Está en la página 1de 2

Discurso por Don Fabián Muñoz.

Buenas tardes directivos del Colegio, profesores, familiares, invitados


presentes y los más importantes, mis compañeros. Hoy marca el fin de
una etapa esperada por todos nosotros, pero también el anhelado
futuro, de poder realizar muchos de nuestros sueños. No importa el
camino que cada uno decida tomar de aquí en adelante, pues estoy
seguro que cada momento vivido debe ser recordado como intacto en
nuestras memorias y en nuestros corazones. Todos estos años cada uno
de nosotros escribió su propia historia mirada desde su propio punto de
vista, pero todas estas historias estuvieron llenas de risas, tristezas y
momentos inolvidables que hoy nos hacen ser lo que somos. Logramos
querernos, entendernos y hasta soportarnos, pero siempre buscando el
bien común. Y aunque todos tenemos nuestras diferencias, sí considero
que somos una familia que, como todas, con defectos y virtudes, con
discusiones y momentos de alegría y manifestación absoluta en el que
sólo nosotros nos entendíamos y comprendíamos. Causa conmoción
darse cuenta de cómo en estos años nuestros cuerpos y nuestras
mentes cambiaron tanto, lo que ayer era una niñez inofensiva hoy se
transforma en una realidad perturbadora llena de dificultades y de
desafíos a los que no estamos acostumbrados a derribar. Lo importante
es mantenernos firmes con nuestros ideales y convicciones, y aunque la
sociedad y todas las autoridades del planeta nos digan que no se puede,
sabemos que con esfuerzo y perseverancia todos nuestros sueños serán
posibles si en nuestros corazones está la pasión con la que se deben
hacer todas las cosas. Desde la persona que nos recibía en la entrada
del colegio, a los inspectores de quienes recibimos más de un merecido
reto pero también un buen consejo, los profesores, a todos ellos
agradecemos. Por enseñarnos y soportarnos cada semana, por su cariño
y comprensión, y por sus mismos retos y malas caras. Sabemos que en
adelante, cuando las salas estén en silencio escucharan el eco de
nuestros gritos insoportables. Profesores: a cada uno de ustedes les
agradecemos por su entrega profesional y por brindarnos la confianza
necesaria para verter nuestros problemas y confusiones en ustedes.
Pero no sólo el colegio ha sido parte importante en nuestro desarrollo,
sino también nuestros padres, quienes nos han formado y se han
preocupado cada uno a su manera de que no nos falte nada y de que no
dejemos de soñar en la vida. Gracias por contribuir a nuestros sueños y
darnos el apoyo que quizás ustedes no tuvieron: poder ser más que un
profesional o un ciudadano cualquiera, ser el futuro, el verdadero futuro,
no como el de hoy sino mucho mejor, aprendiendo de los errores que en
la historia ya se han cometido. Y a todos mis queridos compañeros, les
digo que sigan siempre lo que creen o piensan que es lo mejor para sus
vidas, luchando hasta el final para alcanzar sus anheladas metas.
Confíen en ustedes, porque como pude comprobar, son seres grandes
que entregan mucho y que no merecen ser apagados por malos
momentos o malos deseos, o enemistades. A lo largo de este año
aprendimos más de lo que hicimos.

Hoy que es nuestro último día podemos decir con convicción que son
etapas superadas. Lo único que les puedo aconsejar es que cada etapa
la miren con optimismo, y sin temer a caer, temamos a no creer en
nosotros mismos, a no creer en nuestras capacidades, a perder la
autocrítica y sobre todo; temamos al conformismo. Hoy esta etapa
termina, para involucrarnos en una más complicada, con más desafíos,
más responsabilidades y más entusiasmo para tener la madurez
necesaria para responder a nuestra sociedad y a nuestros seres
queridos. No cometamos los mismos errores, recordemos nuestro
pasado para mantenernos firmes en nuestro presente. Tomemos
responsabilidades y a conciencia entendiendo que cada acto tiene su
fruto, así como hoy estamos recibiendo el fruto de 13 años de
enseñanza. Fuerza y Éxito. Los quiero mucho
_______________________ 2018. Muchas gracias.

También podría gustarte