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Observaciones para tocar el laúd contenidas en

“Variety of lute lessons” compilado por


Robert Dowland (1610)
-Observaciones necesarias de Jean Baptiste Besard incluidas en este libro:

Aquí tienes, gentil lector instrucciones para una manera de practicar en el laúd que yo
pude reunir a partir de la observación del famoso y divino Laurencini, otros y yo mismo,
comprendida en unas pocas reglas, que he puesto aquí con tanto cuidado y diligencia
como he podido, a través de las cuales podrás fácilmente obtener la correcta ejecución del
laúd. Toma pues, este trabajo mío en buena medida, quienquiera sea el que lo lee, con la
actitud de aprovecharlo ya que no está concebido para enseñar a quienes ya sean Maestros
en el arte, sino para ofrecer ayuda a jóvenes principiantes que frecuentemente necesitan un
maestro, y para que a ellos les resulte placentero usarlo aún cuando se encuentren
preocupados por las dificultades que habitualmente acosan a los noveles aprendices.
Tampoco en esto intento detractar a otras diferentes maneras que otras personas tienen, ya
que tendrán ellas, razones para sostener estas otras maneras, y facilidad y gracia en ellas.
Dado que puede una persona llegar al mismo lugar por diversas maneras, que esa suave
armonía del laúd (a cuyo hábito de trabajo cotidiano nos afectamos) resuene en nuestros
oídos con elegante deleite aunque las manos sean aplicadas sobre él de diversamente. Y
debes saber que como yo estoy libre de toda clase de ambición, te daría el hábito y el poder
de tocar bien sin la necesidad de trabajar, en lugar de darte los medios para poder hacerlo,
si eso fuera posible.
Quien use por lo tanto éstas, nuestras reglas, si está completamente virgen en este arte,
debe persuadirse por encima de todo, que el conocimiento de este arte, aunque sea
dificultoso, es fácil de obtener para quien posee buenas condiciones en esta materia.
Primero, si no tiene grandes defectos y tiene el natural deseo hacia la música, que ha sido
la fundante de todo arte; segundo, si se dedica a este aprendizaje con labor y ejercitación
continua y moderada, y no con fatigas irracionales con las que algunos se castigan; tercero,
si es paciente por un tiempo largo pues esto es lo que conduce a lo más alto de la ciencia.
Aquellos que sigan industriosamente el consejo de un maestro que es a la vez un buen
artista, no pueden sino esperar adquirir hábitos razonables en corto tiempo.

Para elegir un laúd para un estudiante, este no debe ser ni muy grande ni muy pequeño, y
debe estar de acuerdo con sus manos y propio juicio. Pero no es malo comenzar a practicar
con un laúd algo grande y duro -salvo que sus manos sean en extremo pequeñas-, para
estirar y fortalecer los dedos. Hay otros que ponen su mano en una mesa o algo parecido,
y estiran sus tan ampliamente como les es posible. Hay otros que los untan con aceite de
Tartar. Sin embargo, lo más necesario -al menos para el principiante- es tocar el laúd muy
frecuentemente, pero nunca en aquellos momentos en los que el ánimo no esté inclinado
hacia la música, que no haya una natural disposición para aprender artes ya que no es
bueno ir contra esta naturaleza emprendiendo trabajos inmoderados. Por lo tanto, si te
hallas a ti mismo adecuadamente dispuesto y tienes tiempo y oportunidad, no ahorres

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esfuerzos y continúa este curso.

Para comenzar, debes elegir una lección que esté de acuerdo con tu capacidad, y no te desconcentres
yendo de una lección a otra hasta que hayas hecho la tuya de forma razonablemente buena. No
intentes llegar del principio al final a primera vista, sino que debes examinar cada parte
minuciosamente y separadamente, y trabajar en cada pequeña parte tocando aún miles de veces,
hasta que salga bien. Así debes hacer con cada parte de la pieza, hasta que te encuentres confortable
con ella. No será pequeña ayuda practicarla sin leerla [de memoria] ya que mientras la mente está
ocupada buscando aquí y allá lo que está escrito, las manos son menos aptas para tocar las notas y
toda la dificultad que tiene el laúd -que en su mayor parte se debe a las digitaciones- no debería
atribuirse a la variedad de reglas que hay que observar en este respecto, las que dependen en primer
lugar de la mente, y luego de las manos.
Y aunque hay muchos que van desde la primer lección hasta la más difícil para luego tener mayor
facilidad, yo no aconsejaría a los principiantes de hacer esto, porque hay que temer tantas
dificultades a enfrentar, que finalmente se estancarían y esto les descorazonaría y dejarían la
práctica. En lugar de esto, les daría una lección más sencilla, que no tenga ni muchas notas tenidas
[puntos fermos, o voces para mantener mientras otras hacen su camino], ni muchos cruces de dedos.
Esto haría hasta que las manos se sientan más sueltas en la práctica. Y en esta lección no tendría
muchos cambios de tiempo [o de ritmo], ya que esto ocasiona dificultades. Y en el comienzo tendría a
estas lecciones cuidadosamente digitadas para ambas manos, ya que esto es la parte instrumental de
la práctica, y puedes tomar estos preceptos en adelante: comienza por la mano izquierda porque esta
es la madre de la melodía, y sigue por la otra, que es la que desarrolla la melodía en manera en que
sonará a nuestros oídos.

Para usar ambas manos a la vez, ten en especial cuidado que la mano derecha no toque las cuerdas
antes que la izquierda haya pisado, y lleva la mano izquierda con gracia por el mango, ubicando el
pulgar de la misma en el centro de la parte trasera del mismo, acompañando a los otros dedos en el
andar hacia lo grave o agudo del laúd. Luego, si quieres saber con qué dedo tienes que pisar cada
nota, primero observa si la nota está sola o va acompañada de otras, ya que si está sola, este orden
debe ser cuidado siempre: el dedo 1 debe pisar en el primer traste, el 2 en el 2°, el 3 en el 3°, el cuarto
para el 4° siempre para que el 4 sirva en la 5° y 4° mientras el 3° sirva en las otras, como por
ejemplo:

Pero si las notas van a posiciones más agudas que el 3° traste (d) entonces mantén el mismo orden

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con tus dedos, yendo más abajo [hacia el puente] con tu mano y que la nota que queda más cerca del
puente sea pisada con el dedo 4 y las otras notas, con los otros dedos, como se observa en los
ejemplos:

También las notas pueden ubicarse más allá del 3° traste (letra d) en forma melódica, como en las
disminuciones siguientes, sin ninguna cuerda al aire, entonces deben ser pisadas con el dedo 1 sobre
el traste más cercano a la cejuela, ocupando la mitad del diapasón [media cejilla] o todo el diapasón
[cejilla entera] dependiendo de que las disminuciones vayan por 3 cuerdas o por todas ellas. Esto se
verá más claramente en los ejemplos siguientes:

Media cejilla y Cejilla entera

En estos ejemplos verás el dedo 1 sobre la posición más cercana a la cejuela, el dedo 4 pisa la nota
más lejana a la cejuela y los otros pisan las notas del medio, en su orden.

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Pero si la nota de la que no estamos seguros está ubicada en compañía de otras notas, cuya
conjunción nos puede resultar dificultosa, no pueden darse reglas ciertas para el caso, si no la que
nos enseña el uso y costumbre habitual y, en tanto pueda darte consejo, te lo daré para no dejarte sin
ayuda. Primero guarda esta regla, que en tanto ocurra que un bicordio o acorde contenga pisadas 2
cuerdas que están juntas una con la otra, písalas con la punta del dedo [primera falange]. Pero esto
debe entenderse para las 3 primeras cuerdas, ya que si se debe pisar en dos letras [notas en el mismo
traste] que están en las cuerdas graves, no se debe pisar con la punta del dedo, sino con todo el dedo
haciendo cejilla completa. La segunda regla es que cada vez que haya que pisar en 2 o más cuerdas
que estén en el mismo traste pero no estén una al lado de la otra y tengan una cuerda al aire (letra a)
en medio de ellas, entonces, se usarán los dedos 1 y 2 para pisarlas.
La tercera regla es que cada vez que haya que pisar en 2 o más cuerdas que estén en el mismo traste
pero no tengan una cuerda al aire (a) en medio de ellas, y haya luego alguna otra nota en una
posición más cercana al puente, entonces, se usará la cejilla entera. Esto puede verse en los ejemplos
siguientes:

Y ya que es imposible escribir y especificar todas estas cosas, y aquellas que encontraremos en el uso
cotidiano, he escrito algunos ejemplos con algunas de las dificultades más habituales en las que se
puede usar cejilla.

Para digitaciones en las que el dedo debe ser puesto a través del traste no es sencillo dar consejo ya
que esto no ocurre muy a menudo. Para digitaciones en el 3er traste, hay bastante controversia, ya

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que algunos usan el mismo dedo para pisar, otros los dedos 2 y 3 y yo prefiero 1 y 2 a no ser que
necesite el 1 para pisar otra cuerda. Finalmente, la letra [nota] que sea el Bajo debe ser mantenida. A
través de los siguientes ejemplos espero echar luz sobre tan obscura cuestión.

Las notas en la letra D [tercer traste], como he dicho, deben ser pisadas con los dedos 3 y 4. Si las
notas están en las 3 primeras cuerdas, con el 4 y si en las cuerdas gruesas, con el 3, y si tienes 3
notas en la letra D, debes usar 2,3, y 4 o cruzar el traste con un dedo. Y en este ejemplo se ve esta
regla

Y el mismo orden debes mantener en los trastes más bajos [agudos] y muy frecuentemente debemos
cruzar todo el dedo para tener mayor facilidad [cejilla].

Ahora voy a hablar de cómo mantener los dedos sobre las cuerdas, cosa muy necesaria porque nada
es más dulce que cuando las distintas partes [voces] que son madre de la armonía son correctamente
combinadas, cosa que no es posible si los dedos se sacan de las cuerdas repentinamente. Y además,
nada es más inconveniente que tener la mano izquierda moviéndose de arriba abajo frecuentemente
y con mucho movimiento del brazo, cosa que debe necesariamente evitarse. Además, a través del

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mantenimiento de los dedos sobre la cuerda podrás fácilmente ir hacia lo agudo o lo grave de tu laúd
a tu placer, ya que el verdadero manejo del mismo (luego de un poco de trabajo y tiempo
pacientemente empleado) no va a darte más problemas que una gentil caminata. Entonces, mantén
tus dedos en las cuerdas que tocas (especialmente el Bajo) mientras los otros dedos pisan otras
cuerdas, y no los saques de las cuerdas hasta que la siguiente nota llegue, sea del bajo como de las
otras voces. Y si puedes mantener el Bajo y la Soprano a la vez, y hay notas intermedias para ser
expresadas también, pero si no puedes mantener todos los dedos porque los necesitas para la parte de
la música que sigue, saca el dedo de la Soprano ya que es mejor que esa voz calle, antes que calle el
Bajo. Toma esto como una regla general: los dedos no deben sacarse de las cuerdas sin necesidad, y
aún en las disminuciones, un dedo toma el lugar de otro pero no debe mantenerse con la nota
siguiente. Así, con estos consejos, hay bastante acerca del uso de la mano izquierda, para aquellos
que no tuvieren conocimientos.

Para el uso de la mano derecha:


Lo primero que debes hacer es colocar el dedo pequeño [meñique] en la tapa del laúd, no hacia la
roseta sino un poco más abajo [hacia el puente], luego estirar el pulgar tanto como puedas,
especialmente si éste es corto, tal que los demás dedos queden colocados en forma de un puño, y
mantén el pulgar más alto que ellos [más hacia el mango]. Esto, al principio es difícil. Aquellos que
tienen un pulgar corto, deben imitar a quienes tocan con el pulgar por dentro de los otros dedos, que
aunque no sea muy elegante, les resultará más fácil. Ahora, eligiendo alguna de estas formas, toca
las cuerdas de manera fuerte y clara, no importa que sea una o varias las cuerdas para que toques, y
hazlo con los dedos correctos. Fíjate si hay que tocar una o más cuerdas, y si hay más de una, sigue
esta regla: si son dos cuerdas contiguas [3 y 4 orden, o 1 y 2 orden, etc.], tócalas con pulgar e índice,
pero si están distantes [2 y 4 orden, etc.] tócalas con pulgar y medio. Si tienes que tocar 3 cuerdas
[órdenes] tócalas con pulgar, índice y medio, y si son 4 cuerdas, usa todos los dedos (excepto el
meñique), y si son más de 4 cuerdas, que el pulgar y el índice toquen cada uno 2 cuerdas.
Ahora que ya sabes qué dedo debes usar para tocar los intervalos verticales o los acordes, examina
bien la figura que tiene asignada, y si una nota tiene que ser tocada inmediatamente después de un
acorde o bicordio, con el mismo ritmo que el acorde, entonces debes tocar siempre esa nota con el
índice y luego usar el pulgar si tienes otra nota después, y mantener ese orden mientras toques con
ese ritmo de modo de no tocar 2 notas seguidas con el pulgar ni con el índice. Cuando cambia el
ritmo y llegas a otra figura, sea una nota, bicordio o acorde, éste debe ser tocada con el pulgar. Pero
si luego de esa figura en la que hay un cambio de ritmo, hay otra con otro ritmo, debes tocarla
nuevamente con el pulgar, quedándote un instante en esa nota o acorde, según lo requiera la
naturaleza del tiempo. Pero esta regla falla si en el tiempo previo hay un puntillo [“pricke”] ya que
este debe ser precisamente observado, por lo que la nota siguiente aunque esté marcada con un ritmo
distinto, debe ser tocada con el índice, y las siguientes con pulgar e índice una después de la otra.
Aún hay una excepción dentro de esta excepción: cuando encuentras un acorde medido con puntillo,

por ejemplo Ï. y siguen varias notas, la primera de las cuales es T , o si te encuentras con una S. y

luego de ella una U aunque la figura con puntillo vaya antes, debe la figura siguiente ser tocada

con el pulgar. La indicación de estas digitaciones se hace normalmente de la siguiente manera: las

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notas que no tienen un puntito [no un puntillo, porque se refiere a las letras de la tablatura y no a
las figuras del ritmo] al lado o debajo de ellas deben ser tocadas por el pulgar, mientras que aquellas
que tienen el punto, deben ser tocadas por el índice. Si tienen 2 puntos, por el medio, y si tienen 3
puntos, por el anular. Aquí siguen ejemplos de estas reglas.

Estas cosas, bien observadas, muestran que los dos primeros dedos [mayor e índice] pueden ser
usados en las disminuciones muy bien, en lugar de pulgar e índice, si están ubicadas junto con
algunos bajos, tal que el dedo medio se ubique en lugar del pulgar mientras éste está ocupado en
tocar los bajos, y así ambas manos serán gratificadas y el exagerado movimiento del brazo (que
muchos no pueden evitar bien) será aplacado. Pero si junto con las disminuciones no hay bajos que
tengan que ser pisados, no te aconsejo el uso de medio e índice, sino de pulgar e índice, ni tampoco si
tienes que tocar disminuciones entre 4°,5° y 6° órdenes. Además, debes saber que las notas graves

ubicadas entre los órdenes 4° al 9°, aún si están con la figura S deben ser tocadas con el pulgar. Esto

lo puedes ver en el ejemplo siguiente:

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Podría tomarme el trabajo contigo de marcar los compases [la digitación adecuada para ellos] como
lo he hecho para las reglas precedentes, especialmente si eres un principiante y no eres muy hábil
aún con el laúd, porque me atrevo a asegurarte que nada es más necesario que la paciencia en estos
comienzos, ya que nada se consigue en un instante y no debes pensar en tocar tus lecciones a
primera vista, ya que eso es imposible. No te preocupes sino en tocar todos los acordes, bicordios y
notas que están en el medio de ellos bien y limpiamente, aunque lentamente porque en poco tiempo,
lo quieras o no, te habituarás a la dulzura que ello implica. No tocarás las notas en forma clara y
expresiva si no lo intentas desde el principio. Todo hombre que ame la música preferirá esta forma
dulce de tocar a cualquier modo ruidoso. Deberás ser cuidadoso cuando empieces a aprender a
manejar tu cuerpo y tu mano derecha en forma segura y estable. Hay quienes envuelven su mano
derecha con una servilleta, para asegurarse de solo mover sus dedos y articulaciones. Siguiendo esta
idea, te recomiendo que uses tus dedos de manera que parezca que apenas se mueven y debes usar el
pulgar y el índice también de este modo.
Deberías tener algunas reglas para los adornos y los trinos, pero dado que no es posible expresar esto
ni con el habla ni por escrito, lo mejor es que imites algún distinguido intérprete o que lo aprendas
por tu propia práctica. Ten en cuenta no hacer demasiados adornos que escondan la perfección de las
notas y las voces. En suma, si te gustan los sonidos mordientes o ásperos, que pueden ser usados,
úsalos solamente cuando los juzgues apropiados.
Toma esto como una despedida: que ésta arte divina que en este tiempo es seguida por tan grandes
hombres, sea usada por ti con esa enorme gracia que los hombres sabios tienen, y con una especie de
majestad, y si tienes una habilidad para ella, no te avergüences frente al pedido de amigos honestos,
de mostrar tu talento. Pero si por acaso consigues hacer un hábito de la perfección, no profanes a la
Diosa [la música], haciéndola más trivial por hacer un esfuerzo menor o tener una pequeña
ganancia.
No he hecho reglas para la transcripción [intabulación] de música compuesta por otros porque
Emmanuel Adriaensen ya lo ha hecho de la manera más elegante, y también puede encontrarse en
otros libros, entonces, toma este método de practicar el laúd como lo que es, compuesto de tal forma
por este hombre ingenioso y recíbelo con el corazón amable como aquel con el que lo ofrezco, y estaré
listo para proveerte con otras obras mías más serias.
Fin

Traducción y adaptación: Gabriel Schebor, Buenos Aires, 2010


Todos los textos entre corchetes rectos [ y ] son agregados por el autor de esta traducción
por considerarlos necesarios para aclarar el sentido del texto original, de acuerdo con
criterios contemporáneos.

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