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Articulación (anatomía)
TA A03.0.00.001
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Gray pág.285
FMA 7490
Índice
1Introducción
o 1.1Líquido sinovial
o 1.2Membrana sinovial
o 1.3Cavidad articular
o 1.4Cartílago articular
o 1.5Hueso subcondral
o 1.6Cápsula articular
2Clasificación
o 2.1Clasificación por estructura
2.1.1Sinoviales
2.1.2Fibrosas
2.1.3Cartilaginosas
o 2.2Clasificación por función [8]
2.2.1Diartrosis
2.2.2Anfiartrosis
2.2.3Sinartrosis
3Enfermedades de las articulaciones
4Véase también
5Referencias
6Bibliografía
Introducción[editar]
El cuerpo del adulto humano está formado por 206 huesos aproximadamente, los cuales son
rígidos y contienen gran cantidad de sales de calcio que le proporcionan su dureza. Tienen
cinco funciones principales: sostén, protección, movimiento, reservorio de calcio
y hematopoyesis (formación de las células de la sangre).
Los huesos forman el esqueleto, el cual se divide en dos:
Esqueleto axial: formado por cabeza, cuello y huesos del tronco (cráneo, costillas,
esternón, vértebras y el sacro).
Esqueleto apendicular: formado por huesos de los miembros incluidos los que forman
las cinturas pectoral y la pélvica.
Los huesos se enlazan mediante articulaciones que permiten el movimiento, existen diferentes
tipos de articulaciones, pero una de las más importantes son las articulaciones sinoviales,
representada entre otras por la cadera, rodilla, hombro y articulaciones interfalángicas de
manos y pies. Tienen gran movilidad y están formadas por una cavidad llena de líquido
sinovial y tapizada por la membrana sinovial. Los extremos de los huesos que la forman están
recubiertos por cartílago articular. Todo el conjunto se refuerza exteriormente mediante
una cápsula articular fibrosa que le da mayor estabilidad.1