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GESTION DE RESIDUOS EN LA CONSTRUCCION

INTRODUCCIÓN

Desde el inicio de los tiempos el ser humano ha explotado los recursos que le ofrecía la
naturaleza con el fin de fabricar productos de diversa índole, que luego abandonaba cuando ya
no le eran útiles. Sin embargo, a partir del segundo tercio del siglo XX, la mejora de los procesos
industriales incrementó enormemente la producción y el consumo de todo tipo bienes, al
reducirse los costes de producción y promoverse el consumo con el fin de generar crecimiento
económico.

Estos fenómenos, unidos al aumento de la población y su progresiva concentración en grandes


núcleos urbanos, tuvieron una doble consecuencia: por un lado, se generaron cantidades de
residuos cada vez mayores que el planeta era incapaz de absorber por medio de los ciclos
naturales y, por otro, se sobreexplotaron los recursos existentes con el fin de satisfacer una
demanda que crecía casi exponencialmente.

Fue a partir de la Segunda Guerra Mundial cuando comenzaron a aparecer los problemas con
los Residuos de Construcción y demolición. En los años posteriores a la contienda hubo dos
factores que dispararon la cantidad de RCD.

En primer lugar, la destrucción producida por los bombardeos había creado montañas de
escombros en los corazones de grandes ciudades europeas.

En segundo lugar, durante el esfuerzo bélico se habían desarrollado motores con potencias
inimaginables unos años antes, lo que había propiciado la aparición de maquinaria pesada
moderna. La capacidad para mover grandes volúmenes de materiales con relativamente poco
esfuerzo y la necesidad de hacerlo dieron lugar a la aparición de los vertederos de escombros
tal y como se conocen ahora.

OBJETIVOS

 Disminuir el impacto de la construcción sobre el medio ambiente.


 Conocer qué son los residuos de construcción y demolición (RCD), cuáles son sus
características principales y cómo se clasifican.
 Conocer las consecuencias medioambientales que pueden derivarse de las malas
prácticas en la gestión de los Residuos de construcción y demolición.
 Conocer las posibles medidas correctoras de impacto ambiental que se pueden
implantar en una obra para evitar impactos ambientales negativos.
 Mejorar la calidad del entorno y promover la salud humana a través de la disminución
de recursos utilizados y de la reducción de los residuos generados.

METODOLOGIA

Se plantean inicialmente conceptos generales sobre la naturaleza de los residuos de


construcción y demolición, distinguiendo entre los inertes y los peligrosos, para luego concretar
las medidas específicas de gestión que se han de aplicar en la obra, incluida la elaboración de
los planes de gestión de residuos. Se comunicará las medidas preventivas y correctoras que se
pueden emplear durante las fases de diseño, construcción y explotación de los edificios, obras
civiles e infraestructuras, con el fin de reducir los posibles impactos ambientales negativos.
JUSTIFICACION

En los últimos años, el sector de la construcción ha alcanzado índices de actividad muy elevados
provocando un notable incremento de la generación de residuos procedentes tanto de la
construcción de infraestructuras y edificaciones de nueva planta como de la demolición de
inmuebles antiguos. Con el fin de conseguir un desarrollo más sostenible de esta actividad se va
a proceder a hacer un estudio del tema y así conocer y promover medidas de prevención y
disminución para crear un mejor entorno para todos.

Antecedentes

El problema con los residuos comenzó con la aparición de las grandes concentraciones urbanas
de la antigüedad, donde decenas o centenares de miles de personas habitaban en unos pocos
kilómetros cuadrados. La concentración de basuras y desperdicios que se produjo obligó al
desarrollo de los primeros sistemas masivos de abastecimiento y saneamiento, modelo de los
actuales.

Sin embargo, pese al gran problema que llegaron a suponer los residuos urbanos, los residuos
de construcción y demolición (RCD) prácticamente no existían. Las materias primas utilizadas
para la construcción (madera, ladrillo y piedra) eran demasiado valiosas para abandonarlas.

Su extracción, fabricación y transporte requería demasiados esfuerzos para que se desechasen


después de haber terminado el uso de la edificación. La reutilización y el reciclado eran la norma.

Parte de esos residuos se reutilizaron y reciclaron, pero el volumen total era demasiado grande
para poder abarcarlo. Durante los siguientes años, especialmente en el último tercio del siglo
XX, los patrones de consumo se fueron modificando hacia una actitud en la que el consumo es
un fin en sí mismo y no un medio para lograr otras cosas. Es decir, no importa que las cosas sigan
sirviendo; el motor del desarrollo económico es el consumo, con la publicidad como su máximo
aliado, fomentando modas que inciten a gastar.

Esta costumbre de usar y tirar se trasladó a la edificación y la obra civil. Y con la capacidad
tecnológica que permitía una extracción masiva de materias primas (fundamentalmente áridos),
el uso durante un período limitado y el posterior abandono de los residuos en vertederos con
pocas o ninguna garantía se ha convirtieron en una realidad.

MARCO TEORICO

Se denomina RCD a todos los sobrantes procedentes de:

 Canteras, graveras y otros puntos de extracción de áridos destinados a la construcción.


 Obras de construcción de nuevas edificaciones u obras civiles.
 Obras de rehabilitación o restauración de edificaciones u obras civiles.
 Obras y reformas domiciliarias de pequeñas dimensiones.
 Rechazos procedentes de la fabricación de materiales destinados a la edificación o a la
obra civil.

Tres cuartas partes (el 75%) de los residuos generados en la obra son inertes, los comúnmente
denominados “escombros”. El 25% restante es una combinación heterogénea de otros residuos,
algunos tóxicos o peligrosos.
Existen varias formas de clasificar los RCD

En primer lugar, los residuos se clasificarán según su origen, lo que de forma general da una idea
de sus características.

En segundo lugar, se realiza una clasificación según la naturaleza del residuo, enumerando sus
principales características y los problemas de gestión.

Clasificación de los residuos según su origen

Los RCD según su origen, se clasifican en:

Según su origen, los RCD pueden ser:

 Residuos procedentes de puntos de extracción de áridos o puntos de la obra donde se


realicen movimientos de tierras puros: Son residuos de origen pétreo sin
contaminación por otras sustancias.
 Residuos procedentes de obras de construcción: Son residuos compuestos
fundamentalmente de escombros (el 75%) y otros materiales procedentes de la obra,
con una gran cantidad de plástico y papel. El 25% restante está compuesto por una
mezcla heterogénea de residuos que va desde el vidrio, la madera y el papel hasta los
residuos más peligrosos, compuestos por sustancias tóxicas o contaminantes, como
disolvente y pinturas o algunos metales (como el plomo). Entre estos residuos
heterogéneos se halla una importante fracción de plásticos y papeles procedentes de
los embalajes de los materiales de la obra.
 Residuos procedentes de obras de demolición: Son residuos con composición similar a
los de las obras de construcción, pero mucho más contaminados, lo que dificulta su
clasificación y gestión.

Según su naturaleza, los RCD pueden ser:

 Residuos inertes: Son residuos no peligrosos que no experimentan transformaciones


físicas, químicas o biológicas de consideración. Entre estos residuos no se encuentran
materiales solubles, combustibles, biodegradables o que reaccionan física o
químicamente con otras sustancias; no perjudican a la salud humana ni contaminan el
medio ambiente. Son los residuos que comúnmente se llaman “escombros”. Formados
por restos de hormigón, ladrillos, tejas, vidrio y cualquier tipo de tierra o canto.
 Residuos no peligrosos: No presentan problemas de toxicidad en sí mismos pero
pueden sufrir o producir en otras sustancias modificaciones físicas, químicas o biológicas
que den lugar a sustancias perjudiciales para el ser humano o contaminantes para el
medio ambiente, compuestos por madera, algunos plásticos, papel, yeso, textiles y la
mayor parte de los metales.
 Residuos peligrosos: Contiene sustancias peligrosas o tóxicas para el ser humano o
contaminantes para el medio ambiente. El principal problema de este tipo de residuos
radica en su capacidad para contaminar otros residuos, especialmente los inertes.
Formados por pinturas y disolventes (incluidos los envases), plomo, amianto y sus
derivados y residuos radioactivos.

La separación y clasificación en origen es la mejor estrategia para minimizar los residuos tóxicos
y peligrosos.
IMPACTOS AMBIENTALES NEGATIVOS GENERADOS POR LOS RCD

Un impacto ambiental se define como cualquier modificación producida en el medio a causa de


la acción humana. Según la definición dada, los impactos ambientales pueden ser beneficiosos,
perjudiciales o indiferentes, aunque se suelen asociar a modificaciones perjudiciales en el medio
a causa del hombre.

Los RCD producen impactos ambientales negativos en:

 El medio inerte, que se define como la parte del entorno compuesta por el medio físico,
es decir, el clima, la atmósfera, la geología y la hidrología (tanto superficial como
subterránea).
 El medio biótico, que se define como la parte del medio natural compuesta por las
condiciones edáficas del suelo, la vegetación y la fauna.
 El medio humano, que se define como las condiciones socioeconómicas, las condiciones
de calidad ambiental de los seres humanos, los sistemas de aprovechamiento de
recursos, la calidad y presencia de patrimonio y las condiciones perceptuales del medio
(el paisaje).

Los principales impactos negativos debidos a los RCD en el medio inerte son:

 El consumo de materias primas y energía.


 Las modificaciones geomorfológicas.
 La contaminación de acuíferos.
 La contaminación de ríos.
 La contaminación atmosférica.

Los principales impactos negativos debidos a los RCD en el medio biótico son:

 La pérdida de hábitat por la extracción de materias primas.


 La pérdida de hábitat por la ocupación de suelos para el vertido.
 La pérdida de calidad edáfica en los suelos en los que se han acopiado residuos, aunque
se retiren posteriormente.

Los principales impactos negativos debidos a los RCD en el medio humano son:

 El ruido y las vibraciones por el tráfico de vehículos pesados, tanto en la extracción como
en el vertido.
 La degradación paisajística en entornos eminentemente naturales por el vertido y la
extracción.
 La degradación paisajística en entornos eminentemente urbanos por la acumulación de
residuos en solares, descampados y márgenes de calles y caminos.
 La ocupación de suelos en entornos urbanos que podrían destinarse a otros usos.

Medidas de carácter general Como medida general

Se deberá minimizar y reducir las cantidades de materias primas que se utilizan, así como los
residuos que se originan en la obra.
Se deberá prever la cantidad de materiales que se necesitan para la ejecución de la obra,
evitando un exceso de materias primas que, además de encarecer la obra, es origen de un mayor
volumen de residuos sobrantes durante la ejecución.

Será necesario prever el acopio de los materiales fuera de zonas de tránsito de la obra, de forma
que permanezcan bien embalados y protegidos hasta el momento de su utilización, con el fin de
evitar residuos procedentes de la rotura de piezas.

Para prevenir la generación de residuos se deberá prever la instalación de un de almacenaje de


productos sobrantes reutilizables de modo que en ningún caso puedan enviarse a vertederos
sino que se proceda a su aprovechamiento posterior por parte del Constructor.

Medidas a adoptar para la prevención de RCD


A continuación se describen las medidas a que se deberán adoptar para la prevención de los
diferentes residuos de construcción y demolición que se prevén generar en la obra.

Tierras

• Se incorporan al terreno de la propia obra.

• Se depositan en predios cercanos o vecinos, con autorización del propietario.

• Destinar unas zonas determinadas de almacenamiento de las tierras y del movimiento de la


maquinaria para evitar compactaciones excesivas del terreno.

• Proteger la primera capa de suelo edáfico apartándola, y no realizar grandes acopios para
evitar la excesiva compactación y deterioro de la tierra.

Hormigón

• Programar correctamente la llegada de camiones de hormigón para evitar el principio de


fraguado y, por tanto, la necesidad de su devolución a planta que afecta a la generación de
residuos y a las emisiones derivadas del transporte.

• Aprovechar los restos de hormigón fresco, siempre que sea posible (en la mejora de los
accesos, zonas de tráfico, etc.).

Escombros minerales o vegetales

• Los escombros vegetales se acopian en terreno con pendiente < 2%.

• Los escombros vegetales se acopian a > 100 m de curso de agua.

• Se planifica la demolición para poder clasificar los escombros.

• Se reciclan los escombros.

• Se planifica el desbroce eliminando las especies de mayor a menor tamaño.

• Se conservan las ramas pequeñas y las hojas sobrantes para revegetar.


Chatarra

• Centralizar, siempre que sea posible y exista suficiente espacio en la obra, el montaje de los

elementos armados.

• Almacenar correctamente los materiales para protegerlos de la intemperie y evitar la corrosión


en el caso de los metales.

• Aprovechar los materiales y los recortes de material y favorecer el reciclaje de aquellos


elementos que tengan opciones de valorización.

• Optimizar el corte de chapas para reducir al mínimo los recortes.

Madera

• Realizar los cortes de madera con precisión para aprovechar el mayor número de veces
posible, respetando siempre las exigencias de calidad.

• Aprovechar los materiales y los recortes y favorecer el reciclaje de aquellos elementos que
tengan opciones de valorización.

• Se acopian separadamente y se reciclan, reutilizan o llevan a vertedero autorizado

• Almacenar correctamente los materiales para protegerlos de la intemperie y evitar su


deterioro y transformación en residuo.

Plástico, papel y cartón

• Comprar evitando envoltorios innecesarios.

• Comprar materiales al por mayor con envases de un tamaño que permita reducir la producción
de residuos de envoltorios.

• Dar preferencia a aquellos proveedores que envasan sus productos con sistemas de embalaje
que tienden a minimizar los residuos.

• Dar preferencia a los proveedores que elaboran los envases de sus productos con materiales
reciclados, biodegradables, o que puedan ser retornados para su reutilización.

Aceites minerales y sintéticos

• Se recogen en envases sólidos y resistentes, sin defectos estructurales ni fugas

• Se depositan en bidones, que se trasladan cerrados desde el taller hasta el almacén

• Se almacenan evitando mezclas con agua, con residuos oleaginosos, o con policlorofenilos.

• Se evitan vertidos en cauces o en alcantarillado

• Se evitan depósitos en el suelo

• Se evitan tratamientos que afecten a la atmósfera

Operaciones de reutilización

• Reutilización de tierras procedentes de la excavación


• Reutilización de residuos minerales o pétreos en áridos reciclados o en urbanización

• Reutilización de materiales cerámicos

• Reutilización de materiales no pétreos: madera, vidrio, etc.

• Reutilización de materiales metálicos

• Reutilizar las lonas y otros materiales de protección, andamios, etc

Se deberá fomentar la clasificación de los residuos que se producen, de manera que sea más
fácil su valorización y gestión por el gestor de residuos. Para ello es necesario disponer de un
punto limpio. La recogida selectiva de los residuos debe ir encaminada tanto a facilitar la
valorización de los residuos, como a mejorar su gestión en el relleno autorizado. Así, los residuos,
una vez clasificados pueden enviarse a gestores especializados en el reciclaje o deposición de
cada uno de ellos, evitándose así transportes innecesarios motivados debido a la alta
heterogeneidad de los residuos o por contener materiales no admitidos por el relleno autorizado
o la central recicladora.

Con el fin de realizar una gestión eficaz de los residuos se deberán conocer las mejores
posibilidades para su gestión. Se tratará, por tanto, de analizar las condiciones técnicas
necesarias y, antes de empezar los trabajos, se definirá un conjunto de prácticas para una buena
gestión de la obra, que el personal deberá cumplir durante la ejecución de los trabajos.

 Se deberá planificar la obra teniendo en cuenta las expectativas de generación de


residuos y de su eventual minimización o reutilización.
 Se deberá identificar, en cada una de las fases de la obra, las cantidades y características
de los residuos que se originarán en el proceso de ejecución, con el fin de hacer una
previsión de los métodos adecuados para su minimización o reutilización y de las
mejores alternativas para su deposición.
 Se deberá disponer de un directorio de los compradores de residuos, vendedores de
materiales reutilizados y recicladores más próximos.
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