Está en la página 1de 4

1

Feminismo de género

Por Alisson Ortega

El feminismo igualitario es un movimiento que fue extendido desde hace tres

siglos como medio de protesta ante la distinción social evidente entre hombres y mujeres.

Teóricamente, la base de este discurso político es la justicia, y su propósito general es

“empeñarse en la formación de mujeres cuyo privilegio, al parejo de los hombres, sea no

temerle a la vida, y por lo mismo, estar siempre dispuestas a comprenderla y aceptarla

con entereza…” (Mastretta, 2004, p. 54). Sin embargo, con el pasar de los años, han

surgido diferentes corrientes radicalistas que han modificado el significado del feminismo

al ojo de la sociedad moderna, el cual ya no buscaría la igualdad de oportunidades para

hombres y mujeres, sino que perseguiría sólo intereses que favorezcan al género

femenino.

El feminismo de género se escuda en la victimización, colocando a la mujer en un

papel de opresión dentro un sistema de poderío masculino. En uno de los capítulos del

libro Who Stole Feminism? How Women Have Betrayed Women titulado Noble Lies y

escrito por Christina Hoff Sommers, se demuestra la alteración de las estadísticas usadas

por el feminismo sobre problemáticas que afectan negativamente a las mujeres, como los

desórdenes alimenticios, la violencia doméstica o la violación. En este se exponen casos

como el estudio Revolution from Within de Gloria Steinem, el boletín informativo de la

Nacional Women’s Studies Assosiation, y el de personalidades como la coordinadora del

departamento de Women’s Studies de la Universidad de Cornell. Por otro lado, el

estudio sobre la medición de la violencia de género realizado por Gelles y Strauss, de la


2

Universidad de Rhode Island y New Hampshire, concluyó que las mujeres, al igual que

los hombres, están involucradas y son partícipes de la violencia en las familias

americanas, lo cual fue rechazado por la comunidad feminista al no reconocer al

patriarcado como causa que la origina. Si bien se podría pensar, en una situación de

opresión verídica, a la victimización como resolución de conflictos de género, esto sería

ir en contra de los principios de autonomía por los que ha luchado la mujer y destruiría la

raíz en la que se cimienta al feminismo y por ende, a las feministas.

El problema del feminismo es que no representa un amplísimo sector de las

mujeres. Por eso se ha centrado en la ideología y en la retórica antimasculina en

lugar de hacerlo en el análisis objetivo de los datos, de la psicología humana y el

significado de la vida. (Paglia, 2018)

El anterior apartado, manifiesta que este movimiento ha ido extremando su ideal

hacia uno donde las mujeres son seres en peligro y los hombres son violentos y agresores.

No obstante, esto no se puede comparar con la realidad. Las feministas no aceptan que la

mujer también hace parte del problema, parcializando sus pensamientos a su

conveniencia si las situaciones de desigualdad no tienen al hombre como eje principal de

la problemática.

Esta versión del feminismo se centra en la mujer y no se preocupa por los

derechos que les son vulnerados a los hombres. Según datos publicados en el año 1997

por The Economist, las mujeres universitarias en Estados Unidos obtuvieron 30% más

grados en maestrías que los hombres y que el porcentaje de mujeres económicamente

activas subió un 20%, mientras que el de los hombres bajó un 2%. Así mismo, el
3

aumento de familias con un padre cabeza de hogar ha aumentado un 25%. Además,

anualmente se dan situaciones como la presentada en el 2013, donde de 318 casos de

solicitud de custodia, un 76,2% fueron para la madre, 5,5% para el padre, 17,9%

compartidas y el 0,3% entregada a otros familiares según el Instituto Nacional de

Estadística de España. O la preocupante cifra de muertes de hombres durante el ejercicio

del trabajo, que fue aproximadamente del 95% en el 2014 según las estadísticas

publicadas por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social de España. Todos estos

hechos no son discutidos con la misma vehemencia por las feministas, a diferencia de

cuando es una mujer quien está involucrada.

En síntesis, las mujeres han transformado la visión del feminismo original,

centrándose únicamente en la mujer como ente afectado negativamente a raíz de la

inequidad, dejando de lado la posibilidad de la existencia de un desmérito al género

masculino y la negación de que los valores y derechos de ellos pueden ser igualmente

vulnerados dentro de la sociedad. De esta forma, la doctrina de liberación implantada en

sus inicios, se transforma en una sistema que busca cambiar al hombre, valiendo sus

intereses y provechos por encima de este, modificando así, de manera radical, la

iniciativa que durante siglos ha impartido el verdadero feminismo.


4

Lista de referencias

Instituto Nacional de Estadística (2013). Estadísticas de Nulidades, Separaciones y

Divorcios. Madrid: Instituto Nacional de Estadística. Recuperado de

http://www.ine.es/prensa/np800.pdf

Mastretta, A., (2004). El cielo de los leones. Barcelona: Seix Barral.

Instituto Nacional dee Seguridad e Higiene en el Trabajo. (2015). Informe Anual de

Accidentes de Trabajo en España. Madrid: Instituto Nacional dee Seguridad e

Higiene en el Trabajo. Recuperado de

http://www.oect.es/Observatorio/3%20Siniestralidad%20laboral%20en%20cifras/

Informes%20anuales%20de%20accidentes%20de%20trabajo/Ficheros/InformeAn

ual2015.pdf

Paglia, C. (4 de Abril de 2018). Camille Paglia: "Sin el hombre, la mujer nunca hubiera

salido de la cueva". (M. Mencarini, Entrevistador). Recuperado de

http://www.elmundo.es/papel/lideres/2018/04/09/5ac7599d22601dd71d8b45d5.ht

ml

Sommers, C. H., (1994). Who Stole Feminism? How Women Have Betrayed Women.

SIMON & SCHUSTER, 188-208. Recuperado de

https://docs.google.com/gview?url=https%3A%2F%2Fwww.pdf-

archive.com%2F2015%2F02%2F08%2Fwho-stole-feminism%2Fwho-stole-

feminism.pdf&embedded=true

También podría gustarte