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mundo o que cual era el propósito de mi existir, a donde vamos o para que vivir
en la cual no encontraba una respuesta concreta a esta incógnita, muchas
personas se preguntan esto día a día y si no se tiene en claro una respuesta
certera a esto, entonces simplemente somos seres que vivimos a la deriva.
Desde pequeño uno no tiene idea de nada, pero a medida que va creciendo se
va dando cuenta de muchas cosas, se hace preguntas que los inquieta que los
hace dudar de unos mismos. Es la razón de este escrito ayudar a encontrar un
sentido claro y verdadero a nuestra vida.
La pregunta por el sentido de la vida suele ser considerado como la pregunta
más de la filosofía mundana o académica: incluso se llega a definir al hombre
como «el ser capaz de interrogar por el sentido del ser», de su existencia, de su
vida; (Bueno, 1996, pág. 377). A pesar de eso está incógnitas pues nos ayudan
a reflexionar y a meditar. Nos enseñan cómo aprender a escuchar y a
escucharnos y así ir consiguiendo el desarrollo de nuestra interioridad.
No encontraremos nuestros sueños ni nuestro sentido de vida si no entendemos
que la primera acción es hacernos cargo de nosotros mismos. Esto significa que
somos responsables de las consecuencias de nuestros actos y esto es lo que
nos da libertad.
El término sentido tiene diversos “sentidos” por ejemplo “Sentido” es un término
que se utiliza en múltiples acepciones o extensiones. Muchas de ellas no
parecen tener que ver entre sí, salvo una vaga analogía. Conviene separar de
inmediato los usos del término como nombre absoluto (los sentidos externos:
vista, tacto, &c.; y los internos: memoria, imaginación, estimativa, &c.; el sexto
sentido) y los usos en distintos contextos. Sintácticamente pueden prestarse a
confusión, en español, sintagmas tales como «sentido de un texto» y «sentido
de la vista», pero cabe diferenciar semánticamente ambas situaciones de este
modo: en «sentido de la vista», de la vista desempeña el papel de una
especificación de un género nominal (sentido, como órgano receptor) y el de
desempeña la función de genitivo objetivo. Como se observa es una gran
variedad de usos para esta palabra puesto que la fórmula, a la que se acoge la
expresión sentido de la vida, tiene ésta estructura, cuando la analizamos en una
perspectiva ontológica.
El sentido de la vida ¿Cuál es el sentido de la vida? En lo personal es
indispensable saber para donde vamos, para que estamos aquí y para que vivir.
Desde pequeño uno no tiene idea de nada, pero a medida que va creciendo se
va dando cuenta de muchas cosas.se hace preguntas que los inquieta que los
hace dudar de unos mismos. Cuál es el sentido de la vida uno no puede
responderla solo. Será que los obstáculos que nos pone la vida no son
impedimento para realizar nuestro sueños y metas ¿las meta y los sueños serán
el sentido de nuestra vida? No lo sé. “Solo sé que nada se”. Como lo dijo
Sócrates. Me han dicho por ahí que la vida hay que vivirla. Si hay que vivirla pero
con el sentido de la responsabilidad y el respeto por que hay es donde muchas
personas fracasan en sus metas y sueños. Pero para mí el sentido de la vida
nosotros lo hacemos. Uno es el encargado de construirse el futuro. El sentido de
la vida es un enigma que tenemos que resolver aunque este nos llevara toda la
vida. El sentido de la vida lo puedo definir como la motivación que tiene cada uno
dentro por descubrir para que esta acá. Que junto a eso va desarrollando su
forma de ser. su forma de comportarse. Mi sentido de la vida para mí son mis
metas mis sueños gracias a esos sueños y metas tengo claro el sentido de mi
vida aunque se pongan obstáculos yo sé que los puede superar con ayuda de
mi familia que es mi único apoyo en esta vida y con fe. Creo que yo he
encontrado el sentido de la vida creo que es la realización de uno mismo a través
de nuestras Propias decisiones y acciones adecuadas para alcanzar dicha meta.
Muchas veces me han llamado amargado pero yo tengo muy claro cuál es el
sentido de mi vida para que estoy en la tierra. Tengo claro cuál es mi meta que
para mí ese es el sentido de mi vida y yo sé que me estoy esforzando para
alcanzarla y así encontrar la felicidad que quiero alcanzar para poder realizarme
como ser humano. Poder darle el sentido que quiero a la vida que poseo.
Buscando por internet encontré algo que me llamo la atención sobre un hombre
llamado Viktor Frankl él era un neurólogo y psiquiatra austriaco, fundador de la
Logoterapia que dijo la siguiente frase “Lo que verdaderamente importante es
que exista algo que podamos abandonar, algo que podamos dejar tras nosotros
en el mundo, que constituya la realización de nuestro sentido y de nosotros
mismo Antes que llegue ese día en que nuestro tiempo se habrá consumado.”
Platón una vez planteo que el “hombre se hace a uno mismo”. Esto lleva a que
cada ser humano es libre tanto en su forma de actuar como de pensar y que tú
mismo vas forjando y escogiendo los caminos que decides seguir más allá del
pensamiento de personas que a unos le dicen lo contrario. Pero si ya tiene claro
el sentido de su vida solo debe enfocarse en su meta no dejar que nadie lo tire
para abajo tiene que esforzarse al máximo y si lo hace con su esfuerzo y un poco
de ayuda de dios lo va a conseguir. Pero lo más importante es la familia ya que
sin ella sin los valores que le enseñan en casa desde pequeño sin ese amor que
le dan los padres. Gracias a ellos el carácter, la voluntad y los valores que se
forjan. Sin eso no se podría descubrir el sentido de la vida. El sentido de la vida
es creer en que “yo “tengo un significado. ¿Cuál creo que es el sentido de mi
vida? Luego de tanto análisis, quizá en vano, luego de tantos descartes y tantos
acercamientos, creo que mi sentido, lo único que no pude descartar, lo que
mantuve como punto en común en las cosas que descarté, es el compartir para
desenterrar mi significado: dejar en la Tierra, luego de muerto, la esencia de lo
que eras, dejar ese testimonio que permita a alguien algún día entender el alma
que llevabas, haber vivido la vida no sólo para ti, sino sabiendo que para alguien
más eras importante, significabas algo. Puedo yo creer que tengo un significado,
puede otro creer que tengo un significado. Si dos cabezas piensan mejor que
una, si logro hacer que muchas personas crean que tengo un significado, estaré
más cerca de encontrar mi verdadero significado. Aunando mis creencias y las
de los demás estaré (y estaremos) más cerca de encontrarle significado a todo.
Se le quitará la diversión a la vida, pero quedará, obviamente, la vida en sí
misma.. Cuando lo halle, sabré cómo ahondar mejor en mi vida y atacarla desde
la arista más conveniente, completando el sentido, para poder morir y dejar vagar
al alma tranquila, hacia donde vayan las almas humanas y ser feliz. puedo decir
que el sentido de la vida no simplemente es pasar por este mundo a ser un
humano más.es aprender los máximos conocimientos que se pueda y vivir cada
día como si fuera el último pero siempre con responsabilidad y respeto a los
demás. Que la vida siempre tiene sentido y que la persona ante cualquier
circunstancia debe tomar una actitud para lograr la autorrealización. Si somos
capaces de asumir como personas y ver que esa manera de coexistir nos permite
realizarnos no sin dificultades pero como esperamos que sea nuestra vida, si
asumimos nuestro proyecto personal con la responsabilidad y esfuerzo,
lograremos encontrar el sentido de la vida, para alcanzar la felicidad junto a
nuestros seres queridos. Vocabulario: Logoterapia. La logoterapia es una
modalidad de psicoterapia que propone que la voluntad de sentido es una
motivación primaria del ser humano, una dimensión psicológica inexplorada por
paradigmas psicoterapéuticos anteriores, y que la atención clínica a ella es
esencial para la recuperación integral del paciente. Coexistir: Existir una persona
o cosa al mismo tiempo que otra sin perjudicarse entre ellas. Autorrealización:
Tendencia innata a desarrollar al máximo los propios talentos y potenciales, que
contribuyen a obtener un sentimiento de satisfacción hacia uno mismo por parte
del individuo. Ahondar: Examinar un asunto en todos sus aspectos para
conocerlo o entenderlo completamente: ahondar un tema; ahondar en la
cuestión.
Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades
humanas –la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino
para decidir su propio camino.” Viktor Frank”
La pregunta por el sentido de la vida se nos plantea en momentos de dificultad
cuando sufrimos la pérdida de un familiar o cuando nos quedamos sin trabajo
por el contrario cuando todo marcha bien nuestra vida parece tener sentido, un
sentido efímero que se sustenta en fuentes como el amor el trabajo o el futbol.
En un mundo que continuamente nos exige triunfar, la experiencia del fracaso
nos lleva a la frustración y u cuestionamos las leyes, las normas, las
imposiciones de los mayores, etc. todo ello nos lleva a cuestionarnos cuál es el
propósito de nuestra vida en un sentido existencial; naturalmente una mente no
educada, después de mucho pensar diría que el sentido de la vida es vivir, pero
si uno va más allá de lo superficial, en un plano metafísico debe recurrir ala
filosofía. La pregunta por el sentido de la vida ha sido una de las preguntas
principalesen el quehacer filosofico, esta pregunta se puede ormular de di er
entes ormas$ %&u#l es el sentido de la vida' %(caso la vida tiene sentido' ) es
lavida un sinsentido que acaba con la muerte.(l abordar la vida o la existencia se
puede anali*ar desde dos puntos de vista,en un contexto particular +individuo
! en un contexto global +grupo social .El sentido de la vida es -nico para cada
persona. Es uno mismo ! uno soloquien ha de encontrarlo. + i/tor 0ran/l. 1234
dignidad moral que cualquier situaci n di ícil o rece al hombre para suenriqu
ecimiento interior.60inalmente podemos concluir que debemos cambiar
de actitud, dejar depreguntarnos sobre el sentido que tiene la vida, lo que m#s
importa es lo
quela vida espera de nosotros ! superar los problemas con una mentalidadposit
iva.
Mucha gente dice que “todo es por algo”, pero el no saber ese algo me da
todo el derecho de dudar de la veracidad de esta noción e intentar buscar
elsentido planteándolo de otra forma más coherente. Podemos hablar de la
vidacomo un banquete, como un rompecabezas, como un sueño, como un
caminolargo. Entonces, ¿quiénes se sientan en ese banquete?, ¿cómo saber
queestamos sentados en el lugar adecuado?, ¿cómo aunar las piezas
delrompecabezas correctamente y saber que es el rompecabezas correcto?,
¿cómohacer que la vida sea más que
un sueño, algo más “real”?, ¿cómo seguir ese
camino que creemos que ahí está?, ¿adónde nos lleva?
Sergio Piña Arriaga, Historia de occidente 15/NOV/2011
que los infinitos finitos con los que intentamos llenarla no alcanzan para llenar
suinfinidad. Se cae en el riesgo de caer en un vacío existencial aparentemente
sinretorno. Se huye, buscando llenarse como persona, a un hoyo aún más
grande,como una Fuga de un
vacío a otro vacío. Como dijo Albert Camus, “hay un
problema verdaderamente serio con el hombre, y es determinar si vale o no la
pena vivir”.
Estamos hechos de muchas partes que pueden ser llenadas por medio deun
círculo en común. Un círculo cerrado, cuyo tope es la impotencia de dichaparte.
De cierta forma podría decir que son partes finitas.¿Cuál es entonces la parte
infinita que nuestra alma pide que llenemos?Hablaré un poco acerca de mí y de
lo que creo yo que es mi infinito en estemomento, con la inmensa posibilidad de
equivocarme. Mientras yo crea que misentido es el que creo que es, será ese,
pues yo lo invento y defino como estime.Sé que mis aptitudes físicas no sin
infinitas, sé que mis aptitudes intelectualestampoco lo son, ni los conocimientos
del mundo, ni la vida en sí misma, ni lo quete pueda dar tu entorno ni lo que
puedas recibir mundanamente. Tengo que ir másallá de lo terrenal, tengo que
enfocarme en un plano sin cabida a la vida paraentenderla. Como sentido para
mi puedo descartar la estética, pues,sinceramente, mi apariencia no está ligada
de ninguna forma a mi autoestima ni ami calidad como persona.Puedo descartar
el activismo sexual, pues es tan solo una parte animal lasque nos incita a hacer
eso, sin menospreciar el intento de incluirse en algunasociedad, pero sí creyendo
que tal intento es un vacío existencial, visto desde elexterior, claro. Puedo
descartar el voyerismo, pues jamás intentaría buscar unsentido basándome en
la vida de otra persona o en lo que hace otra persona,apoyo la originalidad, el
intelecto.Puedo descartar fácilmente el tener, y los argumentos para esto
estándados en la generalidad de mi introducción. Puedo descartar el hedonismo
porque
si sigo la lógica de que “algo bueno para mí le da sentido a
lo que soy y, ergo, a mi
vida” caeré en la contradicción de entender que “vida” es “lo que soy”.
Puedo descartar el sentido dado por el Carpe Diem, pues estaría viendo lavida
sólo como un conjunto de partes y no como el todo verdadero que es. Puedo
descartar la ciencia, pues, para mí, ni aunque los paradigmas científicos puedan
parecer muy convincentes, nada me asegura que la realidad sea como la ciencia
postula. Creo que realidad existe sólo una, pero no somos capaces de
asegurar cuál de todas las que creemos que son es.
Sergio Piña Arriaga, Historia de occidente 15/NOV/2011
Puedo descartar como sentido también a las religiones y la creencia en unser
superior, porque, al igual que la ciencia, es sólo un paradigma más, del
cuálsiempre dudaré. ¿Qué sentido me puede quedar? ¿La familia? ¿Los
amigos? ¿Eldinero? ¿El amor? ¿Hacer el bien? ¿Ser respetado? ¿Ser insigne?
¿Los hobbies?¿Morir?... Puede que la familia, el amor, los amigos, el dinero o el
respeto lohagan feliz a uno, pero no lo llenan como persona, ¿o sí? ¿Por qué no
me llena eldinero? Porque no es indispensable como todos creen. Si bien todos
tenemos quetener, no lo podemos tener como sentido, pues sería algo como
decir “mi sentido lo da el dinero.
Cuando sea millonario, me llenaré como persona”. Para mi ese argumento
no es válido, porque es evidente que no pasará tal cosa. ¿Por qué no me llena
elrespeto que me puedan brindar los demás? Pues porque no. ¿Qué gracia tiene
ser respetado y acumular mucho respeto si no lo puedes compartir? “Toma,
aquítienes un puñado de respeto que me dieron, cuídalo”.
No creo que una vida queno comparte pueda llenarme. ¿Por qué no me llena
hacer el bien? Yo como ser pensante independiente no creo en el bien (ni en el
mal, aclarando). Para mi elbien y el mal no están en quien los hace, sino en quien
los ve, y punto.Yo puedo robar de una tienda para alimentar a mi familia y mis
hijos loverán como algo bueno, sabiendo incluso que lo robé, teniendo incluso la
capacidad de criterio para saber y comprender el significado de “robar”. ¿Por qué
no me llena ni mi familia ni mis amigos? Son los que me han instruido, los que
mehan formado, los que influyeron en mí para ser lo que soy. Ha compartido
todo loque tengo con ellos, pero no estoy lleno como persona. Creo que eso
basta paradiscernir que ellos no son mi sentido, a pesar de que están muy
ligados y vancomigo por ese camino. ¿Por qué no me da el sentido el amor?
Esta respuesta nola podría responder. El amor es la palabra más subjetiva que
ha inventado elhombre desde sus orígenes. Existe una infinidad de tipos de amor
que no sabríadefinirlo.He sentido amor fraternal, maternal y paternal,
incondicional, sexual,
idealizado y puro, pero quedan muchos más. Queda “sentir amor”. Ese amor a
secas y a capela que no lleva apellido, porque es simplemente amor. No lo
hesentido, y no puedo postular una opinión de sentido basándome en eso, a
pesar de que podría ser efectivamente este mi sentido. Quiero ser médico, pero
mi vidano acabará ahí.Ejerceré como médico y me jubilaré y mi vida no habrá
acabado. Estaré enel lecho de muerte e inclusive así no tendré una vida,
completa, recién salida delhorno del mundo. Luego de muerto habré vivido mi
vida completa. La tendré. Lohabré conseguido. Sólo será mi alma merodeadora
lo que quede, la que analice
Finalmente, cabe agregar que todas las personas necesitan creer en algo para
superar los peores golpes de la vida, necesitan sentir calor humano,
comprensión, ver un futuro fructífero y para eso está la esperanza, que no nos
engaña, simplemente nos da ese empujón necesario, para saber que hay mucho
más por vivir y que el sentido de la vida está por ser encontrado. La libertad es
aunque lo más difícil, algo que nos da fuerza, capacidad de decidir, importancia
y serenidad si es bien empleada dicha libertad. Y la trascendencia, algo que
todos esperamos obtener, no para demostrar superioridad, si no para poder
servir de ejemplo y de guía, para dar aquella esperanza que alguien necesitara
para comenzar a buscarle sentido a su vida, ser la luz intermitente a la que me
refería. En mi opinión, todos buscamos una razón a nuestra vida debido a
acontecimientos que nos marcaron y perdieron del rumbo, pero sé que el deseo
de superarse y ser mejores es el que nos permitirá tener fe, no en las cosas que
podríamos lograr sino en nosotros mismos.
“Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades
humanas –la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino
para decidir su propio camino.” Dice Viktor Frankl, célebre psiquiatra, filósofo y
escritor.
Frankl estuvo tres años en Auschwitz, Dachao y otros dos campos de
concentración, y en su conocido libro dice mucho más que lo que abordará esta
entrada, en la que sólo comentaré su enfoque de la libertad y responsabilidad
personal, dejando otros temas interesantes para más adelante. Dice también el
autor: “El talante con el que un hombre acepta su ineludible destino y todo el
sufrimiento que le acompaña, le ofrece la singular oportunidad –incluso bajo las
circunstancias más adversas- de dotar a su vida de un sentido más
profundo. Esa libertad interior, que nadie nos puede arrebatar, es la que confiere
a la cada existencia una intención y un sentido, y en esa decisión personal reside
la posibilidad de atesorar o rechazar la dignidad moral que cualquier situación
difícil ofrece al hombre para su enriquecimiento interior.”
Cuenta también Frankl que una joven mujer, ante la evidencia de su muerte
cercana en el barracón del campo de concentración le dijo: “Aquel es el único
amigo que me queda en esta soledad”. Y le señaló la rama de un castaño con
dos brotes en flor que se veía desde su cama, por la ventana. “A menudo le hablo
a ese árbol”, le dijo. Frankl, atónito y sin saber cómo encajar sus palabras, le
preguntó con cierta ansiedad: ¿Y le contesta? “¡Sí! Me dice: Estoy aquí, yo soy
la vida, la vida eterna”, respondió ella.
“No importa si no esperamos nada de la vida, sino lo que la vida espera de
nosotros.Necesitamos un cambio radical en nuestra actitud, dejarnos de
interrogar sobre el sentido de la vida y pensar, en cambio, en lo que la existencia
nos reclama continua e incesantemente. En última instancia, vivir
significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a las
cuestiones que la existencia nos plantea a cada uno en cada instante particular.
La unicidad y singularidad que diferencia a cada individuo, confiriendo un sentido
a su existencia, se fundamentan en su trabajo creador y en su capacidad
de amar. Cuando se acepta a una persona como un ser irrepetible,
insustituible, entonces surge en toda su trascendencia la responsabilidad
que el hombre asume ante el sentido de su existencia. Un hombre
consciente de su responsabilidad ante otro ser humano o ante una obra
inconclusa, jamás podrá tirar su vida por la borda: “conoce el porqué de
su existencia y será capaz de soportar casi cualquier cómo.“
A esta característica esencial del hombre, Viktor Frankl la
llamó autotrascendencia de la existencia, formulando: ser hombre implica
dirigirse hacia algo o alguien distinto de uno mismo, bien sea realizar un valor,
alcanzar un sentido o encontrar a otro ser humano.“Cuanto más se olvida uno
de sí mismo –al entregarse a una causa o a una persona amada, más humano
se vuelve y más perfecciona sus capacidades. En otras palabras, la
autorrealización no se logra a la manera de un fin, sino más bien como el fruto
legítimo de la propia transcendencia.”
Sin ninguna duda, el hombre es un ser finito y su libertad limitada. No se trata,
pues, de librarse de los condicionantes -biológicos, psíquicos y sociológicos-,
sino de la libertad para adoptar una postura personal frente a esos
condicionantes. El hombre no se limita a existir, sino que decide cuál será su
existencia, en qué se convertirá en el minuto siguiente.Por esa misma razón,
todo ser humano posee la libertad para cambiar a cada instante. Y la libertad no
es la última palabra. La libertad es la mitad del la verdad, es la cara negativa de
cualquier fenómeno humano, cuya cara positiva es la responsabilidad.
El cuadro que ilustra este texto es una ilustración inspirada en “La Maternidad”,
deOswaldo Guayasamín que personalmente considero un buen ejemplo de
trascendencia, por tres motivos: por la madre volcada en su hijo, por la obra
como expresión artística de su autor y por último, por la capacidad de conmover
y transmitir la emocionalidad con que fue concebido. Como bien declaró el
artista: “No hemos perdido la fe en el hombre, en su capacidad de alzarse y
construir, porque el arte cubre la vida. Es una forma de amar.”