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09 Psico Laboral PDF
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INDICE
TECNICAS DE FORMACION DEL PERSONAL
En esta unidad:
La formación del personal,
dentro del enfoque de
competencias, se centra en que
los formados aprendan a
efectuar los comportamientos
que exige su trabajo; por ello es
que los métodos de formación,
activos o participativos, han
incrementado su importancia.
En particular en esta unidad
veremos las técnicas de
Mentoring, Coaching y Outdoor
Training.
Lo vimos como uno de los desafíos, de la presente era, al que está expuesto un administrador.
La dinámica de puestos también invita a estar preparados y tener, de alguna manera más de
un empleado de la misma sección, con la preparación adecuada para determinado cargo.
Uno de los grandes restos en estrategias del comportamiento organizacional, del presente
siglo, es que los conocimientos de nuestros empleados estén en línea con los objetivos y
proyectos de nuestra empresa. De allí que las organizaciones tengan presente, que hay que
estar permanentemente motivando e impulsando a su capital humano, para que tengan
actualizadas todas las opciones de soluciones en las materias que manejan, como el diseño de
respuestas ante sus clientes.
No solamente está el tema de los conocimientos, están los talentos, las habilidades, que en
algunos casos destacan por sobre otros, a empleados especiales. La formación de personal
también cubre esta situación, proponiendo formas para mantener a estos valores dentro de la
organización. Un empleado altamente motivado, altamente satisfecho y realizado en sus
labores y en su pertenencia con la compañía, es un elemento de poder al interior de las filas de
los recursos humanos de cualquier empresa.
El mentoring se define como: Una forma especial de relación entre directivos y empleados,
que pretende conseguir objetivos de formación, fidelización y de mejora del clima laboral y en
la que ambas partes, mentor y mentorizado, obtienen beneficios.
Los beneficios que el mentoring puede aportar, tanto a la organización como a las personas,
son los siguientes (Chao, Waltz y Gardner, 1991; Dreher y Ash, 1990; Mullen y Noe, 1999):
Para la organización
o Muestra el apoyo de la dirección a los empleados, a través del conocimiento
de las decisiones tomadas y de su implicación en las mismas.
o Aumenta la lealtad y la confianza de los empleados hacia la dirección.
1. Obtenga información sobre las carencias en la forma de trabajar del sujeto. Para
obtener informaciones válidas y fiables se puede acudir a técnicas como la evaluación
de 360º.
2. Acuerde con el sujeto los objetivos que se pretenden conseguir con el coaching.
3. Observe el comportamiento del sujeto en la mayora cantidad posible de situaciones,
evaluando tanto dicho comportamiento como las reacciones que él mismo provoca
entre sus interlocutores, ya sean estos subordinados, compañeros, superiores, clientes
o proveedores.
4. Reúnase con el sujeto y comenten sus observaciones, siempre en base a los
comportamientos del sujeto. Es preciso, en estos momentos, que se refiera, única y
exclusivamente, a aspectos modificables del sujeto; es decir, a sus comportamientos,
no a variables de personalidad o a otros aspectos de difícil cambio.
5. Conjuntamente con el sujeto, establezca los objetivos de mejora y diseñe un plan de
actuación para poder alcanzarlos en el plazo fijado.
6. Continúe con el seguimiento del sujeto, para iniciar un nuevo ciclo similar al que se
acaba de explicar.
(S. Pereda y F. Berrocal, Técnicas De Gestión De Recursos Humanos Por Competencias. Ed.
Centro de Estudios Ramón Areces. Madrid, España, 2003).
Ahora bien, sería un grave error pensar que sólo son los directivos y mandos quienes no saben
escuchar a los demás sólo porque son partidarios de estrictos controles. Muchos de ellos,
tienen la sensación de que “los demás tampoco los escuchan a ellos”, porque sus
subordinados, en lugar de atender con objetividad a lo que les dice el jefe, filtran la
información y se centran sólo en lo que puede afectar a su empleo, a sus remuneraciones o a
sus posibilidades de promoción, en otras ocasiones, los trabajadores están tan ocupados con
su trabajo que sólo “escuchan a medias” lo que les dice el jefe.
También la presión del tiempo afecta a ambas partes. Por un lado, los directivos están
“demasiado ocupados para escuchar”; por otro, con el afán de ahorrar tiempo, los directivos
han aprendido a sintetizar lo que dicen y lo que leen en los informes que reciben, en lugar de
tener en cuenta el contexto de cada situación.
La consecuencia de todo ello, es un círculo vicioso en el que nadie escucha a nadie, y aunque es el
directivo quien tiene que empezar a romper ese círculo, si realmente se desea llegar a un ambiente
de trabajo participativo, es preciso que todos los miembros de equipo sepan comunicarse de forma
eficaz. Para ello, se utiliza el coaching, de forma que los directivos puedan aprender a escuchar,
aunque posteriormente se deberá trabajar con el resto de los miembros del equipo.
Aunque el coaching se centra en los aspectos laborales, es difícil separar los mismos de los
personales, por lo que la mayoría de los sujetos afirman que les ayuda a mejorar tanto las relaciones
profesionales como personales.
(S. Pereda y F. Berrocal, Técnicas De Gestión De Recursos Humanos Por Competencias. Ed.
Centro de Estudios Ramón Areces. Madrid, España, 2003
.
Es claro que conseguir adquirir o desarrollar comportamientos eficaces y eficientes en
el campo de las relaciones interpersonales es uno de los aspectos más difíciles dentro
de la formación; es más, tal vez es el área de comportamientos donde las personas
afirman, más a menudo, que no pueden cambiar, porque “son así”, por lo que las
resistencias que hay que vencer son muy grandes.
Como consecuencia, el coaching puede convertirse en un potente instrumento para ayudar no
sólo a los directivos (como sucedía en sus comienzos), sino a cualquier persona de la empresa,
independientemente de su puesto y nivel en la misma, a adquirir, desarrollar y/o inhibir las
competencias, los comportamientos, exigidos por su trabajo dentro del campo de las
relaciones interpersonales.
EL OUTDOOR TRAINING
El outdoor training, es una metodología de formación que lleva utilizándose desde los años 70
en Estados Unidos y gran parte de Europa, para el desarrollo directivo.
Surge a partir de la observación empírica de que los equipos aprenden y se cohesionada más
rápida y eficazmente cuando deben actuar en condiciones nuevas, en las que, además, son
fundamentales las aportaciones de todos los participantes; siendo la principal razón de su
éxito el que está demostrando ser un procedimiento de formación más eficaz y rápidos que los
tradicionales en determinadas situaciones y para determinadas competencias; sobre todo,
para colectivos como los directivos y equipos de ventas. Permite que se aprenda actuando y en
tiempo real, con lo que la asimilación de conocimientos y conductas, se produce de forma más
profunda y efectiva. (S. Pereda y F. Berrocal, Técnicas De Gestión De Recursos Humanos Por
Competencias. Ed. Centro de Estudios Ramón Areces. Madrid, España, 2003).
Las actividades se diseñan de manera específica para cada empresa, variando los
niveles de dificultad en función de los objetivos que se desean alcanzar, aunque en la
mayoría de los casos, se pretende fomentar el trabajo en equipo, el reparto de tareas,
el motivo de logro, el diseño de estrategias y la consecución de los objetivos.
Para ello, los problemas planteados implican al equipo y a los integrantes, tratando de
reproducir, de forma simbólica, experiencias cotidianas de la propia empresa, por lo
que el desarrollo de las pruebas permitirá analizar posteriormente los puntos fuertes y
débiles de la organización.
Todas las actividades requieren algún tipo de componente físico, ya que se trata de
aprender empíricamente, pero también incluyen la necesidad de planificar y
racionalizar siguiendo una serie de pautas que se marcan a los participantes.
Pasos:
1. Elaborar el cronograma/calendario del programa, teniendo en cuenta que, además de
las actividades realizadas al aire libre, es preciso dejar tiempo suficiente, al final de
las mismas, para la sesión de retroinformación, que se realiza en el aula.
Las experiencias vividas en este tipo de formación, permiten desarrollar las actitudes y
competencias necesarias para dirigir equipos y organizaciones. El acento se pone en el
desarrollo de la capacidad de actuar, más que en la adquisición de conocimientos,
produciéndose, en la mayoría de las ocasiones, una mejora en las relaciones
interpersonales entre los participantes, como consecuencia de la eliminación de las
barreras comunicativas.
De esta forma, los resultados generales que se pueden conseguir con el outdoor training son
los siguientes:
1. Las personas se conocen mejor. Son personas que conviven todos los días en un
ambiente de trabajo, por lo que consiguen comprender mejor los distintos estilos de
actuación, los diferentes planteamientos y modos de razonar de los miembros del
equipo, dado que han pasado con ellos varias horas de dependencia mutua.