El resumen del cuento el profesor suplente de julio ramón Ribeyro es el
siguiente: una pareja de esposos, Matías y su esposa eran de clase media. Estaban tomándose un té, una tarde, y hablando de los sufrimientos que atraviesan las personas de condiciones baja, como ellos. De pronto se vio interrumpido ante los sonidos de la puerta. Era el doctor valencia, quien se iría de viaje; muy contento, le dijo Matías de ahora en adelante serás profesor, ya no cobrador en transportes, y antes de que Matías hablara. Llamó al director y le dijo ya he encontrado el profesor suplente que me remplazara. Continuó hablando, y esto te abrirá las puertas, y podrás trabajar de docente en otros colegios, y quien sabe hasta en la universidad; dicho esto abrazándolo se despidió; Matías no había reaccionado y mirando a su esposa con un gesto lo prohibió comentario alguno, y luego dijo todo esto no me sorprende. Un hombre de mi calidad no podía quedar sepultado. Se encerró en su comedor, desempolvó los libros que tenía guardado; después de doce años volvería a leer, la última vez que estudio fue para el examen de bachillerato, cosa que no aprobó, y culpo al juez; prohibió que nadie lo molestara ni sus amigos Baltazar y Luciano. Al día siguiente a las diez de la mañana con la lección aprendida para su presentación se fue. Con el terno bien puesto. Llegó al colegio. Le pareció muy temprano, camino hasta la esquina de un parque, saco un pañuelo y se enjugó la frente, cuando detrás de una vitrina de discos, vio a un hombre pálido que lo espiaba, constato que era su reflejo.se dispuso a regresar, el reloj de la municipalidad ya marcaba las once. De regresó al colegio en la entrada, sintió una confusión con la información que había investigado, y todo se había mezclado en su mente, no sabía si la hidra era un animal marino, o un monstruo mitológico y rápidamente consulto sus apuntes, ante el asombro del portero que lo miraba, decidió retirarse, camino y camino y ya su mente se había confundido. Desconcertado se regresó al parque y ahí estuvo hasta que un campanazo parroquiano lo hizo volver en sí, todavía estaba en la hora. Con la virtud que el tenia de terquedad regreso al colegio. Y cuando estuvo a punto de entrar, vio a unos hombres que lo observaban lo hizo recordar al jurado de su infancia. Y se retiró, el portero corrió y le dijo no es usted el profesor Matías palomino, profesor de historia; sintiendo que era una burla, dijo yo soy ¡cobrador!; camino a su casa. Su esposa lo esperaba con los brazos abiertos; y le pregunto cómo te ha ido magnífico dijo, los alumnos me aplaudieron. Y se echó a Llorar.