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Tabla de contenidos
1. Introducción
1. Introducción
Disfrutar de un sistema de cine en casa hace tiempo que está al alcance de cualquier economía
doméstica. La gran variedad de opciones y modelos home cinema existentes en el mercado ha
acercado estos equipos al común de la población, haciéndolos aptos para casi cualquier tipo de
espacio, y ampliando enormemente sus posibilidades de uso y aplicaciones multimedia.
Con esta guía nos proponemos orientar al usuario en todos los pasos que se deben seguir para
disfrutar de una sala audiovisual en casa, equipada obviamente con un sistema home cinema
adecuadamente elegido, instalado y complementado con los elementos que se estimen más
oportunos. Para ello, empezaremos ofreciendo algunos consejos previos y orientativos para la
elección del mejor home cinema en función de las necesidades particulares de cada usuario,
repasando brevemente y grosso modo las características que debe cumplir la estancia en la que
se ubique el equipamiento audiovisual. Entre estas características, atenderemos las siguientes:
Características de la sala
audiovisual
de protección que minimicen o incluso neutralicen los riesgos de robo e intrusión, peligros
a los que estas salas están especialmente expuestas dado el valor de los equipos y
elementos que figurarán en ella.
Una cuestión fundamental para elegir el equipo de cine en casa más conveniente para cada caso
es conocer qué tipos de home cinema existen, cómo se diferencian entre ellos y cómo reconocer
los equipos que más nos convienen en función de las características del espacio del que
disponemos. Por supuesto, repasaremos la nomenclatura técnica que distingue cada sistema de
cine en casa y dedicaremos algo de atención a los home cinema inalámbricos, una opción con
incontables ventajas que nos permite mejorar, entre otros aspectos, la comodidad, el confort y la
estética de nuestra sala audiovisual.
Es imprescindible conocer, aunque sea a grandes rasgos, qué elementos componen los sistemas
de cine en casa para manejarlos del modo más oportuno. Para facilitar el acercamiento a la
cuestión dividiremos estos componentes en 3 grandes grupos, cada uno de ellos tratado con
detalle en capítulos separados:
Como es de suponer, existen múltiples factores a tener en cuenta a la hora de elegir el mejor
home cinema para el hogar, algunos absolutamente determinantes si deseamos sacar el máximo
partido a nuestros equipos audiovisuales.
Sin embargo, y al contrario de lo que podríamos suponer de antemano, no todos ellos dependen
exclusivamente de la calidad y las prestaciones de los componentes del equipo (asuntos de los
que nos ocuparemos más adelante); muchos de estos factores están relacionados con las
características del espacio en el que se ubicará el home cinema, de las características acústicas
del entorno, de la iluminación y de otras cuestiones que identificamos, a continuación, agrupadas
bajo 3 grandes títulos.
El espacio
Las características del espacio en el que se ubicará el home cinema son un aspecto clave para la
elección del equipo más adecuado. Las dimensiones (superficie, altura...), el espacio disponible, el
uso de la sala, muebles, ventanas y cortinas, o la presencia de niños y mascotas pueden ser
cuestiones determinantes para lograr un resultado óptimo.
Dada la gran variedad de factores a considerar relacionados con el espacio, en esta misma guía
se incluye un capítulo exclusivamente dedicado a la cuestión: «Planificar y diseñar una sala
audiovisual».
La acústica
Pese a lo dicho hasta ahora, si tuviéramos que definir dos
aspectos fundamentales para la elección del mejor home
cinema, sin duda alguna estos serían la acústica y la imagen.
❖ Codificación del sonido: el sonido que emite un equipo de audio puede estar codificado
de distintos modos, empleando tecnologías diversas y con resultados que difieren (a veces
enormemente) los unos de los otros. Lo que nos interesa en nuestro caso es un sistema de
audio digital (actualmente, la práctica totalidad de los equipos codifican el sonido
digitalmente), que además sea surround, es decir, con efecto envolvente.
❖ Sistema surround: para conseguir un efecto de sonido envolvente, los equipos home
cinema incluyen sistemas de audio multicanal, compuestos por reproductores de vídeo y
sonido con distintos canales de audio, y por altavoces que cumplen funciones diversas.
Con frecuencia, los equipos de home cinema se distinguen entre ellos según las pistas o
canales de audio de los que disponen, mostrando dos dígitos (5.1, 7.1...): el primero
depende de los canales primarios de audio, o lo que es lo mismo, de la cantidad de
altavoces que se incluyen (1 por canal); el segundo hace referencia al canal de baja
frecuencia del equipo (LFE por sus siglas en inglés), que a su vez se reproduce en un
altavoz de baja frecuencia (o de graves, llamado subwoofer). Por ello, antes de elegir
nuestro home cinema, debemos fijarnos bien en el
número de canales con el que cuenta, y que a su turno
determinan el número de altavoces que incluye el
equipo. Debemos evitar, por supuesto, los sistemas 1.0
(mono), o los 2.0 (estéreo, pero escaso para lograr un
efecto envolvente).
La imagen
En algunas ocasiones los equipos de home cinema se comercializan en kits con todo incluido, a
veces también con pantalla. No es lo más habitual pero, sin duda, sí lo más cómodo. Pese a ello y
salvo contadas excepciones, recomendamos que al menos la pantalla la elijamos por nuestra
Existen muchos tipos de reproductores y con características específicas distintas, por lo que
adquirirlos junto al resto del equipo nos garantiza la máxima compatibilidad entre sus distintos
componentes. Sin embargo, debemos tener en cuenta algunas consideraciones a la hora de
adquirir el reproductor de un home cinema.
Actualmente, las smart TV o televisores inteligentes incluyen puertos para reproducir audio y vídeo
desde distintos soportes, e incluso directamente desde Internet. Si no disponemos de una
pantalla de este tipo, el reproductor de nuestro home cinema debería incluir estas características,
entre ellas:
Además, recomendamos que el reproductor soporte el abanico de formatos de audio y vídeo más
amplio posible, incluyendo por supuesto los de máxima calidad y con prestaciones adicionales,
como el blu-ray o el formato BD-3D.
3. La sala audiovisual:
características básicas
Por ello, antes de diseñar y planificar nuestra sala audiovisual, es preciso saber cuáles son estas
características que influyen de un modo básico y determinante en la experiencia audiovisual del
usuario, y que las tengamos presentes (ajustándonos a ellas en la medida de los posible) a la hora
de llevar a cabo nuestro proyecto.
En muchas ocasiones, hablar de una sala audiovisual en un domicilio tiene poco sentido debido,
principalmente, a limitaciones de espacio. La mayoría de home cinemas, sistemas de
reproducción multimedia o equipos de sonido instalados en viviendas particulares comparten
estancia con otras funciones además del disfrute audiovisual. Sin embargo, si tenemos la
oportunidad de contar con una sala o habitación que podamos destinar exclusivamente a este fin,
dispondremos de espacio de ocio único al que recurrir cuando nos apetezca y sin salir de casa.
Sea como sea, las estancias destinadas a este fin deben cumplir con unos requisitos mínimos,
que podemos resumir en los siguientes puntos.
Adecuación
Una sala audiovisual debe estar adecuada para ello. Aunque nos ocuparemos de su diseño y
planificación más adelante, y pese a ser una cuestión de lógica y sentido común, debemos evitar
que en una sala audiovisual (o en una estancia en la que los equipos multimedia altamente
sensibles como home cinemas compartan espacio con elementos destinados a otros usos) se
lleven a cabo actividades incompatibles con este tipo de ocio. Por ejemplo, no es en absoluto
adecuado instalarlos en talleres, gimnasios, salas de juegos físicos o infantiles, espacios
compartidos con mascotas... además, debería cumplir también con los requisitos siguientes.
De todo ello, como decíamos, nos ocuparemos con mayor detalle en el siguiente capítulo.
Equipamiento
No todo es el equipo en una sala audiovisual, pero sí una parte muy importante. Elegir
cuidadosamente el equipo más adecuado a nuestras circunstancias, exigencias y posibilidades es
fundamental para disfrutar de una experiencia a la altura de las expectativas.
En este sentido, sin embargo, debemos tener claro que contar con un equipo caro, o con las
máximas prestaciones no garantiza la mejor experiencia posible si el espacio no cuenta con unas
características adecuadas para sacarle el máximo partido. La difusión del sonido en la estancia, la
posibilidad de disponer los altavoces y otros elementos del equipo en los lugares adecuados, las
dimensiones de la sala, los usos a los que se destine además del audiovisual... todos ellos son
condicionantes claros que también se deben tener en cuenta.
Seguridad
La seguridad es fundamental en salas audiovisuales o estancias en las que acomodemos equipos
de este tipo.
No debemos entender por seguridad lo exclusivamente relacionado con la integridad física de las
personas; por supuesto, este es el factor más relevante, y
por ello estamos obligados a tomar las medidas oportunas
para protegernos de posibles percances y accidentes
(tomas de corriente debidamente protegidas, cableado
adecuadamente instalado, etc.). En una sala audiovisual
también hay que tomar las correspondientes medidas de
protección para los equipos y sus componentes (altamente
sensibles), tanto de golpes e impactos como de posibles
robos.
Conectividad
Las características de los equipos audiovisuales y home cinemas más actuales permiten
interconectar distintos dispositivos entre sí, e integrarlos a redes domésticas de datos y/o Internet.
Por ello, contar con una conectividad adecuada es fundamental si deseamos sacar el máximo
partido a nuestros equipos.
Como advertíamos anteriormente, en muchos casos no tendremos la opción de contar con una
sala para un uso exclusivamente dedicado al disfrute de películas, vídeos, videojuegos o música,
y la mayoría de las veces deberemos integrar los equipos audiovisuales en salones, comedores o
espacios compartidos con otros menesteres. Aquí, sin embargo, tomaremos como ejemplo una
situación hipotética e ideal, emplazando al lector a que adapte los consejos y las sugerencias que
se ofrecen a continuación al habitáculo con el que cuente en su hogar. La mayoría de estos
consejos y sugerencias son perfectamente extrapolables, por lo que no resultará difícil su
aplicación a distintos escenarios.
Antes de ejecutar cualquier paso e instalar los primeros componentes de la sala audiovisual es
necesario planificar la distribución de los distintos elementos que la configurarán, desde los
equipos electrónicos hasta los componentes necesarios de la instalación eléctrica.
Suponiendo que partimos de cero, es decir, que contamos con una sala completamente vacía,
deberemos empezar considerando cuestiones de tipo estructural, como la instalación eléctrica,
los sistemas de alarma que deseemos implementar, las tomas de redes e Internet, sistemas de
ventilación, posible insonorización... en definitiva, todo aquello que se precisa para adecuar el
espacio antes de integrar en él otros componentes y accesorios.
Instalación eléctrica
Si prestamos atención a la instalación eléctrica y a sus distintos componentes desde el principio
nos ahorraremos importantes quebraderos de cabeza en el futuro. Para ello, en primer lugar
debemos decidir en qué lugar ubicaremos los componentes principales de la sala (equipos, sillas
y sofás...) y qué complementos o dispositivos implementaremos en ella para, tras ello, planificar
adecuadamente la instalación eléctrica y la ubicación de sus distintos elementos.
En una sala audiovisual, los requisitos en lo que a suministro eléctrico se refiere no distan de los
de otras estancias de uso habitual, como salones y comedores. Sin embargo, siempre que sea
posible, es recomendable contar con una línea o derivación independiente para proteger a los
equipos electrónicos de los posibles percances que sufran otras líneas o derivaciones del hogar.
Lo ideal sería que esta línea, además, contase con dispositivos de protección contra sobrecargas
y sobretensiones, las principales amenazas que afrontan equipos informáticos y dispositivos
electrónicos en relación con la red eléctrica. Para ello, se pueden instalar estos elementos de
Cabe destacar, sobre este asunto, la posibilidad de recurrir a soluciones inalámbricas que nos
eviten la incomodidad y la inseguridad que suponen las instalaciones por cable. Y aunque nos
ocuparemos de ello más adelante con detalle, es preciso advertir que es en este punto cuando
más conviene decidir qué tipo de complementos y dispositivos se emplearán en la instalación. Si,
por ejemplo, optamos por elementos de última generación, como las soluciones autónomas por
Bluetooth, con conexiones HDMI y USB mediante las cuales podremos controlar remotamente (y
cargar) todos los dispositivos conectados a la red, deberíamos decidir ahora el lugar más
adecuado en el que concretarlos. Su ubicación ideal será cerca de las tomas de corriente, en
lugares de fácil acceso pero protegidos al mismo tiempo de posibles golpes, y del efecto de
agentes externos como el agua o el polvo. Y, por supuesto, en sitios próximos a las zonas de
descanso (al lado de los sofás o cerca del espacio destinado al descanso).
En cuanto a los puntos de luz y la iluminación, es necesario tener en cuenta que la iluminación
natural siempre es conveniente (además de saludable). Disponer de ventanas y aberturas al
exterior también garantiza una correcta ventilación del espacio, por lo que siempre que sea
posible es preciso elegir una estancia abierta al exterior. Sin embargo, la iluminación artificial
desempeña un papel clave en las salas audiovisuales, que deben contar con puntos de luz focal
en los lugares convenientes (por ejemplo cerca de los equipos, para garantizar una manipulación
segura de los mismos) y una iluminación general a ser posible regulable.
Seguridad
Hemos comentado con anterioridad que una sala audiovisual afronta riesgos en múltiples
sentidos, siendo el de mayor relevancia (por supuesto) el que afecta a la integridad física de las
personas. No obstante, estos espacios no presentan riesgos directos que requieran una atención
especial en este sentido (como sí ocurre en otro tipo de estancias, como talleres y cocinas, por
ejemplo) a parte de los que ya hemos comentado relacionados principalmente con la instalación
eléctrica.
En cambio, contar con una sala audiovisual en casa sí puede incrementar el riesgo para los
habitantes del hogar de un modo indirecto si consideramos el valor de los equipos que
instalaremos y el incremento, por este motivo, de las posibilidades de intrusiones y robos que se
afrontan.
Resulta adecuado, por este motivo, disponer los mecanismos de protección adecuados para
evitar al máximo la exposición de estas estancias a riesgos procedentes del exterior, por ejemplo
manteniendo alejados los equipos de accesos y ventanas, y procurando limitar el contacto visual
con los mismos a través de ventanas y accesos.
Para minimizar estos riesgos puede resultar oportuno (además de sencillo y accesible) automatizar
o controlar a distancia los cierres de persianas, instalar mecanismos de control de acceso e
incluso implementar sensores de movimiento y de presencia que nos adviertan del peligro a
tiempo para tomar las medidas de protección que se estimen necesarias en cada caso.
Existen infinidad de dispositivos que cumplen esta función de un modo óptimo y efectivo, pero sin
duda el modo más seguro de proteger cualquier espacio (con mayor motivo los especialmente
sensibles y expuestos a amenazas) es mediante kits de seguridad con control centralizado, como
el que incluye el sistema integral de seguridad Simon Vox Basic.
Comodidad y confort
Una sala audiovisual no es una estancia de paso. En ella se invierten incontables horas de ocio y
diversión, por lo que la comodidad y el confort no son asuntos en absoluto accesorios, sino que
ocupan un lugar central en el conjunto de cuestiones importantes a tener en cuenta durante su
planificación.
Pero también puede ocurrir lo contrario: disponer de un espacio con exceso de elementos
decorativos, muebles o diversos accesorios, aunque en un principio cumplan una función
orientada a mejorar el grado de confort de la estancia, a la larga pueden entorpecer la movilidad,
cargar el ambiente o incluso entorpecer la correcta distribución del sonido por la sala. La solución,
como siempre en estos casos, radica en hallar un término medio entre ambos extremos.
6. Tipos de equipamiento y
home cinema inalámbrico
Tras atender, en los capítulos anteriores, cuestiones básicas para disponer de una sala
audiovisual en casa que cumpla con los requisitos necesarios, ha llegado el momento de
volvernos a centrar en uno de los componentes centrales de cualquier espacio destinado a este
fin, el home cinema.
Dejando este asunto pendiente de tratar con más detalle en el último capítulo de esta guía, nos
centraremos ahora en los distintos tipos de equipos audiovisuales que podemos encontrar en el
mercado.
Sin embargo, incluso diferenciando los equipos por canales de audio, estos siguen presentando
una enorme variedad no solo en lo que a modelos y características se refiere, sino también en
Aunque los equipos de home cinema tienden cada vez más a integrar sus distintos componentes
en módulos únicos (reproductor, receptor A/V, amplificador...) simplificando enormemente su
instalación, no se trata en absoluto de equipos simples que puedan funcionar con una única
fuente de alimentación. A menudo, especialmente los home cinema con distintos módulos y
altavoces activos, requieren de distintas fuentes de alimentación de corriente eléctrica,
presentando los consiguientes cables de alimentación y conexión necesarios, algo que no solo
dificulta su instalación y manipulación, sino que también perjudica la estética de la sala en la que
se instalen.
Por este motivo, los home cinema ganan cada vez más adeptos, no solo
por su comodidad, simplicidad y eficacia estética, sino también porque
presentan enormes ventajas de manipulación y control, permitiendo
operar con ellos desde dispositivos móviles como smartphones y
tabletas.
7. Componentes centrales
del home cinema
Ya hemos mencionado que algunos home cinema se comercializan en equipos compactos,
formados por escasos módulos que integran todos los elementos necesarios para disfrutar de una
experiencia parecida (o en algunos casos incluso superior) a la de las salas de cine en nuestro
hogar. En otras ocasiones los equipos home cinema presentan una mayor variedad de módulos,
pero en todos los casos un equipo de cine en casa siempre deberá contar con los siguientes
elementos centrales:
Dado que, actualmente, la mayoría de esta información está digitalizada, la fuente o reproductor
debe ser capaz de leer formatos de audio y vídeo digitales, algo que aparentemente podría
parecer secundario o banal, pero que en realidad representa uno de los principales factores de
diferenciación entre las distintas fuentes o reproductores que se comercializan. Para simplificar un
poco este asunto, hemos agrupado en grandes 3 categorías los distintos tipos de reproductores
que podemos encontrar en el mercado:
❖ Blu-Ray: es el siguiente eslabón de la cadena evolutiva del DVD. Permite almacenar
grandes volúmenes de datos, y vídeos y audio de alta definición. El lector de Blu-Ray,
además, permite reproducir DVD clásicos, y algunos de los modelos más actuales incluyen
funciones de Smart TV, para convertir un televisor cualquiera en un dispositivo inteligente
sin tener que gastar grandes sumas de dinero.
❖ 3D: para disfrutar no solo de un sonido envolvente (el efecto que se consigue con el
surround) sino también de una imagen en 3 dimensiones, el reproductor debe ser
compatible con formatos Blu-Ray 3-D. Pero ojo, porque de nada servirá disponer de un
lector de este tipo si no se cuenta con una pantalla o un televisor capaz de reproducir
imágenes en 3 dimensiones.
8. Componentes periféricos
del home cinema
En anteriores capítulos hemos mencionado la importancia de fijarnos en los canales de audio del
home cinema a la hora de elegir el mejor equipo para nuestro hogar, es decir, dicho simple y
llanamente: la cantidad de pistas que posee el equipo de cine en casa, algo que determina la
presencia física de un número mayor o menor de altavoces.
Y sí, efectivamente los altavoces son los periféricos más importantes del home cinema, pero no
los únicos, por lo que en este apartado nos fijaremos en otro componente imprescindible que
también podríamos considerar, hasta cierto punto, periférico, y que normalmente es fuente de
dudas y problemas durante la instalación de estos equipos audiovisuales: el cableado.
Cableado y conexiones
Todo equipo home cinema incluye cableado y conexiones que podemos agrupar bajo 3 grandes
tipos:
➢ Cables de vídeo
➢ Cables de audio
➢ Cableado eléctrico
Cables de vídeo
Analógicos o digitales, los cables de vídeo son los más sensibles del equipo, especialmente los de
alta definición o HDTV, que soportan flujos de información de gran
volumen.
Cables de audio
Las interconexiones de audio en los equipos home cinema suelen estar preparados para soportar
grandes volúmenes de información, y para reducir el ruido y las interferencias de sonido. Los más
habituales son los cables coaxiales (de menor calidad y poco recomendables para sonido digital),
y los balanceados o simétricos.
A parte, claro está, tenemos los cables de altavoz, elementos a los que normalmente se les presta
una atención menor pese a ser componentes fundamentales para disfrutar de una experiencia
óptima. Para ello, debemos procurar que los cables de altavoz sean lo más cortos y anchos
posible (lo veremos cuando atendamos la instalación de un home cinema), con un grosor mínimo
de 2 mm.
Existen muchos tipos de cables de audio y vídeo, cada uno de ellos con funciones y
características muy concretas. Sin embargo (y dejando a un lado el cableado de altavoz), para las
interconexiones de audio y vídeo se recomienda encarecidamente que en la medida de lo posible
se sustituyan los cables que incluyen de serie los equipos por cables HDMI (interfaz multimedia de
alta definición), en los casos en los que el fabricante no los proporcione con el kit que adquirimos.
Cableado eléctrico
Son los alimentadores que proporcionan corriente eléctrica a los componentes que la precisan.
Cuanto más simple sea el equipo (menos módulos), menor número de cables eléctricos se
requerirá. Sin embargo, sea cual sea nuestro caso, se recomienda evitar en la medida de lo
posible el uso de extensores y alargadores, y concretar las tomas de corriente necesarias lo más
cerca posible de la ubicación definitiva del equipo. Para este fin, las centralizaciones son
perfectas: además de tomas de corriente, podemos incluir en ellas puntos de acceso a redes e
Internet mediante cable, interruptores y reguladores de luz y de potencia, además de otros
elementos analógicos o digitales ideales para controlar los distintos complementos eléctricos del
espacio y el ambiente general de la sala.
Altavoces
El universo de los altavoces es complejo y muy surtido. Sin embargo, podemos empezar
diferenciando entre dos grandes tipos: los altavoces activos y los pasivos.
Los altavoces activos son aquellos que precisan alimentación eléctrica, ya que incorporan
amplificadores en su misma carcasa. Los pasivos, en cambio, solo necesitan estar conectados
con el amplificador mediante cables de altavoz, sin requerir alimentación eléctrica.
En los equipos home cinema podemos encontrar altavoces de los dos tipos, y ambos son
perfectamente válidos para cumplir con su misión siempre que los materiales con los que están
fabricados sean de calidad. No obstante, cada uno de ellos presenta inconvenientes y ventajas
que los pueden hacer más o menos indicados para cada caso.
❖ Altavoces activos: requieren alimentación eléctrica, por lo que el número de cables que se
deben manejar es muy superior. En cambio, al integrar miniamplificadores (y en algunos
casos incluso controles de balance del sonido), la regulación del audio puede ser más
ajustada y personalizada.
❖ Altavoces pasivos: con menos cables, por supuesto, pero también con menores opciones
de personalización. Si se concretan físicamente a distancias alejadas de los componentes
centrales del equipo, no son los altavoces más recomendables ya que el sonido, como
hemos comentado, pierde calidad.
Aunque los home cinema que se comercializan son, frecuentemente, del tipo 5.1 (1 altavoz
central, 2 frontales y 2 traseros, más el subwoofer), cada vez son más habituales los de 7 pistas, o
7.1; lógicamente, cuantos más canales ofrezca el equipo, mejor será la experiencia de sonido de
la que disfrutemos.
9. Instalación de un home
cinema básico
La instalación de un sistema de cine en casa puede variar levemente en función de las
características específicas de cada equipo. Aquí nos ocuparemos de la instalación de un equipo
estándar, compuesto por un lector o fuente, un módulo receptor A/V, un subwoofer y 5 altavoces
periféricos (un equipo 5.1, el más habitual).
Es imprescindible que, antes de empezar con la instalación, leamos con detenimiento las
instrucciones y especificaciones del fabricante del equipo. En ellas, entre otras cuestiones, se nos
ofrecerá una descripción detallada de los componentes que lo integran, y que deberemos
comprobar y reconocer detalladamente para que el proceso de instalación se lleve a cabo del
mejor modo posible, sin problemas ni percances que incluso podrían
comprometer la garantía del fabricante.
deben manipular dispositivos electrónicos mientras estos estén conectados a una fuente de
electricidad).
El siguiente paso será concretar y conectar el receptor A/V, siguiendo los mismos pasos
anteriores y conectándolo con los demás componentes centrales del home cinema. Tras ello,
viene el proceso más complejo: la instalación de los altavoces.
Canales como la Cablomax K45, además de permitirnos organizar adecuadamente los distintos
tipos de cableado instalando un único elemento y manteniendo una distancia óptima entre sí para
evitar interferencias, nos brindan la posibilidad de concretar, en ellas y en el punto que más nos
convenga, cualquier tipo de toma de corriente, placas multimedia, tomas de voz y/o conexiones
No obstante, antes de instalar las guías pertinentes, deberemos decidir la ubicación definitiva de
los altavoces. En primer lugar, pues, procederemos a instalar el subwoofer, el altavoz que puede
condicionar de un modo más determinante el flujo de las ondas de sonido por el espacio.
La ubicación del subwoofer dependerá de las condiciones acústicas de la sala, siendo la más
habitual la parte frontal del espectador, con una distancia mínima de medio metro respecto a las
paredes y otros elementos sólidos. Sin embargo, en función del espacio, nos puede resultar más
conveniente instalarlo justo detrás de la ubicación destinada a los espectadores, siempre
reservando una distancia de seguridad mínima respecto a los mismos y a elementos estructurales
que puedan deformar o condicionar la transmisión de las ondas. En cualquier caso, se deben
evitar esquinas y rincones.
Los altavoces frontales deben concretarse frente al espectador, orientados hacia él de modo que
si trazamos una línea imaginaria que parta de cada altavoz esta confluya en los espectadores. A
medio camino entre ambos se instalará el altavoz central.
Finalmente, los altavoces traseros deberán situarse de un modo similar a los frontales, pero por
supuesto detrás de los espectadores, a una distancia proporcional. El trazado general debe
orientar el sonido emitido por cada altavoz hacia un mismo punto: el espectador, reservando una
distancia equitativa entre los periféricos y el lugar destinado a los espectadores.
Los equipos dotados con más canales de audio (7.1, 9.1) deben seguir este mismo esquema,
rellenando convenientemente los espacios entre altavoces en función de las características de
cada periférico extra (normalmente, altavoces centrales y laterales).
Existen infinidad de complementos para home cinemas y salas audiovisuales. Tan amplio es el
abanico de opciones que no es posible enumerarlas todas de un modo completo y exhaustivo.
Sin embargo, mencionaremos algunos de los que pueden aportar un valor añadido a nuestra sala
audiovisual, mejorando enormemente el disfrute y la experiencia del cine en casa, y añadiendo
funcionalidades al espacio para contar con una completa sala de ocio audiovisual en el hogar.
Otro complemento imprescindible para equipos home cinema que cuenten con un televisor
equipado con la tecnología adecuada y un reproductor Blu-Ray capaz de leer formatos de vídeo
en 3 dimensiones, son las gafas 3D. También en este caso existe una variedad creciente de
Por último, un estupendo complemento para el home cinema, especialmente cuando las
dimensiones del espacio limitan nuestras posibilidades, son las barras de sonido, las cuales son
un medio estupendo para amplificar el sonido de los altavoces sin tener que renovar todo el
equipo.
Por ejemplo, un proyector de imagen (con la respectiva pantalla) puede ser el complemento ideal
para disfrutar de una auténtica sala audiovisual en casa. Actualmente, los precios de estos
dispositivos los hacen asequibles para el público general, y aportan un valor añadido único al
espacio.