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El aumento del presupuesto de defensa y su efecto en la diplomacia

Colombiana

Noviembre 2018

Universidad Cooperativa de Colombia


Santander
Texto Jurídico y argumentativo
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¿ES NECESARIO EL AUMENTO DEL PRESUPUESTO DE DEFENSA?

El Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri, por sus siglas en
inglés) publicó un informe que ubicó a Colombia como la nación suramericana que más
porcentaje de su producto interno bruto (PIB) invirtió en gasto militar en 2017. El Sipri
indicó que Colombia invierte el 3,1% de su PIB en gasto de defensa, equivalentes a USD
9.713 millones. Se entiende por defensa el conjunto de actividades cuyo efecto es
salvaguardar la soberanía nacional. Su objetivo es alcanzar una condición de seguridad
externa de modo que el país pueda lograr sus Objetivos Nacionales.

El siguiente tema se sustenta en consideraciones sociológicas1, históricas y filosóficas


para tratar de resolver este problema.

El conflicto es un aspecto central de las relaciones sociales. Con frecuencia se presenta


puede y ser violenta. Conflictos a gran escala puede poner en peligro la existencia de
personas inocentes; y a la misma independencia del Estado.

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Estudio de las sociedades humanas y de los fenómenos religiosos, económicos, etc., que ocurren en ellas.
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ANÁLISIS DOCTRINAL DE LA RESPONSABILIDAD DE DEFENSA

Los sociólogos Theodore Caplow y Louis Hicks (2002:3) definen la guerra como el
conflicto entre organizaciones que disponen de fuerzas de combate entrenadas y
equipadas con armas letales. Este significado es más amplio que la definición legal,
que, por lo general, requiere una declaración formal de hostilidades.

El ser humano es un ser social en tres sentidos:

1. En primer lugar, el hombre no hubiera conseguido sobrevivir como especie ni


dominar a las otras especies de no ser por su naturaleza social, es decir, por su
tendencia a convivir con otros hombres.
2. En segundo lugar, casi todas las acciones humanas poseen un carácter social, bien
porque afectan a otros hombres, porque obedecen a motivaciones sociales.
3. Y, en tercer lugar, el ser humano individual piensa como piensa, siente como
siente y actúa como actúa, porque ha sido educado en el seno de una sociedad,
que ha modelado su personalidad. Esto puede generar una ideología común entre
la sociedad (que en los casos más extremos desemboca en posiciones xenófobas,
soberbias y conflictivas).

Es importante definir cronológicamente cuál ha sido la responsabilidad primigenia de un


Estado. Para eso, es crucial indagar en el punto más antiquísimo en la conformación del
mismo.

Para tal fin disponemos de las teorías contractualistas y por tanto el contrato social. Esta
teorías explican desde la naturaleza humana, qué llevó a los individuos a congregarse y
vivir en sociedad.
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El contractualismo de Thomas Hobbes dice que la sociedad no es algo natural en el


hombre, sino que surge de un contrato o pacto entre individuos. Para Hobbes el estado
proviene de la naturaleza humana. Entre sus proposiciones:

1. El hombre por naturaleza es hedonista y egoísta, es decir, tiende a buscar su


propio placer, sean cuales fueren los costes que esto acarree a los demás. La
razón humana para Hobbes no capta el bien en sí mismo, sino que es un cálculo
de medios que nos enseña a conseguir nuestras metas utilizando para ello
cualquier recurso a nuestro alcance.
2. Según Hobbes, para satisfacer el placer es necesario el poder. Para Hobbes,
todos los hombres son iguales antes de firmar el pacto o contrato, y todos gozan
del mismo poder. Es precisamente esta situación la que lleva a los hombres a
desconfiar unos de otros.
3. Esta desconfianza conduce a la “guerra de todos contra todos”. Los peligros que
esta guerra acarrea llevan a pactar y formar el estado. Por tanto, el estado tiene su
origen en nuestra naturaleza egoísta y desconfiada.

Fuera del estado civil hay siempre guerra de cada uno contra todos. Con todo ello es
evidente que durante el tiempo en que los hombres viven sin un poder común que los
regule a todos, se hallan en la condición de guerra todos contra todos. Porque la
GUERRA no consiste solamente en el acto de luchar, sino que se da durante el tiempo en
que la voluntad de luchar se manifiesta de modo suficiente. Por ello la noción de la
guerra consiste no ya en la lucha actual, sino en la disposición manifiesta a ella
durante todo el tiempo en que no hay seguridad de lo contrario.

El fin del Estado, dice Hobbes, es la seguridad. La causa final, fin o designio es el
cuidado de su propia conservación y, por añadidura, el logro de una vida más armónica;
es decir, el deseo de abandonar esa miserable condición de guerra.
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Adam Smith, economista y filósofo ingles dice en su libro “La riqueza de las naciones”,
que el primer deber del soberano, el de proteger a la sociedad de la violencia e invasión
de otras sociedades independientes, sólo puede ser cumplido mediante una fuerza militar.
Pero el gasto para la preparación de esta fuerza militar en tiempo de paz y el empleo de la
misma en tiempo de guerra es muy diferente en los diversos estadios de la sociedad. Y en
un país en el que el grueso de los habitantes no son considerablemente productivos,
buena parte de los reclutados para la guerra provendrán de esas clases y deberán en
consecuencia ser mantenidos por el erario público mientras dure su servicio al país.

El segundo deber del soberano, el de proteger en cuanto le sea posible a cada miembro de
la sociedad contra la injusticia y opresión de cualquier otro miembro de la misma, o el
deber de establecer una administración exacta de la justicia, también requiere un gasto
muy distinto en los diversos estadios de la sociedad.

ANALISIS ECONÓMICO

El crecimiento económico colombiano durante los últimos veinte años, ha coincidido con
cambios importantes en el conflicto interno. Se ha incrementado el Gasto en Defensa y
Seguridad (GDS) con el fin de contrarrestar la violencia. El país ha pasado
fundamentalmente por dos periodos distintos en estos últimos veinte años. El primero,
comprendido entre 1993 a 2002, donde los grupos armados ilegales tuvieron a Colombia
en una situación de inseguridad elevada y, un segundo periodo, comprendido entre 2002
y 2012, donde las Fuerzas Armadas doblegaron a los grupos guerrilleros. Esta
investigación analiza el impacto que ha tenido el gasto en defensa sobre el crecimiento
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económico nacional, a través de la revisión de las variables macroeconómicas del PIB, la


inversión extranjera y el empleo.

Colombia es un país diferente al resto del mundo, en especial por el conflicto armado
interno que ha estado presente por un periodo de tiempo superior a cincuenta años, un
conflicto de guerra de guerrillas, con diferentes grupos terroristas distribuidos a lo largo y
ancho del territorio nacional, donde las Fuerzas Armadas han estado comprometidas,
protegiendo a nuestra Nación, haciendo un sacrificio con vidas y un permanente esfuerzo
para mantener nuestra patria a salvo.

ANALISIS JURISPRUDENCIAL

El ART. 2 de la Constitución define: son fines escenciales del Estado (…) defender la
independencia nacional, mantener la integridad territorial y asegurar la convivencia
pacífica y la vigencia de un orden justo. Las autoridades de la República están instituidas
para proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes,
creencias, y demás derechos y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes
sociales del Estado y de los particulares.

La corte constitucional en su sentencia c-212/2002, que estudió la constitucionalidad de


la ley de defensa y seguridad nacional (y que declaró inexequible), reconoce
igualmente…

En cumplimiento de su función primigenia de proteger a la población, la Fuerza


Pública debe desplegar sus actividades con la firmeza y la contundencia
adecuadas para someter a quienes subvierten el orden constitucional y desafían
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el principio democrático, según el cual se confía al Estado el (…) uso legítimo de


las armas.

DIPLOMACIA DE DEFENA

Según la Constitución y la realidad, la política exterior es tema tanto de la Cancillería


como del Ministerio de Defensa, en niveles diferenciados. Simplificando, la primera está
para hacer amigos y el segundo para disuadir enemigos.

El país ha pasado fundamentalmente por dos periodos distintos en estos últimos veinte
años. El primero, comprendido entre 1993 a 2002, donde los grupos armados ilegales
tuvieron a Colombia en una situación de inseguridad elevada y, un segundo periodo,
comprendido entre 2002 y 2012, donde las Fuerzas Armadas doblegaron a los grupos
guerrilleros. Y el segundo, el porcentaje de inversión al presupuesto de defensa, decreció
a razón de un 0,1% anual debido a las grandes tasas de seguridad interna.

En el campo de las Relaciones Internacionales, el concepto de Diplomacia de Defensa


aludea la confluencia entre los sectores de la Defensa y la política exterior estatales,
donde la primera de estas áreas coadyuva a un eficaz desempeño de la segunda. Se basa
en la premisa que las acciones diplomáticas y las militares no deben considerarse
antagónicas, sino complementarias; es decir, se refiere a la puesta de las capacidades
militares al servicio de la política exterior, en tiempos de paz y en períodos de crisis.

A excepción del empleo de la fuerza en combate, el resto de las múltiples misiones que se
le pueden encomendar a las Fuerzas Armadas, en apoyo de la política exterior del Estado,
constituyen la Diplomacia de Defensa, sean labores de patrullaje, conciliación, orden
interno, etc. Este último, al mejorar la seguridad interna del país.
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CONCLUSIONES

¿Es necesario el aumento presupuestal?

Sí lo es. Puesto que tradicional e históricamente el Estado tiene la responsabilidad de


garantizar la seguridad de sus nacionales, y en nuestro contexto histórico, Colombia es un
país que sigue en conflicto interno y externo. Además, es legítimamente el único que
puede regular sus actividades de inversión y defensa.

Lista de referencias

1. Hobbes, Thomas. Leviatán: o la materia, forma y poder de una república


eclesiástica y civil.
2. Rodríguez Alcázar, Javier. (2012). La Europa de la crisis y el gasto militar: los
casos de Grecia y España. Espacios Públicos, pp. 56-71. Universidad Autónoma
del Estado de México. Toluca, México

3. Vargas Pulido, W. and Godoy, E. (2013). Impacto del gasto de la defensa en el


crecimiento económico de Colombia en los últimos veinte años. Bogota D.C.

4. Sentencia C-251/2002.

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