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KINAM

ejercicios prehispánicos de autoentrenamiento


INTRODUCCIÓN

Probablemente, no existe un pueblo en el mundo que no haya tenido alguna forma de cultivar el
cuerpo, ya sea mediante artes marciales, danzas o posturas estáticas. El más conocido de esos
sistemas es el Yoga.

Generalmente, relacionamos el Yoga con la India pero, en verdad, forma parte de una propuesta
cultural más amplia. Como afirma un autor, “El Yoga ha existido en todas las grandes culturas,
con otro nombre y hasta con técnicas diferentes, pero con el mismo sentido: desarrollar las
facultades del ser humano. Así que, tanto en la antigua América como en Europa, ha existido
esta disciplina" (José Marcelli, La experiencia del Yoga, tomado de Yoga Mesoamericano, por
Manuel López Fierro).

La posibilidad de que en México hayan existido disciplinas similares al Yoga aumenta, si tenemos en cuenta que, tal
como observa Víctor sánchez, las creencias de los mesoamericanos eran sumamente prácticas: “Es conveniente notar que, tanto para los
toltecas de la antigüedad como para los sobrevivientes de hoy en día, la religión no era un conjunto de pautas de conducta predeterminadas,
dogmas o la proyección de la importancia personal, sino una serie de prácticas que tenían como objetivo mantener al hombre en contacto
con el Espíritu” (Toltecas del Nuevo Milenio).

El carácter práctico de aquella cultura se manifestaba en todas las esferas de la vida, desde lo espiritual hasta lo físico. Notemos, por
ejemplo, la siguiente expresión de un libro sagrado maya, donde se coloca en el mismo nivel de importancia la devoción y la manera de
disponer el cuerpo: “Había en ellos sabiduría, no conocían pecado, tenían santa devoción, vivían saludables, sin enfermedades ni dolor.
Recto, erguido iba su cuerpo” (Chilam Balam de Chumayel).

El cuerpo físico no era visto como algo profano, sino como un aspecto de la conciencia. Por lo
tanto, en lugar de ser rechazado o rodeado de tabúes - tal como ocurrió en otras culturas -,
formaba parte integral de la Cosmovisión o interpretación del mundo. “Las concepciones
(mesoamericanas) relativas al cuerpo humano formaban parte de un sistema ideológico que ...
se integraba a otros para formar una cosmovisión” (López Austin, Cuerpo humano e ideología).

La importancia concedida al cuerpo se tradujo en un código de gestos manuales y posturas


corporales; estas últimas recibían en nahuatl el nombre genérico de Moyektilia, la forma
correcta (de colocarnos). Aparecen en los códices, vasijas, figurillas y relieves de Anawak con
detalles técnicos tan específicos, que cualquier practicante de Yoga los reconocería. "No
sabemos con certeza 'científica' cómo se llamaban en Mesoamérica los ejercicios energéticos,
como el Qigong chino y el Yoga hindú, sin embargo, las esculturas ... nos sugieren que sí se
practicaron desde mucho antes que los toltecas o los mayas aparecieran" (Eutimio Sosa Baxal
Kinan'lil, http://baxalkinanlil.blogspot.com).

Este asunto ha recibido muy poca atención de los investigadores, quienes desperdician así una gran fuente de información sobre el pasado.
Una autora se queja: “A pesar de que he encontrado numerosas posturas de Yoga en esculturas de origen prehispánico, durante mi
investigación en los archivos del Instituto de Antropología no encontré ninguna referencia al respecto. Las figuras son descritas como
danzantes, contorsionistas y chamanes, y sus prácticas, que un estudiante identificaría claramente como prácticas de Yoga, son
generalmente mencionadas como ‘procedimientos médicos'” (Herta Rogg, Yoga and prehispanic culture of Mesoamerica, Yoga Rahasya no.
1, 2003).

Al observar el parecido entre los códigos gestuales de Mesoamérica y la India, Samuel Martí sugiere que algunos practicantes de Yoga
visitaron América a través del Pacífico: “La similitud de ciertas posiciones o ademanes de las manos de las deidades y danzantes mayas con
sus colegas de la India, nos precipita en uno de los problemas de la antropología americana: las posibles relaciones prehistóricas entre
América y Asia” (Samuel Martí, Mudra, manos simbólicas en Asia y América).

Sin embargo, la aparición de posturas y gestos simbólicos en el arte olmeca, al menos mil años antes del desarrollo del Yoga en la India,
descarta esa posibilidad. Lo más probable es que los nómadas que descubrieron América hace más de diez milenios, ya portaran con ellos
los rudimentos de lo que más tarde serían los sistemas hindú y mesoamericano de ejercitación y expresión física.

En años recientes, han surgido diversos intentos por redescubrir las prácticas mesoamericana, tales como el Xilam de Marisela Ugalde, el
Yoga Mesoamericano de López Fierro, el Llankakuna o Yoga Americano, el Ollin Cuepa, etcétera. Sin dudas, el más conocido de estos
sistemas es la Tensegridad de Carlos Castaneda; su autor afirma que se inspiró, al menos en parte, en el acervo arqueológico de México: "El
cuerpo humano nos puede llevar en viajes que desafían toda explicación; en México aún quedan piezas que hablan de esos viajes ... Los
brujos y brujas que vivieron en el México antiguo practicaron series de movimientos con el fin de almacenar energía. Tales movimientos no
fueron inventados por ellos, sino que los descubrieron en sus prácticas de ensueño" (Carlos Castaneda, conferencia en México y entrevista
con Bruce Wagner).

El sistema Kinam surge en 1999 a partir de las investigaciones de Frank Díaz sobre las posturas rituales de México. Aunque también maneja
categorías de ejercicios dinámicos, su énfasis principal se centra en las posturas estáticas, ya que estas nos preparan para la prácticas de la
meditación. Tales posturas tienen efectos beneficiosos para nuestro cuerpo físico cuando las practicamos estando despiertos. Sin embargo,
el propósito del sistema es que aprendamos a practicarlas cuando soñamos, porque entonces se transforman en llaves detonadoras de
estados superiores de conciencia.

El nombre "Kinam" fue propuesto en el 2001 por Frank Díaz y Víctor Sánchez. Procede del
verbo nahuatl Kinamiktia, aplicar una fuerza para conseguir el equilibrio, y forma el gentilicio
"kinames", equilibrados, que se aplicaban a sí mismos los antiguos practicantes de México,
según afirma un códice mexica: "Los toltecas se llamaban Quinames ... y su saludo era 'que no
te caigas sobre la tierra'" (Anales de Cuauhtitlan, p. 13). El 26 de Octubre del 2004 el término
Kinam® se registró ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial.

En el 2001, el instructor Julio Diana Da Silva le aplicó al sistema el diseño de la cosmogonía de


Anahuac, basada en el calendario tolteca; otros instructores que han contribuido a su
desarrollo son Alejandro Aguilar y Fabiola Ocón. El 2 de agosto del 2007, los instructores de
Kinam se integraron en la asociación cultural Calpulis de Anahuac, A. C. El 25 de Octubre del
2008, el sistema se afilió a la Alianza Mexicana de Yoga, con facultad para formar instructores
(para más detalle, de clic en la imagen).

KINAM
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LOS SIETE PASOS DEL KINAM

El propósito del sistema de autoentrenamiento Kinam es producir equilibrio integral. Para ello, no basta con hacer ejercicios físicos, también
es preciso higienizar y entrenar la mente, las emociones y la energía vital. Es por eso que el sistema Kinam se estructura en siete pasos, cuyo
propósito es conducir gradualmente al practicante a niveles superiores de conocimiento, práctica y compromiso. Cada paso favorece la
realización del siguiente, por lo cual recomendamos ejecutarlos en este orden:

1. Toltekayotl, toltequidad

A fin de apreciar correctamente las técnicas y ejercicios de Kinam, es apropiado entrar en contacto con la
propuesta cultural de los antiguos mexicanos. Entre las materias que se recomienda estudiar a los kinames, están
el calendario mesoamericano, la historia de Anahuac, la teología tolteca (es decir, las enseñanzas de la Serpiente
Emplumada), así como rudimentos de la lengua nahuatl. Los instructores del sistema Kinam están preparados
para impartir tal enseñanza. Para más información sobre la Toltequidad, haga clic en la imagen.

2. Nawatilli, compromiso

Junto con el cultivo del intelecto, viene el del carácter. Las técnicas de Kinam sólo pueden rendir todos sus frutos cuando el practicante se
compromete internamente con los principios de la Toltequidad. Estos quedaron recogidos en un libro tradicional llamado "Antiguas
Palabras" y son muy sencillos: Amar a lo divino, tener paz con todos los seres y no perder el tiempo. Aclaremos que, para los
mesoamericanos, lo "divino" era la energía, así que amar lo divino significa, ante todo, ahorrar la energía y no disiparla en tonterías.

3. Teochiwa, divinización

El tercer paso es consecuencia natural de los dos anteriores. Una vez que sabemos y nos comprometemos, lo siguiente es comenzar a
limpiarnos externa e internamente. Puesto que lo "divino" es la energía, el ejercicio de divinizarnos consiste en recuperar nuestra energía
vital a través de tres técnicas principales:
1. Reordenar nuestra vida, es decir, aprender a vivir de una manera sobria y con objetivo.
2. Recapitular todos los eventos en los que hemos participado. Un verdadero practicante de Kinam rememora sus acciones antes de irse a
dormir, y rememora sus sueños en cuanto despierta. Eso lo mantiene en forma.
3. Ir tomando poco a poco el control de nuestros sueños, así como de todos los estados de subconciencia.

4. Chipawa, purificación

La purificación tolteca consiste en higienizar nuestros vehículos de conciencia y activar nuestros centros energéticos
o perceptuales. Los vehículos son cinco: Tonakayotl, el cuerpo físico, I'iotl, el campo energético, Matiotl, el campo
mental, Ollinyotl, el campo emocional, y Nawalli, el doble, un vehículo especial de trascendencia. Los centros
perceptuales son siete: Kolotl, escorpión, Iwitl, plumón, Pantli, bandera, Shochitl, flor, Topilli, cetro, Chalchiwitl,
gema, Tekpatl, cuchillo de pedernal. Entre las técnicas para higienizar los vehículos y activar los centros se encuentra
I'imati, el control de la respiración, así como la terapia de las polaridades.

5. Teomania, meditación

Los pasos anteriores son una preparación para este. La meditación era una práctica esencial en el México antiguo, como testimoniaron
diversos cronistas y quedó reflejado en el arte. Su objeto era producir Teowatia, éxtasis, un estado de conciencia en el cual se funden todas
las diferencias y la persona percibe directamente la naturaleza divina de la cual procedemos. La meditación tolteca tiene cuatro pasos:
Momana, preparación, Senmati, concentración, Teomanía, entrega divina o meditación silente, y Teowatia, éxtasis.

6. Nawallotl, nagualismo

Este paso consiste en el trabajo chamánico con la energía; su objeto es encontrar Shoshou'ki, la libertad. Se compone de prácticas como la
recapitulación y el ensueño avanzados, el manejo de la sexualidad y el acecho o manipulación del ambiente social. Este es un paso complejo,
ya que conmueve todas nuestras certidumbres y creencias; por ello, el practicante debe emprenderlo una vez que haya higienizado sus
centros perceptuales y tenga un buen dominio de la meditación.

7. Yekoatl, ejercicios físicos

Este paso es un complemento de los anteriores, por lo cual se debe practicar desde el primer momento. En La plástica y las lenguas del
México antiguo quedaron reflejadas muchas posturas, movimientos y gestos simbólicos que dan fe de la existencia de diversas técnicas de
autoentrenamiento. Los ejercicios incluidos en el sistema Kinam están diseñados para armonizar el cuerpo físico, proporcionando equilibrio,
elasticidad y fuerza. Al mismo tiempo, enseñan al practicante a permanecer estático para que su mente pueda despegarse de los
imperativos físicos. El entrenamiento físico incluye también otros tipos de ejercicios, tales como:

 Las series de posturas dinámicas.


 Las respiraciones rítmicas del I'imati, arte de respirar.
 Los Machiomana o gestos manuales simbólicos.
 Los gestos del Ishtlamati, lenguaje facial.
 Los pasos del Yayaotl, arte marcial mexica.
 Los pasos del Mitotl o danza mesoamericana (no las danzas actuales de los grupos de la tradición,
sino las originales, tal como quedaron descritas en las fuentes).

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EL DISEÑO COSMOGÓNICO

La Toltequidad se define como un estado de armonización de los símbolos e ideas. Por ello, los antiguos mexicanos procuraban integrar
todos los aspectos de su cultura (deidades, ritos, calendario, mitos, historia) en el esquema general del simbolismo cosmogónico. Siguiendo
ese precedente, los ejercicios físicos de Kinam se orientan en el tiempo y espacio, lo cual permite entender mejor su relación con nuestros
vehículos de conciencia, su significado y sus efectos sobre el cuerpo y la mente.

Distribución espacial
OESTE NORTE
Posturas acostadas Posturas agachadas
ensoñadoras o de acecho

ABAJO
Posturas acostadas ARRIBA
compresoras Posturas cuadrúmanas
de equilibrio

SUR
Posturas de pie ESTE
o energetizantes Posturas sentadas
o meditativas

CENTRO
Posturas invertidas o transmutadoras

Distribución temporal
POSTURAS DE LA TRECENA POSTURAS DE LA VEINTENA Itskuintli, perro - La Greca
Osomatl, mono - El Chacmol
Se, uno - El Arquero Sipaktli, dragón - El Atado Malinalli, hierba torcida - El Tullido
Ome, dos - La Tortuga E’ekatl, viento - El Saludo Akatl, caña - El Loto
Yei, tres - La Mecedora Kalli, casa - El Pez Oselotl, ocelote - El Pelotero
Nawi, cuatro - La Vela Kuetspalin, lagartija - El Abanderado Kuau’tli, águila - El Capullo
Macuilli, cinco - La llama Koatl, serpiente - La Mariposa Koskakuau’tli, buitre - El Cargador
Chikuase, seis - El mosquito Mikistli, muerte - El Guerrero Ollin, movimiento - El Luchador
Chikome, siete - La Columna Masatl, venado - El Cadáver Tekpatl, cuchillo de pedernal - La Rana
Chikuei, ocho - El Árbol Tochtli, conejo - El Monstruo Kiawitl, lluvia - El Soñador
Chiknawi, nueve - El Acróbata Atl, agua - El Devoto Shochitl, flor - El Defensor
Ma'tlaktli, diez - El Venado
Ma'tlaktlionse, once - El Ocelote
Ma'tlaktliomome, doce - El Águila
Ma'tlaktliomei, trece - El Puente

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LAS POSTURAS DEL SUR

Nombre del rumbo: Witstlampa, rumbo de las espinas


Nombre de las posturas: Ketsa, de pie
Se caracterizan por que el peso del cuerpo descansa sobre los pies y el torso no se flexiona. Son muy marciales, buscan la verticalidad física y
de carácter. Debido a que el cuerpo se coloca a modo de antena, sirven para cargarnos de Tonal, energía solar positiva, lo cual nos da
capacidad de acción, decisión y resistencia. Su efecto principal es que agudizan el sentido del equilibrio. Por lo general, los practicantes de
Kinam comienzan con estas posturas para cargarse de energía.

El Abanderado
Nombre popular: Panti, el abanderado
Intento: Nikmana noyollotl nikuilli notona, ofrendo mi corazón y concentro mi energía

"Lo que se conoce como 'atlantes' son el nagual, son mujeres ensoñadoras. Representan el orden de la segunda atención que ha sido traído
a la superficie. Son criaturas de guerra, pero no de destrucción." (Carlos Castaneda, El Don del Águila)

Esta postura suele aparecer en estatuas que portaban banderas (de ahí su nombre) o sostenían los techos de los templos. En su forma más
depurada, consiste en pararse recto, con los pies juntos y las manos a los lados del cuerpo, colocando la mirada unos 10 o 20 grados sobre el
horizonte, a fin de "saturar el tonal".

A partir de esta postura básica se puede desarrollar el "saludo de Anahuac", que consiste en llevar el puño izquierdo a la cadera, en gesto de
"concentro mi energía", y elevar el derecho al corazón, indicando que "ofrendo mi corazón o buenos deseos". Es un saludo impersonal,
apropiado para recibir las insignias patrias o los símbolos de la Toltequidad, pero no para saludar a otras personas.

Una variante de esta postura, llamada en antropología "nilótica"; consiste en recoger un pie y apoyarlo en el tobillo, pierna, rodilla o muslo
de la pierna contraria. El pie recogido se puede sostener con la mano. Esto nos da descanso y nos ayuda a desarrollar el sentido del
equilibrio.

El Monstruo
Nombre popular: Sholotl, el monstruo
Intento: Ninopatska nonakatl nishoshou’ki noyol, exprimo mi cuerpo y libero mi alma.

Las posturas retorcidas son comunes en el arte mesoamericano. Se asocian con Sholotl, el monstruo, la personificación del nagual. Expresan
la idea de la síntesis de los elementos, representados por las cuatro extremidades.

Esta postura de Sholotl consiste en que nos paremos rectos, cerramos los puños y los elevamos a la altura del pecho, el izquierdo por detrás
y el derecho por delante del torso. Tomamos una honda respiración y, mientras exhalamos, nos volvemos a la izquierda, manteniendo la
torsión en vacío por tanto tiempo como podamos. Luego repetimos , pero cambiando la posición de los brazos y volviéndonos a la derecha.

Podemos aumentar el impacto de la postura, torciendo las piernas como se ve en la imagen, o pegando una rodilla al suelo. Esto ejerce un
mayor efecto de masaje sobre los órganos abdominales y la base de la columna vertebral.

El Tullido
Nombre popular: Wilani, el tullido
Intento: Nikpetlawa tilmantli in tlakayotl, me quito las vestiduras de mi ser humano

Esta otra postura de Sholotl aparece desde muy antiguo en el arte olmeca. Representa a un devoto con aspecto de niño-ocelote, que ofrece
sus energías a la Divinidad. Su forma básica consiste en pararnos con las puntas de los pies unidas y los talones separados, y encoger las
piernas hasta que el peso del cuerpo descansa en las rodillas. Los brazos se retraen a los lados del cuerpo y las manos se tuercen hacia
abajo, con los dedos recogidos en forma de pico de pato.

Una variante consiste en colocar las manos torcidas en los hombros y, con un movimiento rápido, abrir y cerrar los brazos al compás de la
respiración, a fin de ejercer un efecto de fuelle sobre los pulmones. Para contraer más aún la cavidad torácica, los brazos se pueden cruzar
sobre el pecho de modo que los puños toquen los hombros contrarios.

El Cargador
Nombre popular: Tameme, el cargador
Intento: Ninetechtlalia nishimati in Semanawak teyollotl, alineo mi conciencia con el intento universal

Esta es otra postura favorita de la plástica mesoamericana. Consiste en personas que extienden los brazos hacia arriba para "cargar" ya sea
un altar o techo de templo, o bien un ciclo de tiempo, un rumbo cardinal, etcétera.

En su forma más simple, esta postura consiste en pararse de pie con los pies juntos. Las manos se comban a la altura de las caderas, como si
estuviéramos cargando algo. Tomamos una respiración honda y, a medida que exhalamos, las subimos hasta que quedan a la altura de la
coronilla, con las palmas hacia arriba y extendidas hacia atrás. Ahí retenemos en vacío tanto rato como sea posible.

Una variante de más impacto consiste en estirar las manos a modo de antena sobre la cabeza, uniendo las palmas con los dedos hacia
arriba, y ponernos en puntillas de pie. Este gesto nos convierte en un canal entre el Cielo y la Tierra.

El Defensor
Nombre popular: Mapatlani, defensor
Intento: Nitlamana yaochiwa satepan yaoyotl, me dispongo a pelear mi última batalla

En las artes marciales a esta postura se le suele llamar "el caballo". Consiste en disponer al cuerpo de tal modo, que pueda resistir una
embestida, y al mismo tiempo tenga la flexibilidad como para dar un salto o asestar un golpe.

Tiene tres grados. En el primero, nos paramos con los pies a la distancia de los hombros, llevamos los puños a las caderas y flexionamos
levemente las rodillas. La atención se concentra en el ombligo y la mirada va recto al frente. Permanecemos así por cuatro o cinco
respiraciones.

En el segundo grado, los pies se abren un poco más y las rodillas se flexionan visiblemente. Los puños suben de las caderas a la cintura y los
codos apuntan hacia atrás. El tercer grado consiste en descender aún más, hasta que las piernas forman ángulo recto, llevando los puños
casi hasta las axilas.

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LAS POSTURAS DEL ESTE

Nombre del rumbo: Tlawistlampla, rumbo de la iluminación


Nombre de las posturas: Semka, estables o sentadas
Son sedentes y se prestan para la práctica meditativa. Aparecen con frecuencia en el arte mesoamericano, pues eran de uso cotidiano (en
Anawak casi no se usaban las sillas). Su principal efecto es que, al aplicar presión sobre las glándulas de secreción interna, provocan la
reactivación del torrente hormonal, recuperando para nuestra salud un espacio de vida que quedó atrofiado desde que éramos niños.

El Loto
Nombre popular: Ashochitl, loto
Intento: Niwetski in nekawalis kuikatl, me deleito con la música del silencio interior

“Busca el gozo del Supremo. Baja tu cabeza, flexiona tus rodillas, adopta una postura atenta, acostumbra tus piernas. Resbala, deslízate
suavemente hacia Nuestro Señor.” (Olmos, Huehuetlahtolli)

Esta es la postura idónea para meditar. Es la que más se representa en las fuentes mesoamericanas. Tiene tres variantes: en la primera,
cruzamos las piernas de un modo simple, cuidando que la espalda quede bien recta. Fijamos los ojos en un punto a dos o tres metros
delante de nosotros, los entrecerramos y meditamos serenamente.

En la segunda variante, una pierna se cruza sobre la otra, de modo que el pie correspondiente descanse sobre el muslo opuesto. Esto ayuda
a que la espalda esté recta. La tercera variante es más difícil, pues consiste en cruzar ambas piernas de modo que ambos pies descansen
sobre los muslos opuestos, tal como vemos en las imágenes de la derecha. Tiene un notable efecto sobre el estado de la mente.

El Atado
Nombre popular: Ipilli, el atado
Intento: Nisentetl senkol ishtik nitik ka, soy uno con todo y todo está en mi

La variante mas conocida del Atado pertenece a una estatua de Shochipilli, príncipe de las flores, la deidad de la iluminación. Lo cual indica
que, como todas las de este rumbo, es una postura meditativa. Consiste en sentarnos con la espalda recta (podemos reclinarnos a la pared),
y recoger las piernas delante de nosotros, cruzándolas y colocando las manos sobre las rodillas o tomándolas frente a las piernas. Los ojos se
entrecierran para meditar.

Una variante más intensa consiste en no cruzar las piernas, sino recogerlas en paralelo frente al cuerpo, atándolas con los brazos. Esto
ejerce un fuerte masaje sobre los órganos ventrales, principalmente sobre las glándulas suprarrenales.
La Mariposa
Nombre popular: Papalotl, mariposa
Intento: Nikkaki patlani in kustikpapalotl, escucho el aletear de la mariposa

La mariposa debe su nombre a que las piernas realizan un movimiento parecido al de las alas de una mariposa. Su objeto es flexibilizar al
máximo las coyunturas de las caderas. Consiste en que nos sentamos con la espalda recta (podemos reclinarnos en la pared), unimos los
pies y bajamos las rodillas hasta tocar el suelo. Se vale hacer fuerza con los brazos. Una vez que las rodillas están tan abajo como sea
posible, nos tomamos los pies y plegamos los codos, para "atar" la postura.

Una variante de mayor efecto sobre los órganos del vientre, consiste en echarnos hacia delante hasta que la cabeza toque el suelo, con los
brazos adelante. Una vez que se normalice la meditación, meditamos por tanto rato como queramos.

El Devoto
Nombre popular: Teomani, devoto
Intento: Newatl te tewatl ne, yo soy tú y tú eres yo

En el México antiguo había dos maneras habituales de sentarse en el suelo: los hombres solían cruzar las piernas, mientras que las mujeres
preferían esta postura, que consiste en plegar las piernas bajo el cuerpo. Las puntas de los pies se pueden extender hacia atrás o hacia
delante. Las rodillas pueden estar juntas, o un poco entreabiertas. Es una postura meditativa que podemos extender por tanto tiempo como
queramos. Para aumentar su impacto, podemos echarnos hacia adelante, hasta que la frente toca el suelo.
El Luchador
Nombre popular: Maistlakoani, luchador
Intento: Senkisa nokokoa senteka nosialis, concentro mis energías y ordeno mi voluntad

"En el Museo de Antropología de la ciudad de México hay una pieza que se llama 'el luchador'. Es la pieza con más Chi (energía) de todas
cuantas conozco. Está en una posición bruja, una posición de ensueño. Es así como te renuevas, como te llega la energía interna." (Carlos
Castaneda, conferencia de México).

El propósito de esta postura es doble: flexibilizar las coyunturas de las piernas y de la base de la columna vertebral. Su forma básica consiste
en que nos sentamos en el suelo con la espalda recta, y doblamos una pierna a un lado. Luego, cerramos los puños sobre el pecho y
torcemos el torso hacia la pierna que está flexionada al lado, manteniendo tal postura por unas cuantas respiraciones. Luego cambiamos la
posición de las piernas y nos volvemos hacia el otro lado.

En una fase más intensa, abrimos ambas piernas a los lados, estirando los brazos adelante y tomándonos las manos. Una vez estabilizados,
cerramos los puños sobre el pecho y nos movemos alternativamente a izquierda y derecha, al compás de la respiración.

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LAS POSTURAS DEL NORTE

Nombre del rumbo: Miktlampla, rumbo de los muertos


Nombre de las posturas: Mopachi, agachadas.
En ellas apoyamos el cuerpo sobre una o ambas piernas sin pegar los glúteos al suelo, lo cual nos permite incorporarnos rápidamente. Por
tal virtud, en Anahuac se relacionaban con actividades tales como la guerra, los deportes, el trabajo y los saludos. No son posturas
meditativas, pues inducen a un estado de alerta útil para disipar el sueño.

El Pelotero
Nombre popular: Ollami, el pelotero
Intento: Nisea tapanawilli in nenyayaotlalilistli, me preparo para triunfar en el juego de la existencia

Esta postura era el saludo de los jugadores de pelota mesoamericanos. Consiste en disponer el cuerpo para un saque de caderas o codos.
Colocamos la rodilla izquierda en el suelo, cuidando que muslos y piernas de ambas piernas formen escuadra. El pie derecho y la rodilla
izquierda deben estar en línea recta. Estiramos el brazo derecho a un lado, con la palma de la mano hacia arriba, y llevamos la mano
izquierda al hombro derecho en atadura. Luego,nos volvemos hacia la izquierda, manteniendo las caderas hacia el frente,torcemos la mano
extendida hacia abajo tanto como sea posible, empinamos un poco la cadera izquierda y mantenemosla postura durante varias
respiraciones. Luego repetimos los movimientos hacia el otro lado. Podemos acentuar el ejercicio, doblando la pierna que se estira hacia
atrás hasta que quede en el mismo plano que el cuerpo, como vemos en la imagen del disco maya, de modo que ambos pies se toquen.

El Saludo
Nombre popular: Tlapalti, saludo
Intento: Nikmana nosealis in sesenme, ofrendo mis buenos deseos a todos los seres

El saludo de respeto que se hacían los mesoamericanos se llamaba Tlalkua, comer tierra, pues expresaba la idea de “beso la tierra la tierra
delante de usted”. Es la segunda postura más representada en los códices y relieves. Consiste en apoyar una rodilla en el suelo e inclinar el
torso, de modo que una o ambas manos se depositan en la tierra. La mirada se concentra en el suelo, un metro adelante, y el ánimo es de
serenidad y espera.

Esta postura se puede combinar con diversos gestos de manos como, por ejemplo, la "atadura" del hombro, que acentúa la idea de
reverencia, o bien extendiendo ambos brazos al frente con las manos abiertas, la derecha apuntando hacia el ciuelo y la izquierda a la tierra.

El Guerrero
Nombre popular: Yaokiske, el guerrero
Intento: Nisenkawa notona nitsakua inishokokolistli, concentro mi poder y bloqueo las fuerzas negativas

En las campaña militares de Anawak, los guerreros no se sentaban directamente sobre el suelo, sino sobre un talón ya que, al hacer palanca
con la pierna, podían saltar con facilidad. Este es también el modo correcto de sentarse frente a un instructor nagual o al estar en un lugar
desconocido.

Es una postura simple, consiste en sentarse sobre un talón, haciendo escudo con la pierna contraria delante del cuerpo. Los brazos se
enlazan en la rodilla alzada, para aumentar la sensación de seguridad. Los ojos se colocan al frente con mirada periférica. Luego se repite
con el otro lado. En una variante más intensa, no nos sentamos directamente sobre el talón, sino que sacamos el pie a un lado del cuerpo,
de modo que los glúteos están en el vacío. Esto trabaja sobre la elasticidad de las piernas.
La Greca
Nombre popular: Shikalkoliu’ki, greca escalonada
Intento: Senketsa ninotlakati, permanentemente renazco de mi mismo

Esta postura es universal. En Anahuac se combinaba con gestos tales como cruzar una pierna o un brazo por detrás del cuerpo. El presente
ejercicio se llama "la greca escalonada" porque el cuerpo adopta la forma de esta típica figura indoamericana.

Nos hincamos sobre las rodillas. Las manos se unen o cruzan sobre el pecho en gesto de oración. Nos concentramos durante algunas
respiraciones. Luego nos tomamos las manos sobre los glúteos y nos inclinamos lentamente, hasta tocar el suelo con la coronilla. Por último,
levantamos los brazos tanto como sea posible.

Una variante más compleja consiste en echarnos hacia atrás, a partir de la postura básica, hasta tocar el suelo con la coronilla por detrás,
como vemos en las imágenes. Para mantener el equilibrio, los brazos pueden estirarse hacia delante con las manos apretadas en puño.

La Rana
Nombre popular: Kueyatl, la rana
Intento: Ninomaka Tonantsin Tlalli sealistli, me fundo en el seno de la Madre Tierra

En los monumentos, esta postura está asociada con las imágenes de Tlalteku’tli, la Madre Tierra, ya que representa el acto de parir.
Presentaremos dos variante. En la primera, nos paramos en atención con las piernas separadas a la distancia de un paso. Tomamos aire y
levantamos los puños la altura del rostro. A medida que exhalamos, flexionamos las rodillas hasta quedar agachados, y bajamos los brazos
hasta colocar las manos sobre las rodillas. Permanecemos así por varias respiraciones.

La segunda variante consiste en inclinar el torso hasta que las manos tocan el suelo por el lado de afuera de los pies. A continuación,
flexionamos las piernas y bajamos el torso hasta quedar en cuclillas, sin despegar en ningún momento las manos del suelo.

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LAS POSTURAS DEL OESTE

Nombre del rumbo: Siwatlampa, rumbo femenino


Nombre de las posturas: Teka, acostado
Se relacionan con el sueño. Su característica es que el cuerpo descansa sobre el torso, entrando en contacto con la tierra. Son, por lo tanto,
posturas terrestres, femeninas, acariciantes y protectoras, que nos cargan de Nawal, energía lunar negativa, útil para calmar el ánimo,
disipar el estrés y relajar el organismo tras de un día de trabajo. En las sesiones de Kinam se usan como descanso. También se pueden
practicar antes de dormir, a fin de propiciar el ensueño.

El Chacmol
Nombre popular: Chacmol
Intento: Nikuau’shikalli atlachinolli, soy el vaso del agua quemada

"Don Juan explicó que las gigantescas figuras reclinadas llamadas 'chacmoles',
encontradas en las pirámides de México, eran la representación de guardianes.
Dijo que la expresión vacía de sus ojos y caras era debido al hecho de que se
trataba de guardianes de ensueño." (Carlos Castaneda, entrevista con Bruce
Wagner)

El Chacmol es la más conocida postura del arte mesoamericano. Simboliza la unión del cielo y el inframundo, representados por la mariposa
solar en su pecho y la banda de estrellas en su frente. En su forma básica, nos tendemos en el suelo bien estirados y nos recogemos las
piernas con las manos, hasta que los pies toquen los glúteos, manteniendo las rodillas unidas. Luego estiramos el torso y lo apuntalamos con
los codos. Finalmente, colocamos las manos en torno al ombligo, formando una vasija llamada Kuau'shikalli, vaso del águila o la energía.

Sobre esta postura podemos incorporar dos tipos de movimiento. El primero consiste en volver alternativamente la cabeza a izquierda y
derecha, al compás de la respiración. Esto se llama "respiración de barredera" y tiene efectos en la psiquis. El segundo movimiento consiste
en echar las piernas hacia un lado y otro, sin separar las rodillas, lo cual masajea activamente los órganos internos.

El Pez
Nombre popular: Michin, el pez
Intento: Se michin notona polaki teoatl, mi espíritu es un pez que nada en lo profundo

Esta postura aparece relacionada con prisioneros de guerra, pues representa la vuelta a la tierra. Su principal efecto es que estira la columna
vertebral. Su grado más simple consiste en acostarnos sobre el suelo boca abajo. Colocamos las manos bajo los hombros y elevamos cabeza
y torso tanto como sea posible, pero sin despegar el vientre del suelo. Una variante más intensa consiste en tomarnos las manos a la
espalda, extendiendo los codos a ambos lados, y levantar la cabeza y el pecho.

También podemos aprovechar esta postura para flexibilizar las coyunturas de la cadera. Para ello, nos sentamos y hacemos la postura de la
mariposa, uniendo las plantas de los pies delante del cuerpo y bajando las rodillas. Luego apoyamos los puños en el suelo y nos inclinamos
adelante hasta quedar acostados. Finalmente, colocamos las manos sobre la espalda.

El Cadáver
Nombre popular: Mikto, el cadáver
Intento: Ninomakawa nenemi in Semanawak o’tli, permito que mi conciencia se expanda por el Universo

Esta postura tiene el propósito de dirigir la conciencia a la zona de la coronilla, a fin de que "abandone" el cuerpo físico y fluya libre por el
Universo. Para ello, nos acostamos boca arriba y recogemos las piernas, ya sea cruzándolas o, mejor aún, uniendo las plantas de los pies. Las
rodillas deben tocar el suelo. Los brazos se colocan a los lados con las palmas de las manos hacia arriba.

Cerramos los ojos y dirigimos tres respiraciones hondas y lentas a cada una de las coyunturas principales del cuerpo, en este orden: tobillo
izquierdo, tobillo derecho, rodilla izquierda, rodilla derecha. ingle izquierda, ingle derecha, cintura, muñeca izquierda, muñeca derecha,
codo izquierdo, codo derecho, hombro izquierdo, hombro derecho y cuello.

El Capullo
Nombre popular: Kochipilotl, el capullo
Intento: Nikalaki in noyoltlayamania, entro al jardín de paz de mi propio corazón

En esta postura, los miembros se repliegan, tal como hace un insecto cuando teje un capullo a su alrededor. Está relacionada con unos
personajes conocidos como “danzantes”, que los arqueólogos interpretan como cadáveres. Es una postura muy sencilla; consiste en
tendernos de lado en el suelo y recoger los miembros tanto como sea posible, atando las piernas con los brazos. Una vez que la respiración
se calma, pegamos la cabeza a las rodillas, cerramos los ojos y le dedicamos trece respiraciones al intento del ejercicio. Luego repetimos lo
mismo, pero para el otro lado. Esto tiene el efecto de calmarnos y bajar el metabolismo.
El Soñador
Nombre popular: Temikini, el soñador
Intento: Niwelmelawani se melawakatemiktli,
soy testigo imparcial de un sueño verdadero

Esta curiosa postura, muy útil para fortalecer los músculos del vientre, dejó testimonios en el arte olmeca. Como su nombre indica, es una
postura onírica, sirve para dejar fluir la conciencia. Para comenzar, nos tendemos de lado en el suelo, apoyando la cabeza sobre una mano.
También podemos seguir al grado siguiente, que consiste en pegar las plantas de los pies, manteniendo las piernas en el aire.
Permanecemos en tal posición por varias respiraciones, y repetimos para el otro lado. Ya sea en el primero o el segundo grado del ejercicio,
podemos tapar los oídos con ambas manos, lo cual resulta útil para meditar.

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ALGUNAS POSTURAS DE LOS RUMBOS VERTICALES

Nombre del rumbo: Tla’kotlampa, rumbo central o humano


Nombre de las posturas: Kuepa, invertidas.
Son conocidas por la antropología como "acróbatas" y “posturas reales”. En ellas, el cuerpo se invierte, apoyándose sobre cabeza, manos y
torso, y dejando los pies en el aire. Esto estimula la circulación y el sentido del equilibrio, y tiene efectos benéficos sobre los órganos
sexuales. Están contraindicadas para casos de presión intraocular alta y afecciones digestivas.

El Árbol
Nombre popular: Kuawitl, el árbol
Intento: Nipatla nishitinia in tetolinistli, neutralizo e invierto las condiciones negativas

Esta postura es muy común en las imágenes de Anawak; consiste en erguir el cuerpo a manera del árbol cósmico. En su forma simple, nos
arrodillamos y apoyamos los antebrazos en el suelo, a la distancia de dos palmos, las manos abiertas con las palmas hacia abajo. Bajamos el
torso hasta que la cabeza queda cerca de los antebrazos, pero sin tocar el suelo. Damos un pequeño paso hacia delante hasta que los pies se
acercan al rostro, tomamos impulso y erguimos el torso hasta que las piernas hasta que quedan verticales. En grados de más intensidad
podemos bajar las piernas por la espalda, hasta que tocan la cabeza. Esta postura no se recomienda para principiantes.

La Llama
Nombre popular: Tlepilli, la llama
Intento: Yu’tletl selia in noyollotl, broto como una llama del centro de mi ser

El intento de esta postura es unificar las tres dimensiones del Cosmos: el reino inferior donde se planta la semilla, la tierra donde brota y el
mundo superior a donde se proyecta su fruto. El primer grado tiene los siguientes pasos: nos acostamos con las piernas extendidas,
apoyamos las manos en el suelo a ambos lados de las caderas, tomamos impulso y levantamos las piernas hasta que quedan verticales.
Haciendo palanca con las manos, incorporamos el torso hasta que esté completamente recto, y lo apoyamos con los brazos a la espalda, tal
como vemos en la imagen del acróbata. Las piernas pueden estar rectas o cruzadas. En un nivel de impacto superior, podemos estirar los
brazos a ambos lados del cuerpo y bajar las piernas por delante del cuerpo, hasta que los pies tocan el suelo.

El Acróbata
Nombre popular: Tlatlamati, el acróbata
Intento: Nimasewalyaokiske ninawaltlamakaski, soy el merecido de la guerra interior, soy el Señor de las Transformaciones

El Acróbata tiene el propósito de sostener el peso del cuerpo sobre las manos. Para ello, nos inclinamos hasta tocar el suelo, colocamos las
rodillas sobre los codos, tomamos un pequeño impulso y nos despegamos del suelo, apoyando el cuerpo sobre las manos. Las piernas
pueden estar rectas o cruzadas. Para bajar, invertimos los pasos: plegamos las piernas hasta que las rodillas toquen el vientre y sostenemos
el peso del cuerpo para que los pies toquen suavemente el suelo. Luego permanecemos por unas respiraciones pegados al suelo.

Esta postura no es aconsejable para principiantes. En caso de realizarse, hay que tener cuidado a fin de que el cuerpo no caiga hacia atrás. Si
cae, hay que doblar rápidamente las piernas, para amortiguar el golpe.
Nombre del rumbo: Tle’kotlampa, hacia arriba
Nombre de las posturas: Manene, cuadrúpedas
Este grupo y el siguiente pertenece a las llamadas "posturas reales". En ellas, el cuerpo se apoya
simultáneamente sobre las cuatro extremidades, lo cual las fortalece, estimulando al mismo tiempo
el sentido del equilibrio y la circulación.

El Puente
Nombre popular: Pantli, el puente
Intento: Ninewa nipanoa in tlaotilistli, paso por encima de todas las
adversidades

Esta postura flexibiliza la espalda y aumenta la fuerza de las extremidades.


Hay tres maneras de hacerla, de intensidad creciente. La primera consiste en
acostarnos sobre el suelo boca arriba, plegar las piernas hasta que los pies
quedan cerca de los glúteos y apoyar las manos en el suelo, a la altura de las costillas. A continuación, hacemos palanca con brazos y
piernas, levantamos el torso, echamos la cabeza hacia atrás y proyectamos el abdomen.

La segunda forma consiste en colocarnos de espaldas a la pared, como a un metro de distancia, y dejarnos caer hacia atrás hasta tocar la
pared con ambas manos. A continuación, vamos bajando poco a poco, hasta que las manos se depositan en el suelo. La tercera forma, que
debe hacerse con mucho cuidado, es similar a la segunda, pero sin la pared.

Nombre del rumbo: Temoktlampa, hacia abajo


Nombre de las posturas: Tlaktli, torso.
En ellas, el peso del cuerpo se deposita sobre el torso, sea bocabajo o boca arriba, manteniendo las
extremidades en el aire. Esto sirve para masajear vigorosamente los órganos internos, en particular la
columna y las glándulas suprarrenales.
El Arquero
Nombre popular: Minani, arquero
Intento: Yu’tlawitolli ninotilinia nikmina noyollotl,
me tenso como arco y disparo mi intento

El Arquero simboliza que el cuerpo se transforma en un arco, cuya flecha es nuestro intento. Su forma básica consiste en que nos acostamos
bocabajo con los brazos a los lados del cuerpo. A continuación, inhalamos hondamente y, al exhalar, erguimos el torso, estirando los brazos
hacia atrás, y también levantamos las piernas tanto como sea posible, sin separar las rodillas y los pies. El cuerpo queda descansando sobre
la zona ventral.

El siguiente grado consiste en flexionar las piernas y tomarnos los tobillos con las manos. Haciendo palanca con las piernas, flexionamos el
torso hacia atrás tanto como sea posible. En las posturas de exhibición aparecen individuos que logran colocarse los pies sobre la cabeza, en
cuyo caso los brazos hacen soporte bajo el pecho.

El Ocelote
Nombre popular: Oselotl, ocelote
Intento: Nipipia nitlakua notlatlakoa,
acecho y devoro mis propias debilidades

Esta es una postura totémica, pues consiste en montar la posición típica de un felino. En su forma básica, consiste en lo siguiente: nos
inclinamos hasta que las manos tocan el suelo. Las rodillas flexionadas quedan a la altura de los codos, por la parte de afuera de los brazos;
la cabeza mira hacia delante. Luego, sin mover manos y pies de su sitio, flexionamos piernas y brazos para que el cuerpo baje tanto como
sea posible, y nos concentramos intensamente en un punto ubicado delante, como si estuviéramos acechando a una presa.

El segundo grado consiste en estirar las piernas se estiran, bajando el torso casi hasta el suelo, pero sin tocarlo. Nos sostenemos sobre los
puños y los dedos de los pies. A partir de ahí podemos montar el tercer grado, que consiste en estirar los brazos y arquear el torso , hasta
que podamos mirar directamente hacia arriba.

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LOS GESTOS MANUALES

El sistema de entrenamiento Kinam incluye un conjunto de gestos simbólicos de brazos y manos que quedaron representados en las fuentes
de México, cuyo propósito es darle expresión y significado a las posturas. Su nombre nahuatl era Machiomana, de Machiotl, modelo, y
Mana, manual, pero generalmente se les designa con el término sánscrito Mudrah.

Ancianos realizando diversos gestos manuales. Imagen de un vaso maya.

El lenguaje manual mesoamericano fue reportado por el padre Sahagún: "ellos (los mexicas) acostumbraban hacer gestos manuales”
(Códice Florentino). Al investigar dichos gestos, el investigador Samuel Martí llegó a la conclusión de que “las manos simbólicas ... no están
representadas al azar o por motivos decorativos, sino que, con su significado esotérico, identifican, aclaran y complementan la composición,
y explican lo que está sucediendo” (Mudra, manos simbólicas en Asia y América).

Las expresiones manuales eran tan convencionales, que fueron empleadas en la escritura maya para representar ideas y
sonidos, y fueron importadas por otros pueblos de América como un sistema de comunicación. “Las tradiciones de los nativos
(de Norteamérica) coinciden en señalar hacia el sur como la dirección de donde les llegó el idioma con ademanes de las manos.
Los comanches lo aprendieron en México y lo enseñaron (a las otras tribus)” (G. Mallery, Sign language among North American
Indians).

Los gestos manuales mesoamericanos son muy numerosos. Un registro preliminar arroja cientos de configuraciones básicas y
sus variantes, comunes a toda Mesoamérica. Un intento de clasificación permite reducirlos a cuatro categorías:

 Los que se pueden realizar con una sola mano o brazo.


 Los que requieren de ambos brazos y manos para su ejecución.
 Los que involucran posiciones especializadas de brazos y manos, pero no de los dedos.
 Los digitales, que con frecuencia son independientes de la posición del brazo.

A continuación presentamos algunos de ellos. Se ha intentado establecer su paralelo con los mudras del Yoga, así como su posible
significado, de acuerdo con el contexto iconográfico en que aparecen.
Nombre sánscrito: Añjali mudra Nombre sánscrito: Dharmachakra mudra (variante)
Nombre nahuatl: Ilwikatla'toa machiomana, oración Nombre nahuatl: se ignora
Significado en Mesoamérica: adoración Significado en Mesoamérica: se ignora

Nombre sánscrito: Sarpasirsha mudra Nombre sánscrito: Varada mudra


Nombre nahuatl: se ignora Nombre nahuatl: Senteotl machiomana, divina unidad
Significado en Mesoamérica: introspección Significado en Mesoamérica: la unificación

Nombre sánscrito: Dhyana mudra


Nombre sánscrito: Singhakranta mudra
Nombre nahuatl: Kuau'shikalli machiomana, vaso del águila
Nombre nahuatl: se ignora
Significado en Mesoamérica: concentración de las energías
Significado en Mesoamérica: bendición
Nombre sánscrito: se ignora
Nombre sánscrito: Anugraha mudra (variante)
Nombre nahuatl: Kawa machiomana, gesto de cierre Nombre nahuatl: se ignora
Significado en Mesoamérica: suficiencia
Significado en Mesoamérica: la verdad

Nombre sánscrito: Vajrapradama mudra


Nombre sánscrito: Gyan mudra Nombre nahuatl: se ignora
Nombre nahuatl: se ignora Significado en Mesoamérica: el fuego del amor
Significado en Mesoamérica: se ignora

Nombre sánscrito: Varada mudra (variante)


Nombre sánscrito: Padya mudra
Nombre nahuatl: Weweteotl machiomana, dios del fuego
Nombre nahuatl: Teomania machiomana, meditación
Significado en Mesoamérica: las dimensiones
Significado en Mesoamérica: meditación
Nombre sánscrito: Sochi mudra Nombre sánscrito: se ignora
Nombre nahuatl: Mapilwa machiomana, gesto de señal Nombre nahuatl: se ignora
Significado en Mesoamérica: unidad y pluralidad Significado en Mesoamérica: autoridad real

Nombre sánscrito: Apana mudra


Nombre nahuatl: Apoalli machiomana, gesto del cero
Significado en Mesoamérica: cierre de energías

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EL MANEJO DEL ALIENTO

El aliento es un elemento importante para hacer correctamente las posturas de Kinam, ya que los movimientos de compresión y expansión
del torso deben estar acompasados con el ritmo de las respiraciones. Por otra parte, la forma de respirar puede influir sobre nuestro estado
mental y físico, predisponiéndonos para la acción, la reflexión, el sueño, etcétera. Es por ello que nuestro sistema le dedica un espacio
particular a esta disciplina.
El anciano parece ser un maestro del arte de respirar. Vaso maya.

Los antiguos mexicanos relacionaban al aliento con la vida y el espíritu. Ello se nota en uno de los nombres nahuas del Ser Supremo:
E'ekateku'tli, señor del aliento. Asimismo, en la costumbre maya de construir las ventanas de los templos en forma del jeroglífico del aliento
(parecido a una "T"), significando con ello que la respiración era una especie de "ventana" al mundo divino.

El manejo intencional de la respiración recibía en nahuatl el nombre de I'imati, ciencia o arte del aliento. Según los informantes mexicas, “el
aliento manipulado se hace hermoso y se honra, (tornándose) elevado, elegante, digno, calmo” (Códice Matritense). Tal manipulación fue
representada mediante personajes que tienen en sus narices el glifo del aliento, o una trompa de elefante, o un pico de pato que a veces
parece una pinza, o ambas fosas nasales obturadas por bolas de algodón, o las manipulan con una mano propia o ajena, etcétera.

La manipulación del aliento consistía en jugar con las polaridades para incrementar la reserva de Tleyotl, chispa vital, lo cual se suponía tenía
efectos benéficos en la salud, el ánimo y la duración de la vida. Ello quedó reflejado en la siguiente cita: “Motecuhzoma (Moctezuma) se
vivificaba y fortalecía su Tonalli, se hacía joven nuevamente y alargaba su vida, pues se llenaba de Tleyotl, se llenaba de gloria y se
embravecía... Cuando el Tleyo es capturado, se daña el Tonalli” (Códice Matritense).

Según estas creencias, la energía vital tiene dos polaridades llamadas respectivamente Ketsakoatl, serpiente luminosa, y Yowalkoatl,
serpiente oscura. Ambas se representaban mediante la lengua bífida de la serpiente, o como dos serpientes que salen de las fosas nasales o
de las comisuras de la boca. Al combinarse en diversas proporciones, ambas polaridades producen siete corrientes de energía que van a la
cabeza, llamadas en su conjunto Koapetlatl, petate de serpientes, y representadas como un tejido de serpientes o de otras maneras.
Elementos básicos del arte de la manipulación del aliento

 Dos polaridades: Tonalli, positiva, y Nawalli, negativa.


 Tres temperaturas: Istik, fría, Tonik, caliente, y Yamanik, tibia o neutra.
 Cuatro tiempos: Teki, inhalación, Temik, retención en pleno, Pitsa, exhalación, y Kaktikak, retención en vacío.
 Cuatro modos: Nawa, fluida, Weka, alargada, Kawa, retenida, y Mawistik, extrema o acentuada.
 Tres grados: Ishmani, aliento llano o habitual, I’iotik, aliento enfático o jadeante, y Ekapitsa, aliento sutil.
 Cuatro formas: nasal, bucal, naso-bucal y buco-nasal.

La respiración de barredera

Este ejercicio tiene el efecto de armonizar nuestra energía. Consiste en respirar alternativamente por la derecha y por la izquierda. Al volver
la cabeza a la izquierda, obturamos los conductos ventilatorios de ese lado y abrimos los de la derecha, lo cual carga positivamente la
energía. Esto se llama respiración Tonal. Por el contrario, cuando respiramos por la derecha, la respiración se carga de polaridad negativa o
Nagual.

Para realizar la respiración de barredera, nos colocamos en alguna de las posturas del Este o en Chacmol. Comenzamos mirando a la
izquierda, tomamos una honda aspiración, la retenemos por unos segundos y luevo vamos soltando el aire poco a poco, a medida que
volvemos el rostro a la derecha. Luego repetimos el proceso, pero de derecha a izquierda.

Este ejercicio equivale a la técnica yoga de obturar las ventanas nasales con los dedos índice y pulgar, pero tiene las ventajas de que no irrita
las mucosas nasales y no requiere que elevemos las manos al rostro, por lo que estas pueden involucrarse en la postura, como en el caso del
Chacmol, o bien en algún gesto simbólico.

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LOS CENTROS ENERGÉTICOS

En de la práctica de Kinam se dedica un esfuerzo especial a la activación de los Cuecueyos o centros energéticos, más conocidos como
Chakras. Tales "órganos de luz" fueron reflejados con frecuencia en el arte mesoamericano, con la apariencia de soles que descienden.
Gracias a los códices Borgia, Laúd y Fejervary, en la actualidad podemos conocer los nombres que les daban.

Tekpatl, cuchillo de pedernal

Chalchiwitl, piedra preciosa

Topilli, bastón

Shochitl, flor

Pamitl, bandera

Iwitl, plumón

Kolotl, escorpión

Las creencias del México antiguo sostenían que nuestra estructura básica no es de naturaleza física, sino energética. Somos campos
magnéticos por donde se mueven las corrientes de Tleyotl o energía vital, responsables de mantener con vida a los órganos. Cada una de
esas corrientes tiene un centro motor al que los nahuas llamaban Kuekueyotl, espiral luminosa, de la raíz Kue, curva, vórtice, movimiento,
brillo. Otro nombre que le daban era Tsitsimitl, flechas esplendentes.

Los centros energéticos fueron descritos del siguiente modo por los informantes mexicas: “Con nuestros cuecueyos iluminamos al mundo. En
el sitio donde están nuestras luminarias, allí tenemos luz” (Códice Matritense). El término "luz", en este caso, significa "sentido", ya que la
función de estos centros consiste en "filtrar" las impresiones que recibimos del exterior, a fin de producir panoramas perceptuales
completos de índole sexual, emocional, mental, etcétera.

Representación de los centros sexual, ventral, cardíaco, frontal y coronario.

Los cuecueyos fueron representados con frecuencia en el arte de Anahuac, tal como afirma un autor: “Es posible encontrar en estatuas y
frescos de las culturas maya y teotihuacana representaciones de los chakras, así como del kundalini, la serpiente de energía sagrada que
sube por la columna vertebral” (A. Sartori, Simbólica de la tradición precolombina). El estudio de esas imágenes no sólo nos permite rescatar
una dimensión del pensamiento mesoamericano, sino también un conocimiento útil, que podemos aplicar en nuestra vida diaria.

A fin de activar los centros energéticos, es preciso que los desmitifiquemos. No son órganos físicos o nódulos nerviosos; tampoco tienen una
naturaleza mística o mágica. Son funciones de la energía vital que resuenan en ciertas zonas de nuestro organismo. Su actividad se
manifiesta, por ejemplo, cuando se nos agita el corazón frente a una emoción, cuando se nos contrae el ombligo al ser retados en el ego,
cuado "se nos hace un nudo en la garganta", se nos frunce el ceño o se excitan los órganos sexuales. Todos los seres vivos tienen el mismo
conjunto de centros como potencial energético y, de hecho, la evolución de la vida consiste en su progresiva activación.

Nombres, ubicación y funciones de los centros energéticos

1. Kolotl, escorpión, también llamado Sipaktli, dragón. Radica en la base de la columna vertebral. Rige sobre los impulsos sexuales y de
conservación. Se activa en forma natural en todos los seres.

2. Iwitl, plumón, también llamado Malinalli, hierba torcida. Radica en el vientre y rige sobre los sentimientos de sociabilidad, pertenencia,
apego familiar y nacional. Se activa en forma natural en los animales superiores.

3. Pamit o Pantli, bandera, llamado en el Códice Laúd Yaoyotl, guerra. Radica en el ombligo. Es el centro del ego. Se activa en forma natural
en la especie humana.

4. Shochitl, flor, en el corazón. Rige sobre las emociones superiores, en particular, sobre los sentimientos altruistas. Se activa mediante el
cultivo de la sensibilidad.

5. Topilli, bastón, en la garganta. Rige sobre la voluntad. Se activa tomando decisiones.

6. Chalchiwitl, piedra preciosa, también llamado Ishtli, ojo. Radica en el entrecejo y rige sobre los poderes mentales (intelecto, memoria,
analogía, comparación, intuición, etcétera). En la mayoría de los seres humanos este centro funciona en forma parcial. Se activa mediante
las prácticas de recapitulación, meditación y ensueño.

7. Tekpatl, cuchillo de pedernal, llamado por Carlos Castaneda “el punto de encaje de la percepción". Radica en la coronilla y rige sobre la
capacidad de cambiar de estado de conciencia. Se activa en la medida en que lo hacen los demás centros.

La concentración de los centros energéticos

Los cuecueyos regulan el funcionamiento del cuerpo y la percepción; por ello, la base de una buena salud física o mental, es mantenerlos
activos y nutridos. Como la energía es atención, el mejor modo de nutrirlos es concentrándonos en ellos y dedicándoles nuestra respiración,
a fin de enviar una corriente de sangre enriquecida a la zona física resonante.

Para realizar este ejercicio, nos sentamos en el suelo con la espalda recta y los pies cruzados, calmamos la respiración y cerramos los ojos
para interiorizar los efectos del ejercicio. A continuación, tomamos una respiración profunda y nos concentramos en el centro de la base de
la columna vertebral, pronunciando mentalmente su nombre: Kolotl. Nos mantenemos concentrados en tanto podamos retener la
respiración, y luego exhalamos lentamente. A continuación repetimos el ejercicio con el centro siguiente y así, hasta llegar al centro
coronario.

Este ejercicio es útil para calmarnos antes de meditar o estudiar, y también para disipar estados de estrés o de malestar en general.

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