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ELEGÍA

Una elegía es una composición poética que pertenece al género lírico y que, en el
idioma español, suele escribirse en verso libre o en tercetos. Este subgénero está
asociado al lamento por la muerte de un ser querido o a cualquier acontecimiento
que provoca dolor y tristeza. Los poetas griegos y latinos, sin embargo, también
trataban temas placenteros en sus elegías.

Una elegía es una composición lírica de tono melancólico en la que el yo lírico lamenta la
muerte de una persona.

El género se ha cultivado desde la Antigüedad clásica cuando se caracterizaba por una


estructura métrica fija (una serie de dísticos), y una temática más variada. Además de la
muerte, las elegías trataban catástrofes, desamores, derrotas, guerras, exaltaciones patrióticas
y el amor.

Durante la Edad Media, escritores españoles escribían plantos, poemas elegíacos, cuya
temática se limitaba generalmente al tema de la muerte.

Algunos ejemplos son Coplas que fizo don Jorge Manrique que a la muerte del Maestre de
Santiago don Rodrigo Manrique, su padre, de Jorge Manrique y Plancto que fizo la Virgen el
día de la Pasión de su fijo, de Gonzalo de Berceo. En el Renacimiento el género adquiere una
influencia de Petrarca, como se puede apreciar en las elegías de Garcilaso de la Vega. La
composición es más cuidada y compleja en las elegías de escritores barrocos, como Lope de
Vega y Luis de Góngora, y surgen varios subgéneros elegíacos, como el epicedio y la
endecha. El género sigue cultivándose en los siglos siguientes, especialmente en el siglo XX,
cuando salen elegías de la pluma de Miguel de Unamuno, Federico García Lorca, Vicente
Aleixandre y Miguel Hernández, entre otros.

Ejemplo:

"En la muerte de un hijo", de Unamuno

Abrázame, mi bien, se nos ha muerto


el fruto del a mor;
abrázame, el deseo está a cubierto
en surco de dolor.

Sobre la huesa de ese bien perdido,


que se fue a todo ir,
la cuna rodará del bien nacido,
del que está por venir.

Trueca en cantar los ayes de tu llanto,


la muerte dormirá;
rima en endecha tu tenaz quebranto,
la vida tornará.

Lava el sudario y dale sahumerio,


pañal de sacrificio,
pasará de un misterio a otro misterio,
llenando el santo oficio.
Que no sean lamentos del pasado,
del porvenir conjuro,
bricen, más bien su sueño sosegado
hosanas al futuro.

Cuando al ponerse el sol te enlute el cielo


con sangriento arrebol,
piensa, mi bien: "A esta hora de mi duelo
para alguien sale el sol".

Y cuando vierta sobre ti su río


de luz y de calor,
piensa que habrá dejado oscuro y frío
algún rincón del amor.

Es la rueda: día, noche; estío, invierno;


la rueda: vida, muerte...
Sin cesar así rueda, en curso eterno,
¡tragedia de la suerte!

Esperando el final de la partida


damos pasto al anhelo,
con cantos a la muerte henchir la vida,
tal es nuestro consuelo

Elegía a la muerte de Atahualpa


de Autor controvertido
Nota: Traducción del quichua por Juan León Mera. Existen desacuerdos sobre el autor original del poema.

En un corpulento guabo
un viejo cárabo está
con el lloro de los muertos
llorando en la soledad;
y la tierna tortolilla
en otro árbol más allá,
lamentando tristemente
le acompaña en su pesar.

Como niebla vi los blancos


en muchedumbre llegar,
y oro y más oro queriendo,
se aumentaban más y más.

Al venerado padre Inca


con una astucia falaz
cogiéronle, y ya rendido
le dieron muerte fatal.

¡Corazón de león cruel,


manos de lobo voraz,
como a indefenso cordero
le acabasteis sin piedad!
Reventaba el trueno entonces
granizo caía asaz,
y el sol entrando en ocaso
reinaba la oscuridad.
Al mirar los sacerdotes
tan espantosa maldad,
con los hombres que aún vivían
se enterraron de pesar.

¿Y por qué no he de sentir?


¿Y por qué no he de llorar
si solamente extranjeros
en mi tierra habitan ya?
¡Ay!, venid hermanos míos,
juntemos nuestro pesar,
y en ese llano de sangre
lloremos nuestra orfandad,
y vos, Inca, padre mío
que el alto mundo habitáis
estas lágrimas de duelo
no olvidéis allá jamás.

¡Ay! No muero recordando


tan funesta adversidad.
¡Y vivo cuando desgarra
mi corazón el pesar!

INTERPRETACIÓN

La Elegía de la muerte de Atahualpa, empieza describiendo un cuadro en que aparece un viejo cárabo o cuervo que
está llorando sobre un árbol de guabas. Le acompaña en su pesar una tierna tortolilla que le cuenta la llegada de los
españoles, al imperio incaico, luego le cuenta la desmedida ambición por el oro. Luego señala la forma de cómo se
apoderaron del inca y cómo le dieron muerte.

Describe, luego, la tormenta y la oscuridad que sobreviene. La tierna tortolilla justifica su llanto indicando que en su
tierra ahora habitan solo extranjeros. Finalmente, hace un llamado a todos sus hermanos para llorar por la muerte del
inca Atahualpa, a quien pide que no olvide jamás a su pueblo

PUNTO DE VISTA DE LA MUERTE DE ATAHUALPA

La Captura de Atahualpa fue un ataque sorpresa al monarca del Imperio Incaico realizada por Francisco Pizarro y sus
tropas. Tuvo lugar por la tarde del 16 de noviembre de 1532 en la plaza mayor de Cajamarca, la emboscada logró el
objetivo de capturar al inca Atahualpa.
Elegía a la muerte de Atahualpa"
1.-Etapa de Información
a) Bibliografía:
El Atahualpa Huañui se ha establecido que es la obra mas notable de tradición quichua-genero lirico de la que se creía
autor a Jacinto Collaguazo un cacique de Alangasi que vivió en la etapa aborigen hasta la conquista y llegada de
españoles, Juan León Mera lo transcribió.
b) Marco Histórico
Hubo un periodo importante en nuestra historia, después de tres siglos de lenta vida colonial en los que se sentaron las
bases de una poderosa estructura social, basada en la dominación de los pueblos indígenas y negras por las
colonizaciones, nuestro país entro en un largo periodo de agitaciones sociales y luchas político.

Atahualpa Huañui

Rucu cuscungu
Jatum pacaipi
Huañui huacaihuan
Huacacurcami;
Urpi huahuapas
Janac yurapi
Llaqui llaquilla
Huacacurcami.
Puyu puyulla
Uiracuchami,
curita nishpa
Jundarircami.
Inca yayata
Japicuchishpa,
Siripayashpa
Huañuchircami.
Puma shunguhuan,
Atuc maquihuan,
Llamata shina
Tucuchircami.
Runduc urmashpa,
Illapantashpa,
Inti yaicushpa
Tutayarcami.
Amauta cuna
Mancharicushpa
Causac runahuan
Pamparircami.
Imashinata
Mana llaquisha
Ñuca llactapi
Shucta ricushpa.
Turi cunalla
Tandanacuchun,
Yahuar pampapi
Huacanacushum.
Inca yayalla,
Yanac pachapi
Ñuca llaquilla
Ricungui yari.
Caita yuyashpa
Mana huañuni,
Shungu Ilugshishpa
Causaricuni

La oda, pertenece al género lírico, y se puede considerar como un sub-género de la lírica. La


definición de oda, se puede traducir en cántico o canto, y proviene del griego. La oda es una
composición poética que refleja una reflexión del poeta que la crea.

Se ha utilizado para realizar alabanzas positivas de un personaje o individuo. En sus


orígenes la oda era acompañada de instrumentos musicales, formando una canción, aunque
existen odas que solo son recitadas.
Ejemplo de oda:

Oda a Cristin por Víctor Manuel

Tus ojos me miran sin recelo


el maquillaje arruina tu belleza para mí
tu carisma opaca la belleza de las otras
iluminas el camino de un destino gris

Como hombre caigo ante la sirena


tu presencia me rescata al mundo real
viajar lejos solo por verte es mejor
que vivir en el paraíso terrenal.

Hay firmeza en tu carácter


y dolor en tu silencio
algo roto hay en ti que yo debo reparar.

Oda a mi ciudad por Victor Manuel

Es muy bella no lo niego, con cariño yo lo digo


no más bella que otros lados pero más que donde hoy vivo
no creo que en el mundo alguien quiera otra tierra
como yo quiero a la que me vio nacer
aunque todos no lo crean, es verdad que he de volver.

En otros mundos he estado, y con respeto ahí me tratan


pero en mi tierra soy tan libre, que desaparezco en el entorno

Si necesito ayuda en otro lado, debo pedirla sin encono


aquí solo miro y el amigo está a mi lado.

Invadieron tu derecho, imponiendo tonterías


matando gente de tu lado y metiendo a depravados

Invadida por extraños, vas sufriendo tus heridas


que como obras nuevas nos anuncian
destrozando tus entrañas.

Hoy gobiernan asesinos pero no te destruirán.


pues por uno que nos quiten otros veinte seguirán.

Eras tricolor con orgullo y ahora amarilla despreciable.


pero en breve tus colores ondearán galantemente.
con orgullo sanaras, aunque queden cicatrices.
que jamás podrá borrar aunque mucho lo intentemos.
ODA I - VIDA RETIRADA

¡Qué descansada vida


la del que huye del mundanal ruïdo,
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido;

Que no le enturbia el pecho


de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo
se admira, fabricado
del sabio Moro, en jaspe sustentado!

No cura si la fama
canta con voz su nombre pregonera,
ni cura si encarama
la lengua lisonjera
lo que condena la verdad sincera.

¿Qué presta a mi contento


si soy del vano dedo señalado;
si, en busca deste viento,
ando desalentado
con ansias vivas, con mortal cuidado?

¡Oh monte, oh fuente, oh río,!


¡Oh secreto seguro, deleitoso!
Roto casi el navío,
a vuestro almo reposo
huyo de aqueste mar tempestuoso.

Un no rompido sueño,
un día puro, alegre, libre quiero;
no quiero ver el ceño
vanamente severo
de a quien la sangre ensalza o el dinero.

Despiértenme las aves


con su cantar sabroso no aprendido;
no los cuidados graves
de que es siempre seguido
el que al ajeno arbitrio está atenido.

Vivir quiero conmigo,


gozar quiero del bien que debo al cielo,
a solas, sin testigo,
libre de amor, de celo,
de odio, de esperanzas, de recelo.

Del monte en la ladera,


por mi mano plantado tengo un huerto,
que con la primavera
de bella flor cubierto
ya muestra en esperanza el fruto cierto.

Y como codiciosa
por ver y acrecentar su hermosura,
desde la cumbre airosa
una fontana pura
hasta llegar corriendo se apresura.

Y luego, sosegada,
el paso entre los árboles torciendo,
el suelo de pasada
de verdura vistiendo
y con diversas flores va esparciendo.

El aire del huerto orea


y ofrece mil olores al sentido;
los árboles menea
con un manso ruïdo
que del oro y del cetro pone olvido.

Téngase su tesoro
los que de un falso leño se confían;
no es mío ver el lloro
de los que desconfían
cuando el cierzo y el ábrego porfían.

La combatida antena
cruje, y en ciega noche el claro día
se torna, al cielo suena
confusa vocería,
y la mar enriquecen a porfía.

A mí una pobrecilla
mesa de amable paz bien abastada
me basta, y la vajilla,
de fino oro labrada
sea de quien la mar no teme airada.

Y mientras miserable-
mente se están los otros abrazando
con sed insacïable
del peligroso mando,
tendido yo a la sombra esté cantando.

A la sombra tendido,
de hiedra y lauro eterno coronado,
puesto el atento oído
al son dulce, acordado,
del plectro sabiamente meneado.
SÁTIRA
La sátira es un género de la literatura que tiene la finalidad de ridiculizar a una persona o
que busca burlarse de determinadas situaciones. Con antecedentes en la poesía yámbica,
la sátira nació en la poesía y en la prosa hasta alcanzar otros soportes de expresión, como
el dibujo, el teatro y el cine.

Los griegos escritores de poesía yámbica Semónides de Amorgos, Aristófanes e incluso Arquíloco de Paros
fueron los primeros que desarrollaron claramente la sátira. Luego, la misma fue desarrollada, impulsada y
fomentada por los trabajos de otros autores tales como Luciano de Samosata, Horacio, Lucilio o Juvenal,
entre otros muchos.

Entre esos últimos se encuentran muchos de los que están considerados los mejores autores de sátiras de
la literatura latina. No obstante, tampoco hay que olvidar de Séneca, Marcial o Petronio.
Apelando a la ironía, la parodia y el sarcasmo, la sátira consigue expresar su rechazo a aquello que
ridiculiza. Más allá de la crítica que acarrea la obra satírica, también logra entretener y divertir al público
gracias a sus características.

Es importante mencionar que la sátira puede apelar a diversos mecanismos para cumplir con sus
propósitos. Algunas sátiras imitan los comportamientos para exacerbar ciertas cuestiones y así conseguir su
efecto. La sátira también puede contraponer dos cuestiones que resultan opuestas o muy diferentes entre
sí para desvalorizar una y otorgarle mayor importancia a la otra.

Exagerar o minimizar algo real hasta transformarlo en una ridiculez es otra de las técnicas habituales de la
sátira. Este mecanismo es habitual en las sátiras gráficas que apelan a las caricaturas.

De la misma manera, es importante establecer que la historia de la literatura universal está llena de
escritores que han practicado la sátira con gran maestría y de obras muy conocidas en las que juega una
labor fundamental. Este sería el caso de “Don Quijote de la Mancha” (1605) de Miguel de Cervantes; “La
vida de Lazarillo de Tormes” (1554), “La vida del Buscón” (1626) de Francisco de Quevedo, “Los viajes de
Gulliver” (1726) de Jonathan Swift, “Rebelión en la granja” (1945) de George Orwell o “Un mundo feliz”
(1932) de Aldous Huxley.

Además de en novelas, obras teatrales o poesías, la sátira también ha llegado hasta nuestros días a través
de publicaciones gráficas. Un buen ejemplo de eso, es la revista española “El jueves”, subtitulada “La
revista que sale los miércoles”. Se presenta como un semanario de humor satírico donde a través de un
sinfín de historias, dibujos, cómics y viñetas sus artistas vienen a contar de esa manera de humor tan
especial las principales noticias que han tenido lugar en esos días en todo el mundo.

Una de las sátiras más populares es “El gran dictador”, un filme de 1940 dirigido, escrito y protagonizado
por Charles Chaplin. En esta película, Chaplin interpreta a un dictador que es un personaje paródico de
Adolf Hitler. El actor imita la apariencia y los gestos del líder nazi con la intención de ridiculizarlo y, sobre
todo, de mostrar lo absurdo de sus terribles ideas y acciones. “El gran dictador” fue un éxito y obtuvo cinco
nominaciones a los Premios Oscar.

Sátira
¿Qué es la sátira?
La sátira es un recurso literario que se caracteriza por la utilización del sarcasmo con una intensión lúdica,
burlesca o moralizadora en relación a un personaje o una situación. La sátira, desde el punto de vista
psicológico forma parte de la conducta humana, la cual busca ridiculizar a alguien o algo que se convirtió en
género literario cuando formó parte de la lengua escrita. Según los especialistas en el campo de la sátira,
sus orígenes se remontan a la poesía yámbica en el siglo VII a. de C. en Grecia hasta expandirse por otros
elementos de expresión como las artes plásticas y las audiovisuales.

Muchos especialistas ubican su origen literario en la Grecia Antigua y han estudiado como este recurso ha
sido utilizado por muchos escritores reconocidos en diferentes géneros literarios, medios gráficos y
audiovisuales para darle un carácter humorístico y reflexivo a los mensajes que se transmitan.

Historia de la sátira
Características de la sátiraAutores satíricos
Ejemplos de sátira “Poderoso Caballero es Don Dinero” de Francisco de Quevedo“El Gran Dictador” de
Charles Chaplin

Historia de la sátira
La historia de la sátira en la literatura se remonta a la poesía yámbica griega en el siglo VII a. C. Semónides
de Amorgos, Aristófanes y Arquíloco de Paros desarrollaron la sátira en este período de la Grecia Antigua.

Tiempo después fue desarrollada por otros autores latinos como Horacio, Lucilio, Luciano de Samosata,
Juvenal, Séneca, Marcial, entre otros.

En la Edad Media y en las épocas sucesivas de la historia la sátira se ha paseado por todos los géneros
literarios (novela, poesía, cuentos, teatro, ensayos) y en diferentes tipos de textos, como los narrativos,
descriptivos, de opinión, entre otros.

Haciendo uso de la ironía, el sarcasmo, la exageración y la ridiculización, la sátira ha conseguido transmitir


su mensaje contra aquello a lo que critica dando un toque humorístico a su mensaje.

Entre los autores y obras más representativas de la literatura universal podemos citar a: Miguel de
Cervantes con la novela “Don Quijote de la Macha”, Francisco de Quevedo con poemas como “Poderosos
Caballero es Don Dinero”, Giovanni Boccaccio con el “Decamerón”, “Los viajes de Gulliver” de Jonathan
Swifi, George Orwell con “Rebelión en la granja”, entre otros.

Características de la sátira
Nace en la antigua Grecia.
Se expresa en prosa o en verso.
Se vale del humor para ridiculizar defectos de una cosa o persona.
Expresa indignación.
Hace uso de la ironía, la parodia y el sarcasmo.
Los personajes son de carne y hueso.
Tiene un trasfondo moral.
Hace uso de la comparación de dos hechos yuxtapuestos u opuestos, para dar valor a uno y desvalorizar a
otro.
La exageración o hipérbole para hacer de una situación real, algo exagerado hasta llevarlo al ridículo.

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