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Aisaguara es un selio editorial del Grupo Santil wowwalfaguers.com ‘Argening Aeaneo Alem, 720 C'LnOT AA Buen her ite Lox fsaa}anaea0 Bates ‘ek Ars, 2399, ine Tor geeniza Fox(ota}aa 28 cite DreAisa Ai, 146 Proven Sage se Chie Tage Set 3000 Fax{563} 34 3060 Colombia alee, 1023, Peper Fes (s7 1} 2369580 Cone Rice Dali de Avacin Ci 290ml Ose Sine de Coma Res Tela) 290 134392204770 x (50) 2201520, Resador BEERS Alm sour An ae eee Elsa ceo auatse Euefsosa}acenror Ese Zana oe Ee cae EE Rerad Seog sis Sue an Fafinazweote 208s Madi Feiss 9000 Peron} wise Bato Unidos 205 NW Beh Avenae Doral BL 38122 ‘Tet 305) 5019s 227502252 {1305} 3919165 Gastemala hear tt Gracemalsc. Tel 63} 269 «300 i (3) 202048 Hoodarss Cons Tepe Contigo Banco Casa ‘ous fon hn Rene Temple ‘Avensis Tepes Tae 9988 México ‘es Univer, 267 Caos det vale D300 ese De Tel (325) 554207530 (525) 3601 1067 — ‘eden Ab 15. 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Jutio Corrazar, Los premios En el puente de mando, atrés de la ventanilla de grueso cristal violiceo, el capitén contempla un mar repentinamente calmo, de un azul me- télico que parece casi negro en los bordes de las olas, los méstiles de vanguardia, el compacto grupo de pasajeros en la cubierta de proa, la curva tajante que abre las efimeras espumas. “Mis pasajeros”, piensa el capicén, Apenas un instante antes —algo asi como en un parpadeo— dejaron atrés el puerto, que se les perdié de vista como un lejano incen- dio. El barco cabecea dos o tres veces, con suavidad. —Yo, la verdad, capitin, cada vez que salgo a alta mar siento la misma emocién de la primera vez —Ie comenta el contramaestre, un hombre de pequefia estatura, sonriente y de modales resbaladizos—. ;Cémo dice el poema de Baudelaire? “Hombre libre, tii siempre afio- ards el mar”. Pues yo lo afioro hasta en suefios El puro aire salino y yodado me cambia la vi- sién del mundo. Como si fuera una gaviota sus- pendida en lo alto del méstil, y desde ah mirara ul el horizonte. Temo que un ¢ me agote, usted me entiend. siasmo a la rutina es una de de la muerte, lo sabemos. El capitén realiza su importante cargo, algo que ¢ reciente desde el instante n dié hacerse marinero. Con actitud ceremo: beza, mete la mano al bolsi de hilo blanco (que apenas instruccién lacrada que, se | berfa abrir ya en alta mar. Desde hace dias el co con facilidad. Y hoy por fir que, supone, pondrs fin a st bre el rumbo a seguir, la cl deberd realizar, cémo y con verd los problemas que enfi Rompe los sellos con pia piel, abre el sobre y, par consuelo, se encuentra con w y casi invisible. —jOtra vez esta mal el contramaestre chasquean cubritr el instructivo por enc capitén—. Siempre la hace el cargo de capitan por pr para probar sus habilidades provisacién. —Pues me parece u pesada. Y absurda, porque a dénde dirigimnos. 12 —De eso se trata, he ofdo decir que di- cen, Precisamente, que en éste su primer viaje como capitén usted mismo decida a dénde ir, qué escalas hacer, cémo enfrentar los problemas que se le presenten. Incluso, cémo explicar y convencet a los pasajeros de la ruta que decida seguir y el porqué. —Algunas palabras se leen aquf con cierta claridad —dice el capitan entrecerrando Jos ojos para afocar el amarillento trozo de pa- pel. Y sile ponemos un poco de agua quizd puedan leerse algunas més. Con la punta del indice, como con un suave pincel, el contramaestre le pasa un poco de agua al papel. —jMire, se han aclarado otras palabras! —No demasiadas. —Quizd sean suficientes. Por lo pronto, nos aclaran el Sur en vez del Norte y, lo més im- portante, que el nuestro no debe ser un viaje de recteo sino mas bien formal y ceremonioso. Mire, aqui se lee muy clara la palabra “ceremo- nioso” y cteo que la siguiente palabra es “ri- tual”. —Ya me imagino explicandoles yo a los pasajeros que éste serd un viaje “ritual” —Pues por lo menos tiene usted una pista de lo que debe decirles. He visto instruc- tivos en que la nica palabra que aparece es “convencerlos”, pero no se sabe de qué ni por qué, Ademés, usted por lo menos tiene muy «lara la palabra “Sur”, Es mucho peor cuando 13 le aparece “rumbo descon tonces toda la responsabili usted. Supe de un capitan las instrucciones que se le chispita de ironia brilla en | maestre—. Bueno, no exac dieran las instrucciones, sin vinarlas en un papel como pret y zozobré a los po zarpado. Otro més se deses confusién de las instrucci trozo de papel por la borda. siguié fue que pocas horas las méquinas del barco y n verlas a echar a andar por m: cimos —las aletas de la na respira profundamente—. ( taron de un caso atin més gra ponsable y manifiesta desesp provocé enseguida que una ciosa de lo mas rara se decla —Pero, zquién puede trucciones que no se le dan ridad? —pregunta el capitér Je marcan las comisuras de gesto casi de asco. —Creo que éste es ¢ cado que enfrentaré usted, po cado ver. Hay capitanes que o palabras en su instructivo tc tan decidida que asf se lo ha pulacién y a los pasajeros. L: general es de lo mas positiv

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