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Resumen de artículo de Miller.

 Miller, George A. (1975): “Some comments on competence and performance”; en


Aaronson, Doris y Rieber, Robert W. (1975): “Developmental psycholinguistics and
communication disorders”; Annals of the New York Academy of Sciences, volume
263; New York.

“Coleccionando mis pensamientos acerca de los términos de competencia y actuación,


comienzo con la sospecha de que estas palabras significan diferentes cosas para
diferentes personas, y que muchos de los desacuerdos que esta distinción ha inspirado
en años recientes pueden ser entendidos si pensamos en términos de personas que
creen que están hablando acerca de la misma cosa pero que realmente no lo es.”

Ocho versiones diferentes de la distinción entre competencia y actuación, formulados por


Miller.
1. Versión Lingüística.
2. Versión Cognitiva.
3. Versión Racionalista.
4. Versión de Desarrollo o Desarrollista.
5. Versión Situacional.
6. Versión Crítica.
7. Versión Metodológica.
8. Versión Autónoma.

“Dos de ellos, en mi opinión, están históricamente establecidos. Al mismo tiempo que


Chomsky formulara su versión, y lanzó los términos de competencia y actuación, estos
eran los precedentes que el podría (y de hecho lo hizo) citar. El principal precedente era
uno lingüístico. Algún tiempo antes de 1910 de Saussure había distinguido entre langue
(lengua) y parole (palabra), lenguaje y acto de hablar, en términos de una distinción entre
una norma social y manifestaciones individuales de esa norma. Su propósito era dar
primacía al estudio del lenguaje como una manera de unificar diversos rangos de factores
físicos, sociales y psicológicos.”
“El otro precedente que existió es al que yo llamaría la versión cognitiva. Lashley, ya en
1929, y Tolman muchas veces en la década del 30, distinguieron conocimiento y actuación
en términos de lo que un organismo ha aprendido contra lo que dicho organismo podría
motivarse a hacer con su conocimiento en una ocasión particular. Esto es, una rata
puede haber aprendido dónde estaba la caja de la comida y, en algún sentido de la
palabra saber, podría saber dónde está la caja de comida, sin embargo no va allí si no
tiene hambre. En mi opinión, su propósito era ahondar algo más en teorías conductistas
superficiales, que fueron populares en sus días, por la introducción de variables teóricas
que podrían no ser directamente observadas en el comportamiento pero, quizás, podrían
ser abstraídas o inferidas de él.”

“La inspiración de Chomsky provenía sobre todo de la obra de Saussure, sin embargo él
también era consiente de la distinción cognitiva, y, en mi opinión, trató de unir a ambos en
su propia visión de la materia. Me gustaría llamar a la versión de Chomsky como la visión
racionalista de la distinción.”

“Chomsky distingue entre competencia y performance, entre el lenguaje que una persona
conoce y los actos del discurso que un hablante-oyente ejecuta. Esto se hizo en términos
aproximadamente análogos a la distinción entre, digamos, un sistema de axiomas y varias
realizaciones de semejante sistema. Esto convirtió al problema de proporcionar
gramáticas de una lengua particular comparable al problema de proporcionar un sistema
de axiomas. Consecuentemente, esto llevó a una relación peculiar entre lo que usted
puede observar y la teoría acerca de la cual usted está hablando. Usted no puede medir
una gramática en términos de errores cometidos por un hablante-oyente en una ocasión
particular, así como no puede medir un sistema de axiomas en términos de los errores
cometidos por alguien en su aplicación. El punto es que la formulación racionalista de
Chomsky, en mi opinión, captura ambas distinciones, la cognitiva y la lingüística, y en el
momento parecía ser un adelanto significativo para la teoría.”

“Desde entonces ha habido, como estamos concientes aquí, un gran cantidad de


discusión de esta distinción y esfuerzos para invocarlos de una forma u otra en otras
áreas. Hay una versión que yo pienso como desarrollista o de desarrollo, porque es
frecuentemente observado que niños pueden entender construcciones lingüísticas que
ellos no usan espontáneamente. Entre los estudiantes del lenguaje de los niños está de
moda la frase de que lo observado se explica en términos de que la competencia de los
niños excede su actuación. A mi no me gusta ese uso. La fuente de esta disparidad es
probablemente el hecho de que la tarea de escuchar es más fácil que la de hablar;
entonces, esta visión desarrollista parece hacer a la competencia como equivalente a
escuchar y a la actuación equivalente a hablar, qué ciertamente no era mi comprensión
acerca de este asunto.”

“Otra manera de concebir este problema a mi me gustaría nombrarla la versión


situacional de competencia. Frecuentemente se observa que la actuación varía de
acuerdo con el contexto situacional. Un niño puede, en una situación escolar, parecer
totalmente incompetente y entonces, puesto en cierta situación de juego, puede
demostrar que, después de todo, realmente tenía todo el conocimiento pertinente.
Consecuentemente, esto ha llevado a algunos psicólogos a distinguir dos tipos de
competencia; esa la cual es el conocimiento básico que se tiene de la lengua y otro tipo
de competencia que tiene que ver con la competencia de usar este conocimiento básico
en situaciones particulares.”

“Por otro lado, existen los puntos de vista de aquellos críticos, no sólo de la distinción
competencia-actuación, sino también de la manera en la cual Chomsky trata de formular
su teoría de la competencia. Permítanme llamarle a ésta como la versión crítica. Estas
personas, los críticos, tienden, en mi opinión correctamente, a ver a esta distinción como
una defensa del mentalismo. Ahora, si usted desecha la implicación que conlleva la visión
que la distinción competencia y actuación es mentalista, entonces apenas parece que
está poniendo a fuego lento a la tradicional, y bastante poco interesante, distinción entre
una teoría y los datos. Visto de esta manera, si éste es su punto de vista, lo que Chomsky
parece estar diciendo es que su tipo de teoría gramatical es impenetrable a cualquier tipo
de comprobación por la observación empírica, subsecuentemente las desviaciones del
organismo poseedor de lenguaje de la teoría pueden ser desechadas como errores
computacionales, o quizás el experimento puede ser desechado como siendo irrelevante
a la pregunta teórica. Así, una teoría que no pueda ser comprobada en la práctica carece
de valor. Muchos críticos desechan la distinción y, junto con ella, la teoría que lo inspiró.”

“Otro punto de vista de la distinción es uno que me gustaría llamarlo metodológico. El


hecho es que la teoría lingüística generativa y transformacional no es inmune a la
medición. Su frecuente revisiones brindan evidencia de que ésta puede ser medida y
revisada. El problema era que las mediciones contaban con intuiciones lingüísticas como
datos. Entonces algunos trabajos (pienso que es justo decir que T. G. Bever toma una
línea por lo menos paralela a esta) defienden una versión reformulada de la distinción
competencia-actuación: Las teorías de la competencia eran distinguidas de las teorías de
la actuación en términos de confianza en intuiciones lingüísticas versus confianza en
observaciones empíricas y experimentales. Los juicios intuitivos son ciertamente
mentalistas, para que el aspecto de la distinción original esté preservado. No obstante, la
versión metodólogica cambia el campo de batalla a lo que yo considero incluso la parte
menos interesante del problema. Como los lingüistas usan juicios intuitivos como datos y
los psicolingüístas usan experimentos como datos, esto parece sugerir que la distinción
competencia-actuación es idéntica a la distinción entre lingüistas y psicolingüístas, un
punto de vista que, en mi opinion, el Dr. McNeill desaprueba.”

“Mi octava y última versión es la noción que la competencia y la actuación son


autónomos. Parece que el próximo paso podría ser el abandono de cualquier esfuerzo
por caracterizar la relación entre competencia y actuación. La lingüística tiene sus metas y
sus métodos; la psicología tiene sus metas y métodos. Ellos son sólo dos maneras
diferentes de ver la misma cosa, tanto un lógico como un psicólogo podrían tener cosas
útiles pero no relacionadas para decir sobre el razonamiento. Desde que ellas son
ciencias autónomas, no podemos esperar que cada una verifique la teoría de la otra.
Pienso que este punto de vista preserva, en una forma bastante poco atractiva, la
observación de que el mal uso no invalida un sistema de axiomas.”

“Zenon Pylyshyn escribió el artículo: “The Role of Competence Theories in Cognitive


Psychology”, que fue publicado en el Journal of Psycholinguistic Research, Vol. 2, No. 1,
en 1973.”

“Pylyshyn señala que la teoría de la competencia, en el sentido de Chomsky, puede ser


pensada como una máquina que computa una cierta función recursiva. Si existe una
máquina capaz de computar esta función, tiene que haber una infinita variedad de
máquinas que podrían computarlo. Entonces, un problema de cara teórico es caracterizar
la máquina simple que pueda hacerlo.”
“Pylyshyn dice: ‘si la sugerencia es que un modelo del poseedor de lenguaje, describiendo
una amplia base de datos, también tiene que contar para el tipo de estructura capturado
por la gramática generativa, entonces estamos de acuerdo. Si, por otro lado, esto quiere
sugerir que un modelo del poseedor del lenguaje tiene, en algún lugar del modelo,
contenido un sistema reescribible libre de contexto generando un componente base en
una secuencia dada (de S a un cordón terminal) seguido temporalmente por la aplicación
de transformaciones ordenadas cíclicamente, entonces estamos es desacuerdo’.”

“Debe ser obvio que mientras más datos una teoría debe considerar, más complicada la
teoría va a ser. Creo que nuestra estrategia óptima, sin embargo, es la misma que la
estrategia seguida tan exitosamente en teorías lingüísticas: formular una teoría de
competencia que sirva para más datos, particularmente para datos relativos a los
aspectos temporales de la producción y percepción del discurso. Esta ampliación de la
teoría de la competencia también podría ser formulada como una máquina que puede
computar cierta función recursiva, pero una que viene a acercarse a la representación
actual de los procesos cognitivos mientras mantiene considerando los datos que la
gramática generativa y transformacional considera. Ésta será claramente una tarea
teórica mucho más difícil. Puede tomar un largo tiempo el descubrir cómo hacerlo.”

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