Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ESTRATEGIA II
Desarrollar un ambiente escolar positivo con directores y personal efectivo
capaces de brindar atención a jóvenes en riesgo. Bajo esta estrategia se le brindará
atención personal al estudiante en riesgo ya que muchos estudiantes manifiestan que
la falta de atención de los maestros y directores ha sido causa principal del abandono
de la escuela.
ESTRATEGIA III
Establecer expectativas altas en las áreas de asistencia, aprovechamiento
académico y disciplina. Se ha comprobado que al mantener una expectativa alta de las
ejecutorias de los estudiantes, estos desarrollan la autoestima indispensable para el
éxito académico.
ESTRATEGIA IV
Seleccionar y adiestrar maestros receptivos a las necesidades del estudiante en
riesgo. Es importante que los maestros tengan la capacidad de escuchar para poder
orientarlos en forma adecuada. Un punto importante que se señala en esta estrategia
es la colaboración entre las universidades dedicadas a la preparación de futuros
maestros. Se propone currículos de calidad y mayor rigurosidad en la aceptación de
estudiantes candidatos a maestros.
ESTRATEGIA V
Proveer diversidad de programas instruccionales para el estudiante en riesgo.
Por cuanto el joven en riesgo puede tener bajo aprovechamiento, provenir de un
hogar en desventaja económica y tener problemas con la justicia, es necesario el
diseño de programas efectivos para que los estudiantes en riesgo ataquen dichos
problemas desde diferentes puntos. Se sugiere entre otras alternativas, escuelas
magnéticas, escuelas alternativas, programa para niños que dominan el inglés,
educación compensatoria, y experiencias de estudio y trabajo como un esfuerzo de
reducir la deserción escolar.
ESTRATEGIA VI
Coordinar esfuerzos con los diferentes sectores públicos y privados para
desarrollar programación coordinada. El ensayo concluye haciendo una exhortación
para que reflexionemos sobre el problema y cuán cerca lo tenemos.
Son varios aspectos los que influyen en esta condición de violencia en las
escuelas; dentro de los cuales se puede destacar la preparación de los docentes, la
inseguridad, la comunicación de los niños con sus familiares y la formación espiritual
de cada individuo. Respecto a la preparación de los maestros, debe existir la capacidad
para controlar dentro del aula y en las instalaciones escolares cualquier situación que
pueda presentarse, infundiendo en los niños el perdón y el compañerismo. De igual
forma, un mejor ambiente en los planteles, aumentaría las ganas de los menores de
asistir a clases, ya que, sentirse seguro y a gusto en un ambiente es primordial para el
sano aprendizaje de todo ser humano. Datos de diversos estados nacionales nos
indican que más del 40% de los alumnos de primaria faltan a más del 25% de los días
de clase debido a la inseguridad.
Por otra parte, la comunicación de los pequeños en sus hogares con sus padres,
hermanos y demás familiares es fundamental al momento de crecer, puesto que
evitaría reprimir sentimientos y crear raíces de amargura en sus corazones. Para
Luisa Pernalete, investigadora del Observatorio Venezolano de Violencia, la
despreocupación por el tema nace de la mala concepción que se tiene de lo que es la
violencia entre niños. «Las agresiones pueden ser de cualquier forma, no sólo los
golpes. Los continuos sobrenombres, el llamado ‘chalequeo’, son aspectos que tienen
un impacto en el niño; eso es violencia escolar», comenta.