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embarazo.
Los trastornos hipertensivos durante el embarazo son muy frecuentes y ocurren en más
del 10 % de todas las gestaciones que llegan a término, constituyen, junto con las
hemorragias y las infecciones, la tríada que origina la mayoría de las muertes maternas y
es una de las principales causas de morbilidad en las embarazadas, es mayor su
importancia como causa de niños nacidos muertos, así como la morbilidad y mortalidad
neonatal. Estos trastornos hipertensivos constituyen la primera causa de muerte materna
en los países desarrollados y la tercera en los países en vía de desarrollo, lo que
representa 4 defunciones por cada 100 000 nacimientos y 150 defunciones o más por
cada 100 000 nacimientos, respectivamente. La enfermedad hipertensiva gestacional,
conocida bajo múltiples sinonimias, es con seguridad un proceso muy antiguo del que se
encuentran referencias en los escritos hipocráticos. Primero fue reconocida como
fenómeno convulsivo (eclampsia del griego éklampsis, destello o relámpago), considerada
como patognomónico de la enfermedad. En el siglo XVII las convulsiones eclámpticas
fueron consideradas como estados de posesión diabólica.2
1er Artículo
1er Artículo
Puntos de vista:
Según Elba Gómez, las pacientes con hipertensión crónica suelen ser mayores de 30 años,
obesas, multíparas, con alguna enfermedad asociada, como diabetes o enfermedad renal
lo que coincide con nuestro trabajo. Según Viviana Sáez en su estudio la preeclampsia
incidió en adolescentes en un (6,8%), los valores de este estudio fueron más elevados
pero significativos también para este grupo especial.
Según Orizondo Ansola en su investigación, se estudiaron 150 pacientes con HTA crónica
leve y se compararon los resultados obstétricos y perinatales con un grupo control de
embarazadas normales. Las pacientes con HTA crónica tuvieron mayores índices de parto
pretérmino preeclampsia sobreañadida, hematoma retro placentario recién nacidos de
peso 2,500g mal nutrido fetal y mortalidad perinatal que los controles.
2do Artículo
Puntos de vista:
Villegas plantea que la obesidad se relaciona con la preeclampsia. Lugo Sánchez la señala
como un factor predisponerte de gran importancia para el desarrollo de la enfermedad, y
en el estudio de Moya Romero, ocupó el primer lugar en importancia. Sin embargo, en
este estudio la malnutrición por defecto fue la que reportó el mayor número de casos, lo
cual se corresponde con otros en los cuales las desnutridas tienen mayor riesgo de
padecer la enfermedad; en lo que sí casi todos coinciden es en encontrar relación entre
los estados de mal nutrición y la entidad que nos ocupa.
Puntos de vista:
Salinas Portillo señala la hipertensión crónica como un factor favorecedor del bajo peso al
nacer debido a una placentación anómala.
Se concluye que la preeclampsia con elementos de agravamiento fue más frecuente entre
las hipertensas, incluso en aquellas con hipertensión arterial crónica. No se presentó
eclampsia en el período estudiado. La nuliparidad predominó, así como también las
madres entre 20 y 34 años. El crecimiento intrauterino asimétrico se manifestó de forma
más frecuente. El total de complicaciones maternas y neonatales fue bajo.
4to Artículo
Puntos de vista:
Según Von Dadelszen y otros,19 una disminución iatrogénica en la presión arterial puede
resultar en retardo intrauterino del crecimiento fetal.
Nguyen y otros, hallaron que los trastornos hipertensivos fueron uno de los principales
eventos que llevó a muerte fetal o neonatal en aquellas gestaciones incluidas en el estudio
multinacional de suplemento de calcio de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En el estudio de Roberts y otros descubrieron que las tasas de mayor mortalidad fetal se
encontraron en el grupo de madres con hipertensión crónica y las tasas menores en las
pacientes con hipertensión gestacional.
5to Artículo
Puntos de vista:
Se ha comprobado que en los primeros seis días posteriores al parto la tensión arterial
aumenta progresivamente llegando a su máximo entre el tercer y sexto día, se cree que
ello se debería a la movilización de 6 a 8 litros de agua total del espacio extravascular al
intravascular y de los 950 mEq de sodio total acumulados durante el embarazo, asociados
al aporte hídrico y al estrés durante el parto y puerperio. Existen numerosos esquemas
terapéuticos propuestos para el tratamiento de los trastornos hipertensivos del
embarazo, la mayoría adaptados y/o ajustados, según las diferentes sociedades y
organizaciones que estudian el tema o consensos que unifican criterios y crean
protocolos; estos proponen actuar previamente sobre los cambios en el estilo de vida y
comenzar el tratamiento antihipertensivo en las mujeres que persistan con cifras
tensionales mayores a 150/100 mmHg, con el objetivo de prevenir complicaciones como
la encefalopatía hipertensiva y el accidente cerebrovascular.
El estudio determino una prevalencia de hipertensión posparto en pacientes con HIE del
78,9%, la mayoría de las pacientes controlaron las cifras tensionales al mes del posparto,
en todos los casos asociando cambios en el estilo de vida con tratamiento farmacológico y
asociando dos fármacos antihipertensivos, generalmente metildopa con calcio-
antagonista, el único diurético utilizado durante la lactancia (espironolactona) fue
ventajoso en hipertensas con edemas; tan solo dos pacientes desarrollaron hipertensión
crónica, una de ellas secundaria a insuficiencia renal crónica.
Operaciones mentales de relación
1er Artículo
Variable dependiente: