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Análisis Comparativo

de los sistemas
procesales penales
de Estados Unidos, Chile,
Colombia y México.
Análisis mínimo de Derecho Adjetivo Penal Comparado.

Escriben:

Rodolfo Campos Montejo

César Humberto Madrigal Martínez

Marcos Alejandro Celis Quintal

Marcial Bautista Gómez

Alfredo López Cruz

Ricardo Ávila Heredia

3
Primera edición 2011

Copyright © 2011, CONATRIB

ISBN:

Se prohibe la reproducción total o parcial de


esta obra, sea cual fuere el medio, electrónico
o mecánico, sin el consentimiento por escrito
de los autores.

Impreso en México • Printed in Mexico

4
Prólogo.

E
l sistema de justicia penal mexicano está
en una etapa de transición democrática.
Lo anterior, ya que la reforma consti-
tucional de 2008 establece un proceso
más cercano a la ciudadanía, reestructura los
pesos y contrapesos entre los operadores del
sistema, diferencia claramente los distintos
sujetos procesales (acusador, defensor y juzgador)
y garantiza en mayor medida los derechos del
acusado, procurando un mayor equilibrio entre
las partes, sin olvidar por supuesto los derechos
de las víctimas.

El proceso democrático de redefinición del nuevo


Sistema de Justicia Penal deberá contemplar
diversos matices de interpretación de los principios
establecidos en la propia Constitución, sin que
esta interpretación pueda vulnerar en forma
alguna el principio de superioridad constitucional.
Recordemos que la norma constitucional necesita
ser desarrollada por la norma secundaria para
hacerse efectiva, y es durante este proceso donde
encontraremos las diversas interpretaciones del
sistema de justicia penal.

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Prueba de ello, es que no existe un modelo único de proceso
acusatorio y adversarial, ni un modelo único de juicio oral
en el mundo o en México; a pesar de que existen principios
comunes en todos los modelos, como son la presunción
de inocencia, la inmediación, la oralidad, la publicidad, la
contradicción, entre otros. Estas diferencias se sustentan en
que dichos principios son fijados en la Constitución como
principios informadores y no como reglas del proceso.

En este sentido, es posible observar en el derecho comparado


internacional diferentes matices en la interpretación de los
mismos principios; y de igual forma encontraremos estas
diferencias en los procesos de reforma locales.

En México, la bibliografía nacional que puede orientar a los


poderes legislativo, ejecutivo y judicial en la interpretación de
los principios del sistema acusatorio y adversarial es escasa,
aunque se encuentra en aumento. Por lo cual, es de reconocer
el esfuerzo de la Comisión Nacional de Tribunales Superiores
de Justicia de los Estados Unidos Mexicanos (CONATRIB)
para editar esta obra de Derecho Penal Comparado de los
sistemas norteamericano, colombiano, chileno y mexicano,
titulada: Análisis Comparativo de los Sistemas Procesales
Penales de Estados Unidos, Chile, Colombia y México.

Este libro será una herramienta útil y puntual para conocer


las experiencias en los países de estudio y orientar de forma
práctica la implementación de instituciones extranjeras,
previo estudio científico de su viabilidad en cada ente
nacional o local.

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Antes de referirme, aunque sintéticamente, al contenido de
la presente obra, quiero hacer mención de los autores que
participan en ésta, quienes aportando sus conocimientos
del sistema y su experiencia personal nos bridan un texto
original y de gran calidad: Rodolfo Campos Montejo, Cesar
Humberto Madrigal Martínez, Marcos Alejandro Celis
Quintal, Marcial Bautista Gómez, Alfredo López Cruz,
Ricardo Ávila Heredia y Alfredo López Pérez.

Respecto a la estructura del libro, encontraremos 3 grandes


apartados: el primero destinado al estudio comparativo
con Estados Unidos, el segundo con Colombia y el tercero
con Chile.

Por lo que toca a las experiencias en los Estados Unidos


de Norteamérica, el libro aborda cuatro tópicos, en igual
número de artículos:

• Similitudes y diferencias, pros y contras de los sistemas


legales (sistema de derecho civil vs sistema de derecho
común) y sistema procesal penal México - Estados
Unidos: describe el sistema de justicia penal de los
Estados Unidos de América y se explican algunas de sus
figuras jurídicas más importantes, a saber: el precedent,
el jurado, el plea bargaining, el principio de contradicción
y las etapas del juicio criminal, e incluye una reflexión
sobre la importancia de la formación de los abogados en
México y la colegiación obligatoria.
• El por qué mirar al modelo de enjuiciamiento penal
norteamericano para mejorar el modelo mexicano:

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enuncia las fortalezas y conveniencias del modelo de
enjuiciamiento penal de los Estados Unidos y las razones
por las que, según su autor, éste aventaja al modelo
europeo-latinoamericano. Además, reflexiona sobre
la naturaleza jurídica de la reforma constitucional de
junio de 2008 y se muestra convencido de, en lo posible,
adaptar el modelo norteamericano y sus instituciones al
modelo mexicano.
• Sistema penal oral y adversarial con derecho al jurado
de los Estados Unidos de Norteamérica: explica la
relevancia del jurado y del juez en el sistema de justicia
penal de los Estados Unidos y la forma en la que se aplica
la Constitución y las leyes secundarias en el proceso.
Así mismo, ilustra sobre la organización del sistema
judicial y la intervención de los jueces en las etapas del
procedimiento anglosajón.
• Sistema penal oral y adversarial con derecho al jurado
de los Estados Unidos de Norteamérica: su autor relata
sus experiencias personales en el proyecto denominado
“Intercambio cultural sobre los sistemas penales entre
EEUU y México” y describe las semejanzas y diferencias
entre ambos sistemas de justicia.

En cuanto a las experiencias colombianas, el libro recoge


tres ensayos que ilustran la situación de Colombia:

• El sistema penal acusatorio en Colombia: proporciona


una visión del sistema de justicia penal colombiano,
abordando sus directrices básicas: principio acusatorio,
principio de defensa y concepción del juez, y profundizan

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sobre la idea del debido proceso. Al mismo tiempo, en un
legítimo ejercicio de autocrítica, exponen algunas de las
críticas más severas a este modelo.
• El sistema acusatorio colombiano: un esfuerzo valiente,
en el que su autor enumera los aciertos de ese sistema
de justicia penal y apunta los aspectos a revisar, que
ponen en grave riesgo al sistema. Aborda los aspectos
procesales de este modelo y los contrasta con el sistema
de justicia chileno.
• El sistema procesal penal acusatorio y adversarial de
Colombia: reflexión en la que se abordan las generalidades
del sistema de justicia penal colombiano y denuncian
sus debilidades. Interesante resulta el llamado al riesgo
de implantar un sistema de justicia costoso en un país
sin recursos económicos, poca infraestructura y sin
personal capacitado, en el que el congestionamiento
administrativo lo pone al borde del colapso.

En lo que hace a Chile, el libro recoge cuatro colaboraciones


de interesante contenido:

• Los retos de la implementación del nuevo sistema penal


mexicano a la luz de la experiencia chilena: enuncia los
éxitos y aciertos del sistema de justicia penal chileno a diez
años de su instauración, pero también se reflexiona sobre
los retos y los riesgos que hoy experimenta. Así mismo,
expone ocho condiciones angulares para garantizar el
éxito de la reforma constitucional de 2008 en México.
• Sistema de administración de justicia penal en Chile: se
describe el rol de cada uno de los actores del sistema de

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justicia penal chileno y desarrolla de manera sucinta y
clara el proceso penal chileno, pasando desde la etapa
de la investigación hasta la emisión de la sentencia,
subrayando la importancia del respeto irrestricto a los
derechos humanos y la economía procesal.
• Sistema procesal penal acusatorio y adversarial de la
república de Chile (Estrategias de implantación del
sistema): describe el contexto histórico de la reforma del
sistema de justicia penal chileno y desarrolla los principios
del sistema acusatorio adversarial. Posteriormente,
describe las debilidades y fortalezas del nuevo sistema y
pone a consideración del lector un conjunto de aspectos
que deben considerarse para la implementación exitosa
de la reforma de 2008.
• Aproximaciones al sistema adversarial Chileno en un
contexto integral de política criminológica: describen las
causas y las razones que motivaron la implantación del
sistema adversarial chileno y se exponen sus ventajas
con relación al viejo sistema inquisitivo. Así mismo,
se diserta sobre los riesgos a los que se enfrenta al no
contar con un sistema de reinserción social a la altura y
urge la necesidad de diseño de una política criminológica
integral.

Finalmente, el libro incluye la colaboración: La reforma


constitucional del 2008 como agente de cambio en
el México del siglo XXI, en la que su autor ofrece un
diagnóstico del sistema de justicia penal actual de México
e ilustra los principales obstáculos a los que se enfrenta la
reforma constitucional de 2008. Advierte el error de querer

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trasplantar un modelo extranjero sin antes elaborar un
estudio sobre la realidad mexicana y señala que el mayor
de los aciertos será la aplicación gradual del sistema y la
adecuada capacitación de sus operadores. Esto último
resulta de enorme veracidad y vale la pena considerarlo
permanentemente.

Me permito recomendar esta obra -que se suma a la


creciente lista de literatura en el tema- a todos los lectores
interesados en tener una aproximación al sistema de
justicia penal acusatorio y a los juicios orales en los Estados
Unidos, Colombia y Chile.

Por último, me tomo la libertad de enfatizarle al lector


que las instituciones del derecho extranjero que en esta
obra se presentan no pueden ser interpoladas de forma
automática en los sistemas normativos locales, sino que
la incorporación debe ser antecedida por un estudio de la
viabilidad de la institución en la realidad local donde se
quiera implementar.

Felipe Borrego Estrada


Secretario Técnico del Consejo de Coordinación para la
Implementación del Sistema de Justicia Penal

7 de septiembre de 2011
México, Distrito Federal.

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Contenido
7 Estados Unidos

9 Similitudes y diferencias, pros y contras de


los sistemas legales (Sistema de Derecho
Civil vs Sistema de Derecho Común) sistema
procesal penal México-Estados Unidos
César Humberto Madrigal Martínez

31 El por qué mirar al Modelo de


Enjuiciamiento Penal Norteamericano para
mejorar el Modelo Mexicano
Marcos Alejandro Celis Quintal

47 Sistema penal oral y adversarial con derecho


al jurado de los Estados Unidos
de Norteamérica
Alfredo López Cruz

63 Sistema penal oral y adversarial con


derecho al jurado de los Estados Unidos de
Norteamérica
Marcial Bautista Gómez

81 Colombia

83 El sistema penal acusatorio en Colombia


César Humberto Madrigal Martínez
Rodolfo Campos Montejo

99 El Sistema acusatorio colombiano: un


esfuerzo valiente.
Marcos Alejandro Celis Quintal

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111 Sistema procesal penal acusatorio y
adversarial de Colombia.
Marcial Bautista Gómez
Rodolfo Campos Montejo

125 Chile

127 Los retos de la implementación del nuevo


sistema penal mexicano a la luz de la
experiencia chilena
Marcos Alejandro Celis Quintal

141 Sistema de administración de justicia penal


en Chile
Alfredo López Pérez

159 Sistema procesal penal acusatorio y


adversarial de la republica de Chile.
(Estrategias de implantación del sistema)
Marcial Bautista Gómez

173 Aproximaciones al sistema adversarial


Chileno en un contexto integral de política
criminológica.
César Humberto Madrigal Martínez

187 La reforma constitucional del 2008 como


agente de cambio en el México del siglo XXI
Ricardo Ávila Heredia

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Análisis Comparativo
de los sistemas
procesales penales
de Estados Unidos, Chile,
Colombia y México.
Análisis mínimo de Derecho Adjetivo Penal Comparado.

Estados Unidos

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Similitudes y diferencias, pros y
contras de los sistemas legales
(Sistema de Derecho Civil vs Sistema
de Derecho Común) sistema procesal
penal México-Estados Unidos

César Humberto Madrigal Martínez


Consejero de la Judicatura del Poder judicial del estado de Tabasco

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Sumario: 1. Introducción. 2. Antecedentes del common Law.
3. El stare decisis y la función del juez como fuente de ley 4. Los
precedentes 5. Common Law y razonamiento común. 6. Actus Reus y
Mens rea. 7. El jurado. 8. Reglas del Procedimiento penal en estados
Unidos. 8.1 El plea bargaining 8.2 El principio de Contradicción
8.3 La Causa probable 8.4 Juicio Criminal y etapas.9. La formación
y educación de los abogados.
1. Introducción.

E
ste breve ensayo hace una descripción
mínima del derecho criminal que
se desarrolla en estados Unidos de
Norteamérica bajo el sistema del
common law; lo motiva la visita realizada a la
Ciudad de Boston Massachusetts como parte
del programa comparativo de sistemas penales
acusatorios: Colombia, Chile, estados Unidos y
México. La información que fundamenta esta
exigua investigación son las brillantes aportaciones
de los profesores Louis Aucoin, Lawrence Harrison,
Miguel Basañez, David Breen, Robert Cordy, Wiliam
J. Leahy y Lois Knight, quienes en las sesiones de
trabajo en the Fletcher School de Tufts University,
compilaron una serie de saberes que permiten
solventar este trabajo como requisito y testimonio
del cambio cultural que busca afanosamente el
esfuerzo conjunto del Fondo nacional para el
fortalecimiento y modernización de la impartición
de justicia en México, el Consejo de la Judicatura
Federal y, la Comisión Nacional de Tribunales
Superiores de Justicia de los Estados Unidos
Mexicanos.

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2. Antecedentes.

Como sabemos, de los dos sistemas jurídicos más


importantes -el de la tradición romana y el fundado en el
derecho consuetudinario-, Estados Unidos de Norteamérica,
así como Inglaterra y otros países que fueron parte del
Imperio Británico tienen como propio el segundo. El derecho
anglosajón presenta su origen en el derecho de Inglaterra
donde predominaba el common law o derecho común del
reino; le correspondía al monarca juzgar aquellos casos que
afectaban los intereses de reino que eran calificados por el
canciller y el interesado debía de acudir a él para obtener el
escrito (writ) que le permitía acceder al derecho.

También el canciller conocía de otro procedimiento: el de


equito (equidad) o equity que se regía por un procedimiento
sustancialmente distinto. Para el derecho anglosajón, existe
una clara distinción entre derecho y equity ya que la equidad
no se considera derecho. En origen si un tribunal refería que
no existió contrato legal, ahí concluía el proceso con una
declaración de ley; pero si la persona sentía que no estaba ante
la presencia de una decisión “justa” se remitía a tribunales de
equidad donde originalmente tenía una composición clerical.

3. El stare decisis.
En el sistema de common law se dictan las leyes por parte
del parlamento (statutes) pero el statute Law o derecho

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contenido en leyes se complementa con uno quizá más
importante: el que emana de los jueces, que aunque no es
originado por el poder legislativo, debido al stare decisis
(fidelidad en lo establecido en otra sentencia) vincula a los
demás jueces. Mediante la doctrina del stare decisis, las
decisiones judiciales son formuladas para obligar no solo a
las partes que están envueltas en determinado asunto legal
que se ha llevado a un Tribunal, sino también a otros órganos
judiciales en la misma jurisdicción que deciden sobre futuros
casos similares. El derecho consuetudinario consiste en leyes
tanto escritas dadas por la rama legislativa como las “hechas
por el juez”; los sistemas de tradición romana tienen un
sistema de codificación donde las leyes se encuentran por lo
regular en un codex. En el sistema sajón existe codificación
pero no es una regla general característica del sistema ya que
el stare decisis es fuente de ley.

Siendo los Jueces la base principal de un sistema de justicia,


es importante referir que en el régimen procesal de los
Estados Unidos (jueces del common law) éstos tienen un
reconocimiento ciudadano de trascendencia. No se puede
hablar de un solo sistema de jueces ya que tanto el gobierno
federal como cada estado, tienen su propio sistema judicial;
el mismo procedimiento de elección de estos funcionarios
también es diverso pudiendo ser por elección del Ejecutivo,
ratificados por el legislativo, elección popular o comisiones,
o cómputo por méritos. Una peculiaridad es que los jueces
no tienen carrera judicial, su acceso al cargo resulta ser el
premio a un exitoso desempeño en algún otro cargo público
o en el litigio.

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4. El concepto del precedente (precedent).

El sistema de precedentes es una institución obligatoria sobre


las decisiones de los jueces que pueden crear leyes mediante
la interpretación y aplicación de los ordenamientos legales
en casos concretos. Esta interpretación es obligatoria y sólo
aplica para la propia jurisdicción de la corte mediante la
referencia espacial de la ley. Un tribunal de primera instancia
al fallar en casos similares, debe respetar la decisión de un
tribunal superior de su misma jurisdicción. Esta valía del
precedente se basa en la naturaleza previsible de resultados
en casos similares, economía judicial y respeto a la sabiduría
acumulada de jueces y partes.

Limitantes del precedente. A) un fallo judicial solo obliga a otro


si el fallo es superior dentro de la misma línea de autoridad.
1
B) el caso que se presenta para precedente posteriormente
debe ser estrechamente vinculado al anterior.

Todos los estados, incluido Columbia y el estado Asociado


de Puerto Rico, tienen su propio sistema judicial; el
Tribunal Superior de cada Estado es la autoridad suprema
en cuestiones de derecho estatales.

La estructura de los Tribunales estatales es piramidal


y tienen un régimen de 3 niveles: Tribunal de primera
instancia, tribunales de apelaciones, y Tribunales de última
1 En caso de derecho federal norma o constitucional, un fallo de tribunal supremo de
Estados Unidos obliga a todos los Tribunales Norteamericanos, porque todos los
demás son de instancia inferior

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instancia (Tribunal Supremo). Mientras en los tribunales
los preside un solo juez (al que se le suma el jurado como
parte decisoria) las apelaciones las resuelven 3 jueces en
sala y en los tribunales supremo las causas la examina el
Tribuna en pleno (7 o 9 jueces).

Los tribunales estatales especiales o municipales son de


jurisdicción limitada, que conocen de disputas concretas o
delitos menores o acciones civiles de poca cuantía.

En casos en que no se cuenta con precedente alguno (novel


cases) los jueces ante el vacío legal innovan en la interpretación
de las leyes vinculadas al caso y crean nuevos precedentes.
Cuando el precedente es solo aparente pueden los jueces
desestimarlos mediante el overrule. El common law tiene
una necesaria continuidad histórica que le da coherencia a su
funcionamiento, integrando los propios aspectos prácticos e
históricos; prácticos por el proceso de creación referido (que
lo refieren en rule-making process) e históricos porque solo el
tiempo puede atestiguar si llega a formar parte del comon law.

5. Common Law y razonamiento común.

El derecho del common law vigente, según las cátedras


de Louis Aucoin, está fundado en el razonamiento común,
en los argumentos recolectables de índole práctica. No
estamos ante un positivismo decimonónico, no ante
la presencia de la letra de la ley que llegó al extremo de
impedir la interpretación, hablamos de reglas implícitas

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deducidas a través de la práctica de los jueces y litigantes.
Hablamos de un ejercicio de casuística en donde en lugar
de buscar concepciones morales, principios de ley u otra
fuente extra legal, se tiende a buscar en la práctica judicial
alguna experiencia que mediante la capacidad de razonar
de los jueces sugiriera una solución a un caso actual.

6. Actus reus y Mens Rea.

Aunque el sistema procesal es en la materia civil y penal


eminentemente oral, la naturaleza cambia sustancialmente
en los fundamentos conceptuales. En materia penal se
requiere el Actus Reus2 y la Mens Rea, en cambio en el civil
se necesita para proceder el Deber de cuidado (duty of care)
e incumplimiento de un deber (Breach of Duty)

Para Robert Cordy el actus rea es un factor sustancial para


la responsabilidad penal, el actus rea garantiza el hecho
constitutivo del delito ya que la simple intención criminal
(guilty mind) no lo hace penalmente responsable de un
crimen. Para que exista una imputación se precisa además
del hecho realizado (actus rea) la Mens Rea, que constituye
no solo la culpabilidad por la intencionalidad del actor de la
conducta o descuido manifiestamente grave, sino además
un determinado dejo de antijuridicidad3 mezclada que hace
singular el concepto. Es requerido pues el conocimiento de
que el hecho es ilícito y haya querido su consecuencia.

2 Robert Cordy en Fletcher School. 29 de junio 2010.


3 David Breen el jueves 1 de julio en Fletcher School.

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7. El Jurado.

El sistema criminal de Estados Unidos tiene como referencia


característica al Jurado. El juicio a diferencia de muchos
países latinoamericanos u otros de tradición continental o
romana es resuelto en cuanto a la culpabilidad por jurados.

El jurado cumple dos tipos de funciones: en la fase preliminar


se utiliza para determinar la viabilidad de acusar o denegar
la acusación, y en el juicio emiten el veredicto sobre la res-
ponsabilidad del acusado. El sistema de jurado es parte de la
confianza del sistema penal del common law ya que ciuda-
daniza la administración de justicia. La filosofía de someter
al veredicto a un grupo de ciudadanos de carácter popular
también es parte de la posibilidad democrática del sistema.

El jurado está integrado por legos que en un inicio tenían


las características de testigos y el tiempo ha modificado
esta situación y ahora es una institución juzgadora de la
culpabilidad siendo el pueblo el único responsable de juzgar a
otro ciudadano. El derecho a juzgado se encuentra garantizado
en la VI enmienda. Al juez le incumbe llevar la dirección de los
debates, la moderación del interrogatorio y validación de las
preguntas, además de alternativas comunes del procedimiento.
La selección del jurado es realiza mediante un proceso de azar
mediante la selección de una compilación de nombres de
listas de empadronamiento electoral, registro de automotores
y licencias de conducir. Para ser jurado se requiere ser mayor
de 18 años, ser ciudadano de los Estados Unidos, no haber

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sido condenado penalmente y hablar y comprender el idioma
inglés. Los jurados pueden ser recusados por las partes, en un
número específico sin causa y posteriormente con ella. Junto al
sistema de jurados se encuentra la figura del Gran Jurado que
se utiliza en casi la tercera parte de las entidades que integran
Estados Unidos por delitos mayores (felonies penas mayores
a 1 año) y es necesario para los delitos de jurisdicción federal
con penas mayores y en los estados es una figura optativa
ya que no es obligatorio para los sistemas estatales, donde
puede procederse a acusar al individuo sin la necesidad de
Gran Jurado. La figura del gran jurado permite la participación
de la comunidad en la decisión de someter a una persona a
enjuiciamiento. Permite el que se observe que es la comunidad
la que se encuentra interesada en procesar a un ciudadano y
no que se crea que sea el estado quien tiene este interés.

El sistema de jurado es un derecho constitucional, refiere la


composición de por lo general 12 personas seleccionadas
previamente. Es ante el jurado que las partes (fiscal y defensor
en ese orden) efectúen una locución inicial, explicando el
hecho analizado, adelantándose al jurado lo que cada uno
de los intervinientes intentará demostrar en virtud de la
prueba que se presentará. Las partes presentan las pruebas
ante el jurado, los peritos y el mismo procesado acuden en su
calidad de testigo, de la misma manera que los policías que
realizaron investigación o detención si fuera necesario. Una
vez presentadas y desahogadas las pruebas ante el jurado,
se realiza una reunión con las partes donde se les refieren
las instrucciones que se les dará al jurado y suspendiendo
la audiencia se va a deliberar. El juez le explica al jurado el

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derecho aplicable, los requisitos para considerar incurrido
el delito, sus circunstancias de agravación y atenuación,
presunciones y causas de exención del delito, la manera de
efectuar la deliberación y de comunicar el veredicto.

8. Reglas del procedimiento criminal


en estados Unidos.
Las reglas se encuentran en la Constitución del país, inclu-
yendo sus primeras diez enmiendas que constituyen la
llamada “declaración de Derechos”; el procedimiento adje-
tivo o procedimiento penal es entendido como limitaciones
constitucionales, estatutarias, administrativas de las investi-
gaciones policiales y pasos formales del proceso penal. Este
procedimiento penal se rige por el principio de oportunidad,
donde se convierte en regla y se eleva al principio rector de
la persecución penal. Se puede decir que el objetivo esencial
del proceso penal es la persecución del delito y se le otorga
al fiscal decidir si llevará adelante la persecución penal.

La persecución privada es regla heredada del sistema


inglés, y el papel que ocupó la víctima es desplazado por la
idea de ofensa al estado. Los fiscales permiten el desplazar
la voluntad de la víctima y esta no constituye parte sino es
concebida como un testigo.

8.1 El plea bargaining.


Los juicios por jurados son limitados en el sistema penal de
estados unidos, sólo el 10% de las condenas son resultados de

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juicios, el 90% son obtenidas sin juicio por que los imputados
se declaran culpables con antelación a su realización. La
negociación o Plea bargaining son concesiones que el
fiscal hace a cambio de aceptación de responsabilidad del
inculpado. Esta aceptación resulta en la renuncia al juicio. Las
concesiones pueden ser una condena leve, un cargo menor o
menos cargos que los cometidos o en resumen reducción de
una condena posible si el jurado lo declara culpable.

La Corte ha reconocido que esta institución es inherente al


sistema procesal del País, la posibilidad de disposición del
proceso es parte esencial del procedimiento y altamente
deseable. La ventaja para el acusado es que si se declara
culpable el fiscal propone al juez una pena menor, pero a
mi entender existe siempre la posibilidad de abuso de esta
institución que pudiera convertirse en un sistema legalizado
de confesiones aunque haya inocencia de la persona
tratándose de minorías. Existe un sentido utilitario en la figura
y una transacción no siempre tan ideal ya que a cambio de
procurar clemencia para el acusado el fiscal es relevado de la
necesidad de probar su culpabilidad, y el tribunal dispensado
de establecerla. Es un procedimiento sin juicio para declarar
culpables. El juicio por jurado prácticamente se reduce a
pesar de la VI enmienda constitucional que garantiza a toda
persona el derecho a juicio por jurados en donde el 99%
de las condenas se realizan por plea, convirtiéndose en el
procedimiento regular en Estados Unidos.

El plea permite que el juez se libre de su responsabilidad


de juzgar y aunque debe aprobar los acuerdos, se allana el

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camino. Otro riesgo del plea puede ser que el fiscal con tal de
ser reelecto y en aras de demostrar efectividad desee exhibir
más alto número de condenas. Observamos que a pesar de
que el plea tiene ventajas, también existen riesgos de que
existan renuncias constitucionales. Otra característica del
sistema estudiado es la Defensa ferviente, en el Sistema
adversarial se da la conocida defensa intensa; es la llamada
zealous advocacy donde la intención es ganar.

8.2 El principio de Contradicción.


El principio de contradicción es conocido como confrontación
entendiéndose la capacidad de las partes de participar en con-
trainterrogatorios, repreguntar; la oportunidad de preguntar
para exponer al testigo sobre su falta de idoneidad.

En la confrontación hay límites éticos, el abogado no puede


mentir, presentar pruebas falsas, ni enseñar a mentir al
testigo. Un testigo solo puede contar la historia mediante las
preguntas que le sean formuladas. Esta característica de bien
litigar es una de las más sobresalientes de las observadas
en la visita y se contradice a lo que en México es el litigio
regular donde la capacidad de la defensa o de la acusación es
construir un postulado en base a la falsedad del hecho.

En México, los tribunales pueden actuar en una forma


abstracta. No ocurre esto en EUU. Como se observa en el
caso Marbery vs. Madison que es un Caso de restricción
judicial y va referido a la posibilidad de que los tribunales
actúen por si solos. En México si esto es posible como el caso
de la Corte en revisión de casos de derechos humanos.

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Otro aspecto destacado es el Standing. En EEUU es posible que
exista la “Jurisdicción de principio declaratorio” o (declaratory
judgment) es una acción que pueden realizar a nombre de
las partes, se legitima por que “pueden” ser afectadas en un
futuro. La pueden realizar las organizaciones civiles. También
es relevante el que para hacer que un funcionario haga lo que
debe de hacer según lo mandado por la ley, exista la posibilidad
de mandamiento de writ of mandamus.

El procedimiento se inicia con un discurso inicial o de


presentación; exposición inicial los abogados explican
al jurado lo que van a probar o comprobar sin presentar
argumentos. Se hablan sobre los hechos, no dan conclusiones.
Posteriormente el fiscal puede presentar las testimoniales
y documentales, pueden estar relacionadas, ya que si se
presenta éste se puede preguntar al testigo si él lo firmó;
es importante mencionar que los testigos no pueden dar
opiniones personales del caso o personas relacionadas solo
sobre hechos que le constan en caso contrario se utiliza la
mención: Hearsay, “testigo de oídas”.

Dentro de las semejanzas de los sistemas mexicano y


de estados unidos se encuentra la parte sustantiva pero
varía sustancialmente el procedimiento. La policía es
independiente en su trabajo. Lo limita en cuanto arresto
la causa probable; solo puede arrestar cuando haya causa
probable. El abogado de la defensa puede objetar este arresto.
Los policías pueden solicitar una orden de detención. En
el arresto el acusado tiene varios derechos que tienen que
anunciarse (advertencia o precauciones Miranda) miranda

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warning dentro de las 48 hrs de su detención debe llevarse
al juez para una presentación o lectura de la acusación.

8.3 La Causa probable.


Es un fundamento razonable que lleve a la sospecha de que
una persona ha cometido, está cometiendo o va a cometer
un delito o que un lugar contienen elementos específicos
conectados a un delito. Debe existir una orden judicial
obligatoria.

Dentro de los hechos relevante del sistema tenemos el caso


de Payton Vs. New York “Tu casa es tu castillo”; el caso refirió
que sin circunstancias que requieren acción inmediata
(exigent circumstances) los arrestos del juez dentro del
hogar requieren orden judicial; un caso sobresaliente
es el de US vs. Santana, 427 us 38 (1976) Persecución de
sospechosos en áreas fuera de la jurisdicción de la ley;
Minnesota vs. Olson, 495, US 91 (1990) sobre la Destrucción
de evidencia; posibilidad de que el sospechosos escape,
daño a la policía (gravedad del daño y crimen)

Cuando la policía viola derechos civiles el Tribunal excluye


las pruebas en contra de un inculpado, esto se logra gracias
a la enmienda 14 que disuade la conducta policial ilícita.
Esto es conocido como la fruta del árbol venenoso, y se
detalla como la inadmisibilidad de pruebas obtenidas
ilegalmente. Si hay una infracción inicial a la constitución y
posteriormente hay pruebas o confesiones después de ella,
éstas serán ilícitas para admitir en juicio ya que provienen
de un acto antijurídico.

31
Destaca también la Quinta enmienda de la Constitución de
los estado Unidos sobre la posibilidad de mantenerse en
silencio, y el hecho de que no se puede juzgar a una persona
por el mismo delito y no puede presentar pruebas en su
contra. Malloy vs. Hogan. Existe la llamada Double Jeopardy.
Nadie puede ser juzgado por el mismo delito dos veces que
es similar al non bis in idem mexicano. La sexta enmienda
garantiza un Juicio público, expedito, imparcial, saber los
cargos y pruebas en su contra, confrontarse con testigos.
Derecho a tener un abogado y un Jurado imparcial.

8.4 Juicio Criminal y etapas.


El Orden del juicio criminal en estados unidos lleva la
estructura siguiente:
• Discursos (presentación del caso)
• Testimonio directo y presentación de evidencia de la
fiscalía
• Contrainterrogatorio por la defensa
• Fiscalía descansa (fin del caso)
• Defensa puede presentar más evidencia
• Posibilidad de refutación
• Argumento final.

El proceso generalmente inicia por un arresto por parte de


la policía, en atención a la probable comisión de un delito:
menor, infracción o delito grave. En caso de que se trate de
un delito grave se deberá presentar una acusación ante el
juzgado criminal del estado donde se realizó la conducta
ilícita. Si es acusado de un delito menor se realizará una
acusación de delito menor en el juzgado criminal. Si se

32
trata de una infracción, se le podrá entregar un billete de
comparecencia para que se presente al juzgado en la fecha
y hora señalada en el Desk appeareance Ticket (DAT).

Si el ciudadano es arrestado y le dieron un DAT, lo pondrán


a disposición de un juez dentro de las 24 horas del arresto
preparando un informe general del acusado mediante el
Rap Sheet o informe de antecedentes penales. Si el fiscal
observa elementos para ser acusado le formulará una
acusación en caso contrario si al observar la actuación de la
policía observa que no existe delito lo dejará en libertad.

Si es puesto en proceso, se presentará la lectura de cargos


(arraignment) y se conocerán las acusaciones formulados
en contra del procesado; el fiscal y el defensor podrán
en la lectura de cargos, llegar a un acuerdo sin ir a juicio
negociando una sentencia acordada o “plea bargain” que
el sujeto acusado puede aceptar y declarase culpable. El
acuerdo da beneficios en cuanto a la reducción de la pena
o el tipo de delito por el que será acusado; el defensor
recomendará la posibilidad de aceptar el acuerdo
dependiendo de la cantidad de elemento de pruebas y el
tipo y calidad de prueba que se cuente.

En la lectura de cargos el Fiscal puedo peticionarle al juez


que continúe la detención en caso de estar en este supuesto
o que se le imponga una fianza para otorgarle la libertad.
En caso de proceder fianza el sujeto deberá presentarse al
juzgado cada vez que así lo determine el calendario judicial
y en atención a las condiciones impuestas, en caso de no

33
presentarse se dictará una orden judicial de detención
confiscándose la fianza y pudiendo modificarse las
condiciones o que sea reencarcelado. El juez puede dictar
orden de protección provisional para que el acusado no se
acerque a la víctima o a un testigo; en caso de incumplir la
orden podrá ser re-arrestado y dictado nuevos cargos.

Existe la posibilidad que una vez que el fiscal y la defensa


hayan conocido a mayor profundidad el caso se acuerde
una sentencia, este acuerdo se podrá realizar sin juicio. La
sentencia acordada puede presentar varias formas: el Fiscal
pide que el acusado se declare culpable y recomienda al
juez una sentencia en particular. También el Fiscal puede
acordar que el acusado se declare de una ofensa menor a
la que realmente se le haya acusado. Todos los acuerdos
deben ser aprobados por el juez.

Los delitos pueden clasificarse en: delitos graves. Son


aquellos donde se puede recibir una sentencia de prisión
mayor a un año o la pena de muerte en los estados donde
la tenga previstas. Un delito menor es cuando la pena de
prisión sea menor a un año. Las sentencia por infracciones
contemplan encarcelamiento por no más de 15 días.

Si la persona es acusada por un delito grave, se le remitirá la


causa a un Tribunal criminal y estará bajo la jurisdicción de un
jurado de acusación. Puede darse una vista preliminar ante el
jurado para revisar si el Fiscal cuenta con material probatorio
suficiente para fundar su acusación. Si el jurado de acusación
resuelve que hay pruebas por la comisión de un delito, se

34
presentará un acta de acusación, si se considera que no hay
evidencia suficiente se pondrá en libertad al acusado.

El jurado de acusación es una instancia renunciable por


parte del acusado y no es un requisito necesario para
presentar un caso en la corte criminal respectiva.

La audiencia ante el jurado de acusación se puede hacer con


la presencia del defensor pero en caso de que el acusado
atestigue, su defensor no puede oponerse al interrogatorio
de Fiscal. Los miembros del jurado podrán formular
preguntas por medio del Fiscal quien en caso de que el
acusado atestigue podrá ser contrainterrogado por éste.
El acusado puede presentar ante el jurado de acusación
testigos que deberán ser escuchados por el mismo en
ausencia del acusado.

Si el jurado considera que existe evidencia suficiente se


remitirá la causa del Tribunal Criminal al Tribunal Supremo
para otra lectura de cargos en donde se hará la acusación
formal al ciudadano conforme al acta de acusación. El
acusado podrá declararse culpable o no culpable y puede
existir una sentencia acordada.

En la audiencia pueden existir deliberaciones preliminares


si se somete el caso a juicio. La defensa puede obtener mayor
información solicitando el descubrimiento de la evidencia
(discovery) que tiene el Fiscal en contra del acusado. El
defensor podrá examinar cualquier evidencia tangible que
tenga el Fiscal.

35
9. La formación y educación
de los abogados.

Considero que el teorema en la reforma constitucional en


materia penal en México ignora en su implementación, la
necesidad de modificar las reglas del juego en la visión de
los litigantes y la forma en la cual se debe litigar y enseñar
destrezas de litigación a los futuros abogados del país; se
requiere mejorar los sistemas educativos de los Abogados
mexicanos, la mejoría en los conceptos éticos al momento
de presentarse en juicio; también la colegiación obligatoria
se vuelve un imperativo fundamental si queremos llegar a
buen puerto con la implementación.

En Estados Unidos de Norteamérica, el paradigma educativo


se aleja de la memorización utilizando el método socrático o
mayeútico en la formación de los futuros abogados del país,
además de que existe la capacitación laboral obligatoria
como parte de su carrera profesional, donde valga decir,
no cualquiera puede ser un candidato a estudiar leyes,
se requieren habilidades de comprensión de lecturas y
análisis de pensamiento lógico previamente comprobados
antes del ingreso a una escuela de leyes.

La Barra de Abogados de Estados Unidos (ABA) American


Bar Association, tiene la facultad de revisar las instituciones
educativas para acreditarlas y lo mismo con los estándares
de acreditación que la soportarán; por la ABA se observa
la organización y administración de los programas

36
de educación, calidad de cuerpo docente, procesos de
admisión y servicios estudiantiles, acervo bibliotecario y
recursos informáticos de apoyo para la carrera, además de
las propias Instalaciones físicas.

Una facultad o escuela de derecho deberá mantener un


programa educativo que prepare para la admisión al colegio
de abogados y para ejercer el derecho en cualquier estado
federado de EEUU. Es importante destacar la preparación para
el ingreso a la propia Barra y la utilización de clínicas prácticas
donde se requiere un argumento de apelación en una corte
simulada y la utilización de un libro de casos, que de acuerdo
con jueces de apelación, se edita para que no esté completo
para que el estudiante lo utilice. Es importante la parte ética
en la formación donde se realiza un examen de ética legal que
involucra aspectos tan importantes como la confidencialidad,
el conflicto de interés y las normas éticas de litigación.

No es posible tener abogados impreparados que no conozcan


la relevancia del ejercicio profesional en materia penal, en
donde como sabemos se ponen en juegos los bienes jurídicios
de mayor valía para un ser humano como lo es su libertad y
patrimonio. El sistema mexicano debe modificar además su
paradigma educativo dejando la memorización por la solución
de casos y el razonamiento lógico. La práctica profesional en el
estudio del derecho debe hacerse en juzgados o en áreas que
realmente implique un verdadero servicio a la sociedad.

Los abogados también requieren una capacitación perma-


nente y constante para continuar en la colegiación referida

37
y además la regulación de los abogados en ejercicio con
denuncias sobre malas prácticas profesionales que limiten
el litigio desaseado y falto de ética que caracteriza nuestro
ejercicio en la abogacía.

38
El por qué mirar al Modelo de
Enjuiciamiento Penal Norteamericano
para mejorar el Modelo Mexicano

Marcos Alejandro Celis Quintal

39
S
iempre he sostenido que el sistema de
justicia penal de Estados Unidos tiene
muchas ventajas respecto del actual
sistema mexicano. No es que el sistema
del país vecino sea perfecto o esté exento de
problemas, pero sus instituciones procesales le
permiten tener un sistema sólido y eficaz. Nues-
tros juicios son preponderantemente escritos,
sin posibilidad de contradicción y con largo
periodo probatorio que obstaculiza la rapidez
de los juicios.

Afirmo y defiendo la idea de que para reformar


nuestro sistema debemos mirar al sistema
norteamericano por dos razones:
1. El sistema estadounidense guarda mayores
semejanzas con el proceso penal mexicano
que el sistema europeo, que ha adoptado el
modelo latinoamericano.
2. Los fundamentos y principios de su sistema,
tales como la oralidad, la inmediación, la
publicidad y la contradicción (confrontation)
aseguran una mejor calidad de los juicios.

41
Para demostrar los puntos anteriores, es necesario expli-
car los rasgos distintivos del modelo que ha sido impulsado
en Latinoamérica, cuyas características provienen, prin-
cipalmente del procedimiento penal español y alemán. Es
importante destacar que este es el modelo adoptado por
México en la reforma constitucional de junio de 2008.

A. El modelo europeo-latinoamericano.
El proceso penal en el modelo latino-europeo consta de
tres etapas:
1. Etapa preliminar o de investigación
2. Etapa intermedia
3. Etapa de juicio oral.

En la etapa preliminar se lleva a cabo la investigación


con control judicial. Esta etapa inicia con una audiencia
preliminar en la que se analiza la legalidad de la detención
(en los casos en que el imputado hubiere sido privado de
su libertad), se formaliza la investigación (es decir, se da
a conocer al imputado que está siendo investigado por
determinados hechos que constituyen delito y que se
le señala a él como la persona que lo cometió), se da un
plazo Ministerio Publico para concluir la investigación y
se determinan las medidas cautelares a que se sujetará el
imputado. Entre dichas medidas se encuentra la prisión
preventiva. En este modelos no existe la figura de la libertad
provisional bajo caución.

En la audiencia preliminar no se desahoga ninguna prueba


solo se manejan datos de prueba, que se encuentran en la

42
carpeta de investigación del Ministerio Publico, los cuales
únicamente son anunciados sobre la base de la buena fe de
la actuación del Ministerio Público.

Al concluir el plazo de cierre de la investigación, el Ministerio


Público tiene que formular la acusación o de lo contrario se
sobresee el juicio.

Con la acusación inicia la etapa intermedia cuyo producto


es la depuración de la prueba y la emisión de un auto de
apertura a juicio.

Posteriormente, tiene lugar la tercera etapa. En esta fase


se lleva a cabo la audiencia de juicio oral, en la que se
desahogan las pruebas, se llega al veredicto de culpabilidad
o inocencia y posteriormente se emite la sentencia en la
que se determina la pena y, en si caso los beneficios a que
tiene derecho el sentenciado.

Evidentemente, en este modelo adoptado por México


y Latinoamérica inciden los principios de inmediación,
concentración y contradicción que caracterizan al sistema
acusatorio y se llevan a cabo de manera oral en audiencias
públicas.

B. El modelo norteamericano.
Ahora bien, en el sistema norteamericano, la etapa de
investigación se lleva a cabo sin control judicial. De hecho
la realiza la policía con control del ministerio público, salvo
en lo que respecta a la tutela de los derechos protegidos por

43
las enmiendas constitucionales, como las órdenes de cateo,
entre otras, o a menos que exista una detención en la que el
imputado es presentado ante el juez o el gran jurado

Realizada la detención o concluida la investigación el


ministerio publico consigna el caso (prosecution charges)
ante el juez o gran jurado y con este acto realiza el ejercicio
de la acción penal y se lleva a cabo la audiencia preliminar, en
un breve periodo de tiempo (preliminar hearing) en la que
se determina si se respetaron los derechos fundamentales
del imputado en la detención y, si hay una CAUSA
PROBABLE (probable cause), la fiscalía puede continuar
con la investigación y la preparación del juicio. Si existe
causa probable, el Gran Jurado (Grand Jury) -aplicable a los
casos federales y de algunos estados- o el juez -aplicable en
la mayoría de los Estados-, emite un indictment (semejante
al auto de formal prisión).4

En caso de que no exista causa probable, el procedimiento


es desechado (dismissed) y no es posible citar a juicio.
La causa probable se define como “una serie de hechos y
circunstancias en conocimiento de los oficiales de la policía
que podrían garantizar que una persona razonable concluya
que el individuo en cuestión ha cometido un delito (en el
caso del arresto) o que objetos específicos relacionados
con actividad criminal van a ser encontrados en un lugar
determinado (en el caso del cateo).”
El Black’s Law Dictionary define a la causa probable como

4 BLOOM Robert M., y Mark S. Brodin, Criminal Procedure, The Constitution and the
Police, sixth edition, Wolters Kluwer/Aspen Publishers , 2010, p 42.

44
“una base razonable para sospechar que una persona
ha cometido o está cometiendo un delito o que un lugar
contiene determinados objetos conectados con un delito.”5

Como puede verse, la causa probable es muy similar


a la acreditación del cuerpo del delito y la probable
responsabilidad, que son exigidos en nuestro derecho para
el dictado de un auto de formal prisión (cuyo equivalente
sería el indictment) y para el auto de vinculación a proceso
que se estableció como una característica del sistema
acusatorio que se encuentra en proceso de implementación
en nuestro país. La causa probable permite continuar con el
proceso, y legitima la detención ante el juez, lo que trae como
consecuencia la prisión preventiva (pretrial incarceration)6, la
cual puede ser suspendida por una fianza (bail) que permite
al imputado (defendant) recuperar su libertad durante el
proceso y asegura su asistencia al juicio.

No está de más observar que la fianza (bail) del sistema


americano es muy parecida a lo que en nuestro sistema
tradicional se denomina libertad provisional bajo caución.
Esta figura desapareció del texto constitucional al adoptarse
el sistema acusatorio.

Una vez emitido el indictment el Ministerio Público tiene


el poder para llevar o no a juicio al imputado7, el cual

5 GARNER Bryan A., Editor in Chief, Black ‘s Law Dictionary, entry: probable cause,
Eighth edition, ed. Thompson West, 2004, p. 1239.
6 MARCUS Paul y Charles H. Whitebread, Criminal Procedure, Gilbert Law Summa-
ries, seventeenth edition, Thompson/West, 2008, p. 122.
7 Íbidem p. 120.

45
se desarrolla en forma oral en una sola audiencia, con la
presencia del público mediante la confrontación a través
del interrogatorio y el contrainterrogatorio, así como los
alegatos de las partes.

En los delitos en que no se requiere Gran Jurado (en


la mayoría de los estados) o cuando el imputado ha
renunciado al mismo, los cargos se presentan a través de
la figura denominada information, el cual es una acusación
escrita preparada por el fiscal presentando cargos contra
una persona por la comisión de un delito.8 La information
es muy parecida a la consignación que realiza el Ministerio
Público en nuestro actual sistema.

C. Las semejanzas entre el sistema


norteamericano y el mexicano.
Como puede verse, las etapas del proceso penal
norteamericano, son básicamente dos: la investigación y
el juicio, con algunas actividades preparatoria del juicio,
como en nuestro derecho.

De otra parte, en el sistema estadounidense, la prisión


preventiva es una consecuencia natural del indictment, pero
existe la posibilidad de que el imputado goce de su libertad
mediante una fianza. Nuestro sistema tradicional actual
opera de manera similar con la acreditación del cuerpo del
delito y la probable responsabilidad que da lugar al auto
de formal prisión y genera automáticamente la prisión
preventiva y la posibilidad de la libertad bajo caución. La
8 Íbidem , p. 121.

46
diferencia es que en México los delitos graves no admiten la
posibilidad de libertad caucional y el estándar probatorio
para acreditar la causa probable es menor en el proceso
estadounidense.

Tampoco existe, en el proceso americano, una etapa


intermedia en la que se depure la prueba y se emita un auto
de apertura a juicio. Las partes tienen la libertad de aportar
a juicio todos las evidencias que consideren necesarias para
favorecer los intereses de su clientes, dentro de los limites
de ética y la verdad. Esta es una característica esencial del
sistema norteamericano y responde a la lógica del sistema
adversarial. Es lo que en la doctrina se ha denominado
zealous advocacy (abogacía celosa) que implica que el
abogado debe hacer todo lo que esté en sus manos para
proteger los intereses de su cliente.

En este contexto, el juez no tiene mayor injerencia en


las pruebas y se admiten a juicio todas aquellas que
las partes presenten, siempre que no sean ilegales. Es
importante aclarar que si el imputado considera que alguna
evidencia ha sido obtenida con violación de sus derechos
constitucionales, puede solicitar una audiencia en la que un
juez determine si aquella es admisible o no a juicio (motion
to supress hearing.9)

Por otra parte, el juicio se abre, no por virtud de una


audiencia en la que se dicte un auto de apertura a juicio,
9 Motion to supress: A request that the court prohibit the introduction of illegally ob-
tained evidence ata criminal trial (Una solicitud para que la corte prohiba la intro-
ducción de evidencia ilegal en un juicio penal) vid. Black’s Law Dictionary, p. 1039.

47
sino del indictmen o information, según sea el caso, el
cual es muy parecido al auto de formal prisión o pliego de
consignación respectivamente, característico de nuestro
actual sistema tradicional.

Otra semejanza entre el sistema norteamericano con el


sistema penal tradicional que hasta la fecha prevalece en
México, tiene que ver con la organización administrativa
de los juzgados. En el sistema estadounidense –al menos el
federal-, las cortes superiores son un ente jurisdiccional que,
además, es un órgano de gobierno. Es decir, los jueces juzgan
y, en algunos casos, realizan actividades administrativas. Los
administradores dependen del presidente de la corte y los
jueces tienen su propio personal como el court clerk, que es
el encargado de la sala semejante al Secretario de Acuerdos,
el law clerk, que auxilia al juez en el análisis y la investigación
jurídica de los casos, así como el recorder, que se encarga del
respaldo escrito o transcripción de la audiencia.

En este sentido, la administración de los juzgados involucra


a los jueces y ellos tienen personal bajo sus órdenes, a
diferencia del modelo latinoamericano –por ejemplo, el
chileno-, en la que un juzgado se compone de varios jueces
cuyas cargas de trabajo y agenda son controladas por un
funcionario administrativo y no tiene personal propio. Es
decir, en este último caso, los jueces no realizan actividad
alguna diferente a la jurisdiccional en las audiencias.

Como puede verse, a pesar de que nuestros sistemas


jurídicos provienen de tradiciones jurídicas distintas, las

48
etapas y actos procesales son similares en el proceso penal
norteamericano y mexicano.

Por estas razones, la reforma al sistema de justicia penal


mexicano debió mirar en primera instancia al modelo
norteamericano y e incorporar los principios de inmediación,
contradicción y concentración, así como las técnicas de
oralidad y publicidad, para modificar la forma en que se
desarrolla el juicio, de manera que su transformación sea
menos radical y más acorde con nuestro sistema actual. Al
adoptarse el sistema europeo-latinoamericano, el cambio
es mucho más agresivo y corre más riesgos de fracasar.

D. Las diferencias
Ahora bien, es evidente que existen diferencias sustanciales
en nuestros sistemas que inciden en la calidad de los juicios
de los sistemas procesales que se analizan.

Ente ellas se encuentra el jurado (jury). En estados Unidos


la decisión sobre la culpabilidad o inocencia de los acusados
no la realiza el juez, sino un grupo de ciudadanos que por lo
regular no tiene formación jurídica. Es claro que el jurado es
ajeno a nuestra tradición jurídica y a nuestra idiosincrasia.
Sin embargo, es explicable desde la perspectiva de la cultura
norteamericana y representa un mecanismo de control social.
En este contexto, las pruebas de cargo se reputan del gobierno
y son controladas y valoradas por los ciudadanos. No obstante
que el jurado es una institución fundamental de la democracia
norteamericana, no parece aplicable al modelo mexicano, al
menos en esta primera generación de reformas.

49
Otra diferencia fundamental tiene que ver con los principios
que disciplinan el sistema acusatorio adversarial. Desde mi
perspectiva, el más importante es el de inmediación y tiene
importantes repercusiones en la etapa de investigación. El
sistema tradicional mexicano, en la etapa de investigación
denominada “averiguación previa”, se produce y desahoga
la mayoría de las pruebas, por lo que la etapa de juicio tiene
poca relevancia en términos de producción probatoria, en
la mayoría de los casos.

Esto implica que la decisión sobre culpabilidad se basa


principalmente en las actuaciones ministeriales previas
al juicio, por lo que el juez no conoce directamente de las
pruebas, sino del registro de las actuaciones del ministerio
público. Es evidente que en este caso, se viola el principio de
inmediación. También se pierde la mecánica de la oralidad.

En el sistema norteamericano, durante la audiencia


preliminar, la fiscalía puede presentar varios testigos e
interrogarlos así como presentar evidencias físicas, e incluso
pueden llegar a ser contrainterrogados, en la medida que
estas pruebas sirvan para acreditar la causa probable, pero
los testigos y las evidencias tienen que ser presentadas
nuevamente en juicio. 10

10 No obstante, la carga de la prueba es mucho menor en la audiencia preliminar que


en el juicio. En el juicio, la fiscalía tiene la carga de probar cada elemento de las ofen-
sas de cargo más allá de toda duda razonable. En la audiencia preliminar, la fiscalía
tiene que acreditar la causa probable de que el acusado cometió el delito; la fiscalía,
luego entonces, sólo tiene que ofrecer una mínima evidencia te cada elemento del
delito. Cfr. BERGMAN, Paul and Sara B. Berman, The Criminal Law Handbook, 10th
Edition, Nolo, 2008, pp. 342, 343.

50
Ello marca la diferencia con nuestro sistema, ya que las
pruebas aportadas por el Ministerio Público al consignar el
expediente, no son desahogadas nuevamente ante el juez.

Por otro lado, el Juez lleva simultáneamente una gran


cantidad de juicios y la etapa probatoria no solo se lleva en
una sola audiencia, sino a través de un periodo de tiempo
que en la práctica se prolonga varios meses. El principio de
concentración por supuesto no se cumple en nuestro actual
sistema y por ello, los juicios suelen prolongarse, retardando
la impartición de justicia y la eficacia del sistema.

Por otro lado, no existe un sistema normativo que establezca


como regla general el examen y contra examen de los testigos,
lo que rompe con el principio de contradicción (confrontation).
No obstante que en México existe la figura de los careos, en
realidad esta forma de confrontación no resulta eficaz para el
examen y contraexamen de los testigos.

Me parece que los careos son una reminiscencia de la quinta


enmienda a la Constitución Estadounidense que estableció
el derecho a la confrontación y que fue mal entendido
desvirtuado con el paso de los años y, en consecuencia, mal
adaptado en el derecho mexicano. En el sistema americano
se tradujo en el principio de contradicción que se expresa
en el interrogatorio y contrainterrogatorio, tanto de los
testigos de la fiscalía como de la defensa.

En cuanto al principio de publicidad, la infraestructura de


los juzgados cuyo diseño responde a un modelo burocrático,

51
impide que los juicios sean totalmente públicos, ya que
no existen salas con espacios y asientos destinados a la
gente, para que cualquier ciudadano pueda presenciar el
desarrollo de los juicios, no obstante que en teoría puedan
hacerlo.

D. A manera de conclusión
Así las cosas, respecto del actual sistema de enjuiciamiento
penal en México, el modelo Estadounidense posee
condiciones que permiten proteger de mejor manera los
derechos de los ciudadanos sujetos a un proceso penal y
hacen más eficiente su sistema.

En este sentido la reforma constitucional mexicana de


junio de 2008, que establece el sistema acusatorio y oral,
basado en los principios de inmediación, contradicción,
concentración, a través de las técnicas de publicidad y
oralidad, permitirá mejorar la calidad del sistema y por
tanto su eficiencia, lo que seguramente se traducirá en una
mejor justicia penal para los mexicanos.

Incluso, en algunos aspectos la reforma genera condiciones


para mejorar el modelo estadounidense, como pudiera ser
el empoderamiento de las víctimas de los delitos, quienes
con la reforma procesal adquieren un papel protagónico
en el juicio y se pone un mayor énfasis en la reparación
del daño. Además, se contará con un sistema integral de
salidas alternativas, como el juicio abreviado (parecido al
plea bargain), la suspensión condicional del proceso y la
mediación.

52
Estas instituciones jurídicas se erigen como una oportunidad
para reposicionar el proceso penal mexicano como un sistema
moderno, eficiente y garantista que, no solo mejore la calidad
y disminuya la duración de los juicios, sino que permita a los
mexicanos tener acceso a una mejor justicia penal.

Para ello, es necesario que las instituciones y operadores del


sistema, asuman su papel, a la altura del reto que el cambio
exige y se conviertan en agentes de cambio social para
generar las condiciones que permitan que la propia sociedad
asuma el cambio cultural, haga suya la reforma y la proteja.

Reitero que hubiera sido preferible adaptar nuestro sistema


de justicia penal tomando como referente el proceso criminal
norteamericano -con excepción del jurado-, no obstante que
los mexicanos optamos, al reformar la Constitución Federal,
por el modelo europeo-latinoamericano, lo que sin duda fue un
cambio más desnaturalizado, lo cual podría generar mayores
presiones al proceso de cambio procesal. A pesar de lo anterior,
la adopción del sistema acusatorio adversarial representa una
transformación trascendente, que cada persona acusada de
un delito y las victimas agradecerán porque verán tutelado su
derecho a una impartición de justicia expedita e imparcial.

Estoy convencido de que no hay que perder de vista el modelo


norteamericano y, en lo posible, adaptar sus instituciones al
modelo híbrido que los mexicanos nos hemos dado al instaurar
en México el sistema de justicia penal acusatorio.

53
54
Sistema penal oral y adversarial
con derecho al jurado
de los Estados Unidos
de Norteamérica

Alfredo López Cruz

55
56
E
l presente ensayo pretende reflejar
más que propuestas o conclusiones,
una serie de vivencias del sistema
adversarial y de los juicios con jurado
que se lleva en los Estados Unidos de América,
lo que a su vez pretende llevar a la postre a una
serie de reflexiones sobre la manera que se tiene
instrumentado, los avances y las peculiaridades
que lo distinguen de otros sistemas; así como
que, en el contexto de lo vivido y analizado, sirva
como propuesta de análisis respecto al cambio
que se vive en México con la “Reforma Penal”.

Al hablar del sistema legal estadounidense, es


inevitable que no se haga referencia, por parte
de los expositores de “The Fletcher School”, del
caso más famoso del derecho constitucional
americano, pues todos los manuales del Derecho
Constitucional de los Estados Unidos comienzan
con su exposición para explicar el significado
de la Constitución de ese país; ese caso, es el de
“Marbury vs Madison”, decisión más conocida

57
del control de la constitucionalidad de las leyes. Esta
sentencia además de marcar el inicio para el Judicial Review
es importante para comprender el surgimiento del poder
judicial como poder político.

Conforme a tal resolución, una Ley contraria a la


Constitución no debe ser aplicada por el Poder Judicial;
Marshall decide que una ley inconstitucional debe ser
simplemente inaplicada y no opta por decretar su expulsión
del ordenamiento jurídico; esta decisión ha marcado por
décadas no solo al modelo americano sino a los desarrollos
constitucionales de otros países, por ejemplo, México.

La técnica de la judicial review se fue extendiendo y puliendo


pues en la sentencia de McCulloch vs. Maryland de 1819 se
encuentra la idea de que la interpretación constitucional
que realiza la Corte obliga a todos los poderes públicos tanto
federales como locales; esta es la sentencia más grande y de
más alto nivel argumentativo.

De tal manera que los tribunales han sido concebidos como


un cuerpo intermedio entre el pueblo y la legislatura, con la
finalidad, entre otras, de mantener a esta última dentro de
los límites asignados a su autoridad.

Por otra parte se advierte que para los Estados Unidos, el


derecho se deriva de cuatro fuentes: La Constitución, las Leyes,
los Reglamentos, y el Common Law. La fuente más importante
es la Constitución. Para los estadounidenses la Constitución
tiene un lugar central en el derecho y la cultura política.

58
Se advierte que las bases del sistema penal, éste se sustenta
principalmente en las enmiendas IV, V, VI, VIII Y XIV de la
Constitución.

En cuanto a sus leyes secundarias, los estados norteameri-


canos han codificado parte o toda su normativa en Leyes
(Laws), en Códigos; pero, la mayoría de los estados usan tér-
minos como “Revised Statutes” (Estatutos Revisados o Leyes
Revisadas) o “Compiled Statutes” (Estatutos Compilados o
Leyes Compiladas), para hacer referencia a sus Códigos. Los
jueces tienen plena libertad para interpretar sus leyes, salvo
que la legislación lo impida específicamente.

Por lo que derecho penal se refiere, el estado abarca aquéllos


actos que se consideran tan serios que implican una ruptura
de la paz social y que no pueden ser reparados mediante
meras demandas entre las partes implicadas. El derecho
penal abarca también los castigos o penas, que pueden
consistir en una multa, un período de encarcelamiento,
libertad condicional, restitución, o la pena de muerte.
Dependiendo en el estado, el juez que impone la sentencia
también puede tener el poder de utilizar diferentes
maneras de castigo, tales como varios tipos de servicio a la
comunidad.

Las penas por delitos varían mucho de estado a estado


y reflejan decisiones de política hechas por las cortes y
legislaturas. Por ejemplo, un estado con una significativa
industria ganadera puede castigar el robo de ganado muy
severamente, reflejando la importancia del negocio de la

59
producción de ganado en ese estado, mientras que otro
estado puede castigarlo menos severamente porque no es
de gran preocupación en ese estado.

En la imposición de una pena el juez puede tomar en


cuenta: los antecedentes penales del acusado; su edad; y
otras circunstancias relacionadas al delito, incluyendo su
cooperación con las autoridades.

En el sistema federal de justicia penal, las cortes siguen las


Pautas de Sentencia de los Estados Unidos (también conocido
por las siglas “USSG”). La Comisión de Sentencias de los
Estados Unidos, una agencia federal, publica estas pautas.

Aunque estatutos federales generalmente establecen


castigos máximos y mínimos, las Pautas de Sentencia
enumeran los factores que las cortes tienen que considerar
en la determinación de la sentencia dentro de los máximos
y mínimos.

La mayoría de los delitos se persiguen a nivel estatal, pues


el derecho penal federal se enfoca a áreas especialmente
relevantes como es el de las drogas, armas migración,
pornografía infantil, entradas ilegales (deportación), etc.

El derecho procesal penal en los Estados Unidos de América


esta compuesto por una serie de casos jurisprudenciales
entretejidos con las leyes federales y estatales que
permiten la creación y el funcionamiento de las agencias
de policía y demás organismos de vigilancia de la ley, junto

60
con los sistemas de prisiones y los procedimientos de
enjuiciamiento criminal.

El sistema judicial de los Estados Unidos se encuentra


formado por dos tribunales: federal y estatal.

Los Tribunales federales están compuestos por la Corte


Suprema de los EEUU, Tribunales de apelación, Tribunales
de primera instancia.

Los Tribunales estatales están compuestos por una Corte


de apelaciones, Tribunal de apelaciones intermedias y
Tribunales de primera instancia.

Además, durante la instancia en “The Fletcher School”, se


nos habló sobre las etapas del procedimiento anglosajón,
entendiendo que el proceso empieza con un arresto
realizado por la policía bajo la creencia de que un individuo
cometió un delito grave, delito menor, o una infracción.

Si es detenido por un delito grave o menor la policía lo pone


a disposición del juez, si fue por una infracción será llevado
a la estación de policía para entregarle una boleta en la que
se le cita para que comparezca ante su tribunal en la fecha
y hora que ahí se le indica.

Una vez que esta disposición del fiscal, este obtiene de la


policía la evidencia en la que sustentara su una acusación al
gran jurado o al juez, según sea el caso concreto, ó sustentar
una libertad.

61
De haber evidencia suficiente, el fiscal prepara la acusación
para presentarla y que sea el gran jurado o el tribunal
quien decide si hay suficientes elementos para llevar a un
juicio al sujeto o no, de lo contrario se desestimara el caso y
obtendrá su libertad.

Cuando el fiscal decide llevar al imputado ante el tribunal,


la audiencia que se celebra se le denomina lectura de cargo
ante el tribunal criminal, la cual consiste en informar de los
hechos que se le acusa.

En esta etapa y antes de que se decida si hay evidencia


suficiente, la defensa y el fiscal pueden negociar y obtener
una sentencia acordada (plea Bargain) para no ir a un juicio.

Para ello basta que el imputado haya entendido la propuesta


y acepte declararse culpable (opcional), o en su caso rechazar
la propuesta de negociación, en el entendido que esto queda
sujeto a la aprobación del juez. El fiscal se compromete a
pedir un cargo menor o una pena más benéfica de la que
pudiera imponerse en caso de irse a juicio.

Una vez efectuada la audiencia de lectura del cargo, será


enviando a una sala de audiencia y tratándose de delitos
graves, previo al juicio, se hace una audiencia denominada
vista preliminar para que un tribunal criminal o jurado de
acusación, determine si la acusación que pretende la fiscalía,
cuenta con las evidencias suficientes para someterlo a juicio,
es decir, esta etapa funciona como un filtro antes de exponer
públicamente a una persona en un juicio, y no llevar a juicio

62
a cualquier persona sin que existan elementos probatorios
suficientes y evitar con ello el abuso de la autoridad.

Si el jurado de acusación o tribunal criminal deciden que


hay evidencia suficiente para acreditar que se cometió un
delito, se presentara un acta de acusación; si deciden que
no hay evidencia será puesto en libertad.

El desarrollo de esta audiencia se hace en secreto, el


abogado puede estar presente, pero no participa, el jurado
se compone entre dieciséis y veintitrés personas, el acusado
puede atestiguar, y presentar los testigos que declaren a su
favor, pero en este caso las declaraciones será hechas con
ausencia del acusado.

En caso de resultar apto para un juicio, su caso se turna


aun tribunal supremo, para otra lectura de cargos como
la descrita, y será acusado formalmente por los delitos
contenidos en el acta de acusación.

El fiscal está obligado a presentar su caso dentro de seis


meses contado desde que se presento la acusación ante el
tribunal criminal, si se trata de delitos graves, o noventa
días si se trata de delitos menores, en algunos casos si el
fiscal no presenta el caso dentro del término establecido, el
tribunal desestimara su caso.

Una vez turnado su caso a una sala de juicio, será juzgado por
un jurado o por un juez, según lo haya solicitado el acusado,
quienes determinaran su inocencia o culpabilidad.

63
El acusado tiene derecho a estar en su juicio y ser debida-
mente representado por su abogado defensor.

Para ser juzgado por jurado, previamente debe elegirse


las personas que conformaran este cuerpo colegiado en
un numero de doce, si es delito grave, en caso de delitos
menores serán seis, sin embargo, se eligen a otras dos
personas, si por alguna circunstancias hay que suplir a otro
miembro de los jurados que ya fueron elegidos.

Los jurados son conformados por un grupos de ciudadanos


que son elegido al azar, por un padrón electoral o de licencias
de conducir, una vez electos no pueden contaminarse con el
caso ni por la prensa ni hablar con nadie del mismo, se les
da una pequeña compensación por sus servicios prestados
y esto es una cultura de responsabilidad de participar
cuando son llamados por la corte ya que incluso se puede
criminalizar su desobediencia sin causa justifica, deben ser
personas mayores de edad, no haber sido condenados por
delitos graves u otros, y no tener prejuicios, pero aún así el
fiscal o la defensa los puede recusar y pedir su cambio sin
mayores justificaciones.

Es importante aclarar que los delitos menores de clase A son


los que requieren un jurado compuesto por seis personas,
en tratándose de delitos de clase B y las infracciones serán
juzgado solo por un juez.

Una vez elegidos los jurados serán protestados por el juez,


quien además les explicara el procedimiento judicial, los

64
principios básicos de la ley y sus responsabilidades como
miembros de un jurado.

La audiencia de juicio empieza, cuando el fiscal hace su


presentación de declaración al jurado, en la que menciona
como pretende probar los hechos constitutivos de delito, la
defensa podrá hacer la declaración inicial en contestación a lo
narrado por el fiscal siempre y cuando lo considere necesario,
pudiéndose reservar tal acción por estrategia de defensa.

Inmediatamente pasaran a recepcionar las pruebas,


primero las del fiscal y luego los de la defensa si las hubiera,
producto de las pruebas desahogadas la fiscalía puede
contradecir las presentadas por la defensa y viceversa.

Una vez presentada y desahogadas todas la evidencias


(pruebas) primero la defensa y luego la fiscalía hacen su
resumen o declaraciones finales, con el objeto de persuadir
al jurado o juez que resuelva en el sentido que favorezca a
sus pretensiones.

Hecho lo anterior, el juez explica al jurado cuales son los


elementos que debe haber probado la fiscalía conforme a la
ley aplicable (los elementos del delito), el jurado o juez están
en condiciones de emitir un veredicto, por lo que el jurado se
retira a deliberar en secreto y al regresar a la sala de audiencias,
emiten su veredicto de absolución o condena más allá de toda
duda razonable, en caso de ser absolución, el acusado queda
libre inmediatamente y el fiscal no tiene derecho a apelar.

65
Para los efectos de condena, el veredicto tiene que ser una
votación unánime, si el jurado está en desacuerdo y no pueden
dar un veredicto, el juez declarara juicio nulo, quedando la
opción al fiscal si vuelve a presentar el caso o no.

Si es absuelto de las acusaciones, nunca se le podrá procesar


de nuevo para ser juzgado por los mismos hechos.

Una vez condenado, el caso queda listado para que el juez


realice el fallo consistente en una sentencia, en la que
previa a su emisión se abre otra audiencia para que la
partes aporten pruebas para los efectos de fijar el grado de
culpabilidad y fijar la pena que le corresponda y la forma de
su cumplimiento.

Emitida la sentencia, el imputado tiene derecho a interponer


la apelación, misma que será revisada por un tribunal
de apelación, en caso de ser confirmada la condena, el
sentenciado puede recurrir de forma limitada (solo procede
en algunos casos) a la corte local más alta en jerarquía del
estado de apelaciones, quien en caso de negar su revisión o
si confirma su condena, habrá concluido su proceso.

Claro que existe la posibilidad de alguna solicitud para


revisar el asunto en el Tribunal Supremo de los Estados
Unidos de Norteamérica, sin embargo esto es excepcional.

A grandes rasgos son algunos de los procedimientos que se


encuentran dentro del proceso anglosajón, que nos permite
tener un panorama de las etapas del proceso, como son el

66
arresto, audiencia previa, el juicio, veredicto, sentencia y
apelación.

Se puede considerar como aspectos relevantes del citado


sistema, que tiene como fuentes del derecho: la constitución
(cosntitution) que es la fuente última del derecho; la
legislación (legislation); los estatuto; la jurisprudencia -stare
decisis- acatar precedente judiciales y los reglamentos.

Además que existen cortes que al interpretar una ley en


una sentencia o fallo tiene la misma fuerza vinculatoria,
lo que significa que si hacen ley, aun cuando hay muchas
críticas hacia las cortes por esa facultad, puesto que se
vuelve obligatoria para quienes dependen de ese tribunal,
a esa fuente del derecho anglosajón se le conoce como
precedente.

Se estima que en el procedimiento es lo más importante,


lejos de la cuestión sustantiva; lo importante para los
americanos, es que hayas tenido un procedimiento justo,
correcto, sin importar que te hagan, basta con que el
procedimiento haya sido correcto.

Para ellos la equidad (equity) no es considerada como una


cuestión de derecho, tan es así que en su momento crearon
los tribunales de equidad.

A nivel federal el fiscal de los EEUU es nombrado por el


presidente y debe ser ratificado por el congreso, así como un
auxiliar, quienes podrán contratar una serie de abogados.

67
La víctima no tiene ningún derecho sobre el proceso, ni es
tomada en cuenta; su participación se reduce a un simple
testigo. Solo interesa a muchos grupos defensores de las
víctimas y a la prensa, pero si es un tópico muy trillado y
que además se puede observar como una debilidad en su
sistema.

Existen once circuitos federales en todo el país y cada


uno tiene sus propios distritos, por ello los tribunales de
apelación no tendrían resoluciones encontrada, además,
solo es vinculante para los distritos que pertenecen al
circuito, claro que en su momento el tribunal de apelación
puede abandonar el criterio o precedente y cambiarlo, así
como también solo la corte suprema de los EEUU es la única
que puede hacerles cambiar su precedente al establecer
que una norma es inconstitucional.

La negociación en este sistema anglosajón, se basa


atendiendo a la petición del fiscal, defensa y el acusado, es
fundamental que el acusado se confiese de los hechos, el
cual tendrá como garantía una pena menor o la aplicación
de un delito menos grave del que se le acusa.

Existe un proyecto conocido como “el inocente” en EEUU,


para aquellos casos en los que resulta que alguien fue
sentenciado injustamente, y con ese proyecto hay opción
de demandar al estado.

Al igual que en México en los Estados Unidos, en el proceso


participa un fiscal, la defensa, el acusado, y un juez.

68
Sin embargo, difieren en cuanto a que la víctima en el sistema
anglosajón, ésta no tiene ningún derecho ni participa
en el proceso, cuando mucho es notificada y requerida
como testigo, en México tiene perfectamente reconocidos
sus derechos y garantías en nuestra constitución, lo que
indudablemente para el sistema estadounidense es una
debilidad; su fortaleza radica en la figura del jurado, quienes
son los que deciden los hechos, en cambio en mi país es el
juez quien resuelve condenar o absolver.

En ambos sistemas, en la vía de apelación nuestros tribunales


no resuelven casos de hecho, solo casos de derecho.

Además que las partes son quienes protagonizan, el proceso,


pues son ellos quienes se encargan de aportar y nutrir a los
jueces con toda la información necesaria para probar sus
pretensiones y aquél y el jurado resuelvan lo que proceda.

La doctrina no es materia de aplicación en el sistema


anglosajón, ni la costumbre, ni los principios generales de
derecho.

69
70
Sistema penal oral y adversarial con
derecho al jurado de los Estados
Unidos de Norteamérica

Marcial Bautista Gómez


Magistrado del estado de Tabasco

71
Sumario: I. Introducción. II. Antecedentes del sistema penal de
los Estados Unidos de Norteamérica. III. Generalidades del sistema
penal de los EEUU. IV. Aspectos relevantes del citado sistema. V.
Similitudes y diferencias entre los sistemas penales acusatorio y
adversarial de los EEUU y México.

72
1. Introducción.

D
esde mi perspectiva, para hablar del
sistema acusatorio es necesario conocer
los principios filosóficos en los que se
edifica el proceso, y de esta manera
entender que los sistemas son un conjunto de reglas
y principios que ordenados unos con otros permiten
obtener la objetividad de las cosa.En todo sistema
hay esencias que lo identifican en los sistemas sus
propiedades que lo caracterizan.

En esta breve reseña, se pretende describir las


experiencias obtenidas del proyecto denominado
intercambio cultural sobre sistemas penales entre
EEUU y México, realizado en la ciudad de Boston en
the fletcher school. Como podemos ver, el sistema
penal de los EEUU es adoptado del sistema Ingles, y
tiene como característica haber basado su fuente del
derecho en el common law y la figura del jurado.

Esto es lo que sucede con el sistema de los Estado


Unidos de Norteamérica, quienes se identifican con
una cultura de juicio adversarial con derecho a un
jurado, y además basado en el common law.

73
En este trabajo también se aborda la línea organizacional
de la judicatura estadounidense y el desarrollo de sus
etapas procedimentales, que en su conjunto hacen resalta
interesantes aspectos del sistema, como son su oralidad,
sus principios reguladores, su división federal y estatal, y
su tradición del jurado.

Por último, queda de manifiesto las similitudes y diferencias


que obran entre los dos sistemas que se analizan, coincidiendo
en su división de poderes, en un sistema de federaciones, en
un sistema de normas jurídicas que regulan la justicia federal y
local, en algunos aspectos del procedimiento adversarial, pero
también se destacan grandes diferencias, como es los efectos
de los precedentes, la figura del jurado, que los magistrados
son de menor jerarquía que los jueces, la autonomía de la
investigación por parte de la policía y la función del ministerio
publico quien no investiga, solo utiliza la evidencia y acusa.

II. Antecedentes del sistema penal de los


Estados Unidos de Norteamérica.

Definitivamente en el desarrollo de nuestra cultura jurídica


hemos estado atentos al sistema jurídico de Francia, Italia
y Alemania, descuidando el conocimiento sobre el derecho
anglosajón, lo que nos llevo a estar influenciados por el
derecho europeo.

Como sabemos el sistema de EEUU es una inspiración del


common law que tiene sus orígenes en el sistema inglés

74
-Inglaterra-, de ahí la importancia de hacer una breve
exploración sobre la esencia y funcionamiento del mencionado
sistema jurídico.

Citando a Jeremy Bentham, afirma que el common law es


el derecho hecho por el juez. Afirmación más que certera,
ya que el common law es producto de la meditación y
el razonamiento común de los juristas, quienes con su
aplicación han fijado precedentes formando las reglas de
aplicación obligatoria en cierto espacio y tiempo.

El common law ingles se originó del conocimiento común,


por lo tanto, su funcionamiento se encontraba fundado en
la razón, producto de la tradición y la costumbre, de ahí
que se derive una de las fuentes del derecho de sistema
Angloamericano.

El derecho ingles se formó históricamente al margen de la


influencia romanística y ha tenido una evolución continuada
y gradual, al grado de estar integrado principalmente por la
costumbre.

Es importante destacar que una de las características del


sistema Americano es la tradición del jurado, sin embargo, es
obtenida de Inglaterra donde ya existía desde 1116, siendo
creada durante el reinado de Enrique II, donde inicialmente
fue utilizada para los intereses de la corona. Con el tiempo
el gran jurado fue ganando independencia, convirtiéndose
en un escudo de protección de los derechos individuales
contra la anarquía estatal, ya que su función primordial

75
era autorizar la acusación penal contra un individuo, la
cual no podía ser instruida sin el consentimiento de un
grupo de ciudadanos elegidos entre la comunidad a la que
pertenecían, y en su momento determinar si habían pruebas
suficientes para suponer que se había cometido un delito.

III. Generalidades del sistema penal de


los EEUU.

Trataremos de dar una pequeña descripción de la orga-


nización judicial, del proceso penal oral y adversarial con
derecho al jurado, con el fin de reflejar las competencias
de los operadores jurídicos y etapas del juicio acusatorio
anglosajón.

a) Organización judicial.
Los EEUU tienen como norma suprema su constitución,
fue adoptada el 17 de septiembre de 1787 y aprobada en
1789. Estados Unidos es una federación de 50 estados, su
gobierno se divide en poder ejecutivo, legislativo y judicial.
Por lo cual, cada estado tiene sus propias constituciones
y normas procedimentales, lo que significa que pueden
otorgar mayores derecho que su constitución general.

Su gobierno está compuesto por un sistema federal y uno


local, por ello cada estado y la federación tienen sus propias
constituciones y leyes, lo que hace que muchas cosas del
procedimiento cambien entre un estado y otro, tan es así que
tienen una organización diferenciada en el poder judicial.

76
El sistema judicial de los Estados Unidos se encuentra
formado por dos tribunales: federal y estatal.

Los Tribunales federales están compuestos por la Corte


Suprema de los EEUU, Tribunales de apelación, Tribunales
de primera instancia.

Los Tribunales estatales están compuesto por una Corte


de apelaciones, Tribunal de apelaciones intermedias y
Tribunales de primera instancia.

b) Proceso penal oral y adversarial


con derecho al jurado
Durante el curso llevado a cabo en la Universidad de
Fletcher school, hare un pequeño paseo sobre las etapas
del procedimiento anglosajón, espero no haber entendido
mal la información proporcionada, para no dar un
esquema incorrecto, sin embargo, me atreveré a tratar de
desarrollarlo.

El proceso empieza con un arresto realizado por la policía


bajo la creencia de que un individuo cometió un delito
grave, delito menor, o una infracción.

Si es detenido por un delito grave o menor la policía lo pone


a disposición del juez, si fue por una infracción será llevado
a la estación de policía para entregarle una boleta en la que
se le cita para que comparezca ante su tribunal en la fecha
y hora que ahí se le indica.

77
Lógicamente, la policía lo ficha y mientras tanto el fiscal
obtiene de la policía la evidencia en la que se baso apara
detener al sujeto, para luego estar en condiciones de poder
determinar si el fiscal considera que hay suficientes elemen-
tos para llevar una acusación al gran jurado o al juez, según
sea el caso concreto, si se estima lo contrario se le pondrá en
inmediata libertad.

De haber evidencia suficiente, el fiscal prepara la acusación


para presentarla y que sea el gran jurado o el tribunal quien
decide si hay suficientes elementos para llevar a un juicio al
sujeto o no, de lo contrario se desestimara el caso y obtendrá
su libertad.

Cuando el fiscal decide llevar al imputado ante el tribunal,


la audiencia que se celebra se le denomina lectura de cargo
ante el tribunal criminal, la cual consiste en informar de
los hechos que se le acusa. En esta etapa y antes de que se
decida si hay evidencia suficiente, la defensa y el fiscal pueden
negociar y obtener una sentencia acordada (plea Bargain)
para no ir a un juicio.

Para ello basta que el imputado haya entendido la propuesta


y acepte declararse culpable (opcional), o en su caso
rechazar la propuesta de negociación, en el entendido que
esto queda sujeto a la aprobación del juez.

El fiscal se compromete a pedir un cargo menor o una pena


más benéfica de la que pudiera imponerse en caso de irse
a juicio.

78
Una vez efectuada la audiencia de lectura del cargo, será
enviando a una sala de audiencia y tratándose de delitos
graves, previo al juicio, se hace una audiencia denominada
vista preliminar para que un tribunal criminal o jurado de
acusación, determine si la acusación que pretende la fiscalía,
cuenta con las evidencias suficientes para someterlo a juicio,
es decir, esta etapa funciona como un filtro antes de exponer
públicamente a una persona en un juicio, y no llevar a juicio
a cualquier persona sin que existan elementos probatorios
suficientes y evitar con ello el abuso de la autoridad.

Si el jurado de acusación o tribunal criminal deciden que


hay evidencia suficiente para acreditar que se cometió un
delito, se presentara un acta de acusación; si deciden que
no hay evidencia será puesto en libertad.

Lógicamente el desarrollo de esta audiencia se hace en


secreto, el abogado puede estar presente, pero no participa,
el jurado se compone entre dieciséis y veintitrés personas,
el acusado puede atestiguar, y presentar los testigos que
declaren a su favor, pero en este caso las declaraciones será
hechas con ausencia del acusado.

En caso de resultar apto para un juicio, su caso se turna


aun tribunal supremo, para otra lectura de cargos como
la descrita, y será acusado formalmente por los delitos
contenidos en el acta de acusación.

El fiscal está obligado a presentar su caso dentro de seis


meses contado desde que se presento la acusación ante el

79
tribunal criminal, si se trata de delitos graves, o noventa
días si se trata de delitos menores, en algunos casos si el
fiscal no presenta el caso dentro del término establecido, el
tribunal desestimara su caso.

Una vez turnado su caso a una sala de juicio, será juzgado por
un jurado o por un juez, según lo haya solicitado el acusado,
quienes determinaran su inocencia o culpabilidad.

El acusado tiene derecho a estar en su juicio y ser debida-


mente representado por su abogado defensor.

Para ser juzgado por jurado, previamente debe elegirse las


personas que conformaran este cuerpo colegiado en un nu-
mero de doce, si es delito grave, en caso de delitos menores
serán seis, sin embargo, se eligen a otras dos personas, si por
alguna circunstancias hay que suplir a otro miembro de los
jurados que ya fueron elegidos.

Los jurados son conformados por un grupos de ciudadanos


que son elegido al azar, por un padrón electoral o de licencias
de conducir, una vez electos no pueden contaminarse con el
caso ni por la prensa ni hablar con nadie del mismo, se les da
una pequeña compensación por sus servicios prestados y esto
es una cultura de responsabilidad de participar cuando son
llamados por la corte ya que incluso se puede criminalizar su
desobediencia sin causa justifica, deben ser personas mayores
de edad, no haber sido condenados por delitos graves u otros,
y no tener prejuicios, pero aún así el fiscal o la defensa los
puede recusar y pedir su cambio sin mayores justificaciones.

80
Es importante aclarar que los delitos menores de clase A son
los que requieren un jurado compuesto por seis personas,
en tratándose de delitos de clase B y las infracciones serán
juzgado solo por un juez.

Una vez elegidos los jurados serán protestados por el juez,


quien además les explicara el procedimiento judicial, los
principios básicos de la ley y sus responsabilidades como
miembros de un jurado.

La audiencia de juicio empieza, cuando el fiscal hace su


presentación de declaración al jurado, en la que menciona
como pretende probar los hechos constitutivos de delito, la
defensa podrá hacer la declaración inicial en contestación a lo
narrado por el fiscal siempre y cuando lo considere necesario,
pudiéndose reservar tal acción por estrategia de defensa.

Inmediatamente pasaran a recepcionar las pruebas,


primero las del fiscal y luego los de la defensa si las hubiera,
producto de las pruebas desahogadas la fiscalía puede
contradecir las presentadas por la defensa y viceversa.

Una vez presentada y desahogadas todas la evidencias


(pruebas) primero la defensa y luego la fiscalía hacen su
resumen o declaraciones finales, con el objeto de persuadir
al jurado o juez que resuelva en el sentido que favorezca a
sus pretensiones.

Hecho lo anterior, el juez explica al jurado cuales son los


elementos que debe haber probado la fiscalía conforme a

81
la ley aplicable (los elementos del delito), el jurado o juez
están en condiciones de emitir un veredicto, por lo que el
jurado se retira a deliberar en secreto y al regresar a la sala
de audiencias, emiten su veredicto de absolución o condena
más allá de toda duda razonable, en caso de ser absolución,
el acusado queda libre inmediatamente y el fiscal no tiene
derecho a apelar.

Para los efectos de condena, el veredicto tiene que ser


una votación unánime, si el jurado está en desacuerdo y
no pueden dar un veredicto, el juez declarara juicio nulo,
quedando la opción al fiscal si vuelve a presentar el caso
o no. Si es absuelto de las acusaciones, nunca se le podrá
procesar de nuevo para ser juzgado por los mismos
hechos.

Una vez condenado, el caso queda listado para que el juez


realice el fallo consistente en una sentencia, en la que
previa a su emisión se abre otra audiencia para que la
partes aporten pruebas para los efectos de fijar el grado de
culpabilidad y fijar la pena que le corresponda y la forma de
su cumplimiento.

Emitida la sentencia, el imputado tiene derecho a interponer


la apelación, misma que será revisada por un tribunal
de apelación, en caso de ser confirmada la condena, el
sentenciado puede recurrir de forma limitada (solo procede
en algunos casos) a la corte local más alta en jerarquía del
estado de apelaciones, quien en caso de negar su revisión o
si confirma su condena, habrá concluido su proceso.

82
Claro que existe la posibilidad de alguna solicitud para
revisar el asunto en el Tribunal Supremo de los Estados
Unidos de Norteamérica, sin embargo esto es excepcional.

A grandes rasgos son algunos de los procedimientos que se


encuentran dentro del proceso anglosajón, que nos permite
tener un panorama de las etapas del proceso, como son el
arresto, audiencia previa, el juicio, veredicto, sentencia y
apelación.

IV. Aspectos relevantes


del citado sistema.

El sistema anglosajón tiene como fuentes del derecho


a la constitución (cosntitution) es la fuente última del
derecho; la legislación (legislation); los estatuto; la
jurisprudencia -stare decisis- acatar precedente judiciales
y los reglamentos.

Hay cortes que al interpretar una ley en una sentencia o


fallo tiene la misma fuerza vinculatoria, lo que significa
que si hacen ley, aun cuando hay muchas críticas hacia las
cortes por esa facultad, puesto que se vuelve obligatoria
para quienes dependen de ese tribunal, a esa fuente del
derecho anglosajón se le conoce como precedente.

En EEUU, están obsesionados por el procedimiento ya que


creen que la equidad lo es todo, es algo como en el sistema
británico, lejos de la cuestión sustantiva; lo importante

83
para los americanos, es que hayas tenido un procedimiento
justo, correcto, sin importar que te hagan, basta con que el
procedimiento haya sido correcto.

Para ellos la equidad (equity) no es considerada como una


cuestión de derecho, tan es así que en su momento crearon
los tribunales de equidad.

A nivel federal el fiscal de los EEUU es nombrado por el


presidente y debe ser ratificado por el congreso, así como un
auxiliar, quienes podrán contratar una serie de abogados.
Hay quienes no están de acuerdo en la forma en que se
eligen a los fiscales y jueces, -se eligen por medio de una
votación de ciudadanos por propuesta del ejecutivo con
ratificación del congreso-.

La víctima no tiene ningún derecho sobre el proceso, ni es


tomada en cuenta; su participación se reduce a un simple
testigo. Solo interesa a muchos grupos defensores de las
víctimas y a la prensa, pero si es un tópico muy trillado y que
además se puede observar como una debilidad en su sistema.

Existen once circuitos federales en todo el país y cada uno tiene


sus propios distritos, por ello los tribunales de apelación no
tendrían resoluciones encontrada, además, solo es vinculante
para los distritos que pertenecen al circuito, claro que en su
momento el tribunal de apelación puede abandonar el criterio
o precedente y cambiarlo, así como también solo la corte
suprema de los EEUU es la única que puede hacerles cambiar su
precedente al establecer que una norma es inconstitucional.

84
La negociación en este sistema anglosajón, se basa
atendiendo a la petición del fiscal, defensa y el acusado, es
fundamental que el acusado se confiese de los hechos, el
cual tendrá como garantía una pena menor o la aplicación
de un delito menos grave del que se le acusa.

Existe un proyecto conocido como “el inocente” en EEUU,


para aquellos casos en los que resulta que alguien fue
sentenciado injustamente, y con ese proyecto hay opción
de demandar al estado.

V. Similitudes y diferencias entre


los sistemas penales acusatorio y
adversarial de los EEUU y México.

Cabe mencionar que los comentarios aquí establecidos


respecto a las diferencias y similitudes los hare en base a los
sistemas acusatorio y adversaria que México ya contempla en
algunos estados de la republica, y no del sistema inquisitivo.

Al igual que en México en los Estados Unidos, en el proceso


participa un fiscal, la defensa, el acusado, y un juez.

Sin embargo, difieren en cuanto a que la víctima en el sistema


anglosajón, ésta no tiene ningún derecho ni participa
en el proceso, cuando mucho es notificada y requerida
como testigo, en México tiene perfectamente reconocidos
sus derechos y garantías en nuestra constitución, lo que
indudablemente para el sistema estadounidense es una

85
debilidad; su fortaleza radica en la figura del jurado, quienes
son los que deciden los hechos, en cambio en mi país es el
juez quien resuelve condenar o absolver.

En ambos sistemas, en la vía de apelación nuestros tribunales


no resuelven casos de hecho, solo casos de derecho.

Además que las partes son quienes protagonizan, el proceso,


pues son ellos quienes se encargan de aportar y nutrir a los
jueces con toda la información necesaria para probar sus
pretensiones y aquél y el jurado resuelvan lo que proceda.

En el sistema de EEUU no se descubren las pruebas y no las


conocen las partes, en cambio en México si las conocen con
la debida aportación para una adecuada defensa.

Existen similitudes entre la constitución mexicana y las de


los EEUU, al tener la misma división de los tres poderes,
tienen un distrito, los poderes no se los entregan a los
estados se los reserva la federación.

La otra diferencia que encuentro en México es que el sistema


federal predomina sobre las entidades federativas, como es
la materia mercantil, cosa que no tienen los Estados Unidos.

La doctrina no es materia de aplicación en el sistema anglosa-


jón, ni la costumbre, ni los principios generales de derecho.

Sobre los tratados su sistema a través del legislativo puede


invalidar un tratado esa es la diferencia con México.

86
Los delitos son muy semejantes a EEUU y México, existen
otras diferencias en materia procesal, como son:

Existe autonomía de la policía; solo investigan bajo la


vigilancia de un magistrado, ellos llevan a cabo detenciones,
incautaciones y arrestos.

La defensa no necesita presentar pruebas, pero si se da una


idea de las pruebas que el fiscal presentará en el juicio.

El gran jurado o el juez que conoció de las audiencias


preliminares no serán los que resuelvan el juicio. Además
que EEUU no cuenta con un auto de vinculación a proceso.

El propósito del derecho penal en EEUU, es el mismo que


en México, con la excepción de que al sistema anglosajón no
le interesa la reparación del daño y aún cuando la víctima
tenga derechos a esa reparación, esta tendrá que reclamarlo
en otro juicio.

También es digno de observar, que en la aplicación de ambos


sistemas son coincidentes en que el juicio se apliquen
los principios de oralidad, inmediación, concentración,
publicidad, continuidad y contradicción.

87
88
Análisis Comparativo
de los sistemas
procesales penales
de Estados Unidos, Chile,
Colombia y México.
Análisis mínimo de Derecho Adjetivo Penal Comparado.

Colombia

89
90
El sistema
penal acusatorio
en Colombia

César Humberto Madrigal Martínez


Rodolfo Campos Montejo

91
Sumario: I. Antecedentes. II. Reflexión sobre la fundamentación
del sistema penal acusatorio. III. ¿Cómo se caracteriza el sistema
acusatorio en Colombia? IV. El juez de control de garantías en
Colombia. V. La idea del debido proceso en Colombia. VI. La filosofía
del Principio de oportunidad en el sistema Colombiano. VII. Leves
críticas al sistema.

92
I. Antecedentes.

C
onforme al artículo primero de la Cons-
titución Política Colombiana, todo su
sistema jurídico se funda en el respe-
to de la Dignidad Humana; ante la
instrumentalización de un proceso penal debe
entonces primar las garantías individuales sobre
la eficiencia del sistema (eficientismo).11

El proceso penal Colombiano se rige por el principio


de Libertad conforme al concepto e idea de las
normas internacionales sobre derechos humanos.
También tiene su fundamento en un principio de
igualdad entendida como resultado de esa dignidad
humana manifestada y de legalidad, respetando el
equilibrio de cargas y oportunidades entre acusación
y defensa.El modelo teórico del sistema acusatorio
colombiano no existe como un modelo absoluto,
tanto la Constitución política, el ordenamiento
jurídico y la inspiración de sus instituciones
corresponden a la tradición europea continental y
su sistema corresponde a esta tendencia.
11 Bernal Cuellar, Jaime, et al. Estado actual de la Justicia Colombiana; bases para la
discusión del nuevo sistema procesal penal colombiano. 1ª. Ed. Bogotá, Universidad
externado de Colombia. P. 325.

93
El anterior sistema Colombiano se caracterizaba por lo que
se refería era un doble déficit, según Alberto Binder12 el reto
ha sido vencer el déficit de garantías y al mismo tiempo el de
eficiencia; estas reformas que nos han venido acompañando
y que ninguna se sustrae a ello, obedecen a la evidencia
empírica de un déficit de garantías, que tenía que ver no con
la constitución, sino con el aspecto normativo que radiaba
en la práctica de respeto hacia la indemnidad humana, y por
ello había un abismo entre lo que decía la constitución y la
ley, y desde luego su observancia.

También se señalaba que no existía participación de la


comunidad y ni inmediación. Al igual que nuestro Estado
Mexicano, Colombia se caracterizaba por la ausencia del
principio de inmediación, un aparato de justicia poco eficaz,
la no aplicación del debido proceso y poca admisión de la
efectividad de los derechos de la víctima.

Desde el punto de vista de un aspecto sociológico


encontrábamos la falta de credibilidad en la fiscalía, la
sociedad demandaba mayor justicia, había dilación en el
proceso y miles de ellos estaban suspendidos y prescritos.
El sistema Colombiano buscó con su Reforma Constitucional
(19 de diciembre 2002) y la Ley 906 del 2004, la mayor
protección de garantías en juicio, protección a la intimidad,

12 Dr. Alberto Binder, argentino, Procesalista, Experto en Sistemas Judiciales, es mi-


embro del consejo asesor del Inecip – Argentina (Instituto de Estudios Compara-
dos en Ciencias Penales), Director del instituto latinoamericano sobre seguridad y
democracia (Ilsed), miembro titular del Instituto Iberoamericano del Derecho Pro-
cesal Penal, igualmente Director del Centro de Políticas Públicas para el Socialismo
(Ceppas).

94
la incorporación de la presunción de inocencia y mayor
protección de la libertad.

II. Reflexión sobre la fundamentación del


sistema penal acusatorio.
Para el análisis del sistema acusatorio colombiano debemos
realizar algunas interrogantes básicas de su construcción; la
primera interrogante a resolver a propuesta de un sistema
acusatorio es el de los fundamentos esenciales del mismo.

a) Fundamentación. Las claves para el proceso de


fundamentación del modelo acusatorio colombiano no
fueron dadas por los regímenes de derecho positivo del país.
Es decir, no se tomaron los códigos como punto de partida
sino como punto de llegada. Con la idea de que los derechos
fundamentales deben ser respetados por los estados pero
es el derecho penal quien más puede violentar este derecho,
la legislación colombiana idealizó este anhelo observando
a la comunidad internacional que en los últimos 60 años
promulgó una gran cantidad de tratados de derechos
humanos. Hay un núcleo de derechos protegidos que están
en juego o relacionados con el derecho procesal penal
y que toca lo que está en juego en el derecho penal. Los
tratados al estar coadyuvando a construir teleológicamente
una democracia constitucional sirvieron para fundamentar
el proceso acusatorio colombiano netamente relacionado
con la idea de la Democracia participativa y el respeto a los
derechos fundamentales. También fundamentó el nuevo

95
sistema penal colombiano la idea de que el Derecho a un
juicio justo es una garantía constitucional consagrada y el
sistema acusatorio es el único compatible con un sistema de
respeto los Derechos Humanos. Esta es la razón por la que
debemos olvidar regímenes internos y debemos observar
la visión externa.

b) La Constitucionalización del sistema oral. Otro


aspecto de la Fundamentación, se observa en la idea de
que deben revisarse las Constituciones para llevar los
contenidos acusatorios a la Constitución del estado que
la instaura, no olvidando los fines del derecho penal. La
Teleología del derecho punitivo comprende varios aspectos:
1) aproximación razonable a la verdad, no con criterios de
verdad absoluta, material o real sino aproximándonos a
ella considerando límites normativos (barreras, derecho
fundamentales) temporales (para acusar) materiales (los
propios de las sociedades subdesarrolladas. 2) Buscar la
Justicia. El derecho penal aun que es la forma más directa
de control formal, debe intrínsecamente vinculada con la
búsqueda de un sistema de justicia; 3) respeto de los derechos
fundamentales de los intervinientes; vale mencionar que se
debe encontrar la verdad de los hechos, pero no de cualquier
manera sino con respeto a los Derechos fundamentales de
los intervinientes; no tan solo para el acusado sino también
para la víctima que tiene derechos fundamentales en juego
en el proceso penal como lo son: la Verdad, justicia y su
derecho a la reparación de daño, por eso tiene derecho de
participación en el proceso. 4) flexibilización razonable de
las normas penales. Siendo los sistemas acusatorios costosos,

96
deben tener un equilibrio entre eficacia y costos; el sistema
solo puede procesar el 10% de los juicios, (aceptaciones de
cargo, acuerdos), si se desea llegar a mayor porcentaje, se
debe de dotar de mayores recursos al sistema.

El juez, el defensor y el fiscal deben de velar por el respeto


del sistema acusatorio. Dentro de sus respectivos roles.

III. ¿Cómo se caracteriza el sistema


acusatorio en Colombia?

Características, directrices básicas del sistema.

• Principio acusatorio. Este principio es fundamental


y pilar del sistema colombiano; recordemos que para
Ferrajoli13 no hay acusación sin juicio, el que acusa no debe
de juzgar (separación funcional) debemos tener una parte
procesal encargada de la investigación y una parte procesal
encargada de la acusación que debe cumplir algunas
exigencias: no puede afectar derechos fundamentales, no
puede tomar decisiones de fondo en el proceso penal. Porque
las afectaciones de fondo deben ser funciones típicamente
judiciales. Contenidos de este principio: Principio de
legalidad oficialidad y oportunidad

• Principio de defensa: Este principio agrupa todos


los contenidos del derecho fundamental a la defensa
13 Ferrajoli, L. El Derecho penal mínimo. http://neopanopticum.wordpress.
com/2006/07/06/el-derecho-penal-mnimo-l-ferrajoli/consultado 16 de
septiembre de 2010.

97
como derecho a ser oído, defensa técnica, derecho a ser
informado, derecho a estar presente; la característica
principal de este principio es que debe estar en
condiciones de igualdad para que haya equilibrio
procesal.

• Concepción del juez: Aquí se plantea la interrogante


¿cómo debe ser el juez del sistema acusatorio?:
debemos de hablar del juez integral; cfr. la justicia
como integridad de Dworkin, Juez integral se refiere a
lo que debe ser un Juez en un entorno democrático.
Lo anterior tiene 2 ámbitos: ¿qué comprende ese juez?
El juez de Legalidad o juez natural debe comprender:
independencia, imparcialidad, posibilidad de doble
instancia, responsabilidad, motivación, non bis in ídem.
El juez toma audiencia en cara a las partes y la sociedad
en donde ocurre el conflicto. El juez debe ser un juez de
Fundamentación entendiendo esto como posibilidad
de argumentar verbalmente de manera eficaz. El juez
podrá con ello abordar la capacidad de identificar
el tema, plantear una tesis, realizar argumentos
centrales, secundarios, podrá dar respuestas a los
contraargumentos y plantear una decisión. En el caso
de la nueva concepción del juez observamos que el
proceso es público pero la pena es secreta, no podemos
hablar de retribución como fin de la pena.

El juez cumple su función en 2 contextos en Colombia: Juez


de control en la reserva judicial de las libertades públicas:
es una enseñanza de los orígenes de la modernidad.

98
Solo los jueces están legitimados para afectar derechos
fundamentales. Juez del juicio: contenidos de derecho a un
juicio justo y el juez de juicio es el garante de este principio.
¿Qué comprende un juicio justo’: presunción de inocencia,
carga de la prueba, in dubio pro reo, carga dinámica de la
prueba y su rendimiento en el proceso penal. Licitud de la
prueba, solo es lícita la prueba que respeta la dignidad del
hombre. no es viable entonces la utilización del Pentotal
sódico, el uso del polígrafo. El juez en esta concepción debe
garantizar los principios del sistema acusatorio: Publicidad,
oralidad, inmediación, contradicción, concentración. Otros
contenidos: Ser informado de la acusación, ser oído en
juicio, defensa técnica.

IV. Juez de Control de garantías


en Colombia.

Tiene varios ámbitos: 1er lugar. El juez autoriza o


controla las afectaciones de Derechos Fundamentales
(allanamientos registros, intervención de comunicaciones
pero tiene 36 hrs. para que dé a conocer al juez el contenido
de esas afectaciones) 2º lugar: el juez presencia actos de
impulso procesal (imputación) el juez impone medidas
de aseguramiento (personales o reales) se imponen
para evitar el entorpecimiento del proceso, evitar la fuga.
Controla actos de disposición de la acción penal (principio
de oportunidad), el principio de oportunidad lo tiene el juez
de control por los derechos de la víctima. Realiza prueba
anticipadas.

99
Los roles judiciales en el sistema acusatorio se vuelven muy
exigentes. Exige fundamento y técnica (discurso lógico,
capacidad de resolver en base a premisas normativas y
fácticas) tomando relevancia fundamental la capacitación.

V. La idea del debido proceso


en Colombia.
El proceso es un método de administración de justicia; es
una secuencia lógica y ordenada de pasos que conduce a
cierto fin. Por ello debemos saber a dónde se dirige ese
camino o cuál es el fin de ese proceso:

• Aproximación al conocimiento de la verdad. material y


otra normativa formal. Verdad Material para el proceso es
aquella producto del mejor esfuerzo de los funcionarios
judiciales dentro de los límites temporales. El formal es el
producto de lo que las partes le llevan al juez.
• Garantía de derechos fundamentales individuales.
A la verdad hay que llegar pero respetando los derechos
de las personas. Actos de prueba: todos aquellos que
permiten dirigirse a la determinación de elementos
de prueba para consolidar precisamente pruebas.
Garantías son subespecies de los derechos que hacen
efectivo el goce de estos derechos. Son instrumentos.
• Protección de los intereses colectivos en juego.
• Principio de oportunidad, es una derivación del
modelo de estado social de derecho, la flexibilización
del imperio abstracto de la ley. El procedimiento

100
contemporáneo en virtud de una relación axiológica
permite transar con el delincuente y si la negociación
es útil para la sociedad debe realizarse. Ésto por estar
en un Estado social de derecho.

Los operadores del sistema colombiano ha entendido


correctamente la necesidad del principio de lealtad en el
litigio penal. Para la acusación debe existir una inferencia
razonable de autoría.

El principio elemental del sistema acusatorio colombiano


es la Igualdad de armas (columna vertebral del sistema.
¿Cómo conciliar la igualdad de armas con los otros
principios: oralidad, continuidad, publicidad, inmediatez
y concentración? La respuesta se ha advertido en la idea
de un Juez imparcial, una correcta acusación por un Fiscal
profesional y una defensa adecuada.

En Colombia no se da participación formal a la víctima o al


acusador privado ya que se tiene la idea de que si existen
otros intervinientes se puede romper el principio de
igualdad de armas.

El Proceso Colombiano, concebido como método dialéctico


que inicia con Posibilidad y termina con certeza, se desarrolla
en las siguientes etapas: Noticia criminal, investigación previa
que termina con la formulación de imputación (captura,
formalización de la imputación (auto de vinculación en
México) y medidas de aseguramiento. Después en 30 días se
deben producir alguna de las situaciones siguientes: principio

101
de oportunidad, solicitud de preclusión de la investigación
–fiscalía-, presentación del escrito de acusación. Después del
escrito puede venir el acto de negociación de culpabilidad
entre fiscalía y defensa.

Después existen 3 audiencias en el juicio (etapa de juzgamien-


to) formulación de acusación, preparatoria y juicio. Antes de
juicio todo es dato de prueba, ya que hasta que llega a juicio
toda información relacionada en la investigación es prueba,
después de admitirse para juicio Adversarial.

Observamos que la Justicia Colombiana es una Justicia tran-


saccional, sometida a negociación. Podemos hablar entonces
por esta característica que tiene Legalidad matizada.

VI. La filosofía del Principio de oportunidad


en el sistema Colombiano.

El Derecho que se da en un estado social constitucional prevé


Institutos procesales dispositivos; En ellos encontramos
un Sistema o Derecho de consenso. Las partes disponen
primordialmente del proceso.

Los acuerdos probatorios es una garantía de esta disposición,


las partes pueden llegar a acuerdos previos de culpabilidad
a cambio de renuncias a garantías del debido proceso. Así,
el principio de oportunidad se ancla en el estado social de
derecho. En el estado de derecho hay formas alternativas
de solución de conflicto y los acuerdos previos sobre la

102
culpabilidad son admitidos como parte normal de este tipo
de proceso.

Se sabe que la administración de justicia es costosa, quien


pretenda someter todo al conocimiento de un juez está
equivocado y es tildado de practicar un positivismo legalista
subsumista.

El estado social de derecho le apunta más a una justicia


humana, más real, de convivencia, que permita el libre
desarrollo de la personalidad.

El principio de oportunidad no es impunidad, es una forma


alternativa de solución de conflicto. Es una válvula de escape
que permite que el sistema no se reviente, que respire.14

El derecho es poner en concordancia la ley con los


principios de garantías fundamentales y constitucionales.
La sustancialidad o adjetividad de la ley ha señalado que
eso no está en los códigos sino en la materialidad de los
hechos. La adjetividad no son los hechos en sí mismos.

El principio de oportunidad descongestiona el sistema, es


ideal en delitos de mínima culpabilidad y delitos bagatelares,
donde no se alcanzan un mínimo de culpabilidad material.

Con esta idea El sistema Colombiano transforma la idea de


una Justicia metafísica de mal por mal y puede incorporar
14 Cita del Dr. Carlos Arturo Gómez Pavajeau en su conferencia sobre el principio de
oportunidad, miércoles 15 de septiembre, Universidad externado de Colombia.
Grupo 2 de Fletcher.

103
el principio de oportunidad a su sistema como un principio
de política criminal.

VII. Críticas al sistema.


A pesar de estar en un sistema Adversarial que debiera estar
en etapa de perfección en su implementación, pareciera
no han podido desterrar algunas prácticas del sistema
anterior como por ejemplo, el tener que hacer traslados por
escrito de acusaciones, el olvido material de la víctima al no
privilegiarse la reparación del daño; el excesivo garantismo
utilizado para tazar el otorgamiento de medidas cautelares,
la realización de juicios en ausencia en muchos casos que por
el propio principio consideramos no debieran de darse, y la
posibilidad excesiva de apelar en casos que desnaturalizan la
filosofía propia de éste método de impartir justicia.

Podemos señalar que u estructura procesal no es la correcta


ya que la indagación se hace con secrecía desnaturalizando
el propio sistema en cuanto a su publicidad y la oportunidad
de defensa. También adolece al mermar las posibilidades
de una correcta defensa ante la imposibilidad de conocer
las evidencias que hay en contra de su defendido sin saber
realmente las pruebas existentes ya que no se le da acceso
a la carpeta de investigación.

Aunque tienen la figura del juez de ejecución, éste no tiene


la capacidad de reinsertar al delincuente tal y como fue
confesado por la Dra. Martha Yenira Sánchez, jueza 6ª de

104
descongestión. Las cárceles en Colombia se encuentran
abarrotadas y no existen verdaderos programas de
reinserción social.

105
106
El Sistema acusatorio colombiano:
un esfuerzo valiente.

Marcos Alejandro Celis Quintal

107
108
C
olombia ha emprendido, desde 2005,
un proceso de transformación de su
sistema de justicia penal, para pasar de
un sistema inquisitivo y escrito a uno
acusatorio y oral.

Debemos reconocer que este proceso de trans-


formación ha sido un esfuerzo valiente, dadas las
circunstancias especiales que Colombia ha vivido
como país: una larga existencia de la guerrilla, el
narcotráfico y la delincuencia organizada, entre
muchos otros problemas de seguridad.

De esta manera, esta nación sudamericana se


lanzó a la tarea de modificar el diseño de su
proceso penal para instrumentar un sistema oral,
de corte garantista, que busca dotar de eficacia a
la persecución de los delitos. Esto, por supuesto,
no es una tarea fácil y es un camino sinuoso lleno
de obstáculos pero es importante resaltar que ha
habido un gran avance en cuanto a la calidad en
su sistema de impartición de justicia criminal y
en lo que respecta a la celeridad de sus juicios.

109
El modelo colombiano tiene diversos aciertos que ahora
comentaré y algunos aspectos que merecen una revisión
porque producen ruidos innecesarios en el sistema
acusatorio.

Aciertos

1. La fiscalía. Colombia ha puesto énfasis especial en mejorar


los estándares de calidad del órgano persecutor de los
delitos. Particularmente destaca el fortalecimiento de sus
áreas de investigación y de servicios periciales, lo cual nos
permite prever que la acusación penal será cada vez más
eficaz y contundente.

2. La defensa. Se ha implementado un proceso de reor-


ganización de la defensoría pública y, lo más importante, se
les ha dotado de elementos científicos y técnicos para hacer
más eficaz la defensa en juicio. Dotar a la defensoría de un área
de servicios periciales sin duda ayudará a que los defensores
tengan mejores herramientas para proteger los intereses de
los acusados y generar estrategias adecuadas de defensa;
sobre todo, generan la posibilidad de una auténtica igualdad
de armas, un mejor equilibrio procesal. Esto potencia la
existencia de un verdadero proceso adversarial.

3. La inexistencia de la figura procesal del auto de vinculación


a proceso. En México, de conformidad con el artículo 19 de
la Carta Magna, para la prolongación de la detención ante
autoridad judicial por más de 72 horas (prisión preventiva),

110
por virtud de la reforma constitucional del 1 de junio
de 2008, es necesario un auto de vinculación a proceso.
Desafortunadamente, como reminiscencia del antiguo
auto de formal prisión, los proyectos de códigos procesales
penales que ahora se discuten y los respectivos códigos
adjetivos de los estados que han implementado la reforma,
han incluido el auto de vinculación a proceso como una
requisito de continuación del proceso penal, a pesar de que
no es eso lo que dispone el artículo 19 constitucional.

A diferencia de nuestro país, en Colombia, esta institución


no existe. A cambio, se exigen que existan elementos
probatorios que hagan probable la responsabilidad del
imputado en la comisión de los delitos que se investigan
para que se pueda decretar una medida de aseguramiento
personal, entre las que se encuentra la prisión preventiva.

Esto representa una ventaja respecto del modelo mexicano,


pues el procedimiento de investigación puede realizarse
sin que necesariamente se tenga que el juez tenga que
decidir si se dan los elementos del delito y la probable
participación del imputado, si el imputado está en libertad.
De esa manera, la fiscalía puede contar con más tiempo para
realizar la investigación de los delitos y, en consecuencia,
ésta será más eficaz.

En este sentido, afirmo que, para el caso mexicano, el auto


de vinculación a proceso, solo debe emitirse, en estricto
apego al artículo 19 constitucional, cuando se imponga una
medida cautelar privativa de la libertad, esto es, cuando

111
se trate de la prisión preventiva y el arraigo o arresto
domiciliario.

Aspectos a revisar:
1. Infraestructura. Es notorio que la escasez de recursos ha
levado a la necesidad de crear una infraestructura modesta
y hasta cierto punto improvisada. Ello genera algunos
inconvenientes, como salas de audiencias reducidas y con
muy poco espacio para el público, lo que implica riesgos a
la transparencia y publicidad de los procesos.

Los edificios no cuentan con espacios para la espera y


aislamiento de los testigos, por lo que éstos tengan que
permanecer en los pasillos e inclusive en las propias salas
de audiencias. De esta manera, se corre el riesgo de que los
testigos se comuniquen entre sí o presencien el debate y se
contaminen sus declaraciones.

Respecto de la organización administrativa, Colombia optó


por un sistema administrativo concentrado en cada edificio.
Por ejemplo, Palacio de Justicia de Paloquemao, tiene setenta
juzgados y un único aparato administrativo, denominado
Centro de Servicios, coordinado de manera unipersonal por
un juez. Ello produce una alta concentración de personal
en espacios reducidos, desorden y un ambiente de trabajo
poco apropiado. Derivado de ello, se han implementado
procesos administrativos complejos que se traducen en
una gran cantidad de papeles y expedientes voluminosos.

112
Sin duda, ello riñe con la lógica del sistema oral, que exige
privilegiar el expediente electrónico y la comunicación de
las actuaciones judiciales en las propias audiencias y, en
consecuencia, expedientes físicos mínimos.

En este sentido el sistema de gestión chileno ofrece ventajas


sobre el colombiano, pues la organización del trabajo es celular;
es decir, cada juzgado, compuesto de 5 a 7 jueces, tiene su
propio aparato administrativo lo que conlleva una gestión más
ordenada y eficaz. Solo para darnos una idea de las diferencias
entre estos dos países, un centro de servicios en Bogotá tiene
alrededor 70 jueces y 200 empleados y en Santiago 7 jueces
y aproximadamente 20 trabajadores administrativos.

Además el trabajo está organizado en dos turnos, uno ma-


tutino y otro vespertino, lo cual nos da la idea de saturación
del sistema y de espacios físicos insuficientes para atender la
demanda de la población en materia de justicia.

2. Intervinientes en el proceso. Las partes en el proceso


colombiano, de acuerdo con lo observado, y sin pretender
generalizar, parecen no estar a la altura de las exigencias
del sistema adversarial. Se observó a los fiscales leyendo las
preguntas a los testigos con escasa capacidad argumentativa
y pifias procesales mientras que los defensores carecían
de estrategias de defensa y desconocimiento de aspectos
esenciales del sistema.

Lo anterior evidencia carencias en la capacitación y de


dominio de las técnicas de litigación por parte de los

113
intervinientes en el proceso penal; por supuesto, ello
impide un auténtico debate en las audiencias y rompe la
lógica de un auténtico sistema adversarial.

Es digno de reconocer los enormes avances que se han


logrado en la organización de la fiscalía y la defensoría
pública, pero ello no se ha podido traducir a la hora del
debate en las audiencias.

Una peculiaridad del sistema colombiano que no encuentra


coincidencia en otros sistemas, es la intervención del Minis-
terio Público, además del fiscal, en las audiencias del proceso
penal. La idea de su intervención en el proceso penal, obe-
dece a que el Ministerio Público, al crearse la fiscalía general,
se desprendió de la función persecutora de los delitos, pero
mantuvo su papel como representante de la sociedad en los
juicios y como órgano de control de la legalidad.

Sin embargo, ese es precisamente el papel del juez y, en la


práctica, se convierte en un órgano aliado de la fiscalía,
situación que atenta contra el principio de equilibrio procesal,
que se erige en uno de los pilares del sistema acusatorio.
Sostengo que la intervención del Ministerio Público en el
proceso penal, en el enfoque colombiano, debe erradicarse.

Aspectos procesales.
a) Las etapas del proceso. El proceso penal colombiano
tiene dos etapas: la de investigación y la de juicio. La primera

114
se divide en las fases de indagación e investigación y la
segunda en las de formalización de la acusación, depuración
de pruebas y juicio. Se diferencia del proceso chileno en que
éste se divide en tres etapas: de investigación o preliminar,
de preparación a juicio o intermedia y de juicio. Los actos
procesales de ambos países son similares, pero están
agrupados de diferente manera en las etapas respectivas.
En Chile, la etapa intermedia se lleva ante el juez de control y
se desarrolla en una audiencia de en la que se depura la prueba
y se emite el auto de apertura a juicio. En Colombia la etapa de
investigación concluye con la formalización de la imputación
y da lugar a la fase de juicio, que se desarrolla a través de la
formalización de la acusación, la depuración probatoria y el
juicio, todo ello en audiencias distintas. Todos los actos de la
etapa de juicio se desarrollan ante el juez de conocimiento.

Considero que incluir dentro de la fase de juicio la


depuración probatoria hace que le juez de conocimiento
conozca de los elementos de prueba y pudiera llegar a pre-
juiciarlo en la audiencia de debate, situación que pone en
riesgo la imparcialidad del juzgador.

b) La sustentación de la apelación. Respecto de la


impugnación de las resoluciones judiciales en el proceso penal,
mediante reciente reforma legal, la sustentación del recurso se
realiza ante el juez de origen, lo cual se graba en algún medio
electrónico y se hace llegar al tribunal de alzada.

Esta peculiaridad se justifica como un mecanismo de acceso


a la justicia, pues los intervinientes de la segunda instancia

115
no tienen que trasladarse hasta el lugar donde el tribunal
de apelación tiene su sede para hacer valer sus posiciones.
Sin embargo, es claro que se rompe el principio de
inmediación, pilar del sistema acusatorio, pues los jueces
de segunda instancia no tienen conocimiento directo de las
partes y de los alegatos de estas. Me parece que la reforma
que se analiza, representa un retroceso en el sistema
acusatorio y ya no hace gran diferencia, en la apelación,
entre el proceso oral y el escrito.

c) Juzgados unitarios de juicio oral (jueces de conocimien-


to). El juicio oral en Colombia se lleva ante un solo juez, a
diferencia del modelo chileno, en el que los Tribunales de
Juicio Oral son colegiados y se integran por tres jueces.

Este juzgamiento unipersonal seguramente responde a


las condiciones económicas del país, pero me parece un
desacierto desde el punto de vista del control democrático
de las condenas penales y desde la perspectiva de la lógica
del sistema acusatorio.

Afirmo que los tribunales que conocen del juicio oral deben
ser colegiados, porque imprimen una mayor exigencia en
la emisión de sentencias de culpabilidad, al obligar que al
menos dos jueces (o tres en caso de unanimidad) consideren
culpable al imputado. Este es un mecanismo de control del
poder punitivo del estado, propio de un estado democrático
de derecho. Además es más difícil corromper a un juez que
a todos los integrantes de un cuerpo colegiado y se evitan
riesgos de decisiones subjetivas o parciales.

116
De otra parte, el sistema acusatorio, en apego al principio de
inmediación, configura un sistema de impugnación de las
sentencias, en la que los magistrados o jueces de apelación
no pueden valorar pruebas que no fueron desahogadas
ante ellos directamente. Por lo tanto, si existen violaciones
procesales o en las reglas de apreciación de los medios
probatorios, el juicio original debe anularse y realizarse
uno nuevo, ante un tribunal de juicio oral. Así las cosas, en
el sistema acusatorio, al verdadera segunda instancia es
ante un tribunal de juicio oral, por lo que se impone que el
órgano jurisdiccional que conoce del nuevo juicio deba ser
colegiado.

Colombia ha sentado las bases para que en el mediano plazo


cuente con un verdadero sistema adversarial. Esa sería su
gran aportación a proceso de implementación de la reforma
penal mexicana. Si queremos que el nuevo sistema funcione,
tenemos que empoderar y capacitar a fiscales y defensores
para que se desempeñen con altos estándares de calidad. Si
no hay auténticos debates y las partes generan verdaderas
estrategias para obtener, con honestidad, la razón legal por
parte del juez, entonces, en lugar de juicios adversariales,
únicamente habremos oralizado los vicios de nuestro actual
sistema de justicia penal.

Considero que Colombia ha hecho un esfuerzo encomiable


por mejorar su sistema de justicia penal y eso es digno de
reconocerse. Las dificultades económicas, geográficas y
culturales de ese país dificultan el proceso de cambio y eso
hace aún más meritorio su esfuerzo. No obstante, corre el

117
riesgo de colapsarse si no mejora su infraestructura y la
capacitación de los intervinientes en el proceso.

Pero por sobre todas las cosas, es necesario trabajar de


manera prioritaria y urgente en un verdadero cambio
cultural, no solo de las partes en el proceso, sino en la misma
población. Es indispensable que la gente asimile el nuevo
sistema como suyo, lo proteja, lo defienda, y lo mejore. Sólo
de esta manera, el modelo acusatorio adquirirá carta de
naturalización en Colombia y podrá echar raíces duraderas.

De otra manera a cada pregunta sobre los aspectos del


sistema de justicia penal de ese país, la respuesta seguirá
iniciando con la frase “infortunadamente en Colombia…”

118
Sistema procesal penal
acusatorio y adversarial
de Colombia.

Marcial Bautista Gómez


Rodolfo Campos Montejo

119
Sumario: 1.- Causas de justificación de la reforma penal en
Colombia. 2.- Etapas de su implementación. 3.- Generalidades
del sistema acusatorio colombiano. 4.- Debilidades y fortalezas,
amenazas o desafíos en su implantación. 5.- La defensoría de
del pueblo como eje relevante de la reforma procesal penal. 6.-
Experiencias que pueden servir al sistema penal acusatorio en
México y Tabasco. 7.- Conceptos buenos y malos en la justicia
adversarial de los países de EEUU., Santiago de Chile y Colombia.

120
1. Causas de Justificación de la
Reforma Penal en Colombia.

E
n Colombia, han tenido lugar numerosas
reformas procesales que han tratado de
resolver el problema de la impunidad,
el retardo y la deficiencia que se
pudiera dar en el aparato judicial. Así se tiene
recuerdos de los años ochentas, y principios de
los noventas en donde se estableció la “justicia sin
rostro” con motivo del narcotráfico, para hacerle
frente a tal situación, así como al terrorismo y
los levantamientos armados. Este sistema fue
un buen esfuerzo en la administración de la
justicia, que tenía características de rigidez y
severidad, adoleciendo quizás en su característica
de acumulación de funciones, de averiguación,
instrucción y enjuiciamiento en el investigador y
del procedimiento escrito.

2. Etapa de su Implementación
(Antecedentes).
El sistema judicial es uno de los pilares del Estado
Social de Derecho puesto que sirve de garante de

121
los deberes y derechos ciudadanos, sin embargo, en
Colombia, la mayoría de sus habitantes no creían ni confiaban
en su sistema judicial y, en lo posible, no hacían uso de éste
para dirimir sus controversias, la principal razón para no
acudir al sistema judicial es el convencimiento de que éste,
simplemente, “no opera”. Según encuestas realizadas, un
proceso penal tardaba en promedio tres años y medio en
concluir desde el momento en que la denuncia era interpuesta;
la mayoría de estos procesos permanecía la mayor parte
de su tiempo en una fase de investigación previa. Por otra,
cerca de la mitad de los reclusos en los establecimientos
carcelarios permanecía en promedio dos años sin haber
sido formalmente condenados, en abierta contradicción con
el principio generalmente aceptado (especialmente en los
estados sociales de derecho) de presunción de inocencia;
fue esta preocupante realidad la que los llevó a un cambio
radical en la organización del sistema judicial mediante una
reforma constitucional promovida por el Fiscal General en
el año 2002, es por eso que mediante el Acto Legislativo No.
03 del 19 de diciembre de 2002 inició el proceso de reforma
del sistema penal colombiano hacia un sistema acusatorio
como alternativa al sistema mixto vigente en ese momento
en el país, para ello se creó una Comisión Inter-institucional
conformada por el presidente del Consejo Superior de la
Judicatura, el Fiscal General de Nación, el Defensor del Pueblo
y el Procurador General de la Nación. Esta Comisión convocó
a un concurso nacional para el diseño de la transición el cual
fue ganado por una unión temporal entre la Universidad de
los Andes y el Instituto SER de Investigación.

122
3. Generalidades del Sistema Acusatorio
Colombiano.

El nuevo Sistema Penal Acusatorio tiene diferencias muy


notables con respecto al sistema penal mixto que regía en
Colombia desde la Constitución de 1991, de lo cual cabe
destacar seis características que contribuyeron de manera
directa en la implantación del nuevo sistema, y son las
siguientes: • División de roles jurisdiccionales entre el
fiscal y el juez: Por división de “roles jurisdiccionales” se
entiende básicamente a la pérdida de funciones judiciales
por parte del fiscal en el sistema acusatorio. •Principio de
oportunidad: la Fiscalía General de la Nación podrá decidir
(a través de sus fiscales) si adelanta o no la investigación en
casos específicos por razones de conveniencia de acuerdo
con la política criminal vigente. • Control de garantías: Al
eliminarse las funciones judiciales de los fiscales, medidas
como la resolución de la situación jurídica de una persona
pasarán a manos de los jueces, en particular, de aquellos
con función de control de garantías. •Proceso oral en
audiencias: en el sistema acusatorio será la base de todo el
impulso procesal en la etapa de juzgamiento y en el control
de garantías previo. •Principio de concentración: Junto
con la oralidad en las audiencias de juicio, el principio de
concentración será determinante en la reducción del tiempo
promedio de duración de un proceso penal. • Supresión
de la defensa de oficio: El proyecto de Ley que establece
el Sistema Nacional de Defensoría Pública elimina la figura
de la defensoría de oficio la cual no ha sido garante para la
defensa efectiva de las personas de escasos recursos.

123
4. Debilidades y Fortalezas, Amenazas
o Desafios en su Implementación.

Todo institución jurídica de nueva creación por muy planeada


que haya sido en su elaboración, al momento de aterrizarse
al mundo fáctico, es cuando se puede advertir sus aciertos,
desaciertos, desafíos, expectativas, entre otros, ya que va
dirigida a la conducta humana la cual por su diversidad
y complejidad, es el verdadero reto a vencer y el sistema
colombiano no fue la excepción a esa regla, pues aún y
cuando atinadamente consideraron su implementación de
manera gradual comenzando por unos distritos judiciales, no
consideraron la geografía del país, lo que generó importantes
inconvenientes en las actuaciones que requieren de un control
posterior del Juez de garantías quien cuenta con un término
perentorio, como son legalización de capturas, registros,
allanamientos traslado de detenidos etc. Por otra parte,
puede decirse que el sistema a estudio tiene mas ventajas que
desventajas, por ello como fortaleza de su sistema se resalta
lo que respecta al imputado, ya que le ofrece la posibilidad
de tener un juicio público, oral, contradictorio, concentrado,
imparcial, con inmediación de las pruebas y sin dilaciones
injustificadas, en el cual pueda, si así lo desea, por sí mismo
o por conducto de su defensor, interrogar en audiencia a los
testigos de cargo y a obtener la comparecencia, de ser necesario
aun por medios coercitivos, de testigos o peritos que puedan
arrojar luz sobre los hechos objeto del debate; circunstancia
que combate en gran medida uno de los puntos que dieron
origen a la reforma como lo es la lentitud del proceso penal.
También es destacable en cierta medida algunas ventajas de la

124
aplicación del principio de oportunidad en la implantación de
la reforma, pues al reducirse el número de procesos iniciados
se requerirán menos recursos para adelantar las siguientes
etapas de investigación y juzgamiento, sin embargo hay que
ser honestos, el Colombia no se ha sabido aprovechar al cien
por ciento estas salidas. Consagró un ambicioso régimen de
libertad con medidas privativas y no privativas de la libertad,
alternativas a la detención carcelaria, Oralidad en fases
anteriores al juicio oral, eficientemente se logró implementar
la oralidad en las fases anteriores al juicio, audiencias frente
al juez de control de garantías y conocimiento, capacitación
para evitar lecturas de documentos, un régimen probatorio,
implementación de verdadero examen cruzado a testigos, no
pruebas de oficio, prueba novel: Polígrafo, carga de la prueba,
descubrimiento de pruebas, fortalecimiento de la Defensoría
Pública, Iniciativas legislativas, Extensión en los tiempos,
suspensiones 2 horas para sentido del fallo, etc. salidas por
Archivo de diligencias.

También es destacable el avance tecnológico asociado a la


aplicación de tecnologías de información, lo cual se vio reflejado
a través de la implementación del sistema de información de
la Fiscalía denominado SPOA, que no es otra cosa que una
base de datos centralizada y única, con información al alcance
de todos, donde desde el sitio de trabajo se puede encontrar
información y mas, evitando con esto el que se tenían que
hacer grandes desplazamientos a diferentes sitios tratando de
conseguir información valiosa para la investigación, o al menos,
para saber que Fiscal tenia asignado un proceso. Es importante
también asegurar que lo anterior es un éxito si se compara con

125
el anterior sistema inquisitivo, pero para los efectos del nuevo
sistema les falta mucho para que su tecnología se la adecuada,
además de la falta de recursos financieron.

Uno de los mayores desafíos que los colombianos tuvieron que


vencer fue el de la infraestructura pues al respecto surgieron
las siguientes interrogantes •Salas de Audiencia: ¿Cuántas
salas se requieren? ¿En dónde se deben construir? (para cubrir
a todos los municipios del país). ¿Cómo construirlas? ¿Cuánto
cuestan? y ¿Cuándo construirlas?. •Talento Humano: ¿Cuántos
fiscales, jueces, defensores y procuradores se requieren?
¿Cuánto personal de apoyo en cada caso? ¿Cómo deben
distribuirse en todo el país? ¿Cómo seleccionarlos?, ¿Cuánto
cuestan? (para el caso en que fuere necesario incrementar el
presupuesto de funcionamiento de alguna de las instituciones
sujeto del estudio); ¿Cuándo deberán asumir el nuevo
sistema? • Bodegas de Evidencia: ¿Cuántas se necesitan?
¿De qué tamaño deben ser? ¿Cuánto costarán? ¿Cuándo se
deben construir? ¿En dónde localizarlas?. •Capacitación:
¿Cuántos cursos se ofrecerán? ¿Cuánto costarán? ¿Cuándo se
realizarán? • Sistemas de Información: ¿Cuál es su diseño
detallado? ¿Cuál es su costo? • Descongestión: ¿Cuál método
se puede utilizar? ¿Cuál es la organización que se requiere?
¿Cuánto tiempo tomará?. Para hacerse cargo de todas estas
preguntas y cumplir con los objetivos planteados, se elaboró
una propuesta de trabajo que implicaba las siguientes
etapas: a) describir la operación actual del sistema penal
mixto colombiano; b) diseñar la operación del nuevo Sistema
Penal Acusatorio en Colombia; c) identificar los principales
obstáculos que dificultan la transición del sistema actual al

126
nuevo Sistema Penal Acusatorio; d) formular un conjunto de
estrategias de acción para eliminar estos obstáculos.

Como retos podemos señalar la consolidación de un sistema


penal que permita, la generación de decisiones judiciales a
través del convencimiento derivado del conocimiento y no de
la aplicación exegética de la ley, por lo que la actividad de los
defensores, en conjunto con los investigadores profesionales,
técnicos y peritos, debe convertirse en una política defensorial
a largo plazo, como aporte esencial de una generación de
profesionales del derecho, en la construcción de un entorno
jurídico justo y equitativo; asimismo, la especialización que
se requiere para ser de defensor público, ha disminuido el
número de estos por no tener la capacidad requerida, por ello
se debe de implementar la capacitación necesaria para formar
defensores Públicos que estén al nivel de la reforma. De igual
manera se tiene como desafíos hacer mas garantista y eficiente
el sistema penal, perseguir y sancionar la criminalidad grave
conforme a la política criminal vigente, mejorar la calidad
en decisiones en materia penal lograr mayor confianza en
las instituciones penales, garantizar atención idónea a las
víctimas, mejorar el programa de justicia restaurativa.

5. La Defensoría del Pueblo como Eje


Relevante de la Reforma Procesal Penal.
Uno de los integrantes fundamentales en la trilogía procesal del
sistema Colombiano, es sin lugar a dudas el Defensor público, y
para una mejor eficacia y eficiencia se implementó el Sistema

127
Nacional de Defensoría Pública, la cual para su fortalecimiento
se dirigió a la creación y generación del espacio de movilidad
para uno de sus componentes más importantes como lo es el
investigador de la defensa. El nuevo sistema adversarial implica
a que cada una de las partes llevan ante el juez sus elementos de
convicción, conseguidos a partir de la labor de investigación de
cada una de ellas, también a cargo de la defensa, cambiándose de
manera definitiva la forma como esta última llevaba las pruebas
al juicio: ya no lo hace por Intermedio de la actividad de la Fiscalía,
sino que ahora requiere de su propio esfuerzo investigativo
y con base en él construye el fundamento probatorio de su
posición procesal; dicho de otra manera la Ley procesal faculta
a la defensa para buscar, identificar empíricamente, recoger y
embalar elementos materiales probatorios que puedan servir
de sustento de su hipótesis de descargo, haciéndolos examinar
por peritos oficiales o particulares, según la conveniencia de
su estrategia. Y bajo esa óptica a partir de la expedición de la
Ley 941 de 2005, se reconoce la existencia de investigadores y
peritos de la defensa, lográndose así un avance crucial en pos de
la materialización del principio de paridad de armas; lo cual se
consolidó en la creación de la Unidad de Investigación Criminal,
posicionando de esta manera el derecho de la defensa técnica
en el sistema acusatorio.

6. Experiencias que pueden servir al Sistema


Penal Acusatorio, en México y Tabasco.
En la implementación de nuestro Sistema Procesal Penal
Adversarial Acusatorio, debemos considerar las experiencias

128
que tuvo Colombia al momento de introducir su Sistema Penal
Acusatorio y por ello se considera apropiado la creación de un
órgano o comisión, pero no para que emita una convocatoria a
concurso, respecto a quien o quienes deben de implementar el
nuevo sistema, tal y como aconteció en Colombia, sino para que
se encargue exclusivamente de la implementación del nuevo
sistema procesal penal, y determine el momento propicio
para ello, considerando todos aquellos aspectos que pueden
incidir en el buen funcionamiento del mismo. Tal órgano o
comisión, deberá de considerar que de manera gradual se vaya
implementando, tomando en consideración las características
del delito, la jurisdicción del Juez, la geografía del territorio o
cuantía, la infraestructura, entre otros puntos; sin embargo,
no se debe de concentrar el Tribunal en una sola demarcación
o región para el despacho de sus asuntos, ya que lo ideal es
que cada municipio tenga su propio Tribunal, para evitar la
problemática que implica la distancia de ocurrir a un Juez
de control para que resuelva algún pedimento que conlleve
un término perentorio, por lo que se sugiere que cuando el
municipio cuente con la infraestructura adecuada, sea este el
momento para la implementación del nuevo sistema procesal.

Se debe de hacer énfasis en cuanto a la defensoría pública,


pilar indiscutible en este sistema procesal para que al igual
que los defensores públicos de Colombia, hagan una defensa
técnica, basada en el auxilio de personal especializado,
teniendo funciones de investigación.

La capacitación constante del personal, llámese Procuraduría


General de Justicia, Defensoría de Oficio y Tribunal Superior

129
de Justicia, es indispensable para el buen desarrollo y éxito del
proceso, para recuperar la credibilidad de la sociedad en sus
instituciones, despresurización de los centros de reclusión,
garantizar la reparación del daños, mayor celeridad a los
procesos, entre otros. La infraestructura es factor determinante
porque sin ella no es posible conseguir los objetivos planteados,
Además, se debe de delinear la política criminal del Estado de
manera coherente para que los nuevos instrumentos respondan
a las necesidades para las que fueron concebidos.

7. Conceptos buenos y malos del Sistema


Adversarial de los países de EEUU,
Santiago de Chile y Colombia.

Desde mi punto de vista y experiencia obtenida en los países


mencionados, puedo precisar que en los EEUU, observo como
acciones positivas, los precedentes judiciales; la preparación
y organización que tienen sus abogados defensores y las
formas de negociación anticipada en los procesos.

Los temas que no estoy de acuerdo con el sistema anglosajón,


es el hecho de que sus pruebas no sean descubiertas en
la primera fase de investigación, generando violaciones al
derecho de defensa de quien es investigado; que la víctima
no tenga derechos en el proceso y participación en las
negociaciones; y, la forma en que se eligen a los fiscales.

Con respecto a las bondades del sistema penal chileno,


me agrada el modelo de implantación que tuvieron para

130
que su reforma fuera exitosa y en especial el proyecto de
planeación en el rubro de la organización de ingeniería
administrativa que tienen en sus tribunales y la forma en que
están conectados (redes) con el resto de las instituciones;
la estrategias de capacitación que emplearon con los
operadores jurídicos; y, el hecho que su sistema adversarial
descanse en las salidas alternas de solución anticipada de
conflictos y los procedimientos especiales.

De las cosas que observo son una debilidad para su sistema,


es la nula participación de la víctima en las salidas alternas
y la omisión del pago de la reparación del daño; la ausencia
total de una política criminal respecto a la reinserción
social y la inexistencia de sus jueces de ejecución, la falta de
mecanismos eficaces para el cumplimiento de las medidas
cautelares y de las cargas que se le imponen a los imputados
en los procedimientos especiales.

En el caso de Colombia, me parece muy acertado la organización


y estructura de la defensoría del pueblo; la estrategia diseñada
para la implantación de su sistema adversarial; y, el éxito que
ha tenido sus investigadores encubiertos.

Pude observar que sus debilidades son muchas, sin


embargo por su importancia mencionare solo tres como
son, estructura normativa de su proceso penal no es la más
adecuada, dado que violenta derechos fundamentales del
imputado; el hecho que sus jueces sean los que tenga a cargo
la administración de sus juzgados, no les ha dado resultado
y tiene un congestionamiento administrativo que colapsa la

131
coordinación que se debe tener para el buen despacho de los
tribunales y audiencias; y, por ultimo su sistema se encuentra
al punto de colapsarse debido a que las salidas alternas junto
con el principio de oportunidad no se les ha sabido dar el
uso correcto, lo que trajo como consecuencia que muchos
asuntos de poca importancia se vayan al juicio oral.

132
Análisis Comparativo
de los sistemas
procesales penales
de Estados Unidos, Chile,
Colombia y México.
Análisis mínimo de Derecho Adjetivo Penal Comparado.

Chile

133
134
Los retos de la implementación del
nuevo sistema penal mexicano a la luz
de la experiencia chilena

Marcos Alejandro Celis Quintal

135
136
L
a reforma procesal chilena ha sido exitosa
y los chilenos tienen muchos motivos para
sentirse orgullosos de su nuevo sistema
de justicia penal. Eso es indudable. Ahora
bien, la percepción positiva del nuevo paradigma de
enjuiciamiento criminal de ese país sudamericano,
no podría ser explicada si no lo analizamos a la luz
de sistema anterior al actual,

En efecto, en Chile por largo tiempo prevaleció lo que


podemos llamar el sistema inquisitivo más puro de
toda América. En el antiguo modelo existía un juez de
instrucción que se encarga de todo el sumario (etapa
de investigación) y ese mismo juez, posteriormente,
conocía del juicio y emitía la sentencia. Por supuesto,
en este esquema la imparcialidad del juzgador
se veía seriamente comprometida, el proceso se
llevaba a cabo en total secrecía y los derechos del
imputado eran prácticamente inexistentes.

Así las cosas, se instaura en Chile, un proceso de


reforma a su sistema de justicia penal de corte
acusatorio, tomando como base el sistema procesal

137
alemán. Dicho sistema pude calificarse como uno de corte
adversarial y predominantemente garantista, basado en los
principios de inmediación, concentración y contradicción,
basado en las técnicas de oralidad y la publicidad, Además,
se le dotó de diversas salidas alternativas que permitió
descongestionar y agilizar significativamente los procesos.
En síntesis, en materia de justicia penal, se dio un giro de
ciento ochenta grados, pasando de un rancio sistema
inquisitivo a un sistema acusatorio dinámico y eficaz.

De esta manera, la percepción de la ciudadanía también se


transformó radicalmente a favor del nuevo sistema. Un factor
clave del cambio fue, sin duda alguna, el papel de la policía
(carabineros), cuya reputación de honestidad y efectividad,
influyó decisivamente en la idea de un cambio positivo. A
ello se sumó el crecimiento de la infraestructura judicial y la
incorporación de jueces jóvenes de corte predominantemente
garantista que obligaron a elevar el estándar probatorio y la
calidad de los juicios. Además, se creó el Ministerio Público
como un organismo constitucional autónomo encargado
de la investigación, que por ningún motivo podía ejercer
funciones jurisdiccionales.

Otro elemento fundamental para el éxito de la reforma fue


sin duda alguna su sistema de gestión judicial. Se crearon
juzgados con pluralidad de jueces, con competencia
individual, apoyados de un esquema administrativo en los
que se descargan todas las actividades ajenas a la función
jurisdiccional, cuya labor se ejerce a través del sistema de
audiencias. De esta manera, el juez es visto de manera análoga

138
a un cirujano, que llega al quirófano a la hora señalada para
la cirugía, revisa los antecedentes del paciente, y realiza la
operación con el apoyo de un equipo de auxiliares como
enfermeras, anestesiólogos, etcétera; una vez concluida la
cirugía, el médico se retira a su consultorio hasta que llega la
siguiente operación programada, De esa manera, el cirujano
únicamente se ocupa de la parte eminentemente médica.

En el sistema acusatorio basado en un sistema de audiencias,


el juez se ocupa únicamente de impartir justicia en las
audiencias, con base en la agenda que previamente el personal
administrativo ha diseñado. Este modelos de gestión judicial
es, como puede intuirse, altamente efectivo, porque hay un
sistema de planeación y programación de las audiencias, con
base en la experiencia previa de las cargas de trabajo y una
optimización de las salas y de los demás recursos disponibles.

Este esquema de gestión es altamente efectivo en cuanto a


resultados cuantitativos en virtud de que se minimizan los
tiempos muertos y las prácticas burocráticas.

En este contexto, existen muchas razones para pensar que el


sistema de enjuiciamiento penal en Chile es exitoso y eficaz.
No obstante, a diez años de su instauración parece que la
realidad y la idea del triunfo está terminando y ha dado paso a
la realidad más compleja y exigente.

El modelo chileno está cercano a una crisis, producto de su


propia experiencia exitosa, que genera una problemática
debido a que el proceso de aplicación cotidiano de sus normas

139
y de su operación, genera cuestionamientos y la necesidad de
revisar algunas de sus propias instituciones, para enderezarlo
y ajustarlo a la problemática que se hace evidente con su uso.

Me parece que la problemática del proceso penal chileno se


debe principalmente a dos factores principales:
- su sistema de control de gestión
- los desfases normativos derivados de la natural contradic-
ción de un modelo garantista que aspira a conservar su
efectividad en la persecución de los delitos.

Siguiendo estas ideas podemos referir que el sistema de gestión


judicial en Chile hace depender del aparato administrativo la
programación de las audiencias, y se basa en la saturación
de los jueces de audiencias, lo que lleva a que las mismas se
lleven con una celeridad que va en detrimento de la calidad del
proceso, y en detrimento de los derechos de los imputados, al
grado que se ha convertido en un convidado de piedra. Basta
con asistir a unas cuantas audiencias para corroborar que
el imputado es ignorado y a veces hasta reprimido, al grado
que se le niega intervenir en las sesiones e incluso llega a ser
tratado de manera indigna. En las audiencias de control de
la detención es práctica recurrente que comparezcan a una
misma varios imputados (denominado eufemísticamente
“en bloque”) cuya situación se decide de manera simultánea.
Como éste, podemos citar múltiples ejemplos.

Lo anterior, en aras de cumplir con el número de causas


que la administración impone a los jueces, Esto no puede
ser admitido en un sistema penal propio de un estado

140
democrático de derecho, ni siquiera en aras de la efectividad
o la agilidad de los procesos.

Por otro lado, el proceso chileno, enfrenta una gran diversidad


de problemas en la aplicación de sus normas procesales,
como la posibilidad de que, en un segundo juicio derivado
de la nulidad del primero, un acusado reciba una sentencia
condenatoria con una pena mayor a la del primer proceso, lo
que con toda claridad viola, por derivación el principio que
se expresa en el principio non reformatio en peius.

También se debate, la posibilidad de que se excluya alguna


prueba presentada por el acusado, cuando la propia
constitución únicamente establece su procedencia por
violaciones de garantías constitucionales, las cuales no
posee la fiscalía al ser un órgano del Estado.

También se discute la escasa participación de la víctima en el


proceso penal, al grado, que hay voces que, en la actualidad
impulsan la creación de la defensoría de las víctimas. También
se ha propuesto dar más autonomía a la policía para la
investigación de los delitos, en detrimento de la facultad de
dirección de la misma por parte del Ministerio Público.

Estas tensiones, evidencian una normatividad que asemejan


un techo con goteras que han llenado de cubetas la sala de
la casa, al grado que en estos diez años han generado dos
contrarreformas, denominadas eufemísticamente “agenda
corta” En estas reformas se puede evidenciar una política
pública que busca restringir el proceso en libertad por parte

141
de los imputados a efecto de incrementar la prisión preventiva
(a partir de 2008, procede la prisión preventiva por delitos
considerados crímenes, es decir con pena mayor a cinco años,
lo cual se asemeja a nuestro actual catálogo de delitos graves)
Ello nos lleva a cuestionarnos si la prisión preventiva sigue
siendo la excepción y la libertad la regla general.

Los anteriores son solo algunas muestras de que el modelo


chileno se está enfrentando a su propia realidad y la única
forma de garantizar su historial de éxito y su efectividad es
sometiéndose a un ejercicio de autoreflexión y autocrítica.
Ahora bien, México, se encuentra en un proceso de
transición de un sistema escrito, de corte mixto, a uno oral
y acusatorio. Es innegable que el marco de referencia que
actualmente guía este proceso de transformación tiene
como base el modelo chileno. Es por ello indispensable, ser
muy cautelosos y audaces, para aterrizarlo con éxito.

Es indudable que la Reforma Constitucional en Materia de


Justicia Penal y Seguridad Pública, de 18 de junio de 2008, es
una de las transformaciones más importantes en materia de
justicia, no del último siglo, sino de los últimos 500 años.

En virtud de esta trascendente reforma, se sientan las bases


para tener un sistema penal de mejor calidad a través de sus dos
grandes pilares: Los principios de inmediación y contradicción.

Mediante el primero, todas las pruebas deberán ser desahoga-


das y perfeccionadas ante el juez, y ya no ante el Ministerio
Público. Por virtud del segundo, ambas partes podrán ofrecer

142
pruebas y contradecirlas ante la parte contraria, podrán ale-
gar y contraalegar, generando así la igualdad de armas en el
juicio.

Estos dos principios son apuntalados por las dos grandes


herramientas del sistema acusatorio: La oralidad y la
publicidad, por razón de las cuales, el juez de viva voz, y ante
el público y la sociedad misma, escuchará de voz propia y
de manera directa, los testimonios y demás pruebas que las
partes ofrezcan.

Además, contribuye a la calidad de los juicios, el principio


de concentración, el cual ordena que, el juicio se lleve a cabo
en una sola audiencia y su preparación en un mínimo de
sesiones, las cuales deberán efectuarse de manera continua.

Así las cosas, el sistema acusatorio genera, la garantía de


una mejor calidad de los juicios, y se complemente con
mecanismos alternativos de terminación de los procesos,
para hacerlos más rápidos y descongestionar las grandes
cargas del sistema, lo que permitirá que no lleguen a juicio
menos causas, y éstos asuntos, se estudien con mayor
prontitud y calidad.

Ahora bien, la reforma constitucional, sienta las bases para


juicios de mejor calidad y procesos más ágiles. Sin embargo,
no podemos esperar que simplemente por implementarla,
automáticamente se van a dar los resultados esperados;
para ello, se necesitan una serie de condiciones, que deben
estar presentes, en las entidades federativas.

143
La primera condición, es un adecuado proceso de planeación.
La implementación, debe partir del conocimiento profundo
de nuestra realidad, esto es, un diagnóstico, y a partir de ahí,
trazarnos objetivos y metas, que nos permitan realizar las
estrategias y líneas de acción adecuadas, en los tiempos correctos.
De nada nos sirve correr, si los cambios no son efectivos, pero
tampoco podemos demorarnos, porque la sociedad exige una
pronta mejoría en su sistema de justicia penal.

La segunda condición, es la de una reforma normativa gradual


y eficiente. Partir de la reforma a la Constitución Federal,
debemos generar la adecuación de las constituciones estatales,
y sólo después de ello, emitir la legislación secundaria. Sin
duda, el código procesal es de mayor importancia, pero no
es la única ley que debe transformarse radicalmente para el
éxito de la reforma.

En este contexto, sin un cambio profundo al código penal,


en el que se asuman los principios modernos de la política
criminal y del garantismo penal, de poco servirá un nuevo
procedimiento oral. Premisa fundamental de nuestro sistema,
debe ser el principio de intervención mínima, en el que se
considere delito, no cualquier conducta antisocial o cualquier
afectación a la persona o su patrimonio, sino que únicamente
las conductas que afecten los bienes jurídicos más relevantes
y que no puedan ser protegidos por otras vías.

El sistema de penas debe ser proporcional, es decir, a mayor


daño social y mayor importancia del bien jurídico, mayor
debe ser la pena y viceversa.

144
Si hacemos una ligera, la más leve revisión de nuestro sistema
de penas, nos daremos cuenta que nuestras legislaciones
penales, tienen mucho que avanzar para cumplir con el
principio de proporcionalidad.

La tercera condición, es el fortalecimiento del Poder Judicial.


No es posible pensar que el nuevo sistema acusatorio será
exitoso, si los Poderes Judiciales no cuentan con tribunales
de excelencia, altamente profesionalizados con sistemas
administrativos eficientes y con garantías para asegurar su
independencia e imparcialidad.

La cuarta condición es el cambio cultural. La reforma


implica un cambio en la manera de hacer las cosas, de todos
los actores del Sistema de Justicia Penal. Exige una mejor
investigación de los delitos y mejor preparación para probar
la comisión y responsabilidad del delito y del delincuente
ante el juez. El defensor, tendrá la exigencia de implementar
estrategias efectivas para desvirtuar las pruebas de cargo y
obtener beneficios a favor del imputado, y el juez deberá
pronunciar sentencias inmediatas, de manera verbal,
debidamente fundadas y motivadas.

De esta manera, las partes en el juicio, tienen que estar


mejor preparadas y con una visión integral del nuevo
proceso, desarrollando habilidades que hoy no necesitan, y
sobre todo, conocer mejor el derecho.

Estas nuevas exigencias, explican por qué hoy la reforma


procesal penal tiene detractores y críticos.

145
Las universidades tendrán que cambiar sus planes
de estudio, pero sobre todo cambiar sus métodos de
enseñanza, para que los futuros abogados adquieran las
nuevas habilidades del proceso oral.

La sociedad misma tiene que cambiar.

En la actualidad, es común que nuestras diferencias y


agravios personales, así como nuestros daños patrimoniales,
los venguemos viendo en la cárcel en nuestros ofensores,
pero ni todas las conductas que nos afectan son delito, y aún
cuando lo fueren, no todas deben tener como consecuencia
inseparable la cárcel; muchos menos cuando todavía
están procesando al agresor y no le han dictado sentencia
condenatoria.

En virtud del principio de presunción de inocencia, la libertad


será la regla general y la prisión preventiva será la excepción.
Esto es algo, con lo que la sociedad debe lidiar y a lo que debe
acostumbrarse. Para ello, será de gran trascendencia la quinta
condición. La implementación adecuada de una estrategia
de comunicación social, la cual deberá implementarse por
etapas y con mensajes precisos y claros.

La sexta condición se relaciona con las instituciones de los


otros actores del sistema, la fiscalía y la defensa pública. Para
que pueda cumplir con el alto nivel de exigencia que el nuevo
proceso implica, es necesario un rediseño institucional
que permita fortalecer y optimizar el desempeño de los
fiscales y defensores, dotándolos de herramientas técnicas y

146
tecnologías para hacer su labor de manera eficiente, además
de los conocimientos con los que deben contar para ello, es
necesario contar con laboratorios de la más alta tecnología,
en los que ambas instituciones puedan basarse para hacer
desarrollar su papel.

La séptima condición es la suficiencia presupuestal. Un cambio


paradigmático como el que nos ocupa, requiere de un proceso
de capacitación técnica a todos los actores, construcción y
adecuación de la infraestructura, la convivencia de los dos
sistemas en la etapa de implementación, con la insecuente
de recursos humanos adicionales y con nuevos perfiles
profesionales. Por ello, el éxito de la reforma sólo es posible
si se cuenta con los recursos para ello.

En este sentido, Federación y Estados, deben generar las


condiciones de colaboración para general mezclas de
recursos, que permitan su óptimo aprovechamiento.

La última condición es la prevención del delito.

Un nuevo proceso penal, que no viene acompañado de una


estrategia efectiva para combatir la comisión de delitos,
antes de que se realicen, no se percibe en la sociedad como
un cambio exitoso, y si por el contrario la delincuencia
aumenta, es fácil echarle la culpa al nuevo sistema.

Por ello, primero debemos mantener a raya a los delin-


cuentes, antes de implementar la reforma penal.

147
Cuidando estos grandes parámetros, estoy seguro que
podemos hacer un aterrizaje exitoso en el proceso de
implementación del sistema acusatorio adversarial en
México y, aprendiendo de la experiencia de la sociedad
chilena, nuestro país contará con una nueva justicia penal,
más ágil y de mejor calidad.

148
Sistema de administración
de justicia penal en Chile

Alfredo López Pérez

149
150
E
l presente ensayo pretende reflejar
más que propuestas o conclusiones,
una serie de vivencias del proceso
de modernización del sistema de
administración de justicia penal en Chile durante
la visita que se hizo a este País, en particular la
Reforma Procesal Penal, como una forma muy
concreta de hacer un aporte para el proceso de
reflexión en torno a la modernización del sistema
judicial en México.

La reforma a la justicia procesal penal en


Chile obedece a un proceso de cambio social
muy complejo en que han intervenido una
multiplicidad de actores del ámbito nacional
como internacional. Es así como la reforma
procesal penal se encuadra en un movimiento
regional que surge con la idea de cambiar un
modelo de corte inquisitivo por otro de tipo
acusatorio, que junto con respetar las garantías
individuales y derechos fundamentales cumpliera
con estándares de eficiencia en la persecución
de los delitos y castigo de los delincuentes.

151
La reforma procesal penal nace como iniciativa de un conjunto
de organizaciones no gubernamentales, universidades y
agencias de cooperación internacional, y fue posteriormente
asumida por el Estado, quien en el año 1994 le da el carácter
de proyecto gubernamental oficial.

La Reforma Procesal Penal chilena derogó el procedimiento


existente en el país desde 1906, fecha de promulgación del
antiguo Código de Procedimiento Penal. En el antiguo proce-
dimiento, el juez concentraba las facultades de investigar,
acusar y resolver el conflicto. El Ministerio Público había sido
suprimido en 1927. El antiguo proceso se dividía en dos eta-
pas: sumario y plenario, siendo la primera de carácter secreto.

La reforma procesal penal instauró un proceso marcadamente


acusatorio, instalando el juicio oral y público como etapa
central del proceso y haciendo el procedimiento penal
funcional a las principales garantías del debido proceso.

De tal manera que el protagonista de la reforma procesal


penal es el nuevo Código Procesal Penal, publicado el 12 de
octubre de 2000, que sustituye el antiguo sistema inquisitivo
(en el que el juez, previo a acusar, conduce una investigación
eminentemente escrita y sin mayor contacto por las partes)
por uno acusatorio (el juez, en una audiencia oral, escucha a
un fiscal investigador y acusador y a un defensor del acusado
antes de dar su fallo).

Los pilares de la reforma son la separación de las funciones


de investigar y condenar que el juez del sistema antiguo tenía,

152
los juicios orales y públicos y el establecimiento de un servicio
público de defensoría para los acusados que no pueden costear
un abogado, conformado por profesionales que en esta materia
reemplazan a los de la Corporación de Asistencia Judicial.

La separación de funciones del juez tiene que ver con el


tema de la imparcialidad. En el sistema inquisitivo se es juez
y parte en una causa, investiga, acusa y sentencia. Ahora las
tareas de investigación recaen sobre el Ministerio Público,
entidad autónoma creada para este efecto. En el nuevo
sistema la investigación de un delito y posterior acusación
al infractor son responsabilidad de los fiscales de dicho
ministerio. Es el fiscal quien tiene que reunir las evidencias
de un delito, con la ayuda de la policía, para presentarlas
ante el juez, que debe sólo preocuparse de conocer la causa,
escuchar a las partes y dictar sentencia.

El juicio oral y público permite que el proceso judicial sea,


en primera instancia, más transparente: los juicios que se
llevaban a puerta cerrada ahora pueden ser presenciados
por cualquier ciudadano para que sea testigo de la
administración de justicia. Se establece también que el
juicio debe ser único, en una sola audiencia deben exhibirse
las pruebas, presentarse los argumentos y darse el fallo.
Además el juicio oral hace que la relación entre el imputado,
la víctima y el juez sea directa, sin necesidad de actuarios,
diligencias por escrito ni intermediarios de ninguna clase.
Todo lo anterior redunda en un proceso más rápido, que en
el sistema escrito de antaño demoraba meses y hasta años
si la causa era compleja.

153
La celeridad también se expresa en que, como alternativas
a un fallo condenatorio, existe la posibilidad de que las
partes lleguen a un acuerdo reparatorio o que el juez dicte la
suspensión del procedimiento bajo condiciones impuestas
al acusado. También existen procedimientos simplificados
para delitos leves.

Además hay más garantías para las víctimas de un delito, como


mecanismos para que menores de edad declaren sólo ante
los jueces, protección policial o audiencias reservadas. Todo
es realizado a través del Ministerio Público, que tiene una
división llamada Unidad de Atención de Víctimas y Testigos.

Es de ponderarse que en el sistema procesal penal Chileno


se provee de algunas herramientas procesales para que a
los particulares dentro del proceso penal se les permita
detentar el jus puniendi (la decisión de ejercer o no el
poder estatal para el castigo o represión de los ilícitos) en
los acuerdos reparatorios respecto de algunos delitos, o en
la suspensión condicional del procedimiento respecto del
imputado cuando este mecanismo de salida alternativo es
solicitado por el Ministerio Público.

Los acuerdos reparatorios son convenciones celebradas entre


el imputado y la víctima y aprobados por el juez de garantía
previa audiencia a la que citará a todos los intervinientes, y
donde se procede respecto de delitos que afectan bienes jurídi-
cos disponibles de carácter patrimonial, lesiones menos graves
y delitos culposos (siempre que no exista un interés público
prevalente en la continuación de la persecución penal).

154
Los efectos que producen los acuerdos reparatorios son de
varios tipos: a) efectos penales: junto con aprobar el acuerdo
reparatorio propuesto, el tribunal dictará el sobreseimiento
definitivo, total o parcial, de la causa, con lo que se extinguirá,
total o parcialmente, la responsabilidad penal del imputado
que lo hubiere celebrado; b) efectos civiles: ejecutoriada
la resolución judicial que aprobare el acuerdo reparatorio,
podrá solicitarse su cumplimiento ante el juez de garantía
con arreglo a lo establecido en los artículos 233 y siguientes
del Código de Procedimiento Civil; c) efectos subjetivos del
acuerdo reparatorio: si en la causa existiere pluralidad de
imputados o víctimas, el procedimiento continuará respecto
de quienes no hubieren concurrido al acuerdo.

Por otra parte, la suspensión condicional consiste en una


resolución judicial que puede adoptar el juez de garantía,
a solicitud del fiscal y con acuerdo del imputado, en orden
a suspender el procedimiento sujeto a la condición de
cumplimiento, por parte del imputado y por un lapso de entre
uno y tres años, de una o más de las condiciones previstas
por la ley cuando: a) la pena que pudiere imponerse al
imputado, en el evento de dictarse sentencia condenatoria,
no excediere de tres años de privación de libertad, y b) el
imputado no hubiere sido condenado anteriormente por
crimen o simple delito.

Esta salida alternativa es aplicable a todo tipo de delitos


en que la pena que pudiere imponerse al imputado, en el
evento de dictarse sentencia condenatoria, no excediere de
tres años de privación de libertad.

155
La suspensión condicional genera efectos inmediatos como
es que: 1. Se suspende el plazo legal para el cierre de la
investigación; 2. Durante dicho período no se reanuda el
curso de la prescripción de la acción penal; y, 3. Deja a salvo
el derecho a perseguir por la vía civil las responsabilidades
pecuniarias derivadas del mismo hecho. Y como efectos
mediatos genera que transcurrido el plazo que el tribunal
hubiere fijado de conformidad al artículo 237, inciso 5) sin
que la suspensión fuere revocada, se extinguirá la acción
penal, debiendo el tribunal dictar de oficio o a petición de
parte el sobreseimiento definitivo.

Otras características del proceso penal Chileno que resultan


relevantes de su reforma es que:

A. Se encarga a distintos órganos las funciones del proceso,


pues se radican en distintas instituciones las facultades de
investigar, acusar y juzgar, las que en el antiguo sistema de
justicia criminal le correspondían todas al Poder Judicial, y
específicamente en los Jueces de Letra con Competencia en lo
Criminal, consecuencia de ello es que el Ministerio Público en
el actual sistema debe dirigir la investigación, ejercer la acción
penal pública, acusar y sustentar dicha acusación en el juicio
oral; se suprimen los antiguos juzgados del crimen, y la facultad
jurisdiccional (esta es la de juzgar) estará a cargo de dos tipos
de tribunales, que no mantienen una relación jerárquica.

Ellos son los Jueces de Garantía, a cargo de quien esta velar


por las garantías constitucionales de los intervinientes en la
etapa de investigación y la etapa intermedia o de preparación

156
del juicio oral, las que eventualmente pueden ser vulneradas
por los organismos de persecución criminal.

Es competencia de los Juzgados de Garantía, el asegurar los


derechos del imputado y demás intervinientes en el proceso
penal; conocer y juzgar las faltas penales en procedimiento
monitorio; conocer y juzgar las faltas o simples delitos en
procedimiento simplificado (en única instancia); conocer y
juzgar los delitos en procedimiento abreviado (en primera
instancia); conocer y juzgar los delitos de acción privada (en
única instancia); la ejecución de las condenas criminales y
las medidas de seguridad, y la resolución de las solicitudes
y reclamos relativos a dicha ejecución; y, en general, el
conocimiento y resolución de todas las cuestiones y asuntos
que el Código Orgánico de Tribunales y la ley procesal penal
les encomiendan.

Mientras que el Tribunal Oral en lo Penal, a cargo de quien


esta resolver en un juicio oral y público los procesos que hayan
llegado hasta esta última etapa, tenemos que funcionan en
una o más salas compuestas por tres jueces; sin perjuicio que
pueden integrar cada sala otros jueces en calidad de alternos
(con el sólo propósito de subrogar, si fuese necesario, a sus
miembros que se viesen impedidos de continuar participando
en el desarrollo del juicio oral). Cada sala del tribunal es
dirigida por un juez presidente de sala.

El territorio jurisdiccional de cada uno de los Tribunales de


Juicio Oral en lo Penal es una agrupación de comunas (que
coincide, por lo general, con una provincia).

157
Es de competencia de los Tribunales de Juicio Oral en lo
Penal: (pena de presidio mayor o superior a 5 años),
conocer y juzgar los crímenes y simples delitos en juicio
oral y resolver todos los incidentes que en él se promuevan
(en única instancia); resolver, en su caso, sobre la libertad o
prisión preventiva de los acusados puestos a su disposición;
y, en general, el conocimiento y resolución de todas las
cuestiones y asuntos que el Código Orgánico de Tribunales
y la ley procesal penal les encomiendan.

B. La defensa estará a cargo de la Defensoría Penal Pública,


para el caso de que el imputado no cuente con un defensor
penal privado de su confianza. La Defensoría Penal Pública
deberá dar asistencia gratuita a todos aquellos que no
tengan los recursos para solventarla. Aquellos que teniendo
los medios, prefieran sus servicios, deberán pagar por ellos.
El derecho a defensa letrada comienza desde que se realice
la primera actuación del procedimiento. La Defensoría Penal
Pública es también un órgano nuevo, creado por la reforma.

El nuevo procedimiento tiene tres etapas principales, que


son la de investigación, la de preparación del juicio oral o
etapa intermedia y, la de juicio oral.

En la primera etapa y conforme al nuevo sistema, se en-


comienda la tarea de investigar el delito al fiscal con la
colaboración directa de la policía. El fiscal en su labor de re-
colección de pruebas goza de informalidad; no hay plazos
obligatorios establecidos en la ley y es conducida del modo
en que resulte más eficiente de acuerdo con los criterios que

158
el propio Ministerio Público desarrolle, contemplando facul-
tades discrecionales para poner término a la investigación.

Mientras que la segunda etapa en mención, la labor de


preparación del juicio se desarrolla bajo el control del
denominado juez de garantía. Es este el encargado de
resolver cualquier conflicto que se pueda producir entre el
fiscal y el imputado, en especial aquellos relacionados con
la afectación de derechos fundamentales y la aplicación de
medidas cautelares personales.

En esta etapa se realiza la actividad de recolección de


pruebas, que tiene un carácter preparatorio respecto del
juicio, que constituye la etapa principal del proceso.

En consecuencia, la evidencia reunida por el fiscal no tiene


valor alguno si no es presentada y desahogada en juicio.

Se estableció que durante la etapa de preparación el fiscal


está obligado a judicializar el procedimiento cada vez que
implica un conflicto con los derechos del imputado.

Esta judicialización requiere del fiscal una formulación


precisa de cargos con el propósito de delimitar el objeto de
la persecución a un conjunto de hechos, que no pueden ser
posteriormente ampliados en la acusación.

Una vez concluida la etapa preparatoria por parte del fiscal,


éste debe proceder a cerrar la investigación y puede optar
por proponer un sobreseimiento o una acusación.

159
En el caso de formular acusación se otorga la posibilidad de
adherir o acusar particularmente a quienes tuvieren derecho
a ello y se otorga al imputado un plazo para la preparación
de la defensa, al término del cual se produce una audiencia
preparatoria ante el mismo juez de garantía de la instrucción.

En la audiencia preparatoria se procede a la preparación


del juicio y se dicta una resolución que debe contener:
Las acusaciones que serán objeto del mismo; las partes
involucradas; el tribunal competente y las pruebas ofrecidas
por las partes y declaradas admisibles por el juez.

Por lo que hace a la tercer etapa, el juicio oral tendrá lugar


ante un Tribunal Oral en lo Penal, compuesto por tres
jueces especializados y se desarrollará en forma continua.
En la audiencia deberán presentarse todas las pruebas que
hayan de ser objeto de valoración.

Durante el juicio se estableció que el tribunal tiene facultades


limitadas para introducir pruebas no ofrecidas por las partes
y pueden participar en el examen de los declarantes al
término de las interrogaciones formuladas por las partes.

Una vez examinada la prueba, el tribunal deberá escuchar


las conclusiones de las partes y conceder la última palabra
al acusado, si este desea hacer uso de ella. Acto seguido los
magistrados se retiran a deliberar para entregar la decisión
de absolución o condena inmediatamente. Comunicada
la decisión del caso se abre un plazo para entregar los
fundamentos del fallo y fijar la pena en su caso.

160
Como se ve, en este procedimiento se incluyen una serie de
mecanismos para poner término al proceso sin llegar a la
etapa de Juicio Oral, dándole cierta capacidad al sistema para
racionalizar el uso de recursos y administrar soluciones para
los casos político-criminalmente menos relevantes (aquellos
que la pena mínima determinada por la ley no supere los 540
días de presidio) o bien para aquellos casos en que no existen
antecedentes suficientes para continuar con una investigación
y consecuente persecución criminal, estos mecanismos
implican el ejercicio de discrecionalidad por parte del
Ministerio Público (principio de oportunidad, facultad de no
iniciar investigación, archivo provisional). Además, con el fin
de racionalizar recursos se implementan salidas alternativas,
tales como la suspensión condicional del procedimiento,
acuerdos reparatorios y mecanismos de simplificación procesal
(juicio inmediato, procedimiento abreviado, procedimiento
simplificado y procedimiento monitorio.

Resulta también como dato importante que La reforma


entró en vigencia de forma gradual. Tanto el Código Procesal
Penal como la propia Constitución tratan de la entrada en
vigencia del nuevo sistema. Los elementos que se tomaron en
consideración para esta gradualidad fueron tres: 1. la fecha que
dispone la ley; 2. el territorio; 3. el momento en que ocurrieron
los hechos que quedarían sujetos al nuevo sistema.

La gradualidad fijo cinco fechas para su entrada en vigencia.


En cada una de estas fechas el Código entra en vigencia en un
territorio determinado del país. La referencia territorial para la
gradualidad fue la división administrativa del país en regiones.

161
Referente importante resulta la separación total entre los
procedimientos antiguos y los nuevos, pues se estableció una
clara división entre los casos nuevos y los casos antiguos: los
casos originados en hechos ocurridos durante la vigencia del
antiguo sistema siguieron siendo conocidos por los antiguos
tribunales. Los casos derivados de hechos acaecidos con
posterioridad a la entrada en vigencia de la reforma, fueron
conocidos por los nuevos tribunales. Esto significa que durante
un tiempo, funcionarán de manera paralela los dos sistemas
procesales en cada una de las regiones.

De las diversas vivencias que se tuvieron durante la visita


a los Tribunales y las sesiones de trabajo con diversos
ponentes, puedo deducir que la reforma legal es sólo un
componente de su nuevo sistema procesal penal; que el
diseño e implementación son claves para éxito de su proceso
de transición; que parte de su éxito radica también en la visión
sistémica que tuvieron, en la preparación multidisciplinaria;
así como en la debida separación de los ámbitos jurídicos y
de gestión.

De igual manera, los modelos de capacitación innovadora


han sido clave para regeneración cultural, es decir, para
cambio de prácticas.

Así como en la importancia que le han dado a los consensos


altos en apoyo al sistema.

Asimismo han generado instituciones fuertes; ha habido


coordinación y compromiso interinstitucional; generaron

162
liderazgos en implementación de la reforma; y crearon la
necesidad de monitoreo permanente de resultados.

Pero, aún así han venido enfrentando problemas para la


implementación del sistema procesal penal, tales como que
en diversas encuestas se advierte bajo nivel de evaluación
del sistema judicial en su conjunto; sigue existiendo debate
político intenso sobre la base de la percepción en la materia.

De igual manera, la reforma procesal y la seguridad ciudadana


no son cosas distintas para la ciudadanía Advierten la
necesidad de generar respuesta especializada; de fiscalizar
de las salidas alternativas que prevé el sistema procesal
chileno.

Por lo tanto, de lo observado del sistema procesal penal


de Chile, consideró que para que la reforma al sistema de
justicia penal en México, pueda ser exitosa, entre otras
cosas, se debe considerar que:

Con el proyecto de Nuevo Código de Procedimientos Penal,


los casos se resuelvan con base a pruebas derivadas de
una investigación profesional forense y científica y no de
declaraciones arbitrarias.

La información que se recaba durante la investigación se


debata públicamente en un juicio, asegurando la calidad y
veracidad de la misma.

Exista una justicia penal humana y accesible.

163
La reforma garantice que los jueces conozcan, y escuchen
a los acusados, víctimas y testigos en vez de que juzguen a
una persona a través de un documento.

El nuevo proceso permita que el acusado conozca las razones


por las que se le acusa y todas las partes cuentan con la
oportunidad de presentar sus argumentos ante un juez.

El proceso garantice que todos los involucrados sean trata-


dos con dignidad y que no se violen sus derechos humanos.

Dentro del nuevo proceso, no todos los casos tengan que llegar
a juicio; cuando las partes estén de acuerdo, los conflictos
se solucionen a través de la conciliación, mediación u otra
salida alterna. Asimismo, cuando hay pruebas suficientes
o las partes estén de acuerdo, las decisiones sean tomadas
dentro tempranamente en el proceso, evitando que éste se
alargue innecesariamente o que las partes gasten recursos
en vano.

Cuando el caso llega a juicio, después de que el acusado y la


víctima presentan sus pruebas y argumentos oralmente y
públicamente ante un juez, éste tiene la obligación de dictar
una sentencia en un periodo máximo de 24 horas, después
de celebrado el juicio oral.

Las opciones alternas para solucionar los conflictos, así


como la oportunidad de hacer uso del juicio abreviado
permiten que se restituya el daño ocasionado a la víctima
de manera inmediata, que el agresor se reintegre a la

164
sociedad de manera pacífica y en menor tiempo y que, se
dicten sentencias a días de haberse cometido el delito.

El nuevo proceso conceda al Ministerio Público facultades


para desestimar ciertos casos, permitiéndole racionalizar
y aplicar los recursos públicos para perseguir de manera
pronta y efectiva los delitos que más le afectan a la
sociedad.

Exista la adecuada atención y protección de las víctimas de


los delitos.

La voz de las víctimas sea escuchada dentro del proceso


penal.

Exista una justicia penal transparente y entendible para


todos.

165
166
Sistema procesal penal acusatorio y
adversarial de la republica de Chile.
(Estrategias de implantación del sistema)

Marcial Bautista Gómez

167
Sumario: I. Introducción. II. Directrices de políticas públicas
sobre la reforma. III. Acciones para su implementación. IV. Etapas
de seguimiento y evaluación. V. Contexto histórico. VI. Principios
del sistema acusatorio adversarial. VII. Sistema vigente. Un
cambio radical. VIII. Sistema antiguo. IX. Cambios normativos
para transitar en una nueva justicia penal. X. Cambio estructural.
XI. Debilidades del actual sistema chileno. XII. Fortalezas sobre
la implementación del sistema penal chileno. XIII. Aspectos que
deben considerarse en la reforma penal en México.

168
I. Introducción.

D
espués de haber realizado un paseo
presencial en el diseño, implemen-
tación y evaluación del sistema de
implantación del modelo de justicia
penal acusatorio y adversarial del pueblo de
chile, no me queda la menor duda que les ha
resultado exitoso, al haber partido con método
y visión clara de las directrices que definieron
el tipo de sistema que querían, logrando su
transparencia, eficacia y celeridad.

Hablar de todas sus etapas de transición, unas


cuantas páginas no sería suficientes para plasmar
paso a paso el camino andado por los chilenos,
por ello centrare mi análisis descriptivo y critico
de las etapas principales de la implantación y
puesta en marcha de sus reforma penal, basada
en el conocimiento obtenido en las conferencias
magistrales realizadas por los amigos de
Santiago de chile, personas que hablan con
autoridad moral, puesto que participaron en la
democratización del sistema de justicia penal
chileno.

169
II. Directrices de políticas públicas
sobre la reforma.

a) Diseño y planificación.
Partieron de una etapa de diseño y planificación que les
permitió definir objetivos de política públicas, establecer
las normas que regularan su sistema, diagnostico, estrategia
de gradualidad, capacitación, difusión o socialización,
reingeniería organizacional y el gasto financiero.

Estas acciones les permitió tener un plan –visión sistémica-


para la implantación de su modelo de justicia, pues era
necesario un diagnostico, que reflejara resultados de sus
fortalezas, debilidades y amenazas en el sistema antiguo y
la transición del nuevo paradigma.

III. Acciones para su implementación.

Fue necesario realizar los puentes de coordinación con las ins-


tituciones que participarían como actores de la reforma, para
lograr consensos y esfuerzos conjuntos sobre un fin común.

Elaboraron proyectos o planes para el proceso de selección y


capacitación de los operadores jurídicos del nuevo sistema,
definieron la infraestructura y equipamiento que se requería
y que fuera acorde y funcional con la actual realidad, así como
determinaron las políticas de difusión y socialización del
sistema que tenían como objetivo crear una nueva concepción
o cultura en las instituciones y en la sociedad, que permitieran

170
legitimar y justificar la transición de un sistema inquisitivo
puro a un sistema garantista, acusatorio y adversarial.

IV. Etapa de seguimiento y evaluación.


Para saber si todas esas acciones eran correctas en su ejecución,
diseñaron e implementaron un plan de seguimiento y evalua-
ción que les ha permitido avanzar, evaluar y corregir errores
sobre su modelo de gestión administrativa, detección de bue-
nas y malas prácticas, impacto sobre la creación de las nuevas
instituciones –ministerio público y defensoría nacional-.

V. Contexto Histórico.

Las reformas a su sistema de justicia, tuvo como principal


motivación dar respuesta a las transformaciones ocurridas
en el país de orden político y económico, adecuando las
instituciones que participan del sistema de administración
de justicia a las exigencias de los estándares internacionales
sobre derechos humanos El objetivo central de su política
pública fue materializar y fortalecer la garantía constitucional
de acceso a la justicia.

Los principios del modelo acusatorio buscaron básicamente


tres objetivos:
a) Establecer un sistema de justicia criminal adversarial
y contradictorio que funcione de manera transparente
y eficaz.

171
b) Establecer un sistema de garantías para el imputado
acorde con los principios propios de un Estado de
Derecho.
c) Establecer un conjunto de derechos para las víctimas
de delitos.

El modelo acusatorio se construye estructuralmente de la


siguiente forma:

Etapa de investigación. Investigación pasa a manos de un


nuevo organismo: Ministerio Público, órgano autónomo
del Estado, establecido con jerarquía constitucional que
ostenta el monopolio de la investigación de los delitos. (el
juez de garantía controla la investigación)

Etapa intermedia. Constituye una etapa de preparación


para el juicio oral, que tiene por finalidad determinar el
objeto del juicio oral y las pruebas que deberán rendirse en
él. (facultan exclusiva del juez de garantía)

Etapa de juicio oral. Constituye la garantía básica del nuevo


procedimiento penal. Se caracteriza, básicamente, por la
vigencia de ciertos principios de oralidad, publicidad,
contradicción, inmediación, concentración y continuidad.
(facultad colegiada por los jueces de oralidad –tres-, quienes
son los que juzgan)

Se generan, en consecuencia, una serie de instrumentos


que se manifiestan en la creación de nuevas instituciones
para el desempeño de roles determinados (Ministerio

172
Público; la Defensoría Penal Pública), la modificación de
los procedimientos judiciales, la creación de programas
de capacitación especializados, la reorganización total de
la estructura interna de los tribunales, el desarrollo de
modelos de gestión institucional e interinstitucional y la
digitalización total del nuevo sistema.

Instrumentos, todos, desarrollados y ejecutados con miras


al objetivo central mencionado, el fortalecimiento del
ejercicio de los derechos de las personas.

VI. Principios del sistema acusatorio


adversarial.

1. Imparcialidad. Separar adecuadamente las funciones


de investigar y acusar; y la de juzgar.
2. Publicidad. El proceso se estructura en audiencias orales
y públicas.
3. Inmediación. La presencia del Juez es requisito de
validez de las actuaciones.
4. Oralidad. La audiencia de juicio y otras se desarrollará
en forma oral.
5. Contradicción. Las partes participan y controlan toda
aportación al proceso: pretensiones y prueba.
6. Presunción de inocencia. Ninguna persona será
considerada culpable ni tratada como tal en tanto no fuere
condenada por una sentencia firme.
7. Defensa. Exigencia a una garantía constitucional, y el
debido proceso.

173
8. Pruebas. Todos los hechos y circunstancias podrán ser
probados por cualquier medio, producido legítimamente e
incorporado en el juicio. Su apreciación es libre.
9. Protección de víctimas y testigos. Brindar protección y
asistencia a la víctima de delitos para que esta no sufra una
mayor victimización por causa del proceso.
10. Celeridad. Respuesta rápida en la solución de los
conflictos.
11. Eficiencia. Racionalización en los recursos de la
actividad persecutoria del estado. Selectividad penal,
mecanismos de simplificación procesal, salidas alternativas
y desformalización general del sistema.

VII. Sistema vigente. Un cambio radical.

Chile transitó, sin fases intermedias de aplicación de modelos


mixtos inquisitivos, desde uno de los sistemas inquisitivos
más ortodoxos de la región a un modelo acusatorio donde
sus principios se manifiestan no sólo en el juicio oral sino que
en cada una de las audiencias a través del cual se desarrolla.

Sus cambios no solo fueron de procedimiento, si no de un


verdadero cambio de sistemas, en los que se tuvo como
retos para transitar en la reforma penal los:
a) Cambio Normativo
b) Cambio Estructural
c) Cambio cultural
d) Cambio en la Ingeniería organizacional
e) Cambio de roles en los operadores jurídicos.

174
VIII.Sistema Antiguo.

Fue necesario que abandonaran un sistema inquisitivo


puro, que concentraba funciones en una sola persona, con
características de secrecía, de escritura, vicios de corrupción,
justicia retardada, falta de respeto a las garantías individuales,
insuficiencia e ineficacia de la persecución penal.

IX. Cambios Normativos para transitar


a una nueva justicia penal.

Lógico que tuvieron que considerar un cambio total en el


sistema normativo que les permitiera adecuar y modificar
sus catalogo de leyes, como fueron:
a) Reforma Constitucional de 1997
b) Nuevo Código Procesal Penal de 2000
c) Ley Orgánica del Ministerio Público de 1999
d) Reforma substancial al C.O.T de 2000
e) Ley que crea la Defensa Penal Pública de 2001
f) Normas que adecuan el sistema legal chileno de 2002

X. Cambio Estructural.

a) Gestión Administrativa
- La reforma separa desde el diseño de las instituciones
las funciones jurídicas de las administrativas. (se
separa al juez de la parte administrativa y se le deja
esa facultad a un administrador)

175
- Los nuevos Tribunales; Ministerio Público y
Defensoría, reemplazan la dimensión unipersonal de
administración por el de una plataforma de servicios
corporativos.
1. Inician el nuevo sistema a operar con cargas de trabajo
en cero, es decir, todos los asuntos del viejo sistema
no serían conocidos por los nuevos operadores
jurídicos.
2. El nuevo proceso penal se aplica sólo a los delitos
cometidos desde el momento de su entrada en
vigencia.
3. Los delitos cometidos antes de esa fecha continúan
radicados en los Juzgados del Crimen o de Letras que
los estaban conociendo, hasta su término.

XI. Debilidades del actual sistema


chileno.

Resulta de gran interés el que nuestros expositores


pudieran compartir con nosotros los desaciertos en la
consolidación de su sistema procesal chileno, y que se
deben de considerar como focos rojos en la implantación
de la reforma mexicana:
a) Evaluaciones diversas muestran bajo nivel de
evaluación del sistema judicial en su conjunto.
b) Problemas importantes en materia de percepción
sobre la seguridad ciudadana.
c) Debate político intenso sobre la base de la percepción
en la materia.

176
d) Reforma Procesal y seguridad, la ciudadanía cree que
es lo mismo.
e) Generar respuesta especializada.
f) Fiscalización de Salidas Alternativas.
g) Operación de Organismos auxiliares.
h) No tienen la figura del juez de ejecución.
i) No tienen un sistema de resocialización de los
sentenciados.
j) La policía no tiene libertad de investigar.
k) Tienen problema con la “puerta giratoria. (el imputado
entra detenido por una puerta y sale en minutos por
la misma puerta)
l) No tienen mecanismos para darle seguimiento a las
penas impuestas.
m) No tienen independencia económica.
n) No existe la cultura de vigilar la reparación del daño.
o) La víctima se siente ignorada por su nula participación
en el proceso.

XII. Fortalezas sobre la implantación del


sistema procesal chileno.
a) La reforma legal fue integral y entendida
correctamente.
b) El diseño e Implementación descrito anteriormente
fueron claves para éxito en la vigencia del sistema, al
haberse observado y entendido la:.
• Visión Sistémica.
• Preparación multidisciplinaria.
• Gradualidad ha sido central.

177
• Separación de ámbitos jurídicos y de gestión
administrativa.
• Modelos de Capacitación innovadora ha sido
clave para regeneración cultural, es decir, para
cambio de prácticas.
c) La importancia en los consensos y coordinación
entre las instituciones en la definición de los trabajos
realizados de manera multidisciplinaria:
• Transparencia del sistema acusatorio incrementa
la exigencia ciudadana.
• Instituciones Fuertes.
• Coordinación y compromiso interinstitucional.
• Liderazgos en implementación de la reforma.
• Seguimiento y evaluación permanente ha
permitido corregir errores o no repetirlos y
detectar fortalezas y debilidades del sistema.

XIII. Aspectos que deben considerarse


para una reforma exitosa en México.

Como sostuve al inicio del presente trabajo, mi idea fue


plasmar el proceso de implantación que la republica de
chile llevo a efecto y que le ha permitido que su reforma
haya sido exitosa, en esa constante me atrevo a proponer
algunas sugerencias, que desde mi particular punto de vista
y retomando la experiencia chilena, nos podrían servir
para preparar e iniciar las reformas en nuestras entidades
federativas; razones por las que se ponen a consideración
las siguientes líneas de acción:

178
Antes del inicio de los trabajos de implantación del sistema,
en las entidades federativas debe considerarse una coor-
dinación interinstitucional, que permita multidisciplinaria-
mente generar los consensos y directrices sobre la reforma
al sistema penal adversarial que se necesita de acuerdo con
la cultura y realidad de cada estado.

Las estrategias y directrices que se hayan definido deben


ser eficaces para lograr los cambios normativos, culturales
e institucionales con el objeto de trabajar en un fin común
sobre la implantación de la reforma.

Las acciones y directrices deben ser ejecutadas a través de


un órgano implementador que concentre las voluntades de
las instituciones, pero que cuente con la facultad de decisión
sobre la ejecución de todas y cada unas de las acciones
aprobadas por las instituciones involucradas.

En una segunda acción y una vez formado el organismo


implementador, llevar a cabo un diagnostico de la entidad
federativa que permita evidenciar fortalezas, debilidades,
pero también generar la situación que guarda todo el
sistema penal inquisitivo, y as u vez tomar decisiones sobre
los cambios y necesidades que se requieren hacer en cada
uno de los componentes diagnosticados.

Realizar un tercer paso, consistente en elaborar con


especialistas un proyecto general en el que se programen las
acciones a realizar en los rubros del nuevo sistema normativo,
la reorganización interinstitucional que se necesita, la

179
infraestructura y equipamiento, la capacitación y difusión;
elementos que son indispensables para una exitosa reforma,
pero para lograrlo hay que tener los recursos económicos
suficientes, que generen fortaleza, seguridad y confianza en
los implementadores de la reforma, pues al final del camino
las inversiones realizadas en la implantación del sistema,
será la cosecha de buenos resultados.

Es de suma importancia analizar y considerar que México


pudiera incorporar del sistema chileno la gestión adminis-
trativa que tienen sus tribunales y que les ha dado tanto
éxito para la organización de sus audiencias y control de
personal.

Por último debemos considerar cada una de las entidades


federativas, tener un aliado a nivel nacional que nos lleve
de la mano, con el fin de unificar criterios en el proceso de
implantación y por lógica lograr que los costos económicos
de la reforma sean menos gravosos.

180
Aproximaciones al sistema adversarial
Chileno en un contexto integral de
política criminológica.

César Humberto Madrigal Martínez

181
Sumario: a) Antecedentes de la reforma procesal chilena y
sus principales objetivos. b) Ventajas del sistema. c) Riesgos y
desventajas. d) conclusiones integrativas al contexto crítico.

182
a) Antecedentes de la reforma procesal
chilena y sus principales objetivos.

L
a Reforma procesal penal Chilena se ha
convertido en la actualidad en una política
pública consolidada de gran valor para su
propio sistema criminal, que mediante el
nuevo derecho adjetivo, llega a tasas de término de
sentencias ingresadas cercanas al 90% por período
y que, comparada con el antiguo sistema procesal
reduce el 60% el tiempo promedio de tramitación
de un caso penal.

El sistema procesal de Chile tiene todas las venta-


jas que el sistema adversarial intrínsecamente
conlleva y compatibiliza tres aspectos funda-
mentales: un estado democrático de derecho, el
respeto de las garantías constitucionales y tratados
internacionales y el logro del debido proceso. Busca
mediante estas garantías conciliar el derecho
penal, (concebido como una “amarga necesidad”,
como actuación del estado que conculca los bienes
más apreciado del individuo mediante la “pena
penal”15) con los postulados de un estado Garantista
y respetuoso de los Derechos Humanos.
15 Claudio Feler. Director del Departamento de Derecho Penal de la U. Católica. Ex-
posición a asistentes Fletcher School.

183
Este fue el principio básico que inspiró la reforma penal
en Chile; más que establecer un sistema eficiente o
mecanismos eficaces del derecho penal adjetivo, buscó
conciliar el sistema procesal con los postulados de derechos
fundamentales que respeta la dignidad del ser humano
enlazados con el debido proceso y justo procedimiento.

El anterior sistema inquisitivo en Chile, permitía el


secreto de la investigación y concentraba en un mismo
órgano, y a veces en un mismo ser humano, la función de
investigar, cerrar la investigación, acusar y hasta sentenciar
a un ciudadano. 16Compatibilizar el sistema penal con las
garantías en el debido proceso y los tratados internacionales
ratificados por Chile (que no eran cumplidas por el sistema
procesal anterior) fue su meta principal, o como dijo Luis
Avilés, Chile revalorizó el concepto de la Ley reformulando
la estructura del estado y de cómo se relacionaría con sus
ciudadanos en el servicio de administrar justicia.17

¿Cómo se procuró por parte del estado chileno concordar


el nuevo sistema con las garantías del debido proceso y
tratados internacionales? ¿cómo logró pasar de un modelo
inquisitivo casi puro (hasta 1990) a uno eminentemente
liberal? De dos maneras fundamentales: a) Establecieron un
conjunto de postulados procesales penales (juicio previo,

16 La perpetuidad del sistema inquisitivo Chileno resultó en l institucionalización de la


corrupción y la impunidad. Miguel Carbonell y Enrique Ochoa Cfr. ¿Qué son y para
qué sirven los juicios orales? México, Porrúa editores, 2009. P.49.
17 Luis Avilés; profesor de litigación en la Universidad Adolfo Ibañez, ex relator de
la Suprema Corte y Juez de Garantía de Santiago. Idea central de su charla en la
Universidad Católica el día 11 de agosto 2010, grupo 2 de Fletcher School del cual
formo parte.

184
juicio público, presunción de inocencia) como ejes rectores
de su reforma, y, b) Entronizaron como base del sistema
adjetivo penal, el sistema acusatorio y contradictorio,
abandonando el modelo inquisitivo y de un solo órgano,
por uno que divide claramente las funciones de investigar
(órgano autónomo, Ministerio Público) y el de decidir o
sentenciar (Tribunal oral en lo penal compuesto por tres
jueces), a otro que le toca al Poder judicial.

Chile adecuó su agenda internacional en 1990 tras el


término de la Dictadura de Augusto Pinochet, democratiza
su sistema electoral permitiendo el rescate del ejercicio
de los derechos civiles y políticos, modifica su desarrollo
económico proteccionista a un modelo de economía de
mercado, abierta a la internacionalización y fomento de las
exportaciones, el esfuerzo y la iniciativa privada.

Como base de la consolidación de su modelo democrático,


se incorpora la necesidad de establecer la legitimidad como
fundamento al respeto a los derechos humanos, haciendo
mayor la exigencia de un sistema de administración de
justicia acordes a esta nueva etapa del estado Chileno.

Resultaba necesario pues, modificar su anterior sistema de


justicia a otro que garantizara el desarrollo del estado Consti-
tucional, el debido proceso y eliminara el autoritarismo estatal;
era parte del compromiso Chileno ante la comunidad interna-
cional. La reforma se vislumbraba como una modificación in-
dispensable para mejorar los niveles de seguridad mediante el
aumento de la eficacia de la persecución penal.

185
Siendo el derecho criminal el más proclive a las violaciones de
garantías fundamentales, ya que es el propio para reprochar
las conductas desviadas de una sociedad, resultaba necesario
establecer mecanismos que eliminaran esta posibilidad y la
respuesta fue un nuevo modelo de enjuiciamiento criminal
acorde a las tendencias democráticas que se instauraban.

Pero esta reforma no iba sola, en un inicio se plantearon


muchos retos que a confesión de los académicos que
participaron en esta capacitación en la Universidad Católica
de Chile, no se han cumplido a cabalidad algunos, y otros
de plano, no se han atendidos adecuadamente. Hablamos
del acceso a la justicia, la atención del derecho de menores,
modificar criterios de criminalización primaria, supervigilar
la ejecución de penas para favorecer la reinserción,
modificar la labor de la policía (cosa que han hecho con
éxito) y obviamente reformar su sistema procesal penal a
un juicio genuino, que permitiera la igualdad de armas entre
las partes acusadora y el imputado, basado en la oralidad,
la oportunidad y la inmediación.

b) Ventajas del sistema.


Chile a través de su proceso penal hace efectivo -mediante
el Ministerio Público, utilizando criterios políticos
criminales- conducir a selectividad del sistema penal
hacia un tipo target de criminalidad: la más peligrosa y
atentatoria a bienes jurídicos de mayor valía. Mediante esta
selectividad se permite que los delitos de bagatela (mayor

186
parte de los injustos cometidos) sean seleccionados para la
posibilidad de una salida alterna a un proceso, un sistema
de composición entre las partes, o de plano eliminar la
pretensión punitiva si así lo considera pertinente el Fiscal
acusador al existir mínima afectación o adecuarse un
principio de oportunidad.

Sobre el proceso, el Tribunal Oral en lo Penal (TOP) es el órgano


llamado a sentenciar los casos, siempre y cuando el proceso
haya llegado a un juicio oral, puesto que no sólo este tribunal
es el que determina todas las resoluciones ya que existen
sentencias dictadas también de manera unipersonal por otra
figura rectora del proceso penal que es el juez de garantías.

El juez de garantía tiene la función principal de velar


por el respeto de las precauciones constitucionales en el
desarrollo del proceso, antes de llegar al juicio oral, pero
también tiene facultades de dictar sentencias en juicios
simplificados, cuando se trata de delitos de menor valor o
simples faltas. Para ello, el sistema penal chileno clasifica
a sus delitos de la siguiente manera: los delitos Graves
son llamados crímenes, los de mediana gravedad, simples
delito, y los delitos de bagatelas son llamados faltas.

El juez de garantía o de control, también dicta sentencia en


juicios abreviados, esto cuando el Ministerio Público solicita
una pena no superior a 3 años de prisión y el imputado
(previamente asesorado por la defensa) reconoce los hechos;
aquí no hay una etapa probatoria. Para ir a juicio abreviado
la pena pedida por el fiscal no debe exceder de 5 años.

187
El haber dotado de autonomía al Ministerio Público en
Chile es una ventaja que reforma Constitucional Mexicana
no tiene y que se constituye en una gran omisión y deuda
de la misma. El legislador chileno también tuvo la idea de
buscar un sinnúmero de medidas alternas de solución de
conflicto; esto se da en delitos patrimoniales de bienes ju-
rídicos disponibles, lesiones de menor daño y delitos culpo-
sos (cuasidelitos). Aquí se posibilita el acuerdo reparatorio
–sin intervención del Ministerio Público- (acuerdo entre la
víctima y el acusado) siempre y cuando este acuerdo sea
aprobado por el juez de garantía.

Otro procedimiento importante como salida alterna es la


suspensión condicional del procedimiento. Es una manera
de solución de conflicto penal, es un acuerdo entre el
Ministerio Público y el imputado y que a diferencia del
acuerdo reparatorio en éste no interviene la víctima. En esta
forma de composición, se acuerda que se suspenda el juicio
mientras se cumplan determinadas condiciones previas,
por ejemplo, el pago a la víctima como compensación, la
prohibición de acercarse a la víctima, prohibición de recurrir
a un lugar, etcétera y cumplidas las condiciones señaladas,
se dicta sobreseimiento. Esta suspensión condicional se da
cuando la pena probable que pudiera imponerse no exceda
de 3 años.

Para el proceso Chileno, la irreprochable conducta anterior


-no tener antecedentes penales- y la aceptación de juicio
abreviado y colaboración eficaz, son atenuantes de la pena.

188
Dentro de las Garantías constitucionales del debido proce-
so consagradas en la carta máxima de la República de Chile,
encontramos:
• Presunción de inocencia. Aunque no está establecida
en la Constitución Chilena.
• Proceso previo legalmente instaurado;
• Investigación racional;
• Tribunal imparcial;
• La No declaración de hecho propio o a la autoincrimi-
nación.

Es necesario referir que las principales garantías en chile


entran por los tratados internacionales, merced al “Inciso 2º
Artículo 5º de la Constitución Chilena que refiere “el ejercicio
de la soberanía, respeto a los derechos fundamentales, los
constitucionales y los tratados internacionales”

c) Riesgos y desventajas.

Dentro de los aspectos negativos observados, encontramos


que el sistema se ha olvidado de la atención debida de los reos
sujetos a tratamiento penitenciario. Aunque maneja como éxito
la selectividad para los casos de prisión preventiva adeuda un
diseño adecuado de reinserción social que ha permitido la
reincidencia excesiva como muestra del fracaso en la profilaxis.
Con la reforma procesal chilena se ha desmejorado la calidad
jurídica del sistema y del derecho sustantivo y también se
corre el riesgo de aceptar la posibilidad de que el acuerdo
que existe ante el riesgo de una condena se convierta en una

189
auto- incriminación reglada. La renuncia al derecho a Juicio, se
equipara al plea bargaining americano, en donde los imputados
se declaran culpables con antelación a la realización del debido
proceso. La negociación o Plea bargaining son concesiones que
el fiscal hace a cambio de aceptación de responsabilidad del
inculpado. Esta aceptación resulta en la renuncia al juicio. Las
concesiones pueden ser una condena leve, un cargo menor o
menos cargos que los cometidos o en resumen reducción de
una condena posible si el jurado lo declara culpable. Si bien la
reforma busca se dice garantista es necesario referir de nuevo
a Luis Avilés en ese sentido, al referir que “La ley es la que es
garantista. Y cuando un juez la aplica, donde esté es garantista.
Por lo tanto, cuando se deja en prisión preventiva a alguien,
está siendo garantista porque invocó la ley con las razones de
la ley. Y cuando deja a alguien en libertad porque no le han
dado razones suficientes, también está siendo garantista. La
pregunta que hoy debiera invitar a reflexionar es ¿qué legitima
a un juez para disponer de la vida, la libertad y la propiedad
de una persona? Y esa respuesta sólo está en la ley, que es la
única expresión democrática. Sin embargo, hoy el garantismo
es casi una palabra peyorativa.”

Al razonamiento de Luis Avilés es perfecto 18 al señalar que


lo garantista no es sino simplemente el cumplimiento de una
18 “El que todo delincuente que haya cometido un delito grave vaya a la cárcel es una
expectativa legítima del derecho y tenemos que tratar de cumplirla. Y eso es porque
la ley lo dice así. Ahora, la pregunta es cuál es el precio que usted está dispuesto
a pagar para asegurar ese fin. Y la ley responde: haga un justo y debido proceso.
La pregunta no es el castigo, sino el castigo legítimo en un estado constitucional y
democrático de derecho. Por eso es que los jueces resuelven conflictos conforme a la
ley y usted es tan garantista ya sea absolviendo o condenando. Hoy a la ley no se le
da el valor real que tiene y en eso hemos pecado de ingenuos. Por eso es que siempre
digo que los jueces no están en un concurso de popularidad”. Luis Avilés.

190
Ley Constitucional y respetuosa de la dignidad humana, una
ley que no haga “crujir el sistema y la legalidad orgánica” como
él indica y en donde no haya una praxis jurídica ilegal que se
posicione como ganadora. También se debe evitar la tentación
de adoptar un “populismo punitivo” en donde la “Ferocidad
moral” del estado permita tener inocentes en prisión.19

Resulta paradójico también que en un sistema donde se


entroniza la legalidad en los fallos judiciales, en donde existe
máxima publicidad del procedimiento, exista una percepción
negativa de los jueces por parte de la ciudadanía; en Chile según
la encuesta de 10 de agosto de 2010 de paz ciudadana-adimark
y la propia referencia hecha por Javiera Blanco, Directora
Ejecutiva de la fundación Paz Ciudadana, la calificación de
las autoridades de los juzgados del crimen respecto a la
delincuencia, apenas llegan a una calificación de 3.3.

Cualquier modificación legal de las hipótesis normativas


debe reflejarse en mejoras sustantivas concretizadas en
beneficios sociales; la transformación de un sistema procesal
penal debe llevar como fin teleológico la materialización de
la pretensión punitiva estatal conforme a una determinada
política criminológica. La modificación de leyes penales en
caso cualquiera, debe orientar la mejora de los índices de
seguridad ciudadana y una mayor protección a los bienes
jurídicos de mayor valía conforme a los principios de
selectividad óntica que debe hacer el derecho penal como
forma de control social. Pues bien, conforme a lo referido, en
Chile observamos, de manera paradójica, un éxito en cuanto
19 Términos propios de Luis Avilés.

191
a la implementación de un nuevo sistema procesal penal,
que garantiza la protección de un enjuiciamiento criminal
conforme a las directrices de un “debido” proceso y a la vez,
un fracaso en los niveles de control social del delito que no
permite el decremento notorio de los índices de criminalidad
y victimización de los ciudadanos de la República Chilena.

Uno de los riesgos observados conforme a las audiencias


asistidas es la posibilidad de disminución de los estándares
de calidad en las determinaciones judiciales; la posibilidad
se hace latente por la masificación de audiencias y su
celeridad posibilita la estandarización con el consecuente
riesgo de pérdida de calidad de la propia resolución.

d) Conclusiones integrativas
al contexto crítico.

Chile ha logrado implementar un nuevo sistema procesal de


enjuiciamiento criminal exitoso; implementación planificada
y gradual que le ha permitido corregir los inconvenientes
presentados en este proceso. Esta es una enseñanza
valiosa para México. El diseño de esta metodología para
su implementación se allegó de los recursos materiales
suficientes que hicieran posible la puesta en marcha con
el menor riesgo; el aspecto financiero de la reforma fue un
punto de éxito insoslayable.

El cambio cultural de los operadores del nuevo sistema


demuestra éxitos en la enseñanza de destrezas en el rubro

192
de capacitación, la modificación adecuada de los insumos
cognitivos y la nueva percepción y concepción óntica del
modelo implementado es otra fortaleza observada. La
eficacia y eficiencias de la administración procesal penal en
Chile tiene un cuadril de éxito alto.

Sin embargo no es objetivo medir un determinado éxito en solo


un aspecto del sistema criminal sin observar otros componentes
importantes. El índice de temor a ser víctima de un delito ha
crecido en chile, (índice de paz ciudadana-adimark; 10 de
agosto 2010), la ciudadanía considera que la delincuencia le
afecta mucho 77%) las tazas delictivas en el tipo de robo se
han incrementado de mayo de 2000 a julio de 2010 en casi un
5% (33.1 a 38.5%); en cuanto a victimización, el 22.1% de los
hogares en Chile concentra el 82.8% de los delitos.

La ausencia de éxitos en la integralidad de su política


criminal, deja parca las ventajas de su procedimiento, el
aumento de la delincuencia juvenil es un factor a considerar,
según lo referido por Francisco Estrada Director Nacional del
Servicio Nacional de Menores. El estadístico de incidencia
de menores aprehendidos por delitos de mayor connotación
social que paz ciudadana presenta, va en aumento igual que
los delitos con violencia que realizan estos jóvenes.

Para los chilenos, la delincuencia es considerada el segundo


problema del país, sumada al tráfico y consumo de drogas
(29.5%)20 supera a la pobreza como el principal problema

20 Síntesis delictual ENUSC 2009. Consultada el jueves 12 de agosto de 2010. http://


www.seguridadpublica.gov.cl/files/00_sintesis_delictual_enusc_2009_pais.pdf

193
del país. Encuesta delictual ENUSC del Ministerio del
Interior de Chile.

Uno de cada 3 hogares ha sido victimizado en Chile, (según


encuesta ENUSC 2009) en el 33% de los hogares urbanos al
menos uno de sus miembros ha sido víctima de algún delito.

Por ello, resulta necesario recuperar la totalidad de las


metas que acompañó a la reforma procesal en sus inicios
y de la cual ya dimos cuenta; de la misma manera se debe
diseñar una política criminológica integral que observe los
demás componentes de un sistema penal: la prevención
del delito, la procuración y administración de justicia (que
es el punto de éxito observado) y un programa efectivo de
reinserción social que clausure las puertas giratorias.

Si consideramos la Heurística Axiológica de Miguel Basánez21


el conformar sociedad civil requiere un colectivo conformado
con personas libres de miedo sublimadas en derecho; por
esta razón el teorema de la consolidación de la sociedad civil
Chilena encontraría un riesgo para este objetivo, amén de
que no cumpliríamos la satisfacción mínima en la evaluación
axiológica de ampliar los márgenes de libertad ya que la
inseguridad ciudadana inhibe los niveles de libertad individual,
por ello la importancia de contar con un programa integral
de combate a la criminalidad y de seguridad ciudadana que
complemente los éxitos alcanzados en un proceso penal justo
y democrático, como lo es el sistema procesal penal chileno.

21 Basáñez, Miguel. Reforma legal y sociedad civil en México. Conferencia pronun-


ciada el 11 de agosto al grupo 2, de Fletcher School visitante en Chile.

194
La reforma constitucional del 2008
como agente de cambio
en el México del siglo XXI

Ricardo Ávila Heredia


Magistrado Quinto del Tribunal Superior de Justicia
y presidente de la Sala Penal del estado de Yucatán.

195
196
D
entro de las actividades del
Programa Comparativo de Sistemas
Penales Acusatorios en Colombia,
Chile, Estados Unidos y México,
presentamos este trabajo derivado de la visita a
la ciudad de Santiago, capital de la república de
Chile, durante los días comprendidos entre el 8
y 14 de agosto de 2010.

Continuando con la reflexión iniciada con el


trabajo denominado “La Reforma Constitucional
de 2008 como Agente Cultural del Cambio en el
México del Siglo XXI”, resultado de la información
obtenida y comparada con información similar
referente a nuestro país, en la visita efectuada
a la ciudad de Boston, Massachussets, Estados
Unidos de América.

Esta participación pretende analizar la situación


actual de la implementación de la Reforma
Constitucional publicada en el Diario Oficial de
la Federación el 18 de junio del año 2008 en los
Estados Unidos Mexicanos y en particular opinar

197
acerca de las acciones que se están efectuando tendientes
a la implementación de la reforma al sistema penal en las
entidades federativas de nuestro país específicamente el
estado de Yucatán.

Es indudable la influencia del modelo penal chileno en la


implementación del sistema acusatorio adversarial en
México, lo que nos motiva a intentar señalar algunas de las
diferencias entre ambos sistemas, el modelo chileno y el
que se pretende instaurar en el estado mexicano citado.

Sostengo que las diferencias culturales y regionales en


ambos países pudieran generar debilidades y fortalezas en
la aplicación mexicana entre estas señalo las siguientes:

Los Estados Unidos Mexicanos constituyen una república


representativa, democrática y federal, compuesta por 31
estados libres y soberanos en su régimen interior y un Distrito
Federal; estos estados adoptan para su régimen interior la
forma de gobierno republicano, representativo y popular.

Como consecuencia de lo anterior, nuestro país tiene un


gobierno federal, treinta y un gobiernos estatales y el
gobierno del Distrito Federal, territorio donde residen
los poderes de la República; todos los estados mexicanos
cuentan con su propia legislación constitucional y leyes
ordinarias en las diversas materias del derecho, señalándose
la relevancia por razones del programa comparativo en
que participamos de sendos códigos en materia sustantiva
penal y en materia procesal penal.

198
La reforma al Sistema Penal Mexicanos comprende por lo
tanto la modificación de 33 treinta y tres sistemas procesales
penales, la federal, las locales y la del Distrito Federal, cuya
aplicación comprendería diversas regiones en poblaciones
distantes entre sí y con múltiples diferencias culturales en
ocasiones muy marcadas.

En el plano general, la reforma constitucional mexicana


en específico en lo relacionado a los artículos 16 dieciséis,
17 diecisiete, 18 dieciocho, 19 diecinueve, 20 veinte, 21
veintiuno, 22 veintidós, entre otros, pero principalmente
los anteriores, al estar relacionados directamente con el
sistema penal, introdujo y conservó en nuestra Carta Magna,
disposiciones que regionalizan e identifican al “Nuevo
Sistema Penal Mexicano” y lo hacen en ciertos aspectos
diferente a los de otros países incluyendo al modelo chileno
que hasta la fecha sirve como tal en la mayoría de las
entidades mexicanas.

Esto ha generado voces de académicos nacionales y sobre


todo extranjeros, que cuestionan la inclusión de figuras no
previstas en los sistemas acusatorios, como es el caso de la
introducción del llamado “Auto de Vinculación a Proceso”,
requisito previsto en la etapa preliminar o de investigación
como exigencia procesal para la continuación del propio
proceso penal.

Esta obligación procesal incluida por el constituyente per-


manente mexicano en el artículo diecinueve constitucional,
establece que “ninguna detención ante autoridad judicial

199
podrá exceder del plazo de setenta y dos horas, a partir de
que el indiciado sea dispuesto a su disposición, sin que se
justifique con un auto de Vinculación a Proceso en el que
se expresará; el delito que se impute al acusado, el lugar ti-
empo y circunstancias de ejecución, así como los datos que
establezcan que se ha cometido un hecho que la ley señala
como delito y que exista la probabilidad de que el indiciado
lo cometió o participó en su comisión”. Esta resolución no se
encuentra prevista en el proceso penal chileno y los críticos
de su inclusión señalan que es una reminiscencia del hoy lla-
mado en México Sistema Tradicional, identificado por algu-
nos con la resolución judicial conocida como “Auto de Formal
Prisión”, misma que además tiene como consecuencia inevi-
table la prisión preventiva en dicho sistema.

Esta figura, la prisión preventiva, es otro aspecto en el


que el nuevo sistema penal mexicano se aleja también del
modelo chileno al incluirla como medida cautelar oficiosa
en los casos de “delincuencia organizada, homicidio
doloso, violación, secuestro, delitos cometidos con medios
violentos como armas y explosivos, así como delitos graves
que determine la ley en contra de la seguridad de la nación,
el libre desarrollo de la personalidad y la salud”.

En el orden práctico, la implementación del también llamado


“Nuevo Sistema Penal”, en los estados de México, en el caso
específico del estado de Yucatán, cuya pretensión es iniciar a
mediados del año próximo, encontramos algunos obstáculos
que probablemente se repitan en otras entidades mexicanas,
como podrían ser los siguientes:

200
a) LA FALTA, A LA FECHA, DE UNA LEGISLACIÓN
PROCESAL PENAL.

El no contar con una legislación procesal penal, propicia


que la difusión del sistema y su “capacitación” se realice
con base en referencias procesales de otras entidades, que
si bien pueden tener coincidencias, provocan confusiones
y falta de identidad en los posibles operados jurídicos,
el foro y los estudiantes, principalmente. Por otra parte
surgen diversas versiones de imposición de un Código
Único o de la introducción de figuras jurídicas muy alejadas
a las costumbres locales que van creando ambientes poco
favorables al proceso de implantación.

b) LA IMPARTICIÓN DE UNA CAPACITACIÓN ADECUADA


Y SISTEMATIZADA.

Problema toral para la implantación de cualquier nuevo


sistema es la capacitación de todas las personas que en él par-
ticipen, operadores jurídicos, litigantes y terceros, sin que al-
cancen los conocimientos necesarios y suficientes a un mismo
nivel, el no lograr lo anterior provocaría sin duda dificultades
de aplicación y resultados procesales no justos, que segura-
mente influirían negativamente en la percepción de la socie-
dad respecto del nuevo sistema penal. Diversidad de conteni-
dos, mala integración de los grupos, sistemas de educación
tradicionales, legislaciones distintas y encontradas e incluso
rivalidades por cuestiones económicas o diversas, pero ajenas
en todo momento a la aplicación correcta y adecuada del nue-
vo sistema penal, circunstancias que se pueden traducir en

201
distractores o desinformación que afecte considerablemente
los esfuerzos para lograr la capacitación apropiada.

c) DIFUSIÓN A LA COMUNIDAD.

Con comunidades poblacionales en diversidad de regiones,


con condiciones sociales diferentes al igual que en sus
costumbres, la difusión correcta y extensiva, pero sobre
todo realista, es una necesidad indispensable para la
implementación del llamado nuevo sistema penal.

Pretender su aceptación por parte de la comunidad con


ofrecimientos propagandistas alejados de la verdad, como
es el acabar con la impunidad e incrementar el descrédito del
sistema tradicional escrito que perdurará en su aplicación
varios años más en los estados está creando –a mi parecer–
un ambiente no deseado en la aplicación de la reforma al
proceso penal mexicano.

La república de Chile presenta condiciones muy distintas a la


república mexicana, entre éstas en superficie, población, condi-
ciones sociales, culturales y económicas, que en su momento y
con las adecuaciones de sus operadores permitieron la imple-
mentación de su reforma penal, que en este país se considera
“LA REFORMA DEL SIGLO”. Ella entró a debate hacia fines del
año de 1992 mil novecientos noventa y dos, estando muy vincu-
lada a los cambios políticos de la época. En 1995 mil novecien-
tos noventa y cinco, cuando inician el debate parlamentario del
Código Procesal Penal que se publica en el Diario Oficial de ese
país el 12 doce de octubre de 2000 dos mil, previas alas refor-

202
mas constitucionales relativas a la materia, realizadas en el año
de 1997 mil novecientos noventa y siete.

La reforma chilena, además de la transformación legislativa,


instaló en el país nuevas instituciones como la Defensoría
Penal Pública y la entrada en vigor de su nuevo sistema
penal fue gradual y por regiones aplicándose en 4 cuatro
etapas planeamiento que requirió de modificación respecto
a la implantación en la denominada región metropolitana
que concentra el mayor número de población.

Los logros y desafíos de la reforma penal chilena se


consideran exitosos, señalándose relevantes los aspectos de
construcción de las instalaciones adecuadas, la capacitación
de sus operadores, los diseños informáticos y de manera
especial que los actores del sistema, jueces, fiscales y
defensores, adoptaron sus nuevos roles inmediatamente
y con ello la consolidación –como consecuencia– de la
audiencia oral, como metodología de decisión en las
etapas previas la juicio. También hay que señalar diversas
dificultades, entre estas, la resistencia a la aceptación de
la figura de administrador del juzgado. Las estadísticas
elaboradas en los años posteriores indican con claridad
rubros como disminución de procesos, casos solucionados,
disminución de la prisión preventiva, mayor número de
sentenciados, nos llevan sin duda como corolario a concluir
que la reforma al sistema penal chileno ha sido positiva.

Respecto del NUEVO SISTEMA PROCESAL CHILENO, este


se encuentra compuesto centralmente en 5 cinco etapas:

203
investigación, la de preparación del juicio oral, el juicio oral,
la de impugnación de las sentencias y la de ejecución de las
sentencias.

Como en líneas anteriores se estableció, este modelo se


ha propuesto por las instancias implementadoras en los
estados de México, motivo por el cual trataré de centrar la
conclusión de este trabajo en dos aspectos:

La PRIMERA, en los aspectos positivos de la implementación


chilena que, a mi juicio, sean útiles en México y entre los
cuales destaco principalmente, la experiencia chilena en la
enseñanza del litigio oral y su producto en una nueva forma de
entrenamiento legal, así como la innovación de los esquemas
de la enseñanza tradicional del derecho. La inclusión en los
programas de estudios en las universidades mexicanas de
cursos de litigación penal en juicios orales es, en mi opinión,
la necesidad más urgente y requiere la aplicación sin límite
de la experiencia chilena en sus objetivos, contenidos y
desarrollo de las clases, dotándoseles, desde luego, de los
materiales y equipos necesarios; la metodología, programa
de casos y estrategias deben ser respetadas para que el
resultado no sea el de un nuevo curso, si no sea una nueva
lógica de comprender la educación legal.

El SEGUNDO aspecto se refiere en concreto al nuevo


proceso penal chileno, que como se ha dicho y se reitera,
al menos en el estado de Yucatán, México, es el prototipo
de modelo a implantar con sus cinco etapas, en las que
destaco las semejanzas por ejemplo en la etapa de juicio

204
oral, en los discursos de apertura y clausura, el desahogo
de las pruebas y el control de la calidad de la información
del interrogatorio con los contra interrogatorios.

Por otra parte, es mi sentir, que deben conservarse,


aunque efectivamente se aleje de los principios de un
sistema adversarial puro, las variantes mexicanas de la
vinculación de proceso en la etapa de investigación y la
prisión preventiva oficiosa y esperar corran los tiempos
de aplicación del nuevo sistema mexicano, para valorar
experiencias, logros y fracasos. Será entonces cuando sobre
estas bases se promuevan las adecuaciones y reformas
para caminar paulatinamente a sistemas acusatorios más
completos.

Como CONCLUSIÓN FINAL GENERAL considero que:

1) Es un error tratar de copiar en México un sistema


totalmente idéntico al sistema chileno.
2) Es incorrecto no permitir que surjan en las legislaciones
locales las diferencias regionales y culturales
3) Es un acierto generar lineamientos estructurales
generales en las legislaciones procesales locales
4) Es adecuado aplicar gradualmente el nuevo sistema,
pero con distintas variables, no en todos los lugares lo
acertado es que se aplique en el más lejano o en el lugar
menos problemático, por lo que debe considerarse
para su ubicación, el interés de la comunidad, la
capacitación alcanzada por los operadores jurídicos y
los recursos con que se cuenten.

205
Por lo que en definitiva se concluye que en las entidades
mexicanas se camina hacia la implantación del Sistema
Acusatorio Adversarial y que el éxito de su aplicación
radica en el uso de estrategias adecuadas, acordes con la
cultura y condiciones sociales mexicanas y en especial a
la impartición de una capacitación moderna e innovadora,
cambios y acciones que es indispensable difundir en forma
sencilla y constante.

206
Comisión Nacional
de Tribunales Superiores de Justicia
de los Estados Unidos Mexicanos

Análisis Comparativo de los sistemas procesales penales


de Estados Unidos, Chile, Colombia y México.
Análisis mínimo de derecho adjetivo penal Comparado.

Impreso en la ciudad de Villahermosa, Tabasco en octubre de 2011


Diseño y maquetación, Toloke, Asesores Creativos
[toloke@gmail.com]

207
208

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