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Textos Evaluacion Completa
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8° básico Los reyes del país blanco La tierra unida por el La nochebuena de los
espacio. Vagabundos
8
Simón es un mono.
13
Tolón es un león.
18
Son unos astutos animales.
26
Salen en su nave a la Luna.
37
La nave se posa en el suelo de la Luna.
43
Pasean y no se asustan.
47
Simón siente pena,
53
Pues está sin sus papás.
59
Tolón le pasa un maní.
A LA LUNA
Simón es un mono.
Tolón es un león.
Pasean y no se asustan.
EL PERRO 2
El perro es el amigo más fiel del hombre. Le ha prestado 15
innumerables servicios, tanto al rico como al pobre, al 26
cazador como al guerrero. Tú mismo te has divertido más de 38
una vez jugando con un perro. 45
El perro tiene el cuerpo cubierto de pelo, cuyo color y largo 57
varía según la raza. Su cabeza es aguda, terminando en la 69
nariz, la cual está siempre húmeda, para favorecer su olfato. 82
Este es sumamente fino y le sirve para localizar la presa y 94
seguir el rastro. 100
Para caminar, el perro se apoya en cuatro dedos, que están 112
protegidos por cojinetes. Las uñas se gastan al caminar, por 122
la cual no son aguzadas. Se dice que las garras del perro son 136
romas. 141
Aunque el perro suele comer de todo, prefiere la carne, 153
estando su hocico especialmente adaptado para 159
desmenuzarla. Los caninos son los dientes encargados de 168
desgarrar la carne, que luego tritura con los molares. Por esto 181
se dice que la dentadura del perro es “dentadura carnívora”. 192
El perro, cuando va de caza, localiza su presa con el olfato, y 205
cuando ésta huye, la persigue hasta que la alcanza, para 219
devorarla o entregarla a su dueño. 227
Cada año la perra suele tener de dos a diez perritos que 239
alimenta con la leche de sus mamas. 247
Extraído de “ El mundo en que vivimos”
EL PERRO
El perro es el amigo más fiel del hombre. Le ha prestado
innumerables servicios, tanto al rico como al pobre, al
cazador como al guerrero. Tú mismo te has divertido más de
una vez jugando con un perro.
El perro tiene el cuerpo cubierto de pelo, cuyo color y largo
varía según la raza. Su cabeza es aguda, terminando en la
nariz, la cual está siempre húmeda, para favorecer su olfato.
Este es sumamente fino y le sirve para localizar la presa y
seguir el rastro.
Para caminar, el perro se apoya en cuatro dedos, que están
protegidos por cojinetes. Las uñas se gastan al caminar, por
la cual no son aguzadas. Se dice que las garras del perro son
romas.
Aunque el perro suele comer de todo, prefiere la carne,
estando su hocico especialmente adaptado para
desmenuzarla. Los caninos son los dientes encargados de
desgarrar la carne, que luego tritura con los molares. Por esto
se dice que la dentadura del perro es “dentadura carnívora”.
El perro, cuando va de caza, localiza su presa con el olfato, y
cuando ésta huye, la persigue hasta que la alcanza, para
devorarla o entregarla a su dueño.
Cada año la perra suele tener de dos a diez perritos que
alimenta con la leche de sus mamas.
Extraído de “ El mundo en que vivimos”
LAUTARO 1
Una noche estaba Lautaro en las caballerizas del Conquistador 10
Don Pedro de Valdivia cuando una voz en un suave susurro pronunció 22
su nombre. El indio se sobresaltó; no estaba acostumbrado a recibir 35
visitas durante su trabajo, mucho menos a esa hora. El lugar estaba 49
apenas alumbrado por la luz parpadeante de una antorcha; ni un ruido 62
venía de la calle, y de vez en cuando el relincho de un caballo o el 79
choque de los cascos contra la piedra rompían el silencio. Lautaro 91
prestó atención. La voz volvió a oírse y desde un rincón obscuro vio 105
surgir una sombra; Lautaro retrocedió vacilando. 113
Lautaro, no temas… dijo la voz, y sonó tan suave, tan familiar, 130
que el indio se detuvo y, tranquilizado, intentó hablar, pero la sombra 145
se adelantó y, apareciendo ante la luz de la antorcha, no le dio tiempo 161
para decir nada. 165
Lautaro estaba ahora tan sorprendido, que tal vez ni siquiera 176
hubiera tenido voz para hacer la pregunta que le bailaba en los labios. 190
Frente a él estaba la figura de una muchacha. No tendría más de 204
dieciséis años; vestía acercándose a él aún más, ella le tomó de la 219
mano, y le dijo: 225
Esta noche debes venir a casa de Francisco de Villagra; allí en 238
la solera, hay un hombre aguardándote; él me ha dicho que trae un 253
mensaje para ti, un mensaje de Cayumanque, cacique de Arauco. 266
Fernando Alegría
(chileno)
LAUTARO
Una noche estaba Lautaro en las caballerizas del Conquistador
Don Pedro de Valdivia cuando una voz en un suave susurro pronunció
su nombre. El indio se sobresaltó; no estaba acostumbrado a recibir
visitas durante su trabajo, mucho menos a esa hora. El lugar estaba
apenas alumbrado por la luz parpadeante de una antorcha; ni un ruido
venía de la calle, y de vez en cuando el relincho de un caballo o el
choque de los cascos contra la piedra rompían el silencio. Lautaro
prestó atención. La voz volvió a oírse y desde un rincón obscuro vio
surgir una sombra; Lautaro retrocedió vacilando.
Lautaro, no temas… dijo la voz, y sonó tan suave, tan familiar,
que el indio se detuvo y, tranquilizado, intentó hablar, pero la sombra
se adelantó y, apareciendo ante la luz de la antorcha, no le dio tiempo
para decir nada.
Lautaro estaba ahora tan sorprendido, que tal vez ni siquiera
hubiera tenido voz para hacer la pregunta que le bailaba en los labios.
Frente a él estaba la figura de una muchacha. No tendría más de
dieciséis años; vestía acercándose a él aún más, ella le tomó de la
mano, y le dijo:
Esta noche debes venir a casa de Francisco de Villagra; allí en
la solera, hay un hombre aguardándote; él me ha dicho que trae un
mensaje para ti, un mensaje de Cayumanque, cacique de Arauco.
Fernando Alegría
(chileno)
La casita de caramelo.
Había una casita de caramelo.
Tenía las paredes de turrón.
El techo era de chocolate.
Las puertas y las ventanas de caramelo
de menta.
Los muebles eran de caramelo de fresa.
Menos el colchón de la cama que era de
chicle.
Un día llovió.
Y la casa se deshizo dulcemente, poquito
a poco.
EL MONITO ROSA 3
Este era un monito muy gracioso. Lo llamaban 12
Monito Rosa por su pelo claro y delicado. 21
Vivía con su familia sobre las ramas de un 30
gran árbol, en el corazón de la selva. 40
Era alegre como un niño y solamente pensaba 48
en saltar de rama en rama y en correr tras las 59
mariposas. 61
Pero lo que más le gustaba era imitar lo que 71
hacían los hombres. Lo mismo que hacen 79
algunos niños chicos cuando quieren parecerse 85
a los mayores. 89
Un día, Monito Rosa llegó, persiguiendo una 98
mariposa, hasta el límite del bosque. A poca 108
distancia, vio a un joven que descansaba 116
tranquilamente sentado al pie de un gran árbol. 125
Carlos Collodi
(extracto)
EL MONITO ROSA
Este era un monito muy gracioso. Lo llamaban
Monito Rosa por su pelo claro y delicado.
Vivía con su familia sobre las ramas de un
gran árbol, en el corazón de la selva.
Era alegre como un niño y solamente pensaba
en saltar de rama en rama y en correr tras las
mariposas.
Pero lo que más le gustaba era imitar lo que
hacían los hombres. Lo mismo que hacen
algunos niños chicos cuando quieren parecerse
a los mayores.
Un día, Monito Rosa llegó, persiguiendo una
mariposa, hasta el límite del bosque. A poca
distancia, vio a un joven que descansaba
tranquilamente sentado al pie de un gran árbol.
EL CÓNDOR
El Cóndor, que figura en nuestro escudo nacional,
es una de las aves más grandes. Vive en la cordillera de
los Andes y sus alas desplegadas, de extremo a
extremo, alcanzan hasta tres metros.
Su cuello es corto, sin plumas, aunque el macho
tiene un collar blanco. La cabeza es pequeña y tiene
ojos vivaces que poseen una vista extraordinaria. Su
pico es fuerte y ganchudo.
Las patas son cortas y provistas de poderosas
garras, ya que es carnívoro, como todas las aves
rapaces. Se alimenta de cadáveres de mamíferos y
crías de vacuno y corderos. A veces come tanto, que
no puede levantar el vuelo.
Es muy desconfiado al atacar a una presa y cuando
está herido se defiende rabiosamente de sus enemigos.
El nido lo hace en los riscos más elevados y
difíciles de alcanzar, poniendo los huevos en un hueco
de la roca.
Los polluelos nacen cubiertos de un plumón
blanquecino, debiendo ser alimentados por sus padres.
Su vuelo es imponente y sereno y apenas mueve las
alas de vez en cuando. Vuela a la altura increíble de
siete mil metros.
LA PATAGONIA 2
Hoy, la Patagonia austral se divide físicamente en tres 12
regiones de características muy dispares. Una es la región 21
de la pampa, que abarca entre la costa del océano Atlántico 34
hasta el límite de la región boscosa de la cordillera de los 46
Andes. Esta región boscosa comprende la extensión que 55
llega hasta dentro de la cordillera, donde terminan los 65
bosques a una altura de mil campos de hielo aún 75
inexplorados, nieves perpetuas y ventisqueros que desgrana 83
n
sus témpanos en los enrevesados canales magallánicos 90
del Pacífico. 93
El Estrecho de Magallanes corta la cola de América y 103
de la Patagonia, dejando al sur la gran isla de Tierra del 116
Fuego y numerosos archipiélagos. Más al norte, el seno 127
de Última Esperanza es otro estrecho frustrado, pues ese 137
brazo de mar del Pacífico avanza por entre altas cordilleras 147
casi hasta la misma pampa, donde tiene una prolongación 157
lacustre en el lago Toro, de ciento setenta y cinco kilómetros 169
de superficie y sólo a veintiún metros de su nivel. El río 182
Serrano se encarga de unirlos, y por cuyo curso ha subido 194
más de una foca a bufar junto a los prados de paramelas 206
que circundan el este del lago. 213
Francisco Coloane
Extracto
LA PATAGONIA
Hoy, la Patagonia austral se divide físicamente en tres
regiones de características muy dispares. Una es la región
de la pampa, que abarca entre la costa del océano Atlántico
hasta el límite de la región boscosa de la cordillera de los
Andes. Esta región boscosa comprende la extensión que
llega hasta dentro de la cordillera, donde terminan los
bosques a una altura de mil campos de hielo aún
inexplorados, nieves perpetuas y ventisqueros que desgranan
sus témpanos en los enrevesados canales magallánicos
del Pacífico.
El Estrecho de Magallanes corta la cola de América y
de la Patagonia, dejando al sur la gran isla de Tierra del
Fuego y numerosos archipiélagos. Más al norte, el seno
de Última Esperanza es otro estrecho frustrado, pues ese
brazo de mar del Pacífico avanza por entre altas cordilleras
casi hasta la misma pampa, donde tiene una prolongación
lacustre en el lago Toro, de ciento setenta y cinco kilómetros
de superficie y sólo a veintiún metros de su nivel. El río
Serrano se encarga de unirlos, y por cuyo curso ha subido
más de una foca a bufar junto a los prados de paramelas
que circundan el este del lago.