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En el año 1916 todavía era extremadamente atrasado, reminiscencia de la sociedad hatera que rec

cambiar a partir de 1870, con el inicio de la industria azucarera.

Refirió que Ramón Marrero Aristy en el volumen tres de su obra histórica “La República Dominicana
la presencia de los norteamericanos perecieron muchas costumbres sanas y numerosos mitos.

“La gente joven y las mujeres adquirieron costumbres más independientes y la obsesión del dinero
determinante del valor del individuo se apoderó no sólo de las clases encumbradas sino de gran pa
radicadas en las zonas urbanas”, dijo.

Paulino Ramos resaltó que la sociedad se hizo más liberal y se inició el rompimiento con el conserv
Como consecuencia de esto, comenzaron a publicarse revistas, como El Grafico y Cromos, en las q
páginas completas imágenes de mujeres totalmente desnudas, fotografías que hoy podrían ser teni
pornográficas, mientras que lugares exclusivos, como el “Club Unión”, centro de diversión por exc
aristocracia dominicana, abrió sus puertas al merengue y el bongó, al güiro, la maraca, la rumba y l
decir de Gimbernard “acechaban en espera de la oportunidad de su invasión”.

durante los ocho años en que el país fue dirigido por un gobierno extranjero, se dificultaron sobrem
actividades políticas y culturales y la expresión del libre pensamiento; pero las medidas dictatoriales
gobernantes americanos no impidieron el surgimiento de agrupaciones literarias y la circulación de
publicaciones, voceros de los más jóvenes intelectuales de la época.

Por otro lado, y en relación con la cotidianidad de los habitantes de la ciudad de Santo Domingo, qu
importante ensanchamiento durante los años de ocupación, las diversiones y el pasatiempo fueron
rápidamente con la proliferación de nuevos espacios urbanos, tanto en la zona colonial como en los
iban formando: en la “ciudad colonial” existían el “Teatro Colón”, el cine “Rialto”, el “Teatro Indepen
“Capitolio”.

En ese sector eran muy populares el café “Mis Amores” y el “Hotel Colón” con un ambiente de “riqu
pero el lugar público por excelencia para ser visitado por las clases altas lo era el “Restaurant Faus
calle Arzobispo Meriño, frente al Parque Colón, próximo al “Teatro Capitolio”; sitio escogido por mu
y poetas de clase media para la celebración de tertulias y eventos especiales.

Bajo el influjo de los norteamericanos surgieron establecimientos en los que se reunían las familias
como lo fue el “Santo Domingo Country Club” abierto en 1920, revela Paulino Ramos.

Dijo que en 1924 el ayuntamiento de la Capital prohibiera que se tocara en la zona urbana el instrum
africano llamado balcié, por considerarlo “desmoralizante, molestoso y nocivo”, y sin embargo no se
manera con la música extranjerizante y se fomentaron deportes como de tenis, el juego conocido co
béisbol y el boxeo.

Entre los jovenes de fomentó el consumo de “confites” y otros tipos de golosinas importadas desde
Unidos.

En otros clubes, la juventud bailaba al ritmos de los desconocidos “fox trot”, “shimmy”, “onestep”

En cuanto a la religión, hasta muy entrado el pueblo dominicano fue de tradición cristiana católica, p
con la presencia americana se incrementaron las religiones protestantes.

En 1922 fue instalada la primera iglesia adventista de la República Dominicana, ubicada en la ciud
Domingo en la intersección de las calles Mercedes con Sánch

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