se demuestra una dife­ autonomic failure. Clin Auton Res 2009; 19: 375-80.
rencia significativa en la sensibilidad del barorrefle­ 11. Matsushima R, Tanaka H, Tamai H. Comparison of the active
standing test and head-up tilt test for diagnosis of syncope in
jo en pacientes con síncope neuralmente mediado, childhood and adolescence. Clin Auton Res 2004; 14: 376-84.
después de un ortostatismo prolongado de 45 mi­ 12. Wieling W, Krediet CT, Van Dijk N, Linzer M, Tschakovsky ME.
nutos. Sin embargo, nosotros no encontramos dife­ Initial orthostatic hypotension: review of a forgotten condition.
Clin Sci (Lond) 2007; 112: 157-65.
rencias entre grupos en la medición inmediata pos­ 13. Borst C, Wieling W, Van Brederode JF, Hond A, De Rijk LG,
terior (3 minutos). Dunning AJ. Mechanisms of initial heart rate response to
postural change. Am J Physiol 1982; 243: H676-81.
14. Van de Vooren H, Gademan MG, Swenne CA, TenVoorde BJ,
Limitaciones del estudio Schalij MJ, Van der Wall EE. Baroreflex sensitivity, blood
pressure buffering, and resonance: what are the links?
Computer simulation of healthy subjects and heart failure
Se debe considerar que las magnitudes que resul­ patients. J Appl Physiol 2007; 102: 1348-56.
taron estadísticamente diferentes corresponden a 15. Borst C, Karemaker JM. Time delays in the human baroreceptor
magnitudes en las que se toma como referencia la reflex. J Auton Nerv Syst 1983; 9: 399-409.
16. Gulli G, Cooper VL, Claydon VE, Hainsworth R. Prolonged
PAS basal, valor que resultó estadísticamente ma­ latency in the baroreflex mediated vascular resistance response
yor en el grupo de pacientes. Sin embargo, no es in subjects with postural related syncope. Clin Auton Res
posible especificar si esta diferencia se debe a sim­ 2005; 15: 207-12.
17. Keyl C, Schneider A, Dambacher M, Bernardi L. Time delay
plemente a una diferencia aritmética o a una dife­ of vagally mediated cardiac baroreflex response varies with
rencia en la fisiología del comportamiento de los autonomic cardiovascular control. J Appl Physiol 2001; 91: 283-9.
barorreceptores y de los componentes neurales que 18. La Rovere MT, Pinna GD, Raczak G. Baroreflex sensitivity:
measurement and clinical implications. Ann Noninvasive
regulan el barorreflejo en pacientes con síncope va­ Electrocardiol 2008; 13: 191-207.
sovagal. 19. Eckberg DL. The human respiratory gate. J Physiol 2003; 548:
339-52.
20. Vaschillo EG, Vaschillo B, Buckman JF, Pandina RJ, Bates ME.
Bibliografía Measurement of vascular tone and stroke volume baroreflex
gain. Psychophysiology 2012; 49: 193-7.
1. Brignole M, Alboni P, Benditt DG, Bergfeldt L, Blanc JJ, 21. Wieling W, Dambrink JH, Borst C. Cardiovascular effects
Bloch Thomsen PE, et al; Task Force on Syncope, European of arising suddenly. N Engl J Med 1984; 310: 1189.
Society of Cardiology. Guidelines on management (diagnosis 22. Samniah N, Sakaguchi S, Ermis C, Lurie KG, Benditt DG.
and treatment) of syncope –update 2004. Europace 2004; 6: Transient modification of baroreceptor response during
467-537. tilt-induced vasovagal syncope. Europace 2004; 6: 48-54.

www.neurologia.com  Rev Neurol 2013; 57 (5): 199-206 205


C. Malamud-Kessler, et al

Baroreflex behavior in patients with vasovagal syncope during active standing

Introduction. Neurally-mediated syncope, also known as vasovagal syncope, is defined as sudden and transient loss of
consciousness due to a sudden and deep fall in arterial pressure.
Aim. To determine the differences on the hemodynamic parameters mediating the baroreflex during active standing in
patients with clinical diagnosis of vasovagal syncope as well as in healthy subjects.
Subjects and methods. Cross-sectional, observational and comparative study. We included 20 patients diagnosed with
neurally-mediated syncope and 30 controls, who underwent active orthostatic test, recording by finometry the systolic
blood pressure (SBP) and heart rate (interbeat interval) in a continuous (beat to beat) and noninvasive fashion.
Results. Patients with syncope had a mean supine baseline SBP significantly higher than that of the healthy controls. The
measured values of SBP from baseline showed a significant difference between groups, being also lower in the control
group. No differences were found between groups in the fall of SBP from the first peak of heart rate to the trough. The
recovery time of the SBP to the baseline was no different in controls and in patients.
Conclusions. The baseline SBP and SBP drop measured from baseline in supine position was higher in patients than in
healthy subjects. The magnitude of the elevation of heart rate has a tendency to be higher in the patient group compared
with the control group. This suggests a sympathetic hyperactivity in patients with syncope.
Key words. Baroreflex. Interbeat interval. Systolic blood pressure. Vasovagal syncope.

206 www.neurologia.com  Rev Neurol 2013; 57 (5): 199-206

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