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“ENRICO MARTÍNEZ”

Según algunas fuentes, él era descendiente de españoles; Alexander von


Humboldt, en su Ensayo Político sobre el Reino de la Nueva España afirmó que era
alemán u holandés y en otras fuentes se afirma que era mexicano educado en
España. La duda sobre la nacionalidad de Heinrich Martin no quedó resuelta sino
hasta que el historiador Francisco Fernández del Castilloencontró, en un proceso
inquisitorial, una declaración hecha por el mismo Martin, en la cual menciona que
es alemán.2

A pesar de haber nacido en Hamburgo y de haber practicado


el protestantismo durante su juventud, Martin fue un ferviente católico debido a
los años que vivió en España. Fue esta fe y su conocimiento en distintas lenguas lo
que lo llevaría a servir como intérprete de la Santa Inquisición, en 1599.2

Durante su juventud, Martin viajó por Europa, graduándose en matemáticas y


aprendiendo el oficio de impresor durante su estadía en España.

Heinrich Martin fue autor de una de las primeras obras impresas en la Ciudad de
México a principios del siglo XVII en las que se combinan la astrología y la
medicina. Con el título Repertorio de los Tiempos e Historia Natural de la Nueva
España, su obra principal trata de temas como las descripciones geográficas y
antropológicas de la naturaleza y pobladores de la Nueva España.

En 1589, Martin se embarcó hacia las Indias en la flota que condujo a su protector
el virrey Luis de Velasco, I marqués de Salinas del Río Pisuerga, y a su amigo Juan
Ruiz de Alarcón. Al llegar a la Ciudad de México ya contaba con el título
de Cosmógrafo del Rey. A pesar de que no se conoce la fecha precisa en que
obtuvo este título, es probable que lo obtuviera con el objetivo de viajar más
fácilmente a las colonias.2

Los cosmógrafos reales tenían como función informar al Consejo de Indias acerca
de los viajes, descubrimientos y enfrentamientos llevados a cabo por armadas,
navíos y flotas. Un cosmógrafo del rey también estaba obligado a observar y
averiguar los movimientos de los astros, a tomar las longitudes y latitudes de las
tierras, ciudades, pueblos, ríos y montañas.2

Heinrich Martin españolizó su nombre a Enrico Martínez y fue encomendado por el


virrey Luis de Velasco en 1607 para realizar los trabajos de desagüe de la Cuenca
de México, que se componía de cinco lagos: Zumpango, Texcoco, Xochimilco,
Chalco y Xaltocan. En temporada de lluvias, el lago de Zumpango y otro menor,
San Cristóbal, rebasaban el nivel común de sus aguas, desbordándose sobre el
lago de Texcoco. Éste a su vez incrementaba el nivel de los lagos interiores de la
cuenca, lo que provocó, en años anteriores, grandes inundaciones en la Ciudad
de México.

El virrey Rodrigo Pacheco y Osorio encontró cómo terminar con las inundaciones.
El plan de Enrico Martínez fue probablemente uno de los proyectos más
ambiciosos de la época que consistió en excavar un canal que drenara
definitivamente los lagos de la cuenca hacia el Lago de Zumpango. El trabajo
comenzó el 28 de noviembre de 1607 y terminó en mayo de 1609. A pesar de su
término, la obra, que había sido expuesta a la corrosión y gran cantidad de
filtraciones de agua, se derrumbó, obstruyendo el paso del agua e inundando
nuevamente la ciudad durante el gobierno del sucesor de Velasco, el
arzobispo García Guerra. Preocupado por el peligro de la capital de la Nueva
España, Felipe III, Rey de España, recibió información del virrey García en la que
se cuestionaba el trabajo, costo y funcionalidad de la obra de Martínez, quien
también escribió al rey para contradecir los cuestionamientos del virrey.

El sucesor de García, Don Diego Fernández de Córdoba, I marqués de


Guadalcázar (1612–21), fue enviado por Felipe III con la comisión especial de
resolver el problema de las inundaciones en la Ciudad de México. Del mismo
modo se nombró a Íñigo Contreras embajador de España y se le envió a la corte
francesa a buscar un ingeniero capaz de hacer las obras de desagüe.

Se eligió al ingeniero flamenco Adrian Boot, que llegó a México en 1614. Por
órdenes del virrey, Boot y Martínez, junto con el auditor Otalora visitaron las obras,
elaborando cada uno un registro sobre las mismas y las posibles soluciones que
encontraban al problema. Boot afirmó en su registro que las obras de Martínez
eran insuficientes y que podía arreglarlas haciendo un nuevo trabajo que costaría
más que las obras originales. Martínez ofreció un plan para concluir el proyecto en
el que necesitaría 100 hombres y menos de la cantidad económica solicitada por
Boot.

En 1629 se registró una gran Inundación en la Ciudad de México, que comenzó el


21 de septiembre con una fuerte lluvia, que llamaron “el diluvio de San Mateo” y
que se prolongó aproximadamente 40 horas. Se derrumbó el tajo de Nochistongo,
dejando a la ciudad bajo dos metros de agua, lo que duró cinco años, hasta
1634. Los consejos de Martínez fueron ineficaces, pero el virrey Rodrigo Pacheco y
Osorio, III marqués de Cerralbo, encontró la solución.

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