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Carta a la dignidad humana ante los atropellos del neoliberalismo

Ojalá podamos ser desobedientes, cada vez que recibimos órdenes que humillan nuestra
conciencia o violan nuestro sentido común (Eduardo Galeano, 2010), ojala podamos ser más
humanos, más conscientes, más coherentes, en un mundo donde la espiral consumista ha
atropellado a niños, hombres y mujeres, que por necesidad se colocan al servicio de un sistema
devastador que se alimenta de la indiferencia social, un sistema que se dedica a construir
fronteras políticas, sociales, culturales y sobre todo mentales. Un sistema que intentó doblegar
al término humano, y ocultar la existencia de lo que se llama dignidad, respeto, igualdad,
equidad, un sistema que no tomo en cuenta que la voluntad humana no se puede someter, que
se enardece ante la injusticia, ante un Estado que sirve al capital sirviéndose del pueblo, una
humanidad que lucha por su dignidad en contra de este sistema llamado neoliberalismo.

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