Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Caso de Guatemala
Módulo posconflicto y resolución de conflictos
1
Actividad de Aprendizaje
De acuerdo con la Policía, en el año 2011 la Ciudad de Guatemala tenía una proporción de
homicidios asociados con las maras del 13%, lo cual contrasta con el valor nacional del 6%,
evidenciando el alto nivel de afectación en esta zona. Las pandillas en Guatemala son
resultado de la convergencia de grupos de violencia juvenil que emergieron en las
principales ciudades de los Estados Unidos, los cuales fueron deportados a Centroamérica
a mediados de los años ochenta. Hacia 1997, 53 maras fueron identificadas en la Ciudad
de Guatemala así como en otros 10 departamentos del país (Escobar, 2005: 66, citado en
Cerón, 2011).
2
Actividad de Aprendizaje
Sin embargo, sí es posible hablar de una transformación de estos grupos asociada con “la
dispersión del crimen organizado transnacional, el aumento en la respuesta represiva de
las fuerzas del Estado, y la limitada respuesta de las organizaciones de la sociedad civil”
(Kurtenbach, 2008: 18).
La política de reforma de la Policía fue una parte crítica del Acuerdo de Paz. Sin embargo,
“en lugar de haber sido un modelo de reforma, la policía se ha convertido en un símbolo de
inestabilidad, corrupción, impunidad e ineptitud” (Crisis Group, 2010: 10). Aunque el
“Acuerdo para el fortalecimiento del poder civil y función del ejército en una sociedad
democrática” era muy completo y ambicioso, este no fue implementado completamente
(Aguilera Peralta, 2006). Por ejemplo, el ejército sigue apoyando a la Policía Nacional en
tareas de seguridad interna, en contravía de lo indicado por el Acuerdo de Paz (Acuerdo de
Paz Firme y Duradera, 1996: 27). Vale la pena también considerar la transformación de los
servicios de inteligencia luego del conflicto (Vela, 2002).
El efecto del legado de las técnicas aprendidas durante la guerra civil no puede descartarse.
3
Actividad de Aprendizaje
Muchos de los antiguos combatientes de las instituciones de seguridad del Estado hacen
parte ahora de la nueva Policía Nacional Civil, algunos con acusaciones de violaciones de
derechos humanos durante el conflicto.