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El SUEÑO 2

Cuando nos vamos a dormir, en primer lugar se produce un estado de adormecimiento o


presueño, cuya duración suele ser de una media hora y durante el cual se pasa del estado de vigilia
al de sueño con una progresiva disminución de la conciencia. A lo largo de esta fase es normal que
se produzcan ilusiones visuales o auditivas (se tiene la ilusión de oír o ver cosas que no existen), así
como que se sientan calambres, vértigos o sensación de tropiezo.

Posteriormente, cuando ya estamos sumidos en un sueño profundo, se van sucediendo las fases
de sueño REM con las de no-REM o sueño superficial. La primera fase REM suele presentarse entre
la primera y segunda hora del sueño, apareciendo después de forma intermitente durante todo el
período de sueño normal. A esta fase también se la denomina fase de sueño paradójico, ya que si
realizamos un trazado elentroencefalográfico (EEG) veríamos que es muy parecido a cuando la
persona está despierta, además es la fase en que más cuesta que la persona se despierte.

En esta fase es cuando se produce la mayor parte de la actividad onírica. También en esta fase
ocurren una serie de cambios como:

Disminución del tono muscular.

Aumento de la resistencia eléctrica de la piel.

Alteraciones del pulso y la respiración, que se vuelven más irregulares.

Aumenta ligeramente la motilidad del aparato digestivo

Se producen erecciones en el hombre.

Aumento del flujo sanguíneo vaginal en la mujer.

Gran parte de estas modificaciones se deben a la activación del hipotálamo y la hipófisis, que
aumentan la secreción de ciertas hormonas como la testosterona, el cortisol o la hormona del
crecimiento.

¿Qué pasa cuando soñamos?


No existe hoy en día una opinión uniforme sobre la significación de los sueños. Ya en la antigüedad
se creía que los sueños se hallaban en relación con el mundo de lo sobrehumano, y que traían
consigo revelaciones divinas, en especial sobre el porvenir del individuo. Incluso Aristóteles creía
en la posibilidad de hallar en los sueños la indicación del comienzo de alguna enfermedad de la
que todavía no podemos ser conscientes durante la vigilia por falta de síntomas.

Sigmund Freud, en su famosa obra La interpretación de los sueños escribió que los sueños eran la
realización de nuestros deseos más profundos, que no podíamos llevar a cabo mientras estábamos
despiertos. Según él los sueños serían la expresión de un deseo insatisfecho. Les atribuía
fundamentalmente un carácter de tipo sexual. Posteriormente el mismo Freud reconoció que no
siempre era así, y que también podían ser la manifestación de un problema o una preocupación,
incluso la expresión de temores del inconsciente, tal como ocurre con las pesadillas o sueños
angustiosos.

Se puede decir que en mayor o menor grado el contenido de los sueños está determinado por la
personalidad del individuo, su vida y sus experiencias pasadas. Así, el contenido más frecuente de
los sueños está constituido por los acontecimientos cotidianos vividos por la persona, pero
distorsionados por el subconsciente. De hecho se ha podido comprobar que el contenido de los
sueños está relacionado muchas veces con la actividad llevada a cabo durante el mismo día y, muy
especialmente, con las imágenes percibidas durante los momentos inmediatamente anteriores a
haberse quedado dormido.

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