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15 Capitulo14 Paralisis Cerebral y Discapacidad Intelectual PDF
15 Capitulo14 Paralisis Cerebral y Discapacidad Intelectual PDF
1.1. Historia
1.2. Definición
De este modo, los cuadros de Parálisis Cerebral (PC) se describen como el con-
junto de consecuencias derivadas de un transtomo global de la persona consis-
tente en un desorden permanente, pero no inmutable, del tono muscular, de la pos-
tura y del movimiento, debido a una lesión no progresiva sufrida por el cerebro
antes de que su desarrollo y crecimiento sean completos.
1.3. Etiología
En cada uno de los momentos señalados, son de destacar los siguientes factorc
desencadenantes:
Tipo de factor Factor
- Hemorragia materna.
I 1 - Hipertiroidismo materno.
I 1 - Fiebre materna.
- Corioamnionitis. (Infección de las memhanas
phcentarias y del líquido amniótico que rodea el
feto dentro del htero).
- Infarto pfacentario. (Degeneración y muerte par-
cial del tejido placentario).
Factores prenatales: - Gemelaridad.
- Exposición a toxinas o drogas.
1 - Infección por sifilis, toxoplasma, rubkola, citome-
galovirus, herpes, hepatitis, o por el virus de fa
inmunodeficiencia adquirida (VIH).
- Infartos cerebrales por oclusión de vasos arteriales
6 venosos.
- Disgenesias o rnaIformaciones cerebrales,
- Factores genéticos.
- Premahuidad. (Cuando la edad gestacional es
inferior a 37 semanas).
- Infecciones perinatales.
- Traumatismos craneales.
- Meningitis o procesos inflamatorios de las menin-
ges.
El carácter global del síndrome, susceptible de afectar a todos los ámbitos fun-
cionales de la persona, junto con las diferentes consecuencias que en cada uno de
ellos pueden acontecer, no permite establecer una clasificación tipológica cerrada
del mismo. Debe tenerse muy presente que cualquier clasificación de las rnani-
festaciones del síndrome es necesariamente enunciativa, porque no todas las per-
sonas que lo presentan están afectadas de igual modo, ni tampoco reúnen necesa-
riamente el conjunto de las manifestaciones posibles.
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1.4.1. Clasificación topográfica
Cuando la parálisis afecta por igual a las cuatro extremidades se determina una
tetraparesia o tetraplegia. Si el mayor nivel de afectación se localiza en las extre-
midades inferiores, no estando las superiores comprometidas (circunstancia esta
muy improbable), o estándolo en menor grado, se establece la existencia de una
diplegia o puraplegia.
El tipo ataxico se produce cuando se lesionan las celulas y vías cerebelosas, pre-
sentando incoordinación de los movimientos intencionales y dismetría de extre-
midades (cuando se intenta un movimiento, este se produce con cierto grado de
incoordinación y excediéndose del objeto), los movimientos de mediana amplitud
son los más incontrolados. A veces existe temblor intencional, las reacciones de
equlibrio son ineficaces, ya que están influídas por el temblor y la dismetría, la
reacción a la pérdida de equilibrio exagerada y poco segura, la marcha con base
amplia, vacilando y con mala dirección.
Rara vez una persona con PC puede encuadrarse exactamente en uno de estos
tipos. La gran mayoría de los afectados son de tipo mixto (Eicher,P.S.; Batshaw,
MLB, 1993).
1.4.3. Clasificación funcional
Se considera un nivel de afectación moderado cuando son dos o más los miem-
bros compron~etidos.En esta situación la marcha autónoma está nluy limitada, así
como la capacidad para realizar manipulaciones finas, y sólo se consigue ven-
ciendo muchas dificultades y10 mediante la utilización de ayudas técnicas. Las
personas con este nivel de afectación requieren de ayuda para la realización de
actividades personales y de la vida diaria.
Combinando los tipos establecidos, en función de cada uno de los criterios cla-
sificatorios, se obtienen las diferentes descripciones diagnósticas posibles.
1.5. Incidencia
Las dificultades advertidas para enunciar una tipología del trastorno necesaria-
mente se siguen de la complejidad de sus características por lo que, al hablar de
éstas, nos encontramos con similares problemas, que son consecuencia del carác-
ter global del trastorno, de los diferentes ámbitos funcionales sobre los que puede
incidir y de la variedad de consecuencias que en cada uno de ellos puede deter-
minar.
Cada vez hay un mayor consenso en que, en último término, el aspecto más
relevante a conocer en relación con las personas con PC es cómo progresan a
pesar de las numerosas discapacidades que pueden reunir al tiempo sin haberlas
superado previamente. Por ello, la relación de características que a continuación
se citan tiene carácter enunciativo y didáctico; es decir, no se trata de "encasillar"
a estas personas en una suerte de "tipologia psicológica7',porque histórica y dia-
riamente nos demuestran que son capaces de aprender y progresar pese a sus
"características", y se ha demostrado que esto depende más de los recursos con
los que cuentan que de sus discapacidades. Lo reiteraremos en el apartado corres-
pondiente al tratamiento del síndrome, el abordaje de la PC no se puede estable-
cer a partir de la intervención sobre todas y cada una de las alteraciones o disca-
pacidades que una determinada persona pueda presentar, es necesario abordar el
caso en su conjunto, aún cuando hablemos de él de forma fragmentada.
Así pues, dado el papel que los requisitos sensoriales y cognitivos juegan en la
motricidad, no cabe hablar tanto de caracteristicas motrices de las personas con
PC, como de caracteristicas psicomotrices, sobre todo cuando de lo que se trata es
de tomar decisiones con respecto de cómo se debe intervenir en el tratamiento. En
el siguiente cuadro se enuncian las características de la psicomotricidad en perso-
nas con PC, tomando en consideración la clasificación nosológica del síndrome
(actitud postural, reflejos, equilibrio, tono muscular, ejecución de movimientos,
etc.). Debe recordarse que los tipos o formas mixtas son los más habinales en los
cuadros de PC.
Características psicomotrices
Los niños con PC suelen presentar al nacer ausencia de reflejos primitivos y10
permanencia de los mismos; su patrón de adquisición de habilidades motrices
puede no ajustarse a los períodos evolutivos correspondientes, y desarrollarse de
forma desordenada. Por las características enunciadas, se evidencia que van a ser
muy importantes las dificultades en la manipulación y, en general, que su ritmo de
acción va a requerir, muy significativamente, de un dilatado tiempo de ejecución.
Las personas con PC pueden desarrollar una capacidad intelectual general nor-
mal y también presentar niveles de retraso mental leves, (CI entre 50155 y 70175);
moderados, (CI entre 35/40 y 50155); severos, (CI entre 20125 y 35140); o pro-
fundos, (CI inferior a 25), con las características que son inherentes a cada uno de
ellos. Pero para el caso del síndrome de PC conviene hacer un análisis más dete-
nido relativo a las características del ámbito cognitivo específico del procesa-
miento de la información, es decir de las características relativas a la percepción,
la atención y a la memoria.
En la medida en que la lesión limite las funciones motoras, sensoriales y del len-
guaje, la persona afectada va a sufrir una serie de condicionantes que van a deter-
minar alteraciones en la organización perceptiva, en la atención y en la memoria.
En el siguiente cuadro se expone cuál es la naturaleza de los mencionados condi-
cionantes y cuáles sus consecuencias en cada una de las áreas citadas.
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2.2.3. Lenguaje y habla
2.2.3.1. Habla
Habla
Respiratorios:
- Alteraciones de la coordinación respira- - Ausencia del ritmo, lentitud,
toria. Respiración superficial e irregu- pausas anormales y amontona-
lar. Disociación entre los movimientos miento de frases.
torácicos, diafragmáticos y articulato-
rios.
Fonatorios:
- Alteraciones en la movilidad laríngea, - Habla a sacudidas con voz
disociación entre los movimientos ronca, voz débil o imposibilidad
laríngeos y diafragrnáticos, y malforma- para mantener un sonido.
ciones de la cavidad bucal.
-
Articulatiorios:
- Alteraciones la movilidad de la muscula- - Articulación distorsionada por
tura de la mandíbula, labios y legua y incorrecta realización de los
deformidades en la cavidad bucal. fonemas, omisiones y sustitu-
ciones. Voz nasalizada.
Gestuales:
- Alteraciones en la ejecución coordinada - Exceso de mímica al hablar,
de los diferentes movimientos articulato- pudiendo llegar a hacer imposi-
rios. Alteraciones en la disociación de ble la articulación.
movimientos de diferentes grupos mus-
culares (sincinesias).
2.2.3.2. Lenguaje
El lenguaje, en tanto que conjunto de símbolos y reglas con las que se repre-
sentan ideas, descripciones, sensaciones, emociones, etc., también se ve compro-
metido característicamente en este síndrome, tanto en su vertiente comprensiva
como expresiva.
Alteraciones psicológicas
Bajo nivel de autonomía. Baja autoestima
Niveles de diagndstico
Nivel diagnóstico Objeto del nivel
- Tiene por objeto la determinación cuali-
tativa y cuantitativa de los trastornos y
disfunciones presentes en el síndrome,
así como de las capacidades del afectado
y de sus posibilidades de desarrollarlas.
Diagnóstico funcional
- Sirve (y es imprescindible) para determi-
nar y priorizar las necesidades, y para
elaborar los objetivos y estrategias de
intervención
- Tiene por objeto, en nuestro caso, deter-
minar la existencia de un cuadro de
Parálisis Cerebral, mediante la identifi-
cación del conjunto de signos y síntomas
que lo definen.
Diagnóstico sindrómico
- Sirve para conocer cuáles son las estruc-
turas, (neurológicas, psíquicas), respon-
sables del trastorno y orienta sobre su
etiología.
- Tiene por objeto determinar las causas,
del síndrome.
- Sirve para facilitar información bioniédi-
ca a la familia y en ocasiones orienta tra-
tamientos específicos. No siempre es
posible determinar las causas de un sin-
drome o trastorno funcional, pero es muy
conveniente establecer un diagnóstico de
presunción.
Sin embargo hay un segundo nivel de intervención que no actúa sobre las cau-
sas etiológicas, ni tampoco sobre las lesiones neurológicas que han producido (ya
se dijo que son irreversibles), pero que constituye una de los procedimientos tera-
péuticos más efectivos de los que se dispone. Consiste en estimular el cerebro
para "influir" en su estructuración y organización, de modo que el control de las
funciones que dependían de las áreas lesionadas sea asumido ahora por otras no
lesionadas. Cuantos antes se inicie este procedimiento terapéutico (Atención
Temprana) mejor será el pronóstico para un caso determinado.
5. TRATAMIENTO
Las lesiones neurológicas que determinan los cuadros de PC, debido al carácter
irreversible de las mismas, no son susceptibles de ningún tipo de tratamiento efi-
caz. Los tratamientos del síndrome deben actuar sobre las consecuencias de la
lesión en los diferentes ámbitos funcionales descritos.
Que el síndrome sea producido por una lesión neurológica y que su caracterís-
tica fundamental sea la afectación neuromotora, determinó que el abordaje médi-
co haya sido durante mucho tiempo el predominante, circunstancia que aún hoy
persiste en alguna medida, sobre todo en edades tempranas. No cabe duda de que
una persona con una lesión neurológica de las características que aquí se han des-
crito, a la que con alta frecuencia se asocian otras alteraciones clínicas, requiere
de una notoria atención médica y de la concurrencia de recursos habilitadores y
rehabilitadores correspondientes a esa área de intervención; pero no es menos
cierto que la lesión puede afectar también a los demás ámbitos funcionales y que
los propios déficits neuromotrices, más aún si se combinan con déficits sensoria-
les, comprometen el desarrollo global de la persona. En consecuencia, el abor-
daje terapéutico del sindrome debe ser necesariamente interdisciplinar, priori-
zando y coordinando debidamente el conjunto de las diferentes acciones que la
persona afectada va aprecisar, de forma evolutiva, en cada una de las etapas de
su vida y que deberán estar destinadas a promover su salud, su desarrollo, su
educación, su inclusión social y una adecuada calidad de vida.
También existen métodos, entre los que cabe señalar el método Doman-
Delacato y el método Peto, en los que, con independencia de la bondad de sus
procedimientos terapéuticos, no está demostrado que sus resultados sean mejores
que los logrados con otras modalidades de intervención terapéutica, más aún en la
medida en que éstas últimas no conllevan los elevados costes económicos y de
esfuerzo familiar que los otros requieren.
6. RECURSOS
6.1. Bibliografía
García, A,, (1999). Niños y Niñas con Parálisis Cerebral. Descripción, acción
educativa e inserción social. Madrid: Narcea.
García, M.C., et. al. (1993). Instrucción yprogreso escolar en niños con pará-
lisis cerebral, de preescolar y ciclo inicial. Un estudio de seguimiento. Madrid:
CIDE.
Confederación ASPACE.
CI General Zabala, 29
28002 MADRID
Tel.: 915 614 090. Fax: 915 634 010.
E-mail: administraciói~@confederacioaspace.org
7. FICHA RESUMEN
Las personas con Parálisis Cerebral podrán beneficiarse de los avances en gené-
tica y neurobiología, pero esta no es una opción que se deba considerar en la
actualidad. Su futuro depende en primer lugar de las características que el síndro-
me reúna en cada caso y, en segundo lugar, de los recursos de los que puedan dis-
poner. Las personas afectadas que hoy reciben atención en centros especializa-
dos, o transitan por la integración, o cursan estudios medios y superiores (quizás
de forma aún excepcional, pero no por ello menos significativa), o desempeiían
actividades laborales protegidas u ordinarias, o que han logrado su independencia
personal en todos los ordenes, así lo acreditan. Su futuro presenta las mismas
incertidumbres que el de las personas discapacitadas por otras patologías, pero en
este caso agravado porque su situación es más compleja.
El futuro también está muy vinculado a la "actitud social" hacia estas personas;
está siendo frecuente que afectados que acreditan una amplia formación, incluso
habiendo superado una oposición, tengan serias dificultades para acceder a un
puesto de trabajo por motivo de su apariencia personal.
Nota: Este trabajo ha tomado como referencia el documento elaborado en la Confederación ASPA-
CE, (González, T., et al. 2002), en el que, entre otros de todo el ámbito del Estado, ha participado el
Equipo Técnico que dirige su coordinador en ASPACE Cantabria.