2016.10.05. Miércoles.

Educando Emociones | Página 1 de 6

PROGRAMA DE
ESTUDIOS
BUDISTAS:
“EDUCANDO
EMOCIONES”

Centro Thubten
Dhargye Ling

Borrador. Primera versión

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2016.10.05. Miércoles. Educando Emociones

Hola, buenas tardes,

Normalmente, cuando queremos comprar un metal precioso como oro o plata, para no
confundirnos en su calidad, comprobamos que es real y no falso. Antes de comprarlo,
debemos analizar su procedencia y composición porque puede que tenga mezcla de
otros metales y que sea impuro. Para eso, lo cortamos, luego lo pulimos y al pulirlo
comprobamos que tiene el olor característico del oro. Posteriormente lo quemamos y así
comprobamos que es oro de ley, no falso. Hoy en día ya hay máquinas que realizan esta
comprobación de forma automática pero tradicionalmente no bastaba con ver la
apariencia exterior del oro para comprobar que era auténtico. Se investigaba su pureza
de forma empírica. Siguiendo este ejemplo, Buda habla de que sus Enseñanzas deben
investigarse y comprobarse en la vida práctica y de un modo real para verificar su utilidad
y su pureza, de la misma forma en que se comprueba la pureza del oro. Si esas
Enseñanzas no nos resultan útiles, una vez investigadas, el propio Buda histórico nos
autoriza a no aceptarlas si vemos que no nos sirven de modo práctico. Al margen de la
devoción, las Enseñanzas deben comprobarse y analizarse de forma crítica, no
aceptarlas sin más como un mero acto de fe sin comprobar su utilidad práctica para
nuestra vida.

El Buda Histórico impartió diversos tipos de Enseñanzas sobre los fenómenos y los
sentidos (vista, oído…). Por ejemplo, yo hablo mucho sobre las formas, que son el
fenómeno objeto de la vista. Buda explicó cómo empleamos la vista para conocer los
fenómenos y sus formas externas. La consciencia de la vista consiste en la investigación
de los fenómenos a través de la percepción visual de sus formas. Pero Buda no se limitó
sólo a los fenómenos externos, también investigó los fenómenos ocultos y no visuales,
como los factores mentales.

Por ejemplo, cada uno tiene una fecha de nacimiento en la que celebramos nuestro
cumpleaños. La conocemos a través de nuestros padres o de un registro oficial pero,
obviamente, no hay ningún método para investigar por uno mismo sobre la fecha de su
propio nacimiento. No puedes meditar todo un mes para conocer por ti mismo tu fecha de
nacimiento (risas). Debes limitarte a aceptar lo que te dice tu madre sobre tu fecha de
nacimiento. En ese sentido, hay fenómenos ocultos que no podemos conocer por
nosotros mismos y debemos fiarnos de las Enseñanzas. En cambio, otros sí que
podemos investigarlos por nosotros mismos de forma crítica, no aceptarlos sin más como
un acto de fe. Así conseguimos nuestro objetivo de conseguir la felicidad y desarrollar de
forma gradual nuestra sabiduría.

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Vosotros habéis estudiado mucho y acumuláis un montón de conocimientos para

poder desempeñar vuestros trabajos y especialidades: médico, abogado, informático,
psicólogo… ¿Estos estudios, qué utilidad tienen para nuestra felicidad? Por ejemplo,
nadie estudia medicina para conocer el sufrimiento y padecerlo (risas). En el mundo hay
muchos tipos diferentes de filosofías, hay que analizar si realmente sirven de forma
práctica para solucionar nuestros problemas porque muchas de estas teorías no estudian
como eliminar el sufrimiento y sus causas. La filosofía budista sí que estudia estos
aspectos, por eso es muy útil para todos y trae grandes beneficios para vivir de forma
armónica y en paz con uno mismo y con los demás.

En general hay dos tipos de sufrimientos: físico y mental. Todos los padecimientos
son de un tipo u otro. Cada uno tiene su vida, familia, obligaciones laborales… Por
ejemplo hay mucha gente que tiene trabajo pero sufre mentalmente. El trabajo,
¿realmente sirve para eliminar el sufrimiento físico o mental? Tienes un buen curriculum
académico pero, en verdad, todo ese conocimiento, ¿te quita el sufrimiento mental?
Ahora estamos estudiando filosofía budista, tiene más de 2.500 años y os aseguro que es
muy útil para eliminar todo tipo de sufrimiento, especialmente el mental. Tenemos trabajo,
medios materiales y muchas teorías pero no encontramos un conocimiento sobre el
funcionamiento real de la mente que elimine el sufrimiento. Ese conocimiento sobre la
mente y las causas del sufrimiento nos lo da la psicología budista.

La mayoría de europeos tiene muy buena preparación técnica y una gran cantidad de
conocimientos pero eso no lleva aparejado desarrollo moral ni eliminación del sufrimiento.
Hay gente que tiene muy buen curriculum y esa preparación la emplea para robar, para
ser corrupto, perjudicar a los demás… Muchos profesionales con muchos conocimientos
técnicos salen del trabajo y van al psiquiatra o al psicólogo para que les elimine el
sufrimiento mental. Algo falla. ¿Qué es lo que falta entonces?.

En el siglo XXI ha habido un gran desarrollo en Occidente a todos los niveles:

material, teórico, científico, sanitario… Hemos investigado sobre los alimentos, por
ejemplo y por eso, mientras en otros países se pasa hambre, aquí estamos todos tan
gordos (risas). A pesar de todo este bienestar material los europeos y los americanos
siguen sufriendo mentalmente cada vez más, ¿cómo solucionamos entonces tantos
problemas?.

En este Curso hemos pensado especialmente en dotaros de soluciones a vuestros

problemas emocionales y poder colmar ese factor que os falta para ser felices y dejar de
sufrir. No os vamos a dar cosas que ya tenéis, como conocimientos profesionales o
técnicos, pero sí recursos para conseguir la paz mental.

Si tenemos buenos conocimientos sobre el funcionamiento de nuestros mecanismos

mentales, nuestros problemas emocionales se solucionarán. Los problemas materiales ya

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los solucionáis con vuestros conocimientos profesionales. Os vamos a ayudar a tener un

buen curriculum mental, no sólo laboral. Un pájaro necesita dos alas para volar, no puede
volar sólo con una. Hay gente que tiene muy bien desarrollada un ala pero no la otra,
ambas son necesarias, la material o externa y la mental o interna.

Muchas palabras son nuevas para vosotros y por eso puede que al principio os cueste
entender los conceptos. Debéis reflexionarlos por vosotros mismos y de forma crítica. Si
no eres constante en el estudio y un día vienes al Curso y otro no, no conseguirás una
verdadera determinación que te sea útil para conseguir buenos conocimientos. Estamos
acostumbrados a la tecnología, ordenadores… Somos impacientes y queremos acceder
a todo el conocimiento con sólo pulsar una tecla. La filosofía budista exige constancia,
paciencia y trabajo personal por uno mismo para poder ayudar a los demás y a uno
mismo.

Por ejemplo, se necesitan cinco años para estudiar una carrera sobre objetos visibles
que pueden conocerse por la vista. No puedes pretender entonces conocer objetos no
visibles como la mente de forma rápida y de un día para otro. Para adquirir esos
conocimientos debes estudiar por ti mismo tus fenómenos mentales y aceptarlos tal y
como son. Por ejemplo, cuando somos niños y desayunamos, tomamos leche sin
conocer su origen. En el budismo aprendemos a través de ejemplos prácticos y
empleamos comparaciones de fenómenos sencillos visibles para conocer el origen de los
fenómenos.

La filosofía budista se apoya en dos pilares básicos: la no-violencia y el origen

interdependiente de las cosas. Perdón por mi español, solo tengo una lengua y por eso
me cuesta hablar dos (risas). Pero no soy como los chinos, yo sí que soy capaz de
pronunciar la r (risas). Todas las cosas nacen de forma interdependiente las unas de las
otras por la ley de la causa-efecto. Por ejemplo, efectos que conocéis de forma teórica,
como el nirvana, tienen su origen dependiente de unas determinadas causas concretas.

Todos tenemos familia, muchos tienen pareja, la felicidad viene de la

interdependencia de las relaciones de los unos con los otros. Tu felicidad depende de la
de tu familia o pareja y viceversa. La felicidad viene de la buena relación de unos con
otros. De forma aislada, sin relación interdependiente con otros, no hay felicidad.

La felicidad de todos los lugares se basa en la relación interdependiente con otros

países, por ejemplo, Estados Unidos no puede estar bien si Europa tiene problemas. La
crisis que sufre un país acaba afectando a otro. No hay fenómenos aislados. El mundo es
muy pequeño y hoy en día lo que ocurre en un lugar afecta muy rápidamente a otro, para
bien o para mal. Las personas y los Estados ya no están aislados como antiguamente,
todos vivimos en continua relación interdependiente.

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Además de las personas, los objetos también son interdependientes porque se

componen de varios elementos distintos que se relacionan entre si. Por ejemplo, el árbol
nace a partir de una semilla pero deben darse unas determinadas condiciones de luz y
agua para que fructifique esa semilla. Sin esas condiciones no nacerá el árbol, por mucho
que rece a Jesús o a Buda, si no riego la semilla, no nacerá el árbol. No vale rezar si yo
no trabajo para conseguir las condiciones adecuadas. Si quiero que el árbol crezca y de
frutos, lo tendré que regar y abonar. Buda no ha creado el árbol, lo he creado yo con mi
esfuerzo y si trabajo en las condiciones para que ese árbol crezca y de frutos, ni siquiera
necesito a Buda.

Si quieres obtener un árbol, primero debes seleccionar la semilla, después debes

decidir qué tipo de frutos deseas obtener. Si quieres mangos, tendrás que plantar
semillas de mango, no de naranjo. Si plantas semillas de naranjo, obtendrás naranjas, no
mangos, por mucho que vayas al templo y le reces a Buda para que haga un milagro y te
de mangos. Los milagros valían como explicación cuando éramos niños pero ahora
somos adultos y estamos estudiando de forma rigurosa la relación causa-efecto de las
cosas. Lo similar atrae a lo que se relaciona de forma similar. A una causa determinada,
le sigue un efecto de la misma naturaleza.

En tercer lugar, quiero hablar sobre la semilla, debe ser de una naturaleza
impermanente, si es permanente no cambia y no puede surgir un árbol. Si tú quieres
crecer y mejorar, tienes que cambiar. Si no cambias, obtendrás los mismos resultados o
ninguno. La semilla ya cambia de naturaleza debajo de la tierra y de ahí nace el árbol. Si
pretendo obtener frutos de semillas permanentes que no cambian, mi esperanza es
baldía. La naturaleza humana es de forma natural impermanente, cada segundo tu
cuerpo está cambiando y del mismo modo puede cambiar tu mente. De causas
impermanentes, obtengo resultados impermanentes.

Es muy importante partir de la base de que la filosofía budista no acepta la figura de

un Creador, el origen de las cosas son fenómenos interdependientes que se relacionan
unos con otros, no un Dios Creador. Buda no es un Dios creador. Todo se origina en la
relación de las causas y las condiciones, eso es contrario a la idea de un supuesto Dios
Creador sin causa previa. La idea budista causa-efecto es incompatible con la de un Dios
Creador que, si existiera, también debería de tener su origen en una causa anterior. El
budismo estudia cuál es el origen del mundo, no lo ha creado ni Jesús ni Buda. En su
momento estudiaremos con más detalle como surgen y se relacionan los mundos y los
fenómenos interdependientes.

Por otro lado, cuando hablamos de fenómenos mentales o interiores, nos referimos a
dos tipos: emociones y sensaciones. Tampoco surgen de forma espontánea, nacen de
unas determinadas causas y condiciones, agradables o desagradables. Por ejemplo,
nuestras sensaciones con Buda o Dios son positivas, Buda no quiere crear sensaciones
desagradables porque está lleno de compasión por todos. Por eso, siempre trabaja en
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beneficio de todos los seres. En cambio, las relaciones conmigo mismo y con los demás
sí que pueden provocar emociones y sensaciones desagradables.

Si hablamos de sensaciones, debemos examinar la felicidad y el sufrimiento.

Queremos desarrollar la felicidad y eliminar el sufrimiento. Ambos vienen de unas causas
determinadas de naturaleza impermanente, por tanto, son fenómenos cambiantes y yo
puedo alterarlos a voluntad para aumentarlos o disminuirlos. Tengo el poder para crear la
causa de la felicidad y eliminar mi sufrimiento. Si creo las condiciones de la felicidad,
elimino las causas del sufrimiento. Tú tienes el derecho y la responsabilidad de ser feliz
pero para eso debes plantar por ti mismo una buena semilla, porque si plantas una mala
semilla obtendrás sufrimiento, no esperes milagros de Dios o de Buda. Tú eres el
responsable único de tu propia felicidad, por eso debes de dar gracias al origen
interdependiente de las cosas. Si quieres aumentar tu felicidad, basta con que aumentes
sus causas. Si quieres eliminar el sufrimiento, elimina sus causas.

El origen interdependiente de las cosas es el mayor tesoro, la Enseñanza más

importante de toda la doctrina budista. No critico otras religiones que se basan en la idea
de un supuesto Dios Creador, las respeto, pero yo explico los conceptos de la filosofía
budista. La mente no encaja bien la idea de un agente externo creador, aunque la
filosofía monoteísta beneficia a muchas personas y por eso debemos respetarla aunque
no la compartamos. Yo tengo derecho a buscar mi propia felicidad por mi mismo ahora
mismo, no quiero esperar 50 años a que me la de un Dios Creador desde fuera. Somos
los responsables de nuestra propia felicidad.

Precisamente por el origen interdependiente de las cosas, debes abandonar

absolutamente cualquier forma de violencia, que siempre es causa de sufrimiento propio
y de los otros.

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