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Complicaciones de la cirugía ginecológica

Complications of gynaecological surgery

E. Recari, L.C. Oroz, J.A. Lara

RESUMEN ABSTRACT
La cirugía ginecólógica está en continuo cambio y Gynaecological surgery is undergoing a process
por ende algunas de sus complicaciones. La incorpora- of constant change and therefore some of its compli-
ción de la endoscopia ha añadido una nueva dimensión, cations as well. The incorporation of endoscopy has
estando también en este tipo de procedimientos la tasa added a new dimension, with the rate of complications
de complicaciones en relación a la complejidad del mis- related to its complexity. Endoscopy has meant a great
mo. La endoscopia ha representado un gran avance en advance in surgery, and specifically in gynaecology,
cirugía y en particular en ginecología, que se beneficia which benefits from two ways of approaching the geni-
de dos vías de abordaje del aparato genital, la laparos- tal apparatus: laparoscopy and histeroscopy.
cópica y la histeroscópica. These techniques involve risks that are specific to
Estas técnicas tienen unas posibles complicaciones these techniques: the induction of pneumoperitoneum,
que no son superponibles a la cirugía abierta sino que insertion of trocar, remote coagulation, vascular passa-
son específicas de las mismas: creación de neumoperi- ge of the glycine employed in uterine relaxation during
toneo, colocación de trócares, coagulación a distancia, hysteroscopy, etc….
paso vascular de la glicina empleada en la distensión When a patient comes to Accidents and Emer-
uterina durante la histeroscopia, etc. gencies in the postoperative phase, or simply suffers
Cuando una paciente acude a urgencias en el posto- a complication during the 24 or 48 hours that they
peratorio o simplemente sufre una complicación en el are hospitalised, the doctor who attends her must be
curso de las 24 ó 48 horas que permanece ingresada, el acquainted with this course of approach and its possi-
médico que la atiende debe conocer esta vía de aborda- ble complications.
je y sus posibles complicaciones.
Key words. Gynaecological surgeries. Complications.
Palabras clave. Cirugía ginecológica. Complicaciones. Laparoscopy. Histeroscopy. Minimally invasive appro-
Laparoscopia. Histeroscopia. Abordaje mínimamente ach.
invasivo.

An. Sist. Sanit. Navar. 2009; 32 (Supl. 1): 65-79

Servicio de Obstetricia y Ginecología. Correspondencia:


Hospital Virgen del Camino. Pamplona. Eva Recari Elizalde
Avda. Eulza, 73-1ºA
31010 Barañáin (Navarra)
Tfno. 948703919-619242957
E-mail: erecari@hotmail.com

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E. Recari y otros

INTRODUCCIÓN daño visceral (vejiga, recto, uréteres) y de


los grandes vasos pélvicos. Son más fre-
La tasa de mortalidad operatoria en las cuentes en la cirugía oncológica o cuando
intervenciones ginecológicas es baja, infe- la anatomía está distorsionada debido a
rior al 1%. Un estudio retrospectivo de 1,45 infección o a endometriosis. El factor más
millones de pacientes halló una mortalidad importante que determina el éxito de su
del 0,2% en los primeros 30 días de ingreso tratamiento, es el reconocimiento precoz
(5,1% en pacientes oncológicos versus 0,1% de las complicaciones. Por ello, es tan
en pacientes sin cáncer)1. importante la observación sistemática y
La tasa de complicaciones asociadas a cuidadosa del post-operatorio, particular-
la cirugía varía entre el 0,2y el 26%2. Las mente: pulso, presión sanguínea, función
complicaciones más frecuentes de la ciru- respiratoria, temperatura, diuresis, hemo-
gía ginecológica están relacionadas con el grama, etc.

Figura 1. Cirugía abierta.

Harris3 publicó la evolución histórica de tasa de complicaciones: edad, enfermedad


las complicaciones asociadas a la histerec- médica preexistente, obesidad y cáncer. Se
tomía describiendo una disminución en la realiza la descripción de las complicaciones
tasa de trasfusiones, la de infecciones del en la cirugía ginecológica generales (abier-
tracto urinario y un incremento en la tasa de ta), haciendo paréntesis en aquellas compli-
lesiones vesicales. Asimismo, ha identifica- caciones propias de la vía de acceso (endos-
do cuatro factores asociados con una mayor cópica y vaginal) (Figs. 1-3).

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Complicaciones de la cirugía ginecológica

Figura 2. Cirugía vaginal. Figura 3. Cirugía laparoscópica.

COMPLICACIONES DE LA CIRUGÍA do es arterial es necesaria una exploración


GINECOLÓGICA ABIERTA bajo anestesia.

Hemorragia post-quirúrgica •  Hemorragia extraperitoneal


La hemorragia en el tejido conjuntivo
La hemorragia post-operatoria puede
manifestarse como una pérdida sanguínea pélvico es difícil de tratar. Se caracteriza
por los drenajes o por hipovolemia mani- por una masa tensa y elástica en la pelvis,
festada con mareos-hipotensión o en con- tumefacción a nivel del ligamento inguinal
trol analítico, a las 4 -6 horas post interven- y una matidez sobre todo en los flancos.
ción. Afortunadamente suelen ceder espontá-
neamente. El sangrado suele ser venoso y
su origen difícil de localizar. Generalmente
Hemorragia precoz es suficiente con la evacuación del hemato-
ma y eliminación del tejido necrótico.
Puede producirse durante las primeras
24 horas (habitualmente durante las pri- •  Hemorragia vesical
meras 8-10 horas) en la pared abdominal, Suele producirse en intervenciones uro-
la cavidad abdominal, vagina, tejidos blan- lógicas, por la colocación de un drenaje su-
dos de la pelvis, vejiga o de varios sitios al pra púbico o la lesión del órgano durante
mismo tiempo. Se debe sospechar un he- la cirugía. Se suele controlar con medidas
matoma de la pared abdominal si existe un
conservadoras (sonda vesical, y lavados
dolor local, intenso, que puede deformar
vesicales continuos). Si no fuese suficiente
la pared. En hematomas pequeños es ha-
se debe tratar con una cistotomía suprapú-
bitual una actitud expectante. Los hema-
bica.
tomas grandes, sobre todo si son progresi-
vos, requieren intervención inmediata con
ligadura vascular si es posible, limpieza y Hemorragias tardías
drenaje.
Ocurren habitualmente entre el 7º y 21º
•  Hemorragia vaginal días; habitualmente son hemorragias del
Es más frecuente después de la histe- muñón vaginal después de una histerecto-
rectomía vaginal que de la abdominal. Sue- mía. Las causas más frecuentes son: reab-
le comenzar varias horas después de la in- sorción de los hilos de sutura, necrosis de
tervención y proceder de la rama cervical o los tejidos locales, tromboflebitis séptica,
vaginal de la arteria uterina, de los ángulos tratamiento anticoagulante y ocasional-
vaginales de la incisión o de las incisiones mente coito antes de la cicatrización. Es
de la colporrafia. El taponamiento suele ser recomendable la exploración bajo aneste-
útil si el sangrado es leve pero si el sangra- sia para localizar el punto sangrante. La

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intervención puede ser dificultosa por la sia, la neumonía por aspiración, la infusión
friabilidad y debilidad de los tejidos. En de líquidos contaminados, las lesiones ure-
casos excepcionales es necesario realizar terales o intestinales o infecciones preexis-
una laparotomía y ligar la arteria uterina en tentes del útero, pelvis o tracto urinario. La
su origen. infección de los tejidos quirúrgicos por el
estreptococo hemolítico y más raramente
fascitis necrotizante.
Complicaciones infecciosas
Las infecciones postoperatorias, aun-
Infecciones post-operatorias tardías
que han disminuido en su gravedad siguen
siendo frecuentes, graves para el paciente Aparecen varios días después de la in-
y onerosas para el sistema. Hay que tener tervención siendo los signos de localiza-
en cuenta que las operaciones con apertura ción más evidentes. Los procesos que se
de la vagina están asociadas a la contamina- pueden presentar son: infección de la he-
ción con las bacterias residentes en aque- rida quirúrgica, infecciones pélvicas, abs-
lla. Muchas de las infecciones postoperato- cesos pélvicos, tromboflebitis pélvica sép-
rias son polimicrobianas y están causadas tica, infecciones de los catéteres, infeccio-
por microbios residentes en la vagina, así nes del tracto urinario, bronconeumonía y
como por gérmenes anaerobios. fiebre medicamentosa.
La profilaxis antibiótica ha sido amplia-
mente adoptada en ginecología, sobre todo
después de que diferentes estudios pros- Infecciones pélvicas
pectivos en la década de los 80 han demos- Los abscesos pélvicos suelen se secun-
trado su efectividad para reducir la tasa de darios a celulitis de la cúpula vaginal .Los
infecciones postoperatorias. Una compila- síntomas suelen presentarse a los 5-10 días
ción de 16 de estos estudios demostró que después de la cirugía y consisten, en fiebre
la tasa de infecciones tras histerectomía y dolor abdominopélvico. Suele existir leu-
vaginal pasó del 32 al 6% cuando se admi- cocitosis con desviación izquierda y el tac-
nistraba profilaxis4 y otro meta-análisis de to vaginal provoca dolor a la paciente; pue-
25 estudios demostró que dicha tasa pasa- de existir secreción purulenta a través de
ba del 21 al 9% en casos de histerectomía los bordes de la herida quirúrgica. La eco-
abdominal (Evidencia I)5. grafía o el TAC suele confirmar o descartar
Los agentes usados con más frecuencia la presencia de un abceso. El tratamiento
en ginecología para la profilaxis antibiótica consiste en antibióticoterapia (ampicilina
son las cefalosporinas. Son efectivas, bacte- asociada a un aminoglucósido-en general
ricidas, no tóxicas y baratas. Ningún estudio la gentamicina, añadiendo anaerobicidas-
ha demostrado que antibióticos más recien- clíndamicina o metronidazol, en función de
tes (y más caros), sean más efectivos4. Es los hallazgos en cada paciente) y drenaje
suficiente una dosis administrada durante de la colección purulenta (vía vaginal o
las dos horas previas a la incisión, sin que percutánea, en función de su localización).
haya evidencia (excepto para aquellas inter-
venciones que se alargan en el tiempo) de
mayor eficacia de dosis repetidas. Infecciones urinarias
Su frecuencia puede alcanzar el 40%
Infecciones post-operatorias precoces sin profilaxis antibiótica7. La mayoría son
leves, siendo rara la pielonefritis. El trata-
El primer signo de infección suele ser la
miento consiste en la antibióticoterapia
fiebre precoz elevada. La fiebre que apare-
adecuada.
ce en las primeras 24-48 horas después de
la intervención, habitualmente no se debe
a infección, puede tener un origen inespe- Infecciones respiratorias
cífico y no ser determinado con certeza y,
por lo tanto, el tratamiento antibiótico no La neumonía post-operatoria no es
debe instaurarse solamente por la fiebre6. frecuente, debido a que la mayoría de pa-
Otras causas de fiebre incluyen la atelecta- cientes suelen tener una buena condición

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preoperatoria y al frecuente uso de la anes- calcula que el intestino delgado recupera


tesia locorregional. Se consideran factores su funcionalismo en 6 a 12 horas, el estó-
de riesgo la intubación orotraqueal y anes- mago en 12 a 24 horas y el intestino grueso
tesia general, obesidad, edad avanzada, en 48 a 72 horas8, aunque la manipulación
enfermedades previas y uso de tabaco. Su excesiva del intestino durante la cirugía, el
prevención incluye la movilización precoz, uso de narcóticos y otras circunstancias
la estimulación de la paciente a toser y a pueden alargar estos periodos. Sin embar-
realizar respiraciones profundas. go, el inicio precoz (a las 6 horas de la in-
tervención) de la ingesta hídrica o dieta li-
gera no se ha asociado con un aumento de
Flebitis la incidencia de íleo paralítico9. El íleo im-
plica disminución o ausencia de la función
La incidencia de infecciones secunda-
propulsiva intestinal debido a parálasis u
rias a catéteres endovenosos puede ser
obstrucción mecánica. Si persiste, el intes-
hasta del 30%. Su prevención incluye su
tino comienza a distenderse y su conteni-
colocación estéril, bajo indicación estricta,
do queda secuestrado con gran pérdida de
reemplazo cada tres días y retirada precoz.
agua, electrolitos y albúmina ocasionando
El tratamiento es sintomático. Cuando exis-
hipovolemia, elevación del diafragmática,
te evidencia de infección sistémica es útil
insuficiencia respiratoria y shock. Se pro-
el uso de antibióticos con actividad anties-
duce en el 2% de todas las histerectomías
tafilococo.
abdominales por patología benigna y sólo
en el 0,2% de las vaginales, aunque puede
Sepsis llegar al 4% cuando se tienen en cuenta to-
das las cirugías10. La obstrucción intestinal
La sepsis es una respuesta sistémica a tiene una incidencia del 0,1-1% y puede
la infección. Se considera severa cuando aumentar hasta el 20% cuando se añaden
existe algún signo de disfunción orgánica factores de riesgo como cirugía oncoló-
(como acidosis metabólica, encefalopatía, gica o radioterapia postoperatoria11. Las
oliguria, hipoxemia, hipotensión, o altera- adherencias son la causa más frecuente
ciones de la coagulación). Cuando la res- de la obstrucción intestinal, tanto cuando
puesta sistémica es muy importante puede ésta se localiza a nivel del intestino grue-
producirse un shock o incluso, cuando falla so (30%) como cuando se localiza a nivel
la perfusión orgánica, se produce el llama- del intestino delgado (60%). Existen datos
do síndrome de sepsis o síndrome orgáni- que sugieren que la histerectomía es una
co múltiple. La sepsis está producida por de las operaciones previas más frecuentes
los mismos gérmenes que producen las in- en estas pacientes. El pronóstico depende
fecciones descritas antes, por lo que suele de la duración del íleo. Es importante el
tratarse de infecciones polimicrobianas en diagnóstico y tratamiento precoces. Se dis-
las cuales las bacterias y sus toxinas han tingue durante el periodo postoperatorio
alcanzado el torrente circulatorio y circu- entre el íleo temprano y el tardío. Depen-
lan por él. El tratamiento se inicia con la diendo de la causa y de los síntomas en:
erradicación precoz y agresiva de la fuente a) íleo mecánico (obstrucción intestinal);
de infección, con antibióticos sistémicos y b) íleo paralítico, funcional o dinámico y
cirugía si está indicada, así como la puesta c) íleo mixto.
en marcha de todas las medidas de soporte
orgánico necesarias. Cuando existe eviden- • Diagnóstico
cia de fallo orgánico es obligado el ingreso Los síntomas de un íleo funcional son:
en una unidad de vigilancia intensiva. dolor abdominal, sensación de plenitud,
distensión de la porción superior del abdo-
men, vómitos y náuseas. No hay ruido intes-
Complicaciones digestivas tinal y la percusión de la pared demuestra
Íleo paralítico y obstrucción intestinal la existencia de líquido. En la radiografía de
abdomen puede observarse dilatación de
En la mayoría de casos el aparato di- asas de intestino delgado con ausencia de
gestivo recupera su función normal al ter- gas en las asas posteriores a la obstrucción
cer día del post-operatorio; de hecho se (en caso de que exista). Asimismo, en ca-

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sos de obstrucción, suele existir leucocito- Dehiscencias y evisceración


sis con desviación izquierda.
Estos términos implican la separación
La obstrucción por estrangulamiento sintomática o asintomática de los bordes
de un asa producida por adherencias in- de las incisiones quirúrgicas, con o sin sig-
traperitoneales ocurre entre el 5º-7º día. nos de infección. Existen algunos síntomas
El cuadro clínico puede asociarse con una y signos prodrómicos, especialmente un
obstrucción parcial o completa (íleo mecá-
drenaje seroso o serosanguinolento por la
nico). Los síntomas son dolor cólico abdo-
herida. La incidencia es del 0 al 3%.
minal, vómitos y un aumento de los ruidos
peristálticos con sonidos metálicos. Si se Para producirse una dehiscencia es
produce la encarcelación del asa aparecen preciso que exista una infección, junto con
de forma aguda. factores mecánicos asociados a compli-
caciones abdominales y pulmonares. Los
• Tratamiento factores son: tipo de incisión y técnica de
– Descompresión del estómago e intes- sutura utilizada; demasiadas suturas exce-
tino con una sonda nasogástrica co- sivamente juntas o con tensión excesiva;
nectada a aspiración. aumento de presión intraabdominal (tos,
– Cuando la atonía postquirúrgica es vómito, íleo), las complicaciones de la heri-
más prolongada es conveniente reali- da (abscesos sobre todo si hay peritonitis,
zar radiografía de abdomen en vacío hematoma o serosa), o la obesidad mórbi-
ortoestática. da. La edad, caquexia, déficit vitamínico,
– Corregir cualquier trastorno del equi- anemia y ciertos medicamentos tienen una
librio hidroelectrolítico y mantener implicación más controvertida.
un equilibrio ácido-base adecuado. La elección de la incisión y de la técnica
– Estimulación del peristaltismo con de cierre apropiada ayudan a prevenir la
agentes colinérgicos. También se pue- dehiscencia y eventración. Las caracterís-
den administrar laxantes o enemas. ticas de las pacientes nos orientarán para
– Si las medidas conservadoras y la as- tomar medidas convenientes para prevenir
piración gastrointestinal no mejoran la complicación (material de reabsorción
el cuadro en 48 horas será convenien- lento o no reabsorbible, suturas e descar-
te realizar nueva cirugía para buscar y ga, si hay infección se deja piel y grasa
solucionar la causa del íleo. abierta…). La identificación y tratamiento
precoz es muy importante.
Lesiones intestinales quirúrgicas El manejo incluye el tratamiento de los
factores contribuyentes tales como la pe-
La posibilidad de una lesión quirúrgica ritonitis y el cierre de la incisión tan rápi-
del intestino en el curso de una interven- damente como sea posible. Si protruye el
ción ginecológica siempre está presente, intestino debe ser inmediatamente cubier-
pero el riesgo aumenta en casos de endo- to con una compresa estéril y húmeda. Una
metriosis, enfermedad inflamatoria pélvica, faja evitará que aumente la dehiscencia
cáncer, adherencias importantes o pacien- hasta que la paciente se lleve de nuevo al
tes con antecedentes de radioterapia. quirófano.
Si se identifica la lesión en el acto opera-
torio, debe procederse a su corrección qui-
rúrgica. Si no se ha identificado, pero tras la Complicaciones tromboembólicas
intervención aparecen signos de sospecha
Se calcula que hasta el 20% de las muer-
de lesión intestinal (colecciones líquidas,
tes postoperatorias son debidas a embolis-
abscesos, íleo que no responden al trata-
mo pulmonar.
miento conservador, etc…), debe plantearse
la reintervención urgente si hay algún signo
de sepsis o antecedentes de radioterapia. Si Trombosis venosa
no hay signos de sepsis se puede intentar el
tratamiento conservador, con aspiración de Este proceso constituye la causa subya-
las secreciones, colocación de drenajes si es cente de la mayoría de casos de tromboe-
posible y seguimiento cuidadoso. mbolismo pulmonar. En cirugía ginecológi-

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ca las venas que con mayor frecuencia lo en algo menos del 2% de las histerectomías
presentan son las de las piernas y las de la abdominales y en algo menos del 0,5% de
pelvis. El diagnóstico es en ocasiones com- las vaginales. Los procedimientos laparos-
plicado: menos de la mitad de las pacientes cópicos parecen tener una cifra más alta de
con dicho proceso presentan síntomas, y daño ureteral que la cirugía abierta.
sólo el 40% de las pacientes con sospecha
clínica ven confirmado su diagnóstico por
ecografía Doppler. El tratamiento se debe Lesión vesical
realizar con heparina, idealmente en in- Si se sospecha lesión durante la inter-
fusión continua después de una dosis de vención, ésta puede ser localizada a través
carga de 5.000-10.000 unidades. Se debe de inyección intravenosa de índigo carmín,
monitorizar el tiempo de cefalina hasta o de forma retrógrada con instalación de
conseguir mantenerlo entre 1,2 y 2 veces el azul de metileno a través de una sonda
control. La heparina debe mantenerse du- uretral. Daños menores pueden requerir
rante 5-7 días y posteriormente se pasará a el uso de la cistoscopia. En caso de que se
anticoagulantes orales o heparina de bajo compruebe la lesión durante el mismo acto
peso molecular durante 3 a 6 meses si no operatorio es necesaria la reconstrucción
existen otros factores de riesgo. inmediata, con una o dos suturas continuas
de material reabsorbible y dejar la sonda
vesical de cuatro a siete días.
Tromboembolismo pulmonar
El diagnóstico requiere un alto grado
de sospecha dado que tanto los síntomas Lesión ureteral
como los signos no son ni sensibles ni es- Para prevenir su lesión es fundamental
pecíficos: disnea, dolor pleural, angustia, conocer bien la anatomía y los lugares en
taquicardia, cianosis, síncope, tos, hemop- que es más frecuente la misma, en general
tisis, fiebre, hipotensión y otros. Las prue- a nivel del ligamento infundíbulo-pélvico,
bas complementarias básicas incluyen ra- a nivel de los ligamentos útero-sacros y a
diografía de tórax, ECG (aparición de una nivel de la arteria uterina. Tanto la prácti-
onda S en DI, una onda Q en V3 e inversión ca de pielografía endovenosa como la co-
de T en V3, aunque en general es normal) y locación de catéteres ureterales de forma
una gasometría (que en casos severos pue- preoperatoria para prevenir estas lesiones
de mostrar una disminución de la Pa O2, au- no debe hacerse de forma rutinaria, sino en
mento de la PaCO2 y disminución del pH). función de las características de cada pa-
El diagnóstico definitivo se obtiene con ciente13. La mejor opción ante sospecha es
una gammagrafía de ventilación-perfusión la visualización directa de los uréteres. Si
o con un angiograma pulmonar con TAC. no es posible (vía vaginal, obesidad…) pue-
El tratamiento requiere ingreso en UCI de realizarse cistoscopia para demostrar la
y descoagulación a dosis plenas, que debe salida de colorante azul a través de los uré-
administrarse mediante una pauta similar teres previa administración endovenosa de
a la descrita para la trombosis venosa pro- 5 ml de índigo carmín. La comprobación de
funda12. lesión en el acto operatorio requiere su re-
construcción inmediata. Si se sospecha la
lesión en el post-operatorio hay que reali-
Complicaciones urinarias zar una pielografía intravenosa. En caso de
que ésta nos confirme la sospecha, debe re-
Las cifras de lesión vesical y ureteral solverse con urgencia solicitando la ayuda
son más altas durante los procesos oncoló- de un urólogo experimentado.
gicos o en cirugías por procesos benignos
altamente específicos.
Se calcula que más del 75% de las lesio- Formación de fístulas
nes ureterales son debidas a la cirugía gine-
Tracto urinario
cológica, siendo más del 70% de estas inter-
venciones histerectomías abdominales. Se La mayoría de las fístulas ocurren tras
calcula que se produce una lesión vesical histerectomías por procesos benignos,

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dado que estos procedimientos son más la inyección de contraste en la fístula y la


frecuentes que la cirugía del cáncer. Sin realización de series de intestino delgado
embargo, el riesgo de fístula es más alto y grueso. Si la fístula drena al exterior y en
tras la histerectomía radical debido a la pequeña cantidad, la nutrición parenteral
propia cirugía, a la presencia del tumor y contribuye a la cicatrización. Si ésta no
en algunos casos a los cambios inducidos ocurre, se debe realizar laparotomía para
tras radioterapia. su reparación. Las fístulas rectovaginales
Las fístulas vesicales o ureterales ocu- pueden aparecer tras histerectomías y
rren en menos del 1% de las cirugías radi- cirugías de prolapso y suelen localizarse
cales. La fístula se localiza por cistoscopia, en la mitad superior de la vagina. La ma-
pielografía endovenosa y estudios retró- yoría se descubren cuando se separan los
grados del uréter. En las fístulas grandes labios y se examina la vagina con un es-
la paciente habitualmente refiere pérdida péculo, y a menudo ésta contiene material
espontánea de orina. En estos casos las fecal. Si son pequeñas puede ayudar a su
fístulas son fácilmente visibles mediante diagnóstico el taponamiento del recto con
examen con espéculo, pero las pequeñas el balón de un catéter de Foley seguido de
pueden ser difíciles de detectar. La instila- la instilación en el recto de azul de meti-
ción de carmín índigo o azul de metileno leno, índigo carmín o aire. Se recomienda
en la vejiga puede ser útil en los casos en el estudio radiográfico de la fístula (fistu-
que el diagnóstico no está claro y permite lografía). La reparación de la fístula sólo
distinguir entre fístulas vesicovaginales y debe acometerse cuando la reacción infla-
ureterovaginales. Se colocan algodones matoria alrededor de la lesión se ha solu-
sueltos en toda la longitud de la vagina cionado por completo, lo que conlleva un
y se indica a la paciente que camine du- mínimo de 3 meses, pudiendo durar hasta
rante unos 10 ó15 minutos. Si el algodón 12 meses.
más externo se tiñe la paciente tiene, con
más probabilidad, incontinencia de estrés
o de urgencia. Si hay una fístula uretero- COMPLICACIONES DE LA CIRUGÍA
vaginal, el algodón más interior está hú-
medo pero no coloreado. La tinción de los LAPAROSCÓPICA
algodones superiores sugiere una fístula La endoscopia ha representado un gran
vesicovaginal14. Las fístulas pequeñas no avance en cirugía y en particular en gineco-
asociadas con radiación o cáncer pueden logía, que se beneficia de dos vías de abor-
cicatrizar espontáneamente. Más del 30% daje del aparato genital: la laparoscópica y
de las fístulas ureterovaginales cierran so- la histeroscópica (Figs. 4 y 5).
las y no requieren cirugía, si no hay signos
A menudo, la introducción de nuevas
de obstrucción Las fístulas pequeñas vesi-
técnicas, aun aplicadas sobre conocidos
covaginales postquirúrgicas también sue-
campos quirúrgicos conduce a una proli-
len cerrar espontáneamente con el uso
feración de accidentes y complicaciones.
continuo durante 4 a 6 semanas de sonda
Una revisión incluía sobre 1,5 millones de
urinaria.
pacientes intervenidos, complicaciones en
Si su diagnóstico no es precoz (48-72 el 0,1 al 10% de los procedimientos15. No
horas) se debe demorar la reparación de obstante, la laparoscopia ginecológica ha
tres a cuatro meses, hasta que se complete alcanzado en la actualidad un grado sufi-
la demarcación del tejido cicatricial. ciente de madurez y permite realizar más
de la mitad de la cirugía ginecológica, in-
Tracto gastrointestinal cluida la oncológica, ya que a través de
estas vías se pueden efectuar con similar
Las fístulas gastrointestinales tras la precisión las técnicas quirúrgicas con las
cirugía ginecológica son unas complica- conocidas ventajas de la vía endoscópica:
ciones raras. Suelen debutar a los 10-14 menor traumatismo quirúrgico, menor he-
días de la intervención, con picos febriles morragia intraoperatoria, menor analgesia,
sin foco claro y sin respuesta a los antibió- menor coste y mejor y más rápida recupe-
ticos. El diagnóstico es radiográfico, tras ración laboral y social.

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Complicaciones de la cirugía ginecológica

Figura 4. Gestación ovárica. Figura 5. Anatomía pélvica.

Estas técnicas tienen unas complica- Insuflación extraperitoneal de CO2


ciones que no son superponibles al la ci-
rugía abierta, sino que son específicas de Una introducción defectuosa de la
las mismas: creación de neumoperitoneo, aguja de Veress (instrumento clásico para
colocación de trócares, coagulación a dis- la creación del neumoperitoneo previo a
tancia, paso vascular de glicina empleada la colocación de los trócares) ya sea, por
en la distensión uterina durante la histeros- una penetración insuficiente de la pared
copia, etc. abdominal, o una incorrecta inclinación/
elevación de la misma, pueden ocasionar
la distensión gaseosa del espacio subcu-
Lesiones durante la insuflación táneo, preperitoneal o a nivel de epiplon,
de CO2 lo que provoca un enfisema que dificulta la
colocación de los trócares y la visión pos-
La laparoscopia puede ser abierta o ce- terior. Es la complicación más frecuente y
rrada (convencional). Hay controversias habitualmente cambiando el punto de in-
sobre si es más prudente practicar todas serción de la aguja de Veress se consigue
las laparoscopias “abiertas”, o si es prefe- una buena entrada intraperitoneal y el enfi-
rible, la técnica convencional en casos de sema se resuelve de forma espontánea. No
bajo riesgo de adherencias periumbilicales obstante, en algún caso un aumento de pre-
–que son la mayoría de los casos. Actual- sión de CO2 en la sangre de la paciente pue-
mente no hay evidencia de menores com- de obligar a maniobras de hiperventilación
plicaciones en una técnica que en otra16. mecánica por parte del anestesista. Para
Una revisión de la literatura desde 1975 verificar su correcta posición intraabdo-
al 2002 sobre lesiones producidas por la minal se debe verificar la presión y el flujo
entrada (aguja de Veress, trócar subumbi- de CO2 (la primera será baja y el otro alto).
lical) publicó un 0,3 a 1,3‰ de lesiones vis- También se puede inyectar suero fisiológi-
cerales y de un 0,07 a 4,7‰ de lesiones vas- co por la aguja y si éste no se recupera, es
culares17. Los procedimientos en pacientes que probablemente estamos en la cavidad.
con cirugia previa o con enfermedad intra-
abdominal (endometriosis, EPI) están aso-
ciados a mayor riesgo de complicaciones. Perforación de víscera hueca
Las condiciones que incrementan el riesgo
incluyen: distensión intestinal, grandes ma- – Tracto gastrointestinal. Las lesiones
sas abdominales, adherencias, enfermedad del tracto gastrointestinal ocurren en
cardiopulmonar o hernia diafragmática. 1-2 ‰ de los procedimientos laparos-
Por último, el número de complicaciones cópicos.
está asociado de forma inversamente pro- – Las lesiones gástricas sólo pueden
porcional a la experiencia del cirujano, dada producirse si hay una distensión gás-
por el número de intervenciones realizadas. trica, casi siempre por error en la intu-

An. Sist. Sanit. Navar. 2009, Vol. 32, Suplemento 1 73


E. Recari y otros

bación anestésica. Si por la aerofagia sa. No se han encontrado referencias de la


que presenta la paciente, y la hipoxia punción inadvertida de la aorta con la agu-
por la falta de ventilación se detecta ja de Veress.
la punción inadvertida de la aguja de
Veress, no se requiere más tratamien-
to que colocar una sonda nasogástri-
Lesiones provocadas por los trócares
ca y venoclisis.
– Las lesiones intestinales (delgado y Lesiones vasculares
grueso) son poco frecuentes, pero
pueden ocurrir incluso en manos ex- La punción de grandes vasos abdomi-
pertas (sobre todo en presencia de nales (aorta, cava, mesentérica inferior)
síndrome adherencial). El test de as- al introducir el primer trócar trans-umbi-
piración por la aguja de Veress puede lical no es superior al 0,3-0,9%. Son más
evidenciar la salida del contenido in- probables en los casos de pacientes muy
testinal, o puede detectarse la salida delgadas o niñas, ya que hay que tener en
de gases por el ano. La retirada de la cuenta, que la posición de los grandes va-
aguja no comporta riesgo de peritoni- sos sobre la columna está sólo a un tercio
tis, pero requiere irrigación profusa de profundidad del total del grosor exter-
de la zona con aspiración y una sim- no del tronco. Resulta imprescindible una
ple profilaxis con anaerobicidas. A buena distensión abdominal con el fin de
menudo (40-50%) la perforación pue- aumentar esta distancia, es decir, un neu-
de pasar inadvertida y mostrarse en moperitoneo con unas presiones mínimas
el post-operatorio de forma solapada entre 15 y 20 mm Hg. Debe introducirse el
como íleo paralítico, fiebre o incluso trócar en posición horizontal (en Trende-
estados de sepsis, sin que la clínica de lenburg se acerca la aorta al ombligo) y
peritonismo abdominal sea aparente levantando más la pared abdominal cuan-
(y, consecuentemente, de difícil diag- to más delgada sea la paciente. El trata-
nóstico). Así, en cualquier caso de miento de estas complicaciones exige una
evolución desfavorable a las 48-72 ho- laparotomía inmediata, compresión eficaz
ras del post-operatorio es necesario y ligadura posterior, a ser posible, por un
sospechar la complicación y recurrir cirujano vascular.
a exploraciones como la ecografía o el Los trócares accesorios colocados late-
TAC para valorar entre otros signos la ralmente pasan cerca de los grandes vasos
presencia de líquido intraabdominal iliacos, pero al colocarlos con visión intra-
libre. abdominal el riesgo disminuye. No obstan-
– Lesiones vesicales. La vejiga soporta te, las lesiones vasculares más frecuentes
bien los traumas con agujas. No obs- son las de los vasos epigástricos inferiores
tante, previamente a cualquier ma- que pueden coincidir con la colocación de
niobra resulta preceptivo el sondaje y los trócares. La transiluminación de la pa-
vaciado de la misma. red abdominal, salvo en grandes obesas,
permite evitar los vasos epigástricos tanto
superficiales como inferiores, pero para
Lesiones vasculares ello hay que oscurecer el quirófano y apli-
car la óptica iluminada en la zona a incidir.
El daño vascular más frecuente es por Los daños vasculares pueden no ser apre-
laceración de vasos mesentéricos al intro-
ciados de forma inmediata debido a que el
ducir la aguja de Veress a través del ombli-
sangrado es con mayor frecuencia retrope-
go, particularmente si existen adherencias
ritoneal.
de epiplon a dicho nivel.
La introducción de la aguja de Veress
en un vaso de gran calibre se detecta fácil- Lesiones intestinales
mente por la salida de sangre a través de
la misma, o durante la primera maniobra Es una de las complicaciones más se-
de comprobación. La insuflación directa de rias, porque puede no ser diagnosticada en
CO2 al torrente sanguíneo puede terminar el quirófano lo que incrementa el riesgo de
con una grave y fulminante embolia gaseo- peritonitis fecal y muerte.

74 An. Sist. Sanit. Navar. 2009, Vol. 32, Suplemento 1


Complicaciones de la cirugía ginecológica

• Lesiones de intestino grueso peritonitis es grave y puede poner en peli-


Complicación rara (0,1%) y si se produ- gro la vida de la enferma.
ce afecta sobre todo al colon descendente.
Un neumoperitoneo insuficiente y la exis-
tencia de adherencias que lo desplazan a Lesiones vesicales
la línea media favorecen su lesión. El olor La punción vesical si pasa inadverti-
fétido es el primer síntoma y la visualiza- da puede provocar lesiones graves, sobre
ción de la luz intestinal es concluyente. Si todo si la lesión que se produce es extra-
el diagnóstico no es inmediato, la clínica peritoneal.
se instaura a las pocos días con un cuadro Si se advierte, se debe realizar una su-
de dolor abdominal y contractura de abdo- tura inmediata de la brecha y la colocación
men. Estaría indicada la laparotomía para de una sonda permanente, como mínimo
llegar al diagnóstico, previa cobertura an- seis días, bajo protección antibiótica. Si la
tibiótica y la colaboración de un cirujano lesión pasa inadvertida y se observa en el
digestivo. La gravedad del cuadro depende post-operatorio (como oliguria o anuria,
del grado de aseptización del intestino. La hematuria, ascitis…) una nueva explora-
reparación o resección debe ir seguida de ción laparoscópica permitirá visualizar el
una ileostomía si la lesión afecta al colon orificio vesical en comunicación con el pe-
ascendente, o de una colostomía en las de- ritoneo y su sutura.
más localizaciones. El cierre debe hacerse
dejando drenajes. El cierre de la colosto- Si la lesión es extraperitoneal, la orina
mía o ileostomía se practica varios meses ocupa el espacio de Retzius y la oliguria es
después. menor ya que el urinoma es de lenta evo-
lución pero se palpan los labios mayores
de la vulva edematosos e incluso puede
• Lesiones de intestino delgado llegar al muslo a nivel de la fascia. El ries-
Aunque las causas que provocan una go es la fascitis necrotizante por E. Coli de
lesión intestinal por el trócar son las mis- evolución tórpida, grave y en ocasiones
mas que hemos mencionado al referirnos mortal.
al intestino grueso, debemos diferenciar-
las porque su frecuencia es mayor (0,16 a
0,18% de las laparoscopias) y porque el tra-
Hernias
tamiento y la gravedad de las mismas son La aparición de hernia intestinal a tra-
diferentes. vés de los defectos de pared (trócares) son
Las lesiones pueden ser sólo de la sero- más frecuentes en los procedimientos que
sa, afectar parcialmente a la muscular, per- requieren múltiples entradas, extracción
forar la pared o provocar una perforación de grandes tumores, o uso de dilatadores
doble. El tratamiento puede ir, desde la ob- que aumentan el daño de la fascia. La aso-
servación clínica sin actuación inmediata, a ciación Americana de Laparoscopistas Gi-
la laparotomía para confirmar la extensión necológicos recogía 933 hernias sobre un
de las lesiones y su sutura si es posible. Si total de 4.385 procedimientos laparoscópi-
la perforación es amplia o si afecta a la irri- cos (incidencia del 21 por 100.000). El 80%
gación sanguínea de la zona es mejor hacer de estas hernias ocurrían a pesar del cierre
una resección del segmento y anastomosis de la fascia18. El riesgo es mayor en los si-
inmediata. Es aconsejable al menos la su- tios extraumbilicales y con el uso de tróca-
pervisión de un cirujano general. Si la le- res de 12 mm (3,1%) en relación con los de
sión no se ha diagnosticado en el acto, o se 10 mm (0,23%), por lo que la fascia debería
ha optado por la observación y la paciente ser cerrada en estas incisiones.
inicia un cuadro clínico de dolor, defensa La manifestación clínica consiste en la
abdominal y fiebre, la laparotomía debe ser presencia de un bulto, acompañado de do-
inmediata y proceder en función de los ha- lor si están involucrados el intestino o el
llazgos, que consistirá en resecar las zonas epiplon. Las náuseas y vómitos son signos
necróticas o no vascularizadas y recabar la de obstrucción intestinal. El tratamiento
presencia de un cirujano digestivo. No hay es el cierre secundario de la fascia (Ta-
que olvidar que en estas circunstancias la bla 1)19.

An. Sist. Sanit. Navar. 2009, Vol. 32, Suplemento 1 75


E. Recari y otros

Tabla 1. Accidentes laparoscópicos por el trócar.

Intervenciones Punciones
Accidente n
103.852 (por mil) 386.784 (por mil)
Hemorragia punto de punción   57 2,10 0,60
Lesión vascular   96 0,47 0,13
Lesión visceral   14 0,63 0,16
Otros 167
Total 337 3,20 0,89
Mortalidad 7 casos (0,7 por mil)
G. Champault, F. Cazacu. J Chir (Paris) 132: 109-113; 199519

Lesiones durante la cirugía excluir la lesión, por pequeña que sea, ésta
laparoscópica dejará escapar unas burbujas de aire que
borbotearán en el líquido.
Lesiones vasculares La sutura será diferente si la lesión ocu-
La frecuencia depende del tipo de ci- rre en el intestino grueso o delgado y de-
rugía endoscópica que se realice, de la pende del tamaño de la misma, el intestino
alteración anatómica provocada por las delgado puede suturarse en dos capas y en
lesiones previas y sobre todo de la habili- el sigma la resección endoscópica debe de-
dad del cirujano, pero oscila alrededor del cidirla y realizarla un cirujano digestivo.
1‰. Las lesiones de las arterias y venas Las lesiones a distancia o por contacto
ilíacas pueden producirse excepcional- con un bisturí eléctrico por el calor de la
mente en las salpingectomías, anexecto- pinza bipolar pueden dar clínica cuando
mías o histerectomías y requieren repara- salta la escara y la perforación intestinal se
ción inmediata. consuma. En estos casos, la mujer puede
Las lesiones vasculares por electroci- estar en su domicilio y el cuadro de peri-
rugía dan complicaciones post-operatorias tonitis suele aparecer bruscamente, con lo
cuando salta la escara y se produce la he- que la gravedad aumenta y la defensa ju-
morragia. rídica del cirujano es más difícil, que si la
lesión se ha diagnosticado y tratado en el
Se remite su tratamiento a lo expuesto
mismo acto quirúrgico o durante su estan-
en lesiones vasculares secundarias a la in-
cia hospitalaria.
troducción de trócares

Lesiones vesicales
Lesiones intestinales
Durante la cirugía se puede producir le-
Las lesiones intestinales durante la ci-
sión vesical en aquellos actos que implican
rugía son poco frecuentes, pero debemos
su disección como la histerectomía total,
tener en cuenta que en la cirugía de la en-
la colposacrofijación, o la técnica Burch
dometriosis, tanto ovárica como profunda,
sobre todo si existe cirugía previa que dis-
(endometriosis del tabique recto-vaginal)
torsiona o elimina los planos de despega-
las adherencias del sigma y recto-sigma son
miento.
frecuentes, gruesas y tan íntimamente ad-
heridas al tejido endometriósico que inclu- Si la lesión es extraperitoneal y pasa in-
so la enfermedad puede perforar la víscera advertida puede provocar fascitis necroti-
provocando rectorragias menstruales. zante y septicemia fulminante.
Para asegurarnos de que no se ha pro-
ducido una perforación intestinal es ne- Lesiones ureterales
cesario cubrir con suero Ringer la pelvis
baja e insuflar aire por el ano clampando el Las lesiones ureterales incrementaron
sigma por encima de la zona disecada para en frecuencia con la llegada del abordaje la-

76 An. Sist. Sanit. Navar. 2009, Vol. 32, Suplemento 1


Complicaciones de la cirugía ginecológica

paroscópico. En la cirugía laparoscópica la sificación actual de la FIGO, tan importante


magnificación disminuye este riesgo pero como para indicar quimioterapia coadyu-
el principio básico es la identificación de vante.
su trayecto antes de proceder a cualquier En caso de rotura capsular de una neo­
cirugía en esta zona. Son especialmente plasia ovárica, no se ha observado un
expuestas la histerectomía total laparoscó- cambio pronóstico siempre que la cirugía
pica, la cirugia de la endometriosis y de la oncológica radical se suceda en un plazo
enfermedad inflamatoria pélvica. Además inferior a 7-10 días o preferentemente en el
como factores predisponentes están los tu- mismo acto quirúrgico.
mores pélvicos que pueden alterar la ana-
tomía así como el antecedente de radiote-
rapia. Los tres lugares más comunes son,
en orden de frecuencia: a nivel de infundí- Lesiones y accidentes en la extracción
bulo-pélvico, en el cruce a nivel de arteria de la pieza quirúrgica
uterina en el parametrio y en su entrada a
la vejiga. • Accidentes intrínsecos a la naturaleza
de la pieza
Puede producirse sección ureteral, le-
sión térmica, oclusión directa o estenosis Ya hemos tratado la rotura de una cáp-
por tracción, acodamiento o isquemia de sula neoplásica. En este mismo sentido,
un segmento ureteral. una extracción contaminante a través de
La evolución clínica depende de la loca- la pared abdominal puede condicionar la
lización y del mecanismo lesional. Aproxi- aparición posterior de metástasis en los
madamente un 50% de las obstrucciones puntos de inserción. Deben manejarse
ureterales unilaterales son asintomáticas. con prudencia los contenidos de los quis-
La lesión inadvertida puede manifestarse tes mucinosos y teratomas dermoides por
por un post-operatorio febril, con dolor su contendido irritante o adherencial. Si
lumbar que finalmente acaba producien- ocurre esta incidencia debe lavarse abun-
do una fistulización a vagina o a cavidad dantemente la cavidad con suero calien-
libre (ascitis urinosa). En este caso se te.
apreciará una evolución post-operatoria
tórpida, con frecuente íleo, distensión ab- • Lesiones consecuentes a la vía de ex-
dominal y cifras moderadamente elevadas tracción
de creatinina. Una oclusión ureteral inad-
La imposibilidad de extracción de gran-
vertida puede evolucionar a hidronefrosis
des piezas crean la necesidad de amplia-
con anulación de la función renal, con re-
ción de las incisiones de los trócares dan-
lativamente poca sintomatología, si no se
do lugar a la creación de hernias con o sin
acompaña de infección. En tales casos la
lesión parenquimatosa renal puede, con compromiso intestinal.
el tiempo, convertirse en irreversible. La La culdotomía, incisión trasvaginal del
reparación de la lesión dependerá de su saco de Douglas, resulta una excelente vía,
gravedad. En caso de sección limpia puede pero debe conocerse suficientemente el
hacerse la anastomosis término terminal método para evitar graves lesiones recto-
de primera intención, dejando un catéter vaginales. Las maniobras de morcelación
para asegurar la permeabilidad del uréter. deben realizarse bajo un estricto control
Si existe pérdida de algún segmento, será visual.
necesaria la reimplantación ureteral me-
diante la creación de una anastomosis con
un trayecto submucoso antirreflujo a nivel
de la cúpula vesical. COMPLICACIONES DE LA CIRUGÍA
HISTEROSCÓPICA
Lesiones sobre masa anexiales La histeroscopia es una técnica endos-
cópica para la visualización directa de la
de riesgo neoplásico
cavidad uterina y el canal endocervical me-
La rotura capsular de un cáncer ovárico diante la introducción de una óptica y un
condiciona un cambio de estadio en la cla- medio de distensión.

An. Sist. Sanit. Navar. 2009, Vol. 32, Suplemento 1 77


E. Recari y otros

Se puede realizar con fines diagnósticos durante la utilización posterior del resec-
y/o terapéuticos (histeroscopia quirúrgica) tor histeroscópico de forma mecánica o
con o sin anestesia (Fig. 6). como injuria eléctrica. Ante su sospecha
se debe interrumpir intervención, ingreso
y antibióticos. Si se sospecha hemoperi-
toneo o lesión de órgano pélvico se debe
acceder a la cavidad abdomino-pélvica.
Cuando la perforación es electroquirúrgi-
ca, ante el riesgo de daño de órganos pél-
vicos siempre debe realizarse laparosco-
pia-laparotomía (Fig. 7).

Figura 6. Pólipo endometrial.

Derivadas de los medios de


distensión
Distensión con CO
Embolia gaseosa Complicación muy
Figura 7. Resectoscopio.
rara y sólo posible si no se respetan los flu-
jos y presiones.
Complicaciones hemorrágicas
Medios de distensión líquidos De forma intraoperatoria se debe elec-
– Solución salina/Ringer lactato los trocoagular el lecho sangrante. Si no se
volúmenes usados en histeroscopia cohíbe la hemorragia se debe introducir
diagnóstica son inocuos. No se puede un catéter de Foley con 10-15 cc de suero
utilizar en procedimientos electroqui- fisiológico y retirarlo a las 3 horas. De for-
rúrgicos. ma post-operatoria son raras. La conducta
a seguir es:
– Glicina 1,5% naúseas, vómitos, des-
orientación, con consecuencias tar- – Descartar lesiones cervicales
días raras pero graves como amonie- – Valorar la cuantía de pérdida sanguí-
mia, encefalopatía y ceguera transito- nea
ria. – Sonda Foley intrauterina
– Sorbitol/manitol naúseas, vómitos, – En casos extremos valorar histerecto-
desorientación. mía
Son complicaciones graves y cuando se
produce requiere actuación conjunta con
anestesiología, UCI y ginecología. Infecciones
La frecuencia es variable (menor del
2%) y depende del proceso quirúrgico.
Perforación uterina
Debe evitarse realizarlas en pacientes con
Es la más frecuente y su incidencia va- infecciones agudas. La baja incidencia de
ría del 0,76 y 1,4%. Puede aparecer tanto esta complicación no justifica el uso sis-
en el proceso de dilatación cervical como temático de profilaxis antibiótica. Será el

78 An. Sist. Sanit. Navar. 2009, Vol. 32, Suplemento 1


Complicaciones de la cirugía ginecológica

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